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Atentado 11-M

El cerrojazo

El cerrojazo

LAS ilustrísimas señorías de la Comisión parlamentaria del 11-M han trabajado durante casi un año (once meses) con poco provecho. Los socialistas han dado cerrojazo a una Comisión de Investigación que no quería investigar. La atmósfera de nieblas y tinieblas que envuelve el macabro episodio del atentado de las estaciones no se ha despejado y los misterios, las dudas, las sospechas y las sombras persisten. Algunos rayos de luz que han penetrado en la oscuridad envolvente no provienen precisamente de la Comisión, que se ha negado repetida y tercamente a convocar y escuchar a los testigos más cualificados y de más interesante testimonio.

Mejor cerrar ese chiringuito parlamentario. Mejor dar cerrojazo a la Comisión investigadora sin vocación, sin ganas, sin curiosidad y sin interés por investigar. Las acusaciones mutuas entre las fuerzas políticas allí representadas, mientras se renunciaba una y otra vez a escuchar a los testigos que habrían podido aclarar algunos aspectos del suceso y sus consecuencias, eran un espectáculo deprimente desde el punto de vista político, que dejaba malparada la dignidad de los representantes del pueblo. Ninguna señoría y ningún partido buscaban allí la verdad entera y verdadera. Los famosos versos de Machado sonaban en aquel recinto como una terrible acusación; «¿Tu verdad? No, la verdad. Y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdatela».

Al final, los socialistas han renunciado a aprobar unas conclusiones donde se acusaba al PP de «imprevisión» del atentado y de «engaño masivo» en la información posterior a la opinión pública. Y los populares, por su parte, insisten en que la «autoría intelectual» del atentado queda sin desvelar y no descartan la participación de la banda etarra. Una de las circunstancias no investigadas suficientemente la constituyen los contactos entre los islámicos autores materiales del atentado y miembros de «Eta», o las oscuras relaciones de unos y otros con miembros de las fuerzas del Estado, con sus confidentes y sus colaboradores.

Lo que vamos sabiendo de aquel episodio terrorífico y de sus consecuencias políticas imprevistas e importantísimas lo debemos a la investigación casi heroica de los medios de comunicación y de algunos periodistas tercos, audaces y arriesgados. Por otro lado, la investigación judicial avanza con la lentitud lógica y acostumbrada en este tipo de indagaciones. Supongo que lo más probable es que pasen años antes de que las miles y miles de páginas de los sumarios judiciales arrojen algunas luces sobre esas tinieblas que hoy cubren todo lo que rodea al 11-M, antes del atentado, en el atentado y después del atentado.

La miserable utilización política que se hizo de aquella tragedia de los doscientos muertos y los mil heridos durante las horas que siguieron a la masacre constituye una vergüenza formidable para algunos políticos y para algunos medios de comunicación. Eso es lo que tenemos más a la vista. Pero el intríngulis de todo aquello todavía está escondido bajo una tierra infame. «Luz, más luz».

GRACIAS AL CONFIDENTE "CARTAGENA". La Policía sabía hasta el número de móvil de los autores del 11-M meses antes de la masacre.

GRACIAS AL CONFIDENTE "CARTAGENA". La Policía sabía hasta el número de móvil de los autores del 11-M meses antes de la masacre.

Durante año y medio y hasta un mes antes de los atentados del 11-M, el imán de la mezquita de Villaverde –conocido por la Policía y el CNI como "Cartagena"– informó de las intenciones de "El Egipcio", "El Tunecino" y Mustapha Maimouni. Puso a disposición del entonces jefe de la UCIE, Mariano Rayón (ascendido a la embajada de Roma), hasta los teléfonos de los autores del 11-M. Según El Mundo, Garzón autorizó las grabaciones de las conversaciones de los implicados, pero nada de lo denunciado por "Cartagena" sirvió para evitar la masacre. El juez lo incluyó en un sumario posterior al 11-M.

Abdelkader el Farssaoui, un marroquí identificado por los policías y los servicios secretos como "Cartagena" y que era el imán de la mezquita madrileña de Villaverde, informó desde octubre de 2002 a febrero de 2004 a la Policía sobre las andanzas de los terroristas del 11-M. El diario El Mundo publica este martes unas notas informativas internas de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE), que era la que controlaba y pagaba a "Cartagena".

