EL PSOE SE RADICALIZA
La salida del gobierno de Bono gira sin lugar a dudas en torno a la deriva nacionalista del PSOE. En los mentideros políticos de Madrid se especula con unas u otras teorías, pero todas ligadas a las cesiones de Zapatero a los separatismos.
Para unos, la iniciativa partió del presidente. Que habría cedido a las exigencias de los nacionalistas de CiU, que exigían la cabeza de Bono como precio a su apoyo a la operación de cambio de socio, que supondrá la sustitución de ERC por CiU, para que el PSOE pueda afrontar los pactos con ETA sin una imagen de radicalismo doble, en Vascongadas y Cataluña.
Para otros la iniciativa fue de Bono, harto de la marcha del Gobierno de Zapatero, contrario al estatut que ha salido del congreso y indignado con el inicio de una negociación con el mundo batasuno representado por Arnaldo Otegi.
Está claro que algo concreto ocurrió en esas horas vespertinas del jueves, en las que Bono visitó La Moncloa y el presidente anuló abruptamente su asistencia a la cena de gala que los Reyes ofrecían al secretario general de la ONU, Koffi Annan. ¿Un enfrentamiento que desbordó el vaso?.
En todo caso asistimos la triunfo total en el PSOE de lo peor del socialismo patrio, los más radicales partidarios de una alianza con el separatismo y los socialistas más caracterizados por su falta de escrúpulos. La entrada de Pérez Rubalcaba en Interior, en estos momentos, no solo significa, que aquel que venía cocinando desde las sombras el pacto con ETA, asuma y controle el aparto del estado dedicado a perseguir a los terroristas con los que se va a pactar, sino que supone el cierre del circulo del núcleo duro en torno al socialismo entendido a lo Zapatero. Alonso es amigo de juventud de Zapatero y tiene una buena relación tanto con Rubalcaba como con José Blanco, el «número dos» del PSOE, que a la vez había construido una suerte de «tándem» con Rubalcaba, lo que hace que en ocasiones, de a dos o juntos, celebren reuniones familiares o de sesgo privado, aunque la política siempre esté presente. Todos ellos, además, tienen una relación fluida con la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, el gran «hallazgo» de Zapatero.
Se trata de un equipo al servicio de un radical fanatismo, fruto del sectarismo de Zapatero, un sectarismo que opera hasta dentro de su partido, y que seguirá adelante con su plan hasta conseguir hoy la ruptura que su partido no consiguió durante la transición. Porque Zapatero es un presidente que tiene más que ver con el PSOE de 1936 que con el PSOE de 1982.
Para otros la iniciativa fue de Bono, harto de la marcha del Gobierno de Zapatero, contrario al estatut que ha salido del congreso y indignado con el inicio de una negociación con el mundo batasuno representado por Arnaldo Otegi.
Está claro que algo concreto ocurrió en esas horas vespertinas del jueves, en las que Bono visitó La Moncloa y el presidente anuló abruptamente su asistencia a la cena de gala que los Reyes ofrecían al secretario general de la ONU, Koffi Annan. ¿Un enfrentamiento que desbordó el vaso?.
En todo caso asistimos la triunfo total en el PSOE de lo peor del socialismo patrio, los más radicales partidarios de una alianza con el separatismo y los socialistas más caracterizados por su falta de escrúpulos. La entrada de Pérez Rubalcaba en Interior, en estos momentos, no solo significa, que aquel que venía cocinando desde las sombras el pacto con ETA, asuma y controle el aparto del estado dedicado a perseguir a los terroristas con los que se va a pactar, sino que supone el cierre del circulo del núcleo duro en torno al socialismo entendido a lo Zapatero. Alonso es amigo de juventud de Zapatero y tiene una buena relación tanto con Rubalcaba como con José Blanco, el «número dos» del PSOE, que a la vez había construido una suerte de «tándem» con Rubalcaba, lo que hace que en ocasiones, de a dos o juntos, celebren reuniones familiares o de sesgo privado, aunque la política siempre esté presente. Todos ellos, además, tienen una relación fluida con la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, el gran «hallazgo» de Zapatero.
Se trata de un equipo al servicio de un radical fanatismo, fruto del sectarismo de Zapatero, un sectarismo que opera hasta dentro de su partido, y que seguirá adelante con su plan hasta conseguir hoy la ruptura que su partido no consiguió durante la transición. Porque Zapatero es un presidente que tiene más que ver con el PSOE de 1936 que con el PSOE de 1982.
