70 AÑOS DEL ASESINATO DE CALVO SOTELO POR POLICIAS SOCIALISTAS Y MASONES
La noche del 12 al 13 de julio de 1936, un grupo de policías socialistas y masones irrumpió en la casa del diputado monárquico José Calvo Sotelo y, pese a su inmunidad, se lo llevó detenido. Unos minutos después, como si fuesen etarras, le pegaron dos tiros en la nuca. El 17 de julio el Ejército de África comenzó la rebelión contra el Gobierno del Frente Popular.
Entre los acontecimientos vinculados con la Segunda República y la guerra del 36 que Rodríguez se empeña en recordar y en colocar como pilares de su Gobierno progresista, faltan el secuestro y el asesinato del diputado monárquico José Calvo Sotelo por policías que se comportaron como un grupo terrorista a las órdenes del Gobierno del Frente Popular.
Después de varias amenazas a su vida pronunciadas en las Cortes por el presidente del Gobierno, Santiago Casares Quiroga, amigo y correligionario de Manuel Azaña, la diputada comunista La Pasionaria y el diputado socialista Ángel Galarza, a Calvo Sotelo le tocó ser el primero en sufrir la suerte de miles de españoles paseados.
A lo largo de 1936, el Frente Popular tomó las calles a tiro limpio; los falangistas y carlistas trataron de responder, de modo que varias ciudades españolas se convirtieron en campo de batalla. En estos tiroteos y atentados, el 12 de julio murió el teniente José del Castillo, de la Guardia de Asalto, que instruía en métodos paramilitares a las milicias socialistas y había participado en la Revolución de Octubre de 1934 (intento de golpe de estado del PSOE). Sus camaradas exigieron venganza al Gobierno y también se la tomaron por su mano.
COMO LA ETA
Entonces esa noche, en el cuartel de Pontejos, en la Puerta del Sol, se prepararon varios comandos terrorista formados por guardias de asalto y civiles, policías de paisano y milicianos socialistas y comunistas. Uno de ellos, lo dirigía el capitán de la Guardia Civil Fernando Condes, instructor de la de la escolta de Indalecio Prieto, llamada ‘La Motorizada’. Este comando fue primero a por José María Gil-Robles, quien salvó su vida por no estar en su casa, ya que temía un atentado. Entonces, los terroristas se dirigieron al domicilio de Calvo Sotelo, en la calle Velásquez, despacharon a la escolta y obligaron al diputado a subir a la camioneta con falsas excusas.
Con la furgoneta en movimiento, uno de los militantes del PSOE que constituía el comando terrorista, Luis Cuenca, le disparó dos balazos en la nuca, al estilo etarra.
Los terroristas abandonaron el cuerpo en el Cementerio de La Almudena. El Gobierno del Frente Popular censuró la información del asesinato: prohibió el uso de la palabra “asesinato” en los titulares. Otras medidas gubernamentales fueron la detención de falangistas y monárquicos y la obstrucción del sumario sobre el asesinato, que ‘desapareció’ en la guerra. “Prieto en persona escudó a los asesinos” (Stanley Payne, ‘El colapso de la República’, pág. 492).
LOS MASONES
Reproducimos una entrevista publicada por ‘El Imparcial’ el 24 de septiembre de 1978 al ex militar de artillería y masón socialista, Urbano Orad de la Torre, que fue responsable de haber aplastado a cañonazos a los militares y falangistas del Cuartel de la Montaña. Orad de la Torre afirma que en el asesinato de Calvo Sotelo intervinieron masones.
Página 1 http://www.minutodigital.com/noticias/calvo1.htm
Página 2 http://www.minutodigital.com/noticias/calvo2.htm
Página 3 http://www.minutodigital.com/noticias/calvo3.htm
Cuando se enteró del asesinato, Julián Zugazagoitia, director del diario ‘El Socialista’, dijo: “Este atentado es la guerra”.
Al entierro del líder monárquico, desarrollado el 14 de julio, asistieron unas 30.000 personas. A la vuelta del acto, la Guardia de Asalto mató a cinco personas e hirió a 30.
Tres días más tarde, el Ejército de África se sublevó contra un Gobierno de izquierdas que amparaba a los asesinos terroristas de un parlamentario de la oposición.
33 comentarios
iCarlos -
Anónimo -
historia -
A los 20 años se licenció en Derecho con matrícula de honor. A los 21 obtuvo el doctorado, con premio extraordinario. A los 22 ya era letrado del Ministerio de Gracia y Justicia. A los 23, abogado del Estado. A los 24 entró en política, de la mano de Antonio Maura, y a los 26 se convirtió en diputado por Orense. Con 32, y tras pasar por la Dirección General de la Administración, fue nombrado ministro de Hacienda.
juan manuel -
pepo -
1º ¿Fue legal la II república? yo sin estudios les contesxto que no lo fue porque de unas elecciones municipales no puede salir un cambio de la forma de estado de ninguna nación y menos habiéndolas perdido cono les pasó a todas las izquierdas e republicanos.
¿Nos pueden hablar se los asesinatos cometidos en la primavera de 1938 en Cataluña y eb el frente de Aragon por los socialistas y comunistas que estaban en el gobierno republicano entre ellos el señor Andreu Nin? He leido mucho sobre la Guerra civil española como para que profesores y políticos de rtres al cuarto intenten engañarme. por favor no revuelvan la Historia que seguro que se llenan ustedes mismo de mierda hasta la coronilla.
jater -
Estoy esperando a que el PSOE, y mi tocayo Pepiño Blanco especialmente, pida perdón a todos los españoles por haber quebrantado la legalidad republicana y haber creado las condiciones que hicieron posible la guerra civil. Sería una gran muestra de talante.
Jakim -
arto -
Tras las agresiones sufridas durante la campaña del Estatuto a manos de los nacionalistas, ahora son dirigentes socialistas y sindicalistas los que se dedican a reventar los actos del jefe de la oposición. Este martes, Mariano Rajoy tuvo que salir protegido por la Guardia Civil y la Policía Municipal en una visita a Benavente después de que un grupo de socialistas locales y militantes de UGT reventaran el acto con una protesta sobre las listas de espera. Por la tarde, en Ponferrada, se repitieron los incidentes. Pese a que Zapatero alardeó el sábado de haber acabado "con la televisión de partido", TVE no informó de la visita de Rajoy a la localidad zamorana en la primera edición de sus informativos.
Estos son y fueron los "modos" del PSOE de todas las epocas.
luneter -
La respuesta a la pregunta es muy sencilla , se contará SOLO desde un punto de vista ; y si ahora me van a decir que durante 40 años solo se ha contado la otra versión , les diría que tan fascistas son los de antes como los de ahora ( EL PSOE ).
Deberíamos ser un poquito más largos ; si desde la izquierda se está bombardeando día si , y día también , con el manido tema de la guerra civil , no es porque a ellos les importe tanto como parece ; sino porque lo que quieren es provocar una reacción de hastío y de incertidumbre que nos haga saltar para decir que fueron ellos los que perdieron ( y provocaron ) esa guerra , y así poder tacharnos de fascistas.
ELLOS , el PSOE , aunque pareció que renunciaron al Marxismo en el congreso de Suresnes , en el fondo siguen siendo fervientes hijos de la Pasionaria (esa angelical protoasesina, toooma memoria histórica ); y todas sus actuaciones , empezando por Felipe-Gal y acabando con Jose Luis 11-M , son del mismo cariz.
En ningún país europeo se podrían consentir las abominaciones antidemócratas que padecemos aqui día a día. Y no quiero empezar por el CAC , y demás ; me canso.
Pero es igual , la masa sigue adormecida ; y el que no lo está , siente un odio furibundo hacia el contrario , y por supuesto no se va a dejar convencer por razones que él considera espúreas. Aunque sean verdades como puños.
