Blogia
ametralladora

ETA asesina a tiros a un empresario del AVE vasco en un municipio de ANV .

ETA asesina a tiros a un empresario del AVE vasco en un municipio de ANV .

Primero fue Lemóniz, luego Leizarán y ayer el AVE vasco. En Ignacio Uría Mendizábal, de 70 años, copropietario de la empresa Altuna y Uría, ETA ejecutó su amenaza contra el Tren de Alta Velocidad (TAV), en cuya construcción, junto a otras seis, participa la empresa del asesinado a tiros por dos pistoleros etarras.

Ha sido en Azpeitia donde la banda ha perpetrado su última salvajada. Pueblo natal de Uría, esta localidad guipuzcoana es gobernada por ANV, formación que, aunque está ilegalizada por el Tribunal Supremo, también rige en Mondragón, donde fue asesinado el ex concejal socialista Isaías Carrasco el pasado 7 de marzo.

Así, dos de los cuatro atentados mortales perpetrados por la banda en lo que va de año se han cometido en territorio gobernado por uno de los disfraces usados por Batasuna/ETA. La vida de Ignacio Uría, empresario muy enraizado en su tierra, terminó a la una de tarde de ayer, en vísperas del 30 aniversario de la Constitución. Dos alimañas etarras le esperaban en el interior de un coche, muy cerca de la plaza Ignacio de Loyola y no muy lejos de la Basílica de Loyola, donde se desarrolló una de las fases de la negociación dentro del llamado «proceso de paz».

El empresario, que simpatizaba con el PNV, se dirigía sin escolta al restaurante Kiruri, donde acostumbraba a reunirse casi a diario con unos amigos para jugar a unas partidas de cartas que solían durar no más de media hora. Después regresaba a su casa para comer. Pero ayer ETA, que había seguido sus costumbres y rutinas, le cambió a tiros el destino. Cuando se encontraba en el aparcamiento del restaurante, saliendo ya de su vehículo -un Volkswagen Tuareg-, los dos terroristas se le aproximaron y frente a su cara uno de los ellos abrió fuego. Realizó tres disparos. Uno se incrustó en la cabeza y otro en el pecho del empresario. Su cuerpo cayó desplomado al suelo mientras que un amigo, que caminaba ligeramente por delante de él, se quedó aterrorizado al oír los disparos. Al dirigir la cabeza hacia atrás vio el cuerpo tendido de Ignacio Uría.

En ese momento, los criminales emprendían ya la huida en un Alfa Romeo robado, en dirección a Zumárraga. Mientras, un testigo entró pidiendo ayuda en el restaurante Kiruri, desde donde se llamó a la mujer de Ignacio Uría, cuyo domicilio familiar está muy cerca de este establecimiento.

12 comentarios

Gonzalez -

El nacionalismo y su lógica criminal.

El nacionalismo vasco tiene como objetivo romper la unidad de España. Su razón de ser, su motivo de existencia y toda la lógica de su acción política y/o criminal se basa en la acción disgregadora, separatista. Por eso, todo lo que una los diferentes pueblos de España, los enlace o acerque es rechazado por el nacionalismo.
ETA pretenderá justificar su último atentado -el asesinato del empresario Ignacio Uría- en la oposición al proyecto de enlazar las capitales de las tres provincias vascas con una línea de tren de alta velocidad, por motivos seudo-ecologistas. Pero los verdaderos motivos de su rechazo a la "y vasca" no son la defensa de la naturaleza o de un modelo de desarrollo sostenible. Lo que ETA pretende evitar es que el tren de alta velocidad acerque las provincias vascongadas al resto de España. No soporta la idea de que un bilbaíno pueda desplazarse diariamente a trabajar a Valladolid, o de que un madrileño lo haga a Vitoria, como ocurre ya entre otras ciudades conectadas por el AVE. Porque sabe que así será mucho más difícil sostener la tesis victimista y falsa de que los españoles odian a los vascos.
Sabino Arana, el "tontiloco" fundador del Partido Nacionalista Vasco, se lamentaba de los efectos que para la "identidad vasca" por él inventada había tenido el traslado masivo de trabajadores del resto de España a Vasconia en el siglo XIX (Denominados “maketos” despectivamente, despreciativamente, por los separatistas). Los más fanáticos de sus seguidores de hoy pretenden impedir, asesinando, que el contacto entre españoles de dentro y de fuera de Vasconia pueda truncar su proyecto secesionista.
Ante este nuevo atentado criminal de ETA, reiteramos nuestra posición. Sólo se pondrá fin al terrorismo de ETA cuando se ponga fin al proyecto político común del nacionalismo vasco.

