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ametralladora

La secta.

La secta.

En todo medio de comunicación, el periodista, sobre todo el capaz de formar opinión, ha de decidir si cae o no en la tentación fáustica de venderle el alma al empresario. Es decir, de servir a los intereses comerciales o políticos antes que al compromiso de sinceridad para así labrarse un porvenir rampante en el que jamás faltará la cesta de Navidad.

En España, ningún empresario encarna como Polanco la exigencia al periodista de firmar el contrato de Fausto. A cambio de lo cual, por el modesto precio de un alma, se obtiene el derecho a ser abducido por Prisa, secta que vive de imponer la creencia de que, más allá de sus límites, no hay sino «terra incognita» carente de vida inteligente y poblada por salvajes sin evangelizar a los que se niega el derecho de la existencia: el ninguneo, esa modalidad civil e incruenta del paseíllo. Así, regido por esta regla, «El País» es un diario endogámico en el cual el compromiso con la sinceridad importa menos que alimentarse a sí mismo con la fabricación artificial de prestigios políticos y culturales, premio concedido a cuantos se avinieron a aumentar la colección de almas que en su despacho tiene Polanco prendidas con alfiler.

El crítico de «Babelia» Ignacio Echevarría quebrantó la regla fáustica. Aplicó la sinceridad a un producto de la casa y ahora no recibirá cesta de Navidad. Pues ha sido expulsado de Prisa. Lo cual, habida cuenta de la vanidad con que Prisa se tiene a sí misma como único ámbito en el que merece la pena existir, viene a ser como si un barco le hubiera abandonado en una isla desierta para aguardar la muerte profesional.

Ejemplo cultural de cómo hay que comportarse para rampar en Prisa es Juan Cruz, «taxi-boy» literario que suena el teléfono y sale corriendo a dar un servicio completo a cualquier autor de un producto de la casa. De ahí que, en el barco, vaya a sobrevivir como loro sobre el hombro de Polanco, al igual que Ekáizer o Pradera, loritos políticos. Así ha sido siempre Prisa, sintiéndose segura, incuestionable, por su capacidad de intimidación, pues mediante el ninguneo es capaz de robarle el porvenir a cualquiera. Pero hete aquí que, en el caso de Echevarría, nadie menos que Vargas Llosa ha elevado la protesta. Con él no pueden, y ahora no saben cómo lograr que parezca otra cosa lo que no ha sido sino una represión.

37 comentarios

Victor de la S. -

Así, llama la atención que el director, Jesús Ceberio, explique -ahora, tras meses de silencio despectivo frente al crítico- que lo único que se hizo con él fue «congelar la relación durante un tiempo»... ¡sin decírselo, sin responder siquiera a las quejas de Echevarría, como éste resaltaba ayer en la primera carta al director que le publican desde que se inició la larguísima congelación!

Ceberio parece expresarse con toda naturalidad, ¿nacida del uso habitual? Así suele manifestar su reprobación El País, en efecto: se congela a una persona hasta que, prendida en una genuina glaciación, cae, no ya en el olvido, sino en la no-existencia. ¿Resabios totalitarios?

El otro detalle finísimo es que, cuando el escándalo va a galope tendido y ya no se puede silenciar (como hizo Aznárez el domingo 12), El País publica ayer, al fin, unas líneas de desahogo de Echevarría. Pero lo hace en segundo lugar, en su sección Cartas al director, tras otra misiva, escuetamente firmada «Justo Serna.Valencia», en la que se fustiga y vitupera a Echevarría, «crítico atrabiliario que ha juzgado, condenado, vilipendiado o ensalzado libros más allá de sus virtudes». Ya era hora de que alguien le tosiera a este injusto personaje, viene a decir don Justo.

Quizá, para esa mayoría de lectores de El País que no conocen bien su edición valenciana, habría sido útil mencionar que el encargado de hundir preventivamente a Echevarría es profesor, ensayista... y colaborador habitual de esa edición.

