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Nacionalismos

EL PSOE AMENAZA LA IDENTIDAD NAVARRA

EL PSOE AMENAZA LA IDENTIDAD NAVARRA

Se preguntaba hace unos días, con ocasión de su visita a Pamplona, Mariano Rajoy sobre la posición del gobierno sobre la pretensión del separatismo vasco de anexionarse Navarra. "Me gustaría más claridad y contundencia en principios y convicciones desde la Presidencia del Gobierno", subrayó.

El PSE ya ha respondido a Rajoy. Si hubiera consenso político" en el País Vasco y Navarra para conformar ese hipotético órgano político, en refrencia a un gobierno consorciado para las dos regiones, no tendría "ninguna dificultad en que se pueda reeditar esa fórmula", afirmó el coordinador y portavoz de la Ejecutiva del PSE, Rodolfo Ares. "En todo caso", dijo el dirigente socialista, "lo que tenga que hacerse de la relación de Euskadi con Navarra será decisión de los políticos y de los ciudadanos y el futuro de Navarra lo decidirán las instituciones y los ciudadanos de Navarra".

Ibarreche, ha aprovechado el cruce de declaraciones sobre el supuesto órgano común entre la comunidad vasca y Navarra para continuar la ofensiva anexionista de los nacionalistas. A su juicio: "no hay que tener miedo a este tipo de cosas y, desde ese punto de vista, igual que las relaciones que tenemos que tener entre los territorios vascos las deben decidir sus ciudadanos, no entiendo qué miedo puede haber a que los navarros decidan".

Bajo la trampa de una fragmentación del pueblo español, con al división del cuerpo electoral a la conveniencia del separatismo, se esta suplantando la soberanía nacional, por la soberanía de las autonomías, de forma que España entera carece de voz para decidir su futuro. De esta forma, los separatistas vascos, ayudados pro el socialismo, pretenden intentar la anexión de Navarra, mientras niegan el derecho a decidir, en las mismas condiciones que reclaman para los navarros, a los alaveses sobre su pertenencia a ese Esuskadi demencial soñado por Sabino Arana.

En todo caso asistimos a un momento en el que el PSOE esta fomentando, en su carrera ciega por el poder y su intención de imponer a despecho de media España su forma de estado federal, el resquebrajamiento, no solo de la unidad nacional, sino de la convivencia nacional. Jamás, desde la guerra civil, la opinión pública estuvo tan polarizada, por mucho que De la Vega se empeñe en vendernos su idílico mundo feliz, en el que España supuestamente estaría más unida que nunca.

COMIENZA EL EFECTO DOMINÓ DEL ESTATUTO CATALÁN

COMIENZA EL EFECTO DOMINÓ DEL ESTATUTO CATALÁN

La solución de los socialistas para las desigualdades que consagra el estatuto catalán no es otra que igualar al resto de comunidades en todo lo malo que trae ese engendro federal-separatista. La primera en apuntarse en esta nueva versión del “café para todos” ha sido Andalucía. Siguiendo el modelo catalán los socialistas han impuesto su definición de Andalucía como realidad nacional, eliminando cualquier referencia a la «unidad indisoluble de la nación española».

El proyecto socialista de estatuto andaluz imita al modelo catalán, en lo que es ya una clara estrategia del PSOE para trasformar el modelo de estado de espaldas al pueblo, a través de unas reformas estatutarias que eviten el pronunciamiento soberano del pueblo sobre el nuevo estado federal que se está gestando y hurten el debate público sobre la cuestión.

En el proyecto andaluz se incluye, su propio Título de Derechos y Deberes similar al del Estatuto de Cataluña, haciendo la competencia a los derechos fundamentales recogidos en la carta magna. Insiste asimismo en la fragmentación administrativa y en la creación de auténticos espacios estancos de poder a través de competencias exclusivas blindadas en la que el estado nada tiene que decir, compartidas y ejecutivas en la línea catalana, pero no se queda ahí, ya que las enmiendas del PSOE proponen trasladar el modelo de limitar al Estado su capacidad para dictar legislación básica, que queda reducida a meros principios.