Farssaoui, que probablemente también trabajaba para los servicios de espionaje de Marruecos, alertó sobre un grupo de radicales que formaban Rabei Osman –"El Egipcio", detenido en Italia por el 11-M–; Serhane ben Abdelmajid Fakhet –"El Tunecino", que murió en la explosión del piso de Leganés–; Mohamed Larbi ben Sellam –huido a Marruecos–, y Mustapha Maimouni –cuñado de "El Tunecino" y que está detenido en Marruecos por los atentados de Casablanca.

En una de las notas de la UCIE aparecen recogidas las actividades de "El Egipcio", "El Tunecino", Ben Sellam, hasta los números de los teléfonos móviles que utilizan y lo que sucedía en la mezquita más radical de Madrid, la de Estrecho. En otra nota aparece un vehículo marca Volkswagen clave en la trama del 11-M y que después aparecería abandonado en Leganés.

"Cartagena" también advirtió a la UCIE sobre el locutorio de Lavapiés de Jamal Zougam y también informó sobre las conversaciones con radicales de la abogada Yamila Pardo Candelas, cuñada de Joaquín Almunia.

El veto a que comparezca Huarte es la gota que colma el vaso.

El veto a que comparezca Huarte es la gota que colma el vaso.

Tras el paréntesis de la Semana Santa -y después de las nuevas revelaciones del periódico El Mundo- los dos grandes partidos políticos concretaron ayer sus posiciones sobre el caso Huarte.

Lo más reseñable, en lo que se refiere al PP, es que Rajoy -que hasta ahora se había mostrado reacio a implicarse en la Comisión del 11-M- considera que la suma de los episodios de Huarte y el ciudadano sirio que se dio de alta en el PSOE tras su primera detención por el atentado tiene suficiente trascendencia como para consagrar todo el peso de su liderazgo a la exigencia de que ambos extremos sean aclarados en el Parlamento.

Advirtiendo, además, de que si el PSOE y sus socios lo impiden, su partido pedirá explicaciones directamente al Gobierno en una sesión de control.

Los recelos de Rajoy no tardaron en confirmarse. El PSOE conseguía ayer -ya veremos a cambio de qué privilegios o concesiones- que ERC, CiU y también el PNV dieran marcha atrás en su respaldo a la petición de comparecencia de Huarte presentada por el PP.

Pero además, en un claro ejemplo de contraprogramación y de la mano de los medios que le sirven de ariete, el PSOE intentó equiparar las incógnitas suscitadas por ambos episodios con la actividad realizada por el concejal del PP Vicente Ibor como abogado de Benesmail. Y sacando a la palestra como gran novedad su reunión del 11-M con los hermanos Chedadi, actualmente en libertad provisional por el atentado.

Aun no siendo asuntos equiparables, cabe reseñar las diferentes actitudes de los dos partidos. Mientras el PP ha dicho que, si bien Ibor estaría amparado por el secreto profesional, «no tiene ningún inconveniente» en que comparezca ante la Comisión, el PSOE se ha cerrado en banda ante la posibilidad de que Huarte acuda al Parlamento para responder a los muchos interrogantes que se han suscitado en los últimos días en torno a su persona.

Esta es la gota que colma el vaso de la credulidad de los ciudadanos en el deseo del PSOE de esclarecer la verdad. Y no porque sea Huarte, que probablemente invocaría su condición de colaborador del CNI para no dar explicaciones al Parlamento acerca de su relación con dicho Centro o incluso de sus contactos con Benesmail.

Lo verdaramente grave es que el veto a su comparecencia llega después de que el PSOE haya bloqueado también la de otras personas que pueden aportar mucho al esclarecimiento del 11-M, como Zouhier, Lavandera o el agente Campillo.

Y no puede considerarse satisfactoria la contraoferta del PSOE de que se envíe a la Comisión la única cinta de las tres grabadas en Villabona con conversaciones de Huarte y Benesmail, porque su contenido -como bien saben los socialistas- es irrelevante.

Así lo prueba el que la propia administración popular decidiera borrar las dos primeras. Si el lugarteniente de Lamari y el dirigente socialista intercambiaron información sensible, es improbable que lo hicieran a través de esas conversaciones en la cárcel, que por norma se graban.

