Por más que lo parezca... Zapatero no es un insensato .

Las últimas calamidades del gobierno de España y la necesidad de los ciudadanos de soportar el peso del naufragio, han fortalecido la convicción popular (no me refiero al PP), de que el presidente Rodríguez Zapatero es un inútil, un incompetente que se encontró por carambola al frente de los destinos de la nación, un insensato que está arruinando económica, moral y políticamente a la sociedad que debería dirigir con prudencia en vez de devastarla con improvisadas y casi siempre clamorosas metidas de pata... etcétera. El magnífico escritor, periodista e historiador José Antonio Navarro Gisbert lo definía hace unos días, en este mismo periódico, como “Un grumete en el timón de la nave del Estado”. En definitiva, parece de común acuerdo señalar que estamos gobernados por un botarate sin ideas, sin más proyecto político que perpetuarse en el poder ni más estrategia para conseguir su propósito que la continua manipulación mediática.
Sin embargo, no puedo compartir esta caracterización de RZ. Ni la comparto ni estoy de acuerdo en que este hombre carezca de un proyecto sólido y con visos de estabilidad para España. Bien al contrario, estoy convencido de que RZ tiene las ideas muy claras: qué pretende, qué clase de sociedad aspira a construir bajo su mandato y cómo conseguirlo.
Cosa distinta es que su “plan estratégico” no consiga salir adelante, básicamente porque falla la esencia del entramado: el cimiento económico. También es cuestión aparte y que puede llevar a confusión sobre la real capacidad de RZ para ejercer su cargo, el hecho digamos “generacional” de que nos encontramos (y soportamos), a la hornada de políticos más mediocres, ignaros y en consecuencia osados en la historia reciente de España. No es ningún secreto que la formación teórica y el calado de la misma en RZ deja mucho que desear; se trata de un hombre de poco estudio, poca lectura e ínfimo provecho de la misma, no muy viajado ni muy vivido, bastante simplón en sus análisis sobre la realidad y decididamente encomendado a la “democratización de la cultura”, esa tendencia asoladora según la cual, cuanto más se propagan los contenidos culturales más se aligeran de rigor y profundidad, menos valor poseen y más inanes resultan. Por otra parte, y hablando de la formación intelectual de nuestro presidente, tampoco es ningún secreto entre sus antiguos compañeros de la facultad de Derecho de León que no era, precisamente, de los primeros de la clase. Hay quien afirma que, justo debido a su mediocridad, se ha rodeado de mediocres en el gobierno “de cuota” que preside, a fin de destacar entre todos ellos y no encontrar oposición a sus fabulosos planes y diseños de ingeniería social. Tampoco parece justo. Un gobierno que en realidad no es un gobierno sino un casting para un reality show de cuatro años de duración, emitido día a día en todos los medios, necesariamente debe contar con perjudicados de la LOGSE, indocumentados académicos reconvertidos en políticos de colmillo retorcido, señoritas con los méritos justos para trabajar de cajeras en un banco, alguna actriz no venida a menos porque nunca fue a más y señorones catedráticos de economía que aún están por entender la diferencia entre las fuerzas productivas y los medios de producción (por ejemplo).
El presidente Zapatero no es culto porque no necesita serlo. Ya son cultos, aproximadamente, los diligentes afectos de las “fuerzas de la cultura” que lo apoyan. Sí, aciertan: los de la ceja. Tampoco sabe de economía porque, primero, esa es una asignatura en la que se pone uno al día “en dos tardes”; y segundo, porque ha aprendido del temario lo fundamental para el desarrollo de su programa político: sabe gastar. La parte de pagar y hacerse responsable del dispendio, ya la aprenderá cuando las ranas críen cola. Tampoco es un experto en relaciones internacionales porque la pertenencia de España a la UE siempre garantiza una presencia mediática importante, que es a la postre lo que interesa y, en cierto modo, lo único que cuenta. Su amistad con Obama refuerza aún más esta presunción de que la política internacional de un país es cosa de tres fotos, cuatro viajes y, llegado caso extremo, una conversación telefónica con “el jefe” del otro lado del Atlántico. En definitiva, RZ no conoce nada con exactitud, no es especialista en nada, no ha estudiado nada minuciosamente y sus conocimientos generales sobre cualquier materia son eso mismo: generales, para un 4’2 que, en su sistema educativo, supone un magnífico aprobado. Y ni sabe ni entiende ni conoce no porque sea un pelafustán, sino porque su inteligencia (eso no se lo vamos a negar), le indica acertadamente que toda aquella sapiencia es inútil para el oficio de presidente del gobierno. Lo que importa es dar bien en las fotos, hablar con fluidez y convicción, mirar a la cámara como se mira a una madre y, sobre todo, prometer lo que la gente quiere que se le prometa, decir lo que la gente quiere oír, pensar lo mismo que piensa la vecina de la esquina y reír como ríen las marujas vespertinas ante las coces al idioma, al equilibrio estético y al sentido del decoro que propina la Esteban, de 15´45 a 20´00, en su diario programa de cotillas, putánganas y mariconcios hablando a tontas y a locas.