26 comentarios
soldado -
Carmen d. G. -
Al principio, esa disposición iba a llamarse Ley del Soldado Profesional, una denominación que rechazaron algunas diputadas y otras dirigentes del PSOE, por considerar que era un título sexista. Y así lo hicieron saber al ministerio de Defensa.
Las diputadas se dirigieron al propio José Bono proponiéndole que se dijera también soldada, a lo que el ministro replicó que soldada significa el sueldo, y que el término soldado no tiene variación en femenino.
Las feministas no se rindieron, siguieron presionando, empeñadas en cambiar el nombre, hasta que al final a alguien se le ocurrió un título alternativo y que obviaba el discutido soldado: Ley de Tropa y Marinería, que vale para hombres y mujeres y que contentó a las combativas socialistas.
valencia -
Gonzalo -
narceo -
teresa -
berceo -
kako -
lorenz -
juntero -
Sander -
Muy bueno el articulo aunque demasiado benevolente, ya que solo destaca la cobardia de Bono y su caracter de bufon del gobierno pero no hace mencion de su condicion, entre otras, de mentiroso compulsivo (recordemos la falsa agresion en una manifestacion de la AVT), irresponsable (recordemos el caso de la Fragata Alvaro de Bazan), cruel (su indecente comportamiento con Trillo en el caso Yakolev), exhibicionista (no olvidemos su toma de posesion), adulador (cuado sabe perfectamente la maldad de Rodriguez), etc. Mi duda es si devolvio la medalla que se autoconcedio con motivo de la huida de Irak. Por otra parte, a mi, como mal catolico, me escandaliza que ese individuo haga alarde de su condicion de tal al mismo tiempo que forma parte de un Gobierno (?) anticatolico, que aprueba leyes como la de da luz verde al matrimonio y otras medidas que atentan contra el catolicismo como doctrina y la Iglesia como organizacion. En cualquier caso debemos alegrarnos de que, con su marcha, elimine ambigüedades, pero creo que nunca deberiamos perdonarle su falta de gallardia para oponerse a la politica demencial de un Gobierno traidor de cuyas decisiones es participe por derecho propio.
lardero -
huesca -
droce -
Saludos
Santiago P. -
Bono, el gran bufón del Gobierno de Rodríguez Zapatero, ególatra e histriónico, se ha ido de tapadillo, sin bulla, sí pero no, casi sin ruido, tras muchas semanas de comentar su malestar a hurtadillas entre amigos, de modo que los españoles avisados, que son mayoría y están a cabo de la calle de lo ocurrido, se ven, sin embargo, obligados a echar mano de la cábala y el conciliábulo como se hacía en pleno franquismo, cuando al Generalísimo se le antojaba enviar un motorista con el famoso sobre guillotina a casa de cualquiera de sus ministros de pacotilla.
Bono era el grano en el culo (en afortunada metáfora de Juan Carlos Escudier en este Confidencial), que Zapatero ha extirpado sin necesidad de cirugía, tan ricamente, con un simple chasquido de dedos. Haciendo bueno el dicho de que \"a enemigo que huye, puente de plata\", Bono desaparece evanescente sin lastimar, sin rozar siquiera la mejilla de quien ya apunta como un nuevo y carismático líder, ¡hay que ver, qué listo Zapatero: un nuevo golpe maestro que sorprende a los españoles llenando el maletero de bultos para irse al pueblo de vacaciones...!
Su retirada no deja lección moral alguna por herencia. Ni un ápice de valor cívico, don José. Simple espantada impropia de un demócrata, que no hace sino poner de nuevo de manifiesto el mal viejo de una democracia corrompida, tutelada por un poder fáctico que hoy no es ni la Iglesia ni el Ejército (cuyo desmantelamiento usted ha rubricado), sino el dinero: el miedo a hablar alto y claro.
Usted se ha comportado como el político arquetipo de una democracia enferma donde la regla de oro, la norma de conducta colectiva por excelencia sigue siendo el miedo a hablar, rendidos todos al oscurantismo de la media voz, el cambalache, la sospecha, el silencio cómplice. Miedo a hablar claro, a exponer las razones de cada cual respetuosamente y en voz alta, a dimitir sin subterfugios, manifestando abierta y democráticamente las razones de la iniciativa.
