Rajoy recuerda a Zapatero que Franco está muerto y el esfuerzo de "todos" en 1978 de mirar adelante.
PROVOCAR CON LA ESTATUA DE FRANCO.
Ya me extrañaba que el gobierno de la paz y la alianza de las civilizaciones no se dedicara a reabrir heridas del pasado y a recordarnos sin motivo los episodios más abominables de nuestra historia reciente. Es muy coherente, desde luego. Por un lado predicas la reconciliación, y por otro te dedicas a despertar pasiones, a resucitar las dos Españas, a reavivar el enfrentamiento sempiterno entre las derechas y las izquierdas, los rojos y los azules. Todo lo que deberíamos olvidar y desterrar para siempre. No sé, la verdad, si se trata sólo de una torpeza, o es simple provocación. Quizás lo que pretenden es crear una polémica innecesaria sobre algo que estaba más que superado para que olvidemos otras polémicas y otros asuntos mucho más molestos. Y es que si nos enzarzamos ahora en una guerra sobre la estatua de Franco no hablamos de la corrupción en Cataluña ni del hundimiento del Carmelo ni de los desatinos de Moratinos ni de los abrazos en Madrid al enviado especial del dictador Castro. No hablamos de los negros nubarrones en la economía y por supuesto tampoco del cerrojazo a la comisión del once-eme. Muy listos. Han sido listos. La ministra de Fomento se cree muy lista y en verdad lo es, pues ha logrado que no nos fijemos en
lo mal que van las obras públicas y sí en lo eficaz que es derribando estatuas de Franco.
Se ve que más que pasar a la historia como la ministra de la modernización de España, tiene mucho más interés en que se la recuerde como la ministra que derribó la estatua del caudillo. Muy bien. Todo un logro. No teníamos otra cosa más importante que hacer ahora que derribar estatuas y dedicarnos a despertar los demonios del pasado. Era fundamental para nuestras vidas, para el futuro del país, para el porvenir de nuestros hijos, para crear riqueza y fomentar la paz y la alianza de las civilizaciones. Hay que predicar con el ejemplo, y esto de la estatua ecuestre es prueba de ello. No tenía ninguna razón Felipe González cuando decía que era mejor olvidar las estatuas y dedicarse a trabajar. Tampoco ha estado bien, por lo que se ve, esta transición que hicimos y que consistió en aparcar los elementos de división y avanzar en aquellos otros que nos servían de unión, en trabajar por un futuro común, en ir creando símbolos que nos representen a todos sin ofender innecesariamente a los de unos y otros.
Claro que no vamos a defender la estatua de Franco. A la mayoría nos importaba y nos importa bien poco la dichosa estatua. Es verdad que la teníamos asumida como parte del entorno. Cuando ibas a los nuevos ministerios pasaba desapercibida y no te dabas cuenta de su presencia. La historia es la historia y no la vamos a borrar por el hecho de que nos dequemos a tirar o enterrar estatuas. ¿Por qué no derribamos también el arco de la victoria? Por mucho que modifiquemos o retiremos sus leyendas, este arco será siempre lo que fue y para olvidar lo que de verdad representó habría que demolerlo. Igual que habría que demoler el valle de los caídos. Pero a qué nos llevaría eso. ¿Qué lograríamos? Pues crispar y crispar. Sólo crispar. Enfrentar a unos con otros, reabrir heridas, volver a las viejas batallas, resucitar el fantasma de Franco y todo lo que representó. Y de paso, dar excusas a algunos para volver a la calle, alentar y facilitar argumentos a la derecha extrema, dar alas a los que buscan algún motivo para hacer aquí el Frente Nacional.
Hay más. Si derribamos la estatua de Franco deberíamos hacerlo también con las de Julián Besteiro y Largo Caballero, pues como recordó ayer magistralmente Pedro Corral en estas páginas, no se caracterizaron precisamente por la moderación durante la guerra, sino que más bien se dedicaron a alentar las ejecuciones y a favorecer la pena de muerte. Si se hubieran derribado conjuntamente con las de Franco, por lo menos sería creíble el discurso de la re conciliación. Pero así de esta manera, no. Así sólo han logrado traernos de nuevo a la memoria episodios que felizmente logramos superar hace tiempo. Que no queremos volver a recordar. Que no nos hace ninguna falta reabrir. Que no pretendemos reeditar. Y también sería lógico, por lo demás, que los socialistas presionaran en el País Vasco para que fueran eliminados de todas las calles y plazas de Euskadi los símbolos, bustos y estatuas que nos recuerdan a un nazi y un racista como Sabino Arana, predicador del odio y la persecución de lo español, autor de teorías que ya hubiera querido para sí el mismísimo Hitler.