fet -

Cuantas veces hemos vivido esto, los politicos en los funerales arropando a los familiares ;sí, esos politicos que siempre han tratado de llegar a un pacto con Eta un PNV o un Psoe que ahora se rasgaran una vez más las vestiduras , esos mismos politicos que mantienen a ANV en las instituciones ,haciendo que vivan de los presupuestos del Estado , que vivan de nuestros impuestos . ¿Hasta cuando tanta felonía?....................

Maria Angeles F. -

ETA vive de nuestros errores.

Así se expresaba la viuda del Teniente Coronel Blanco, primer asesinado tras la tregua trampa de 1998.

Esta afirmación es del todo certera: cada vez que hemos bajado la guardia, cada vez que hemos olvidado que nuestra libertad está siendo atacada, cada vez que hemos distinguido entre quienes matan y quienes les acogen, hemos cometido un error.

Debemos ser firmes. 823 asesinatos nos han de servir para exigir al Gobierno que olvide todo lo accesorio y se concentre en no volver a cometer errores, en apretar el nudo que nunca se deshaga.

Si nos permitimos fallar, ETA seguirá viva.

Lorenzo Gomez B. -

No es fácil trabajar, ni vivir, en un entorno mafioso como el que está creado en las vascongadas: o pagas, o lo vas a pasar mal; o haces lo que decimos, o lo vas a pasar mal, o dices ... El gobierno vasco, si es que sirve para algo más que para crear sus impuestos y recoger las nueces del árbol que ETA mueve, es el que debe poner la solución a estos desmanes. Y si no sirve para éso, ya hay muchos otros para robar, y tiene que desaparecer. No hace falta uno más. El gobierno de España tiene que tomar determinaciones, y si aquel gobierno no puede o no quiere resolver el problema, tiene que resolverlo él. Pero, hoy, no creo que ZETAPARO tenga intención de tomar ninguna determinación, como no sea asfixiar más la economía y crear más gastos inútiles. Y mientras a los asesinos no se les llame lo que son: ASESINOS, el problema no empezará a solucionarse.

Jorge Toledo G. -

La central nuclear de Lemóniz, cuyas obras fueron abandonadas, y la autovía de Leizarán, que se inauguró tras haber cambiado de trazado, son los dos precedentes de gran obra en los que ETA puso su punto de mira, boicoteándola con balas teñidas de sangre. Hace apenas 48 horas, Ignacio Uría, un empresario vasco de 70 años involucrado en el proyecto de la ‘Y vasca’, moría de dos tiros, uno en la frente y otro en el pecho. Desde hace ya años, su empresa –así como otras- habían sido amenazadas por ETA y sus grupos satélites. Ahora, cumpliendo su amenaza, han rememorado a todos los vascos lo que ocurrió en Lemóniz y Leizarán, cuando, tras el asesinato de media docena de ingenieros, los planes de obra fueron modificados. El mensaje que envían desde la patronal de empresarios vascos, Confebask, es que “todo sigue adelante”. Ya está bien de chantajes y de manipulaciones a golpe de gatillo. Aplausos a todos los empresarios vascos por su firme compromiso de acabar lo comenzado aunque no sea del agrado de los encapuchados.

berta -

La ETA ha conseguido cronificar el terror mediante un complejo método que requiere compleja ayuda de militancia y estrategia política. El mátodo es la propaganda. La ETA vive gracias a la propaganda del terror
que consigue cronificar. Y en esta propaganda colaboran hasta las estructuras más importantes del Estado con su Presidente al frente. Las Televisiones ayudan a ETA, el PNV ya no sólo ayuda sino que hasta se beneficia y en el lenguaje común y en el debate político se está ayudando a ETA. Mírese los post que se escriben en otros foros y analicen cuantos de ellos disculpan, legitimizan, apoyan,suavizan comprenden,avalan, razonan etc etc las actuaciones de ETA. Seguro que muchos ni saben que ayudan a la ETA.

