Blogia
ametralladora

El rey de Euskal Herria

El rey de Euskal Herria

Ya sabía yo que ser vasco era muy importante, pero no creía que tanto. Resulta que los orígenes de Euskal Herria ya no datan de tiempos de Noé y su nieto Túbal, sino del año 1004 en que se coronó a Sancho III el Mayor, rey de las Españas. Con lo cual, acaban de descubrir que España y Euskal Herria es lo mismo. Y para este viaje, estas alforjas.

Ahora me explico por qué Sabino Arana abogaba por la pureza de la sangre sin contaminación de judíos o árabes. En realidad los nacionalistas son los mayores defensores de la razón de ser de los cristianos viejos, sin mácula de ningún género. Hoy, si estuviéramos en tiempos de los Reyes Católicos, se embarcarían con entusiasmo en la limpieza étnica expulsando a todo aquel que manchara la pureza de sangre que atribuía la hidalguía universal vizcaína a los no mezclados con etnias diferentes. O... ¿acaso ya lo están haciendo hoy? Bueno, no..., porque hoy mismo he visto una dantzari subsahariana.

Por eso, han llegado a la conclusión de que los vascos somos los descendientes del Rey de Pamplona, núcleo cofundador de la España cristiana. Feliz descubrimiento. Por fin.

A esta revelación de última hora se ha llegado tras percatarse de que no era cierto que los romanos no hubieran conquistado tierras vascas, al hallarse evidencias notabilísimas y abundantes de la ocupación romana de los valles por donde pasaba ni más ni menos que la vía que unía Astorga con Burdeos, por donde transcurría el tránsito del comercio romano y de la población autóctona de los Autrigones, Berones y Várdulos entregados de forma entusiasta a la causa de la romanización, que era una civilización claramente superior a la de las tribus preexistentes. De tal forma que ya no cabría mantener ni el mito de Túbal ni el de la no romanización por la feroz resistencia de los vascos.

Derrumbado el mito a fuerza de la contundencia de la evidencia había que encontrar otra excusa identitaria para reforzar la importancia de los vascos en la Historia. Para ello han encontrado en Sancho III el Mayor, Rey de Pamplona y de las tierras no musulmanas de la Hispania postvisigótica. La figura paradigmática para asentar la idea de la Euskal Herria milenaria. Sólo que no se han percatado de que al identificar Euskal Herria con la monarquía de las Españas se convierte a Euskal Herria en la referencia esencial del Antiguo Régimen. Con ello inconscientemente han caído en un mimetismo curioso con el carlismo más rancio.

Ahora sólo les queda reivindicar una línea sucesoria, por lo que yo aconsejaría a los vascos nacionalistas que vayan pensando en darle continuidad a esa línea monárquica con la coronación futura -cuando Euskal Herria sea independiente- de Ibarretxe; dando plena legitimidad a la idea de la Vasconia monárquica milenaria, y mejor aún si, incluso, refundan el nombre de la nación vasca con el nombre de Vasconia Hispaniensis para dar perfección a la tesis fundacional, con lo que dentro de otros mil años podríamos de nuevo festejar y homenajear la instauración de Euskal Herria por Sancho III el Mayor.

De paso podrían consagrar a Aguirre como santo vasco, pues traicionó a Pizarro en la conquista de Perú y después a Pedro de Ursúa, a quien asesinó como lo hizo con su confesor al no querer absolverle, y así de paso podríamos proclamar al Amazonas territorio vascongado, o más bien anexionado a la gran nación de la nueva Euskal Herria.

He dicho. Sin duda sobre historia todo está por descubrir.

22 comentarios

pepo -

Señores del PNV:
el problema de todo nacionalismo vasco es simplemente el RACISMO llevado a su máxima expresión desde Sabino Arana hasta J. Ibarreche, es simplemente predicar la pureza de sangre y no admitir la mezcla de sangres, pero les voy a decir que al amor como al campo no se le pueden poner puertas.
Señor Ibarreche, usted que es tan nacionalista que pasará si un día todos los Españoles decidimos no comprar ningún producto vasco, ¿se quejara, como los catalanes a cuenta del Cava?. Ahí es donde creo que hay que atacarles a los vascos que defiendes esas ideas por culpa de ustedes los nacionalistas.
¿Viva España junto con Vascongadas!

