LA IZQUIERDA NOSTÁLGICA EN DEFENSA DE CASTRO
LA IZQUIERDA NOSTÁLGICA EN DEFENSA DE CASTRO
Trini Jiménez defiende a Castro.
A ciertos nostálgicos del marxismo se les nota sus querencias. Los mismos pro-marxistas disfrazados de progresistas que en los ochenta predicaban como formula de distensión entre Occidente y la Unión Soviética, una política de concesiones y de tolerancia con las dictaduras comunistas, son los que hoy pretenden colarnos el mismo discurso respecto a la tiranía castrista.
No nos engañemos, detrás de estas tesis sólo se esconden las simpatías de una izquierda, -que aún no ha superado sus raíces antidemocráticas- por los regímenes que pusieron en práctica las doctrinas de sus mentores filosóficos, Marx y Lenin, y cuya extinción en el descrédito corrobora un fracaso absoluto que se niegan a aceptar.
El régimen de Castro sigue usando ese mismo antediluviano lenguaje de las revoluciones casposas, que sólo han traído miseria y represión a los pueblos que las han sufrido.
En efecto la expulsión del diputado español Jorge Moragas y los diputados holandeses se ha perpetrado, según el comunicado del gobierno castrista, porque se trataba de acérrimos enemigos de la Revolución Cubana que iban a ofrecer respaldo y solidaridad a los mercenarios que operan en nuestro territorio a sueldo de los Estados Unidos. Para el régimen comunista, los contactos y apoyos morales que iban a brindar los expulsados a los disidentes cubanos y demás victimas de la represión castrista, así como su testimonio en pro de la democratización de la isla son actividades que constituyen una violación flagrante de nuestra soberanía y están previstas y sancionadas en nuestras leyes. Se trataba de una grosera provocación política contra Cuba.
Pero según Trini Jiménez , responsable del PSOE de relaciones internacionales, la culpa de la expulsión la tiene el Sr. Moragas y los diputados holandeses, por no ajustarse a los requisitos burocráticos de la dictadura y querer llamar la atención al no solicitar el visado adecuado.
Llamazares, como buen satélite castrista, va más allá, mantiene exactamente la misma posición que la dictadura comunista, al calificar la visita de Moragas como provocación preparada por el PP.
La política que Izquierda Unida y PSOE quieren mantener con la dictadura caribeña, y de la que pretenden convencer a la Unión Europea, no es otra que aquella vieja formula del diálogo y la no confrontación, es decir cesión ante las prácticas dictatoriales. La experiencia histórica demostró claramente que precisamente la política contraria, la política de firmeza, la política de plantar cara al comunismo en todos los frentes, impulsada por Ronald Reagan, fue la que permitió la caída del telón de acero. Defender hoy en día el dialogo con la tiranía de Castro, tolerar la falta de libertades y la violación de los derechos humanos, a cambio de dudosas concesiones que suavizan la represión reinante en el país, no es más que retrasar e impedir la llegada de la democracia a Cuba, prolongar el sufrimiento del pueblo cubano y mantener en el poder al único dictador que subsiste en el continente americano.
Los residuos históricos del comunismo, personajes como Llamazares o partidos como Izquierda Unida, cómplices de las dictaduras marxistas presentes y pasadas, no tienen cabida en una sociedad democrática moderna y aunque su camino hacía la extinción es imparable, bueno sería acelerar este proceso, para al menos extirpar de toda Europa los rescoldos del totalitarismo inhumano que azotó al mundo durante todo el siglo XX.
El PSOE, que abandonó formalmente el marxismo hace tiempo, bien haría en olvidar nostalgias pasadas y mirar al futuro desde la única perspectiva de la lucha por la democracia.
Por ello no basta con que el Ministro de Asuntos Exteriores califique de inadmisible el comportamiento de las autoridades castristas, no basta con que pida explicaciones a la embajadora cubana en España. El gobierno español debe exigir una disculpa pública al dictador caribeño y llamar a consultas a nuestro embajador en La Habana, la permisividad con los tiranos, sólo produce nuevas injusticias.
Trini Jiménez defiende a Castro.
A ciertos nostálgicos del marxismo se les nota sus querencias. Los mismos pro-marxistas disfrazados de progresistas que en los ochenta predicaban como formula de distensión entre Occidente y la Unión Soviética, una política de concesiones y de tolerancia con las dictaduras comunistas, son los que hoy pretenden colarnos el mismo discurso respecto a la tiranía castrista.