No, creo que lo de tirar la estatua de Franco es fuego de artificio, una operación de propaganda que no nos lleva a ningún sitio, una acción que sólo sirve para dividir y volver al pasado, algo que no era reclamado por nadie y que sólo tiene como razón de ser tapar otras vergüenzas y otros escándalos que no interesa propagar sino ocultar. Está bastante claro.
Ya me extrañaba que el gobierno de la paz y la alianza de las civilizaciones no se dedicara a reabrir heridas del pasado y a recordarnos sin motivo los episodios más abominables de nuestra historia reciente. Es muy coherente, desde luego. Por un lado predicas la reconciliación, y por otro te dedicas a despertar pasiones, a resucitar las dos Españas, a reavivar el enfrentamiento sempiterno entre las derechas y las izquierdas, los rojos y los azules. Todo lo que deberíamos olvidar y desterrar para siempre. No sé, la verdad, si se trata sólo de una torpeza, o es simple provocación. Quizás lo que pretenden es crear una polémica innecesaria sobre algo que estaba más que superado para que olvidemos otras polémicas y otros asuntos mucho más molestos. Y es que si nos enzarzamos ahora en una guerra sobre la estatua de Franco no hablamos de la corrupción en Cataluña ni del hundimiento del Carmelo ni de los desatinos de Moratinos ni de los abrazos en Madrid al enviado especial del dictador Castro. No hablamos de los negros nubarrones en la economía y por supuesto tampoco del cerrojazo a la comisión del once-eme. Muy listos. Han sido listos. La ministra de Fomento se cree muy lista y en verdad lo es, pues ha logrado que no nos fijemos en
lo mal que van las obras públicas y sí en lo eficaz que es derribando estatuas de Franco.
Se ve que más que pasar a la historia como la ministra de la modernización de España, tiene mucho más interés en que se la recuerde como la ministra que derribó la estatua del caudillo. Muy bien. Todo un logro. No teníamos otra cosa más importante que hacer ahora que derribar estatuas y dedicarnos a despertar los demonios del pasado. Era fundamental para nuestras vidas, para el futuro del país, para el porvenir de nuestros hijos, para crear riqueza y fomentar la paz y la alianza de las civilizaciones. Hay que predicar con el ejemplo, y esto de la estatua ecuestre es prueba de ello. No tenía ninguna razón Felipe González cuando decía que era mejor olvidar las estatuas y dedicarse a trabajar. Tampoco ha estado bien, por lo que se ve, esta transición que hicimos y que consistió en aparcar los elementos de división y avanzar en aquellos otros que nos servían de unión, en trabajar por un futuro común, en ir creando símbolos que nos representen a todos sin ofender innecesariamente a los de unos y otros.
Claro que no vamos a defender la estatua de Franco. A la mayoría nos importaba y nos importa bien poco la dichosa estatua. Es verdad que la teníamos asumida como parte del entorno. Cuando ibas a los nuevos ministerios pasaba desapercibida y no te dabas cuenta de su presencia. La historia es la historia y no la vamos a borrar por el hecho de que nos dequemos a tirar o enterrar estatuas. ¿Por qué no derribamos también el arco de la victoria? Por mucho que modifiquemos o retiremos sus leyendas, este arco será siempre lo que fue y para olvidar lo que de verdad representó habría que demolerlo. Igual que habría que demoler el valle de los caídos. Pero a qué nos llevaría eso. ¿Qué lograríamos? Pues crispar y crispar. Sólo crispar. Enfrentar a unos con otros, reabrir heridas, volver a las viejas batallas, resucitar el fantasma de Franco y todo lo que representó. Y de paso, dar excusas a algunos para volver a la calle, alentar y facilitar argumentos a la derecha extrema, dar alas a los que buscan algún motivo para hacer aquí el Frente Nacional.
