Blogia
ametralladora

Latinoamérica

América. Obama y los tiranos del Hemisferio.

América. Obama y los tiranos del Hemisferio.
La V Cumbre de las Américas, en la que Obama se amigó con sus peores detractores, puede ser el comienzo del fin de la libertad en América Latina. Estados Unidos está abrazando con una sonrisa a Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa y Daniel Ortega.
¿Es Barack Obama el incauto más grande que llegó a la presidencia de Estados Unidos, o es un Stalin de buenos modales que esconde su avenencia con el totalitarismo? ¿Es alguien que inconscientemente nos va a llevar a la guerra por no saber distinguir a los buenos de los malos, o está conscientemente a favor de estos últimos?

Si nos decantamos por la ingenuidad, nos encontramos con que Obama y los suyos tienen un concepto de la realidad que en nada casa con ésta. Sus convicciones políticas izquierdistas sobrepasan la lógica y el sentido común. No saben distinguir entre un criminal y un policía, entre honestidad y corrupción, entre legalidad y legitimidad, entre democracia y autocracia. Su igualitarismo les lleva a no hacer distingos entre unos y otros.

El error que está cometiendo Barack Obama al confiar en los autócratas es el mismo que cometió Isaac Rabin al estrechar la mano de Yaser Arafat. Israel vive hoy bajo unas condiciones políticas peores que cuando sabía identificar claramente a sus enemigos, los tenía a raya, no se sentaba a tomar café con ellos y no hablaba de paz por territorios, sino de paz por paz. Al aceptar la falsa legitimidad de los tiranos, Estados Unidos está sellando el fin de las democracias representativas latinoamericanas y está debilitándose internacionalmente. Análogamente, Rabin, buscando el apaciguamiento, legitimó el terrorismo antiisraelí, que se convirtió en antisemitismo globalizado.

Desde el más benevolente ángulo de reflexión, podríamos decir que Barack Obama y sus asesores se encuentran en el jardín de infantes de la política. Sus enemigos, a quienes quieren considerar amigos, sabrán sacar buena tajada de semejante equivocación, tal como sucede con los palestinos, que, tras haber sido borrados de la lista de delincuentes políticos, aparentan ser los buenos de la película.

Si, por otro lado, observamos al gobierno de Obama con el ceño fruncido, nos encontramos ante duchos sinvergüenzas de tendencia marxista, carentes de principios, fabricando una estratagema cargada de mentiras para imponer un sistema colectivista en los Estados Unidos que apoyará a los comunismos emergentes en Latinoamérica. Lamentablemente, éste es el escenario más realista, semejante al dibujado por Jimmy Carter cuando era presidente.
Carter era ingenuo y aparentaba ser un buen tipo de agradable sonrisa, pero siempre fue un perverso extremista de la peor estirpe, que apoyó a Daniel Ortega en su primer gobierno, ocasionando la muerte de miles de nicaragüenses. Pero no actuó solo. Tampoco Obama. Detrás de ellos hay decenas de asesores con grandes títulos y la misma mentalidad. Obama es considerado inteligente y sabe lo que está haciendo, hecho que certifica que es un fanático convencido de las bondades del socialismo. 

Las contradicciones de Obama son pasmosas. Al concluir la histórica reunión de Puerto España, en su conferencia de prensa respondió a un periodista que le preguntó por qué apoyó el embargo a Cuba en 2004 y hoy lo levanta que ese asunto sucedió hace eones. Pues da la casualidad de que hace eones que Cuba es una dictadura y de no ha cambiado en nada en la Isla, por más que Raúl Castro sea el nuevo mandamás. Que éste sea el heredero político de su hermano Fidel confirma el hecho de que en la mayor de las Antillas rige una tiranía monárquica que contraviene todos los principios democráticos respaldados por los Estados Unidos.

Obama dijo que con Hugo Chávez tiene diferencias económicas y de política exterior (su absolutismo le tiene sin cuidado), y que una nación con una economía 600 veces menor que la de Estados Unidos no es un peligro para su país. El teniente coronel debe de estar celebrando la candidez del norteamericano: no tardará mucho en probar su fortaleza, posiblemente emplazando misiles rusos de largo alcance en territorio venezolano.

Por lo que hace a Evo Morales, el presidente demócrata remarcó que aprecia el hecho de que sea el primer presidente indígena. El título de "primer presidente indígena", que se adjudicó cínicamente Morales para absorber la atención internacional y crear una fuerza de apoyo interno sustentada en el racismo, es una farsa bien vendida: Evo Morales es mestizo –de lo contrario, su apellido no sería español–, y mestizos han sido la mayoría de los presidentes bolivianos. A Obama tampoco le importa que su homólogo se haya declarado marxista-leninista, y que pretenda convertirse en gobernante vitalicio.

Para concluir su exposición, dijo que confía en las Naciones Unidas, la corrupta organización que cayó en las manos de los peores déspotas. Con estas declaraciones y acciones, los pueblos libres de Latinoamérica se encuentran totalmente desprotegidos, vulnerables al autoritarismo y el terrorismo de estado, y sin tener a quién recurrir. 

Sobre la situación del pan en Cuba.

