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En defensa de los Weblogs. Bitácoras (Weblogs ó blogs) y libertad de expresión.

En defensa de los Weblogs. Bitácoras (Weblogs ó blogs) y libertad de expresión.

El mes de febrero comenzaba con dos artículos de Raúl del Pozo y Carmen Rigalt, ambos el día 1, en El Mundo atacando las bitácoras. Las quejas y lamentos de sus autores eran diferentes, pero ambos con un mismo fin: desprestigiar un fenómeno incontrolable que rompe con el estatus del autor de artículos propio de la prensa en papel . Antes del nacimiento de Internet y, en especial, de los blogs, la propia naturaleza de los medios impresos imponía que la creación opinión escrita dirigida al público tuviera un carácter "elitista".

En la época en la cual la tinta no tenía que competir con los bits, la transmisión de opiniones sobre la actualidad mediante textos estaba profesionalizada y reservada a grupos más o menos reducidos. Eso tenía un doble efecto. Por una parte, el articulista estaba a salvo de críticas ajenas que no fueran de sus propios iguales. Los lectores no tenían más vehículo de expresión que el limitado recurso que representan las cartas al director, cuya publicación además se decide por el propio medio. Por otra, esa estructura elitista permitía mostrar tan sólo opiniones bastante homogéneas. Tan sólo daba voz a personas en la línea de pensamiento de los medios de comunicación. Las ideas que se salían de esas tendencias no tenían cabida y se veían imposibilitadas de llegar a un público diferente al de los amigos y conocidos de quien las tenían. Cada uno de los articulistas de El Mundo protestaba por el fin de uno de estos fenómenos.

En Paseos de en la Red Raul del Pozo de queja: "Hay una grada del siete, un piquete de exaltados, un retén sádico del sabio pueblo español que te zarandea por los blogs y los chats". A lo largo de su columna, este articulista dedica a quienes se atreven a criticarle a él o a otros profesionales de la opinión impresa epítetos tan poco moderados como "francotiradores tribales". Del Pozo ataca a sus críticos de derechas ("conservadores" les llama, como si fuera de la izquierda no hubiera más opciones) y a los de izquierdas. Al menos hay que reconocerle que no es sectario en esta cuestión. Tan sólo le molesta la crítica, que para él es como que te arrastren "por las cunetas". Es que los autores de bitácoras conforman un "guateque de panteras". Esta claro que no le gustan los editores en pijama.

Lo de Carmen Rigalt tiene peor idea. En Libertad en la Red protesta precisamente por el hecho de que exista esa libertad. Lo que comienza como un aparente elogio a la blogosfera termina en una serie de insultos a quienes no piensan como ella. En la línea de Fernando Berlín, lo que realmente le molesta es que las bitácoras –y medios electrónicos como Libertad Digital– hayan roto el tradicional monopolio homogenizador de la opinión. Según Rigalt "se agazapa mucho pensamiento neocon, mucha derecha vergonzosa (y vergonzante), mucho enano infiltrado". Se equivoca. Los que ella define como "neocon" (¿por qué se negará a llamarles liberales?) no se agazapan, se muestran. Además, conforman una derecha nada vergonzosa y menos vergonzante. Esos "enanos infliltrados" han encontrado, como otras personas de todas las ideologías, un lugar donde ejercer su derecho a expresarse. Y eso es lo que molesta a esta articulista.

Frente a Rigalt y Del Pozo, yo defiendo las bitácoras y me alegro de su existencia. A pesar de que sea crítico con los blogs, soy un apasionado de ellos hasta el punto de ser autor de uno. La blogosfera permite acceder a opiniones dispersas, debates ideológicos que no se ven reflejados en otros ámbitos y conforma una red de opinión pública que de otro modo no existiría. Es cierto que en el "universo blog" se encuentran a veces radicales enfrentamientos ideológicos –en ocasiones en tono barriobajero– y existen la falta de de consistencia intelectual de algunos de sus miembros (algo que también ocurre entre los articulistas de periódico, por cierto), los personalismos y otros pecados propios del medio. Pero a pesar de todo ello, es donde más y mejor se desarrolla la libertad de expresión en España. Donde ni medios de comunicación, grupos de presión ni poderes públicos pueden coartar opinión alguna. Donde nadie no nada está a salvo de la crítica y donde todos tienen cabida.