Resumiendo. Para hacer lo que tiene que hacer, creer en lo que cree y soñar con una sociedad donde las clases sociales no estarán abolidas pero sí difuminadas, reconvertidas en bulliciosos colectivos; donde los ricos serán cada vez más ricos y los pobres más pobres aunque eso sí, muy contentos porque gozarán de inagotables derechos, inconmensurables ayudas del Estado y permanente estado de movilización contra “los malos” que financian el invento... para ese viaje, no se necesita más bagaje intelectual que para escribir en Diez Minutos, presentar La Noria, entrevistar a Penélope Cruz o debatir con María Antonia Iglesias. RZ no es un insensato sin proyecto de sociedad ni estrategia de futuro. Es un hombre de nuestro tiempo que responde cabalmente a la inquietud espiritual del mismo. Ni siquiera tiene la culpa de que el paisaje sea éste y no otro distinto. Él no pintó el cuadro, se dedica a contemplarlo y recrearse en el arte de la nada.
PS./ Mientras escribía estas líneas se ha producido la votación sobre “el tijeretazo” en el Parlamento. Sale adelante la propuesta del gobierno por un voto de diferencia. Tocado queda el presidente, otra vez. Y vuelve a fallarle lo de siempre para hacer realidad su programa a largo plazo: el circulante. El día que explicaron en Conocimiento del Medio que las infraestructuras económicas determinan las superestructuras ideológicas, seguro que faltó a clase. Lo de este hombre es mala suerte. Desde que gobierna, sólo una cosa le ha salido a la perfección: el Barça.
12 comentarios
Demetrio G. -
El mismo personaje que proclamó que bajar impuestos es de izquierdas, acude ahora presuroso a palpar impúdicamente la faltriquera del respetable con el fin de aligerarle la carga ante la etapa de penurias que nos ha procurado. Ya sabemos que la lógica no es su fuerte, salvo cuando se trata de arrebatar a otros el fruto de su esfuerzo, un objetivo ante el que no pierde el tiempo con citas ni poemas. ZP creyó que podría socializar la riqueza disparatando con la espléndida herencia de una economía saneada, pero visto que se le acabó el carbón, ha decidido socializar la pobreza, un objetivo que también le parece ahora muy de izquierdas, y esta vez acierta.
ñastero -
lancelon -
En otro país se le juzgaria, aquí ........igual hasta le pagan para escucharle sus memeces........
kaster -
Pero si somos honrados hay que reconocer que la culpa no es suya, ni mucho menos, la culpa es de un populacho de borregos ignorantes y descerebrados, de más de 11 millones de carneros que le volvieron a votar hace tan solo un par de años, a un personaje que desde el primer día apesta a orate y sectario como nadie, a un delincuente auténtico vividor de la propaganda y el ganado... ésto si es lo grave, estar rodeado de asnos sin seso con pastores a la medida naturalmente...
kenitere -
Lo que sigue después ya deberíamos saberlo por la Historia: un 80 por ciento de las mujeres de entre 12 a 80 años violadas por los asaltantes -esto no suele venir en los libros de historia políticamente correctos y mucho menos si son de izquierdas-; ciudades en ruinas; un país dividido y ocupado y la tarea ingente de reconstruirlo desde sus cimientos.
Luis Fernandez G. -
El Estado, la gran institución creada por el hombre moderno para salvaguardar la paz y la armonía y preservar sus derechos y libertades, ha sido el mayor fracaso de la actual civilización".
Si asumimos el análisis de que los actuales poderes han fracasado, es urgente, entonces, sustituir a esos poderes por otros más eficaces. Esta línea argumental nos hace chocar de frente con la urgencia de transformar nuestra sociedad. Necesitamos un giro ético prometedor y nuevo que nos lleve, directamente, a sustituir el protagonismo hipertrofiado de las administraciones por el protagonismo de los ciudadanos, a valorar más a la persona, a depositar nuestra confianza plena sólo en lo que podemos controlar muy de cerca. Nuestra vida y nuestro mundo son demasiado importantes para que deleguemos su dirección y custodia en ineficientes administradores lejanos. No olvidemos a Jean-Jacques Rousseau cuando dijo "en el instante en que un pueblo permite ser representado, pierde su libertad", o cuando afirmo "no puede haber patriotismo sin libertad; ni libertad sin virtud; ni virtud sin ciudadanos. Crea ciudadanos y tendrás todo lo que necesitas; sin ellos no tendrás sino esclavos envilecidos, desde los gobernantes del Estado hacia abajo".