Victor de la S. -

No, no hay muchísimo que añadir al escándalo Echevarría, es decir, al caso del conocido crítico literario de El País que ha decidido dar un portazo al diario después de que allí lo ninguneasen, negándose a publicar una crítica que le habían encargado, en represalia por otra en la que había despedazado a una figura del sector editorial del Grupo Prisa, Bernardo Atxaga. La carta de más de 100 intelectuales, bastantes de ellos colaboradores (¡y qué colaboradores!) del primer diario español, advirtiendo contra la censura en sus páginas, ha caído como un terremoto en la casa, hasta el punto de que la defensora de la empresa -perdón, del lector- reconocía ayer que la gestión de esta crisis ha sido «un auténtico disparate».

Ya han publicado Federico Jiménez Losantos o Jesús Cacho sus análisis; ya se ha recalcado lo de a buenas horas mangas verdes, dirigido tanto al propio Ignacio Echevarría como a sus colegas, que al cabo de los siglos caen en que El País quizá incurre en censura o en conflicto de intereses... El asunto está bastante claro, pues.

Sin embargo, y a la luz de otro reciente escándalo que Malén Aznárez no ha considerado digno de atención, el del montaje contra la Cope y los obispos pornógrafos (se ve que en ese caso no recibió «casi una veintena de quejas»...), quizá convenga resaltar algunos detalles que ilustran bien los mecanismos, los engranajes, el inimitable estilo incluso, de la máquina de censurar y aniquilar civilmente que allí tienen patentada.

Tomas C. -

Ni siquiera los progres soportan ya el panfleto. Ya solo falta que los lectores de ese panfelto se den cuanta que los están utilizando de una forma rastrera con todo tipo de mentiras.

Lucia Etxebarria -

¿Será verdad que los críticos, como decía Alvin Kernan, han sido siempre hombres orgullosos y ambiciosos, resueltos a ascender socialmente y desesperados por parecer como necesarios e importantes? ¿Será verdad que al elevar su oficio al nivel de profesión y al pasar después a la docencia universitaria y a la investigación no hacían sino compensar un complejo de inferioridad? Me gustaría creer que no, pero es que a veces pareciera que se trasvasan estrategias de la política al ámbito de las letras, manteniendo elementos de control para favorecer a los partidarios de determinadas corrientes y penalizar a los detractores.

Me resulta absurdo que ahora alguien se rasgue las vestiduras invocando unos conceptos que nada tienen que ver con el ejercicio de la crítica. Tan absurdo como el hecho de que sólo se las rasgue en el preciso momento en el que se prescinde de sus servicios y no antes. Y si alguien creía otra cosa, le voy advirtiendo -que las fechas lo requieren- de que los Reyes Magos son los padres.

Lucia Etxebarria -

El País es partidista, vale. Pero existen otros grupos de presión tan descaradamente partidistas como dicho periódico. ¿Alguien se ha preguntado, por ejemplo, por qué a las ferias internacionales de libros siempre van los mismos, que no suelen ser, precisamente, ni los más vendidos ni los que se traducen fuera de España? ¿O por qué algunos de los organismos públicos de los ministerios de Cultura españoles han repetido hasta la saciedad los mismos autores como si fueran los únicos del panorama contemporáneo? ¿O por qué determinadas sedes del Instituto Cervantes, que se supone es un órgano para la difusión del idioma español, se han convertido en una agencia de viajes que trabaja en exclusiva para un grupo de amigos?

El criterio de calidad literaria es siempre subjetivo. Ya decía Steiner que la literatura no es una ciencia exacta y que en las humanidades la teoría no designa sino intuiciones. ¿Alguien recuerda, por ejemplo, a Echegaray o Benavente, premios Nobel en su día y hoy completamente olvidados? Al fin y al cabo Madame Bovary sobrevivió al dictamen según el cual «el señor Flaubert no es un escritor», dictamen emitido por el crítico más famoso de su tiempo, de cuyo nombre no es que no quiera acordarme, es que no me acuerdo, como tampoco se acuerda nadie

Lucia Etxebarria -

Más allá de esto, me pregunto si alguien es tan ingenuo como para pensar de verdad que un grupo empresarial de la magnitud de Prisa va a permitir que su suplemento cultural estrella se mantenga independiente. Todos sabemos que Babelia reseña en un 80% libros de las editoriales del Grupo Prisa o de colaboradores de su periódico. Como sabemos que las críticas favorables van destinadas, en abrumadora mayoría, a los libros firmados por autores que, de una manera u otra, tienen relación con el grupo.

