Presupuestos de Defensa. Complacencia militar.
Presupuestos de Defensa
Complacencia militar
La satisfacción de los militares viene sobre todo del aumento del capítulo 2, los gastos corrientes Los Altos Mandos de las Fuerzas Armadas se han mostrado más que satisfechos con los primeros presupuestos de defensa socialistas. Primero porque, en comparación con lo que venía defendiendo el PSOE en la oposición, los presupuestos resultan más bien decorosos. Segundo porque el Gobierno les da más dinero para sus gastos corrientes y les exige menos en términos operativos.
Es cierto que el presupuesto de Defensa crece menos que la media del gasto público. Pero en parte ese menor crecimiento se debe a la reducción de un gasto de personal que siempre quedaba sin gastar como consecuencia del problema de reclutamiento de las Fuerzas Armadas. Así, el crecimiento de los gastos de funcionamiento e incluso de las inversiones resulta moderadamente expansivo. El problema es que con ello el Ministerio de Defensa renuncia ya de entrada a unas Fuerzas Armadas de una mínima entidad para nuestro país.
La satisfacción de los militares viene sobre todo del aumento del capítulo 2, los gastos corrientes. Este incremento es un gran alivio tras la férrea disciplina que los gobiernos del PP habían impuesto a todo el sector público, incluyendo las Fuerzas Armadas. Las unidades tendrán así más dinero para combustible, para dietas, para mantenimiento y otros gastos para la vida en los cuarteles.
El Gobierno rebaja además el nivel de ambición operativa que había impuesto Aznar en los últimos años de mandato. Los militares españoles tienen hoy la completa seguridad de que no serán requeridos por el Gobierno para participar en ninguna operación de combate y que incluso las operaciones de paz o de ayuda humanitaria se verán progresivamente reducidas por el temor del Gobierno a que puedan surgir complicaciones.
Hay aún un tercer motivo para la complacencia de los ejércitos. Nada de transformación que no nazca de los propios Cuarteles Generales. Primero porque un Gobierno que renuncia explícitamente a la fuerza en todos los casos no tiene necesidad de transformar su instrumento militar a los nuevos requerimientos de ningún conflicto. Segundo porque la agenda del Ministro está en los desfiles y en los discursos, pero muy lejos de la adecuación de nuestras Fuerzas Armadas a las nuevas exigencias estratégicas.
Los militares se plantean así un horizonte de incremento moderado de los recursos, una disminución de las exigencias operativas por parte del Ejecutivo y una nula interferencia del poder civil en la política militar. El problema es que este presupuesto, volcado en el corto plazo y que busca interesadamente esa complacencia de los militares, puede ser pan para hoy y hambre para mañana.
Complacencia militar
La satisfacción de los militares viene sobre todo del aumento del capítulo 2, los gastos corrientes Los Altos Mandos de las Fuerzas Armadas se han mostrado más que satisfechos con los primeros presupuestos de defensa socialistas. Primero porque, en comparación con lo que venía defendiendo el PSOE en la oposición, los presupuestos resultan más bien decorosos. Segundo porque el Gobierno les da más dinero para sus gastos corrientes y les exige menos en términos operativos.
Es cierto que el presupuesto de Defensa crece menos que la media del gasto público. Pero en parte ese menor crecimiento se debe a la reducción de un gasto de personal que siempre quedaba sin gastar como consecuencia del problema de reclutamiento de las Fuerzas Armadas. Así, el crecimiento de los gastos de funcionamiento e incluso de las inversiones resulta moderadamente expansivo. El problema es que con ello el Ministerio de Defensa renuncia ya de entrada a unas Fuerzas Armadas de una mínima entidad para nuestro país.
La satisfacción de los militares viene sobre todo del aumento del capítulo 2, los gastos corrientes. Este incremento es un gran alivio tras la férrea disciplina que los gobiernos del PP habían impuesto a todo el sector público, incluyendo las Fuerzas Armadas. Las unidades tendrán así más dinero para combustible, para dietas, para mantenimiento y otros gastos para la vida en los cuarteles.
