El peligro gay.
Escribir sobre homosexualidad en España se ha convertido en una de las cosas más peligrosas del mundo. Los perseguidos por la Inquisición se han convertido ahora en el Santo Oficio Rosa del Siglo XXI y si algo les molesta, les contraría y ya no digamos si les critica te lapidan. Te cuelgan el sambenito de homófobo y con ello quedas arrojado a las tinieblas exteriores de la modernidad, el progreso y hasta de la intelectualidad.
La homosexualidad es una condición sexual. Hombres que gustan sexualmente de los hombres. El lesbianismo es mujeres que gustan sexualmente de mujeres. Es eso y nada más que eso. Durante siglos, y aún hoy en diversos países del mundo, han sido perseguidos por tal causa por regímenes y religiones. Hoy en los estados democráticos europeos tienen todos sus derechos garantizados. Incluso, en algunos, el matrimonio y la adopción. En cuanto a lo primero excepto por semántica, viene de madre, nada que objetar, sobre lo segundo puede plantearse alguna duda por el derecho de un tercero y esencial en discordia, el niño. Pero si es cuestión de amparo a un desamparado no seré yo quien la esgrima.
Pero habrá que insistir en algo que de obvio no parece quererse tener en cuenta, sobre todo por los interesados. La condición homosexual es una condición sexual. Nada más. No les hace ni más listos ni mas tontos, ni mejores ni peores , ni más artistas o mas brutos. Ni tienen el patrimonio de la sensibilidad masculina ni puede suponérseles que carezcan de ella . Un hombre heterosexual tendrá la suya, tan profunda, tan intensa y tan desarrollada dependiendo de su personalidad como un hombre homosexual. Depende de cada persona.
En suma, igualdad. Pero de verdad y sin trampa ni privilegio. Lo que no puede establecerse es lo que el colectivo parece querer establecer, que esa diferencia sexual acarrea otra cosas. Y no. No puede ni debe acarrear exclusión pero no puede pretenderse por ello superioridad alguna, ni prebenda y si a través de esa condición se pretende la influencia, el lobby o la presión oscura habrá que denunciarla como se denuncia cualquier otra de cualquier colectivo. Ser gay no da bula.
Pero lo parece y algunos de nuestros políticos, como la inefable Aido, o de mentes no muy preclaras, como la cantante Soraya “casi me da vergüenza ser heterosexual”, alientan esa percepción.
El Dia del Orgullo Gay es un buen ejemplo. Pudo tener un sentido como reivindicación. Lo puede tener como fiesta. Y es una fiesta divertida, masiva, participativa y alegre que Madrid ha asumido como propia. Pero hay algo que ha comenzado a chirriar y que puede empezar a causar severos problemas al propio colectivo. Porque puede empezar a llamarse con creciente razón Día del Exhibicionismo Gay. Le cuadra más y parece cada vez más adecuado para bastantes de los comportamientos. A veces de viscosa procacidad . En Chueca, en el escenario, palabras tabúes que un heterosexual no puede pronunciar so peligro de enfados y acusaciones de fascista cavernario, eran empleada hasta la saciedad. El grito de “¡Maricona!” retumbaba en los micrófonos y ha retumbado en las expresiones que se dirigían entre si. O sea, nos obligan a un vocabulario políticamente correcto que ellos, parte de ellos, seamos justos, resulta que exhiben como gran gala. Recuerdo aquí la “edificante” exposición de Jorge Javier Vázquez al respecto, tras una publica pasada y los epítetos que se dirigía con alguno del colectivo enfrentado a él. Este año alardeaba de ser un top entre los mas influyentes.
Y otra, su orgullo no significa pisotear los derechos de los demás. Y los vecinos de los barrios afectados, en torno a la plaza de Chueca, han demostrado documentalmente que el barrio queda convertido en un vertedero, que la falta de respeto a ellos, sus portales, inmuebles y formas de vida es una constante creciente de quienes suponen que esa condición homosexual les da ya no amparo sino impunidad y so pretexto de libertad y orgullo conculcar la de todos los demás.
Pero acabo por donde principié. Miedo da decirlo porque quienes ahora tienen la patente de la bulas y los sambenitos inquisitoriales son ellos. Algunos de ellos, seamos justos de nuevo.
13 comentarios
Pedro -
estudiante medicina -
Sigue siendo el 1% ó el 3% por mucho que ayude el Gobierno de turno.
Pablo -
breastsize -
Julia N. -
¿Por qué de los quince primeros emperadores romanos sólo Claudio era heterosexual?
Si la homosexualidad es algo natural o genético... ¿por qué de los 15 primeros emperadores romanos el feo Claudio fue el único completamente heterosexual? ¿No es demasiada casualidad genética? ¿O más bien el culto al placer y al sexo sin limite, propiciado por el poder, tiene algo que ver en esto?