Amenabar -

La única solución para el problema vasco es España; España, en la que está integrado el País Vasco, como Navarra, desde los siglos de los siglos, y para los siglos de los siglos. Jaungoikua eta lagi zarra, el lema clerical-separatista que admite una estupenda traducción española, Dios y leyes viejas, las leyes que juraron Alfonso VIII de Castilla, el de la Navas y Fernando el Católico, el de Granada y las Indias

Jurtera -

Navarra fue el solar de los antiguos vascones, que desbordaban sus actuales fronteras. El País Vasco era la tierra de los várdulos, caristios y autrigones, quienes una vez vasconizados configuraron las actuales Provincias Vascongadas, de las que Álava posee una historia primordial paralela y a veces identificada con Castilla.

Ildefonso -

Es curioso que las llamadas «Comunidades Históricas» lo son menos que las tres citadas –Castilla, Corona de Aragón y Navarra, más Portugal, que surgió como Condado, otorgado a Teresa, hija bastarda de de Alfonso VI. Cataluña nace desde fuera, ya que Carlomagno (800-814), erigió la «Marca Hispánica», como defensa frente a musulmanes, igual que las «Marcas» danesa, bretona o la oriental, después Austria. Pero el territorio catalán se fragmentó en unos 20 condados (Cataluña norte) y en varios reinos de Taifa (Cataluña sur). Igual que Vasconia estuvo, y está, dividida en tres provincias, que fueron señoríos de Castilla.
Esta es la Historia real, no la inventada.

Ildefonso -

En muchas naciones se sigue fielmente el lema «La unión hace la fuerza»; y en España, al contrario, predomina la convicción de que es mejor la fragmentación o cantonalismo.
Y eso desde Ataúlfo. En efecto, pese a conservar el mismo nombre («Hispania») por más de dos milenios, a diferencia de «Galia», «Gran Bretaña» –recreado en el siglo XVIII para «Inglaterra»–, «Germania», «Helvétia», sin embargo, ya los visigodos mostraron grandes debilidades, como la pugna entre hispanos y godos, la monarquía electiva –igual que Roma, Bizancio, Turquía o Austria–, que las hizo vulnerables...
La invasión musulmana prosperó por esa falta de cohesión interna junto a una cultura excelsa (san Isidoro, códigos, que copiaron otros pueblos, etc.). Además, el Rey Rodrigo tardó muchos días en movilizar a su ejército, desde su guerra con los vascones hasta Guadalete (711). Pero muy pronto surgieron núcleos para reconquistar el «Reino Visigodo», en Asturias (718), unida a León y después a Castilla; Navarra (852); Aragón, algo más tarde.

Igorte -

Los vascos nacionalistas me dan risa, ahora resulta que ellos tambien han tenido Rey solo para ellos jajajajaaaaaaa
patéticos.

Josechu -

Leo en la Prensa que el señor Ibarreche está empeñado, digan lo que digan el ministro de Justicia y el señor Rodríguez Zapatero, en llevar adelante su propuesta de secesión, mediante referéndum, al País Vasco.
Señores independentistas, Ibarreche y Carod Pérez Rovira, sepan que muchos millones de españoles no consentiremos que nuestra España se desmembre. Como independendistas sueñan y se ilusionan en crear una nueva nación. Alardean de ello en sus manifestaciones. Vamos, que ya se ven, uno como el Virrey de las Vascongadas, y el otro como presidente de la República de Cataluña y sus alrededores. ¡A lo que conducen las ansias del poder político, y como no el económico! La pela es la pela.
No presionen, ni abusen de la debilidad de nuestro presidente de Gobierno, tan amable con todos, que siempre les dice que sí. Esperemos que para esta chifladura no ceda. Sabe que cuenta con el respaldo de toda España.

parkera -

Joseba Arregui, que abandona el PNV por su desacuerdo con el Plan Ibarretxe.