El Gobierno rebaja además el nivel de ambición operativa que había impuesto Aznar en los últimos años de mandato. Los militares españoles tienen hoy la completa seguridad de que no serán requeridos por el Gobierno para participar en ninguna operación de combate y que incluso las operaciones de paz o de ayuda humanitaria se verán progresivamente reducidas por el temor del Gobierno a que puedan surgir complicaciones.
Hay aún un tercer motivo para la complacencia de los ejércitos. Nada de transformación que no nazca de los propios Cuarteles Generales. Primero porque un Gobierno que renuncia explícitamente a la fuerza en todos los casos no tiene necesidad de transformar su instrumento militar a los nuevos requerimientos de ningún conflicto. Segundo porque la agenda del Ministro está en los desfiles y en los discursos, pero muy lejos de la adecuación de nuestras Fuerzas Armadas a las nuevas exigencias estratégicas.
Los militares se plantean así un horizonte de incremento moderado de los recursos, una disminución de las exigencias operativas por parte del Ejecutivo y una nula interferencia del poder civil en la política militar. El problema es que este presupuesto, volcado en el corto plazo y que busca interesadamente esa complacencia de los militares, puede ser pan para hoy y hambre para mañana.
9 comentarios
Luis F.J. -
El dinero de Defensa irá destinado a la sección 31, una caja de pandora que recoge gastos de diversos ministerios, aunque sin especificar.
Luis F.J. -
Entre los capítulos que más crecía el gasto, el titular de Defensa explicó que figuraba el dedicado a mantenimiento de infraestructuras, cuarteles y buques, con un alza de 12 por ciento. Este incremento no va a poder cumplirse, sin embargo, ya que, entre las numerosas enmiendas presentadas por el PSOE a los Presupuestos Generales del Estado, está la número 1977, que reduce el gasto de Defensa en 30 millones de euros, alrededor del 9 por ciento del incremento anual (330 millones de euros).
La rebaja más importante corresponde al mantenimiento de material aéreo, es decir, aviones, en diez millones de euros. Para este concepto había presupuestados 119,17 millones, lo que equivale a una reducción cercana al diez por ciento.
Porcentualmente, el recorte más significativo corresponde al mantenimiento de vehículos acorazados del Ejército de Tierra. Este capítulo, dotado en principio con 59,2 millones de euros, se reducirá en 9,7 millones. En una cantidad similar se recortará el presupuesto para mantenimiento de buques, dotado con 89,7 millones de euros en 2005. El menor ajuste corresponde al cañón antiaéreo 35/90, cuyo presupuesto de 45,6 millones, se merma en poco más de medio millón.
Victor -
Ramon -
Raul -
Rajoy aseguró no saber "si va a cesar o no a estos dos militares, pero a mí no me pareció edificante, ni bueno el que se citara con su nombre y apellidos a funcionarios públicos, que se citara incluso la remuneración que percibían, porque creo que no contribuye a nada, eso un político no debe hacerlo; creo que no es propio de un gobernante y un ministro".
Para el presidente del PP "si tiene que cesar a alguien lo mejor que puede hacer es cesarlos y no dar publicidad en el Congreso a los nombres de funcionarios públicos y (...) ponerlos en la picota; eso no se hace".
Además, y ante la posibilidad de que no se adopten medidas contra dichos militares, Rajoy consideró que "si ayer ha anunciado ceses y hoy no los hace, estaríamos ante una demostración más de lo que valen las palabras de algunos".
Domingo -
Garcia -
Si existe la reencarnación, a algún soldadete español se le habrán erizado los pelos de la nuca, sintiendo el aliento de soldados franceses a sus espaldas...
Y digo yo: si nuestro principal pretendiente histórico, uséase, los árabes, nos atacasen... A quien preferimos como aliado, porque claro está que solos somos una perita en dulce... A EEUU, o a nuestros simpáticos vecinos descendientes de Pepe Botella. Menos mal que para una hipotética contingencia de tal cariz, tenemos a nuestro moderno Curro-Bono Jiménez cuidando de nuestra solana... O será quizás el nuevo Algarrobono...
Alfredo -
Alfredo -