Según Ignacio Echevarría, El País favorece a su grupo. Cierto.Tan cierto como que cada grupo de poder, en cualquier entorno, tiende siempre a favorecer a los miembros que lo integran en detrimento de los afuerinos. En antropología se denomina a este fenómeno etnocentrismo situacional o posicional.

Si este señor hubiese expresado su descontento con la política etnocentrista del suplemento cultural para el que trabajaba antes de que se le hubiera despedido, su protesta habría tenido alguna credibilidad, pero el hecho de que lo haga sólo después de que el suplemento prescinda de sus servicios suena a rabieta.

Lucia Etxebarria -

Me sorprende mucho que el ambiente o mundillo literario español se haya estremecido tanto ante la carta abierta que Ignacio Echevarría, ex crítico estrella de Babelia, dirigió a Lluis Basset, director adjunto del diario El País. ¿No fue este mismo crítico, Ignacio Echevarría, el que firmaba aquel bonito artículo Los mejores escritores españoles del siglo, publicado en Babelia en el año 2000, en el que no había citada ni una sola mujer, ni una sola, y sí casi un desproporcionado número de escritores que firmaban sus novelas en empresas pertenecientes al Grupo Prisa?

Con todos mis respetos hacia Ramón Buenaventura, Luis Mateo Díez o Jose María Merino, ¿los consideraría usted mejores escritores que Rosa Chacel, Ana María Matute o Carmen Laforet? Es decir, ahora se queja el crítico de que Babelia «parece privilegiar, con descaro creciente, los intereses de una editorial en particular y, más en general, de las empresas asociadas a su mismo grupo».Pero él mismo es el que ha estado ejerciendo esa labor publicitaria «con descaro creciente» utilizando sus propias palabras. El ha sido el firmante de críticas de una virulencia demedida que, casi siempre, iban dirigidas a libros publicados en alguna editorial competidora del Grupo Prisa. Sí, es cierto que alguna vez también ha atacado al Grupo Alfaguara, pero ¿alguien cree que menos de 10 críticas de entre casi 170 firmadas por el señor Echevarría constituyen una cifra representativa? Si alguien quisiera comprobar este aserto por sí mismo, que se vaya a una hemeroteca y haga un recuento.

Javier F. -

Retomando las palabras de Malén Aznárez, podemos decir que nunca como hasta ahora había quedado tan en evidencia la mujer del César. Es legítimo ofrecer una parte de la realidad como justificación del todo. Será opinable —incluso más o menos tendencioso-, pero legítimo. Ahí está el lector para juzgar y elegir al día siguiente otro rotativo en el quiosco.

Pero lo que reflejan ahora los casos mencionados es algo bien distinto: un César ávido de poder y quizá demasiado dispuesto a disponer de su señora para sus tropelías, o una dama complaciente y pronta a tapar los errores del augusto marido al precio que sea.

De momento, el consejero delegado del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián, ha dedicado ya sus primeras críticas al Gobierno que preside Rodríguez Zapatero, argumentando que es "importante" que se empiece a hablar de "los errores y las carencias" del Ejecutivo, que "no son pocas en algunos aspectos". ¿Comienza a darse cuenta la esposa de que el César también debe parecer honrado y, lo que es más importante, serlo?

Javier F. -

Habrá a quien la cabecera le resulte más o menos simpática ideológicamente, pero cualquier profesional de la información debe reconocer que El País se ha hecho acreedor de un prestigio de competencia y buen hacer, cimentado —como no podía ser de otra forma- en un equipo humano muy capaz. Pero si es justo reconocer todo esto, también lo es llamar la atención sobre la deriva en la que parece haber entrado este diario desde hace algunos meses.

Los actuales responsables del periódico parecen empeñados en tirar por la borda esa reputación acumulada, reconocida incluso fuera de nuestras fronteras. Nunca como ahora el diario de Polanco se ha visto pillado en tantos renuncios, desmentidos y demostraciones de falta de rigor profesional.

Tres ejemplos recientes: el seguro de vida contratado por el ministro Federico Trillo (en vigor desde la época de Felipe González y que incluía al actual Gobierno), el supuesto borrado de datos del anterior equipo de Presidencia (clónico al realizado por el PSOE en 1996, al dejar Moncloa) y la denuncia contra un ofensivo Grupo Risa (falsamente vinculado a la cadena COPE).