kaster -

¿Alguien ve alguna diferencia entre el pueblo vasco que permite que maten a sus vecinos con síntomas de una normalidad absoluta, como la que nos muestra el reportaje, con el pueblo judío que se dejó masacrar por los nazis con una resignación absoluta?
"Primero vinieron a por los comunistas, pero como yo no era comunista no dije nada. Después vinieron a por los judíos, pero como yo no era judío no dije nada. Luego vinieron a por los cristianos, pero como yo no era cristiano no dije nada. Luego viniero a por mí, pero entonces no quedaba nadie para ayudarme".


Carlos Sanchez D. -

El éxito de ETA no fue consumar un asesinato más a bocajarro sino lograr atemorizar a los ciudadanos al límite de aflorar lo peor de la condición humana: la insensibilidad frente al dolor. Mientras el constructor asesinado en Azpeitia yacía muerto en la acera, sus compañeros de tute se reunieron como todos los días en la misma mesa con la única diferencia de que otro ocupó el lugar del asesinado.

Lo cuenta Miguel Ariztegi en El Mundo. La cuadrilla no perdonó la partida de tute de ayer. Dos balas impidieron que Ignacio, el más puntual de todos, se acomodara en su silla frente a la ventana y pidiese su café y su farias. «Nunca traía mechero, así que si querías jugar con él tenías que traer fuego», comenta uno de sus habituales en una pausa.

La cafetería Uranga se encuentra a 200 metros del lugar elegido por los asesinos para acabar con la vida de Ignacio, y ayer sus parroquianos continuaron con su rutina, con la única diferencia de que otro ocupó el lugar del asesinado.

Era un hombre «sano, sin maldad, pero con carácter», según los que le conocían, y a sus 71 años trataba de olvidarse poco a poco de la empresa familiar y delegar las responsabilidades en sus sucesores.

«Siempre decía que mientras estuviera bien no iba a dejar de ir a la oficina, y mira si lo ha cumplido», indica uno desde la barra, que recuerda a Gorria (rojo) como un hombre «inquieto». Le llamaban así por el color de su cara.

Ayer, anteayer y el día anterior compartieron tapete, cartas y sobremesa. Las lágrimas que se asoman a sus ojos revelan que empiezan a comprender que esa escena no volverá a repetirse, que el revuelo de policías y periodistas que ha alterado su normalidad nunca se la devolverá tal como la recuerdan.

Demetrio G. -

Todos los paises de Europa son fruto de guerras y botines,pero no tiene ningun sentido pretender volver tiempos pasados y fronteras pasadas...con el mismo racionamiento mañana se presenta aqui Berlusconi y dice que esto era Hispania y por lo tanto tenemos que volver a ser una provincia de Roma...es un sinsentido,porque además a que época habria que volver?Quien decide que fronteras eran las auténticas, si se han cambiado mil veces?