No nos engañemos, detrás de estas tesis sólo se esconden las simpatías de una izquierda, -que aún no ha superado sus raíces antidemocráticas- por los regímenes que pusieron en práctica las doctrinas de sus mentores filosóficos, Marx y Lenin, y cuya extinción en el descrédito corrobora un fracaso absoluto que se niegan a aceptar.
El régimen de Castro sigue usando ese mismo antediluviano lenguaje de las revoluciones casposas, que sólo han traído miseria y represión a los pueblos que las han sufrido.
En efecto la expulsión del diputado español Jorge Moragas y los diputados holandeses se ha perpetrado, según el comunicado del gobierno castrista, porque se trataba de acérrimos enemigos de la Revolución Cubana que iban a ofrecer respaldo y solidaridad a los mercenarios que operan en nuestro territorio a sueldo de los Estados Unidos. Para el régimen comunista, los contactos y apoyos morales que iban a brindar los expulsados a los disidentes cubanos y demás victimas de la represión castrista, así como su testimonio en pro de la democratización de la isla son actividades que constituyen una violación flagrante de nuestra soberanía y están previstas y sancionadas en nuestras leyes. Se trataba de una grosera provocación política contra Cuba.
Pero según Trini Jiménez , responsable del PSOE de relaciones internacionales, la culpa de la expulsión la tiene el Sr. Moragas y los diputados holandeses, por no ajustarse a los requisitos burocráticos de la dictadura y querer llamar la atención al no solicitar el visado adecuado.
Llamazares, como buen satélite castrista, va más allá, mantiene exactamente la misma posición que la dictadura comunista, al calificar la visita de Moragas como provocación preparada por el PP.
La política que Izquierda Unida y PSOE quieren mantener con la dictadura caribeña, y de la que pretenden convencer a la Unión Europea, no es otra que aquella vieja formula del diálogo y la no confrontación, es decir cesión ante las prácticas dictatoriales. La experiencia histórica demostró claramente que precisamente la política contraria, la política de firmeza, la política de plantar cara al comunismo en todos los frentes, impulsada por Ronald Reagan, fue la que permitió la caída del telón de acero. Defender hoy en día el dialogo con la tiranía de Castro, tolerar la falta de libertades y la violación de los derechos humanos, a cambio de dudosas concesiones que suavizan la represión reinante en el país, no es más que retrasar e impedir la llegada de la democracia a Cuba, prolongar el sufrimiento del pueblo cubano y mantener en el poder al único dictador que subsiste en el continente americano.
Los residuos históricos del comunismo, personajes como Llamazares o partidos como Izquierda Unida, cómplices de las dictaduras marxistas presentes y pasadas, no tienen cabida en una sociedad democrática moderna y aunque su camino hacía la extinción es imparable, bueno sería acelerar este proceso, para al menos extirpar de toda Europa los rescoldos del totalitarismo inhumano que azotó al mundo durante todo el siglo XX.
El PSOE, que abandonó formalmente el marxismo hace tiempo, bien haría en olvidar nostalgias pasadas y mirar al futuro desde la única perspectiva de la lucha por la democracia.
Por ello no basta con que el Ministro de Asuntos Exteriores califique de inadmisible el comportamiento de las autoridades castristas, no basta con que pida explicaciones a la embajadora cubana en España. El gobierno español debe exigir una disculpa pública al dictador caribeño y llamar a consultas a nuestro embajador en La Habana, la permisividad con los tiranos, sólo produce nuevas injusticias.
24 comentarios
Cristina -
Cristina -
Dertare -
Ramon -
Ramon -
Dantes -
Dado -
Dado -
Hay que partir de la base de que la Constitución y las leyes en Cuba no están para cumplirse, como ocurre en cualquier Estado de Derecho. Aquello no es un Estado de Derecho, ni por supuesto democrático. Lo que diga una Ley en Cuba es sólo una especie de situación ideal que difícilmente se cumple en la realidad. A estos presos supuestamente liberados, en realidad, se les ha concedido una "licencia extrapenal". Este "novedoso" concepto jurídico es como una espada de Damocles que puede caer en cualquier momento sobre los presos. No supone, en ningún caso, una liberación de los presos, como parece querer sugerir el Gobierno español.
Romualdo -
El mandatario, de 78 años, descendió por la escalera de madera que daba paso a la tribuna después de pronunciar su discurso. Apenas unos metros después, resbaló al bajar un bordillo y cayó al suelo, donde inmediatamente fue socorrido por sus guardaespaldas y miembros del partido y del gobierno de la dictadura asistentes al evento.