Hay más. Si derribamos la estatua de Franco deberíamos hacerlo también con las de Julián Besteiro y Largo Caballero, pues como recordó ayer magistralmente Pedro Corral en estas páginas, no se caracterizaron precisamente por la moderación durante la guerra, sino que más bien se dedicaron a alentar las ejecuciones y a favorecer la pena de muerte. Si se hubieran derribado conjuntamente con las de Franco, por lo menos sería creíble el discurso de la re conciliación. Pero así de esta manera, no. Así sólo han logrado traernos de nuevo a la memoria episodios que felizmente logramos superar hace tiempo. Que no queremos volver a recordar. Que no nos hace ninguna falta reabrir. Que no pretendemos reeditar. Y también sería lógico, por lo demás, que los socialistas presionaran en el País Vasco para que fueran eliminados de todas las calles y plazas de Euskadi los símbolos, bustos y estatuas que nos recuerdan a un nazi y un racista como Sabino Arana, predicador del odio y la persecución de lo español, autor de teorías que ya hubiera querido para sí el mismísimo Hitler.
No, creo que lo de tirar la estatua de Franco es fuego de artificio, una operación de propaganda que no nos lleva a ningún sitio, una acción que sólo sirve para dividir y volver al pasado, algo que no era reclamado por nadie y que sólo tiene como razón de ser tapar otras vergüenzas y otros escándalos que no interesa propagar sino ocultar. Está bastante claro.
36 comentarios
Ramón -
¿Por que no quitamos también la paga del 18 de julio (ahora anticipada unos días) que fue instaurada por Franco?.
Quizás es que los socialistas tienen mala conciencia histórica porque ellos, cuando el dictador estaba vivo no hicieron nada por derribarlo. El PSOE no existió como fuerza opositora al franquismo.
Bartolome Cuerda -
Me temo que los operarios que desmontaron el otro día la estatua de Franco en los Nuevos Ministerios de Madrid no terminaron su trabajo. A la vuelta de esa esquina están las estatuas de los socialistas Largo Caballero e Indalecio Prieto, golpistas en 1934 contra el gobierno legítimo de la República y responsables de crímenes contra la Humanidad entre 1936 y 1939. ¿Cuándo piensa Zapatero ordenar retirarlas?
Jaime C. -
Jaime C. -
¿A qué vienen, si no, toda esa cadena de señales extemporáneas, de resurrecciones fantasmales del pasado, de provocaciones absurdas, de miradas atrás con ira, de querer imposibles? Porque imposible es volver el tiempo y borrar los hechos, enterrar la Historia.
Dicho en endecasílabos se expresaría así: «Que lo que sucedió no haya pasado, / cosa que al mismo Dios es imposible...» Porque, como decía ayer un humorista, parece que los sociatas estén diciéndose hoy, en el quinto año del siglo XXI: «Ahora sólo nos queda ganar la batalla del Ebro».
¿A qué viene esa pelea con la Iglesia? ¿A qué viene esa constante acusación de fascismo a todo lo que no es izquierda? ¿A qué viene recurrir una vez y otra a la revolución callejera? ¿A qué viene tanta concesión a los separatismos y a los separatistas? ¿A qué viene descabalgar viejos dictadores de bronce mientras se abraza a los actuales déspotas de carne, hueso y hasta de uniforme? ¿A qué viene la exclusión desdeñosa desde el Gobierno de cualquier acuerdo de Estado? (continua....
Jaime C. -
En realidad, el Gobierno de Zapatero está en tenguerengue, apoyado en socios indeseables y conflictivos, y puede hacer pim-pum en cualquier momento y estallar como un triquitraque. La división o radicalización furiosa de la derecha sería muy útil para alejar durante algunas legislaturas el peligro de otro triunfo del PP, de la derecha sin radicalismos, eso que se viene llamando, con más o menos fortuna, centro-derecha.