Ramon F. -

El alcalde de Azpeitia, el filoetarra Iñaki Errazkin, se presentó ayer en el lugar donde fue asesinado Ignacio Uría y se marchó sin decir nada. Nadie esperaba que condenara el atentado, pero algunos interpretaron la visita al lugar del asesinato como una reacción de incredulidad ante lo ocurrido. Hay desconcierto en el entorno etarra en Azpeitia.
El silencio fue también la respuesta de la mayoría de los vecinos del municipio a los que se preguntó por cómo había reaccionado el pueblo frente al último crimen de ETA, pero no de todos. El testimonio más sorprendente lo dio una persona que se identificó como «muy de izquierdas» y que se preguntaba por qué la banda terrorista había matado a balazos, como viene haciendo desde hace cuarenta años, a dos personas en sendos municipios con alcaldía de ANV: ayer en Azpeitia y el pasado mes de marzo en Mondragón, donde cayó abatido Isaías Carrasco, ex concejal socialista.
«Si no fuese imposible, pensaría que han sido otros, porque esto perjudica a la izquierda abertzale», dijo el simpatizante proetarra. El asesinato de Ignacio Uría no ha gustado en Azpeitia ni siquiera a algunos de los que le han puesto en la diana de los terroristas bajo la acusación de contrariar la oposición de ETA al Tren de Alta Velocidad.
Algunos vecinos no se hubieran sorprendido tanto si ETA hubiera colocado una bomba en las instalaciones de Altuna y Uría (de hecho, ocho de sus camiones fueron destruidos por un ataque etarra), pero tienen la impresión de que ETA ha retrocedido en el tiempo al elegir objetivos como Ignacio Uría. En el Ayuntamiento, gobernado por ANV, se condenó el atentado sin los representantes de la «izquierda abertzale», que ha gobernado hasta ahora con el apoyo de Eusko Alkartasuna y Aralar.
Azpeitia, donde se alza el Santuario de Loyola, es un pueblo pequeño, donde todos se conocen y donde son muchos los que se relacionan con la extensa familia Uría. Ignacio tenía cinco hijos, su hermano José Mari, otros cinco, e Imanol, cuatro. Muchos de ellos han formado sus propias familias y ayer entre las personas con las que hablamos en Azpeitia, una de ellas nos dijo que no iba a decir nada, porque era familiar de la víctima.
En una casa sobria de cuatro pisos, en la misma calle donde está situada la fábrica y el aparcamiento donde fue asesinado Ignacio Uría, viven muchos miembros de la familia. Algunos se presentaron inmediatamente después del atentado junto a su padre, todavía vivo cuando llegaron. Los había avisado la encargada del restaurante donde iba a entrar a jugar a las cartas.
Llanto en el Kiruri
La viuda de Ignacio Uria se preguntaba poco después del crimen: «¿Por qué ETA no me ha matado a mí?». Lo hizo en el interior del restaurante Kiruri, donde se reunió con familiares y amigos, con su marido ya sin vida y aún tendido en el asfalto. Fue el estremecedor lamento de una mujer que hubiera cambiado su vida por la de su esposo Ignacio. Todos los que la visitaron la encontraron destrozada. Poco después, el cadáver del empresario fue trasladado a San Sebastián y la mayoría de los Uría abandonaron la casa familiar.

A unos metros de distancia, en las oficinas de la empresa, un grupo de empleados se reunía desconcertado en la entrada. Comentaron que estaban «muy afectados» y que era mejor que los periodistas volvieran dentro de unos días, «cuando hubieran asimilado lo ocurrido». «¿Por qué a él?», se preguntaban, añadiendo que hace mucho tiempo que no matan a nadie, aunque en realidad no hace tanto.
Azpeitia es un pueblo industrial encajado entre las montañas guipuzcoanas, pero la Basílica de San Ignacio de Loyola y el espacio abierto que la rodea es un lugar privilegiado. En ese entorno vivía y fue asesinado Ignacio Uría.
Ayer no dejó de llover en todo el día en Azpeitia, a pesar de lo cual poco después de las cinco y media de la tarde unos operarios limpiaban con mangueras las huellas del último crimen de ETA. El atentado, sin embargo, ha marcado al municipio. Hay descontento incluso en el entorno que nunca critica a ETA y que puede llegar a insinuar que a lo mejor la banda terrorista ha asesinado a Ignacio Uría por «algo especial». Testimonios recogidos en la localidad insinúan que el asesinato no obedece tanto a la relación profesional de Uría con las obras del AVE como a su negativa a pagar el «impuesto revolucionario», chantaje al que el empresario ya había sido sometido.

Lorenzo Gomez B. -

Todos los esfuerzos que realizaron los sanitarios de una ambulancia de la DYA y de una UVI móvil del Servicio Vasco de Salud fueron infructuosos. Durante casi una hora estuvieron realizando maniobras de reanimación pero en ningún momento consiguieron estabilizar las constantes vitales del empresario, cuyo cuerpo fue protegido de la lluvia con una tela que, a modo de paraguas, sujetaron varios de sus amigos.
El testimonio de varios testigos sirvió para orientar el dispositivo policial de búsqueda. Todos coincidían en que los terroristas había huido en un Alfa Romeo en dirección a Zumárraga. Uno de los operativos se centró en Deva, en cuyo municipio los etarras empezaron la preparación del atentado. Concretamente fue en el Alto de Icíar, donde cuatro horas antes del crimen -sobre las nueve y media de la mañana- tres terroristas sorprendieron a un joven que iba a bordo del Alfa Romeo. Tras amenazarle e identificarse como miembros de ETA, le ataron a un árbol con los ojos vendados. Uno de los terroristas se quedó vigilando mientras que los otros dos usaron el turismo del secuestrado para dirigirse hacia Azpeitia, seguros de que ayer, como ya habían observado en días anteriores, Uría no iba a faltar a su partida de cartas en el restaurante Kiruri.

