ZP, ¿miedo y responsabilidad?
La entrevista entre el presidente Zapatero y el lider de la oposición Mariano Rajoy ha terminado con un acuerdo: crear una comisión conjunta para la reforma constitucional y de los Estatutos. Con esta propuesta realizada por Rajoy y aceptada por Zapatero se pretende frenar el plan Ibarretxe. Este acuerdo hace unos pocos días no parecía posible, pero todo indica que la visita de Ibarretxe al Palacio de la Moncloa ha hecho cambiar al menos en apariencia a Rodríguez Zapatero.
En principio ya veremos que pasa en los próximos días el "sí" del presidente Zapatero a Rajoy pone en apuros los apoyos parlamentarios que tienen los socialistas en Madrid y en Barcelona. En este sentido hay que recordar que el acuerdo del "tripartito" tiene la obligación de no pactar con el PP; además el apoyo de ERC en el Congreso de los Diputados se condiciona a no buscar "entendimientos" con los populares. Ahora Zapatero deberá explicar su acuerdo a Patxi López, a Pascual Maragall, a Carod Rovira o a Gaspar Llamazares. Y esas explicaciones no van a ser fáciles.
El Gobierno socialista no lo va a pasar bien en los próximos meses si realmente cumple lo pactado. Este acuerdo convierte al Partido Popular en compañero obligado para cualquier reforma constitucional o estatutaria. En todo caso, y con la experiencia que nos deja estos nueve meses de legislatura, habrá que prestar permanente vigilancia para certificar que Zapatero cumpla lo dicho. Por el camino recorrido hasta el momento a nadie le puede sorprender que lo pongamos en duda.
Por ello, el Partido Popular deberá marcar al extremo el terreno al Gobierno. Por ahora Zapatero ha demostrado dosis enormes de sectarismo y mentira. Es cierto que ahora ZP se juega mucho y puede quemarse. Pero no es conveniente creer a un experimentado "vendedor de humo". Rajoy ha realizado una propuesta seria y sensata; pero habrá que esperar para saber si Zapatero se mueve por el miedo o por la responsabilidad. Mientras tanto los populares no deberán pasar una. Ya no valen los "juegos de magia" de los socialistas.
Por ello, el Partido Popular deberá de marcar al extremo el terreno al Gobierno. Por ahora Zapatero ha demostrado dosis enormes de sectarismo y por lo tanto de mentira. Es cierto que ahora ZP se juega mucho y puede quemarse. Pero no es bueno creer a un experimentado "vendedor de humo". Rajoy ha realizado una propuesta seria y sensata; pero habrá que esperar, para saber, sí Zapatero se mueve por el miedo o por la responsabilidad. Mientras tanto los populares no deberán pasar una. Ya no valen los "juegos de magia" de los socialistas.
31 comentarios
Luisa Palma -
Matias Jove -
Vamos a ver si ambos hacen lo que deben y de ello salimos ganando los que pagamos los impuestos.
Ignacio C. -
Nos esperan meses muy agitados, en los que conviene desconfiar de los gestos y estar atentos a los hechos reales. Es tiempo de gambitos, amagos, fintas y regates. Tiempos de ajuste fino, negociaciones ocultas, encajes de bolillos. Algunos de los jugadores sentados ante este diabólico tablero -ETA y su entorno, Ibarretxe, los independentistas catalanes- están dispuestos a romper no sólo las reglas, sino el tablero en sí, y hasta la propia mesa si hace falta. Sería desastroso que el Gobierno olvidase que lo importante no es tanto ganar él solo la partida, sino garantizar que el juego siga siendo posible. En el caso de que la libertad, la paz y la prosperidad de España se puedan comparar con un juego.