Igualmente el proyecto socava la soberanía nacional al elevar a iguales las instituciones autónomas y las estatales, estableciendo una relación de bilateralidad similar a la del estatuto catalán. La nueva Taifa tendría facultades para designar miembros del Banco de España, de la Comisión del Mercado Nacional de Valores, de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones, del Tribunal de Cuentas, del Consejo Económico y Social y demás organismos reguladores, así como del Tribunal constitucional y CGPJ (sic). El Estatuto andaluz prevé también un sistema de justicia propio, con un Consejo de Justicia y la sustitución del T.S. por el TSJ como última instancia.

Curiosamente solo en la financiación es uno de los puntos en los que se aprecian diferencias más claras respecto al estatuto catalán, aquí si se respeta el principio de la multilateralidad, y es que Andalucía no puede permitirse el lujo de escupir sobre la solidaridad del resto de regiones españolas. El problema vendrá cuando el resto de autonomías también pretendan un estatuto a su medida, en los que cada cual querrán sacar su tajada pero no contribuir a esfuerzo común, ni pensar en los principios de coordinación, eficacia e igualdad.

Guerra concede al PP parte de razón sobre el Estatuto y admite que hubiera cambiado \

Guerra concede al PP parte de razón sobre el Estatuto y admite que hubiera cambiado \

El presidente de la Comisión Constitucional del Congreso ha reconocido este jueves que él hubiera cambiado "por lo menos 10 cosas más" del Estatuto pero ha dicho que ha tenido que ceder para que "triunfe el conjunto". Alfonso Guerra ha admitido que el PP tiene razón en algunos argumentos respecto al Estatuto, pero le reprocha que no admita los cambios que se han realizado. Asimismo, se ha referido a la polémica que suscitó su comparación de España con la antigua Unión Soviética. El líder socialista ha criticado que algunos políticos que fueron "leninistas centralistas" ahora sean "nacionalistas".

En declaraciones a TVE, Alfonso Guerra ha matizado así las recientes declaraciones en las que comparó el proceso de reformas estatutarias en España con la desintegración de la Unión Soviética y ha aclarado que lo que quiso decir es que "en España hay algunos dirigentes que estuvieron en el franquismo y otros que fueron leninistas que ahora han utilizado la bandera del nacionalismo para salvar su puesto, como hicieron algunos dirigentes de la Unión Soviética cuando llegó a su disolución", que algunos pensaron que como se iba a descomponer era mejor colocarse en la bandera nacional.  Sin embargo, aclara que "no tiene nada que ver" lo que pasó en la URSS con la situación actual en España, aunque sí es verdad que algunos políticos que eran "leninistas centralistas ahora son nacionalistas porque han visto que por ahí tienen hueco".

Guerra hubiera cambiado "por lo menos 10 cosas más"
Por otra parte, Alfonso Guerra ha admitido que él hubiera cambiado "por lo menos 10 cosas más" del actual proyecto de Estatuto catalán y ha reconocido que la diferencia que separa al texto en su redacción actual con el Estatuto vigente y con el aprobado por el Parlamento de Cataluña es "grande".
El presidente de la Comisión Constitucional del Congreso ha explicado que a pesar de su deseo de haber modificado más puntos del Estatuto uno tiene que ceder para que "triunfe el conjunto". No obstante, ha dicho que el Congreso ha variado 167 puntos del texto –"cuando los partidos que lo aprobaron en el Parlament aseguraron que no permitirían que se tocara una coma"– y que, gracias a eso, "se ha dado un cambio trascendental al Estatuto que llegó porque no estaba hecho con sentido" constitucional.
En resumen, apuntó que el proyecto actual se diferencia de la norma vigente debido al "incremento de competencias" y del que aprobó el Parlamento catalán porque "se ha limado todo lo que era inconstitucional o siendo constitucional, era una locura". Guerra ha denunciado por otra parte que "algunos están copiando el Estatuto catalán que llegó al Congreso, no el que salió" de él y consideró que aunque "reformar los estatutos es lícito", llama la atención que Comunidades Autónomas que reclaman "su propia identidad" quieran reformar su Estatuto "con una fotocopiadora".
  