Sobre la situación del pan en Cuba.

 Todos los diccionarios coinciden en otorgarle al pan, la categoría de elemento básico en la alimentación; y lo definen  como "masa de harina de trigo (si no se especifica otro grano), levadura y agua, cocida al horno, después de fermentar, que sirve de alimento". Es tal su importancia como nutriente universal y económico, que el sustantivo pan se usa metafóricamente, para designar cualquier elemento utilizable en el sustento diario. El pan es citado varias veces en pasajes bíblicos. La palabra pan forma parte del Padre Nuestro, la oración que el mismo Jesucristo nos enseñó.

Recuerdo con añoranza, el pan de mi niñez y de mi adolescencia, que en mi ciudad natal, Ciego de Avila, se producía en pequeñas empresas familiares. Recuerdo que podíamos adquirir, a precios muy módicos, y a cualquier  hora del día y de la noche,  múltiples deliciosas variedades de pan, siempre recién horneado. Pero esos son sólo recuerdos y nostalgias, porque la historia del pan, especie en extinción en Cuba, también tiene un antes y un después del año 1959. Y es que aunque parezca increíble,  este noble, elemental y milenario alimento, tampoco ha podido salvarse de los omnipresentes estragos causados por el comunismo cubano.

¿Cuántos años hace que en Cuba no comemos pan... verdadero pan? La memoria se pierde en el tiempo, buscando una respuesta; y puedo afirmar sin ninguna duda, que durante no menos de cuatro décadas, en  mi  país hemos carecido de un suministro regular de un pan aceptable.

Actualmente existen aquí, tres vías diferentes para la obtención de tan imprescindible producto: 1) El gobierno asigna a cada persona, como "cuota", y mediante la libreta de racionamiento, un único pan diario de 90 gramos, redondo y suave, al precio subsidiado de cinco centavos de peso. 2) Algunas variedades pueden comprarse con divisas, en mercados especializados o no. 3) Otros se venden en moneda nacional, en cadenas de panaderías habilitadas con equipos procedentes de China.

Mis compatriotas de la tercera edad, inician temprano en la mañana, la difícil tarea de buscar el pan necesario a sus familias. Todos los viejitos requieren y desean comenzar la jornada, al menos con una tacita de café con leche y un pedacito de pan. Esto, aparentemente sencillo, es imposible para un porcentaje elevado de los ancianos de la isla,  que no poseen divisas. En primer lugar, porque si no tienen divisas, no pueden comprar leche.

En segundo lugar, porque deben decidir en qué horario consumen, el único pan que reciben por la "cuota". Si logran conseguir algunos pesos nacionales, cuentan entonces con la opción de comprar estos mismos panes, vendidos por los panaderos como negocio privado, al precio de un peso cada uno. En el área de divisas, ofertan diversos tipos: a un costo de 0.15 CUC*, encontramos el  tipo buns, y el usado en perros calientes, ambos suaves y muy similares a los de la "cuota"; el de leche, a 0.75 ó 1.00 CUC; y el pan de barra o de flauta, cuyos precios oscilan.

La verdadera tragedia sin embargo comienza, cuando los cubanos intentamos ingerir este alimento. Lo habitual es que, tanto los asignados "por la libreta", como sus homólogos, los diferentes tipos de panes suaves que se pagan en divisas, sean de malísima calidad. Resulta imposible comprender, como logran elaborar estas aberraciones, que irrespetando el idioma español,  se   atreven   a  designar  con  el  nombre  de  pan. 

Generalmente   están  o  quemados, o semi-crudos. Suelen mostrar colores inexplicables, desde el amarillo intenso, hasta una gama completa de tonalidades oscuras. El sabor, que nunca es el sabor del verdadero pan, puede ser indefinible, o rancioso, pero invariablemente desagradable. Muchas veces presentan la consistencia de pesados bloques húmedos, nocivos a la salud, que rápidamente entran en proceso de descomposición, por lo que las heroicas mujeres cubanas, deben emplear todo su ingenio, con vistas a definir su más provechosa y pronta utilización.

En no pocas ocasiones, estos panes se desmoronan, se pulverizan, al manipularlos. He sido testigo del sufrimiento de ancianos y de mujeres, ante la desintegración de los pocos panes conque contaban ese día, como elementos básicos para su alimentación y la de sus familias. Los de la modalidad de barra o flauta que se adquieren con divisas, están frecuentemente huecos por dentro, y también se desbaratan al ser cortados.

El pan es un alimento importantísimo en la sui géneris y escuálida dieta de los cubanos. Es por eso que las abuelas, madres y esposas, realizan inmensos esfuerzos, intentando disímiles maneras de mejorar la preparación de estos productos, que con tantos sacrificios compran. Esta labor se torna además muy compleja, porque en mi Patria carecemos de tostadoras y  de otros equipos, capaces de aliviar las tareas domésticas.