Al final , serán mis redaños o los suyos ; su voluntad de tiranizar o mi decisión de prevalecer y de resistir.
Y GANARÉ.
¿ Os imagináis a la policia inglesa o alemana ocultando pruebas de una masacre tipo 11M?.
Aquí , en esta tierra de ... éso se permite.
Si mañana yo hago lo mismo , ya tengo excusas.
Santiago G. J. -
Su padre, con buen criterio, utilizó sus conexiones para meter al hijo tonto en política y así poder dejar el despacho de león al más espabilado.
Por cierto, para ser hijo de una víctima de Franco, a papá Zetapé no le fue nada mal durante la dictadura; consta que tiene desde hace más de 40 años casa en Gijón y un despacho de abogados con un buen pasar en León. Tómese eso como prueba de lo relativamente clemente de la dictadura de Franco, pues en las de corte soviético o islámico es común en ensañamiento con la familia hasta grados colaterales bastante alejados.
Lo cierto es que la familia de Rodríguez reproduce el drama de muchas otras, que tuvieron víctimas en ambos bandos. Solamente su miserable desvergüenza le permite explotar (en los media prisaicos hasta la náusea) esa circunstancia, por cierto 21 años anterior a su nacimiento.
Yo me he hartado de ver fotos del abuelo masoncete de nuestro heroico Bean y todavía no he visto ninguna del azul, que ni existe para la prensa. Y hay muchas (en el mismo Colegio de Médicos de León tienen). Claro que es más conveniente explotar la faceta de "víctima" de una dictadura; peculiar víctima, porque su hijo fue a la universidad en los 50, cuando el 98% de españoles ni soñaba con eso, y su hipogonadal nietecito veraneaba en tiempos en que era un lujo. Así se le ha quedado el cuerpo, de trabajar.
Es significativo el contraste con, por ejemplo, los hijos de anticastristas o anti-Sadam, que difícilmente pueden no ya ir a la universidad sino alcanzar a la mayoría de edad. En general, en esas dictaduras que el progrerío valora con benevolencia, los opositores y su descendencia simplemente desaparecen o malviven en la miseria pagando culpas de sus mayores. Los 2.000 muertos-más-desaparecidos del megadenigrado Pinochet se los merendaba Sadam en una semana moderadita y el heroico Fidel en unas semanas de 1959 (ahora se los comen los tiburones mientras buscan una vida mejor en abierto desafío a los presupuestos de nuestro progrerío, encantado de ver tanto médico indigente por metro cuadrado).
Pero bueno, las apelaciones al abuelo del inquilino de Moncloa no brotan de se sectaria corteza cerebral sino que se inscriben en una campaña fríamente programada de resucitación de la guerra civil, que viene de lejos y que ya acompañó al resto de acciones (Nunca mais de los maises, Tampoco a la guerra) previas al bombazo astur-moro que llevó al nieto a la poltrona para sin perder tiempo restituir el país a los descendientes de Mahoma.
Rafael Torres es otro miembro de ese selecto club de desenterradores selectivos de muertos que, con furioso ruido mediático (nunca se oirá la palabra checa en TV, pero de las fosas de víctimas de Franco, muchas ya conocidas y convenientemiente reabiertas últimamente, nos hemos hartado de ver documentales e informaciones de telediario en prime time), dedican todo su tiempo a re-sembrar el odio aprovechando el oceánico desconocimiento que de la guerra y de la propia historia familiar tienen muchos españoles.
Lo curioso del fenómeno es que se nos apuntan a víctimas retrospectivas de la guerra/dictadura hijos de notorios franqustas o carlistones. Como ser de izquierdas consiste básicamente en apelar al sentimentalismo facilón sobre la razón y en excitarse por agravios reales o impostados, la cosa tiene su éxito.
Hace unas tres meses, durante un convite nupcial se me obsequió con una impagable muestra de airados vómitos de preadolescentes sobre algo que desconocen casi tanto como el funcionamiento de un reactor nuclear o un páncreas. Más de uno de esos niñitos (por probabilidad la mayoría) habrá tenido abuelos y bisabuelos (de éstos, además, cada cual tiene cuatro de cada sexo, aunque muchos lo ignoren) en el bando de los terribles fascistas. Si alguien se lo hiciera notar reaccionarían con furia irracional o se inventarían una excusa. En la prensa adicta a Rodríguez de estas cosas ni se habla.
Por decirlo sencillamente, se trata de una cuestión de símbolos, tan importantes en la mediacracia en que vivimos. Igual que la burguesía catalana tomó para canalizar su errático patriotismo de cartera a un auténtico patriota que casi fue EL CATALAN que estuvo en la cárcel durante el franquismo, lo mismo hace el PSOE eligiendo sus símbolos.
Por algo tuvieron a Rubial de presidente del partido hasta que cascó; fue uno de los pocos socialistas que sufrieron realmente en las cárceles de franco, y probablemente el que tuvo más larga condena, pues a la mayoría de encarcelados en 1939 se les fue liberando en los 40 y 50.
Por debajo de Rubial, como de Pujol, podían - teniendo el parapeto del figurón en la cúspide- medrar sin rubor hijos de coroneles franquistas, jefazos del SEU y hasta polis torturadores o jueces considerados extremistas ya en los 60. En el caso de CiU el contraste era brutal, pues Pujol era el único de origen no altoburgués en la cúpula, poblada por los hijos de los protegidos y enriquecidos por el dedazo del Caudillo.
Se trata aquí de convencer a la masa -cada día más ignorante al respecto- de que la guerra la hicieron los padres de los actuales PPeros, todos ellos indudablemente nazis de casta privilegiada. Y la contraparte, los chicos del PSOE, son descendientes de las víctimas asesinadas o preteridas por la feroz tiranía; en un mundo reblandecido moralmente por la corrección política y el buenismo/antiglobalización, un origen "limpio" es reconfortante para muchos. Lo vomitivo es que la mayoría de políticos del PSOE no tiene esa procedencia, o tiene UN pariente de ese lado; en tal caso, lo explotan sin la mínima vergüenza.
Tampoco olvidemos que ser fundamentalmente "bueno" y víctima (y sobre todo "rojo) es la coartada moral perfecta para cazar unas rentas a cargo del Erario, las cuales pemiten ser autoindulgente y considerar que tus pecadillos son pocos al lado de tus indudables merecimientos. Así, medio PSE.
Esto, señores, es la izquierda del siglo XXI. Esperemos que la del XXII sea un poco menos miserable o mejor, que no sea. Podemos confiar en Alá.
rosendo -
"Como nacía un nuevo sistema el 14 de abril, había que destruir todo aquello que recordase la monarquía. Por ejemplo, se cambiaron los nombres de las calles como Alfonso XIII o Reina Victoria, por nombres de los líderes de los sucesos de Jaca (Galán y García Hernández), o eran sustituidos por nombres como Pablo Iglesias, República, 14 de abril, etc., que empezaron a conocerse en toda España. Se llegó al extremo de derribarse estatuas de Isabel II y de Felipe III."
"En la capital catalana, el aspecto de las calles era el de la proliferación de banderas rojas o con la estrella solitaria separatista, y hasta las soviéticas con hoces y martillos. Se escuchaba el Els Segadors y La Internacional(...) Los separatistas entendían que ésta era la oportunidad para proclamar la República Independiente Catalana. (...) Al problema catalán, se le suma el Vasco. El día 15 de abril en San Sebastián, se reúnen los nacionalistas, quienes firman un pacto con la idea de hacerlo llegar al Gobierno en Madrid. En el se anuncia la proclamación de la República Vasca. Ese día, tras la firma de dicho pacto, en San Sebastián grupos separatistas salen a la calle a celebrar, cantando la Internacional Comunista."