Sobre el PP, que ha admitido que tiene razón en algunos de sus argumentos con respecto al Estatuto, dice que la pierde "porque no está dispuesto a reconocer que entre el Estatuto que llegó y el que ha salido hay una distancia abismal". "Si no reconoce eso, no está legitimado para hacer una crítica sobre el texto", ha indicado.

El gobierno del PSOE reinicia el enfrentamiento civil en España.

El gobierno del PSOE reinicia el enfrentamiento civil en España.
I) INTRODUCCIÓN
La traición del gobierno de Rodríguez Zapatero a la letra y al espíritu de la Constitución de 1978 se refleja en el texto del Estatuto Catalán, tal y como ha sido aprobado por la Comisión Constitucional del Congreso y en el anuncio de ETA de dejar de matar por ahora. Lo primero, antecedente de lo segundo. Rodríguez Zapatero ha demostrado a ETA que la Constitución y las leyes no son un obstáculo para una negociación. Y lo ha hecho rompiendo la unidad política de España con el texto aprobado del Estatuto Catalán. Rodríguez Zapatero cumple. ETA se lo reconoce.
¿Y ahora qué?
II) ¿UNO, DOS O MUCHOS MÁS NUEVOS PAÍSES?
Cataluña, la nueva nación, no será la única. Le seguirán, por supuesto, el País Vasco, y quizás otras como Galicia o Canarias; incluso Andalucía podría planteárselo. Esta situación crítica para la unidad de España y para nuestra vigente Constitución es el fruto de los defectos en el título VIII de la propia Constitución, de la ambición de los políticos locales, y del odio a España de izquierdistas infantiles como Rodríguez Zapatero. Pero la discusión sobre quién pertenece a España, como nación, ha calado entre todos, entre los españoles –todos lo somos–  que quieren seguir siéndolo y los que no lo quieren ser.
En este sentido, no es superfluo recordar que llevamos años oyendo manifestaciones de hastío hacia la política de secesión de los nacionalistas catalanes y vascos por parte de la población no politizada.  ¡Qué se vayan! ¡No los necesitamos! ¡Ya está bien de tener que enfrentarnos a su chantaje permanentemente!  Éstas son algunas de las manifestaciones más frecuentes que se oyen en toda España, ante quejas como “no queremos seguir subvencionando a andaluces y extremeños”, emitidas frecuentemente por nacionalistas catalanes.
Se unen, pues, en este momento, el rencor de Rodríguez Zapatero a todo lo que representa España, el deseo de secesión de los nacionalistas de muchas autonomías, el hartazgo de la mayoría de los ciudadanos españoles y las dudas de la parte blanda del PP. 
III) LAS ALTERNATIVAS POSIBLES
¿Es posible dar marcha atrás sobre lo cedido en el Congreso por el PSOE? se preguntan los dirigentes del PP. ¿Es posible hacer una campaña electoral defendiendo una nueva Constitución, de orden rigurosamente federal, pero que respete la unidad política de España? 
Para los que responden positivamente tiene un peso abrumador el patriotismo de la mayoría de los votantes y la posición de los propios militantes del PP. 
Pero también existen los políticos del PP que creen que esa no es la vía para conseguir el poder. Son pocos, pero están apoyados mediáticamente por PRISA, Vocento y el propio gobierno socialista. Esos políticos del PP prefieren no dar la batalla de la Constitución y creen que lo mejor es aceptar mucho de lo que ya ha hecho Rodríguez Zapatero y ampliarlo a las autonomías gobernadas por el PP.
En mi opinión, esa posición es suicida, propia de políticos profesionales sin principios ni ideología, de los que apoyan, o consideran posible ganador, a personajes como Ruiz Gallardón. Si se acepta ese juego, el PP desaparecerá. Y la inmensa mayoría de los votantes del PP, hoy más numerosos que los del PSOE, jamás lo perdonará; votará a nuevos partidos, de derecha, centro o extrema derecha, que aparecerán inmediatamente en la escena política dando, con esa fragmentación, definitivamente, el poder político al PSOE.
En mi caso, no defiendo la unidad de España por ser nacionalista español. Ser nacionalista me parece una aberración. Es la renuncia a ser persona y la aceptación de que por encima de la responsabilidad personal, de la independencia y la libertad personal, existen entes, tales como las clases, el pueblo o la propia nación, entendida como un organismo, distinto y superior a la persona.