Tras acabar con la vida del empresario, los etarras volvieron sobre sus pasos. Se dirigieron de nuevo hacia el Alto de Itziar, donde prendieron fuego al Alfa Romeo para borrar huellas. Las llamas fueron avistadas por un helicóptero de la Ertzaintza, que alertó a las unidades de tierra para que se desplazaran hacia ese lugar. Se cree que los terroristas siguieron su huida a bordo del turismo en el que habían llegado a esta zona boscosa.
Mientras todo esto sucedía, el conductor secuestrado, al que colocaron unos cascos con música que pertenecían a los propios etarras, logró liberarse de las ataduras y llegar a un polígono industrial desde donde llamó a la Ertzaintza. Se espera que de su testimonio se obtenga algún dato sobre los pistoleros que han cometido el atentado. De momento, fuentes de la lucha antiterrorista apuntan que, dada la proximidad entre Azpeitia y Mondragón, los autores de la muerte del empresario -su constructura ha estado sometida durante años a la extorsión etarra- puedan ser los mismos que los del ex concejal socialista Isaías Carrasco. De hecho, hay constancia de la existencia en Guipúzcoa de un «comando», integrado por por varios «taldes» de «legales» autores de una serie de atentados aún sin esclarecer. Sin embargo, tampoco descartan por completo que se trate de un grupo trasladado de Vizcaya, ya que los «comandos» de la ETA actual no tienen un ámbito de actuación definido como hace años.
Sobre lo que no existe duda es que el asesinato de Ignacio Uría es la ejecución de la amenaza de ETA contra la construcción del TAV, como en años anteriores hizo con la central nuclear de Lemóniz, que no llegó a construirse, y con la autovía de Leizarán, cuyo trazado se cambió por las presiones de la banda. Concretamente, en su comunicado del pasado 16 de agosto, la dirección etarra volvía a fijar su punto de mira en el TAV. Los criminales señalaban que el proyecto era «ajeno a los intereses de Euskal Herria», al tiempo que acusaban a los empresarios vascos de pretender «enterrar en cemento» el proyecto independentista para garantizar los beneficios «al PNV y a sus acólitos». Además, en su último comunicado, los terroristas, pese a instar a la recuperación del pacto de Estella (Lizarra), arremetían contra el partido de Íñigo Urkullu. También Segi, cumpliendo órdenes de ETA, ha amenazado a la empresa Altuna y Uría, que tiene adjudicado el tramo Arrazua-Ubarrundia-Legutiano, de 5,2 kilómetros, con un presupuesto de 34,8 millones de euros. En un comunicado de marzo de 2007, la organización juvenil amenazaba: «Altuna y Uría, Balzola, Moya. ¡No pasaréis por el Duranguesado!».

Gonzalez -

Bochornoso espectáculo de los representantes sindicales de su empresa
El comité de empresa de Altuna y Uría, la empresa de la que era copropietario Ignacio Uría, dio ayer la nota. Los tres representantes sindicales de LAB ni siquiera firmaron el escrito de condena del asesinato y los diez de ELA, que elaboraron el texto, fueron incapaces de redactarlo sin dar cuartelillo a los argumentos recurrentes de los batasunos, al referirse a que estos hechos no ayudan a «las legítimas luchas sociales contra esa obra ferroviaria».
El comité se reunió de urgencia por la tarde y alumbró ese comunicado en el que rechaza firmemente el crimen y declara «inaceptable que este tipo de acciones se pretendan justificar de alguna manera por la participación de empresas constructoras en obras de grandes infraestructuras, como el Tren de Alta Velocidad». Pero a renglón seguido se hace esa alusión comprensiva a quienes se oponen a la obra. Por si acaso.