La culpa es de Aznar.
La culpa es de Aznar.
Se nos anuncian días difíciles. Sufriremos un empobrecimiento; no será tan fácil resolver el problema de la vivienda; las infraestructuras se ralentizarán; la alta velocidad se reestudiará; las desalaciones, alternativa al PHN, llegarán cuando lleguen; la violencia en el País Vasco es una diversión y para qué vamos a poner serios a esos chicos. Éste es el país de la sonrisa. Y de todo lo malo tiene la culpa Aznar. Los socialistas conocen la fuente de los males. Solbes dice que tenemos un déficit pavoroso por culpa de Aznar, Estrella que la crisis de Venezuela se debe a errores de Aznar, López Garrido que el desorbitado precio del petróleo lo produjo Aznar, Rumí que las pateras crecen por imprevisiones de Aznar, y hasta han descubierto que Aznar dejó una España empobrecida cosa que en su ceguera no habían detectado los ciudadanos. Un día en lugar de culpar a los autores del mayor atentado en Europa, Rubalcaba culpó a Aznar. Además, a Aznar no le dejan comparecer ante la Comisión del 11-M «porque mentiría como mintió Acebes», o sea, que el ex ministro se pasó diez horas mintiendo. Si de verdad Aznar hubiese sido el mentor de todo lo que le achacan millones de españoles hubiesen sido tontos en 1996, 2000 y 2004. Porque su partido tuvo el 14-M nueve millones y medio de votos. Y conforma la oposición más sólida de la democracia.
Se nos anuncian días difíciles. Sufriremos un empobrecimiento; no será tan fácil resolver el problema de la vivienda; las infraestructuras se ralentizarán; la alta velocidad se reestudiará; las desalaciones, alternativa al PHN, llegarán cuando lleguen; la violencia en el País Vasco es una diversión y para qué vamos a poner serios a esos chicos. Éste es el país de la sonrisa. Y de todo lo malo tiene la culpa Aznar. Los socialistas conocen la fuente de los males. Solbes dice que tenemos un déficit pavoroso por culpa de Aznar, Estrella que la crisis de Venezuela se debe a errores de Aznar, López Garrido que el desorbitado precio del petróleo lo produjo Aznar, Rumí que las pateras crecen por imprevisiones de Aznar, y hasta han descubierto que Aznar dejó una España empobrecida cosa que en su ceguera no habían detectado los ciudadanos. Un día en lugar de culpar a los autores del mayor atentado en Europa, Rubalcaba culpó a Aznar. Además, a Aznar no le dejan comparecer ante la Comisión del 11-M «porque mentiría como mintió Acebes», o sea, que el ex ministro se pasó diez horas mintiendo. Si de verdad Aznar hubiese sido el mentor de todo lo que le achacan millones de españoles hubiesen sido tontos en 1996, 2000 y 2004. Porque su partido tuvo el 14-M nueve millones y medio de votos. Y conforma la oposición más sólida de la democracia.
21 comentarios
Rosario J. -
También asistieron Ángel Acebes, Eduardo Zaplana, Esperanza Aguirre y José María Michavila. Aznar recordó que "hoy la amenaza sobre nuestras democracia viene del terrorismo", con especial referencia al integrista islámico. "Estoy convencido de que la libertad triunfará, frente a los desafíos de hoy, de igual manera que triunfó ante las amenazas del pasado". Aznar, quien fue recibido con gritos de "presidente" por los jóvenes, se ha fortalecido políticamente tras la victoria de su amigo George Bush. Su discurso de principios democráticos y firmeza en la lucha contra el terrorismo no sólo no ha quedado fuera de juego, sino que ha recibido un respaldo de legitimidad. Aznar puede estar llamado a ocupar puestos relevantes en el concierto internacional.
Rosario J. -
Juezes -
Eleuterio -
Gracias, señor Aznar.
Cecilio -
Cecilio -
Sin embargo, desde que Zapatero subió al poder político y mediático -que no es poca cosa-, ser de derechas en este país vuelve a estar muy mal visto, incluso en las filas del Partido Popular. Hay que proclamar -parece que esa es la consigna-, que uno -un servidor-, siempre ha sido y será un hombre español de centro. Decir, por el contrario, que se abraza con cariño el postulado de la derecha democrática europea y española, es como hacer más daño al PP del que hoy día le hace Polanco y sus correligionarios. Pues no, y lo siento.