Las incógnitas que han ido surgiendo en las últimas semanas en torno al 11-M, desde el verdadero origen de los explosivos hasta el caso Huarte, bastan y sobran para mantener abierta la investigación parlamentaria.

El PSOE no puede dar carpetazo a la Comisión y luego pretender que los ciudadanos le crean cuando afirma que su deseo es esclarecer toda la verdad del 11-M. Es una cuestión de coherencia. Sobre todo para Zapatero, que ha hecho de la transparencia su bandera.

Investigación 11 M . TERCERA PARTE: EL TRATAMIENTO DE LAS PRUEBAS.

Investigación 11 M . TERCERA PARTE: EL TRATAMIENTO DE LAS PRUEBAS. Séptimo interrogante: por qué no funcionó la bomba de la mochila

¿Por qué la mochila de Vallecas no explotó a las 7:40 horas del día 11 de marzo? Se ha publicado todo tipo de especulaciones en los medios a este respecto. Se dijo, por ejemplo, que la mochila estaba programada para las 7:40 de la tarde, lo cual es falso. Se dijo también que estaba programada para las 7:40 de otro día distinto del 11-M, lo cual es falso también. ¿Por qué falló la mochila? Ésta es una pregunta a la que el juez Del Olmo ha intentado dar respuesta desde el principio y cuatro meses después de la masacre (en un auto del mes de julio), el juez recogía un informe donde se decía que, después de hacer siete pruebas con el teléfono, éste estaba en perfectas condiciones, así que la mochila hubiera debido estallar a las 7:40 horas de la mañana del 11-M.

Sin embargo, el día 15 de julio, una nueva prueba se incorporaba a la investigación: la Brigada Provincial de Policía Científica había aportado una radiografía presuntamente hecha a la mochila de Vallecas el 12 de marzo (antes de desactivarla) y el juez Del Olmo remitía "un juego de fotografías de esa radiografía" a la Unidad Central de Desactivación de Explosivos y N.B.Q., para que las analizara. El análisis de las fotografías (según consta en informe de 27/7/2004) revelaba que al parecer había un cable suelto en la mochila de Vallecas. Es decir, todo el misterio se reducía a que un cable suelto había impedido que la bomba estallara.

El episodio no puede ser más sorprendente: ¿cómo es posible que esa radiografía tomada el 12-M, y que tan perfectamente aclaraba por qué la mochila no explotó, aparezca cuatro meses después de la masacre? ¿Es que nadie sabía que el juez estaba intentado averiguar por qué la mochila no había explotado? ¿Por qué se deja que el juez se rompa la cabeza tratando de localizar el fallo, teniendo tan a mano ese providencial cablecillo suelto de la radiografía?

Pero, por si fuera poco, en el aniversario de la masacre el Ministerio del Interior nos sorprendía a todos permitiendo, por fin, que el Tedax que desactivó la mochila de Vallecas concediera unas interesantes entrevistas a diversos medios de comunicación, entre ellos El País y El Mundo. Y en esas entrevistas, el miembro de los Tedax hacía unas declaraciones que todavía nos confunden más. El Tedax contaba en El País que desactivó la mochila desconectando los cables uno a uno.

Y cuando le preguntaron en El Mundo por qué la mochila no llegó a estallar, se descolgaba con la siguiente contestación: "Yo sé por qué no hizo explosión, pero eso es materia clasificada".

Realmente, esa contestación es para echarse a temblar. Lo que el Tedax nos está diciendo es que él sabía desde el mismo 12 de marzo que la mochila de Vallecas no había estallado porque había dos cables sueltos. Entonces, si el Tedax sabía desde el principio la razón de que no estallara la mochila, ¿cómo es posible que el juez Del Olmo estuviera, cuatro meses después del 11-M, tratando de averiguar por qué la mochila no había estallado? ¿Es que no se había molestado en interrogar al Tedax? ¿O es que el Tedax no le había comunicado esa información al juez, porque era "materia clasificada"? ¿Hay alguna otra información que el Ministerio del Interior le haya estado ocultando al juez, por considerarla "materia clasificada"?