Los panes que se expenden en las cadenas de panaderías especializadas, equipadas con tecnología china, son en la actualidad, los de calidad más aceptable. Sin embargo, esta opción es incosteable en la mayoría de los hogares. Como el precio de una barra es de 10 pesos nacionales, si una familia de cuatro ó cinco miembros, invierte 300 pesos mensuales en la compra de este tipo de pan, lo que equivale al salario promedio de cualquier cubano, sólo logrará que cada uno de sus integrantes consuma una pequeña ración diaria de este alimento.

Aunque el gobierno ha reconocido públicamente tan evidentes e innegables problemas, nunca se han expuesto con claridad las causas de que ni siquiera pagando en divisas, el maltratado pueblo cubano pueda acceder a algo tan simple, como es un pan decente. La población lo atribuye a la asociación de tres censurables motivos: el robo de las materias primas por los panaderos, para usarlas  en sus negocios particulares; la adquisición por el régimen, de productos de mala calidad, porque les resultan más baratos; y la venta a Cuba por los proveedores internacionales, de lo peor que tienen disponible en sus almacenes.

Es paradójico y hasta ridículo, que los mismos gobernantes que van por el mundo exhibiendo sus progresos científicos, no hayan solucionado este elemental problema, que tan negativamente incide en la alimentación del pueblo. Sobre el pan se ha discutido durante años en el Partido Comunista de Cuba, en el Parlamento, en los ministerios, y en cuanta organización existe en el país. Los habitantes de esta isla, plantean constantemente sus quejas al respecto, pero siguen gastando sus escasos recursos monetarios, en la compra de estos engendros, paradigmas de la más horrible cultura culinaria.

¿Por qué los que nos gobiernan totalitariamente, manejan la nación como un feudo, y controlan hasta el pensamiento y la vida privada de los ciudadanos, no han querido o no han podido resolver, a lo largo de 50 años, el sencillo problema del  pan? Es cruel y despiadado, que los señores que han ejercido el poder durante medio siglo, con sus necesidades y deseos plenamente satisfechos, continúen exigiendo sacrificios y más sacrificios a los sufridos cubanos, sin garantizarles el elemental derecho a consumir normalmente y con dignidad, el más universal y humilde de todos los alimentos.

Fuente. Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina.

 

El Gobierno argentino quiere adelantar cuatro meses las elecciones legislativas.

El Gobierno argentino quiere adelantar cuatro meses las elecciones legislativas.

La presidenta argentina, Cristina Fernández, ha sorprendido este viernes a la oposición al anunciar su intención de adelantar cuatro meses las elecciones legislativas de octubre, en momentos en que sigue su disputa con el campo y el país comienza a sentir el impacto de la crisis global.

Argentina vive momentos de incertidumbre. La iniciativa de la mandataria Cristina Fernández de adelantar cuatro meses las elecciones legislativas supone, a juicio de los analistas, un riesgo político para el Gobierno y abre una carrera contrarreloj en el Parlamento. En la oposición ha sorprendido ya que se encuentra inmersa en un periodo para consolidar alianzas y aún no ha concertado sus listas de candidatos.

Fernández se justificó en que "sería suicida" para el país estar en un clima electoral "permanente" hasta octubre, al anunciar que quiere que los comicios se hagan en junio, una decisión que se rumoreaba desde pocas horas antes y que había desatado reacciones de la oposición, a pesar de la falta de confirmación oficial.

La cita, en junio
Durante un acto público, la presidenta dijo que el lunes próximo enviará al Parlamento una reforma de la ley electoral para que los comicios legislativos se hagan el 28 de junio próximo en vez del mismo día de octubre, como está previsto.

Dirigentes de la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica, segunda y tercera fuerzas parlamentaria, anticiparon su rechazo en duros términos. Pero el cambio fue apoyado por antiguos aliados de Fernández y disidentes del gobernante Partido Justicialista (peronista) que se han pasado a la oposición y anudan alianzas electorales.

La ley establece que las listas de candidatos deben presentarse a más tardar tres meses antes de los comicios y que las campañas proselitistas empiezan dos meses antes del día de la votación. Por tanto, el cambio de la fecha para renovar a la mitad de los 257 escaños de diputados y un tercio de los 72 del Senado debería estar aprobado antes del 28 de marzo, ya que en caso contrario no alcanzarían los plazos para cumplir los requisitos legales.

Este año también está prevista la renovación de legislaturas provinciales y municipales dentro de un cronograma que empezó el domingo último, cuando el peronista Frente para la Victoria de Fernández fue derrotado por el socialdemócrata Frente Cívico en las elecciones de la provincia de Catamarca. "No podemos estar en (clima de) elecciones hasta octubre, en una discusión permanente cuando el mundo se cae a pedazos y los pedazos nos caen encima: sería suicida", remarcó la mandataria.

Desciende su popularidad
El líder de la UCR, Gerardo Morales, aseguró que el Gobierno de Fernández ha demostrado "debilidad" y "debilita a las instituciones" en lo que constituye una "pésima señal" en un momento de crisis internacional. En tanto, dirigentes de la Coalición Cívica expresaron su rechazo por considerar que el Gobierno se propone "cambiar las reglas de juego" electoral "sin consultar" con la oposición.