Esto es lo que pensó y comentó la escritora Belynda Selmis, en su blog Sexual Authenticity . La idea le vino al leer Historia del declive y caída del Imperio Romano, de Edward Gibbon, que en una nota en su obra (finales del siglo XVIII) escribe: Claudio fue el único cuyos gustos en amores eran enteramente correctos.
El homosexualismo político suele hablar de un 10% de homosexuales, utilizando las muy desacreditadas cifras del entomólogo Kinsey. No tienen base real: todos los demás estudios hablan de un 1 a un 3% de población con experiencias homosexuales.
Sin embargo, el curriculum homosexual de Tiberio y de Calígula está bien documentado. Nerón se casó con eunucos en dos ocasiones. Trajano tenía amantes bien conocidos, y Adriano deificó a su amante Antínoo. De Augusto y de Julio César circularon historias acerca de escarceos amorosos con hombres extranjeros, pero incluso si las consideramos falsas, es un alto porcentaje de homosexuales y bisexuales.
No fue el resultado de ostracismo social durante su infancia, no fue su entorno uterino, la única hipótesis razonable es concluir que sus intereses homoeróticos fueron causados por razones culturales y ambientales, por la accesibilidad a jóvenes guapos interesados en un poco de prostitución política, por las ideas sobre la homosexualidad de la clase alta romana, por los privilegios del poder imperial... no por el ADN, dice la autora.
Si la homosexualidad puede fomentarse (ligándola a una imagen de prestigio imperial)... ¿cómo debemos entender los textos que se reparten en las escuelas españolas, canadienses y en EEUU invitando a los adolescentes a explorar su sexualidad y a salir del armario? ¿No va en una línea similar todas las campañas de las asociaciones del homosexualismo político en escuelas y colegios por normalizar la homosexualidad (es decir, proponerla y fomentarla)?
husar -
Los autores de una nueva macroencuesta en Canadá recuerdan datos de Escandinavia: la esperanza de vida de los homosexuales es 20 años menor.
Paul Cameron y Kirk Cameron han presentado en la Convención de la Asociación Psicológica Oriental (EPA, la asociación psicológica regional más antigua de EEUU, reunida en Filadelfia) los resultados de unas encuestas del año 2003 a 121.000 adultos canadienses. Sólo el 1,4% se consideraban homosexuales (en vez del 10% que el mundo gay repite desde el informe Kinsey hace ya muchas décadas, desmontado por infinidad de estudios posteriores).
Además, la población de mayor edad es menos homosexual: lo es un 2% de los 18 a 44 años, un 1% de los que tienen entre 50 y 60 años y sólo un 0,4 de los mayores de 60 años. ¿Qué pasa con los homosexuales a medida que crecen?
Muchos dejan la homosexualidad, o bien dejan simplemente de ser sexualmente activos. O también se mueren. "Recientes informes de Escandinavia indican que la esperanza de vida de los homosexuales es 20 años menos que la de los heterosexuales", comentó el doctor Paul Cameron.
La pregunta era sobre si "usted se considera homosexual (es decir, gay o lesbiana), heterosexual o bisexual".
El doctor Cameron señaló que "parece que últimamente el gobierno de Canadá ha intentado aumentar el porcentaje de homosexuales activos con estadísticas que sólo incluyen a los menores de 60 años".
También ha recordado otros datos: las encuestas a 12.000 adultos en 1996 que dieron un 1,3% de homosexuales hombres y un 1,1% de mujeres lesbianas, hechas a menores de 60 años con la pregunta "ha mantenido usted relaciones homosexuales en los últimos 12 meses". El gay de mayor edad de esa encuesta tenía 54 años, y la lesbiana tenía 49. "parece que la homosexualidad es una actividad de jóvenes... que puede contribuir a una muerte temprana", señala Cameron.
Paul Cameron y Kirk Cameron presentaban su trabajo "Federal Distortion Of The Homosexual Footprint." Paul Cameron, que revisa artículos en el British Medical Journal, el Canadian Medical Association Journal y el Postgraduate Medical Journal ha publicado 40 artículos científicos sobre homosexualidad.
En España, en septiembre de 2004, preparando el terreno para aprobar el matrimonio gay, la agencia EFE publicaba una nota en la que decía:
serán beneficiados directos de la medida [de considerar matrimonio legal a la unión de dos personas del mismo sexo] unos 4 millones de ciudadanos españoles, que son, según los estudios disponibles que maneja el Gobierno, gays o lesbianas.
¡Cuatro millones de homosexuales en España! Hasta el diario ABC repitió las cifras, ya que las daba EFE.
Y el rotativo pro-socialista EL PERIÓDICO DE CATALUNYA titulaba en portada ese mes de septiembre 2004:
"100.000 parejas gays se casarán con la nueva ley en los próximos 3 años".
En el interior exponía una tabla con cifras: en España había, según El PERIÓDICO, 3 millones de homosexuales, ¡un 7,5 por ciento de la población!
