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AMÉRICA. A tiros.

AMÉRICA. A tiros.
El mapa político latinoamericano está cambiando a tiros. La violencia es el problema mayor de Venezuela. Así lo perciben los venezolanos de acuerdo con las últimas encuestas. Eso se refleja en la caída de la popularidad de Hugo Chávez. Y con razón: Caracas se ha convertido en una ciudad sin ley, en la que el 95% de los crímenes ni siquiera llega a los tribunales.
Antonio Ledezma, el alcalde, ganó ampliamente las elecciones pasadas denunciando la inseguridad de los ciudadanos caraqueños. Chávez lo privó de recursos para combatir el crimen (en realidad, lo privó de recursos para todo), la situación empeoró y la culpa se la atribuyen al pintoresco presidente. Caracas ya es una de las tres ciudades más peligrosas del mundo. Las otras dos son Ciudad Juárez, en México, y New Orleans, en Estados Unidos.

Los países del norte de Centroamérica (Honduras, El Salvador y Guatemala) son también unos impresionantes mataderos, como no se cansa de denunciar, a riesgo de su vida y sufriendo toda clase persecuciones, la periodista radial guatemalteca Marta Yolanda Díaz-Durán. Los tres del sur (Nicaragua, Costa Rica y Panamá) tienen tasas de homicidios tolerables, pero con una peligrosa tendencia a subir que los electores castigan en las urnas. Esa situación contribuyó en Panamá al triunfo electoral de Ricardo Martinelli y, sorpresivamente, en Costa Rica ha impulsado hasta un honroso segundo lugar a Otto Guevara, un libertario moderado que goza de una notable reputación internacional y que pudiera convertirse en presidente si Laura Chinchilla, representante del oficialismo, no gana en primera vuelta, para lo cual necesitaría obtener un 40% de los votos. Guevara ha hecho de la mano dura su tema favorito de campaña, y sus compatriotas le están respondiendo.

El problema de la mano dura (que, sin duda, se necesita) es que cuesta mucho y es muy difícil. No sólo se trata de poner más policías en la calle. Es necesario endurecer la legislación para que los jueces no deshagan lo que la policía logra con sus detenciones. Hay que aumentar la vigilancia electrónica, infiltrar las organizaciones de criminales, recompensar generosamente a los informantes, tecnificar a los policías, impedir que se corrompan y castigarlos cuando lo hacen, mejorarles los salarios, fabricar cárceles, multiplicar los tribunales e invertir ingentes cantidades de dinero en el sistema de justicia, un amplísimo arco que va desde la preparación de los estudiantes de Derecho y Criminología hasta la formación de miles de carceleros capaces de mantener el orden y la disciplina en los penales, para que no suceda lo que ocurre en Brasil, Venezuela o México, donde muchos de estos recintos se han convertido en feudos manejados por los propios delincuentes.

Y hay, además, otro costo ingente: la prevención de la delincuencia en la adolescencia, dentro y fuera de las cárceles. Se necesita una muchedumbre de psicólogos bien formados dispuestos a enfrentar el problema desde sus inicios. Se sabe que, generalmente, los criminales comienzan sus sangrientas carreras antes de los 18 años, y casi nunca el primer delito es degollar a una anciana para robarle el reloj. Usualmente, comienzan por pequeñas violaciones de la ley. Es en ese punto donde un buen psicólogo juvenil adiestrado en las técnicas de William Glasser puede modificarles el comportamiento. Una vez que los jóvenes delincuentes han sido capaces, como ocurrió en Guatemala, de asesinar a un maestro, arrancarle el corazón y jugar con él al fútbol, ya no hay otra cosa que hacer que encerrar a los monstruos y tirar la llave al mar.

¿Cuesta mucho la mano dura? Tal vez, pero infinitamente menos que no dominar y encarcelar a los delincuentes. Algunos especialistas mexicanos calculan que la inseguridad ciudadana le cuesta al país el 8% anual de su PIB. Los inversionistas extranjeros se lo piensan dos veces antes de llevar sus capitales a estos lugares violentos, y los nacionales se largan al extranjero, acosados por la incertidumbre. Se ha dicho mil veces: no hay animal más cobarde que un millón de dólares. España y Estados Unidos han recibido a decenas de millares de individuos emprendedores y creadores (o tenedores) de riqueza que huyen de los matarifes locales que los asustaban.

Quienes tienen razón, pero poca, y la poca que tienen no les sirve de nada, son los que suponen que la causa de tanta delincuencia radica en las escasas oportunidades económicas que existen en las sociedades latinoamericanas. Haití, que es una catástrofe con bandera e himno, el país más pobre de América Latina, tiene una tasa de homicidio de 11,5 por cien mil habitantes, mientras la vecina Jamaica, mucho más rica, alcanza los 49. El problema de fondo es cultural, sistémico, y hay que abordarlo desde muchos ángulos simultáneamente. Por eso es tan difícil de aliviar.

4 comentarios

Nolasco -

El Colegio Nacional de Periodistas, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa y el Círculo de Reporteros Gráficos emitieron un comunicado en el que se indica que "no es tiempo de cobardes" sino "de ejercer nuestra ciudadanía con integridad y dignidad".