"No me molesta que se adelanten las elecciones", aseguró en cambio el diputado Fernando De Narváez, quien forma parte de una alianza de peronistas disidentes con Mauricio Macri, alcalde de Buenos Aires y líder de la conservadora Propuesta Republicana. Al igual que algunos opositores, De Narváez opinó que Fernández quiere adelantar los comicios "quizá porque cree que en octubre la derrota sería peor".

Las encuestas mostraron en febrero que la imagen negativa de Fernández aumentó en dos puntos, hasta el 41 por ciento, mientras que su popularidad se mantiene en el 29 por ciento desde hace tres meses frente al 56 por ciento que tenía en enero de 2008, en su primer mes de gestión.

CUBA. La patada de Fidel Castro.

CUBA. La patada de Fidel Castro.
En las postrimerías de los Juegos de Pekín se produjo un raro y penoso incidente: un atleta agredió a un árbitro.  El individuo en cuestión, Ángel Valodia Matos, era la esperanza de Cuba para conseguir un oro en taekwondo.  El juez, Chakir Chelbat, sueco, decretó la derrota de Matos luego de que éste se tomara más tiempo del permitido para recuperarse de la lesión que sufrió en el segundo asalto. Enfurecido, el cubano le dio una patada en el rostro.  A Chelbat hubieron de darle varios puntos para suturar la herida. Matos, por supuesto, ha sido descalificado de por vida.


El incidente, aunque lamentable, no merecería mayor atención si no fuera por la extraordinaria reacción que provocó en Fidel Castro. En un artículo publicado tras la clausura de los Juegos, el secretario general del Partido Comunista de Cuba escribió: "Asombrado por una decisión que le pareció totalmente injusta, nuestro atleta protestó y lanzó una patada contra el árbitro (...) No pudo contenerse (...) Para él y su entrenador, nuestra total solidaridad".

Es raro que un atleta agreda a un árbitro, pero lo que no tiene precedentes es que un dirigente político, un hombre que a todos los efectos prácticos es un jefe de Estado, se solidarice con semejante brutalidad. Creo que es un incidente sobre el que muchos simpatizantes de la revolución cubana debían reflexionar. Es sumamente revelador.

Lo primero que hay que señalar es que Fidel Castro no ha cambiado. La personalidad básica de un individuo no cambia con los años. Lo que pasa es que ahora está menos preocupado por el futuro y, por consiguiente, tiene menos paciencia y menos cuidado con lo que dice. Pero siempre ha sido un hombre violento, lleno de desprecio por las convenciones sociales, es decir, por la cultura. De joven, en la Universidad de La Habana, era un gángster. Fue acusado de asesinato en dos ocasiones.

Su transformación en líder político tuvo mucho de casual. El golpe de estado de Fulgencio Batista, el 10 de marzo de 1952, fue profundamente impopular. La lucha civil contra su dictadura estaba sumamente limitada, puesto que Batista contaba con el apoyo del ejército, en gran medida creación suya. De aquí que el pueblo contemplara con gran simpatía la lucha armada contra el régimen, que Castro organizó con singular efectividad. El desmoronamiento de la dictadura lo convirtió en una figura enormemente popular, y, al poder disolver un ejército desprestigiado, tuvo las manos libres para entronizar su propia dictadura.

En esas condiciones, decidió hacerse comunista y abrazar el marxismo-leninismo. No lo hizo por gusto. Es una ideología que supuestamente defiende a los oprimidos y en realidad justifica la barbarie. Uno de sus postulados fundamentales es que las ideas de una sociedad dependen de su estructura económica y reflejan intereses de clase. Una sociedad considera moral lo que beneficia a la clase dominante. De más está decir que es una idea singularmente útil para cualquier ambicioso sin escrúpulos. Todos sus crímenes dejan de serlo, puesto que sólo lo son desde el punto de vista de las clases opresoras. Desde el punto de vista de las clases oprimidas, los mismos actos pueden interpretarse como meritorios y plausibles. Eso permite defender el patear a un árbitro: basta interpretarlo como un acto de legítima defensa ante una agresión política.

En sus reflexiones sobre las Olimpiadas, Castro se refirió a varios arbitrajes que consideró injustos afirmando que "la mafia" había logrado "burlar" las reglas del Comité Olímpico. "Fue criminal lo que hicieron con los jóvenes de nuestro equipo de boxeo para complementar el trabajo de los que se dedican a robar atletas del Tercer Mundo (...) En su ensañamiento, dejaron a Cuba sin una sola medalla de oro olímpica en esa disciplina".

Obviamente, uno tiene que preguntarse si, por ejemplo, las derrotas de Cuba en béisbol y voleibol femenino fueron también obra de un arbitraje injusto y manipulado por la "mafia". En todo caso, nada más elocuente que su visión sobre los próximos Juegos. "No nos dejemos engatusar por las sonrisas de Londres. Allí habrá chovinismo europeo, corrupción arbitral, compra de músculos y cerebros, costo impagable y una fuerte dosis de racismo".