Preguntas al Ministerio del Interior:

1) ¿Ha prestado declaración ante el juez Del Olmo el Tedax que desactivó la mochila de Puente de Vallecas? ¿En qué fecha?

2) ¿Comunicó el Tedax al juez en esa declaración que la mochila no había estallado debido a que tenía dos cables sueltos?

3) ¿Cuándo entregó la Policía Científica al juez Del Olmo las radiografías realizadas a la mochila el día 12 de marzo?

4) ¿Hay alguna información que el Ministerio del Interior no haya comunicado al juez Del Olmo, por considerarla “materia clasificada”?

CONCLUSIONES

Llegados a este punto, posiblemente el lector tenga la misma sensación de perplejidad que a mí me invade. Y posiblemente sienta, como yo, que son demasiadas las cosas que no cuadran en la versión oficial.

Para que la versión oficial fuera cierta, tendría que haberse producido el siguiente cúmulo de circunstancias:

1) Que los terroristas hubieran montado dos tipos de bombas, unas con el explosivo metido en una fiambrera y otras no.

2) Que los terroristas hubieran amasado los explosivos con guantes en unos casos y sin guantes en otros

3) Que los terroristas se hubieran equivocado al programar el teléfono de la mochila, poniendo el despertador dos minutos después que en las otras mochilas de la estación de El Pozo

4) Que además se hubieran olvidado de conectar dos cables, o que dos cables se hubieran desconectado por accidente

5) Y, por último, que los Tedax hubieran cometido una negligencia imperdonable, dejando sin revisar la mochila en la estación de El Pozo.

Pero, aún suponiendo que esas improbables circunstancias se hubieran dado, es tal el cúmulo de medias verdades y de mentiras deliberadamente circuladas, que toda la historia resulta difícil de aceptar. Si esa mochila hubiera sido realmente encontrada en la estación de El Pozo, como sostiene la versión oficial, ¿para qué hubiera sido necesario negar en la Comisión del 11-M que se habían detonado las mochilas de las estaciones, utilizar a la cadena norteamericana ABC, intoxicar a un periodista de El Mundo o jugar al gato y al ratón con el juez Del Olmo en lo que respecta a por qué no detonó la mochila de Vallecas?

Cuando se analizan todos estos detalles, se tiene la misma sensación que al ver a esos maridos infieles de las películas, que al llegar a casa improvisan una historia incongruente para tratar de dar unas justificaciones que nadie les ha pedido. Con lo que terminan despertando, sin quererlo, las sospechas de su mujer y el marido se ve obligado a improvisar mentira tras mentira, hasta crear una historia fantástica que no hay por dónde coger. Como la mujer de la película, semejante cúmulo de incongruencias termina haciendo que nos preguntemos: ¿qué es lo que nos oculta el marido?

Investigación 11 M. SEGUNDA PARTE: LA DESINFORMACIÓN.

Investigación 11 M. SEGUNDA PARTE: LA DESINFORMACIÓN. Quinto interrogante: las fotografías de la cadena ABC

Si hasta ahora nos hemos centrado en los interrogantes meramente técnicos, ahora nos adentramos en un terreno mucho más inquietante: el de la manipulación de la información. Todo el mundo se sorprendió cuando la cadena norteamericana ABC publicó el 12-M fotos de la mochila encontrada en Vallecas. ¿Cómo las pudieron conseguir? Casimiro García Abadillo nos da una explicación en su libro "11-M: La venganza". Dice García Abadillo que después de desactivarla, "cuando los Tedax trasladaron los elementos de la bomba a la comisaría de Canillas, se encontraba allí, listo para filmar, un equipo de la televisión estadounidense ABC. Fueron los únicos que pudieron tomar imágenes de la bolsa azul. Desde la Moncloa se había ordenado dar un trato especial a los periodistas de Estados Unidos".