Joseba Arregui tiene fama de ser uno de los más discretos y cultos nacionalistas vascos. Doctor en Sociología y en Teología, durante los años ochenta fue consejero de Cultura y portavoz a las órdenes de Ardanza. Desde la deriva soberanista que tomó el PNV tras el Pacto de Lizarra en 1998, Arregui, sin abandonar las filas peneuvistas, fue crítico desde dentro con la posición de su partido, hasta que en 2001 decidió abandonar la política activa. Con las ideas claras acerca del entendimiento entre nacionalistas y no nacionalistas, y con el convencimiento de que debe honrarse efectivamente a las víctimas del terrorismo, Arregui ha protagonizado una cierta disidencia interna en el PNV durante estos últimos años. Ahora va un poco más allá y renuncia a la militancia. Ante los posibles desprecios de sus antiguos compañeros –muy celosos con la ortodoxia a lo Arzalluz.

Gorca -

Por último, la abstención en el País Vasco no fue excepcional ese día, pues Galicia ganó el puesto de región más abstencionista de España. Orense (con 59,4%) superó a Guipúzcoa (56,5%), Lugo (56,4%) a Vizcaya (56%) y La Coruña (45,5%) y Pontevedra (44,7%) a Álava (40,7%). Y también se debe tener en cuenta que en 1978 el terrorismo etarra aumentó su actividad, lo que en muchos lugares vascos pudo inducir a grupos de electores a abstenerse para no quedar señalados.

En resumen, quienes insistan en que la Constitución no cuenta con la aprobación de los vascos están ilegitimando a todos los Gobiernos autonómicos. El formado por el PNV en 1980 estaba en minoría en el Parlamento de Vitoria (24 escaños de 60) y obtuvo menos del 22,5% del censo. Ni con tres partidos el lehendakari Ibarretxe dispone de la mayoría absoluta en la Cámara; además, la suma de PNV-EA y de EB-IU sólo abarca el 37,6% del censo de 2001. De igual manera que se afirma que la Constitución Española se ha impuesto a los vascos, se puede replicar que Ibarretxe gobierna contra la mayoría de los ciudadanos.

Gorca -

En las generales de 1979 se abstuvieron 526.679 personas, en las municipales, 587.663, y en el referéndum de octubre, 644.105. Por tanto, la llamada abstención técnica del País Vasco en aquel momento estaba entre las 526.000 de las elecciones generales y los 644.000 del referéndum del Estatuto. En todas esas consultas, el PNV se movilizó contra la abstención, pues defendió el sí (Estatuto) y pidió el voto para sus propias candidaturas (generales y municipales).

Procede entonces hacer la resta entre los abstencionistas del referéndum de la Constitución (859.427) y los de las consultas de 1979 (526.292 votos de las generales de marzo, por coger, de las tres posibles, la cifra más cercana y más pequeña de abstenciones). El resultado da 332.748 personas, lo cual quiere decir que si el PNV en marzo recibió 275.292 votos, los abstencionistas de la Constitución logrados de verdad por el PNV fueron esos 275.000 votantes propios y 50.000 más. Según nuestra interpretación, el número de síes a la Constitución rebasó la abstención propiciada por el PNV.

Gorca -

La abstención del 6 de diciembre fue del 32,3% en toda España, mientras que en el País Vasco subió al 55,3%, es decir, un 23% más, que, en un primer análisis, puede identificarse con la inconcreta abstención activa. El PNV impulsó la abstención porque la Constitución no reconocía un pueblo vasco anterior a ella y con el que las Cortes debían tratar de igual a igual. Antes de proseguir, recordemos que las democracias no pueden hacer hablar a los muertos ni a los silenciosos. Sentado este principio, tratemos de averiguar cuántos de los abstencionistas lo fueron por identidad con el PNV.

En las generales de 1977 se abstuvieron 310.406 vascos. Éste podría ser el mínimo, pero hay que desecharlo porque esas elecciones se realizaron año y medio antes del referéndum y en ellas sólo votaron los mayores de 21 años. Es más adecuado comparar la abstención de diciembre de 1978 con la producida en las consultas celebradas a lo largo de 1979, que fueron las generales de marzo, las municipales de abril y el referéndum sobre el Estatuto de octubre, todas con un censo similar.