¿Volverá a la política activa algún día el señor Bono? La pregunta carece del menor interés. Está usted ya muy visto, señor Bono. El episodio del viernes ha terminado por perfilar la idea que muchos españoles tenían de usted: un histrión cantamañanas más, con mucha labia, eso sí, de los muchos que pueblan la política española.
En el paisaje desolado de esta pobre democracia donde medra la cobardía individual y colectiva, los medios de comunicación se han comportado como se esperaba de ellos: mareando la perdiz. Añadiendo paladas de barro al engaño masivo. Alabando incluso al dimisionario.
Javier G. -
Carlos F. S. -
Desde la AME aseguran que el hasta ahora ministro de Defensa no se ha reunido con ellos en ninguna ocasión a pesar de las cartas enviadas, que además ni siquiera han sido respondidas.
Una de las pretensiones de la AME que ha sido desoída por Bono es la aprobación deluna Ley Orgánica de Libertades Públicas y Derechos Fundamentales de los Militares, que permita a éstos poder hablar tranquilamente y de lo que quieran.
Según el colectivo este derecho está amparado por la Carta Magna así como por la disposición tercera de la Ley Orgánica de Defensa Nacional. Si los militares no dicen lo que piensan es porque las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas, desde 1978 son Ley, recuerdan en alusión a la sanción y arresto domiciliario del General Mena Aguado.
Por otro lado la AME afirma que Bono se ha dedicado a crear leyes que no han sido razonadas. Esto lo dicen haciendo referencia a la reducción del número de oficiales en las FAS que rompen la expectativas profesionales de los militares. ¿Cómo no van a estar descontentos los militares?, se preguntan.
En cuanto a las valoraciones sobre el nuevo ministro de Defensa, José Antonio Alonso, la AME declara que el nombramiento no es muy halagüeño: nuestro temor es que convierta el asociacionismo en sindicación.
libre -
Pablo F. -
vicorino -
santy -
brado -
Carlos Domingo -
-Obligado a hacer una crisis en la que no había pensado, Zapatero optó por ampliar un poco más la remodelación, para no dar la impresión de que únicamente se debía el problema de Bono. Y la solución fue añadir un cese, el de la ministra de Educación.
-Una prueba más de que la crisis no estaba preparada es que el presidente limitó al máximo los otros cambios, siendo así que hay varios ministros más quemados. Pero no había pensado aún en los sustitutos, y en la noche del jueves ya no había tiempo para más llamadas y contactos.
-Sansegundo era uno de los miembros del Gobierno peor valorados, y eso justificaba su salida, que se podía adornar aprovechando la votación de la LOE y diciendo que terminaba una etapa.
Zapatero sabe resolver problemas
-Zapatero ha demostrado, en esta crisis impensada, que tiene capacidad para resolver ese tipo de situaciones de forma relativamente airosa.
-Personas que conocen la trayectoria política del presidente recuerdan que, si otras cualidades políticas puede ser que no tenga, lo que sí ha acreditado en el pasado es su capacidad de afrontar divisiones y, en su caso, de proceder a la expulsión de quien haga falta, como demostró sobradamente en León, cuando, siendo secretario del PSOE, expulsó del partido a no pocos disidentes y contrarios a su dirección.
-Otra muestra de lo imprevisto de la crisis es que el viernes, a primera hora, en el PSOE estaban a dos velas y se dedicaban a especular con que el motivo de la salida de Bono fuera que iba a ser candidato al Ayuntamiento de Madrid.
Bono seguirá siendo un peligro
-La escenificación de una dimisión para dedicarse a la familia resultó bastante tosca y altamente increíble, mucho más conociendo la personalidad de Bono.
-Personas del PSOE reconocen que Zapatero incluyó al manchego en el Gobierno como una forma de tenerle controlado y bajo su mando directo. Era más peligroso fuera.
-Ahora que se ha marchado, nadie cree en una retirada de Bono de la política. Y para muchos observadores, puede volver a convertirse en una amenaza para Rodríguez Zapatero.
-Desde luego, si algún día fracasara la actual línea política, por el problema catalán o por la cuestión de ETA, quien estará a la espera para sustituir a un derrotado Zapatero será José Bono. (FIN)
Carlos Domingo -
Las informaciones recabadas sobre el cambio de Gobierno revelan los secretos de la crisis. Son los siguientes:
Bono se buscó una coartada
-José Bono no estaba de acuerdo con los dos grandes temas que impulsaba Rodríguez Zapatero: el Estatuto de Cataluña y la negociación con ETA.