Los socialistas serían felices si el Partido Popular se convirtiera en una derecha radical, extremosa y extremista, o mejor aún, si a la derecha de la derecha naciera un partido de extrema derecha, precisamente ahora en que el comunismo ha adelgazado tanto que se ha quedado anoréxico, en los huesos y el pellejo, o sea, Frutos y Llamazares. (continua....
barquero -
Me gustaría que los políticos hagan política "hacia adelante", cara al presente y futuro próximo. Atajar los problemas reales y cotidianos.
El pasado no se puede cambiar, el presente sí.
Si no qieren ultraderecha como aquella q cuiden las grietas q se le abren a la sociedad (trabajo, vivienda, perspectivas de vida,...)
Enrique T. G. -
Daniel R. H. -
David Gistau -
Ustedes no sé, pero yo, de Franco y de Carrillo, de Paracuellos y del fusilamiento de Lorca, del «No pasarán» y del «Hemos pasao», estoy hasta las mismísimas pelotas. (FIN)
David Gistau -
Pero no. Resulta que Zetapé, en vez de celebrar su pertenencia a una generación limpia para la cual la Guerra Civil no debiera ser sino material de enciclopedia, se ha sentido obligado a presentar un aval de pedigrí anti-franquista. Y como ha llegado tarde para correr delante de los grises, para descabalgar al Franco auténtico, ha tenido que conformarse con hacerlo delante de una estatua.
Su proeza de momento sólo ha servido para que, otra vez, pero qué coñazo, España encuentre un argumento con el que seguir librando la dichosa Guerra Civil. (continua....
David Gistau -
Así se avalaba un supuesto pedigrí anti-franquista, necesario para medrar, para conseguir cargos o premios literarios, que mejoraba mucho, qué duda cabe, si además se podía demostrar una estancia en un calabozo, qué importaba que fuera por haber robado una cartera o por haber roto una farola durante una borrachera, al salir de Oliver.
Lo bueno de una dictadura es que cualquier condena se puede hacer pasar por política para pasar por caja a cobrarse la redención, como bien sabía el Toni Montana de Scarface cuando llegó a Miami desde Cuba.
La de Zetapé es la primera generación de la izquierda que no puede presumir de haber «corrido delante de los grises». Ni de haber visitado calabozos. Ni de haberse puesto peluca en la clandestinidad. Es la primera, por tanto, que carece de pedigrí anti-franquista, inventado o no. (continua....
Angel Collado -
-Sin duda. Batasuna tiene ahora una presencia pública como si fuera un partido normal, cuando es una organización terrorista. Y permitir que celebre actos públicos o presente candidatos contribuye a ello. Pero lo peor es el hecho o la simple apariencia de que los socialistas dialogan con Batasuna. (FIN)
Angel Collado -
-Pues, como se ha visto en el Parlamento, además de una oposición firme, Rajoy ha tenido que hacer los discursos que no hace el presidente del Gobierno en momentos clave -la comparecencia de Ibarretxe- para decir que el País Vasco no se iba de España. Era algo que a los españoles les hubiera gustado escuchar del jefe del Ejecutivo.
-¿La aproximación de los socialistas al PNV les puede dejar solos en y marginados en el País Vasco?
-Creo que no. Los ciudadanos son consecuentes con lo que votan. En las anteriores autonómicas el PSOE pidió el voto para un proyecto del País Vasco dentro de España; hoy ha abandonado a quienes les dieron el voto y decidido pasarse a posiciones más nacionalistas. Sea cual fuere el resultado, el primer error del PSOE es aplicar la teoría de que para ganar al nacionalismo hay que hacerse nacionalista. Allí, al menos una mitad de los ciudadanos no son nacionalistas y el PP seguirá defendiendo las mismas posiciones. El PSE ha respaldado al PNV en una estrategia contra una de las mayores barreras de contención del plan Ibarretxe: la Diputación Foral de Álava. Han tenido el voto del partido de Zapatero y todos los españoles deben saberlo. López quiere ser vicelendakari de Ibarretxe y por eso aproximan sus proyectos políticos. (continua....