Año 1936 "El día 21 las Cortes aprobaron un Proyecto de Decreto Ley de amnistía a los penados por delitos políticos y sociales, sobre todo los que participaron en las agitaciones del 6 de octubre. Al día siguiente son puestos en libertad todos los agitadores y asesinos que eran considerados presos políticos."
¿Estamos cometiendo los mismos errores? Sr. Zp haga política actual y deje a su abuelo tranquilo (abuelo que por cierto estuvo en una primera época bajo las órdenes de Franco, y que cayó en el bando contrario casi por casualidad....)
barcelona -
En el colegio vimos cifras de los muertos de ambos bandos. La pregunta de la profe fue ¿quien perdió? La respuesta era clara, España.
Nunca he tenido interés en la guerra civil (en ninguna en realidad) pero el ROJO ha conseguido despertarlo. Sin ánimo de ser exhaustivo me formulo la siguientes preguntas:
¿Tiene fecha zETAp para el inicio de la segunda guerra civil?
¿La iniciaría incluso sabiendo de antemano que la iba a perder otra vez?
¿Rumasa, Filesa, Gal, 11M, abolición de la constitución, destrucción del estado de derecho, alianza con ETA, persecución política, 18 muertos en afganistán, alianza con Hezbolá, no son suficientes motivos para ilegalizar al PSOE?
manu -
Mis padres por tener un taller - año 1.931- con mi tio, y mi madre barnizadora de estos. SE SALVARON GRACIAS A QUE VIVIERON BAJO TIERRA PARA NO SER ASESINADOS POR COMUNISTAS, ANARQUISTAS, SOCIALISTAS como el mal nacido ZP. "su pecado ser EMPRESARIOS, eran capitalistas" , ¿publicarán esta memoria los izquierdistas?.
Estos datos no són ficción, son parte de la MEMORIA DE ESTE PAÍS, donde seguimos con la desgracias de una izquierda representada por este Presidente por accidente.
esedele -
Todos tenemos algo que ciontar y algo que callar.
La guerra, lo único cierto es que la perdió ESPAÑA
Antoni Coll -
estudiante -
Creo que me conocerás. Yo sí te recuerdo mucho. Hoy soy vecino de Aranjuez, tengo 85 años. En el año 1.936 fui enterrador del cementerio de Paracuellos de Jarama. También estuve en la checa de la ESCUADRILLA DEL AMANECER, de la calle del Marqués de Cubas nº 17 de Madrid, donde presencié los más horribles martirios y crímenes.
También estuve en el Cuartel de la Guardia de Asalto de la calle Pontones, en la Puerta del Sol, donde tú, Santiago Carrillo, mandabas realizar toda clase de martirios y ejecuciones en las checas de tu mando. Yo soy Pionero, al que llamaban EL ESTUDIANTE, que llevaba la correspondencia a las diferentes checas a cambio de la comida que me dabas
¿Me conoces ahora, Santiago Carrillo? ¿Te acuerdas cuando tú, Santiago Carrillo, acompañado de la Miliciana SAGRARIO RAMÍREZ y de SANTIAGO ESCALONA y RAMIRO ROIG alias EL PANCHO, en la era de Fuencarral, Kilómetro 5, el día 24 de agosto de 1.936 a las 7 de la mañana, asesinasteis al Duque de Veragua y tú, Santiago Carrillo, mandaste que le quitaran el anillo de oro y piedras preciosas que llevaba? ¿Recuerdas que no se lo podías quitar y tú, Santiago Carrillo, ordenaste que le cortaran el dedo?
¿Te acuerdas, Santiago Carrillo, la noche que llegaste a la checa del Fomento, en el coche Ford, matrícula de Madrid 984, conducido por el comunista JUAN IZACU y los chequistas MANUEL DOMÍNGUEZ alias EL VALIENTE y el Guardia de Asalto JOSÉ BARTOLOMÉS y en el sótano mandaste quemar los pechos de la monja Sor Felisa del Convento de las Maravillas de la calle Bravo Murillo, y así lo hizo EL VALIENTE con un cigarro puro? Esto sucedió el 29 de agosto de 1.936 a las 3 de la madrugada
¿Me recuerdas ahora, Santiago Carrillo?
Con 24 años que tenías, ¡cuántos asesinatos cometiste ! ¡Cuánta sangre tienes derramada en España ! No quiero molestarte más, Santiago Carrillo, CRIMINAL.
Se despide de ti el enterrador de Paracuellos del Jarama, alias EL ESTUDIANTE, que presenció los martirios y asesinatos que tú, Santiago Carrillo, mandaste que se realizaran en España.
Pilar Gutierrez -
P. F. B. -
La izquierda pretende establecer una nueva fuente de legitimación ideológica, ya no bastan la lucha contra el franquismo ni el ingreso en la Unión Europea. Como hacen los nacionalistas, tienen que recurrir a una historia manipulada o inventada para presentarse como héroes y marcar como canallas, colonialistas, traidores o fascistas a los adversarios. El plan, absolutamente macabro y repugnante, consiste en desenterrar cuantos más cadáveres se encuentren de los años 30 y 40, excluyendo a los fascistas; exacerbar el odio contra los responsables de esa matanzas, que se calificarán de genocidio; y vincular a los genocidas del 36 con el PP, los católicos y cualquier derechista que se atreva a contradecir el discurso socialista.
Estos días estoy leyendo un libro-diálogo entre Felipe González y Juan Luis Cebrián titulado El futuro no es lo que era, que en 2001 fascinó a los progres, desorientados por la victoria con mayoría absoluta de Aznar. Me he encontrado con que ambos personajes ya hablaban hace cuatro años del error que fue en la Transición la abdicación a juzgar a los criminales del franquismo. Cebrián ponía en circulación el término memoria histórica y González afirmaba que el exterminio de republicanos e izquierdistas en la guerra y la posguerra era la limpieza étnica de entonces.
Como ya ha explicado Stanley Payne, la introducción de la guerra civil por el PSOE en el debate político ocurre en 1993, ante el miedo de los socialistas a perder el poder. Después de la derrota de 2000, añade el historiador norteamericano en la entrevista que le hice para Minuto Digital (www.minutodigital.com/noticias/payne.htm), la campaña se recrudeció con el objetivo de desprestigiar al PP, que reaccionó torpemente, o sencillamente no reaccionó. En su desconcierto, el PP aprobó en el Congreso una resolución en la que condenaba el golpe fascista del 18 de Julio, resolución que ahora la izquierda muestra para exigir medidas aberrantes y antijurídicas como la anulación de todos los juicios a partir de 1936 contra miembros del Frente Popular y la restauración de su buen nombre, cuando entre los condenados hubo mucha gente responsable de crímenes atroces.
Así que Rodríguez va a dedicar tiempo y dinero nuestros a tramitar el proyecto de Ley de Recuperación de la Memoria Histórica, a hozar en fosas y a difundir maldad. Total como en España los demás problemas son nimiedades: la guerra islámica; la quinta columna terrorista; la sequía; el desmembramiento de la nación; las exigencias marroquíes de aceptar la ocupación del Sáhara; el desabastecimiento energético; la educación; la inmigración y la natalidad; la fractura del Poder Judicial; la ETA; etcétera.
¿Qué podemos hacer para frenar esta catarata de odio? Pues responder. Tomemos como modelo los libros de Pío Moa, cuyo éxito les enoja porque revela que mucha gente resiste su lavado de cerebro. Frente a la Memoria falsa de Enric Marco y rencorosa de Rodríguez levantemos la Verdad.