-Durante un tiempo, creyó que su presencia en el Gabinete podría servir para cambiar algunas cosas, pero finalmente comprobó que no tenía la menor influencia. Era escuchado, pero no le hacían caso.
-Por ese motivo, para poder un día, en el futuro, poder defenderse diciendo que él no consintió en lo que hacía Zapatero, primero planteó verbalmente su renuncia, y luego, hace tres meses, la notificó por carta. Con ello, siempre podría argumentar que había dimitido porque no estaba de acuerdo.
Los últimos enfrentamientos con ZP
-Los desencuentros con Zapatero se agudizaron cuando el presidente garantizó a Bono y así lo declaró el ministro- que el término nación no iría ni en el texto ni en el preámbulo del Estatut. La promesa de ZP no se cumplió.
-Bono empezó a expresar mucho más a las claras sus opiniones. Como cuando sostuvo que, en lugar de negociar, los etarras tendrían que venir por la frontera con las manos arriba.
-Otros incidentes que iban cargando a Zapatero fueron el problema de la bandera española en Montjuich, exigida por Bono como condición para su entrega a Barcelona, o las diferencias respecto a la Guardia Civil.
-Bono no era partidario de desmilitarizar la Benemérita, ni de permitir el sindicalismo, esto último en contra el programa electoral del PSOE. Esa postura le había ganado la oposición de la AUGC (Asociación Unificada de la Guardia Civil), una emanación de la UGT dentro del Cuerpo.
-La última declaración del titular de Defensa, publicada el mismo jueves, diciendo que una manifestación de guardias era peligrosa al tratarse de personas con permiso de armas, provocó la indignación de la AUGC, y posiblemente fue el desencadenante del enfrentamiento de esa tarde que condujo a la crisis.
Zapatero no va a la cena con Annan
-Que la crisis no estaba en los cálculos de nadie, ni siquiera de Zapatero, lo muestra el hecho de que el viernes estaba prevista la asistencia de Bono a los actos en Javier (Navarra) con presencia de los Reyes.
-Zapatero tuvo que improvisar a toda prisa la remodelación, lo que le impidió asistir, en la noche del jueves, a la cena ofrecida por los reyes a Kofi Annan, una situación bastante insólita, y mucho más habiendo sido él quien invitó al secretario general de la ONU a Madrid. Pero esa noche Zapatero tuvo que resolver la crisis a todo correr.
-Una vez cesado Bono, echó mano de un incondicional como Alonso para tapar el agujero de Defensa, y en Interior colocó a otro hombre siempre disponible, Rubalcaba.
-Alonso ha sido un ministro gris, que ni siquiera ha tenido el respaldo popular, como sí lograron casi todos los anteriores titulares de Interior. Todo indica que no ha estado al tanto de los acercamientos de Zapatero a ETA y que, por ello, era sincero cuando se mostraba escéptico ante cualquier posibilidad de salida al problema.
Rubalcaba esta harto de no ser ministro
-El ascenso de Alfredo Rubalcaba a Interior tenía toda la lógica, por cuanto ha sido uno de los principales mentores de Zapatero para resolver los problemas con el Estatut (se cuenta que la idea de llamar a Artur Mas a La Moncloa fue del portavoz parlamentario), y, sobre todo, tiene un conocimiento directo de los asuntos de ETA y el terrorismo.
-Rubalcaba fue el interlocutor del PSOE en esos temas cuando gobernó el PP. Pero, además, era una de las tres únicas personas a las que el presidente ha tenido al tanto de los contactos exploratorios con ETA para un alto el fuego. Otra de ellas es José Blanco.
-A todo ello se añade que Rubalcaba estaba deseando ser ministro. Datos recogidos por El Confidencial Digital en fuentes cercanas al portavoz parlamentario indican que se estaba cansando de quedar siempre en la trastienda, bregando como nadie, pero sin poder real, sin competencias, presupuesto y Boletín Oficial del Estado como tenían los demás ministros. Y que ese cansancio incluso podría llevarla a tirar la toalla en un momento dado. (continua....