Ningún político que crea y defienda el estado de derecho puede aceptar el Estatuto Catalán y la cesión ante ETA, aunque la mayoría de los ciudadanos residentes en Cataluña y País Vasco los acepten, en referéndums que deberían ser ilegales. Es en situaciones críticas, como la que vivimos, en las que es imprescindible defender los derechos de las minorías, según los definen las leyes fundamentales, incluso aunque se pudieran perder las elecciones. Que, además, y por supuesto en mi opinión, no se van a perder, si se mantienen planteamientos de firmeza, de defensa de la Constitución y de la unidad de España.
Nadie puede coartar los derechos y obligaciones de los ciudadanos no nacionalistas que viven en Cataluña, el País Vasco y el resto de las regiones españolas por la presión de los nacionalistas y de los socialistas del nuevo PSOE. Esos derechos han sido reconocidos por nuestra Constitución y hay que defenderlos, usando la fuerza necesaria en los términos que define la propia Constitución. Una situación especialmente difícil, porque es el gobierno de España el que ha traicionado los preceptos constitucionales y porque el Tribunal Constitucional actúa como una marioneta politizada en manos de los nacionalistas.
IV) LAS NUEVAS NACIONES, CATALUÑA Y PAÍS VASCO.
Cataluña va a contar con un ordenamiento jurídico propio. Tendrá sus propios códigos civil, mercantil y penal. Tendrá su propia justicia, sus propios registros y notarios. Tendrá un sistema de financiación que todavía le condicionará en algunos aspectos con respecto a España, como la recaudación de las cotizaciones sociales y las prestaciones de la seguridad social, así como la recaudación de otros impuestos por parte del estado central que financian los servicios generales que hoy todavía se reconocen como políticas de ámbito estatal español, tales como la política de defensa –aunque sin tropas en Cataluña–, y la política exterior. 
Pero será Cataluña quien decida, –de lo que se recaude en la propia Cataluña– lo que se transfiera al estado central y lo que no, porque el principio de bilateralidad, que reconoce el estatuto en temas de financiación autonómica, otorga todo el poder a los políticos catalanes, que contarán –en cualquier caso– con el  50% del IRPF, el 50% del IVA, el 58% de una serie de impuestos sobre productos, más los propios autonómicos y el compromiso de Rodríguez Zapatero de invertir en Cataluña el 18,5% del total de lo que invierta en toda España el Estado central durante los próximos siete años.
El Estado español conservará el 100% del Impuesto de Sociedades, el 50% del IVA y del IRPF, el 42% de una serie de impuestos sobre productos y poco más; un caso especial es el de las cotizaciones y las prestaciones de la seguridad social, –entre ellas las pensiones públicas–, pues se trata de recursos que están, de hecho, al margen del sistema de financiación y gasto público estatal de carácter general, pues se recaudan y pagan a los cotizantes a la seguridad social, no a la población en general.
Al País Vasco se le reconocerán –cuando menos– las mismas competencias que a Cataluña.  No tendrá problemas de financiación, porque en eso ya son independientes. Se elaborará un nuevo estatuto y habrá un referéndum. Y contará, en poco tiempo, con códigos civil, mercantil, y penal diferentes a los españoles, así como con justicia propia. Y tendrán competencia sobre su sistema penitenciario, donde se trasladarán los presos de ETA, para que salgan en libertad al día siguiente, siguiendo el modelo catalán de trato diferencial a los condenados por delitos contemplados en el código penal español, pero que no lo habrían sido si hubiera dependido de los políticos nacionalistas y socialistas catalanes. Los condenados por terrorismo habrían sido “luchadores por la libertad”, según declaraciones de uno de los principales líderes del PNV.
V) UN PROCESO CENTRIFUGADOR