Javier F. -

"La mujer del César no sólo tiene que ser honrada, sino también parecerlo". Con estas palabras terminaba el domingo "La defensora del lector" de El País, Malén Aznárez, su curioso escrito sobre el "caso Echevarría", el crítico literario que ha denunciado un acto de censura por parte del periódico de Polanco.

El artículo de Aznárez es valiente y razonable pues responde con claridad a las quejas de los lectores que, en un número cercano a la veintena —como reconoce la propia "defensora"-, le han enviado cartas quejándose de la actuación de los directivos de PRISA. Me ha llamado la atención el recurso a la conocida frase sobre la parienta del emperador romano porque da pie a algunas conclusiones.

Aznárez termina su pieza explicando que "si los lectores están por encima de todo, es precisamente en casos como éste (el de Echevarría) cuando el cuidado ha de ser exquisito. La credibilidad —continúa la Defensora- es difícil de alcanzar, pero se pierde con facilidad". Y concluye con lo de la mujer César y su honradez. ¿De qué César habla Malén Aznárez?

El artículo de marras aborda de frente y con bastante honradez el caso Echevarría. Formula a los protagonistas de la polémica las preguntas más directas y da pie a que cada uno explique su visión del caso. Muy en la línea, por otro lado, de esa reputación de diario serio y solvente, labrada a lo largo de casi treinta años de correcto desempeño.

Fray J. -

(El crítico literario Ignacio Echevarría abandona El País, y en una carta abierta acusa a la dirección del periódico de "ejercer de un modo abierto la censura y vulnerar interesadamente el derecho a la libertad de expresión". Echevarría fue vetado en el suplemento cultural del diario polanquista, "Babelia", tras haber publicado una crítica negativa de la útima novela de Bernardo Atxaga, editada —cómo no— por Alfaguara, otra de las empresas del grupo PRISA)

Donde siempre el sociata encuentra auxilio,
donde se hace palmario el monopolio,
donde el editorial precisa escolio
y la verdad se queda en el exilio.

Donde tiene el falaz su domicilio,
donde reparten trozos del expolio,
donde Juan Luis Cebrián se tira el folio
y hay con la axila progre un tierno idilio.

Donde la SER elige al contertulio,
donde Polanco amasa su peculio
y se infiere a la COPE contumelia:

Pues de esa secta, en fin, se desafilia,
por no bailarle el agua a la "Familia",
un crítico de libros de Bobelia.

Agapito M. -

La otra forma de censura, indirecta y burocrática, es más peligrosa. Censura criminal de guante blanco a la hora ejecutarla. Brutal. Es la censura a la que aspira el director de El País, que, según la Defensora del Lector de este periódico, no quería prescindir de Echevarria, “sino congelar la relación durante un tiempo”. No sólo no publica el trabajo del censurado, sino que espera, con la paciencia macilenta y ruin del burócrata que ha reducido su vida a pasar de todo y levantar los hombros a la hora de pensar, que el censurado se marche aburrido a otro medio o ceda a los criterios censores de la empresa. Maltratar al hombre libre es en los dos casos el objetivo del censor. Pero reconozco que la segunda forma de censura es de una perversidad que comienza a hacer escuela en las redacciones. ¡Cuántas veces hemos oído la expresión “a fulanito lo tienen en la nevera”! Como si al escritor libre, al crítico, hubiera que matarlo, primero, congelarlo después, para que algún día, cuando interese a la empresa, sacarlo del frigorífico y ofrecer sus vísceras para el consumo de los honrados compradores del periódico en cuestión.

De la tercera forma de censura hablaré otro día, porque a la criminalidad de la acción de censurar se suma la estulticia del censor.

Agapito M. -

Valga, sin embargo, este caso para pensar un rato sobre qué cosa es hoy la censura en una sociedad aparentemente transparente a la hora de formar una opinión pública genuinamente democrática. A la luz del caso El País, “modelo” también de “periodismo” censor, me atrevería a destacar tres tipos de censura sin ánimo de agotar la extensa fenomenología que el tema exige. La directa y formal que, primero, publica el texto del censurado y, después, prescinde del colaborador por una vía más o menos legal. Una empresa, en efecto, puede prescindir de un trabajador porque no se ajusta a sus criterios partidarios o, sencillamente, porque lo censurado jamás podrá reducirse a los objetivos de propaganda y agitación con que se concibe la empresa periodística. Supongo que todos los medios de comunicación, entre ellos El País, han recurrido a esta forma de “censura” alguna vez en su vida y, sin embargo, el escándalo no ha conseguido traspasar el ámbito de los códigos del Derecho del Trabajo de una sociedad democrática. Aunque grave es el conflicto en que puede entrar un escritor libre con los objetivos de la empresa, nunca será escandaloso porque, al final, puede comprenderse y, a veces, solucionarse con los medios del Estado de Derecho.

