La política antiterrorista de Zapatero: demagogia, falacia y maquillaje.
Después de oír la intervención del candidato socialista a la presidencia del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, no es de extrañar que la AVT (Asociación de Victimas del Terrorismo) sacara un comunicado de prensa mostrando su preocupación ante lo que puede llegar a ser la política antiterrorista del ejecutivo socialista en los próximos cuatro años. La asociación que aglutina al mayor número de damnificados por la barbarie terrorista considera muy preocupante que Rodríguez Zapatero no haya hecho mención a la resolución parlamentaria, aprobada en 2005, que permite al Gobierno negociar con ETA. Otro de los motivos de preocupación de para la AVT es que el futuro presidente del Gobierno tampoco ha mencionado el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, que él mismo impulso y firmó junto al PP en el año 2000. Un Pacto antiterrorista eficaz, que debilitó más que nunca a ETA, y que defendía, entre otras cosas, la memoria, la dignidad y la justicia que merecen las víctimas del terrorismo. Resumiendo, la AVT considera que el presidente ha vuelto a dar esperanzas a la banda terrorista ETA.
¿Cabía esperar otra cosa del líder del PSOE y presidente del gobierno? Desde mi punto de vista no. José Luís Rodríguez Zapatero no es un político recién llegado a la presidencia; ha gobernado durante los últimos cuatro años y se le puede hacer pasar la prueba de “por sus hechos les conoceréis” y en política antiterrorista ha realizado muchos gestos que impiden, esa es mi percepción, que pueda ser considerado un político creíble mientras que la experiencia demuestra que en este apartado hará políticas que nada tendrán que ver con sus palabras.
Discurso de investidura del año 2004
Ahora viajemos en el tiempo y situémonos en el día 15 de abril del 2004 y recordemos que decía sobre el mismo asunto en su primer discurso de investidura de la legislatura pasada, “todos los ciudadanos deben saber, en todo caso, que el Gobierno que presida tendrá como objetivo prioritario la lucha sin cuartel contra el terrorismo, contra cualquier terrorismo, contra todo terrorismo…en primer lugar, unas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado mejor equipadas, mejor coordinadas, mejor informadas…Esta eficacia también se incrementará mediante la coordinación de todos los servicios de inteligencia e información del Estado y mediante la multiplicación de los medios contra el terrorismo internacional…Porque el elemento esencial de la lucha contra el terrorismo es la unidad de los demócratas…una solidaridad incondicional con las víctimas o cuando se contemporiza con los violentos…propuse en su día el Pacto por las libertades y contra el terrorismo…Ese Pacto, para mí, sigue vigente…Hoy, además, es posible y necesario ir más allá y ampliar la base del acuerdo democrático contra el terrorismo…no hay política en el terrorismo…”
Con la perspectiva que nos dan los cuatro años de gobierno (2004-2008) podemos asegurar sin temor a equivocarnos que José Luís Rodríguez Zapatero es un demagogo ya que se ha dedicado hacer política para ganarse el halago fácil, decir lo que la gente quiere oír y sobre todo que mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, a tratado de conseguir o mantener el poder. Podemos asegurar sin temor a equivocarnos que José Luís Rodríguez Zapatero es un falaz, maestro de la falacia, un maestro del engaño, un maestro de las verdades a medias que es la peor de las mentiras.
Las frases anteriores son los ejes sobre los que José Luís Rodríguez Zapatero estructuró su discurso en esta materia durante la sesión de investidura de 2004. El todavía aspirante a presidente del gobierno español no mencionó en aquella ocasión ningún tipo de diálogo ni con la izquierda abertzale, ni con Batasuna, ni con ETA. Apenas un año después, el conjunto de los grupos representados en el Congreso, a excepción del PP, aprobaban una declaración que autorizaba a su Gobierno a abrir el diálogo con los etarras. Desde esa fecha salió a la luz un proceso que debía llevar, previo alto el fuego permanente de ETA y declaración por parte del presidente español de que Madrid iba a respetar el derecho a decidir de los vascos, a un diálogo multipartito para buscar un acuerdo que permitiera avanzar en una solución negociada. A esto tenemos que unir que las victimas ha salido a la calle en multitud de ocasiones ante la política de negociación con la banda terrorista ETA y por la humillación recibida durante estos últimos cuatro años por parte del presidente del gobierno, las detenciones de etarras durante el proceso de negociación disminuyo de manera alarmante, se redujo el número de policías nacionales en la lucha contra la serpiente en suelo francés, se trasladó la totalidad de los discos duros de los ordenadores de la policía nacional que tenían en el País Vasco (relacionado con la lucha antiterrorista) a Madrid, EEUU dejó de colaborar en la lucha contra el terrorismo etarra retirando el satélite que controlaba los movimientos etarras en el sur de Francia, chivatazos (aún no aclarados en sede judicial) de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a los etarras previniéndoles de redadas judiciales que iban acabar con el ‘aparato de extorsión’ de la banda terrorista, llamó a Arnaldo Otegi, cabeza visible de Batasuna, “hombre de paz”, ha dejado que Iñaki de Juana Chaos haga el amor con su novia en la habitación de un hospital humillando a la policía que le custodiaba sin olvidar sus paseos por San Sebastián para ir de compras junto con su pareja y escoltados, apartó al PP de su estrategia, no convocó ni una sola vez el pacto antiterrorista firmado en el año 2000, y concedió acuerdos políticos a la banda terrorista ETA en los famosos documentos de Loyola, el 30 de octubre del 2006, ofreciéndoles el órgano común para que Navarra se fundiera en un solo territorio con el País Vasco y comprometiéndose a trabajar para que las provincias vasco francesas fueran incluidas en una Euroregión. Sin olvidar que por primera vez en la historia de la democracia un ejecutivo español llevaba al corazón de Europa, al Parlamento europeo, la negociación con los etarras haciendo realidad el sueño de la banda terrorista de internacionalizar ‘el conflicto vasco’ como así lo definen ellos.
Es decir que el Gobierno socialista del señor Zapatero, en su primera legislatura, ni ha combatido de manera prioritaria a ETA, ni las FCSE han estado mejor equipadas, ni mejor informadas, ni se ha coordinado a la lucha antiterrorista, ni se ha potenciado la unidad de los demócratas sino más bien todo lo contrario, ni ha respetado el pacto antiterrorista firmado con el PP de José María Aznar, cercenó y no amplió los acuerdos entre las fuerzas políticas dejando al margen al partido de la oposición y a mas de diez millones de españoles y mezclo política con terrorismo. Es decir nada de lo que dijo en el discurso de investidura del 15 de abril del 2004, relacionado con la lucha contra ETA, lo cumplió y ahora se quiere que nos creamos lo dicho el 8 de abril del 2008 en su segundo discurso de investidura.