Con su ayuda, Castro se levantó y se sentó en una silla, aunque se negó a utilizar una camilla preparada para casos de urgencia. Tras pedir un micrófono, el dictador aclaró el incidente. "Pido perdón por haberme caído", señaló. "Me da pena únicamente el mal rato, el posible sufrimiento que les ocasione con esto, ahora estaré muy interesado por ver las fotos de cómo me caí, la prensa internacional lo ha recogido y seguramente mañana estará en las primeras paginas de los periódicos", agregó.
Fernando S. -
Rosa -
Civilizar: no matar, no robar, no mentir, no abusar, no ignorar, amar la vida, ganarse honradamente el salario, decir la verdad, respetar a los contrarios, instruirse...
La izquierda necesita instrucción, espantarse esa pátina clerical que con tanta vergüenza carga y aprender los principios del liberalismo. Sólo así superará ese déficit democrático que aflora en sus filas cada 20 o 25 años.
Jorge V.N. -
Y caen bien las sentencias que Vargas Llosa, en su novela La fiesta del Chivo, puso en boca del coronel Abbes García, el matarife del dictador dominicano Trujillo: "mientras el enemigo de adentro esté débil y desunido, lo que haga el de afuera no importa. Que Estados Unidos chille, que la OEA patalee, que Venezuela y Costa Rica ladren, no nos hace mella. Más bien, une a los dominicanos como un puño en torno al Jefe". En Cuba, de la debilidad del "enemigo interno" ya se ocupan los estalinistas de Castro. Lo que no esperábamos, quizá por la ceguera que infunde la esperanza, es que la Europa de los ciudadanos contribuyera a esa debilidad tendiendo la mano al dictador, distinguiendo entre anticastristas de izquierdas y de derechas, y culpando del conflicto al que pide libertad.
Jorge V.N. -
El castrismo de sofá cama occidental le hace el juego al dictador caribeño cuando distingue entre los opositores a la dictadura. Sostiene que los de Miami, más yanquis que otra cosa, son derechistas que quieren comprar la Isla, y que la UE debe optar por opciones más "progresistas". Pero son soflamas vacías. Oswaldo Payá o Raúl Rivero han sido prácticamente ignorados por la izquierda, y aún alguno ha querido ver en ellos a agentes de EE.UU.
Jorge V.N. -
¿Por qué hay una parte de la izquierda española, y occidental, que defiende el castrismo, que siempre le pone "peros" y justificaciones, que repite la comparación propagandística que hace el régimen castrista con respecto a otros países hispanoamericanos? Sin hacer psicología social, es evidente que hay dos grandes razones. La primera es que la Cuba comunista ha sido el sueño tropical y socialista de la izquierda del mayo del 68, de esa gauche divine, contradictoria y ridícula, que siempre ha vivido tan bien entre capitalistas. La Cuba de Castro era aquella romántica oportunidad, el pozo de ilusiones que se perdió para algunos comunistas europeos, entre ellos, Zaldívar, el actual embajador español en La Habana.
Goya -
El PPE rechaza que la UE establezca un "diálogo inútil" con Cuba tras la expulsión de Moragas
El Buró político del Partido Popular Europeo ha aprobado una resolución en la que rechaza establecer un "diálogo inútil con un dictador" como Fidel Castro. Pide además no "relajar" las sanciones diplomáticas impuestas por la UE. Los "populares" expresan también su más enérgica protesta por la expulsión de Cuba de los diputados nacionales del PPE, Katheleen Ferrier de la CDA holandesa y Jorge Moragas del PP español.
Luis -
Oswaldo Payá desmiente a la Cadena SER y agradece a Moragas su viaje a Cuba
El lunes por la noche en la Cadena SER se dijo que el disidente Oswaldo Payá estaba molesto con el diputado del PP, Jorge Moragas, por la "situación creada" con su expulsión de Cuba. Informaron de que Payá así se lo había comunicado a Duran Lleida. Desde UDC han rectificado el sentido de esta información. Además, el propio Oswaldo Payá quiso desmentir la noticia en el programa de Gabilondo. "Se ha terminado el comentario político", recibió como contestación.
Ferna -
El PPE es el partido mayoritario en el Parlamento Europeo, donde con seguridad su arbitrariedad no será bien vista por los europarlamentarios en general, excepto quizás por su Presidente el Sr. Borrell.
Con lo cual hace mas dificil a la UE tomar iniciativas para descongelar las relaciones de Europa con la Isla.
