Más de setenta colaboradores de El País cuestionan la libertad de crítica en el diario español.
El escritor peruano firma este sábado, junto con más de setenta colaboradores de El País, una carta al director, Jesús Ceberio, en la que expresa su "preocupación por la posibilidad del futuro ejercicio libre de crítica" en las páginas del diario de Prisa. Es su reacción a la salida del crítico Ignacio Echevarría, que hace algo más de una semana denunció al periódico, en una carta abierta dirigida al director adjunto Lluis Bassets, por ejercer de un modo abierto la censura y vulnerar interesadamente el derecho a la libertad de expresión.
En la sección de "Cartas al director" de la edición de este sábado de El País, el escritor peruano une su firma a la de destacados colaboradores del diario de Polanco para mostrar su preocupación por la marcha de Ignacio Echevarría.
La misiva recoge que "algunos críticos, redactores, escritores, lectores y colaboradores de El País expresamos nuestra preocupación por el daño que ha sufrido el crédito del periódico a raíz de la carta abierta que el crítico de Babelia y colaborador de la sección de Cultura del diario Ignacio Echevarría dirigió el pasado 9 de diciembre a Lluis Bassets, director adjunto de El País, en la que se denunciaba la represalia y la censura de las que ha sido objeto por ejercer la crítica literaria tal y como venía haciéndolo desde hace catorce años en estas mismas páginas".
La carta es breve y concisa y sus firmantes manifiestan "igualmente" "nuestra preocupación por la posibilidad del futuro ejercicio libre de la crítica en las páginas de El País". Firman, además de Mario Vargas Llosa, Rafael Sánchez Ferlosio, Juan Marsé, Félix de Azúa, Rafael Conte, Eduardo Mendoza y otras 68 personas más.
37 comentarios
Fabricio -
Daniel R.H. -
Como para venir a darnos lecciones de libertad.
Daniel R.H. -
Parece que poder escribir lo que sea con un costo mínimo, al alcance de cualquiera, supone para el insigne académico una "censura insidiosa". La Red "no deja seleccionar la información de interés, honesta o verdadera". Es de suponer que la única información honesta y verdadera es el halago impenitente al totalitarismo vasco al que tan bellas e interesantes páginas ha dedicado la voz de Polanco. En esto es, al menos, coherente, pues se manifiesta partidario del monopolio de la información. De su monopolio, ese monopolio ejercido arriba y con prisa.
Jesus D. -
Tarteso -
Santiago U. -
Nos da igual que lleves tantos años trabajando en nuestra empresa, si osas criticar lo que hacemos te vas fuera y te censuramos tu cronica.
Estos metodos societicos en el "diario independiente de la mañana " deberían hacer reflexionar a sus lectores sobre la independencia y la pluralidad de este panfleto sectario.
Toledo M. -
Jordi M. -
Garcia M. -
SON SÍNTOMAS CLAROS DE QUE ADOPTAN ACTITUDES FASCISTAS.
HAN COMENZADO SU DECADENCIA Y CONSIGUIENTE AUTODESTRUCCIÓN. SUS DÍAS ESTÁN CONTADOS.
Isabel D. -
Ramon L.G. -
Urquielo -
Alejandro A. -
Domingo J. -
Por la libertad de España es necesario desmonopolizar los medios masivos de comunicación. Urge presentar una ley que se prhiba al propietario de un medio gráfico ser propietario de otro medio ya sea gráfico, radial o audiovisual.
Brado -
Joaquin -
Pedro F. -
R.C., M.V......... -
Por la presente, algunos críticos, redactores, escritores, lectores y colaboradores de EL PAÍS expresamos nuestra preocupación por el daño que ha sufrido el crédito del periódico a raíz de la carta abierta que el crítico de Babelia y colaborador de la sección de Cultura del diario Ignacio Echevarría dirigió el pasado 9 de diciembre a Lluís Bassets, director adjunto de EL PAÍS, en la que se denunciaba la represalia y la censura de los que ha sido objeto por ejercer la crítica literaria tal y como venía haciéndolo desde hace catorce años en estas mismas páginas.
Igualmente manifestamos nuestra preocupación por la posibilidad del futuro ejercicio libre de la crítica en las páginas de EL PAÍS.
Malen A. -
Porque si los lectores están por encima de todo, es precisamente en casos como éste cuando el cuidado ha de ser exquisito. La credibilidad es difícil de alcanzar, pero se pierde con facilidad. Y ya se sabe que la mujer del César no sólo tiene que ser honrada, sino también parecerlo.
Malen A. -
La discusión que se podría plantear, a juicio de esta Defensora, es si ha existido conflicto de intereses, porque es cierto que dentro de los grandes conglomerados periodísticos existe siempre esa sospecha. Y consecuencias derivadas de ese conflicto.
El Libro de estilo señala que la mejor forma de evitar el conflicto de intereses "es la transparencia interna que este periódico se compromete a mantener". Asimismo dice que, por encima de cualquier otro, prevalecerá el interés del lector; y añade que "en las informaciones relevantes de contenido económico o financiero referidas a cualquier empresa integrada o participada por el Grupo Prisa se hará constar que se trata del grupo editor de EL PAÍS". En este caso, el Libro de estilo no ayuda a aclarar el problema planteado, porque publicar que la editorial pertenece al Grupo Prisa -que no se hizo- no hubiera resuelto nada.