No es una apreciación personal, es una visión marxista que le permite considerar todo –también el deporte, por supuesto– desde un punto de vista político, desde el punto de vista de los intereses de clase. Es precisamente por eso que los comunistas politizaron tanto el deporte durante la Guerra Fría. Para ellos, los que se enfrentaban no eran simples deportistas, sino supuestos representantes de la burguesía y del proletariado. Los éxitos de los primeros debían considerarse pruebas de la superioridad del socialismo sobre el capitalismo. En realidad, por supuesto, los comunistas sólo estaban defendiendo los intereses de una nueva clase: una nomenklatura explotadora y represiva.

Muchos anticastristas se irritan cuando se habla del marxismo-leninismo de Fidel Castro. Insisten en que es sólo un gángster, un oportunista sin verdaderas convicciones políticas, y que calificarlo de marxista-leninista es glorificarlo, darle una talla intelectual que no tiene. Siempre he creído que es un error. Fidel Castro es un marxista-leninista no porque tenga una gran talla intelectual, sino precisamente porque no la tiene. Es marxista justamente porque el marxismo es una ideología capaz de justificar la barbarie, el fundamento cultural de las dictaduras más represivas, sanguinarias y estériles de la historia.

EL BOTÍN. LA ARGENTINA SAQUEADA. El mal argentino.

EL BOTÍN. LA ARGENTINA SAQUEADA. El mal argentino.

La tragedia de Argentina tiene un nombre: socialismo. Todos los Gobiernos, tanto de izquierdas como de derechas, se han dedicado a promulgar políticas nocivas que han empobrecido a los argentinos, que en el siglo pasado llegaron a disfrutar de una renta per cápita superior en un 48% a la italiana y en un 85% a la española...

Según el economista Guillermo M. Yeatts, autor del libro que reseñamos esta semana: El botín. La Argentina saqueada, el gran problema que ha tenido la otrora próspera nación latinoamericana ha sido la legitimación de la redistribución de la renta. Lo que aparentemente parece beneficiar a los pobres engrosa, de hecho, los bolsillos de "pequeños y restringidos grupos de interés", representa una "pérdida de oportunidades de crecimiento económico" y perjudica a los sectores que menos tiene.

En Argentina, como en buena parte de Sudamérica, se ha invertido más en que la ley quite a unos para dar a otros que en crear reglas de juego que protejan los derechos de propiedad y que, por ello, contribuyan al incremento de la productividad y del bienestar general.

A medida que las normas intervencionistas iban siendo cada vez más numerosas, los argentinos se vieron en la tesitura de mantenerse en la economía formal o vivir al margen del Estado. Como, además, el incumplimiento de la norma escrita no iba acompañado de sanciones eficaces, los incentivos para comportarse así se disparaban, sobre todo cuando los impuestos se convertían en asfixiantes. "En países con bajo cumplimiento de la ley, más presión impositiva o regulatoria no implica parálisis", escribe Yeatts, sino "más informalidad".

Haciéndose eco de un interesante estudio, Yeatts explica que los trabajadores independientes que trabajan en la economía informal obtienen unos ingresos que podrían conseguir en el mercado regulado si no lo estuviera tanto... Muchos de ellos reconocen que preferirían trabajar por cuenta ajena, pero que se ven impelidos a seguir en la informalidad para poder sobrevivir. La necesidad de que cambien las cosas para que no se ahogue la iniciativa privada es tan evidente como necesaria.

El reconocimiento y respeto de los derechos de propiedad es de todo punto fundamental. En el índice internacional que se encarga de medir la protección de los mismos, Argentina ocupa el 51º lugar, a gran distancia de países como Nueva Zelanda o Australia, que comparten el tercer puesto. Aunque algunos sigan insistiendo en lo contrario, la realidad se impone y no deja lugar a equívocos: hay una fuerte correlación entre riqueza y derechos de propiedad.

Lo más grave de la informalidad es que habitúa a la sociedad a vivir entre dos aguas, entre la ley y lo que es legítimo. La ley ya no se aprecia como algo legítimo y, por tanto, no se cumple. Las empresas que observan fielmente la norma se encuentran con grandes y onerosas dificultades para seguir adelante, por ejemplo. Argentina es uno de los países de Latinoamérica donde más complicado resulta seguir los dictados del Parlamento.

Ahora que estamos disfrutando de la Eurocopa, conviene recordar unas palabras que pronunció Diego Armando Maradona luego de marcar con "la mano de Dios" un gol a Inglaterra en el Mundial 86. "No creo que sea trampa, es astucia ­–respondió cuando le preguntaron por su gol ilegal–. Tal vez sea más abundante en Sudamérica que en Europa, pero no es trampa". Se trata de unas palabras que dicen mucho de cierta ética social penosa.

Argentina seguirá expuesta a corralitos y latrocinios varios, no podrá aspirar a ser lo que fue si no se libra de la corrupción y el estatismo y apuesta decididamente por el imperio de la ley y la protección la libertad y la propiedad de los individuos. Y es que, como dice Álvaro Vargas Llosa en el prólogo, "un Estado que se entromete lo menos posible en lo particular y gobierna desde una distancia neutral es mucho mejor aliado de la prosperidad que el Estado que hace lo contrario".

Colombia se queda sola (APARENTEMENTE)en Latinoamérica ante el flagelo de las FARC.

Colombia se queda sola (APARENTEMENTE)en Latinoamérica ante el flagelo de las FARC.

