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ametralladora

El odio a la libertad.

El odio a la libertad.

Sin embargo, uno puede preguntarse de donde proviene, aparte de su ya mentado desprecio a la democracia y a la libertad, el odio cartaginés que toda esta plétora de titiriteros del nuevo régimen sienten contra Aznar. Dice Rosa Regàs que la derrota de Aznar fue la mayor alegría política de su vida, mayor incluso que la muerte de Franco.

Poco me sorprenden semejantes declaraciones. Regàs, como su repetido apoyo a la tiranía castrista demuestra, no cree en la democracia y mucho menos en la libertad, en cuya defensa Aznar sacaba a Franco varias cabezas. Desde luego, Regàs tiene más puntos de contacto con Franco que con el ex presidente del gobierno, de ahí que la tirria y la posterior satisfacción sean mayores.

Regàs también califica la victoria de "milagrosa y espectacular". A buen seguro que la providencia de Alá tuvo bastante que ver en la debacle del PP. No en vano los terroristas planificaron el atentado tres días antes de las elecciones. Pero, sin duda, el principal ariete fue la "espectacular" manipulación de las noticias que los autodenominados intelectuales, como Regàs, divulgaron desde un poder fáctico perfectamente reconocible y de reconocida solvencia para derribar gobiernos.

Todo esto ya lo sabíamos. No era necesario que Regàs lo aireara de nuevo con contumaz soberbia. Sin embargo, uno puede preguntarse de donde proviene, aparte de su ya mentado desprecio a la democracia y a la libertad, el odio cartaginés que toda esta plétora de titiriteros del nuevo régimen sienten contra Aznar. ¿Por qué casi medio año después aún insisten en hacer leña del supuesto árbol caído?

La explicación más congruente podemos encontrarla en una acusada estatolatría, esto es, en el culto al Estado. Sus orígenes se remontan a la dictadura platónica de los filósofos (actualizándolo a la jerga común: intelectuales) y alcanza su máximo esplendor en la filosofía hegeliana (Toda persona debe por entero su existencia al Estado) del culto al funcionario público, al Staatsbeamte. No es casualidad que Hegel resulte un referente tanto para el marxismo y como para el nazismo.

Rosa Regàs, y el resto de la comparsa "intelectual", se criaron en este caldo filosófico. Por ello, creen que los mejores deben ocupar los más altos cargos públicos, con entera capacidad para dominar a las masas ciudadanas.

Aznar, por un lado, purgó a toda esta patulea de totalitarios de las instituciones públicas, optando por otra gente que, a su juicio, estaban más capacitados y, por otro, cerró parcialmente (o no lo abrió tanto) el grifo de la subvención oficial (es decir, de la exacción coactiva de dinero de los ciudadanos para dárselo a los amigos del gobierno). Este hecho, aparte de atacar frontalmente su modus vivendi –el parasitismo de los fondos públicos- significó un golpe bajo para su soberbia.

Si los mejores debían ocupar los puestos más elevados y Aznar no los entregó a los intelectuales de izquierdas, ello significaba que Aznar no consideraba que los intelectuales de izquierdas eran los mejores. La guerra total estaba servida; su honor había sido mancillado y debía ser reparado.

Y una vez más, Regàs sitúa a los artistas como el génesis de la sociedad, el principio de todo: Empezó con una manifestación de artistas e intelectuales y luego se fue extendiendo: surgieron plataformas, asociaciones, todo el mundo luchando contra la guerra.

Derrotado Aznar, los intelectuales vuelven al sitio del que nunca debieron haber salido. Por lo pronto, Regàs es directora de la Biblioteca Nacional, los cineastas vuelven a estar enchufados al grifo de la subvención, y Wyoming tiene su programa en la Primera. ¡Cómo debe ser!

8 comentarios

Pablo -

Es posible que haya aparecido un nuevo género "político" que busca destruir lo que hace el Gobierno legítimo anterior y si es posible a la generación de hombres y mujeres que lo componen.