Pascual Martinez -
La afición de las izquierdas por remover cadáveres y utilizarlos como armas arrojadizas tiene larga tradición. Desde finales del siglo XIX, cada vez que realizaban alguna acción violenta o atentado mortífero contra la vida y la convivencia de los demás, se las arreglaban para montar ingentes campañas de denuncia por la represión sufrida, en las que la mentira y la exageración han jugado siempre un papel clave. Durante la república, esa conducta fue el pan de cada día, pero después de la insurrección de octubre de 1934 adquirió un nivel realmente espectacular, y de unas consecuencias históricas decisivas que he examinado en El derrumbe de la II República.
Tal afición siniestra tiene su evidente racionalidad: es efectiva. Los relatos de muertes y torturas siempre conmueven y, si se insiste en ellas con suficiente terquedad y algarabía, hacen olvidar a la gente el origen y la realidad de los sucesos. La campaña sobre la represión de Asturias en 1934 permitió a las izquierdas, sublevadas contra un gobierno democrático y promotoras de la guerra civil, como consta en sus textos, pasar de acusadas a acusadoras, de la defensiva al ataque. Tuvo un enorme eco internacional, y dentro de España acabó de destruir el clima de convivencia nacional como no lo habían logrado todos los desmanes y las crisis anteriores. La campaña soldó una solidaridad izquierdista un tanto ficticia y plagada de quiebras internas, pero suficiente para permitir la victoria del Frente Popular en febrero de 1936. Una vez en el poder y alcanzados sus objetivos, los autores de la campaña evitaron cualquier debate parlamentario de los sucesos. No les interesaba una investigación que sólo podía poner de relieve la colosal impostura.
La experiencia debe servir de recordatorio para quienes prefieren la pasividad ante tales cosas, consolándose con el dicho de que la verdad termina abriéndose paso. No siempre sucede tal cosa, y a menudo cuando la verdad empieza a imponerse en la mente de la mayoría, es ya demasiado tarde para evitar el desastre.
Dentro de esa vieja tradición, andan ahora por ahí una serie de gentes dedicadas a desenterrar cadáveres de la guerra civil, agrupadas en la asociación Recuperar la memoria histórica, respaldada por partidos y políticos de la izquierda, y también de la derecha, y extraordinariamente jaleada en la prensa y demás medios de comunicación. Resulta natural que muchos deudos de los muertos quieran recuperar los restos, pero eso es sólo el pretexto, la coartada humanitaria explotada sin escrúpulos para impulsar un cínica campaña política dedicada a resucitar los rencores y a inculcar en los jóvenes una visión falsa y venenosa del pasado. Que lo hagan en nombre de la reconciliación, es el colmo del cinismo. Admito que estas cosas me indignan sobremanera, pues cuentos así influyeron en mi juventud para llevarme a actos supuestamente justicieros.
Para que estos agitadores de cadáveres tuvieran algo de reconciliadores, deberían decir algo parecido a esto: Vamos a desenterrar los restos de personas que cayeron en una contienda fratricida, en que ambos bandos cometieron atrocidades a causa de un clima de odios que no debemos permitir que se repita. Incluso, si tuvieran un plus de honestidad, conveniente aunque ya no exigible, podrían añadir: Aquel clima de odios fue creado deliberadamente por políticos y partidos mediante exageraciones e invenciones sobre la represión de un movimiento totalitario en octubre del 34, especialmente en Asturias. Esto ya no es exigible, repito, aunque completaría la verdad; pero lo primero, sí.
Sin embargo, nada está más lejos de la intención de esos individuos, y nada los desenmascara mejor que sus argumentos: Durante cuarenta años sólo fueron honrados los muertos de una de las partes, así que la justicia histórica exige que ahora honremos a los de la otra que, además, representaban la libertad y la democracia. Es decir, se trata de una revancha, por lo demás basada en afirmaciones falsas casi en cada palabra. Dentro del franquismo hubo intentos, si bien tibios, de reconciliación, jamás existentes, salvo retóricamente, en las izquierdas, que aún hoy siguen en las mismas. Por los años 60 ya casi nadie hablaba de los muertos, salvo algunas alusiones lejanas o formulistas. La guerra parecía superada en la muy mayoritaria mentalidad popular.
Pero ya antes de la transición comenzaron las izquierdas a remover los osarios con una turbia propaganda, y desde entonces acá no han parado un momento. En un interesante artículo en la revista Claves de razón práctica, Santos Juliá (¡quién lo diría!) desenmascara este tipo de manejos y señala cómo en los últimos veinticinco años, por lo menos, la bibliografía, los artículos, las intervenciones en los medios, etc, acerca del exilio, de la represión la efectuada por las derechas casi siempre, con olvido de la otra, etc, alcanzan un volumen enorme. Ahora se emprende una nueva campaña, y, para darle mayor efectividad, la justifican con el embuste de que antes no se había hecho nada al respecto. Llevamos veinticinco años empapados de estas cosas, pero a muchos les parece insuficiente. ¿Y la absoluta falsificación de que el Frente Popular representaba la democracia y la libertad? Fueron sus partidos, totalitarios los principales de ellos, los grandes destructores de la convivencia en la república.
Esas falsificaciones permiten a quienes se sienten herederos de aquella izquierda pasar de acusados a acusadores. Lo ideal es que nadie pretendiera hoy día erigirse en juez del pasado, pero ya que estos señores lo hacen, debieran ser advertidos, con toda la energía posible, de que si alguien debiera sentarse en el banquillo son ellos. El otro día, en un programa de la COPE en torno a la inaudita declaración del Parlamento navarro sobre la represión franquista, fue entrevistado uno de los promotores de aquella basura, que habló de reconciliación y la necesidad de recordar las fechorías de la derecha y de, al menos, parte de la Iglesia. La desfachatez del sujeto, un dirigente de Izquierda Unida, es decir, del Partido Comunista o ligado a él, un partido totalitario antes y ahora, y autor de innumerables matanzas allí donde tuvo algún poder, era asombrosa, y no menos asombroso que nadie le pusiera en su lugar recordándole a quiénes representaba.
La campaña de los muertos forma parte de un intento de revisar la transición para volver a algo parecido a aquella república demencial, vertebrada es un decir por una Constitución impuesta por aplastante rodillo y sin la menor concesión a los sentimientos e intereses de la mitad de los españoles, Constitución que terminó asaltada y arruinada por los mismos que la habían elaborado. El conocimiento de la historia debiera servir para algo, y por ahora eso no parece ocurrir.
¿Cómo es posible, por ejemplo, que la derecha acepte tales estafas en las Cortes o en el Parlamento navarro o el catalán? ¿Han perdido todo el sentido de la historia y de la realidad actual? Las izquierdas ejercen sobre el PP el mismo chantaje que sobre la CEDA en la república. Entonces acusaban sin tregua a la derecha de fascista, y ahora de franquista, y siempre, de reaccionaria. Palabras vacuas pero que asustan a muchos espíritus timoratos o acomodaticios. Cambó hacía una buena descripción de Romanones: Tenía más valor del que se le supone. Lo perdía totalmente, sin embargo, cuando lo tildaban de reaccionario. Entonces no podía resistir. Con tal de evitar ese dicterio, se convertía en un cobarde y cometía toda suerte de claudicaciones. Lo mismo puede decirse de Alcalá-Zamora, a quien la vanidad de parecer progresista le convirtió en uno de los principales responsables de la guerra.
Muchos en las derechas esperan evitar el látigo de las izquierdas cediéndoles posiciones intelectuales y el juicio del pasado, y por no parecer franquistas llegan hasta a cagarse en las tumbas de sus propios padres. De nada les valdrá. Cuanto más claudiquen más silbará el látigo en torno a ellos. También en explotar esas flaquezas tienen las izquierdas larga tradición y experiencia.