Gorca -

En un exceso de sectarismo, algunos llegan a sumar la abstención, los votos negativos y los votos en blanco para proclamar que la Constitución fue rechazada por 1.073.532 vascos. Si en 1978 hubiera habido un millón de nacionalistas, habría que deducir que su número ha menguado desde entonces, puesto que en las elecciones autonómicas en las que ha habido mayor participación (mayo de 2001) PNV, EA y EH-HB rondaron los 750.000 sufragios con un censo aumentado en un 17% desde 1978.

En la petición del no coincidieron la izquierda abertzale y también la extrema derecha y la extrema izquierda españolas. Tres meses después del referéndum se celebraron elecciones generales y las listas vascas de la coalición de extrema derecha Unión Nacional obtuvieron los votos de casi 11.000 vascos. Aunque éstos se decantaran en igual sentido que los militantes de Acción Nacionalista Vasca, no se les puede contar en el bando de los independentistas.

Gorca -

En el referéndum de diciembre de 1978 el sí obtuvo en las tres provincias vascas 479.205 votos y el no 163.191. La disputa proviene de que el PNV de entonces promovió la abstención y por ella optaron 859.427 personas. Esta discusión es más política que legal, pues ninguna autoridad vasca prescinde de la Constitución. De ésta emanan el Estatuto y el Concierto, y en virtud de ella las Haciendas vascas aprueban y recaudan impuestos y la Ertzaintza puede detener personas. Pero, por honradez, se debe demostrar que la afirmación “los vascos no aprobamos la Constitución” es mentira.

Nuestra Ley Fundamental no exige un porcentaje mínimo de votantes en los referendos para que éstos sean válidos, a diferencia de la Constitución de la Segunda República y del reciente referéndum en Bolivia. En Galicia se implantó la comunidad autónoma pese a que en el referéndum de diciembre de 1980 sólo la quinta parte del censo votó a favor (los electores ascendieron a 2.172.898, de los que votaron 614.218, el 28,27%, por lo que la abstención alcanzó el 71,73%. A favor lo hicieron 450.556; en contra 121.448 y en blanco 28.381; hubo además 13.833 papeletas nulas, el 0,64% del total). Por tanto, quienes tenían la facultad de pronunciarse a favor o en contra y no lo hicieron no están legitimados para refutar el resultado final.

Gorca -

LOS VASCOS SÍ APROBARON LA CONSTITUCIÓN.

En demasiadas ocasiones el debate político se reduce a la repetición de consignas con las que se trata de acallar al adversario y de evitar la discusión de argumentos. Uno de los casos más característicos es la constante invocación por parte de los nacionalistas a la no aprobación por los vascos de la Constitución. El domingo 11 lo recordaba en el diario El Correo Español el parlamentario del PP Fernando Maura: “De una forma reiterada, todos los dirigentes del PNV que se han sucedido a lo largo de los últimos 25 años han proclamado que la Constitución española de 1978 no fue votada por los vascos, ya que la abstención que se produjo en el referéndum que la aprobó fue del 54,5%”. Hace unos meses publiqué en la Revista de Estudios Políticos (Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, nº 122), junto con el catedrático Carlos Ruiz Miguel, un estudio titulado “¿Aprobaron los vascos la Constitución?” y cuyo contenido quiero exponer a los lectores.

Rafy -

El problema real no está en la supuesta vejez u obsolescencia de nuestro modelo constitucional sino en la inmadurez política de los socialistas que, a estas alturas, no saben lo que quieren y cuya falta de principios los hacen tan vulnerables a las presiones de los nacionalistas, incluidos los abiertamente independentistas. Las divergencias y disonancias que se dan entre las filas socialistas en un asunto tan básico y fundamental como es el modelo jurídico político del Estado, sencillamente, no tiene parangón en ningun país democrático de nuestro entorno.

Para limar asperezas, Maragall ha afirmado que ahora hay en España “un gobierno que entiende a Cataluña”. Ahora solo falta que los socialistas se entiendan entre sí. Y que los nacionalistas lo permitan.

Rafy -

Maragall: ¿Parte del Estado o un Estado aparte?
EDITORIAL

La visita del presidente de la Generalidad catalana, Pasqual Maragall, a la Moncloa ha servido para poner de nuevo en evidencia las disonancias y la indefinición de los socialistas respecto al modelo de Estado y respecto a las reformas constitucionales que quieren emprender. Un botón de muestra ha sido que, al término de la reunión, el presidente socialista catalán salía diciendo que Zapatero es “favorable” a su propuesta de reconocer explícitamente en la Constitución las nacionalidades históricas; afirmación que el ministro de Administraciones Públicas tardo poco en no poder “ni confirmar ni desmentir”.