Ello, tras remarcar que no fomentan ni auspician la violencia porque "no creemos en agendas conspirativas ni creemos necesaria la confrontación fratricida para que nuestros sueños se hagan realidad", algo de lo cual el Gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez, ha achacado en las últimas horas a dos comunicadores.

Los gremios expresan "total solidaridad y respaldo" a Miguel Ángel Rodríguez y Laureano Márquez, acusados por el Gobierno de efectuar llamamientos a la violencia a través de la emisora de televisión y el diario en los que trabajan, respectivamente.

Aunque en su comunicado los tres gremios llaman al Gobierno "a reflexionar y rectificar", lo acusan de pretender "desaparecer o ahorcar a los medios con posturas críticas (a la gestión de Chávez), cortar las fuentes de trabajo y perseguir judicialmente, con argumentos amañados, a colegas y compañeros".

Agrega que los medios de comunicación del país "han servido a través de los periodistas como testigos y voceros de la ciudadanía para denunciar problemas que afectan las condiciones de vida de todos", lo que constituye "un deber al que no vamos a renunciar".

"Preocupados por el estado de derecho y el cumplimiento de la ley, condenamos enérgicamente la represión contra los estudiantes, las universidades autónomas, los empresarios, los periodistas y los medios de comunicación, el cerco sistemático existente en Venezuela a todo lo que no vista de rojo, a través de la institucionalización de la violencia selectiva fomentada desde el poder", añade.

El presidente de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), Diosdado Cabello, dijo el pasado 21 de enero que entregó en la Fiscalía un vídeo del programa televisivo de Rodríguez en el cual, junto al presidente de la Federación de Cámaras Empresariales (Fedecámaras), Noel Álvarez, usan "un juego de palabras para llamar a que la solución en Venezuela debe ser militar", sostuvo.

"Que el entrevistado y el entrevistador respondan por sus acciones, nosotros cumplimos con nuestra responsabilidad pidiendo la investigación penal", señaló ese día Cabello, que también es ministro de Infraestructura y Obras Públicas.

Adicionalmente, la estatal agencia de noticias ABN dio cuenta de que el ministerio de Comunicación e Información emitió un comunicado para anunciar que pedirá a la Fiscalía sancionar al opositor diario caraqueño Tal Cual por un texto de humor de su editorialista Laureano Márquez que ocupó su portada de este viernes.

Valiéndose de fotografías de incidentes callejeros, del presidente cubano, Fidel Castro; del nicaragüense, Daniel Ortega, y otras, y bajo el titular "Venezuela sin Esteban (en alusión a Chávez)" y evidenciando un "clásico libreto fascista", según el ministerio, Márquez reseñó imaginariamente un país post Chávez.

"En la primera gráfica se muestra una imagen que hace alusión a cómo serían los primeros días posteriores al anhelado golpe de Estado. Se justifica el uso de la violencia social, de la guerra civil, como forma de acceder al poder", según la interpretación del Gobierno contenida en el comunicado gubernamental.

estudiante medicina -

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ordenó suspender el racionamiento eléctrico en Caracas, al reconocer que esta medida ha tenido "impactos no deseados" en el país, al tiempo que anunció la destitución del ministro de Energía Eléctrica, Ángel Rodríguez.

"El Gobierno reconoce que se han cometido errores a nivel técnico, decisiones mal tomadas y por tanto yo, responsablemente, asumo la decisión y he suspendido todo racionamiento en la ciudad de Caracas", dijo Chávez en declaraciones telefónicas al programa La Hojilla de la cadena estatal Venezolana de Televisión. La orden de Chávez fue acatada de inmediato por la Corporación Eléctrica (Corpoelec) que suspendió los cortes del suministro eléctrico previsto para la noche del miércoles en algunas zonas de Caracas.

"Acabo de hablar con el presidente de la Electricidad de Caracas y le ordené que no haga ningún tipo de corte hasta que no se revise todo esto, y vamos a limitar las instrucciones que hemos dado", indicó. El mandatario venezolano confesó que pudo constatar que se han producido "impactos no deseados en los cortes programados" que se anunciaron el pasado lunes y que comenzaron a regir a partir del martes en la madrugada. "Este Gobierno tiene que ser capaz de reconocer errores cometidos y rectificarlos a tiempo", insistió, al asegurar que esta decisión la tomó después de "oír al pueblo" y "oír la verdad" de lo que acontecía tras haber tomado esta polémica medida de racionamiento.

Este anuncio se produce pocas horas después de que Chávez justificará su nueva política eléctrica alegando que se trata de una "necesidad" y que es por "el bien de todos y cada uno de los venezolanos". El plan de racionamiento de energía anunciado este martes prevé la suspensión del servicio eléctrico cada dos días durante cuatro horas, a partir de la madrugada de este miércoles, en un intento por evitar que el sector eléctrico de Venezuela se sumerja en una de las peores crisis de las últimas décadas.