El proceso no termina aquí. Aquí comienza. El resto de las autonomías españolas tendrán que optar ante la desaparición de la Constitución en las cloacas de la Moncloa de Rodríguez Zapatero, entre conservar y potenciar un orden jurídico idéntico al del resto de España, incluso introduciendo modificaciones estatutarias que las liguen permanentemente a las demás leales a la Constitución de 1978, o por desarrollar su propio ordenamiento jurídico. Hasta que se logre plantear y hacer aprobar una nueva Constitución de orden federal a la que hacía referencia al comienzo de este artículo, si ese es el sentir mayoritario de los políticos más representativos del PP, y esa posición es apoyada por la mayoría de los españoles.
VI) LOS CONFLICTOS
Los conflictos de competencia y jurisdicción, entre “autonomías-naciones” serán inevitables.  Los conflictos económicos también. Incluso si ninguna otra autonomía sigue a Cataluña.  ¿Cómo se van a resolver esos conflictos? ¿Quién va a obligar, en su caso, a que una decisión de los jueces catalanes se aplique en el resto de España? ¿Algún juez español, por otra parte, logrará que se apliquen sus sentencias y decisiones en Cataluña? Téngase en cuenta que el Tribunal Supremo desaparece de Cataluña. ¿Y en caso de conflicto económico y financiero entre el gobierno español y el de la Generalitat? ¿Y de conflictos entre empresas españolas y catalanas? ¿Quién va a resolver el problema? ¿Quizá la también desaparecida Corona  –“hablando se entiende la gente”–? ¿O un Tribunal Constitucional, que refleja en la designación de sus miembros el peso que al nacionalismo otorga la preconstitucional ley electoral del 1977?
Habrá conflictos. Y puede haber violencia.
VII) LOS TIEMPOS DEL PROCESO DE SEPARACIÓN
Durante un tiempo no se notará nada. Las consecuencias de la traición del gobierno de Rodríguez Zapatero a la Constitución no se pondrán de manifiesto inmediatamente. Ni para las elecciones municipales y autonómicas de 2007 ni para las generales de 2008. Los tiempos pactados entre Rodríguez Zapatero y los demás separatistas han tenido en cuenta el calendario electoral. 
Los problemas, en cambio, se acumularán, a partir de ese año. Los conflictos económicos, civiles, mercantiles y penales se multiplicarán. Y no habrá una norma suprema a la cual acogerse. No habrá ni Tribunal Supremo ni jurisprudencia a la que pedir amparo, ni órgano supremo al que acudir. Experimentaremos que todavía peor que una mala Constitución es no tener ninguna. La falta de Constitución generará conflictos e incluso violencia; tendremos, me temo, de todo, ejércitos de policías especializados en cada autonomía, batallas pequeñas o grandes, intervención internacional y un galimatías de nuevos estados; tal y como ha ocurrido en la antigua Yugoslavia. 
O bien nos separaremos en tres, cuatro, cinco o muchas más nuevas naciones y no nos enfrentaremos violentamente, como ocurrió en Checoslovaquia. Pero habrá que resolver muchos temas, como el endeudamiento público y el pago de las pensiones públicas futuras, lo que provocará enfrentamientos sin cuento, boicots comerciales, frenos a la presencia de empresas de otras naciones ibéricas –antes autonomías–, debilidad, corrupción y mucha más delincuencia.
A menos que un PP serio y comprometido lograra hacer aprobar una nueva Constitución, que reconozca la unidad política de España y los mismos derechos y obligaciones para todos los ciudadanos. 
En cualquiera de los casos, todos vamos a sufrir. Sólo ganarán –en esta primera fase de enfrentamiento civil– los políticos nacionalistas de turno –incluidos los nuevos socialistas de Rodríguez Zapatero– y los intereses empresariales protegidos por esas clases políticas, que  mantendrán férreamente controlada la economía de sus nuevos países, para ejercer mejor su poder de coacción y corrupción, tal y como permite el nuevo Estatuto de Cataluña.
Después, como muchas otras veces en la historia de España, veremos. Porque si el funcionamiento de esos nuevos estados es tan destructivo y corruptor como muchos creemos, se producirá un movimiento pendular y la inmensa mayoría de los españoles querrán que sus vidas se vuelvan a desarrollar en libertad y que el poder político vuelva a respetar y garantizar su seguridad personal.