Corren tiempos difíciles para Colombia. La izquierda internacional tiene a la democracia suramericana proamericana en su punto de mira. ¿Por qué? Porque Colombia cometió recientemente lo que los izquierdistas consideran el pecado capital -- no solamente se atreve a resistirse a los izquierdistas, sino que en la práctica anota una victoria significativa contra esas fuerzas antidemocráticas.

La victoria llegaba a principios de marzo. Fuerzas del ejército colombiano lanzaban un ataque sorpresa en Ecuador, abatiendo a Raúl Reyes y a varios colombianos más pertenecientes a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) - la banda izquierdista criminal que lleva 40 años intentando llegar al poder en Colombia a tiros.

Reyes era el número 2 de las FARC. Estaba en busca y captura en Colombia bajo 57 cargos de crímenes y terrorismo. Hasta el Departamento de Estado de Estados Unidos ha ofrecido 5 millones de dólares por su captura.

La quirúrgica operación militar de Colombia en la selva ecuatoriana suscitó denuncias vehementes por parte de los izquierdistas jefes de estado latinoamericanos, particularmente de Chávez en Venezuela, Morales en Bolivia, Ortega en Nicaragua, y naturalmente el presidente de Ecuador, Rafael Correa.

Es interesante que Correa se lanzase a la yugular a causa de este insulto de horas de duración a la soberanía ecuatoriana pero nunca haya denunciado la violación de años de duración por parte del ejército de las FARC de esta soberanía al utilizar Ecuador como refugio.

La acalorada retórica de Correa acerca de la incursión colombiana como manera ilegal de tratar a "una nación hermana" es descaradamente hipócrita. Proporcionar asilo a miembros de una fuerza armada dedicada a derrocar al gobierno democrático de un país vecino es la mayor ofensa que hay aquí.

Correa sabía ciertamente que las FARC se ocultaban en el norte escasamente poblado de Ecuador, dado que uno de sus propios mandos militares afirmaba públicamente tras la operación que él "había destruido" numerosos campamentos de las FARC.

A través de esto, suponemos que confiscó algunas hamacas y tiendas abandonadas en el bosque, dado que aparentemente nunca capturó a ningún miembro de las FARC. Dudo que el ejército ecuatoriano sea realmente tan incompetente.

De hecho, los ordenadores portátiles incautados por el ejército colombiano en el campamento de Reyes implican según se informa a Correa como cómplice o aliado de las FARC. Ciertamente, Correa debe ver a los integrantes de las FARC como angelitos, puesto que ambas partes comparten la ideología económica más equivocada y desacreditada del siglo XX -- el socialismo.

En la práctica, no obstante, las FARC degeneraron hace mucho en una mafia terrorista cuya agenda se compone de asesinatos, secuestros y tráfico de estupefacientes.

Que Correa haya tolerado, por no decir apoyado, la presencia de las FARC en su país constituye una política de hostilidad hacia Colombia.

Aún más indignante que la conducta de Correa fue la reacción del volátil líder de Venezuela, Hugo Chávez, Chávez elogiaba al criminal Reyes como "un buen revolucionario", desplazaba 9.000 soldados venezolanos a la frontera de su país con Colombia, y dejaba claro que va a proteger a las FARC de la justicia colombiana mientras permanezca en el poder. Las acciones de Chávez son claramente las de un hombre que corre en defensa de un aliado.

Esas acciones dan credibilidad a las informaciones de que los ordenadores incautados documentan los centenares de millones de dólares en ayudas de Chávez a las FARC.

Pensará usted que los países latinoamericanos restantes -- al ver que Chávez intenta socavar al gobierno de Colombia -- protestarían por la intromisión de Chávez, por no decir que en realidad se pondrían de parte de Colombia. No es así. Los presidentes latinoamericanos menos radicales no están ciegos. Saben cómo Chávez ayudó a organizar los disturbios de Bolivia y Ecuador que obligaron a renunciar a presidentes para que pudieran ser reemplazados por aliados de Chávez.

Saben cuánta riqueza petrolera está dispuesto Chávez a gastar para ayudar a aliados izquierdistas a derrocar a los demócratas de todo Latinoamérica. Esto, estoy seguro, les intimidó, y se unieron a Chávez para denunciar el acto de autodefensa de Colombia -- un acto que no perjudica a ningún otro país en ninguna otra manera.

Al menos que el Tío Sam se mantuvo firme respaldando a nuestro aislado aliado en Suramérica. ¿Por qué no? Llevamos más de 5 años en Afganistán en represalia por muchas menos muertes y destrucción de la que ha sufrido Colombia durante 4 décadas a manos de las FARC.

Triste, trágica y vergonzosamente, no obstante, la solidaridad de nuestro gobierno con Colombia no se prolongó hasta abril. La presidenta de la Cámara Nancy Pelosi dinamitaba la firma del Tratado de Libre Comercio con Colombia alterando las normas de la Cámara con el fin de evitar una votación.