Malen A. -
Esta Defensora está de acuerdo en que el periódico tiene derecho a escoger los artículos que quiere publicar en sus páginas. El caso es que Echevarría había escrito, este mismo año, otras críticas en idéntico tono implacable. Y antes había fustigado con dureza a escritores de la talla de Javier Marías, sin que -como el propio crítico dice en su carta- hasta ahora eso hubiera sido "motivo de reprobación". Echevarría también había criticado distintos libros de Alfaguara. Cuatro en este mismo año, entre ellos Delirio, de Laura Restrepo, último premio Alfaguara de Novela. Nunca hubo quejas de censura por parte del crítico, quien siempre escribió con absoluta libertad lo que creyó conveniente y así se publicó.
No se puede hablar, por tanto, de censura. Pero esta Defensora cree que más que una "muy mala gestión" de lo que la dirección asume como un "conflicto", el desarrollo del mismo ha sido un auténtico disparate. No sólo debían haberse extremado todo tipo de precauciones para evitar el conflicto y las sospechas, sino que antes que nada debió de hablarse con Echevarría en vez de mantener silencio durante tres meses.
Malen A. -
3. "No creo que una carta abierta dirigida a mí sea la forma más adecuada de resolver el conflicto. Cuando la recibí y pensé que sólo la había dirigido al periódico -al director, a Babelia y a mí mismo-, expresé mi deseo de verla publicada. Me convenció de lo contrario su divulgación inmediata y masiva en Internet sin conceder siquiera 24 horas al diario para su publicación. No creo que EL PAÍS deba prestarse como plataforma para una acción contra el propio diario".
Son explicaciones que el director de EL PAÍS, Jesús Ceberio, "comparte y respalda de principio a fin", al tiempo que subraya que "en modo alguno puede hablarse de censura, puesto que la crítica se publicó". El pasado viernes, Ceberio reconoció haber gestionado "muy mal" este "conflicto". Ante la inquietud del Comité de Redacción por la carta de más de un centenar de críticos, colaboradores y redactores de EL PAÍS -publicada ayer en Cartas al Director-, Ceberio lamentó que "este conflicto, que ya reconocí haber gestionado muy mal, dé pie a conclusiones que me parecen desmesuradas y que tratan de extender una sospecha general sobre el periódico.
Malen A. -
Malen A. -
Malen A. -
1. ¿Por qué Echevarría no ha publicado ninguna crítica en Babelia desde hace más de tres meses? ¿Tiene algo que ver con el hecho de que la última que publicara fuera una crítica muy negativa del libro de Bernardo Atxaga editado por Alfaguara? ¿Tiene razón el crítico cuando afirma que ha sido objeto de una represalia por culpa de esa nota negativa?
2. ¿No queda en entredicho, como señalan algunos lectores, la credibilidad de EL PAÍS, cuando entran en colisión los intereses del grupo empresarial al que pertenece con una crítica independiente?
3. ¿Por qué no se ha publicado la carta abierta de Echevarría?
Éstas son sus respuestas de Bassets:
1. "Resulta difícil sobreponerse al estupor que suscita la lectura de esta novela. Cuesta creer que, a estas alturas, se pueda escribir así. Hago mías estas palabras con las que empezaba Echevarría su crítica, pero aplicada a lo que él escribe.
Malen A. -
Malen A. -
La redactora jefe de Babelia, María Luisa Blanco, da su versión de lo sucedido: "El libro de Bernardo Atxaga se programó a finales de julio para que protagonizara la primera portada de Babelia de septiembre. La crítica del libro se le pidió a Ignacio Echevarría. Rafael Conte y Echevarría se reparten la crítica de los libros considerados más importantes, que suelen coincidir con aquellos a los que se les dedica una portada.
Patricia -
Eduardo Martos -
David Parada -
Sebastian -
Yotero -
Carla (Madrid) -
¿Existió, existe o existirá esa CRITICA?
¡De chiste!
Jose C. -
La reseña que ha causado la disputa, titulada Una elegía pastoral, criticaba la beatitud y el maniqueísmo del planteamiento de la novela y lamentaba la prosa de seminarista, de una cursilería casi conmovedora, llena de ridículos arrobamientos con la que está escrita. El libro, según el crítico, está construido con una sentimentalidad jurásica, que en sus mejores páginas trae, bien que a su modo, el recuerdo de las novelas de José Luis Martín Vigil.
Jose C. -
Jose C. -
La segunda cuestión que preocupa a Ignacio Echevarría es que El País ejerza de un modo abierto la censura y vulnere interesadamente el derecho a la libertad de expresión, del que tan a gala tiene ser defensor y valedor. Esa es la conclusión que extrae el crítico tras la resolución de vetar a un antiguo colaborador por el solo motivo de haber manifestado contundentemente, sí, pero también argumentadamente, su juicio negativo acerca de una novela que considera francamente mala.
Jose C. -
Tras publicar la crítica en el suplemento literario Babelia del 4 de septiembre, el nombre de Echevarría ha desparecido de sus páginas sin más explicaciones. De hecho, y tal y como denuncia en su carta abierta a Lluís Bassets, el crítico envió una nueva reseña el pasado 13 de octubre sobre un libro de ensayos de T.S. Eliot. La crítica fue retenida por el propio Bassets aludiendo al problema que había creado su recensión sobre la novela de Atxaga. Se ha dicho, y supongo que te habrá llegado, que tu crítica era como un arma de destrucción masiva y que el periódico hace mucho tiempo que ha renunciado a utilizar este tipo de armas contra nadie, argumentaba Bassets.