Sancho Fernandez -
Victor G. J. -
Hoy nos hemos enterado que el alcalde socialista de Segovia, Pedro Arahuetes, y el subdelegado del Gobierno -socialista- en Segovia, Juan Luis Gordo, abandonaron un acto cuando el general Alfredo Pardo de Santayana, ex jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME), al parecer brindó por el Rey, como garante de la unidad de España, frente a una posible ruptura territorial. Esto de la "unidad de España" definitivamente no es cosa de la izquierda. Sencillamente les molesta. Tienen un complejo con este asunto que no han logrado superar.
¿Se dan cuenta por el camino que van las cosas?
Melchor -
De la responsabilidad de Carrillo en Paracuellos no tiene duda ni siquiera Ian Gibson, asíduo de los medios PRISA.
La vaguería de los ultras -de izquierda y de derecha, aunque más de los primeros-, les lleva a no ilustrarse acerca de aquello que el Partido, el Aparato, el Estado, el Comité o el Sindicato les cuentan. Son verdades que pasan por inmutables.
El lector desprevenido de las declaraciones del Genocida sacaría, creo yo, las siguientes conclusiones:
1º Que la matanza de Paracuellos fue única. Lo cierto es que las matanzas fueron varias, comenzando por el día 6 de noviembre, y terminando en diciembre.
2º Que en Paracuellos sólo se ejecutó a militares. Falso de nuevo. Se ejecutó a algunos militares, de ellos, la mayoría no habían tomado parte en operación alguna y símplemente habían sido detenidos por su condición de militar. Pero en su mayoría se ejecutó a profesionales liberales, jueces, fiscales, abogados, abogados del Estado, Arquitectos, Ingenieros, Sacerdotes, Frailes, Monjas, Farmacéuticos, Químicos, e incluso a campesinos. Con independencia de que ello esté bien documentado, un simple paseo por el cementerio revela tales circunstancias.
Entre los sacados en la madrugada del día 7 de noviembre, cuando ya el Genocida está en sus "responsabilidades", encontramos muchos casos de padres e hijos y de hermanos, sacrificados juntos. El farmacéutico Luis Madariaga Moras y sus hijos Ángel y Luis Madariaga Cenedese, Abogados; los cuatro hermanos Antonio, Carlos, Emilio y José M.ª Paramés de Casa Buylla, de ellos dos Abogados, un Arquitecto y un Ingeniero; Gregorio Sáenz de Heredia y sus hijos José y Joaquín, estudiantes, de 21 y 20 años; el militar Francisco Serrano Alguacil y sus hijos Manuel y Alfonso Serrano y García-Ibáñez, también militares; él militar Enrique Sicluna Burgos y sus hijos Luis y Enrique, estudiantes de 23 y 16 años; el Abogado Mariano Soria Monje y sus tres hijos, Rufino, Mariano y Luis, de 24, 22 y 19 años; los hermanos Enrique e Ignacio Triana Arroyo, hermanos del antes nombrado Monchín, jugador del Real Madrid; y los hermanos Florencio y José Luis Vadillo Alcalde, estudiantes de 21 y 17 años.
En la misma expedición salieron también los Abogados Jesús Cánovas del Castillo, Agustín Minguijón (hijo del Catedrático aragonés de Historia del Derecho), Manuel Sarrión (del bufete de José Antonio), el ex Ministro de Trabajo de la República Federico Salmón, el estudiante de 16 años Manuel Ruiz Gómez y Ricardo de la Cierva Codorniú, padre del actual historiador.
Y los Tenientes Generales, José Rodríguez Casademunt y Jorge Fernández-Heredia Adalid (éste al parecer amarrado al Coronel de E. M. Francisco Zamarra Agustina); el Almirante Juan Magaz Fernández de Henestrosa, el General de Marina Esteban Martínez Cabañas, el Intendente Pedro Pombo y Romero Robledo; los Coroneles, de Artillería, Alfonso Cano Orozco; de Caballería, Victoriano Moreno Pérez-Brito; de Infantería, José Salcedo Cárdenas, y de E. M. Nicolás Prat Court, e infinidad de Jefes, Oficiales, clases e individuos de los cuerpos armados, como el Capitán aviador Juan Ponde de León, más seis padres Dominicos, cinco Agustinos, tres Escolapios, tres sacerdotes seculares, dos franciscanos, dos Paúles, un Canónigo de Alcalá de Henares y un miembro por cada una de las Ordenes de Redentoristas, Oblatos, Jerónimos, Pasionistas, Corazón de María y Hermanos Maristas.
En el mismo día 7 salió de la cárcel de San Antón otra enorme expedición, en la que figuraban numerosos militares, marinos y estudiantes: el Capitán de Navío Gabriel Ferrer Otero; Coroneles de Infantería Sinforiano Gómez Hernández y de Caballería José Góngora Rodríguez, el Capellán castrense Rogelio López Arribas y los Capitanes aviadores José Lorente Cancio y Guillermo Romero Hume, y otro militar, Carlos Hernández Herrera, con dos hijos estudiantes.
En los siguientes días, 25, 26, 28 y 29 hay nuevas sacas masivas de Porlier, en las que se incluye, casi al completo a una conocida familia madrileña, la del Notario, Alejandro Arizcun Moreno, 56 años, con sus cuatro hijos: Ramón, 28 años, Ingeniero; Francisco, 26, Abogado; Luis, 24, Médico, y Carlos, 17, estudiante.
En San Antón una gran saca el día 27, en la que fue el fotógrafo de prensa José Calvache, y otra mayor el día 28, la más conocida de esta prisión, por su número y por comprenderse en ella a D. Pedro Muñoz Seca, amarrado al P. Guillermo Llop, Prior de los Hermanos de San Juan de Dios de Ciempozuelos, quien se despidió de sus religiosos con un simple: -Hasta el Cielo.
La orden que autorizaba esta saca decía: D.G. de Seguridad. -Sírvase poner en libertad a los presos que se mencionan en la hoja adjunta y hoja 2.ª- Madrid, 27 de noviembre de 1936. El Delegado de Orden Publicó: firmado- Serrano Poncela, y comprendía un total de 110 nombres, entre ellos, además de Muñoz Seca y el Padre Llop, al Provincial de los Agustinos de Castilla, Avelino Rodríguez, con doce religiosos de su Orden, de quien se sabe que ya al borde de las fosas de Paracuellos absolvió y abrazó a sus compañeros de martirio. Y catorce Hermanos de San Juan de Dios: el Padre Juan Jesús Adrados, Maestro de Novicios, y otro Padre más con cinco Hermanos de la Comunidad, entre ellos el Hermano Clemente Díaz, de 75 años, cuatro novicios, dos postulantes y un donado. Y el artista-pintor José M.ª Angoloti, de 69 años, y los hermanos Diego y Manuel MacCrohon Jarava, de 23 y 24 años.
3º Que se ejecutó a 2000 personas. Los últimos estudios revelan que la cifra de asesinados podría estar entre 5.000 y 8.500 personas. Visto lo visto, habría que pedir a los manipuladores de la Memoria histórica, que procedan a exhumar los cadáveres para contarlos.
4º Que esos 2.000 asesinados procedían de los sublevados del Cuartel de la Montaña. Nueva falsedad del genocida. Lo bueno de mentir tanto es que al final las mentiras pasan por verdades, éso bien lo saben los comunistas. Pero lo malo, es que cuando tanto se miente, más fácil se coge a los mentirosos, incapaces de manejar coherentemente tanta mentira. EN EL CUARTEL DE LA MONTAÑA la cifra de prisioneros fue exigua, no ya por lo que comenta el artículo, sino porque HABÍA ORDEN DE NO HACER PRISIONEROS. Basta con leer declaraciones de Enrique Castro Delgado, comandante del 5º Regimiento asaltante (MILICIA POPULAR Diario del 5º Regimiento de Milicias Populares, Año I Nº4, 30 de junio de 1.936):
Matar... Matar... seguir matando hasta que el cansancio impida matar más... Después... Después construir el socialismo.