Que nadie piense que la fiera está en la jaula. El Estado está en libertad y sólo nos quedan dos opciones: encadenarlo o rezar para que la fiera esté saciada.
Grupo V. -
fernanda -
Causa asombro primero y carcajada después la manifestación de que vamos a transmutar nuestra economía del ladrillo en una de investigación y desarrollo tecnológico. ¿Y dónde están las empresas y el personal preparado para tan ingente tarea? Supongo que en el peculiar mundo de Alicia en el que vive Zapatero eso se consigue en dos tardes con un cursillo.
El señor Krugman ya ha hecho saber al presidente que la única forma de mejorar nuestra calamitosa economía es vía aumento de la productividad, ya que España tiene unas empresas y empleados que son de lo más improductivo del mundo desarrollado, y eso se consigue solo de dos formas:
1.- Modernizando las empresas tecnológicamente y la preparación de los trabajadores, para así aumentar la eficiencia y producción.
2.- Despidiendo a trabajadores de las empresas y centros de trabajo. Los que queden deberán trabajar más para ser competitivos, o bien, sin despedir, la otra opción es bajar los salarios.
No hace falta ser un lumbreras para saber que la opción que elegirán los empresarios será la de bajar los salarios y despidos a mansalva. Eso se reflejará en los próximos años en una tasa de paro REAL del 30%, y digo real porque se recurrirá a toda clase de artimañas para ocultar la realidad, cosa que está sucediendo actualmente. Como ya ha demostrado el profesor Centeno, a día de hoy ya tenemos más de 4 millones de parados. Supongo que para evitar una explosión incontrolable de movilización, protestas y aumento de la delincuencia, se tendrán que articular unas ayudas de subsistencia para la gente que agote el subsidio de paro. Todo esto, unido al ya reseñado gigantismo de nuestro Estado, supondrá un proceso de argentinización del que probablemente no salgamos ni en 50 años. Que nadie sueñe con que nuestros políticos van a desmantelar este tinglado del que viven opíparamente. Eso no sucederá mientras los ciudadanos no decidan arrear una patada a la casta parasitaria que padecemos.
El señor Rubiales sueña con que pronto podamos ver el despertar popular y la transformación que nuestro país necesita. Miremos a quienes van delante de nosotros, Argentina, ¿ha cambiado algo después de la quiebra de principios de siglo? El próximo año probablemente se repita el default, pero estoy seguro que seguirán los mismos políticos durante lustros. Los argentinos son así, mucha cacerolada, mucho que se vayan todos, pero siguen eligiendo a los de siempre. España sigue su estela.
garcia -
Conflicto de Irak
Durante la gestión de don José María Aznar, España alcanzó, en el contesto mundial de naciones, un buen perfil, hoy, tan solo le queda la bonanza económica que impulsó ése ilustre castellano, pero lo importante, lo perdurable, la honorabilidad se perdió con el gobierno socialista actual.
La alianza para la invasión de Irak desagradó a la mayoría de los ciudadanos del mundo, pero dentro de lo malo, me tranquilizaba pensar que con o sin España, el conflicto de Irak se hubiera dado por igual, hasta me agradó creer que, desde dentro del grupo aliado, España podría hacer más bien que mal por el ciudadano de Irak, sin duda, pensé que sería más útil, dentro, que si se quedaba fuera.
En fin, sopesando la trayectoria española, en las últimas décadas, me convencí que las gestiones de gobierno de don Felipe González, y Don José María Aznar fueron buenas y proyectaron a España al nivel del protagonismo de las grandes potencias. El mantenerse ahí, demanda compromisos, que sin duda, supieron asumir sus dirigentes, pero el gobierno de don José Luis Rodríguez Zapatero truncó la trayectoria que traía España y la envió al culo de saco en ese blog, opinaba sobre cuatro errores, hoy son más
lector -
wind0w -
unidad contra Zapatero -
El cómo ha podido llegar hasta controlar el poder de toda una nación, es otra cuestión, digna de muy seria reflexión y estudio, en donde entran toda una serie de graves fallos y defectos en nuestra disparatada constitución.