Ignacio C. -
Ayer mismo, Zapatero hizo en San Sebastián un guiño al entorno de los terroristas. El modo en que destacados dirigentes del PSOE ponían el viernes, en privado, máximo énfasis en la importancia de la carta de falaz «mano tendida» enviada por Arnaldo Otegi a La Moncloa ofrece una relevante pista de interpretación de los acontecimientos. La ilegalizada Batasuna quiere intervenir en las próximas elecciones vascas, sin resignarse a que sus votos pasen directamente al PNV, y necesita de la comprensión del Gobierno a su más que probable intento de creación de una nueva plataforma electoral. Y al Gobierno no le vendría objetivamente mal que Ibarretxe se viese privado de los votos que necesita para conformar una mayoría absoluta con la que reforzar su órdago al Estado. Zapatero sigue soñando con convertirse, tras las elecciones vascas, en el árbitro de la situación para presentarle al nacionalismo una reforma estatutaria inspirada en el proyecto catalanista de Maragall, con el que confía -su optimismo resulta a veces irritante de puro terco- en obtener una jugada maestra.
Ignacio C. -
La aceptación de un nuevo consenso con el PP obedece a la necesidad de Zapatero de ofrecer una respuesta tranquilizadora a la enorme mayoría ciudadana que desea verse representada por sus dos grandes fuerzas constitucionales. Nadie puede entender que, mientras el PP coincide con el Gobierno en el apoyo a la Constitución Europea y en el rechazo al plan Ibarretxe, los aliados de la mayoría parlamentaria le den la espalda en los principales asuntos del debate político inmediato. El presidente, tan aficionado a la política gestual, tenía que hacer un gesto y lo ha hecho. Quizá sólo eso; la aceptación de una comisión para debatir las reformas estatutarias y territoriales no presupone, por más triunfalismo con que se presente, más que una disposición al diálogo. Pero no cabe echar las campanas al vuelo, porque la agenda del Gobierno tiene otros compromisos anotados.
Ignacio C. -
La extrema complejidad del escenario obedece, probablemente, a los errores de planteamiento con que el propio Zapatero ha permitido que se desarrolle la agenda política al abrir a destiempo el debate del modelo territorial de España. La inesperada traición de Ibarretxe -traición incluso a su propia palabra, porque había prometido retirar el proyecto si lo apoyaba Batasuna- ha situado al presidente en medio de una enrevesada confluencia de intereses.
Ignacio C. -
Con numerosos matices diferenciales -Aznar tenía mayoría absoluta, el terrorismo golpeaba con enorme dureza y Cataluña era aún una estable balsa gobernada por el muy responsable timonel Pujol-, la escena contenía elementos bien conocidos para el presidente del Gobierno, situado ahora en una dificilísima encrucijada política. No menos difícil que para el propio Mariano Rajoy, obligado a dar un paso al frente para exponer ante la opinión pública su sentido de la responsabilidad colectiva. Como declaró al final del pasado año el propio Zapatero, tras la aprobación del plan Ibarretxe en el Parlamento de Vitoria, es la hora de los hombres de Estado.
Nieche -
Obligado a apagar el incendio Ibarretxe, y sintiendo el aliento en el cogote de esos casi 10 millones de votos PP, el de León no está para negarle a los sindicatos la luna que le pidan. Muy al contrario, es hora de mantener el fervor de la feligresía que le aupó al poder el 14-M con medidas demagógicas de corte populista, no importa a qué precio. Es el miedo a perder el apoyo social apenas empezada la legislatura, el temor a romper ese flanco, el que propicia la salvajada conceptual de ligar las subidas del salario mínimo a la inflación pasada, en contra de la opinión del responsable de la Economía, del ministro de Trabajo, Jesús Caldera, y del propio asesor presidencial en la materia, Miguel Sebastián, conocedores todos de las consecuencias de esa decisión en cuanto a inflación y a pérdida de competitividad se refiere.
Hasta en dos ocasiones recibió José María Cuevas la llamada, cargada de preocupación, del ministro de Economía, antes del 29 de diciembre, día previsto para la firma del acuerdo a tres bandas sobre la subida del salario mínimo con cláusula de indiciación.«Esto es un disparate, José María, que aquí no podemos aceptar; además, me dicen en Trabajo que vosotros estáis de acuerdo...».