...alguien comenzó a cantar el Cara al Sol. Luego todos. Luego un disparo... luego muchos disparos mezclados con voces de valor y orgullo, de mística y de miedo.
5º La mejor de las conclusiones que pueden sacarse de las declaraciones del Genocida, es que además de genocida es un cobarde pues todo fue culpa de sus subordinados ("Si alguna responsabilidad tuve yo de aquello fue la de no tener capacidad para controlar y castigar a los responsables..."). Que si por él hubiera sido no se habrían producido tales matanzas (fue una desgracia tremenda...). Y por último, la conclusión más importante: que a pesar de todo la matanza de profesionales, militares, niños, curas y monjas, fue necesaria pues "fue una desgracia tremenda, pero hubiera sido mucho peor que se hubieran unido al Ejército que estaba atacando a Madrid".
Fuera caretas Carrillo. No son ya necesarias, porque la magnanimidad de la derecha histórica española ha sido digna de elogio. Tanto que permitió que genocidas como tú, asesinas como Pasionaria, delatores como Alberti y demás gentuza abyecta pudiérais sentaros en los bancos de parlamentarios en la transición.
Sin duda hay explicación para la longevidad y el ateismo de Carrillo: no puede afrontar la existencia de un más allá en el que sin duda pasaría la eternidad tratando de convencer de sus mentiras a todos cuantos ordenó ejecutar vilmente en los meses de noviembre y diciembre de 1936.
El Genocida Carrillo nada cuenta acerca de cómo terminaron las sacas y los asesinatos a Sangre fría.
Y aquí entra MELCHOR RODRÍGUEZ, miembro de la FAI, y hombre que me inspiró a entrar en estos foros porque a mi juicio es figura histórica que, nada atendida por nuestros actuales cineastas pesebreros, mejor habría servido a la reconciliación. Su nombre me sirve de nick.
Melchor Rodríguez durante unos disturbios, después de que el Ejército de franquista bombardease el campo de aviación de Alcalá de Henares. Una concentración de protesta, en la que participaban milicianos armados, llegó a una prisión, entrando los cabecillas hasta el despacho del director, donde exigieron la apertura de celdas para disponer de varios presos derechistas. Rodríguez acudió a la prisión y se enfrentó a los amotinados, dando incluso la orden de proporcionar armas a los reclusos si los asaltantes persistían en sacarlos. Así consiguió salvar a los internos, entre los que se encontraban el general Valentín Gallarza, el futbolista Ricardo Zamora, Serrano Súñer -que luego formaría parte de los gobiernos de Franco-, el falangista Rafael Sánchez Mazas, y Fernández Cuesta.
Melchor Rodríguez, nada sospechoso de fascismo, pero tan enemigo de los comunistas como el mismísimo Franco, denunció en la prensa madrileña de la época al diabólico genocida y sus secuaces, tomó el mando de las cárceles de Madrid, y desde entonces, jamás se volvieron a dar casos semejantes de genocidios como los que protagonizó este chupóptero de las arcas públicas, supuesto defensor de los trabajadores, pero nunca trabajador. Supuesto defensor de las libertades, pero amigo íntimo de Stalin, y cuando éste falleció, del carnicero rumano Caucescu.
Sus habilidades son símbolo de las de los comunistas de la época: vivir sin pegar palo; provocar una guerra en cuyos combates existen serias dudas de que interviniera. Ordenar asesinatos que carga sobre las espaldas de otros. Y sobre todo, huir. Siempre huír; de la guerra, de los frentes, de la verdad, de la responsabilidad, del arrepentimiento (y con ello de todo posible perdón)
Huír. Siempre huír. Eso sí, no sin antes reventar las cámaras del Banco de España.
frede -
Entrevista a Santiago Carrillo publicada por el diario El País el 9 de enero de 2005.
Carrillo confiesa su responsabilidad cuando dice: "La 'ú-ni-ca' decisión que yo tomé -ejercía la Consejería de Orden Público tras la salida de la capital a Valencia del Gobierno de la República- fue respecto a aquellos dos mil militares que estaban en la cárcel de Madrid porque se habían sublevado en el Cuartel de la Montaña y era la de trasladarlos a Valencia... Puse aquella misión en manos de mis colaboradores de la seguridad del traslado... y la gente que ya había sufrido los ataques fascistas se lanzo a por ellos y la guardia que iba custodiándolos no los defendió. Si alguna responsabilidad tuve yo de aquello fue la de no tener capacidad para controlar y castigar a los responsables..., fue una desgracia tremenda, pero hubiera sido mucho peor que se hubieran unido al Ejército que estaba atacando a Madrid... Yo he soportado esta calumnia de Paracuellos, que tendré que soportar en esta vida".
Nótese cómo Santiago Carrillo se refugia en la masacre de los 2.000 militares del Ejército español asesinados para ocultar los otros seis mil asesinados. Miente Carrillo cuando dice que eran esos dos mil presos y los sublevados en el Cuartel de la Montaña, ya que los efectivos militares de aquel episodio no llegaban ni como mucho a esa cifra, porque las unidades militares, por los permisos veraniegos, estaban muy reducidas.
Miente Carrillo cuando dice que eran esos dos mil presos y los sublevados en el Cuartel de la Montaña, ya que los efectivos militares de aquel episodio no llegaban ni como mucho a esa cifra, porque las unidades militares, por los permisos veraniegos, estaban muy reducidas. Y al Cuartel de la Montaña se incorporaron muchos falangistas, requetés y otros civiles. Pero las cifras de muertos del Cuartel dejan muy escaso número para los supervivientes. Las cifras son éstas. Los muertos del día 20 de julio fueron 316, de los cuales, 116 eran jefes y oficiales -38 cayeron en el cuarto de banderas- más 200 civiles, falangistas y requetés, lo que da un total de 516. Los dos mil de los que habla Carrillo no eran los supervivientes del Cuartel de la Montaña -número escaso- sino la mayoría civiles, de profesiones liberales, estudiantes, sacerdotes, y religiosos, que acabaron asesinados en Paracuellos, y no por las turbas exaltadas que dice Carrillo, sino por esos guardias que los custodiaban y que eran las milicias de retaguardia a las órdenes de Carrillo.
Porque Paracuellos era el destino de aquellas víctimas y no Valencia, como dice falsamente. Ahí están los oficios de aquel trágico traslado firmados por su ayudante Segundo Serrano Poncela y el destino falso que se simulaba era Chinchilla (localidad de la provincia de Albacete donde se situaba un antiguo establecimiento penal).
La decisión de eliminar a los presos que había en las cárceles era consecuencia también de las presiones de los soviéticos, ya presentes en Madrid: Mijail Kolsov, enviado especial del periódico «Pravda», en su libro «Historia de la Guerra de España», escribió que, ante el avance de las tropas nacionales, «había que eliminar a esos ocho mil presos fascistas».
Este trabajo ya lo había comenzado a dirigir la diputada comunista Margarita Nelken, pues contaba con el beneplácito del director general de Seguridad Manuel Muñoz, y el ministro de la Gobernación, el socialista y siniestro Ángel Galarza antes de abandonar Madrid el gobierno rumbo a Valencia el día 6 de noviembre de 1936. Al día siguiente, 7 de noviembre, Carrillo se hace cargo de la Consejería de Orden Público de la Junta de Defensa y son las milicias de retaguardia, a las órdenes de Carrillo, las que van a intervenir directamente en los fusilamientos de Paracuellos.