¿Qué explica este rechazo taimado hacia un aliado veterano en una situación tan crítica? El creciente comercio con Colombia no supone ninguna amenaza para la economía norteamericana. Ya tenemos acuerdos de libre comercio con México, los países de América Central y Chile, cuyo PIB colectivo supera con creces al de Colombia. El motivo es que John Sweeney - el izquierdista director del sindicato de la Federación Americana de Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales -- obligó a Pelosi a actuar contra su voluntad.

Este episodio es altamente instructivo. Plasma lo competitivamente que los sindicatos de trabajo controlan al Partido Demócrata. También ilustra con precisión lo izquierdistas que son algunos sindicalistas.

Las generaciones previas de sindicalistas americanos apoyarían patrióticamente a los aliados de nuestro país. Sweeney, por el contrario, se está uniendo a sus correligionarios izquierdistas de Latinoamérica en su ataque a Colombia. Mientras la democracia está sitiada en nuestro hemisferio, poderosas fuerzas en Washington están haciendo causa común con los enemigos de la democracia. Una pena.

¡¡¡PERO LOS COLOMBIANOS NO ESTAN SOLOS!!! 

¿El castrismo se jubila del poder en Cuba?

¿El castrismo se jubila del poder en Cuba?

 Fidel anuncia que no volverá a presidir la isla y que deja también en manos de su hermano Raúl la jefatura del Ejército.

Como un técnico de selección de fútbol, Fidel Castro ha sacado a su hermano Raúl del banquillo de los suplentes y lo ha metido al terreno de juego poniéndole, ahora sí, el brazalete de capitán, pero en un partido, el de su despedida, que sabe irremediablemente perdido. Así es como el octogenario comandante de la revolución cubana ha dicho adiós, tras un año y medio sin poder hacer siquiera una aparición pública a causa de su deteriorada salud desde que delegó provisionalmente el mando en su hermano Raúl, en julio de 2006. Así es como, tras casi 50 años en el poder, el dictador cubano ha resuelto su sucesión y ofrece la tan esperada transición política para la isla: haciéndose a un lado y dando paso a una nueva generación, la de su hermano pequeño, un «jabato» de 76 años de edad, sin carisma y con problemas de alcoholismo pero que, eso sí, tiene como modelo a su hermano mayor. Todo un palmo de narices para los que esperaban la llegada del cambio.

En un artículo publicado ayer en los diarios oficiales «Granma» y «Juventud Rebelde», Fidel Castro ha dicho adiós como gobernante al anunciar que, debido a sus problemas de salud, no aceptará de nuevo «el cargo de presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe» de la isla caribeña. «Les comunico que no aspiraré ni aceptaré –repito– no aspiraré ni aceptaré, el cargo de presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe», insiste el dictador en uno de los mutis más esperados de la historia reciente, dirigiéndose a sus «entrañables compatriotas, que me hicieron el inmenso honor de elegirme en días recientes como miembro del Parlamento, en cuyo seno se deben adoptar acuerdos importantes para el destino de nuestra Revolución».

Con una cruel ironía, Fidel se refiere a la próxima designación de Raúl Castro al frente del poder en la isla asegurando que «las nuevas generaciones cuentan con la autoridad y la experiencia para garantizar el reemplazo». Para Fidel, «afortunadamente nuestro proceso cuenta todavía con cuadros de la vieja guardia, junto a otros que eran muy jóvenes cuando se inició la primera etapa de la Revolución. Algunos casi niños se incorporaron a los combatientes de las montañas y después, con su heroísmo y sus misiones internacionalistas, llenaron de gloria al país».

En una especie de autoconfesión, el dictador explica las razones por las cuales no dimitió de sus cargos hace un año y medio, cuando su salud se vio seriamente mermada a causa de complicaciones intestinales que lo llevaron varias veces al quirófano. Y en cambio puso a su hermano Raúl al frente del Gobierno de manera interina: «Siempre dispuse de las prerrogativas necesarias para llevar adelante la obra revolucionaria con el apoyo de la inmensa mayoría del pueblo. Prepararlo para mi ausencia, psicológica y políticamente, era mi primera obligación después de tantos años de lucha. Nunca dejé de señalar que se trataba de una recuperación –la suya– no exenta de riesgos». Y termina con abnegación: «Mi deseo fue siempre cumplir el deber hasta el último aliento. Es lo que puedo ofrecer».