«Perdona, Pedro, ni estamos de acuerdo ni lo podremos estar nunca; la CEOE no puede firmar eso». La reunión del 29 acabó en trifulca.Según Caldera, había que madurar la decisión.
Santiago M. L. -
Al Presidente del Gobierno parece que se le juntan los problemas. Según ha sabido ECD, Zapatero intenta poner orden estas semanas en las deterioradas relaciones entre segundos niveles de La Moncloa y la sede socialista de Ferraz. Concretamente, en el recrudecido enfrentamiento entre Rubalcaba y Miguel Ángel Barroso.
Para comprender bien lo que está sucediendo hay que remontarse al último Congreso del PSOE. Allí se produjo un momento de enorme tensión interna, con el intento de desplazar al PSC que fue respondido por Montilla con un órdago que le permitió salir fortalecido y lograr mantener su cuota de poder en la ejecutiva socialista.
Desde aquella fecha se incubó un enfrentamiento, hasta ahora más o menos larvado, entre el portavoz socialista Alfredo Pérez Rubalcaba y el actual Secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Barroso.
En estos momentos, esa tirantez parece haberse convertido ya en abierto enfrentamiento y en este hecho parece estar teniendo mucho que decir un tercer personaje: Carme Chacón. La vicepresidenta del Congreso de los Diputados formaba parte de la ejecutiva socialista en el último congreso, precisamente formando parte de la cuota catalana.
El Presidente del Gobierno parece decidido ya a tomar cartas en el asunto al comprobar que el factor humano está provocando un aumento de la tensión entre el Ejecutivo y el Partido Socialista. Zapatero quiere pacificar este asunto.
Si entre ellos no...........
Oscar Molina -
De todas formas si ZP llega a decir que se acepta el Plan Ibarreche los prisoe hubieran dicho que bueno, vale, se acepta el Plan. Todo por mantener el poder.
Daniel R.H. -
Los dos partidos mayoritarios y nacionales tendrán que poner coto a toda esta fiebre nacionalista y separatista que tienen catalanes y vascos.
Veo correcto que cada autonomía pida un mayor grado de autogobierno e intenten aumentar su competencias, pero lo de separarse de España va muy lejos, ¡con lo bien que vivimos todos con paz y tranquilidad!.
Solo le queda a Zapatero mandar a paseo al Sr. Carod, (quién dice que el plan Ibarrectxe se le queda corto) e intentar gobernar con otros apoyos, y si no lo consigue convocar elecciones, que con lo bien que nos está gestionando, seguro que arrasa.
Tarteso -
La pisada en la mierda de Zapatero ,pie que aun no ha sacado de ella,llamese ERC aun le costara mas de un dolor de huevos.
A este nuevo fascismo disfrazado de democracia que no respeta las leyes de todos ......ni agua.
Que se entere el PSOE de una vez.
A.U. Victor -
Tengo esperanzas de que ZP saque la mala uva que seguro que tiene; ningún zopenco, por mucha suerte que tenga, puede llegar donde llegó él sin aportar algo de talento por su parte. Con talante y bobería solo, no, aunque te apoyen los "cineastas"
Urquiela -
¿PERO DE QUÉ ESTÁN HABLANDO ESTOS MIERDAS DE PRISA? MENUDAS OSTIAS QUE SUELTAN DISFRAZADAS DE "BUEN ROLLITO ESPERANZADOR".
1) La iniciativa ha sido de Rajoy, que estuvieron todo el Jueves en sigüenza definiendo un posible acuerdo.
2) El PP SIEMPRE ha sido un partido democrático, por que vivimos en democracia y es un partido. Las taras congénitas serán más acusadas en todo caso en el PSOE, cuya historia es más larga y más negra.