Pues bien, esa escena es falsa. Nunca hubo allí un equipo de la cadena ABC, por la sencilla razón de que la corresponsalía de la cadena ABC en Madrid no conoció de la existencia de esas fotos hasta después de que fueran publicadas en Estados Unidos. De hecho, nadie de la cadena ABC llegó a ver nunca esa mochila. ¿Quién ha contado a Casimiro García Abadillo la falsa historia de los cámaras de la cadena ABC? ¿Había realmente un equipo de TV allí? Si es así, ¿quienes eran? ¿Quién hizo en realidad esas fotografías? ¿Por qué la policía permitió que se hicieran, cuando se supone que pesaría algún tipo de secreto sobre el sumario? ¿Quién las mandó a la cadena ABC? ¿Por qué la cadena ABC accedió a publicarlas? ¿Quién quería que esas fotografías se publicaran? ¿Por qué quería que se publicaran? ¿Por qué precisamente en la cadena ABC y no en un medio de comunicación nacional? Y sobre todo, la pregunta crucial: ¿quién puso en circulación, y por qué motivo, una versión falsa sobre la realización de esas fotografías?

Sexto interrogante: por qué destruyeron los Tedax las demás mochilas

Además de las 10 bombas que estallaron en los trenes y de la bomba que apareció en la comisaría de Vallecas, el 11-M se encontraron otras tres mochilas, que son las que los Tedax hicieron detonar en las estaciones de Atocha y El Pozo. Dos de ellas contenían bombas que no habían estallado (vamos a llamarlas mochilas A y B), mientras que la tercera (a la que llamaremos mochila C) resultó ser una falsa alarma. Con respecto a esta última mochila, el juez Del Olmo dice textualmente: "a las 10 horas 57 minutos 27 segundos se procede por los. equipos T.E.D.A.X a cebar y hacer explosionar lo que consideran un artefacto explosivo, que no resulta tal, en el vagón inmediato posterior al vagón cabecera de tren". Es decir, los Tedax hicieron explotar conscientemente esas tres mochilas A, B y C, cebándolas con una pequeña cantidad de explosivos. No es que intentaran desactivar las mochilas y éstas estallaran accidentalmente en el proceso. Lo que hicieron fue destruirlas.

Sin embargo, desde el principio se ha estado intentando convencer a la opinión pública de que esas mochilas no habían sido destruidas a propósito. En los medios periodísticos se publicó que esas mochilas A y B habían estallado al intentar desactivarlas y eso mismo declaró por dos veces el jefe de los Tedax ante la Comisión 11-M, quien puso un enorme hincapié en que las mochilas habían estallado accidentalmente al intentar desactivarlas.

¿Por qué ese empeño por vendernos una versión absurda? Si fuera verdad que los Tedax hubieran intentado desactivar las tres mochilas encontradas por ellos, la mochila C (la de la falsa alarma) no habría llegado a estallar nunca, por la sencilla razón de que no contenía ningún explosivo.

¿Por qué destruyeron los Tedax esas mochilas? Una explicación es que prefirieran curarse en salud para evitar que nadie más fuera herido. Pero, si es así, ¿por qué mentir en la Comisión de investigación? ¿Por qué negar por dos veces ante los comisionados que lo que habían hecho en realidad era "cebar" las bombas y detonarlas? Pero, sobre todo, ¿por qué los señores comisionados se "olvidaron" de preguntar al jefe de los Tedax por esa tercera mochila (la mochila C)?

Preguntas al Ministerio del Interior:

1) ¿Quién hizo las fotografías dela mochila de Vallecas, dado que no fue nadie de la cadena ABC?

2) ¿Quién mandó a la cadena ABC esas fotografías y por qué motivo?

3) ¿Autorizó el juez Del Olmo la realización y la divulgación de esas fotografías?

4) ¿Por qué se hicieron explotar las tres mochilas encontradas en las estaciones, en lugar de tratar de desactivarlas?

5) ¿Por qué el jefe de los Tedax declaró en la Comisión 11-M que las mochilas detonaron accidentalmente al intentar desactivarlas, si el juez Del Olmo confirma que los Tedax utilizaron cebadores para hacerlas estallar?

La radicalización del PSOE como trampa para Rajoy.

La radicalización del PSOE como trampa para Rajoy.

El gabinete socialista viene desarrollando, para mantener la iniciativa política, una peligrosa estrategia de radicalización de la sociedad. Hasta el momento, Zapatero y su equipo han demostrado dominio de la propaganda y mediocridad en la gestión.