En realidad Fidel hace un año y medio traspasó temporalmente sus cargos, pero no el poder. Lo que buscó fue convertir a su hermano en un «regente» del régimen, en un administrador provisional de la isla que ha venido trabajando desde entonces con instrucciones precisas y rodeado de un equipo elegido por el propio Fidel, ello hasta que la evolución del enfermo lo decidiese todo. Raúl ha tenido prohibido tomar la iniciativa, cambiar el rumbo o aparecer siquiera como un líder respetado dentro o fuera de Cuba. La razón de este no dejar hacer no parece ser otra que la mera desconfianza de Fidel hacia todo y hacia todos, incluso hacia su hermano menor. Y es que no quiso que en él volviese a cumplirse el destino de Lenin, aislado por Stalin a través de los médicos que lo atendían de su sífilis. No obstante, su propia incapacidad si no mental al menos sí física han terminado decantándolo todo. Lo que Fidel ha conseguido en este el mayor periodo de decadencia de su régimen ha sido conservar el poder durante su convalecencia, manteniendo la cohesión en el Comité Central del Partido Comunista Cubano, pero sobre todo evitando grandes conmociones internas. El precio pagado por ello ha sido el de sacrificar a su propio hermano menor. Y es que para que hubiese podido consolidarse una hipotética sucesión de Raúl Castro tendría que haber anunciado sin dilación grandes medidas y cambios, capaces de hacer renacer alguna expectativa de mejoramiento a corto plazo de los sufridos cubanos de a pie. No le dejó. Tal vez porque Fiel sabe que sin el statu quo, sin la coraza de la dictadura, Raúl no puede no podrá enfrentarse sólo a toda la oposición, la disidencia, el exilio, Washington y los propios cubanos que hasta ayer se decían adictos al régimen pero que el miedo puede convertir en sus mayores enemigos y verdugos.

Sin Fidel en la escena política, la gran pregunta que todos se hacen, dentro y fuera de la isla, es ¿qué va a ocurrir ahora? José Miguel Vivanco, director ejecutivo para América de Human Rights Watch, afirma que los que esperen que los cubanos salgan a celebrar masivamente, como ocurrió en Europa del Este tras la caída del Muro de Berlín, se sorprenderán cuando probablemente presencien las calles vacías.

La sin razón de don Evo.

La sin razón de don Evo.

El hombre boliviano es extrovertido, suele exteriorizar casi espontáneamente sus alegrías, sus temores, sus percepciones, así tema obligado del dialogo obligado en taxis, restaurantes, con los amigos de café, a la puerta de las Iglesias, en las calles, es la situación que vive el país, la crisis económica que empieza a golpear a los hogares, el MAS, don Evo y el futuro de la Patria.

Llama la atención la gran cantidad de ausentes que "emigraron" a España, Argentina, Estados Unidos, sus parientes, allegados o simplemente conocidos que se marcharon en busca de trabajo porque el MAS, "solo ha dado pegas a sus activistas" y acto seguido nos cuentan las peripecias del viaje, las deudas y los resultados de la aventura que emprendieron. Una mayoría de los "emigrados" ha empezado a enviar las "milagrosas remesas" con las que se pagan las deudas, los alquileres, la compra de terrenitos, la construcción de la casita. Casi ni mencionan cómo la están pasando, porque estos varones han quedado a cargo de hijos menores, haciendo de padre y madre, a veces auxiliados por sus padres o suegros que comparten el cuidado de los niños. Es el drama humano al que no atiende don Evo, y la causa de la disolución conyugal muchas veces irreversible.

"Tiene que pagarme una moneda más, porque con tres no alcanza ni para comer" repite uno y otro taxista que de forma contundente ha elevado el precio del transporte y en los restaurantes no hay plato menor a 25 bolivianos, mientras que los salarios se han mantenido estáticos. El repite el cuadro de un alza permanente, porque si bien las reservas del Estado han ido en aumento, especialmente por la condonación de la deuda externa y los mejores precios de los productos exportados, los beneficios no se expresan en el mayor bienestar colectivo o alivio de la pobreza, que en las últimas semanas se ha percibido claramente la existencia de un proceso inflacionario especialmente notorio en el costo de los comestibles.

Para nuestros dialogantes, el MAS se ha empeñado en colocar a su militante en los cargos públicos, exactamente como lo hicieron a su turno el MNR, el MIR, ADN, los masistas son hoy en día parte de esa "burocracia insensible y satisfecha" de la que se lamentaba Lechín refiriéndose a la masa movimientista de los 60. Los remanentes del MAS, son los activistas nómades que son trasladados de un escenario al otro, según ordena el partido y al módico precio de 100 bolivianos para arriba per capita, están disponibles 24 horas para toda tarea, en vigilias, manifestaciones, bloqueos, marchas tanto en Cochabamba como en Sucre y Santa Cruz. El MAS provee vituallas, transporte y material de propaganda.

El rol de don Evo consiste en ejecutar labores distractivas con viajes dentro y fuera de Bolivia y jugando partidos de fútbol en todas las circunstancias posibles. Su cuentos del tío de los 500 años, la nacionalización de hidrocarburos, Vinto, Huanuni, el Mutún, la Constituyente, la salida al mar, ya no tienen credibilidad, la gente no cree en tales historias, aunque el aparato propagandístico es cada día más grande por todos los medios posibles. El cronista advierte que los dólares de libre disponibilidad que a discreción entregan don Evo - Hugo Chávez a las alcaldías provinciales, son un aporte real que está generando ocupación, aunque en escala reducida que empieza a cobrar cuerpo, sin embargo todos temen que día llegará de pagar las facturas, con que los "generosos donantes" cobraran con creces los montos entregados.

En cuanto al rol del vice García Linera ha continuado sembrando discordia, provocando confrontación y contradicciones en temas puntuales como Constituyente, Autonomías, reparto de la economía, debate permanente de temas sensibles al alma boliviana que no está convencido de un cambio hacia adelante para mejor, mas por el contrario de una marcha hacia atrás para peor.