3) El PP siempre ha reconocido públicamente y desde el primer momento la legitimidad del gobierno. La estabilidad NUNCA, ni si quiera ahora que el PSOE les necesita para ello.
Luis A. -
El mismo engaño que le hicieron a Aznar cuando ganó por primera vez las elecciones.
Los delitos de sangre deben tener cadena perpetua. El asesino que le ha tomado gusto a la sangre ajena derramada es como un drogadicto, no puede vivir sin volver a matar o violar.
Son un peligro permanente para la ciudadanía democrática.
Ibarreche y José Luis Pérez, alias Carod Rovira, son los émulos de Hitler y Mussolini trasladados al siglo XXI.
Todo partido que no admite la Constitución, niega la Nación española -con 2000 años de Historia- no admite el Estado español -con 1500 años de continuidad
- debe ser considerado subersivo, antidemocrático, traidor y, por lo tanto, ilegalizado.
Esto es lo que ocurre en Suecia y EEUU, países con la tradición más antigua de democracia del mundo.
Darle el Collar de Carlos III a Mohamed VI y la Gran Cruz de Isabel la Católica a sus mujeres, es motivo para devolverla todos
Oscar -
Adrian M.L. -
Roman C. -
Por eso esta carta de Batasuna, formación política que es parte integrante de ETA.
Pretenden estos politico-terroristas que se dialogue con ETA, es decir, con ellos mismos, de igual a igual, tratando la "desmilitarización multilateral" pretendiendo igualar a ETA con la policía o la Guardia Civil, "puesta en libertad de los presos de la banda terrorista" sin tener en cuenta que legalmente los presos deben seguir presos y los que están fuera deben ser encarcelados, y "reconocimiento social de las víctimas".
¿A qué víctimas se refiere?
El único diálogo que se puede tener con estos criminales es en un juzgado, mientras están sentados en el banquillo de acusados.
No hay otro diálogo posible con terroristas, hay que aprender de los errores del pasado y no repetirlos....
El S. D. -
Endiablada, dicho sea de paso, para los dos partidos y para los dos líderes. Quien se equivoque no será perdonado. Zapatero tiene que cumplir a la vez con su deber público como presidente y con las expectativas de poder de los suyos y de sus aliados. Y Rajoy tiene que desalojar al PSOE de La Moncloa sin por ello renunciar a la unidad de España y a la defensa del marco de convivencia que nos dimos los españoles hace veintiséis años. Difícil papeleta desde luego, cuando además hay tanto en juego.
El S. D. -
No falta razón a ninguna de las dos posturas, que ayer sobre todo se evidenciaron en la reunión "popular" del Parador de Sigüenza. El mal es el nacionalismo vasco, por sus metas más que por sus medios; pero obviamente no sería un mal tan peligroso si el PP ocupase el poder o, dicho de otra forma, si Zapatero no fuese quien manejase el timón. Por consiguiente es comprensible que unos en Génova opten por apoyar a Zapatero frente a Ibarretxe, y otros prefieran liquidar primero las consecuencias internas del 14-M, para después afrontar con vigor al nacionalismo.
La decisión que hoy lleva Mariano Rajoy al presidente del Gobierno es resultado de estas reflexiones, aunque hay que decirlo con más sentido del Estado que concesiones al interés del partido. El líder "popular" ofrece al PSOE todo lo que puede perder si se enfrenta de cara de una vez por todas a los nacionalistas y evita que la agenda del país la marquen las fuerzas políticas minoritarias: apoyo institucional y garantías de gobernabilidad. A cambio, sólo le pide que cumpla con su deber. No es pequeño regalo, desde luego.
Ignacio de Loyola Crespo -
Ignacio de Loyola Crespo -
Si el plan se aprueba dejaremos desamparados a aquellos que en el País Vasco no piensan como los impulsores de esta suicida acción y, por similitud, a aquéllos que no son vascuences de origen; quién sabe si, con el tiempo, no seremos espectadores impotentes de un nuevo desplazamiento «balcánico». Como acción al margen de la legalidad, el Gobierno se verá obligado a tomar medidas y esto provocará también ver muertos en las calles de España, ya sea por acción o reacción.