Angel Collado -
-Hay una parte del PSOE que no se atreve a alzar su voz en defensa de la Constitución con la decisión que los intereses generales aconsejan. Zapatero abre ese proceso porque se lo han pedido, pero no sabe para qué, y se lo encomienda, como todo, a terceras personas. ¿Es serio que un presidente del Gobierno ponga en cuestión el modelo territorial de su propio país anunciando que pone en duda que España sea una nación y, partir de ahí, se lo encomiende a un órgano, el Consejo de Estado, cuyo presidente hace unas manifestaciones con teorías en las que se acerca a las posiciones de Ibarretxe y Carod?
-¿Se ha asentado Rajoy como presidente del PP y jefe de la oposición?
-Rajoy ha sido un líder que ha hecho una extraordinaria gestión en un momento muy complicado para el PP. Es un líder serio, solvente, y tiene claro lo que hay que hacer con España y con el PP. Y lo ha puesto en marcha. Gracias a él, el PP se ha renovado y, a diferencia de lo que algunos querían y vaticinaban, no ha habido divisiones ni enfrentamientos. Hoy España cuenta con un partido unido, cohesionado, que defiende el mismo proyecto político en todos los puntos de España y que hace una oposición muy seria gracias a Rajoy. (continua....
Angel Collado -
-El PP ofreció un pacto a Zapatero que hubiera dado tranquilidad y estabilidad: mantener el consenso de los dos grandes partidos en lo que afecta a la unidad de España, a la soberanía del pueblo español y a la igualdad entre los ciudadanos independientemente del lugar donde vivan. Este pacto generoso se rechazó para optar por la alianza con un partido que quiere la independencia de Cataluña. No creo que estemos solos en la defensa de los principios básicos de la convivencia nacional.
-Da la impresión de que el plan del Gobierno es ganar tiempo, contentar a unos y a otros más que concluir una reforma concreta.
-Quiere contentar a unos más que a otros. Aunque dice «sí» de entrada a todo el mundo, luego procura cuidar mucho más a los nacionalistas que al resto.
-El único acuerdo que les queda con el PSOE es el de reformar el Reglamento del Congreso. ¿Cederán a la exigencia del plurilingüismo?
-Claro que no. Esta política de descontrol en todos los ámbitos, de cesión permanente a los nacionalistas, ha llevado al presidente del Congreso a pedir a su propio partido que se aclare. Al final sale lo de siempre, lo que quiere ERC, que utilicemos traductores para entendernos los representantes del pueblo español. (continua....
Angel Collado -
-El primer año siempre es el mejor para quien ha ganado unas elecciones, y aunque la mayoría de los españoles son críticos, esa opinión no parece afectar tanto al jefe del Ejecutivo. Esa diferencia obedece a la decisión de aislar al presidente del Gobierno. Tratan de desvincularle de la gestión económica, del problema del modelo de Estado... Así aparece como una configuración artificial. Pero tendrá un recorrido escaso porque no se puede fingir permanentemente y no ocuparse de gobernar.
-Y ustedes, ¿no podrían hacer una mejor oposición?
-Nosotros hemos cumplido con nuestra obligación: hacer una oposición firme, exigente, pero sin anteponer los intereses partidistas a los de los españoles. Cuando tuvimos que ofrecer un acuerdo, porque había una enorme preocupación por el desafío independentista de Ibarretxe, lo hicimos, aunque el pacto luego fue rechazado; cuando hemos tenido que apoyar en la lucha antiterrorista, lo hemos hecho. (continua....
Angel Collado -
-Por lo que estamos preocupados no es por su escaso desgaste sino por su escasa gestión de gobierno. Estamos ante un Ejecutivo presidido por un político incompetente e insolvente que no se preocupa de los problemas de los ciudadanos, sino de la propaganda. España, durante este año, ha estado gobernada por una agencia de publicidad. Zapatero dice la frase que le preparan, pone el gesto y luce la indumentaria que le aconsejan para quedar bien en televisión. Además, está en manos de un grupo independentista, ERC, y se dedica a abrir procesos de reformas institucionales sin criterio ni modelo.
-Reconocerá que Zapatero sí cuida al electorado que fue la clave de su victoria (retirada de las tropas de Irak, matrimonio homosexual...).