Agapito M. -

El hombre es sobre todo malo. Y si tiene poder, aún será peor. No lo duden, siempre lo ejercerá en provecho propio. Analicen la cartita de los “intelectuales” criticando al suplemento de Babelia por haber censurado a Echevarria y comprobarán la perversidad plurimorfa que alberga el alma de los humanos. Las buenas conciencias son siempre más peligrosas que las malas. A pesar de todo, daré un voto de confianza al género humano, y diré que es digna de ser alabada la crítica dirigida al director de El País por los firmantes de la carta; incluso quizá exista algún caso entre los firmantes para llamarle valiente, y lo digo sin ironía, porque se juega en esta firma su futuro. Pero nadie me negará que el estilo de la carta es tan suave, tan melifluo, que parece ocultar más que denunciar lo que pudiera estar sucediendo en otras secciones, especialmente políticas, de este periódico. No me extraña, por lo tanto, que los lectores más inteligentes de la carta de protesta hayan dictado este veredicto: “Márchense lejos, muy lejos, de ese suplemento y empezaremos a creer algo de lo suscrito en la cartita...”.

Julia E. -

Más bien al contrario, "el cirio" no ha hecho si no reavivarse a raíz de la carta que setenta y cuatro escritores, lectores e intelectuales han enviado al director de El País expresando "su preocupación por la posibilidad del futuro ejercicio libre de la crítica en las páginas de El País", carta que dicho periódico no ha tenido más remedio que publicar y que ha obligado a la Defensora del Lector a dar la cara con un largo artículo en el que, lejos de explicar el asunto, lo que hace es enmarañarlo cada vez más, pues sólo da la versión del periódico que ni por esas se atreve a publicar la carta de Echevarría. Me imagino la perplejidad de esos lectores –y son muchos– que sólo leen El País y no se habían coscado de nada hasta la carta de "los setenta y cuatro" y la complicada explicación de su Defensora. Sobre todo al ver encabezada la carta por algunos colaboradores del propio periódico, como Rafael Conte y Mario Vargas Llosa quien, por cierto, debe de saber un rato sobre la libertad de expresión de esa Casa pues muchos de sus artículos, tan alejados de su línea oficial, suelen ir sospechosamente compensados en los días siguientes por oportunas y profusas cartas con un alto contenido insultante hacia el autor. No entiendo como no han puesto este ejemplo para demostrar la amplitud de criterios del periódico y lo bien que apoya y defiende a sus colaboradores.

Julia E. -

A vueltas con lo de Ignacio Echevarría y el cirio que efectivamente se ha montado en El País al respecto. Como esto no puede quedar así, a alguien, y me imagino a quién, le debe oler ya la cabeza a pólvora. Tiene que haber un responsable y como no puede ser Aznar, maldita sea, tendrá que ser de la casa (preferiblemente del propio "Babelia") y fácilmente parapetable, además, a un puesto oficial de consolación en la Administración, una jefatura de prensa o algo por el estilo, pues, si acierto en la identidad del futuro chivo expiatorio (¿o debería decir chiva?), los medios los tiene ya muy quemados. Algún intento ha habido –y en la llamada prensa conservadora– de echar la culpa a los periódicos digitales por haber difundido la famosa carta, es decir, por haber hecho lo que tenían que hacer con una carta abierta, pero no ha dejado de ser más que una cortesanía tan desplazada como inoportuna por parte del escribidor, pues ni por eso le van a volver a contratar en El País (aunque nunca se sabe), ni ha quedado zanjada la cuestión, como pretendía en su artículo.