Y si Zapatero tenía alguna idea al respecto, que parece que si que la tenía, tendrá que guardarla para mejor ocasión, pues la propia momia del Castro, con su innoble gesto se lo ha impedido.
Y que decir de la Trini. Pues que como siempre ha dado la nota, negativa y titiritera, dando la culpa a Moragas y no a Castro de su propia arbitrariedad.
La comehombres, según su propia confesión, igual tendrá otros desempeños, que quizás no le dejan tiempo de informarse debidamente de los temas sobre los que va a emitir declaraciones.
Igual tiene empeño en demostrar que es tonta, para ver si Zapatero la nombra ministra.
Calvor -
Estamos de acuerdo, solo que yo a veces prefiero a los mavados a los mediocres.
Porqué los malvados al menos saben distinguir el bien del mal y obran en cosecuencia.
Sin embargo los mediocres como el embajador Zaldivar, no saben donde está el bien y en cosecuencia tampoco saben donde está el mal, por lo que a veces suelen empecinarse en el mal, pensando que es bien y con ello pueden y suelen armar escándalos de considerables proporciones.
PD. Supongo que Moratinos protestará delante de la momia de Castro por no haber dejado entrar a un ciudadano español en el paraiso cubano y en caso de que sus explicaciones no sean razonables ni convincentes, tomar las represalias adecuadas en estos casos.
Gatorse -
Pero lo peor son las contestaciones del ministro y de diversos políticos socialistas en torno a este tema, culpando al parlamentario español.
Ya se sabe que cuanto peor, mejor, pero ¿para quién?.
Moratinos, vete a Izquierda Unida con Llamazares que, gracias a la democracia, él sí que puede decir lo que le parece. Que les paguen a ambos unas vacaciones en la isla y por las bnoches a tropicana y... a vivir que son dos días ¡`hipócritas!
Versare -
Lo verdaderamente triste y desesperanzandor es que este señor Llamazares TAMBIÉN es representante de la soberanía nacional de España. Ya veo como se "solidariza" con su compañero de escaño en el Congreso de los Diputados. Esta es la "solidaridad" de la que presume la izquierda: solidaridad con los verdugos en contra de las víctimas.
De la Trini me niego a hablar. Cada vez que la veo recuerdo sus saltitos histéricos y risitas de la noche electoral de 14-M, cuando los cuerpos de cerca de 190 inocentes todavía estaban calientes y centenares de compatriotas heridos gravemente estaban en los hospitales, algunos de ellos luchando por sus vidas.
Josue -
Es curioso como la gente de izquierda cuando ve la pobreza de CUba dice, "pero lo llevan con mucha alegría". Si viesen eso en un país europeo les parecería terrible, si tuviesen las mismas libertades en España les parecería terrible,pero en Cuba, No. Es un desprecio terrible para un pueblo que no se lo merece. Un cubano es tan capaz y se lo merece tanto como un inglés, español o un francés de vivir en un país prospero y con democracia. Vale ya de esa discriminación tan propia de los progres de pensar que hay pueblos que son felices viviendo bajo tiranías.
Garcia -
Tan infantil como siempre. Si el monstruo de Birán no ha modificado un ápice su política liberticida en 45 años de desmadre totalitario, no es muy creíble que lo vaya a hacer ahora porque se lo diga uno, al que llamaban bambi, y cuyo principal interlocutor internacional es el presidente de Andorra.
Nonero -
De Castro y sus verdugos podemos esperar cualquier cosa, y, en cierto modo, el diputado Moragas podría haber salido peor parado de la isla-cárcel. Lo verdaderamente lamentable ha sido la reacción de PSOE e IU. Los socialistas, con Trinidad Jiménez al frente, se han limitado a hablar de "problemas burocráticos", mientras que el destacamento castrista en Izquierda Unida, liderado por Gaspar Llamazares, ese alumno privilegiado de la robolución, ha tachado a Moragas de "provocador".
A Eric Campos, baranda de las Juventudes del PSOE, no le pusieron tantas pegas cuando, el pasado verano, viajó a la Isla a lustrar las botas de los jerarcas revolucionarios. Los periodistas del pesebre castrista, estilo Maria Antonia Iglesias o Carlos Carnicero, no suelen encontrar objeciones cuando se desplazan hasta La Habana. ¿Cuáles son esos problemas burocráticos?, ¿qué significa provocar en lenguaje revolucionario?
Un representante de todos los españoles ha sido ultrajado inexplicablemente en el José Martí, aeropuerto de La Habana. Exigimos una respuesta.
Leonidas -