Tal vez por todo eso las bitácoras le molestan tanto a Del Pozo y Rigalt.

9 comentarios

Jose Cervera -

Gentes que tal vez leen blogs escritos por personas con licenciaturas en medicina, arquitectura o derecho pero que no practican la profesión por lo que no tiene intereses creados; o por personas que practicaron la profesión pero ya no lo hacen, aunque la siguen amando, y pueden poner su experiencia a disposición del público. Personas que no son en el sentido verdadero 'profesionales', sino que son 'amateurs'; practicantes de su arte por amor y no por dinero. Personas que encuentran en los blogs el cauce idóneo para proyectar su sabiduría no comercial.

El fenómeno blog crece por momentos. Cada vez hay más aficionados ahí fuera criticando, ampliando, comentando, complementando, empujando a los profesionales. Si desea usted seguir siendo profesional, más le vale aprender a cabalgar esta ola, porque se le viene encima. Todas las profesiones se van a ver afectadas, desde el comerciante al militar. Aprenda usted a sobrevivir a Internet, a los blogs y a los 'amateurs'. Aprenda a usar estos recursos a su favor, a tratar a sus pacientes (o clientes) como si fuesen personas con capacidades críticas y no como números obedientes; aprenda a explicar, a convencer, a razonar. O la Red se lo llevará a usted por delante. Empieza el siglo de los blogs. (FIN)

Jose Cervera -

Los blogs son la venganza de los 'amateurs', la demostración de que ganarse la vida con una profesión no garantiza el monopolio de los conocimientos asociados a ella.

Se puede practicar algo muy parecido al periodismo desde un blog. También algo muy parecido a la política. El márketing no va a volver a ser el mismo, y la publicidad está siendo literalmente destripada por la Red. El cine, la literatura y otras artes son practicadas por gentes sin carné. Todas las profesiones que tienen como principal producción la información en una u otra forma están reculando ante el impacto.

Y luego vienen las demás. Porque es cierto que uno no debería tratarse una enfermedad con consejos recibidos de un blog, o reparar los cimientos de su casa con un método del que no conoce las garantías. Pero si usted piensa que su profesión es inmune al impacto de los 'amateurs' porque exige presencia física y además una garantía profesional, mejor vuelva a pensar.

Por supuesto que ninguna persona razonable va a permitir que un blog le trate su enfermedad, pero eso no le va a impedir utilizar la información que encuentre para criticar a su médico. O para buscar a otro médico, si el tratamiento no le gusta tras leer las historias de pacientes en casos similares.

Bienvenidos a la era de los pacientes impacientes; gentes que se informan, que comparan, que no se conforman, que exigen explicaciones, e información, y que no soportan el ordeno y mando porquelodigoyo de un médico. O de un arquitecto. O de un abogado. (continua....

Jose Cervera -

En el mundo de la informática personal, nos guste o no, la consagración llega cuando Microsoft saca su versión (o compra el original). Así, el triunfo de los blogs no ha sido su adopción como palabra del año, sino el nuevo servicio de Microsoft. Redmond no da puntada sin hilo. Las bitácoras no son pues una anécdota en el desarrollo de Internet, sino una revolución que va a cambiar profundamente el paisaje de la comunicación. Es el principio de la dictadura de los 'amateurs'. Es la revuelta de los entusiastas. Es un cataclismo para las estructuras de la sociedad actual; cataclismo que ni siquiera las más rígidas serán capaces de resistir durante mucho tiempo. Entramos en el siglo de los blogs, en el que los aficionados con voz serán una fuerza irresistible en el desarrollo social y económico.

No hace falta ser un profesional de un campo para saber de ese campo. El conocimiento, la pasión y el dominio de una disciplina no están necesariamente unidos a ganarse la vida con su práctica. A veces quien más sabe no es el que vende sus conocimientos. Hasta ahora hemos considerado que aquellos que unen un título y un contrato a sus servicios son los únicos a escuchar. Carentes de un vehículo para proyectar su sabiduría, los despectivamente conocidos como aficionados se han quedado en los márgenes del mundo de la información, que ha despreciado sus conocimientos hasta el punto de convertir su hermoso nombre ('amateurs', que viene de amantes) en un despectivo. (continua....