Narciso L. -

En el año 89, más o menos, me dejó ojiplático el tratamiento que daban en "El Pais" a la adjudicación de las licencias de TV. También por aquellas fechas salió "El Mundo", previa defenestración de Pedro José Rámirez del Diario 16, al cual me cambié y el tiempo no me ha hecho arrepentirme. Desde entonces, cuando de aquel periodico se ha de tratar, siempre digo que no sirve ni para tapar la paella. Ahora además de insistir en lo anterior le llamo "La Bola", que se lo he copiado a FJL, y digo: LA BOLA no sirve ni para tapar la paella.

Laredo -

Tengo la esperanza de que vaya ventilándose las miserias del diario El País, el caso Echeverría lo ha puesto de manifiesto, pero hay que preguntarse por otros escritores, por ejemplo ¿por qué Álvaro Delgado Val no escribe desde hace tiempo en el diario? ¿por qué no lo hace Carlos Rodríguez Braun?, ¿por qué no lo hace Alberto Recarte?, etc., todos ellos lo hacían hace tiempo. Soy lector diario de este diario, valga la redundancia.

Anónimo -

Ya te lo dije una vez y te lo repito. Como sigas metiendote con el Imperio lo pagarás caro. Tarde o temprano cometerás un error y, aunque sea contra el código de circulación el Imperio le dará la repercusión y la categoría suficiente para que te arrepientas de tu osadía.

Eduardo Martos -

estamos encaminando hacia una dictadura. Y la desinformación y el sectarismo del grupo Prisa es una de sus más importantes harramientas.

El acoso a la oposoción es un claro síntoma: y la reiterada campaña de calumnias a los adversarios del PSOE, es el método que certifica el diagnóstico. La amistad y el compadreo con Chávez y Castro no son casuales.

Santiago M. -

No lo entiendo, yo leo en digital a el pais, el mundo, la razón, abc y periodista digital. Radio no escucho por que no la soporto.
Y leo (y leido) algunas veces críticas al pp de estos diarios, cuando estaba en el gobierno y ahora, que está en la oposición.
Jamás leo (ni leido) en el pais crítica alguna al psoe, ni estando en la oposición ni ahora, que está en el gobierno.
Jamás leo (ni leido) en el pais decir algo bueno para el pp, ni estando en el poder ni ahora que está en la oposición.
¿Cómo se le llama a eso?
Por que no creo yo que pp es el demonio y el psoe es dios.
¿O sí?

Ignacio V. -

Y para ratificar toda esta proyección, ahí tenemos al ruin, cobarde, pesebrero, tirano e indecente de Miguel Angel Aguilar, un cerdo asqueroso vendido a la mentira y a la infamia que día a día le impone el fascista Cebrián.
Ellos tendran, faltaría más, la cesta de Navidad con jabugo incluido.
Los chupa gaitas son así.

Ramon L.G. -

Juro que no leo El Pis (juro que ha sido una errata, pero me gusta, justicia poética)desde 1994.
Yo diría que era una edición Mexicana ¿o era Texana? ¿O de dónde era?

No recuerdo nada.
No lo he vuelto a hojear en mi vida.

No por ideología (que no tienen).

No por enemistad (por la cuenta que me trae no me acercaré nunca a tales culebras).

No por estética (mira que son feos).

No por amor al arte ni a España (naturalmente ellos no tienen nada que ver ni con una cosa ni con la otra).

No por rojos (ellos son rojos al contado).

No por impostados, ni por impostores...(bueno por esto, un poco sí).

C.o.ñ.o, lo que no entiendo es porqué nunca leo el Pais.

Aitor San Sebastian -

Tengo una curiosidad. ¿Mercedes Mila seguirá leyendo El Chafardero (Alias El PAIS)?

...La presentadora de Gran Hermano acusó en el programa de Olga Viza en RNE a "los obispos" de tener una "página pornográfica" en el que se atacaba al Gobierno del PSOE. Milá dijo entonces que esperaba una pronta rectificación de "los obispos" y añadió que "varios periodistas amigos suyos" se habían intentado poner en contacto con la COPE y esta emisora se había negado a dar explicaciones sobre la noticia.
El martes pasado, Milá, en el mismo programa de RNE, ha dado ejemplo al Gobierno y a Prisa al pedir disculpas por sus falsas acusaciones. "Tengo que rectificar respecto a la pagina del otro día" Explicó que había leído la noticia en El País y que "tras hablar con Luis Figuerola" y consultar "varias páginas de Internet" descubrió su error."