El Caballo de Troya

El Caballo de Troya
Cuantas veces en esta vida lo que nos conviene tiene sabor amargo, como un aceite de ricino. Y cuantas veces lo malo, lo letal, viene disfrazadazo de regalo, como un caramelo envenenado.

Así, como un regalo se van a tomar miles, quizás millones de Españoles, el anuncio del alto el fuego emitido por ETA. Nada importarán ya la injusticia, ni la extorsión, ni los miles de asesinados, entre ellos niños más que inocentes, ni los mutilados, ni los secuestrados, nada importarán los miles de vascos en el exilio aterrorizados por el poder separatista del tandem PNV-ETA.

Pero el daño hecho, ya no por la banda si no por nuestra cobardía será irreparable. Si esta es la democracia que nos ofrecen a mi no me quedan ya dudas, le aconsejo, amigo lector, que si puede, "se monte su propio grupo armado", para defenderse o bien para presionar al gobierno de turno porque aquí, la ley y los votos, se los pasan por el forro de los...

Pero ya no sólo el brutal daño efectuado al estado de derecho es lo que debe preocuparnos, si no que debe atemorizarnos, aún más, el daño hecho a la nación. Porque una verdadera democracia es importante pero si nos faltase, siempre podríamos luchar por ella, siempre que estuviésemos cohesionados, que siguiésemos existiendo como nación y compartiendo un destino e intereses comunes.

El PSOE inequívocamente esta negociando con ETA, al tiempo que aceptaba el paulatino desguace de la nación española con el reconocimiento explicito de la "nación" catalana, amenazaba con meter en la cárcel al cobardón de Otegui si no entraba en el redil. Porque señores, esa es la cuestión, ningún gobierno democrático ha pretendido acabar con ETA si no tan solo que entren en su redil. De lo contrario que alguien me explique por qué si según los expertos de la lucha antiterrorista, a la ilegalizada Batasuna sólo le quedan unos 70 terroristas en libertad y se mueven con un exiguo presupuesto de dos millones de euros, no se le aplasta de una vez. No sólo con la potencia económica de nuestro estado si no con los miles de efectivos policiales y militares con los que contamos, amen de armados con toda la razón del mundo. Porque no interesa y punto.

Si no estamos preparados para hacer frente a ETA en estas condiciones más vale que desparezcamos de la faz de la Tierra porque no estamos capacitados para defender lo que es nuestro. ¿Sabemos hacia que mundo caminamos? No es por ser aguafiestas pero cualquier mafia internacional de tres al cuarto maneja más fondos y efectivos que la menguada ETA y ¿Que haremos cuando el terrorismo islámico sea endémico en la federación de republicas Ibéricas?