El plan afectará a los comercios, hogares, hospitales y escuelas, así como el alumbrado público y los semáforos. Los que quedan fuera de esta medida son las grandes clínicas y hospitales, aeropuertos, estaciones bomberos, sedes policiales y los medios de comunicación. El suministro eléctrico de Venezuela depende en un 70 por ciento de la energía que genera el embalse de Guri, que actualmente se mantiene en su nivel más bajo por la fuerte sequía y que podría quedar completamente vacío en dos meses si no llueve.

El racionamiento en el resto de las ciudades continuará de acuerdo al esquema anunciado, aclaró Chávez, porque "el plan marcha correctamente", aunque reconoció que se han producido inconvenientes porque no se informó adecuadamente en algunas zonas y porque, además, se han producido algunos cortes de electricidad fuera del horario previsto. "Resulta que los niveles correspondientes han cometido errores técnicos y le han cortado la luz a quien no debían cortársela. Creo que en un sector repitieron el corte pocas horas después, por allá se quedaron unos semáforos sin energía, y entonces, dije "¡ya! si eso es así, ahí hubo un error", explicó.

Por otra parte, Chávez comentó que le pidió la renuncia al ministro de Energía Eléctrica, aunque no detalló las razones que le motivaron a destituir a quien, hasta el momento, llevaba las riendas de la peor crisis eléctrica que ha vivido esa nación en las últimas décadas. "Ya conversé con él (con Ángel Rodríguez) y lo tomó como un soldado, de la mejor manera", aseguró el mandatario venezolano al precisar que continuará estudiante el plan de racionamiento que ha despertado una fuerte polémica en Venezuela.

Petrus .Burgos -

Leyendo lo que se dice más arriba veo que era verdad lo que me dijo en Madrid una ciudadana Venezolana hace más de 40 años que si un día iba a Venezuela y sobre todo a Caracas su capital que fuese bien armado.
¡Pobre pueblo Venezolano en que manos has caido!

huesca-madrid -

En uno de esos largos textos que, siguiendo el ejemplo de Fidel Castro, publica para impartir doctrina y mostrar su peculiar modo de ver el mundo, Chávez proclama: "El tiempo es propicio para que todos los poderes, liberados del lastre de su división –como consecuencia de una nefasta herencia que debemos superar más temprano que tarde– trabajen coordinadamente como lo exige el constitucionalismo popular que toma forma en Venezuela y en nuestra América".

En esas líneas lo realmente importante es la consideración de la división de poderes como un "lastre" del que hay que liberarse, una "nefasta herencia" que ha de ser superada. Sólo teniendo en cuenta esto puede llegar a entenderse en qué consiste ese constitucionalismo presentado con el adjetivo de "popular" del que habla el paladín del socialismo del siglo XXI. Al igual que hiciera el denominado socialismo real del siglo XX –y sigue haciéndolo en países como Cuba, China o Vietnam–, la nueva careta de ese totalitarismo utiliza las palabras para designar justo lo contrario de lo que significan.

En el bloque soviético democracia significaba dictadura y libertad, opresión. Justo como ocurre en residuos comunistas como Cuba o Vietnam, y en la Venezuela de Chávez. Ahora, constitucionalismo pasa a querer decir todo lo contrario. En la tradición constitucionalista iniciada con las revoluciones liberales del siglo XIX, y en la que se inscriben personajes tan falseados por los totalitarios como Simón Bolívar y José Martí, la división de poderes es fundamental.

Pero la mentira de Chávez no termina ahí. Él escribe como si el fin de la separación de poderes fuera algo por hacer, cuando hace tiempo que él ya emprendió esa tarea. En Venezuela ya no hay jueces que administraran justicia antes de la llegada del caudillo al poder. Los tres últimos episodios de la intromisión chapista en la Justicia son muy recientes. La destitución de la juez de primera instancia en lo penal Mercedes Chocrón contó con tan pocas garantías legales que el régimen venezolano tiene que enfrentarse a un juicio en la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Otra magistrada, María Lourdes Afiuni, ha sido detenida por decretar la libertad condicional de un banquero perseguido por el Gobierno. Como terrible colofón, la presidenta del Tribunal Supremo, Luisa Estrella Morales, declaró que la separación de poderes debilita al Estado y que, por tanto, debe eliminarse.

El legislativo ve recortado cada vez más su campo de actuación en Venezuela y países afines. Cuando esto no ocurre, los presidentes directamente ignoran la obligación de acudir al Congreso para la aprobación de normas o acuerdos. Así, en el caso de Ecuador, la Asamblea espera desde hace medio año para votar si se da el visto bueno a la integración del país en el bloque bolivariano ALBA, que ya es real por deseo de Rafael Correa. Tampoco se respeta la división vertical, entre los poderes nacionales y regionales o municipales. En Venezuela y otros países, cuando una región o un ayuntamiento tienen un gobierno de signo contrario al del presidente se le quitan atribuciones o se le priva de los recursos que necesita para funcionar.

La división de poderes hace tiempo que dejó de ser un lastre para Chávez y compañía. De esa "nefasta herencia" tan sólo quedan unos pequeños restos, que poco a poco irán desmantelando.