Manuel R. -

Con la nueva ley de Violencia de Género, a un pobre desgraciado que se le ocurra tocar a la parienta o a una pobre desgraciada que se le ocurra tocar a su maromo, les puede caer el pelo de verdad.

Sin embargo a un señor que se dedica a predicar por escrito como darle a tu parienta sin que se note, lo sacan de la carcel y encima a pagar todos, le ponen dos profesoras para enseñarle la Constitución Española, la que dicen que ya no sirve y la que quieren darle un lavado y un peinado un día de estos para ponerla al día.

Sus risas, al ver la estupidez de los españoles, se deben oír hasta en la Meca.

Toledo M. -

no os perdáis el último show de la ministra de cuota de fomento en la tele de galicia que acaba de destapar la COPE. ¡qué talante!

Por cierto, ¿alguien sabe si la encargada de cuota gubernamental de asuntos religiosos la señorita Rico Godoy de las Rico godoy subvencionadas de toda la vida, ha dicho ya algo sobre el último show de PRISA donde en directo y abierto en su tele se cocinaba , troceaba , untaba en mantequilla y se introducía al horno tres días e insultaba a un crucifijo.? Sí, esa misma que se rasgaba las vestiduras por el montaje de una web marginal que se cachondeaba de las ministras Vogue...

Caldera como es un cobarde tampoco dice nada de su segundo ¿no?

Jordi M. -

La fiabilidad del Pais es algo que aunque poco a poco va disminuyendo incluso entre sus propios lectores.

No hace mucho cuando alguién quería darle credibilidad a una noticia decía que la había leido en el Pais, hoy en día, las personas que conozco que leen el Pais se limitan a decir que lo han leido en el periodico, sin especificar en cual.

Otro caso lo podemos ver en esta bitacora, exactamente en la de ayer. Cada vez que salía una noticia en el Pais que afectaba a algún miembro del Partido Popular rapidamente teníamos un "visitante" que nos ponía la noticia, sin embargo eso no ocurrio ayer, y eso que para algunos de los "visitantes" lo dicho por el Pais siempre han sido la verdad absoluta.

Ramon J.L. -

Jesús, que hartera, que tengo de chorizos pero además ignorantes y paletos. Un absoluto delincuente como ricitos Caldera no se iba a quedar choriceando fotocopias sino que utiliza dinero público para hacer “crítica” por internet. A mí la página de los genoveses de la que se surtían e ilustraban los trolls que “visitaban” la bitácora me sonaba tan “oficial” que era difícil distinguir las voces del coro progre, qué aburrimiento, siempre todos a una, siempre repitiendo las mismas gili..eces qué muermo, y como diría lerele qué asco, pero asco infinito.

Ramon J.L. -

Hay que ver qué pedazo de rollo es hablar de El País, la cosa es bien sencilla, calumnia e injuria que algo queda, aunque luego haya que desdecirse mil veces, eso suena mucho más bajito, y el efecto ya se ha conseguido, ¿y la verdad? y eso ¿a quién le importa?; el tema es que yo empiezo a pensar que la estrategia está claramente calculada, o sea, que cada tanto, se repite una determinada consigna que desprestigie a alguno de los políticos más destacados del anterior gobierno, y esa es la forma de estos progres de hacer gobierno, y mientras tanto no se habla del gobierno, pero es que tampoco hablamos de la oposición, no hablamos de Mariano porque si habla, no se le oye, a los que se oyen es a unos injuriando y a otros (los injuriados) balbuceando que si disculpas, que si dímelo en el Parlamento, que si bla bla bla; no hay nada que decir del gobierno actual ¿qué han hecho? ¿qué han conseguido? ¿cuáles son sus objetivos?, nada de lo que pueda hablarse. Ya que todo es negativo y nos hemos quedado sin tribuna. Conclusión: de lo que no se puede hablar pues no existe.