A. g. S. -
La eliminación de Bono responde a la negociación con ETA, para controlar el material del CNI que, en cualquier coyuntura, puede cargarse los términos de la claudicación. Lo de menos era y es Defensa. El nombramiento de Alonso tiene esencialmente ese fin: el control de los servicios de inteligencia y su puesta al servicio del pacto con los etarras. Y en cuanto al nuevo Ministro del Interior, mezcla de Beria y Fouché, es la garantía de que la negociación con los terroristas etarras la hará el que tiene a su cargo a los presos y el que carece de cualquier escrúpulo moral para hacer mangas y capirotes del Estado de Derecho y para perpetrar a costa de la dignidad nacional lo que sea y como sea para seguir en el poder y destruir al adversario político o mediático. Que no es la ETA, por supuesto, sino el PP y la media España que representa.
Viendo el bodrio de Estatuto Catalán que Rubalcaba ha prohijado antiliberal, antidemocrático y antinacional podemos hacernos una idea de los pactos a que puede llegar con ETA. Si Alonso, al que no sé por qué ha tratado con tanta deferencia Rajoy, fue capaz de detener ilegalmente a dos militantes del PP por una supuesta agresión a Bono que jamás se produjo, ¿qué no hará Rubalcaba? Si Alonso sigue sin investigar los capítulos más sórdidos del 11M, empezando por la profanación de la tumba del GEO y continuando con la siembra de pistas falsas para extraviar al juez del Olmo, ¿qué no hará Rubalcaba para borrar todas las huellas de la masacre cuyas pistas se ha encargado de enmarañar y cuyo conocimiento de la trastienda criminal es sin duda mayor de lo que ha dicho y se nos ha dicho?
Este es un gobierno para el terror porque se ha hecho para entenderse con ETA y liquidar la investigación del 11M. Y produce terror entre todos los ciudadanos decentes porque se ha puesto la policía en manos del sujeto con menos escrúpulos de España. Los resultados los veremos muy pronto. Viendo los del pasado, del GAL al 13-M, no hace falta mucha imaginación para saber qué nos deparará el futuro: mentira sobre mentira, infamia sobre infamia y manipulación sobre manipulación. Rubalcaba es la verdadera cara de Zapatero, que a su vez es la sonrisa de Rubalcaba. Preparémonos para lo peor, que siempre será menos de lo que Rubalcaba es capaz de maquinar y perpetrar.
A. M. -
Es en ese tipo de actos y \"decisiones\", cuando contemplamos con toda su crudeza que la noción de deliberación, de democracia deliberativa, sobre la que tanto alardea Zapatero en los días de fiesta, no es nada. Deliberación es sólo una palabra más, un engaño retórico, que utiliza Zapatero para ocultar la absoluta carencia de vida democrática en el interior del Consejo de Ministros y, por supuesto, una añagaza para seguir engañando al \"hombre-masa\", o sea, a sus terminales mediáticas en las redacciones de los medios de comunicación pseudoprogresistas, que son los principales divulgadores de ésta y otras consignas del Gobierno.
Mal está la vida democrática, cuando ni siquiera una crisis de gobierno es presentada a la ciudadanía como tal. Menos aún se dan explicaciones sobre los cambios realizado por el jefe del Ejecutivo. Todo es impostura y engaño. Zapatero aparecen ante los medios de comunicación y sólo dice lugares comunes y mentiras. Si fue incapaz de explicar porqué cambia a la titular de Educación y Universidades, exactamente a las 24 horas de haber aprobado una ley decisiva para ese ministerio, menos todavía podría decir algo coherente sobre la salida de Bono, que representaría, según los bienpensantes, a quienes aún creen en la unidad de España.
La crisis de gobierno ha demostrado, una vez más, que estamos ante un Consejo de Ministros títere, lleno de fantoches, dispuesto a satisfacer los deseos más groseros de las minorías nacionalistas con tal de mantenerse en el poder. Las minorías nacionalistas por un lado, y los terroristas por otro, marcan a un jefe de gobierno populista la dirección para maltratar a la mayoría de los ciudadanos. Eso es todo. La decisión de Zapatero, como en los gobiernos totalitarios, nace de la nada. No hay norma, ni ley, ni explicación racional alguna, que no obedezca a la excepción. En el gobierno de Zapatero sólo existe la excepción. Más aún, como en todos los regímenes totalitarios, la excepción demuestra todo; no sólo confirma la regla, como diría Schmitt, sino que la regla misma vive únicamente desde la excepción.