L. D. -

La era de los pacientes impacientes

El periodista José Cervera considera que los ‘weblogs’ abren una nueva etapa en la comunicación. En su ‘blog’ del diario El Mundo escribe: “Bienvenidos a la era de los pacientes impacientes; gentes que se informan, que comparan, que no se conforman, que exigen explicaciones, e información, y que no soportan el ordeno y mando porquelodigoyo de un médico. O de un arquitecto. O de un abogado. Gentes que tal vez leen ‘blogs’ escritos por personas con licenciaturas en medicina, arquitectura o derecho pero que no practican la profesión por lo que no tiene intereses creados; o por personas que practicaron la profesión pero ya no lo hacen, aunque la siguen amando, y pueden poner su experiencia a disposición del público. Personas que no son en el sentido verdadero 'profesionales', sino que son 'amateurs'; practicantes de su arte por amor y no por dinero. Personas que encuentran en los blogs el cauce idóneo para proyectar su sabiduría no comercial”.

Y continúa: “Todas las profesiones se van a ver afectadas, desde el comerciante al militar. Aprenda usted a sobrevivir a Internet, a los blogs y a los 'amateurs'. Aprenda a usar estos recursos a su favor, a tratar a sus pacientes (o clientes) como si fuesen personas con capacidades críticas y no como números obedientes; aprenda a explicar, a convencer, a razonar. O la Red se lo llevará a usted por delante. Empieza el siglo de los blogs”. (continua....

L. D. -

Que los weblogs están ganando en fuerza no lo cuestiona casi nadie. Ni siquiera los grandes medios, quienes han comenzado a ver en las bitácoras una amenaza similar a la que representan a día de hoy los periódicos gratuitos. El diario El País publicó recientemente una columna de opinión escrita por Fernando Berlín, responsable de RadioCable, en la que se denunciaba el "escoramiento ideológico" hacia "la derecha más reaccionaria" de una red de páginas web integrada por "agitadores neocon". Berlín aludía implícitamente a Red Liberal, que integra un grupo de bitácoras de carácter liberal. Igual daño parece haber causado la ‘bitácora’ de Libertad Digital, en la que se abordan las cuestiones más relevantes del día.

La amenaza para los grandes medios está a un golpe de ratón. Cualquier usuario desde cualquier lugar tiene la libertad para, en menos de cinco minutos, crear su propia página en Internet. Existen multitud de plataformas para ello: Blogger, de Google, es la más empleada. Microsoft no ha perdido comba y acaba de lanzar, aún en fase de pruebas, su servicio de creación de “weblogs” gratuito, MSN Spaces.

Las bitácoras inundan la ya de por si atestada Red. Pero no han pronunciado ni siquiera su primera palabra. (FIN)

L. D. -

Coctelera de bitácoras

“Los blogs acaban de nacer, y de momento sobre todos los leen la gente que
también cuenta con una bitácora”, señala Alberto Knapp, gestor de Lacoctelera.com, un weblog que en realidad integra siete bitácoras sobre temas de literatura, cocina, música o tendencias. Su pretensión reside, precisamente, en “romper con ese concepto” de que los blog son territorio exclusivo para bloggers “ y llegar a todo el mundo, utilizar el formato blog porque es muy fresco, dinámico y adecuado para Internet, pero de forma clara y sencilla”, añade Knapp, quien de entre toda la blogosfera hispana se queda con Showroom, Efímera y la página de La Petite Claudine.

A juicio del responsable de La Coctelera, un Blog debe cumplir unos mínimos requisitos para gozar de la credibilidad necesaria: “Es clave que se actualice constantemente. El ritmo de publicación es una variable fundamental”, a lo que añade que los “contenidos estén bien segmentados y orientados hacia un tipo de publico determinado”, subraya.