Además, Margall ha hecho unas declaraciones de una calculada ambigüedad en las que ha afirmado que la Generalitat “es Estado, quiere ser considerada como Estado y va a ejercer de Estado”. Una comunidad autónoma forma parte de la organización territorial del Estado y los Gobierno autonómicos. Desde ese punto de vista lo manifestado por Maragall es algo conocido por todos, reconocido por la Constitución por lo que sobra decir que la Generalitat “va a ejercer de Estado”, porque lo viene haciendo desde su restauración.

Manolo -

El pensamiento débil de muchos de los personajes que pululan por la política española es el responsable del momento político actual. Nación, nacionalidad y soberanía compartida son parte de los palabros que los acomplejados nazionalistas, los nacional socialistas y los popular arribistas retuercen para hacer de sus regiones más Estado que el que inventó Franco. Los padres de la Constitución incorporaron a la Carta Magna un reconocimiento discriminatorio, además de barbaridad histórica, como es el de nacionalidad histórica. ¿Pero no dice la Constitución que todos los españoles somos iguales? La debilidad de los partidos que representan España aumenta el escapismo de los paletos localistas. Las nacionalidades históricas a golpe de chantaje, cuando no al rebufo del terrorismo, han degenerado en nazionalidades histéricas. Nazionalidad ¬no de nación sino de nazi¬ lo demuestra el modelo social instalado desde la imposición lingüística, la educación discriminatoria, el favoritismo económico de los afines al régimen y el fomento del odio y del miedo. Un modelo justificado sobre supuestos elementos de singularidad que nada tienen que envidiar al de «Mi lucha». Histéricas porque no paran de remover nerviosamente las estructuras del Estado. Ven que puede estar pasando su última oportunidad de no ser España. Los nazionalistas lideran un proceso de reforma de los Estatutos en el que Zapatero y Rajoy están cayendo por necesidad y/o por comodidad. ¿Quién para esto? ¿Maragall, López, Eguiguren, Piqué? Menuda tropa.

Maño -

Ante la insistencia de los diputados de ERC en el Congreso formulando preguntas en su idioma, un día sí y otro también, habrá que recordarles que en el Congreso y en el Senado españoles no se permiten lenguas distintas a la oficial, que es el castellano. El que esto les resulte difícil de asimilar no dice nada en favor de su intelecto, por lo que cabe preguntarse ¿los catalanes serán conscientes de a quiénes han votado? No es de recibo que el actual nacionalismo catalán, haciendo gala de un provincianismo aldeano, pretenda imponer la cooficialidad de su lengua tanto en Madrid como en Bruselas, ignorando patéticamente el daño que está haciendo a su pueblo.
En el País Vasco, además del Plan Ibarreche, nos sorprende el anuncio del despido de 183 profesores interinos por el grave pecado de no dominar el vascuence, lo que supone la imposibilidad de ser un buen docente, ya que en esa región se supedita el lenguaje al resto de materias a impartir.
La tercera pata de la mesa, BNG, parece ser que no es tan cargante ni reiterativa como los otros, por lo que habrá que concederles un margen de confianza hasta que no surjan acontecimientos que aconsejen lo contrario. Esto también es aplicable a CHA que es la cruz que nos ha caído en Aragón.

Rosalia -

Nace la nación catalana.

Sin pérdida de tiempo, los diputados parlamentarios que integran el Parlament de Cataluña ya se han puesto a trabajar en el texto del futuro Estatut de la Región e incluso han llegado ya a un primer acuerdo nada irrelevante ni insustancial. Resulta que todos ellos, PSC, CiU, ERC, ICV y PP, están de acuerdo en que, en el futuro, la actual Cataluña pasará a llamarse Nación Catalana. Y con toda certeza, así habrá de ser mencionada también cuando las diecisiete autonomías, más las ciudades autónomas o como quiera que se llame en el futuro a Ceuta y Melilla, sean enumeradas en la Constitución que se propone revisar y enmendar en la presente legislatura.