-Es que lo que tiene en cuenta no son los intereses generales de los ciudadanos, sino lo que le conviene al PSOE de cara a las elecciones. Es decir, vivir y gobernar a golpe de lo que establecen las encuestas. Y una buena parte de la gestión de este año ha consistido en identificarse con las posiciones más radicales. ¿Es bueno o es malo para España el deterioro en las relaciones con EE.UU. y el acercamiento a Cuba y a Chávez? Nos ha llevado a la irrelevancia en Europa, nuestra política internacional es menguante y el peso de España cada vez menor. Ha optado por ser el líder de comandantes y coroneles y eso es malo para España. (continua....
Angel Collado -
-¿A qué atribuyen en el Partido Popular la decisión de Zapatero de quitar la estatua de Franco, algo que no quiso hacer Felipe González?
-Es una muestra más de que, incluso personalmente, es sectario y radical. Y que está rompiendo el espíritu de concordia de la Transición, alienta la división y el enfrentamiento entre los españoles. Ni le importa sacar la Guerra Civil, el episodio más doloroso de la historia de España. Esto no lo había hecho ningún presidente de la democracia.
-Pues Peces-Barba ya identifica al PP con «los malos» de la Transición, según dijo en el homenaje a Carrillo.
-Habría que preguntar al Alto Comisionado para las Víctimas del Terrorismo si se refiere a los cargos amenazados o a los ediles del PP que han dado su vida por defender la democracia en el País Vasco. Si le faltaba algo para quedar absolutamente desacreditado, ya lo ha conseguido. Tiene en contra al 80 por ciento de las víctimas y al principal partido de la oposición. Hace mucho que tenía que haber dimitido. (continua....
RONDA -
- entre otros- del Rovira y su S.L.catalana, unidos a sus amigotes los independentistas vascos y compañeros de reunión sin el permiso de Maragal.
RONDA -
David Esquinas -
Los izquierdistas que mataron a miles de católicos, profanaron iglesias, quemaron conventos, profanaron tumbas de difuntos, me quieren vender lo insuperablemente buenos que fueron. Me pongo a reir por no llorar. ¿Y no se les cae la cara de vergüenza, después de los crímenes que cometieron? Sé que ésto es impublicable por cualquier medio, pero me explayo con vosotros. Los que sufrieron la tiranía roja pueden contar la verdad que a ellos se les amordaza y censura. Los sucesores de aquellos, también quieren exterminar a los que no piensan como ellos y apagar la voz crítica e interpeladora de la Iglesia, pero de formas más sutiles, incruentas. (FIN)
David Esquinas -
Zaragoza -
Gente de extrema derecha o sencillamente partidarios de Franco siguen afluyendo hacia el lugar. El mismo jueves 17 (la estatua se retiró en la noche del miércoles 16 al jueves 17), se produjeron varias cargas de la policía. Por otra parte, durante buena parte del jueves, un grupo de anarquistas provocaron a los presentes, muchos de los cuales llevaban banderas españolas.
La vicepresidenta primera del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, insiste, al igual que la titular de Fomento, Magdalena Álvarez, en que la retirada de la figura cumple con los deseos de la población, porque esta estatua no gustaba a la mayoría. En el Partido Popular advierten que lo más probable es que, por el mismo argumento, el Gobierno proceda a retirar la estatua que, en el madrileño Parque del Retiro, rinde homenaje al demonio.
Rosa -
Ahora resulta que el "talante" y los "derechos" consisten en dialogar con ETA y Fidel Castro mientras se envía a los "grises" contra los ciudadanos que no piensan como el Gobierno.
Maria Jose Cardenal -
Bradote -
1.- No lo conseguiría
2.- Lo tendríamos ocupado largos años, como un Quijote que se pelea con las piedras, primero con las piedras de la estátua de Franco y después con las piedras de las pirámides, porque a consecuencia de su locura quijotesca, igual ve en ellas a un ejercito de fascistas.
Manolo Palomo -
Jose F. T. -
Viendo el ritmo que llevamos mas me vale hacerme con toda información que pueda antes de que toque hacer pilas de libros a purifiar con fuego y otras majaderias en nombre de la eliminación de barreras, susceptibilidades...
Sólo espero que sea paranoia y que realmente sólo me creo lo que estoy leyendo pero no viviéndolo. Despertar de sociatrix es demasiado duro como para no desear a veces volver a enchufarte y no ver mas allá de PRISA.