En este último punto, los socialistas gozan de la inercia y la capacidad de maniobra de la exitosa política económica del PP, pero sin resultados en la política de vivienda, sin ordenadores en los colegios -las dos promesas estrellas- y sin cumplir las expectativas del voto joven -aumento el paro juvenil y la precariedad-.

El gabinete viene desarrollando una política de gestos, que para unos pretende crear el caldo de cultivo suficiente para catalizar en el surgimiento de una extrema derecha (que compita electoralmente con el PP), y para otros simplemente trata de ocultar las contradicciones internas del partido socialista, que afectan al mismo modelo de Estado.

Esos gestos de radicalización se presentan como auténticas trampas hacia Mariano Rajoy, quien puede, sin embargo, encontrar en ellos un espacio abierto para retomar la iniciativa por superación, marcando no sólo sus propias convicciones, sino también redefiniendo nuevos objetivos en los frentes claves de política exterior, política social, modelo de Estado y economía.

El análisis del PP se aleja del que ha tomado carta de naturaleza en el mundo mediático. Para los populares, Zapatero va en serio, "se trata de un auténtico radical. Lo siente como tal. Lo que nos dicen en León es que desde joven ya era así. Todo eso de su abuelo el capitán Lozano le ha obsesionado con la Guerra Civil".

Fuentes de la dirección del PP constatan que "en los debates parlamentarios, y en diversos momentos políticos, Zapatero siempre ha terminado poniéndose al frente de la manifestación con los más radicales".

Desde luego, "el Gobierno quiere hacer guiños hacia sus coaligados: un partido independentista e Izquierda Unida". La coalición de gobierno no es de centro-izquierda, sino de extrema izquierda. El mantenimiento de cierta dosis de pragmatismo en el terreno económico se compaginaría con actitudes propias de cierta adolescencia gauchiste. Ningún presidente había adoptado actitudes que cuestionaran el consenso básico de la Transición.

"Es posible que Zapatero tenga un interés electoral por los votos radicales". Esta recuperación del guerracivilismo y la mentalidad de trinchera puede deberse, sin embargo, a la necesidad de trazar una línea para su propia parroquia, de forma que acepte pactos, en buena medida contra natura, con Esquerra Republicana, justificados bajo un aura antifranquista, situando al PP como el mal mayor.

Zapatero ha declarado que no habrá nunca más un acercamiento, como el que bajo el paraguas constitucionalista, se produjo hace cuatro años en las elecciones autonómicas vascas.

La tesis de que el PSOE quiere promover el surgimiento de un partido de ultraderecha es cuestionada o matizada dentro del PP. En Génova se tiene claro que "se viene buscando la división y la ruptura del PP. De ahí que sistemáticamente se señale a unos como más radicales.

Es una estrategia que pusieron en marcha tras las elecciones europeas, cuando se sorprendieron por la solidez del respaldo electoral".

Mariano Rajoy tiene, sin embargo, el reto de tomar la iniciativa. Ha adoptado una posición más firme y un estilo más directo, como cuando ha calificado de "orgía permanente" la política exterior o ha pedido a Zapatero que deje de decir "frases idiotas".

Además, ha comenzado a asumir compromisos como el de retomar el trasvase del Ebro cuando llegue al Gobierno. Uno de los activos del jefe de la oposición es capitalizar el recuerdo de la bonanza económica de los ochos años del PP y recuperar el discurso de la reducción de impuestos, reivindicación de las amplias clases medias.

El Pulso económico de Rajoy

Si el PP puede presumir de algo, es de haber dejado una estela en lo económico apreciada por la sociedad española. De hecho, la ortodoxia de Pedro Solbes como primer gestor de la economía española pretendía no variar en lo fundamental la buena salud económica, aunque lo ha conseguido a medias.

Afloran síntomas de ralentización y será en los próximos meses cuando los españoles girarán la cabeza para vez qué ideas tiene la oposición, sobre todo si la situación empeora como sería previsible si el barril de petróleo sigue subiendo.

Dios les cría y ellos se juntan.

Dios les cría y ellos se juntan.

¿Simple casualidad o es que la común fobia contra la civilización occidental cristiana les hace coincidir?