San Sebastian -
Carlos R. Braun -
La respuesta correcta es: la democracia debe proteger las libertades individuales, no quebrantarlas, y por eso los poderes deben estar limitados aunque sean democráticos. Sin frenos liberales, Ibarretxe replicaría que ha leído en la prensa este titular: «Una ley a favor de los transexuales, nuevo capítulo en la política social del Gobierno». Y concluiría: si esto es lo que «la sociedad», nada menos, quiere, entonces seguiré con mi idea de que «los vascos y las vascas» quieren la independencia, y respetaré valientemente sus deseos.
Carlos R. Braun -
Carlos R. Braun -
Santiago M. -
No sólo los «populares», digo, muchos socialistas se sienten humillados y ofendidos por el entreguismo del PSOE al PNV y a Esquerra Republicana de Cataluña, pero todavía confían en que su partido tendrá que romper con ellos. Nicolás Redondo no le da mucha vida al pacto parlamentario con el que gobierna Zapatero. Rosa Díez aconseja la movilización contra el plan Ibarretxe, pero ¿mantendrá esa actitud frente al Estatuto de Maragall y Carod? En todo caso la situación puede llegar a tal grado de exasperación también entre los socialistas que los chicos de «Basta Ya» digan «basta ya» con los del Foro de Ermua.
Alberto H. F. -
Los réditos de la gran operación de propaganda contra el anterior Gobierno de José María Aznar, ese «todos contra el PP» absolutamente desmesurado, devengan un lastre inevitable a la libertad de maniobra. Más aún, cuando quienes actuaron de punta de lanza en la campaña de desgaste, la mayor de las conocidas en la reciente democracia española, contra el centroderecha español, fueron los republicanos catalanes de ERC, el entorno mediático de Izquierda Unida y los nacionalistas vascos. Los mismos que ayer acusaban al Partido Popular de estar instalado en la intolerancia y en la crispación son los que se demuestran intolerantes y activos en la estrategia de la tensión.
La palabras de Carod-Rovira y de otros miembros de su movimiento, reclamando la independencia de Cataluña y sosteniendo la amenaza del referéndum de Ibarreche con otra de la misma naturaleza, son la mejor imagen de las dificultades en que se encuentra Zapatero.
La salida del laberinto sólo podía estar, por lo tanto, en la decisión ayer adoptada.
Por encima de los legítimos intereses de partido, prima el de la nación, que exige que los buenos deseos plasmados con la creación de la comisión no queden frustrados por estrategias u oportunismos electoralistas.
Alberto H. F. -
Así lo ha entendido Zapatero al aceptar la creación de una comisión bilateral entre los dos grandes partidos nacionales para estudiar ese gran acuerdo, que no sólo blinde el modelo de estado definido en la Constitución, sino que, además, sea el instrumento básico para negociar, desde el mayor consenso posible, las reformas estatutarias y los sistemas de financiación autonómicos.
De tener éxito el proyecto, significaría la vuelta al espíritu del 78, lo que, como proclamó el presidente del Partido Popular, sólo puede traer estabilidad y certidumbre a los españoles.
F. J. L. -
Eso, sin olvidar la frase que, con diferentes variantes, suele atribuirse a Napoleón: cuando quiero dejar que algo se paralice, nombro una comisión.
F. J. L. -
No dudamos de que cuando Rajoy dice que Zapatero ha mostrado su acuerdo con las propuestas del líder de la Derecha española, no inventa nada. Tampoco dudamos de que a Zapatero le conviene mitigar su escandaloso fracaso ante Ibarreche sonriéndole al PP y diciendo que van a colaborar mucho en la defensa de la Nación y de la Constitución.