Miente Carrillo una vez más cuando le dice a Maria Antonia Iglesias: «Es verdad que yo no pude defender a aquella gente con eficacia y llevarla a Valencia con seguridad», porque lo de llevarlos a Valencia era una fórmula que falseaba su destino verdadero, que no era otro que el de las fosas de Paracuellos. A los familiares de los presos se les decía que iban camino del penal de Chinchilla. Fue la primera gran operación de genocidio, de dimensiones desconocidas hasta entonces, encomendada a aquel aparato exterminador de las milicias de Retaguardia bajo el mando de Carrillo.
simth -
La vida sociopolítica es bastante más compleja que un simple juego pero conviene tomársela también con un mínimo de fair play. Hace 70 años hubo una guerra desatada por el sectarismo gobernante del Frente Popular, que desde sus aledaños terminó liquidando a José Calvo Sotelo, en una primavera trágica que se había llevado por delante la vida de no menos de 400 personas. Como se sabe, ganaron los contrarrevolucionarios a los revolucionarios y aquí se vivió una larga dictadura en la que, tras una primera etapa de bastante dureza, se intentó mirar hacia adelante. Cuando llegó la democracia, Suárez, Calvo Sotelo (el sobrino del otro), Felipe y Aznar se dedicaron, los unos a gobernar y los otros a robar. Pero una cosa estaba clara: la guerra civil era un asunto archivado. Por el bien de todos.
El 11 de marzo del 2004 un atentado múltiple organizado desde las propias estructuras del Poder, sin que todavía nadie haya terminado por dar la clave de por qué no hay más que policías y confidentes implicados en toda esa trama, encaramaba al Poder a un personaje sin fair play. El hombre no ha superado todavía el conflicto del 36 y sigue en sus trece: ganar la guerra que, para él, todavía no ha terminado. De ahí que la lectura de algunas noticias nos haga que pensar qué hubiera sido de España si hubieran ganado ellos...
Actualización relacionada con el tema: ¡¡cómo miente Zapatero!! Dice el ínclito jacobino, el déspota ilustrado que aspira a presidir la III República, que ha puesto "punto y final a la televisión derroche" y de "propaganda política". Clarao, claro, por eso, como señalaba eleanlace de arriba, Infamia Semanal tiene programado un serial sobre la Guerra Civil pasado por la turmix de los sectarios Paul Preston, Santos Juliá, Julio Aróstegui y Antony Beevor. ¡¡Y eso que no hacen propaganda, eh...!
marcelo -
Las nuevas generaciones no pueden tener esa memoria más que gracias al estudio, o bien por transmisión o transferencia de la ajena.
Lo malo es que esa transferencia vaya acompañada de rencores y diversos traumatismos personales.
La prueba es ZP, "un joven" que sólo mira hacia atrás y que no sabe buscar la superación de errores (propios y ajenos), sino su perpetuación (ahora me toca a mí, piensa), a base de intentar reescribir la Historia. Cuando se mira tanto hacia atrás, es porque no se cree en lo que está por delante.
palido -
Mucho pacharán.
grato -
Policronio -
A lo largo de todo su mandato, a Aznar le caracterizaron el sentido democrático y el respeto a la legalidad vigente, cualidades que, por más que intentemos buscarlas, no es posible hallarlas en los gobiernos del Frente Popular y mucho menos en Santiago Casares Quiroga, que en calidad de presidente del Gobierno republicano amenazó de muerte al jefe de la Oposición: José Calvo Sotelo, un gran político que días más tarde fue secuestrado de su domicilio, asesinado y arrojado su cadáver en un cementerio de Madrid.
De todo ello da cuenta la Causa General, un informe que se comenzó a elaborar a partir de un decreto de 26 de abril de 1940 y que se siguió para depurar las responsabilidades delictivas cometidas en el transcurso de la guerra civil española: Se trata de un inmenso documento que se encuentra en la actualidad en el Archivo Histórico Nacional, en donde -previos los oportunos permisos- puede ser consultado por los investigadores. Uno de los anexos de la Causa General se refiere al asesinato de Calvo Sotelo. He aquí algunos extractos:
La izquierda intentó ilegalizar la candidatura de Calvo Sotelo
DON JOSÉ CALVO SOTELO ha presentado por tercera vez, durante la República, su candidatura por Orense. Como las dos veces anteriores, ha triunfado plenamente, y en esta ocasión, enfrente de tres candidaturas. No obstante su triunfo clamoroso, con 250.000 votos indiscutidos, reconocidos como legales por sus enemigos, de ellos 186.000 en Madrid, se ve expuesto a no ser proclamado Diputado, porque el Frente Popular, dominando en la Comisión de Actas y Calidades, propone la anulación de su acta.
Finalmente se le proclamó diputado y se aprovechó el acto para marcarle como enemigo
Tan patente es el atropello, que el Sr. Ansó -que después habría de ser, en 1937, Ministro de Justicia del Frente Popular-, en nombre de la Comisión de Actas, según consta en la página 42 del "Extracto Oficial del Congreso de los Diputados", sesión celebrada el jueves 2 de abril de 1936, hizo uso de la palabra para hacer constar que la referida Comisión modificaba su criterio y proponía la proclamación del SR. CALVO SOTELO como Diputado a Cortes, reconociendo «los sacrificios» que habían tenido que hacer para llegar a este cambio de opinión, y que lo habían realizado «para que uno de los enemigos más encarnizados del régimen, de los Gobiernos republicanos y del Parlamento, no pueda salir con justicia a la calle a decir que nos hemos entregado a una persecución sañuda e injusta», y más adelante añade: Y voy a repetir palabras que antes pronuncié, para que no pueda decir el enemigo más caracterizado del régimen que le hemos tratado con una medida de rigor y de injusticia.
"Ya queda señalado el SR. CALVO SOTELO, en forma harto gravísima, en un régimen en el que la vida del ciudadano no tiene garantía alguna. Debiéndose además tener en cuenta el antecedente de que en la sesión celebrada el 25 de enero de 1935, el SR. CALVO SOTELO, según consta en el número 146, página 5.763 del tomo correspondiente del "Diario de Sesiones", atacó a la masonería, diciendo estas palabras: "Y lo digo con toda claridad y sin ningún género de veladuras, porque uno de los problemas fundamentales que tenemos planteado en España es éste de la infiltración tentacular de la masonería en todos los órganos del Estado, incluso en el de los militares...".