¿Casualidad que un dirigente local del PSOE de Gijón, el Sr. Huarte, prestase su ayuda, comprensión y amistad a Benismail Abdelkrim, detenido por pertenencia al GIA argelino y considerado lugarteniente de Allekema Lamari, uno de los jefes del comando que perpetró el 11-M? Y eso que aún no sabemos a qué se dedicaba la Asociación de Apoyo a Palestina, que preside el tal Huarte, pero vistas las amistades peligrosas del militante socialista, nos tememos que a nada bueno.

¿Casualidad también que Mouhannad Almallah, el integrista sirio implicado en los atentados del 11-M, eligiese el PSOE como partido español al que afiliarse?

Cierto que aparentemente el integrismo religioso del islamismo y el ateismo militante del marxismo parecen incompatibles. Afganistán resultó un buen ejemplo de ello.

Sin embargo su común odio hacía la Iglesia Católica, hacía los principios tradicionales de la cultura occidental, su interés en desmantelar los valores hispánicos, su fanática oposición a EE.UU., hace, que pensar en una coyuntural cooperación entre estas dos doctrinas, sea una hipótesis nada descabellada.

No podemos olvidar tampoco que el PSOE abandonó oficialmente muy tardíamente el marxismo para abrazar la social-democracia. Hubo que esperar a la transición, por ello no es tampoco de extrañar que entre sus filas aún se encuentren nostálgicos del marxismo, y sus dirigentes actuales, lo comprobamos a diario, aún no han sido capaces de superar esa triste herencia.

Desde luego no queremos insinuar una cooperación premeditada, pero al menos parece que una mutua simpatía flota en el ambiente, a la vista de las preferencias del Sr. Huarte y del terrorista Almallah.

Un dirigente del PSOE intercedió en la cárcel en favor de un radical islamista vinculado al 11-M

Un dirigente del PSOE intercedió en la cárcel en favor de un radical islamista vinculado al 11-M

Al argelino se le encontraron direcciones de etarras, con los que se relacionó en la prisión asturiana.

Fernando Huarte Santamaría, dirigente del PSOE de Gijón y presidente de la Asociación Nacional de Amigos del Pueblo Palestino Al-Fatah, medió para que el terrorista del Grupo Islámico Armado (GIA) Benesmail Abdelkrim pudiera salir en 2002 de la cárcel de Villabona para que un odontólogo privado de Gijón le practicara una endodoncia. Huarte se entrevistó posteriormente varias veces con Abdelkrim en la cárcel, según fuentes penitenciarias. Las citas ocurrieron entre marzo de 2002 y octubre de 2004.

Fernando Huarte, trabajador de Izar-Gijón, fue miembro de la comisión ejecutiva del PSOE de Gijón hasta enero de 2001. Desde entonces es miembro del comité municipal del PSOE y se encarga de la seguridad de los más importantes actos socialistas en la ciudad. El partido lo ha elegido para ser uno de los representantes del Ayuntamiento de Gijón en la asamblea general de Cajastur. Ha realizado viajes a distintos países de Oriente Medio. En 1981 conoció en Beirut a Yasser Arafat. Ayer LA NUEVA ESPAÑA habló con él en Brasil.

Benesmail Abdelkrim fue detenido en abril de 1997 en Valencia junto a otros nueve activistas del GIA, entre ellos Allekema Lamari, el emir (líder espiritual) del 11-M, uno de los organizadores del atentado. Abdelkrim se encuentra internado en la prisión de Villabona desde el 19 de julio de 2001. Está considerado como el lugarteniente de Lamari, quien se suicidó en el piso de Leganés. También está relacionado con presos de ETA, junto con algunos de los cuales celebró los atentados del 11-S en Estados Unidos, tras pedir prestado un televisor a presos etarras para no perderse el acontecimiento. Abdelkrim también celebró la masacre de Madrid y la muerte de agentes del CNI en Bagdad. Benesmail Abdelkrim mantenía correspondencia con presos de las prisiones de Topas (Salamanca) y A Lama (Orense), detenidos junto a él en 1997. Se llamaban a sí mismos «los siete hermanos». En A Lama se encontraba Allekema Lamari, quien tras su excarcelación por un error judicial se convirtió en el emir del 11-M.