En pocos años la inmigración masiva, de no ser contenida, barrerá toda identidad regional en nuestro país, esto no parece preocupar a los farsantes de Batasuna que convocan manifestaciones conjuntas con los inmigrantes pero quieren expulsar a todo español del País Vasco. El terrorismo islámico crecerá irremisiblemente con forme crezca la población musulmana y estos detestan tanto a la cultura vasca como a la catalana. La deslocación aumenta y conforme más divididos estemos a la hora de negociar con las multinacionales, mas aumentará. Para ellos seremos meros "consumidores", incapaces de imponerles condiciones pero no de fagocitar sus productos. La invasión de productos chinos no deja esperanza alguna para nuestra economía salvo una, que seamos lo suficientemente fuertes como estado para imponer condiciones y medidas de protección, algo irrisorio estando divididos en nacioncitas que no importan a nadie ni tienen peso específico alguno en el mundo. La sequía que parece agravarse día a día necesita de la solidaridad nacional para ser combatida, de lo contrario amenaza con dejar desérticas amplias zonas del sur de España. Algo que no importará a nuestro amigo Mohamed VI que se sentirá como en casa el día que sus colonos proclamen las tierras del Alandalus como territorio marroquí, algo que el Istiqlal, partido nacionalista que gobierna Marruecos tiene en su programa ideológico.

¿ No les parece un futuro nada halagüeño? ¿No creen que sería el momento de estar más unidos que nunca?

No me canso de repetirlo, el País Vasco y Cataluña, llevan dos mil años en Hispania, quinientos años en el estado Español y siguen siendo Cataluña y el País Vasco. Con elementos étnicos y culturales que perviven desde tiempos remotos. Pero bastaran 50 años tras la desaparición de España para que todos caigamos como fichas de dominó. Cincuenta años de globalización, cincuenta años más de inmigración masiva para que la única alternativa que nos quede a ser una colonia de Rabat sea ser una colonia de Washington y todo ello gracias a los separatistas, a los marxistas y a la miopía y cobardía de muchos de nuestros politicos, sobre todo de izquierdas.

Todo puede parecer a veces muy bonito, la paz, la tregua, la multiculturalidad, la alianza de civilizaciones, un mundo sin puertas, sin fronteras, como un colosal y hermoso caballo tallado en madera, realizado para enaltecer nuestra gloria y vanidad, tan bello que ni el mismo Poseidón osaría despreciarlo...

La banda acepta el calendario del Gobierno y aparca hasta 2008 la negociación de los asuntos más espinosos.

La banda acepta el calendario del Gobierno y aparca hasta 2008 la negociación de los asuntos más espinosos.

El comunicado de “alto el fuego permanente” hecho público ayer por ETA es, según las fuerzas políticas vascas consultadas, la “prueba fehaciente” de que la organización terrorista ha aceptado finalmente las condiciones y el calendario que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero les hizo llegar hace varias semanas a través de los contactos entre el PSE y Batasuna. El Ejecutivo socialista advirtió a la izquierda abertzale de que o lo aceptaba antes del verano o corría el riesgo de no poder concurrir a las elecciones municipales de mayo de 2007.

Según las fuentes consultadas, los dirigentes socialistas vascos llegaron a alertar a sus interlocutores en la ilegalizada formación que si se dejaba pasar esta oportunidad, tal vez en las elecciones generales de 2008 el PSOE no consiguiera revalidar su mayoría: “Y con el PP en el poder, todo se vendría abajo”. Dicho calendario incluía, además, la necesidad de aparcar los aspectos más controvertidos de la negociación entre Gobierno y ETA hasta después de esta cita electoral.

Por ello, como ya adelantó este diario, los socialistas plantearon la necesidad de que la célebre Mesa de Partidos que se constituya -posiblemente tras las vacaciones del verano- no tenga “contenidos políticos” también hasta entonces, aunque sí apuntaron que la presencia en la misma de la izquierda abertzale estaría asegurada y que, de hecho, esto abriría las puertas a que ésta, con un nombre distinto al de Batasuna, pueda concurrir a los comicios municipales.