Calvo Sotelo es amenazado en el Parlamento por Casares Quiroga
Toda la viril campaña de CALVO SOTELO, llena de fervor patriótico, queda reflejada en el "Extracto Oficial de las Sesiones de Cortes" del Frente Popular; y llega a un punto tal de acierto esta campaña, con tan hondas repercusiones en la opinión pública, que el entonces Jefe del Gobierno y Ministro de la Guerra, Santiago Casares Quiroga, amenaza al tribuno en plena sesión de Cortes, el día 16 de junio de 1936, respondiéndole el SR. CALVO SOTELO, después de aludir a los miles de milicianos marxistas que, al pasar ante los cuarteles, hacían el saludo comunista gritando « ¡Viva el Ejército rojo! : "Yo tengo, señor Casares Quiroga, anchas espaldas. Su señoría es hombre fácil y pronto para el gesto de reto y para las palabras de amenaza; le he oído tres o cuatro discursos en mi vida; los tres o cuatro desde ese Banco Azul, y en todos ha habido siempre la nota amenazadora. Bien, señor Casares Quiroga. Me doy por notificado de la amenaza de su señoría. Me ha convertido su señoría en sujeto, no sólo activo, sino pasivo, de las responsabilidades que puedan nacer de no sé qué hechos. Bien, señor Casares Quiroga. Le repito: mis espaldas son anchas; acepto con gusto y no desdeño ninguna de las responsabilidades que se puedan derivar de actos que yo realice, y las responsabilidades ajenas, si son para bien de mi Patria y para gloria de España, los acepto también. ¡Pues no faltaba más! Yo digo lo que Santo Domingo de Silos contestó a un rey castellano: "Señor, la vida podréis quitarme, Pero más no podréis", y es preferible morir con gloria a vivir con vilipendio. Pero, a mi vez, invito al señor Casares Quiroga a que mida sus responsabilidades estrechamente, si no ante Dios, puesto que es laico, ante su conciencia, pues que es hombre de honor, estrechamente, día a día, hora a hora, por lo que hace, por lo que dice, por lo que calla; piense que en sus manos están los destinos de España, y yo pido a Dios que no sean trágicos. Mida su señoría sus responsabilidades; repase la historia de los veinticinco últimos años y verá el resplandor doloroso y sangriento que acompaña a dos figuras que han tenido participación primerísima en la tragedia de dos pueblos: Rusia y Hungría, que fueron Kerensky y Karoly. Kerensky fue la inconsciencia; Karoly, la traición a toda una civilización milenaria. Su señoría no será Kerensky porque no es inconsciente; tiene plena conciencia de lo que dice, de lo que calla y de lo que piensa. ¡Quiera Dios que su señoría no pueda equipararse jamás a Karoly!"("Diario de Sesiones", número 45, del 16 de junio de 1936, páginas 1.380 y siguientes).
También en privado surgen amenazas hacia el político derechista
Esta amenaza pública de Casares Quiroga se ve confirmada con las que en su intimidad profiere el Jefe del Gobierno y Ministro de la Guerra, citándose, entre otros testimonios, el del Comandante de Carabineros, al servicio del Frente Popular, José Muñoz Vizcaíno, que en su declaración, prestada ante la Causa General, dice: «Que oyó varias veces al entonces Comandante, y más tarde Coronel, Luis Barceló, comunista, hombre de confianza y Ayudante del Ministro de la Guerra y Presidente del Consejo, Casares Quiroga, que éste había dicho, con referencia al SR. CALVO SOTELO, «que se lo cargaría -indicando que le daría muerte-», haciendo alusión a los debates parlamentarios en los que de manera tan eficaz y con una repercusión extraordinaria en la opinión pública intervenía el Jefe del Bloque Nacional.
Opiniones sobre el informe de la Causa General:
Del interés y veracidad de la Causa General han dado fe personas tan poco sospechosas de franquismo como Javier Tusell, (« es decisiva muy interesante para estudiar la sublevación, los comienzos de la guerra civil y la vida en la zona republicana durante la contienda»: El País, Cultura, 25 de septiembre de 1980) y Pedro Laín (los horrores reseñados en la Causa General son ciertos...: artículo en El País, en 1981, referente al foro en que participó bajo el lema ¿Es posible la convivencia en España?).
rogelio b. -
Esta visión radical y sectaria ha traspasado las fronteras nacionales, llegándose a publicar artículos como éste, en el que se acusa abiertamente al prolífico Pío Moa de ser un escritor ultraderechista y al PP de alentar el revisionismo histórico, cuyo significado, en Alemania, todo sabemos cuál es. Su pecado, demostrar con documentación en la mano, que el PSOE se lanzó a la guerra civil en 1934 y en 1936 de la mano de Largo Caballero, Indalecio Prieto y Santiago Carrillo. Y de la mano de la Esquerra de entonces, tan radical y sectaria como antidemocrática y agresiva lo es ahora.
Permítannos hacerles una recomendación. Léanse las primeras cien páginas del libro de César Vidal, La guerra que ganó Franco http://www.lamanana.com.es/index.php?/lamanana/escuchar/la_guerra_que_gan_franco_historia_militar_de_la_guerra_civil_espaola/ . Ahí se resume de manera bastante esquemática el doble proceso de marxistización y laicización de diversos países (URSS, Finlandia, México, Espana...) a lo largo del primer tercio del siglo pasado, así como la respuesta contrarrevolucionaria que católicos, conservadores y liberales dieron a la marea roja que amenazaba con apoderarse de todo el planeta. Porque, no se olvide, no hubiera habido contrarrevolución si no hubiera existido previamente la revolución.
romualdo -
Sherman -
¿Por qué el Partido Popular no presenta en el Congreso una resolución de condena a las actuaciones criminales de los GAL?
Creo que todos los españoles de bien disfrutaríamos de lo lindo viendo en semejante tesitura a los "cómplices" de aquella época y compañía. Y es que España no se merece ni estos gobernantes ni mucho menos esta oposición.
J. C. G. -
El caso es que, todo hay que decirlo, dos poderosas fuerzas sociopolíticas se conjuraron para eliminar a Calvo Sotelo: el socialismo y la masonería. Hace unos años, basándose en un excelente trabajo de otro autor y en otros no menos interesantes, Ricardo de la Cierva exponía en su libro La Masonería Invisible, una investigación en internet, la perfecta combinación de los militares masones de la UMRA, los Guardias de Asalto, afiliados al PSOE y a las logias de Madrid y los activistas socialistas. La verdad es que el contexto masónico del deplorable crimen frentepopulista (zapateril, si lo prefieren) es inapelable. La Causa General así lo especifica:
"Ha de señalarse la circunstancia de que el Presidente de la República, D. Manuel Azaña; el Presidente del Consejo de Ministros y Ministro de la Guerra, Santiago Casares Quiroga; el Ministro de la Gobernación, Juan Moles Ormella; el Director General de Seguridad, José Alonso Mallol; el Presidente de las Cortes, Diego Martínez Barrio; el Comandante del Cuerpo de Asalto, Ricardo Burillo Stolle, y algunos oficiales del mismo que intervinieron en el asesinato, todos pertenecían a la masonería." Por ejemplo, el pistolero socialista de la Guardia Civil Fernando Condés.
Las cosas fueron así, guste o no al progresismo ilustrado campante. La revolución social tenía dos brazos: el socialismo y la masonería. Ellos -socialistas y masones- lo negarán siempre. En ello les va el sueldo. Pero ese no es nuestro problema. Nosotros sólo debemos de antender a razones de estricta observancia histórica y nada más. La excelente página web Minuto Digital reproduce una entrevista publicada por El Imparcial el 24 de septiembre de 1978 al ex militar de artillería y masón socialista, Urbano Orad de la Torre, que fue responsable de haber aplastado a cañonazos a los militares y falangistas del Cuartel de la Montaña. Orad de la Torre, por entonces Gran Arquitecto Revisor del GOE, afirmaba que en el asesinato de Calvo Sotelo intervinieron masones. Lo cierto es que, tras el asesinato del oficial francmasón Carlos Faraudo, varios oficiales de la UMRA afectos a las logias decidieron dar un golpe contra la derecha, asesinando a uno de sus líderes políticos, en vez de devolver el golpe sobre otro oficial conservador.
El día 14 de Julio, Indalecio Prieto, cabeza visible del socialismo frentepopulista, escribía en 'El Liberal': La trágica muerte del Sr. Calvo Sotelo servirá para provocar el alzamiento... Será una batalla a muerte, porque cada uno de los bandos sabe que el adversario, si triunfa, no le dará cuartel. Si un escolta suyo, el pistolero cubano Luis Cuenca Estevas, había dado el tiro de gracia a Calvo Sotelo, cosa que él no contó lógicamente en este artículo, cabría preguntarse si él no había sido quien había provocado dicho "alzamiento" (palabra empleada por el propio Prieto). Así era el PSOE de 1936. No se olvide.
julio -
Video de Daniel Sirera sobre condena a II República
http://www.minutodigital.com/noticias/sirera.swf