Fue el propio Huarte quien se dio a conocer al terrorista del GIA, al que inicialmente le envió revistas escritas en árabe a la prisión. Luego, el preso -inscrito en el Fichero de Internos de Especial Seguimiento (FIES), destinado a internos considerados muy peligrosos- recurrió al dirigente socialista para que le buscara un dentista. Por aquella época no existía en las prisiones asistencia para tratamientos bucales más allá de los que presta la Seguridad Social, y lograr salir a un dentista exigía una tramitación engorrosa y bien avalada.

A tres meses del 11-S

En diciembre de 2001, tres meses después del ataque del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas de Nueva York, el presidente de la Asociación Nacional de Amigos del Pueblo Palestino inició los contactos con una clínica gijonesa, según recuerdan en la misma. El paciente no llegó hasta febrero de 2002. El odontólogo que lo atendió, cuyo nombre comienza por F., recuerda su corpulencia. Le asistió esposado en tres ocasiones. Una de ellas fue el 22 de febrero de 2002, fecha en la que el preso estuvo ausente de Villabona por dos horas. Apenas le quedaban dientes y quería conservar una pieza.

La factura fue considerable, dado que los días en los que hubo que atender al preso, la clínica tuvo que permanecer cerrada al resto de clientes durante gran parte de la jornada, por motivos de seguridad. El presidente de la Asociación de Apoyo a Palestina fue quien la pagó, como ya había anunciado al contratar el servicio, aunque la clínica tardó algún tiempo en cobrar. De la peculiar expedición del islamista a la clínica gijonesa tienen conocimiento otras personas del PSOE gijonés.

Días después del arreglo bucal, Fernando Huarte visitó en Villabona al terrorista argelino. Hubo más encuentros. El último tuvo lugar el pasado 9 de octubre, a las dos y cuarto de la tarde. Dos semanas después, Benesmail Abdelkrim fue sometido a un registro dentro de la prisión durante la «operación Nova», en la que la Policía arrestó a más de 35 personas por planear volar la Audiencia Nacional mediante un camión bomba conducido por un suicida. En la inspección de la celda se encontraron notas con apuntes sobre cómo fabricar explosivos y en su bolsillo, una nota con los nombres de los etarras Henry Parot y Harriet Iragi y su dirección en la cárcel de Córdoba. Abdelkrim, condenado a doce años de prisión por la Audiencia Nacional por formar parte del aparato logístico del GIA, tiene buena relación con presos etarras de Villabona, como Juan María Igarataundi Peñagaritano y José Luis Camarero López (de Jarrai), quien en una conversación grabada en la cárcel mostraba su admiración por el argelino porque le decía que los atentados debían de ser indiscriminados y sin aviso previo, para causar el mayor número de víctimas posibles. En la prisión también coincidió en 2001 con Antonio Toro y Rafá Zohuier, implicados en el 11-M.

Intervención fundamental

La intervención de Fernando Huarte fue fundamental para que Benesmail Abdelkrim pudiera salir de la cárcel a una consulta odontológica, al buscarle una clínica que le diera una cita y hacerse cargo de los honorarios. Los internos tienen derecho a la prestación de servicios médicos privados. El primer paso para la autorización de los mismos es disponer de una cita en una consulta. La petición es estudiada por los servicios médicos del centro y requiere la autorización de la Subdirección General de Sanidad de Instituciones Penitenciarias y del departamento de coordinación de seguridad de ese organismo.

Una vez que se autoriza, el procedimiento habitual, salvo que se trate de una urgencia, es que la Guardia Civil traslade al preso hasta la Comisaría de Policía de la ciudad de destino y de ahí va al centro sanitario. En el caso de los presos FIES, la prisión les cambia la cita médica, sin comunicárselo, para evitar que pueda organizar un plan de fuga ayudado por personas del exterior, además de reforzar la vigilancia en el traslado. Este protocolo puede llegar a cambiarse si las medidas de seguridad así lo requieren. Benesmail Abdelkrim no es el único terrorista que ha salido de Villabona para ir a un dentista particular. Presos de ETA también. Desde finales de 2003 ya no ha habido más salidas de este tipo al comenzar a prestar sus servicios en la propia prisión, con carácter privado, profesionales de una clínica odontológica de Llanera. Hasta ese momento sólo se prestaban en prisión los que ofrece la sanidad pública, entre los que no está una endodoncia.