Toledo B. -
Son rastreros, maestros de la pulla y de la provocación.
En lugar de protestar por la estatua, deberíamos haber ido a aplaudir. Todos, y dejarlos sin argumentos.
Franco, desde donde esté, seguramente sonreiría. El amaba a España por encima de todo.
Tenemos que aprender. "Sed astutos como serpientes, y suaves como palomas".
Santiago J. -
Sevilla Barcelona -
Por cierto, tampoco me produce una especial felicidad el homenaje al responsable de Paracuellos.
¿No será que sólo tiene cabida el pensamiento, ideas y actos de los que se autoproclaman únicos tolerantes, dialogantes, con talante, progresistas, etc. ¡dime de que presumes y te diré de que careces!
La verdad, no se que se pretende con volver a sacar estos temas. Se corre un serio peligro y es que la otra parte termine por cansarse y saque también su historia y entonces ¿qué?, pues seguramente esto: los provocadores "buenos" y los provocados "malos".
Ramón P. -
Como desmontar una estatua ecuestre de bronce no es cosa que se haga en cinco minutos, dio tiempo a que, a pesar de la hora que era, se congregasen allí unos cuantos franquistas que debían de ser nostálgicos un poco raros, porque se pusieron a cantar el himno falangista con el brazo en alto, cuando Franco, como todos saben, nunca fue falangista. Se separó la estatua del pedestal, una grúa la bajó y la cargó en un camión de Fomento, y se la llevó a un almacén. (continua....
Ramón P. -
No se confirma, sin embargo, el rumor de que en vista del éxito de esta operación relámpago, la estatua será colocada en otro lugar de Madrid, con el solo objeto de volverla a quitar, ya que no queda ninguna más. Pero como estos socialistas no escarmientan, algo se les ocurrirá para resucitar la guerra civil, pisotear un poco más el espíritu de la transición democrática y tratar de borrar el paso del franquismo por nuestra historia, como Stalin borró a Trotski de la fotografía de la Enciclopedia Soviética. Quién sabe: a lo mejor ponen en el pedestal huérfano la estatua de un dóberman. Forrest Gump es capaz de cualquier cosa. (FIN)
Fernando Garcia -
La respuesta a las manifestaciones de los populares la ofreció el portavoz parlamentario socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba. Dijo entender que Rajoy tenga que salir en los medios "torciendo el gesto" porque tiene votantes "a los que no les gusta" la retirada de la estatua, pero recordó que ésa era "un símbolo de la división de España más que ninguna otra cosa". "Yo soy uno de esos madrileños a los que no les gusta que hubiera una estatua de Franco en un lugar público", añadió.
Para el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, "la retirada de esta estatua era imprescindible", porque era "un anacronismo que seguía perviviendo en España como residuo de la simbología franquista". "No hay ninguna vergüenza para quitar lo que es una vergüenza, que se mantengan símbolos franquistas que deberían haberse retirado hace tiempo", explicó el líder de la formación de izquierdas, que pidió aprovechar la coyuntura y retirar todos los símbolos de la dictadura y que se reconozca públicamente la lucha por la democracia de los republicanos. (FIN)
Fernando Garcia -
También quiso recordar a Rodríguez Zapatero que "Franco está muerto". "Son historias del pasado que, por lo visto, algunos quieren resucitar porque no tienen ni una sola idea de cara al futuro", sentenció.
El tono de las palabras de Rajoy, con ser bastante crítico, fue superado por el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, que acusó abiertamente al Gobierno de "abrir heridas y rencillas entre los españoles". Según dijo, en el Ejecutivo hay "nuevos radicales" que están convirtiendo a este Gobierno en "el más radical de la historia democrática".
Zaplana cree que el Gobierno vive "permanentemente en el debate del pasado" y aseguró que el PP no va a entrar en él, e incluso aseguró que sobre este asunto piensa "exactamente lo mismo" que el ex presidente Felipe González, quien ha dicho en algunas ocasiones que "lo que hubiera merecido la pena es haber tenido valor en vida y no a estas alturas". Además, aseguró que algunos dirigentes del PSOE, sobre todo los que vivieron la Transición, no comparten este discurso de revisar el pasado. (continua....
Luis C. -