Sancho M. -

Dicho desmentido motivó, como era de esperar, la respuesta oficial del PP denunciando la burda manipulación y la filtración de un documento elaborado por un consejero del Tribunal de Cuentas de conocida afiliación política (fue diputado del PSOE). Blanco, secretario general de desorganización, insiste en el uso partidista por parte del principal partido de la oposición. Bien, Pepiño, muy bien. ¿Qué podíamos esperar de Don José? Ya se sabe, Blanco y en botella. Esta nueva heroicidad socialista se suma a la interminable lista de errores del Gobierno de ZP. Nunca nos pudimos llegar a imaginar que el PSOE gobernaría con las más altas cotas de sectarismo y de irresponsabilidad. Ahora el Gobierno ya no manipula; simplemente miente y lo hace a destajo, como bien afirma Ignacio Villa.

Sancho M. -

Patinazo hasta en la manipulación

El Gobierno de Zapatero ha llegado al inaudito extremo de provocar que Tribunal de Cuentas emitiera este lunes una nota desmintiendo la nueva exclusiva de El País o, lo que es lo mismo, el Boletín Oficial del Gobierno, sobre el uso partidista de la publicidad del Ministerio de Trabajo en la etapa de Zaplana. Bueno, pues el desmentido del órgano constitucional no tardó en llegar. El Tribunal de Cuentas hizo pública una nota precisando que el informe de fiscalización sobre las campañas de publicidad de la Seguridad Social y las Pensiones entre 2002 y 2004 está en fase de borrador sujeto a cambios en el que además, según asegura, no se habla de "uso partidista" ni de contratación "oculta". ¡Tomo Zapa-tazo!

El Partido Popular afirma al respecto que el documento fue elaborado por un consejero del Tribunal de Cuentas de conocida afiliación política, reclamando una explicación al ministro del ramo, Jesús Caldera, quien por cierto parece tener cierta experiencia en cuanto a filtraciones se refiere. Por una vez tenemos que salir en defensa de la SER, al distanciarse de El País en cuanto a dicha información.

Santiago U. -

Son una secta porque en cuanto uno hace una crítica libre le despiden, todas las radios y periódicos tienen opinión pero no despiden simplemente por expresarla, salvo el grupo PRISA, que echa a la calle a alguien por criticar un libro que edita el grupo Alfaguara que claro también es de Polanco. Como Santillana, Canal Plus...Y todas las empresas semipublicas que le han ido regalando por dorar la íldora al PSOE

Vardano -

Al fin hasta los más fanáticos y torpes se tendrán que dar cuenta de quien es Polanco, Cebrían y esa tropa de impresentables-mafiosos

Laredo -

Tarteso
TU TE HAS ENTERADO DE LA DOSCIENTAS METEDURAS DE PATAS DE ESTE GOBIERNO CREO QUE ESTAS EN UN MUNDO DISTINTO SI SOLO OYES ESA EMISORA Y LEES ESE PERIODICOS ERES UN MAL INFORMADO O ES QUE TE GUSTA OIR LO QUE ES MENTIRA. LO DE LOS SEGUROS DE TRILLO , LO DEL TERRORISTA MUERTO LO DE LOS ATAQUES A LA COPE, ALGUAN VEZ LOS OISTE CRITICAR LOS CRIMENES DEL GAL , HOMBRE ESCUCHAS OTRA EMISORAS Y LEE OTROS PERIODICOS.

Jesus D. -

El grupo PRISA es el causante de la crispación k se vive en España. Con sus mentiras " a go-go " trata de aplastar al PP, y así quedarse con todo y con todos.¿ Cómo va a publicar nada que moleste a los nacionalistas vascos y catalanes, si hace negocios con ellos todos los días ? Repito : Este grupo sectario, carroñero y mentiroso hasta dar asco..... nos lleva al desastre como Nación. Ahora k no piensen k ellos se van a ir de rositas. Boicot total al grupo Prisa.

Tarteso -

De verdad, alucino, con la obsesión de la derecha por Polanco y PRISA.
Oigo la SER, y leo El País, y os puedo asegurar, que jamás hacen estas campañas, contra otros medios.
Y eso que motivos no les faltan.
PURA ENVIDIA

Gabytero -

DAS EN EL CLAVO EL PAIS ES UNA SECTA COMPUESTA POR SEÑORES TOTALITARIOS Y SECTARIOS POR LO QUE LES PAGAN POR HACER LO QUE LES GUSTA HAY ESTAN EL SEÑOR TEGLEN. PRADERA Y TANTOS ESTALINISTAS QUE MILITAN EN EL PAIS Y QUE LO USAN PARA DIRIGIR EL GOBIERNO DE ESTE PAIS.