Votaré al PP, siempre y cuando nadie me impida proclamar que ser de derechas es tan genuinamente democrático como ser de izquierdas. Aunque yo tego mis dudas. Por ejemplo: ¿Es baladí que todavía muchos socialistas sigan diciendo que el régimen castrista es útil para Cuba? ¿Es legítimo que el PSOE conforme una estructura de poder a la sombra de partidos políticos secesionistas y capaces de todo para hundir la concordia de 1978? La derecha democrática que yo represento -más intelectual que económica- tiene que mostrarse viva, sin verguenza ante la mirada del socialista; tiene que enseñar sus verdades y sus muchas cualidades.
Laredo -
Lo han comparado con Bin Laden, le han cargados los muertos de Atocha, lo pintan como a un pigmeo sanguinario, que intenta eclipsar a Rajoy. Los que más le muerden los tobillos son aquellos a los que más favoreció dándoles programas de televisión y enchufes en fontanería. No sé quién dijo que el que venga beneficios es implacable.
José Blanco dijo que no sabe por qué la derecha se queja de que la linchen teniendo en cuenta que en materia de revanchismo la derecha española es una referencia mundial. Tenía razón. A Aznar lo están liquidando también los suyos.
Laredo -
En todo caso, amplios sectores de ese partido se asustaron ante las multitudinarias manifestaciones callejeras, ante la inaudita campaña de prensa, contra el «trío de las Azores». Bush, Blair, Aznar, y para decirlo como en el Café de Chinitas, se rajaron. En esas condiciones, no iban a convencer a nadie, iban derechos al fracaso.
Uno de los que lideraron, y eso desde hace más de un año, el «acoso a Aznar», fue Felipe González, pero este señor tiene un estatuto particular: alguien le propuso un pacto secreto: enterramos los «papeles del Cesid», no irás a la cárcel por lo del GAL, Filesa y lo demás, pero a cambio, no volverás a ser presidente del Gobierno de España.
Había aceptado, a este señor sólo le quedaba la posibilidad de seguir haciendo negocios sucios, pero en América Latina, Argentina y Cuba, concretamente, y de situarse como referente moral de izquierdas, insultando sistemáticamente al presidente del Gobierno que lo hizo todo infinitamente mejor que él. Aznar, claro.
Siempre yo -
En todo caso, amplios sectores de ese partido se asustaron ante las multitudinarias manifestaciones callejeras, ante la inaudita campaña de prensa, contra el «trío de las Azores». Bush, Blair, Aznar, y para decirlo como en el Café de Chinitas, se rajaron. En esas condiciones, no iban a convencer a nadie, iban derechos al fracaso.
Uno de los que lideraron, y eso desde hace más de un año, el «acoso a Aznar», fue Felipe González, pero este señor tiene un estatuto particular: alguien le propuso un pacto secreto: enterramos los «papeles del Cesid», no irás a la cárcel por lo del GAL, Filesa y lo demás, pero a cambio, no volverás a ser presidente del Gobierno de España.
Había aceptado, a este señor sólo le quedaba la posibilidad de seguir haciendo negocios sucios, pero en América Latina, Argentina y Cuba, concretamente, y de situarse como referente moral de izquierdas, insultando sistemáticamente al presidente del Gobierno que lo hizo todo infinitamente mejor que él. Aznar, claro.
Siempre yo -
Es una visión simplista, errónea y cobarde de la situación, pero que ha funcionado a las mil maravillas, puesto que Rodríguez Zapatero ha sido elegido presidente del Gobierno, e inmediatamente ha aplicado la política dictada por ese miedo, retirando nuestras tropas de Iraq, y buscando por todas partes y por todos los medios la conciliación, la negociación, en una palabra: la claudicación ante las amenazas terroristas. Esperemos que no ocurra exactamente lo mismo con ETA, pero por ahora se justifican las mayores dudas al respecto.