¿es plausible una dictadura express a cuatro años vista?

Isabel P. -

No se si sentí tristeza, decepción o impotencia, cuando leí las declaraciones de la Sra. Rosa Regás, referente a su apoyo al régimen cubano.
Yo creo que en primer lugar hay que ser persona (en el amplio sentido de la palabra) y después buen político, escritor, periodista, médico, etc.
Pero la Sra. Rosa Ragás creo que no ha practicado nunca las cuatro virtudes cardinales: prudencia, templanza, humildad y honradez.
Hace unos días pude ver en Televisión un documental sobre los exiliados cubanos. Para mi fue muy impactante, era tan indignante ver como tienes que abandonar tu país porque estás sumergido en una pobreza total y con un futuro negro, triste y decepcionante y todo porque un tirano cide que por encima de todo está la «Revolución».
Le recomiendo a la Sra. Rosa Regás que se vaya a vivir a Cuba, pero que viva en los barrios pobres y humildes y se relaciones con gente que no tiene nada, sólo pobreza y más pobreza, y vea bien de cerca, no sólo de lejos o desde los grandes hoteles de lujo, y sobre todo cuando la miseria y la marginación están tan cerca como la del régimen cubano y sólo se quiere vivir dentro de la falacia.

Ramon -

Este es el talante PSOE-PRISA.

Carla -

En cualquier caso, y habida cuenta del medio que escogió para manifestar su enojo de represaliada de la señorita Pepis, esta centinela de la libertad de opinión perdió una oportunidad evidente. Porque, leñe, si a uno le preocupa la libertad de opinión, y tiene como interlocutor a la Juventud Rebelde del castrismo, nada como reprocharles que un régimen en el que sí existe el delito de opinión haya condenado a veinte años de reclusión, por expresar las suyas, a Raúl Rivero. Ése sí que es un represaliado de veras, y no uno de salón. Claro que la Regàs firmó el manifiesto ¿intelectual? que prestaba coartada moral a esas detenciones y además considera que cualquier protesta contra el totalitarismo castrista hay que atribuirla a la «obsesión enfermiza de los imperialistas».

Carla -

Para Rosa Regàs, la derrota electoral del PP supuso un alivio todavía mayor que la muerte de Franco. Tan liberada se sintió, y tan tentada por la oferta del nuevo gobierno de tener pesebre propio en la Biblioteca Nacional, que sólo entonces postergó un proyecto de auto-exilio en Francia. Abrumada, según confesó en entrevista concedida al panfleto de la Juventud Rebelde castrista (septiembre de 2003), por la falta de libertad de opinión que nos amordazaba a todos durante el aznarismo.

Cuando en realidad Aznar tenía tan poco amordazada la libertad de opinión que su derrota –esa bofetada popular que el electorado le soltó en la cara de Rajoy– fue posible gracias a las opiniones emitidas con toda libertad por los mulás de la progresía desde sus minaretes del grupo Prisa. E incluso por este columnista, que pudo poner a parir a Aznar –Ansar, ¿se acuerdan?– aun no perteneciendo a uno de los medios del otro bloque.

Tal vez de ahí le provenga a la Regàs su preferencia de Franco: de que, bajo el franquismo, sí existía el delito de opinión y sí había casos de exilio obligado, por lo que le habría resultado más fácil conseguir ese prestigio de «intelectual represaliada» con el que intentaba maquillarse mediante su amenaza de auto-exilio. Y digo amenaza porque la Regás, cuando está de rabieta, amenaza con exiliarse como el niño hispano de Astérix amenazaba con dejar de respirar si no se le concedía el capricho.