Manuel B. -
Alguien debería darle un toque a los entusiastas de la discriminación positiva, porque han perdido otra magnífica oportunidad de quedarse callados. ¿Cómo es eso de que hay que proteger a los niños y adolescentes gays de la discriminación y la violencia escolar en los institutos? La iniciativa supone dos premisas que se me antojan discutibles: primero, que los alumnos gays por ser gays merecerían más protección que los demás y segundo que las autoridades escolares deberían identificar a los estudiantes gays de sus centros para protegerlos mejor. Creo que estamos ante un despropósito enorme y espero que alguien reaccione y aporte sensatez dentro del PSOE en general y del gobierno socialista en particular.
Pienso que una sociedad justa, o que aspire a serlo, debería proteger siempre a los más débiles, sin consideraciones de raza, sexo o religión. Es obvio que existen grupos expuestos a más riegos que otros, como las mujeres, los niños, los ancianos y también los inmigrantes y los homosexuales, pero de ahí a cerrar los ojos a otros casos de agresión y discriminación, media un abismo. ¿Qué ocurre con los adolescentes que son discriminados y agredidos por su debilidad física, su imagen estética o sus buenas notas? ¿No son dignos de protección?
Por otro lado, se me antoja un disparate conminar a los alumnos a descubrir públicamente su condición de homosexuales, primero porque estaríamos ante un brutal atropello estatal de la intimidad individual y segundo porque la adolescencia es una edad en la que no todo el mundo ha definido su sexualidad. De hecho, considero que se trata de un asunto delicadísimo donde las opiniones de los especialistas son más necesarias que las de los políticos, ya que la sexualidad de muchos individuos homosexuales o heterosexuales se ha definido o distorsionado como consecuencia de abusos perpetrados durante la adolescencia. ¿O es que los violadores y pederastas homosexuales tienen menos delito que los heterosexuales? ¿Hay que proteger también al violador homosexual?
Todo lo que no parta del principio de la defensa del ser humano y preferentemente de los más débiles me parece una aberración. Por lo tanto, la iniciativa de promover una campaña para proteger en los institutos a los alumnos gays no sólo me parece poco solidaria, sino poco inteligente. Incluso he leído que alguna eminencia políticamente correcta vería con buenos ojos la creación de institutos públicos para estudiantes gays. ¿O sea que no es progresista que haya colegios femeninos y colegios masculinos, pero sí sería progresista un colegio gay?
Me da exactamente igual que se financie con dinero público la caravana del «Orgullo Gay» y me parece legítimo que haya alcaldes y concejales que sueñen con ser la «Estrella de la Ilusión» de dicha cabalgata, pero no estoy de acuerdo con que los adolescentes sean conminados a reconocer públicamente su condición de homosexuales para escenificar una protección solidaria o una tolerancia de diseño, que luego televisiones públicas progresistas como Canal Sur se encargan de contradecir un día sí y otro también, encasillando a los gays en el denigrante estereotipo del mariquita gracioso y marujón.
Si queremos erradicar la violencia y los acosos de la enseñanza pública, enseñémosles a los adolescentes a respetar a todos los seres humanos y a defender siempre a los más débiles. No es políticamente correcto, pero sería lo más justo.
kastor -
garcia -
dani -
Santiago M. -
Ramón P. -
Eliodoro I. -
Cientos de miles de personas abarrotaron el dia 5 el centro de Madrid en lo que se llama el día del Orgullo Gay. Treinta y una carrozas participaron en la marcha bajo el lema "Escuelas sin armarios", una reivindicación sobre la normalización de la homosexualidad en los colegios. La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, lamentó que el 50% de los adolescentes homosexuales sufran violencia en los centros.
Miles de pancartas en favor de la "diversidad afectivo-sexual" en la educación dentro de la marcha del Orgullo Gay. Desde la Puerta de Alcalá hasta la Plaza de España pasando por la Gran Vía, desfilaron agrupaciones de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales llegados de toda España para participar en una cabalgata que los organizadores aseguran es un "instrumento político para lograr normalizar la homosexualidad en la escuela". De hecho, varios de los grupos que han participado lo hacían cantando al ritmo de "no desfilamos, nos manifestamos".
Representantes del PSOE, IU y UPyD portaban una pancarta por "una escuela sin armarios". La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, asegura que "tenemos muchos motivos para tener orgullo; somos un país abierto que ha hecho una apuesta clara por la ampliación de derechos", y ha asegurado que todos los gays lesbianas,
transexuales, y bisexuales "tienen a su lado al Gobierno". La ministra también ha lamentado que el 50 por ciento de los adolescentes homosexuales sufran violencia en la escuela y en los centros educativos y ha asegurado que "todos tenemos que ayudar a que la escuela sea un espacio seguro para la diversidad, porque lo que se aprende de pequeños se queda para siempre".
"A Castilla le gusta la tortilla", "cura, imán o rabino, no estorbes mi camino", "estas son las familias de Aragón", "me gustan las peras, me gustan las manzanas, y en la cama me acuesto con quien me da la gana" son algunos de los lemas más cantados a lo largo de la marcha, protagonizada por juerguistas de poca ropa que lanzaban condones y caramelos.