¿Es sustancial la modificación? Es, cuando menos, indicativo de los deseos repetidamente expuestos por la mayor parte de las fuerzas políticas catalanas, y sobre todo ERC, CiU, PSC e ICV –es decir, todas, excepto el PP- de elevar la condición o categoría de Cataluña y, consiguientemente, de su propia denominación. A la luz de lo sucedido entre los parlamentarios catalanes no es improbable que alguna otra comunidad muestre parecidos deseos de cambiar de denominación. ¿Sobrevivirá la Comunidad valenciana? ¿No querrá también Galicia ser Nación? ¿Euskadi o Euskal Herría?. Será, siempre, el primer asunto a resolver en cada comunidad, y no será inconveniente menor...

Gorka -

La política de cesiones a las presiones separatistas no tiene más que un fin, ya saben ustedes cual es, el fin de España, ese es el después. De cuarto en cuarto de siglo, parece que nos vamos acercando a ese fin. El federalismo cerril siempre fue una de las aspiraciones del socialismo español. Ello explica que un partido de izquierda, históricamente siempre haya hecho tan buenas migas con los partidos separatistas, tradicionalmente burgueses y muy de derechas, como PNV y CIU.

Si los últimos 25 años han servido para preparar el camino a la reforma que planea el PSOE, que convertirá a cada Comunidad Autónoma en una autentica Táifa, está claro que tras el parche de 25 años al que se refiere el Secretario de Organización de los socialistas, todo estará listo para instaurar un Estado Federal, por otros 25 años suponemos, tras lo cual vendrá el remate y la liquidación de nuestra patria.

¿Exageramos? Ustedes verán. Hace 25 años también éramos unos exagerados, al denunciar que los estatutos de autonomía del País vasco y Cataluña, no iban a acabar con las reivindicaciones independentistas, al contrario las iban a alentar. El tiempo nos ha dado la razón, el problema es que nuestra clase política es muy poco razonable.

Gorka -

El PSOE prevé desmantelar España en los próximos 75 años.

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, aseguró en declaraciones a TVE, que esta va a ser la Legislatura en la que se "superen las presiones territoriales", en la que se introducirán reformas en la Constitución y los Estatutos para "otros 25 años". Las reformas que el PSOE va a impulsar implicaran mayor autogobierno para las Comunidades Autónomas, -a Cataluña y País Vasco se ha referido en concreto-, pero siempre, según Blanco, dentro de las reglas del juego. Por su lado Maragall sigue situando al PSC en un catalanismo cada día más beligerante, ahora pide que el estatuto de Cataluña, sea distinguido del resto de las comunidades formando parte de la propia constitución.

Hace 25 años nos contaron exactamente lo mismo, que la creación de las comunidades autónomas iba a servir para acabar con las tensiones territoriales en España. A la vista de la realidad española hoy en día, es evidente que nos mintieron o que se equivocaron olímpicamente. Ahora, no sólo no se va a rectificar el error, sino que ya “ad initio” se prevé que el nuevo parche de concesiones a los separatismos, sólo va a durar otros 25 años, ¿y después?

Iñaki -

Antología del disparate histórico.

"Regi Iberico";"Hispaniarum Rex" "Rex Hispanie"... Internet documenta toda la información sobre este ilustre Rey navarro, Sancho III El Mayor, autoproclamado Rey de las Españas a comienzos del siglo XI. Sin embargo los actuales regidores del nacionalismo vasco han creído conveniente dotarse ex novo de un precedente real propio, y acaban de descubrir en este ilustre navarro, que reinó en toda la cristiandad hispana, el primer Rey de Euskalerría. Así, sin rubor, por la patilla, continuando una tarea que inició su preclaro fundador, el ínclito sabino Arana Goiri, creador de los inventos milenaristas vascos.

Puestos en este plan, existe un eximio gobernante mucho más cercano, que gobernó también en toda la España cristiana un número de años muy similar. Que reforzó este carácter religioso (tan querido por Sabino) y que incluso gozó en periodos vacacionales de la tradicional hospitalidad donostiarra. Nos
referimos al Generalísimo. Ya que vamos a crear una antología del Disparate Histórico, añadir este caudillo al nuevo acervo milenarista vasco es de absoluta justicia.