Además, le advirtieron de que en el tema de los presos de la organización terrorista -uno de los que serán abordados directamente entre ETA y el Gobierno- las excarcelaciones de presos etarras se harán con cuentagotas hasta esa fecha, entre otros motivos, para evitar dar munición al PP. No obstante, los representantes del PSE reconocieron que el Ejecutivo de Zapatero sí está dispuesto a flexibilizar el actual régimen penitenciario -con progresiones de grado e, incluso, algunos acercamientos-, aunque sin llegar a un reagrupamiento de todos ellos en cárceles próximas al País Vasco.

Los primeros pasos

El calendario diseñado desde Moncloa apunta a que José Luis Rodríguez Zapatero iniciará en breve una ronda de contactos con los representantes de todos los partidos políticos. Como él mismo anunció ayer en el Congreso de los Diputados, intentará que dichos contactos sean discretos y serán iniciados con un encuentro con el líder del principal partido de la oposición, Mariano Rajoy, al que seguirá el lehendakari Juan José Ibarretxe, y el resto de las formaciones.

Durante esta ronda, Zapatero y su equipo intentarán consensuar con todos los partidos el texto de una resolución para, en un plazo aproximado de mes y medio o dos meses, llevarlo para su aprobación al pleno del Congreso, siempre y cuando en ese tiempo pueda “constatar la veracidad del anuncio” del alto el fuego de hoy. En dicha resolución, el presidente pedirá a la Cámara que habilite a su Ejecutivo para explorar las vías de diálogo con la banda armada. Una vez hecho, sólo quedará poner lugar, fecha y hora para el primer encuentro oficial entre el Gobierno y ETA.

LA TRAMPA DE ETA Y EL PSOE

LA TRAMPA DE ETA Y EL PSOE

La trampa que el separatismo vasco y el PSOE han tramado contra España se ha lanzado por fin. No es casualidad que el anuncio de la tregua de ETA coincida con la aprobación por parte de la comisión constitucional del parlamento del estatuto de Cataluña. Ambos hechos forman parte de una misma estrategia antinacional que amenaza la subsistencia misma de España.

Poco nos importa que la tregua sea permanente, NO QUEREMOS NINGUNA PAZ CON ETA, si esa paz supone premiar a quienes han asesinado y usado la violencia con fines políticos. No queremos una paz a costa de excarcelar de los asesinos de ETA, no queremos ninguna paz a costa de avanzar en el proceso de secesión del País Vasco, no queremos ninguna paz a costa de dar un puesto de autoridad a quienes hasta ayer se dedicaban a matar y coaccionar.

Nos negamos a que años de tragedia, de terror, de muerte, de sufrimiento y de represión terminen dando la razón a los verdugos y a los asesinos. Nos negamos a que ETA finalice sus días con un triunfo que dé por útiles los asesinatos cometidos. Nos negamos a tragar el anzuelo de la paz con precio, de la paz que coloca a los asesinos a la misma altura que las personas honradas, de la paz que costará la destrucción de España como nación.

Se avecinan días difíciles, días en los que la mentira y la manipulación intentaran engañar a un pueblo que mayoritariamente rechaza ceder ante ETA y los separatistas, pero que está cansado y no tiene ganas de sacrificarse. Nos venderán esa paz deshonrosa y criminal, nos intentaran convencer de que no pasa nada y que la convivencia nacional no esta amenazada.

Que nadie piense en una fractura de la unidad de España de la noche a la mañana, son demasiado taimados para caer en ese error, un error que hoy sublevaría a toda España. La destrucción de la unidad de España será paulatina, para que poco a poco la sociedad vaya consintiendo lo que hoy es inconcebible pero que mañana será aceptable. Del estado de las autonomías a un estado federal, del estado federal a un estado confederado o asociado, para terminar en una especie de Commonwealth de “naciones” con la carcasa hueca de la corona como único vinculo de unión, previo a la total independencia. Esa es la hoja de ruta que los separatismos se habían marcado, y es la hoja de ruta que el PSOE ha aceptado.

Detrás quedan los cadáveres, la dignidad de un pueblo y la historia de una nación. El PSOE quizás ganó legítimamente las elecciones, pero está a punto de dar el paso que le deslegitima totalmente como gobierno de España.