A pesar de que un “weblog” puede versar de cualquier tema, en los últimos meses se están consolidando los que tratan sobre cuestiones políticas. Según Knapp, al ser un formato muy sencillo y cerrado, cualquier persona puede crear un blog y empezar inmediatamente a poner ideas y opiniones: “Como se vio en las pasadas elecciones americanas los blogs se han convertido en una fuente de opinión importante. Y en un formato que se lee muy bien en Internet: breve, directo y fresco”, remarca. (continua....

L. D. -

La iniciativa surgió con el objetivo de “desarrollar un producto que no existía hasta entonces en el mercado: un servicio gratuito de weblogs, en castellano y con todas las funcionalidades que demandan los internautas”, señalan fuentes de la compañía, quienes valoran fundamentalmente que sea “una herramienta muy sencilla de usar” que no requiere de conocimientos de HTML o programación para empezar a publicar en la Red. “En pocos minutos cualquiera puede tener su propia bitácora en Ya.com”, agregan.

Desde la compañía se remarca la relevancia de potenciar las bitácoras porque “generan comunidad y facilitan la creación de contenidos originales”. A día de hoy, cuenta con 3.000 weblogs dados de alta. “El servicio sigue creciendo cada día tanto en usuarios activos como en tráfico”.

En una iniciativa parecida, Wanadoo España ha inaugurado una sección en su portal para recibir las opiniones de los internautas a través de su canal de noticias. De esta forma, junto a las informaciones elaboradas por la redacción de Wanadoo, figuran enlaces a algunos de los 'blogs' personales disponibles en la Red, divididos en diferentes secciones. Se trata de extraer las noticias que aparecen en muchas bitácoras para enriquecer las suyas propias. (continua....

L. D. -

Crecimiento vertiginoso

Si la relevancia de un medio se midiera sólo por su volumen de crecimiento, los “weblogs” se colgarían la medalla de oro en 2004. Un reciente análisis llevado a cabo por la firma Technorati estima que en junio de 2003 existía medio millón de bitácoras. Un año después este crecimiento se multiplicó por ocho. Durante la primera semana de julio la firma tenía contabilizados tres millones de blogs. Un mes más tarde, se habían sumado un millón más.

La moda por lo ‘blog’ acaba de obtener un reconocimiento explícito por parte de la editorial de diccionarios estadounidense Merriam-Webster, que acaba de determinar que este término de cuatro letras lidera motu propio la lista de 10 palabras del año.

El auge de la blogosfera trasciende fronteras y se ha convertido en un sector demasiado jugoso para los proveedores de acceso. Varios portales españoles han comenzado a ofrecer servicios de creación de bitácoras sin coste alguno para el usuario. El caso más reciente es el de Ya.com, que desde comienzos de año ofrece un servicio de alojamiento gratuito de bitácoras de 10 GB de espacio. (continua....

L. D. -

Desde hace poco más de un año, un nuevo término se ha hecho un hueco muy destacado en Internet: “weblog”. En realidad, y como suele ser habitual en la Red, es una palabra con múltiples sinónimos. Porque un “weblog” también es un “blog”, o una bitácora, o un diario “online”. Aunque se ha debatido mucho al respecto, una aproximación a su definición la ofrece la enciclopedia gratuita y abierta Wikipedia. Se trata de un “sitio web donde se recopilan cronológicamente mensajes de uno o varios autores, sobre una temática o a modo de diario personal”. Algunas de sus características es la inclusión de enlaces a otros “weblogs”, un archivo de entradas anteriores, posibilidad de que los lectores participen incluyendo comentarios sobre lo que se publica y, cada vez con mayor frecuencia, ofrecer lector RSS.

Alejados de definiciones academicistas, el valor de los “weblogs” se ha disparado en el último año. De una relevancia marginal, las bitácoras han alcanzado el periodo de maduración a una velocidad vertiginosa. No sólo cuantitativamente, sino, mucho más importante, cualitativamente. El ejemplo más claro pudo encontrarse durante las pasadas elecciones estadounidenses. La falta de ataduras políticas o económicas de cualquier diario personal les convirtió en fuentes de noticias jugosas, difusoras de sátiras o de pensamientos que jamás se habrían publicado en un medio tradicional. (continua....