Muchos, analizando los hechos y los resultados electorales, convencidos de que el Gobierno Aznar lo había hecho bien en política económica, con una disminución notable del paro, y un asimismo notable crecimiento, convencidos incluso que habían tenido razón en política internacional, creyeron encontrar el fallo en la mala política de explicación, de propaganda, o como se dice ahora, de comunicación: ni Aznar, ni el Gobierno, ni el PP, supieron convencer a los españoles de la necesaria solidaridad internacional en la guerra contra el terrorismo, que se trate de Afganistán, de Iraq, y de donde sea, hasta San Sebastián.
Siempre yo -
Por lo tanto, el único motivo que veo en este sistemático linchamiento de Aznar por parte del «imperio Polanco», y de sus intelectuales de turno, gloriosamente movilizados, ayer contra el «acoso a El País», y hoy contra Aznar, no es que ponga en peligro inmediato a Zapatero, no puede y no quiere, el miedo y el consiguiente odio que le tienen, es el temor a que vuelva. Y, ¿por qué tanto odio? Porque Aznar lo hizo muy bien, y es precisamente porque lo hizo muy bien que le odian.
Bueno, en política, nada, nunca, resulta muy bien, digamos que lo hizo lo mejor posible. Se me dirá, ¿por qué entonces perdió las elecciones? Primero no las perdió él, ya que no era candidato, pero sí el PP y Mariano Rajoy, y sigo convencido de que Rajoy no tiene el carisma, un carisma muy discutido, pero carisma, de Aznar, o si se prefiere el «peso» de Aznar.
Siempre yo -
Pero bueno, eso pasó y fue un triunfo absoluto para el «imperio Polanco», que hasta logró procesar al juez Gómez de Liaño. Y ahora vuelven a emplear los mismos métodos, inspirados de los del Kominform, y de la propaganda nazi, que pueden resumirse así: si una mentira se repite todos los días en medios tan potentes, algo queda en la mente de la gente, y si no todos se adhieren adhiere a la mentira, el clásico «algo debe de haber» del conformismo y de la cobardía se difunde.
Todos los días, desde hace semanas, «El País» emplea los mismos métodos que utilizó para defenderse victoriosamente para machacar a Aznar. Todos los días nos afirman que el culpable de todo, de los atentados de Atocha, de la crisis de Europa, de la guerra de Iraq, de la violencia doméstica, y hasta del clima, es Aznar.
Siempre yo -
Sí, todos firmaron, hasta Guillermo Cabrera Infante, quien sin embargo sabía por dónde iban los tiros, pero cedió al chantaje; en cambio, Mario Vargas Llosa, no.
Mario se negó a firmar esa mentira, porque en realidad nadie pensó un segundo en suprimir «El País», ni se trataba de eso; se trataba, sencillamente, de una cuestión de pelas, de una guerra sucia por los derechos de fútbol en televisión.
Albaro -
Luisa -
Luisa -
amedio -
José Luis -
Considero una grave irresponsabilidad la presencia del Presidente del Gobierno y seis ministros de su Gabinete en la presentación de la película Mar adentro. Es un delito, recogido en el Código Penal, la asistencia al suicidio.
Zapatero debería saber bien que no representa tan solo a su ideología.
Gartevi -
Rafael P.T. -
Naterel -
La reciente contratación, por el Banco Bilbao Vizcaya, de uno de los principales asesores de Aznar en materia económica provocó la inmediata llamada telefónica al banco, desde fuentes gubernamentales, presionando para intentar hecha por tierra ese fichaje.
Otro caso llamativo es el de Ramón Gil Casares, diplomático de Carrera, que desde La Moncloa pasó a Asuntos Exteriores como Secretario de Estado, y que en el cargo actuó como el verdadero Ministro, y que ahora se encuentra refugiado en FAES porque en el Ministerio no le acaban de adjudicar un destino adecuado a su trayectoria profesional.
Y algo semejante le ha ocurrido al Alfredo Timermans, el que fuera Secretario de Estado de Comunicación, que decidió dejar el cargo antes de las elecciones, recibió entonces muchas garantías, y, sin embargo, tras la derrota del 14 de marzo, ha comprobado que se le cerraban gran parte de las puertas que parecían abiertas cuando gobernaba el PP.