Gonzalo -

La tal Rosa Regás podrá visitar a Fidel Castro, y cantar alabanzas a una dictadura con cien mil presos políticos y que fusila a tres jóvenes negros que trataron de huir en pateras. Rosa Regás se ve que le sientan muy bien las dictaduras, aunque sea la franquista, que no es de su cuerda. Pero si la dictadura es de izquierdas se vuelve loca, y para eso, ya cesada, hay que facilitarle que disfrute con sus viajes a Corea del Norte a ver sus "gulag" también.

Rosa Regás es antidemócrata. Es lamentable que no hayan pedido ya su cese fulminante los cineastas, el Gran Woyming, la Barden y demás tirititeros. ¿Será que también padecen el déficit democrático de Rosa Regás? ¿O, como Rosa Regás están cobrando y disfrutando altos sueldos y viajes y hoteles pagados por los contribuyentes como Rosa Regás en este viaje a Argentina? Esperemos que el PP y demás grupos políticos pidan el cese fulminante de Rosa Regás por antidemócrta en los medios de comunicación y en el Parlamento. Para mi seria penoso que esta señora continuara un día más en ese cargo igual que lo pediría si esas declaraciones las hubiese hecho Jon Juaristi, el anterior director de la Biblioteca Nacional, nombrado por el PP.

Gonzalo -

Cesar a Rosa Regás por antidemócrata

Rosa Regás, directora de la Biblioteca Nacional, debe ser cesada fulminantemente por ZP por las declaraciones donde valora más una dictadura que una democracia. Rosa Regás hizo estas declaraciones en Buenos Aires a EFE. Hemos de educar para que se respeten los valores democráticos y también para el fomento de la lectura en las aulas y fuera de ellas por parte de los escolares, que son el mañana, dentro de una pedagogía comprometida y activa. Por eso entiendo que los cargos públicos, que luego pagamos los contribuyentes, al menos deben conocer, practicar y valorar el sistema democrático, al menos frente a los sistema dictatoriales sanguinarios y arruina pobres. En efecto, Rosa Regás además de defender el posado de la cuota femenina de ZP, en su ataques al PP ha sido extrema. Además de tomarnos a chiste estas declaraciones hay que pasar a la acción. Bueno, además hay que replicarles con argumentos elementales, que si no se animan y siguen y siguen. Ya Solbes, por ejemplo, ha aclarado Aznar no es el culpable de la subida del petróleo, como pregonaban los socialistas "expertos" Perales, o López Garrido o Rubalcaba. Por esto entiendo que ZP debe cesar a Rosa Regás del cargo. Además ZP le hace un favor a esta "luchadora por la libertad".

Clotilde -

Señora Regás: con asombro, leo en la prensa sus declaraciones a la Agencia EFE. Permítame manifestarle que no sabe cuánto la compadezco si ha necesitado vivir tantos años para que la derrota de un partido político le haya supuesto sentirse feliz. ¿No ha tenido amistades, familia, trabajos que le hayan proporcionado alegrías o felicidad? Claro, que para los temperamentos fanáticos no hay nada como sentirse enemiga de algo o alguien y que ese algo o ese alguien sean derrotados de alguna forma. ¿Es bueno sentir tanto resentimiento o tanto odio? Verdaderamente, si usted se siente así, repito que la compadezco. Por otra parte, estimaba yo –quizá ingenuamente– que las personas que han figurado (no sé si inmerecidamente, quizá) entre los supuestos intelectuales de España no serían tan crédulas como para dar pábulo a esa fábula de que el Gobierno del señor Aznar fue el causante de la tragedia del Prestige.

Que la llegada al gobierno del PSOE se ha debido al terrible acontecimiento del 11 de marzo no hay quien lo dude. Que ha tenido que formarse una coalición "todos contra el PP", tampoco. Por tanto, su confesada alegría ante dicho cambio revela una faceta de su personalidad que, por respeto a mis principios, me abstengo de calificar. Por el bien de mi cultura española, de la cual es una Institución fundamental la que usted ahora dirige, le deseo éxito en su gestión. Otra cosa sería si sólo se tratara de su prestigio personal.