10 razones para el ¿nucleares? si gracias
Creo que nunca he ocultado mi pro-nuclearidad, así que a muchos de vosotros no os extrañará que haya escrito un post como el que vais a leer. No obstante, antes de que los ecologistas y PAT se me echen al cuello, debo decir que mi opción no va “contra nada”, es decir, que yo apoye el desarrollo y mantemiento de la fisión nuclear no debe interpretarse como que esté “contra las renovables”, de hecho en este blog hablo constantemente de ellas como opción de futuro. También me diréis - no sin razón - que vosotros podríais hacer una lista análoga de 10 razones para ir en contra de las nucleares (de hecho estaría genial que lo hicierais, todo sea por un debate sano) pero si vais a hacerlo, os ruego que lo hagais de forma práctica, aportando alternativas serias, y no exclusivamente amparados en el idealismo.
10 razones a favor del uso de la energía nuclear
1) La nuclear es hoy por hoy la única alternativa “libre de carbono” operativa alcanzable que puede hacer frente a los combustibles fósiles y por tanto al calentamiento global. (Mientras unos y otros siguen sin ponerse de acuerdo sobre el nº de víctimas en Chernobyl, nadie habla de los centenares de miles de humanos que mueren cada año en el mundo a causa de la contaminación provocada por la quema de combustibles fósiles).
2) La energía producida en las centrales nucleares y la cadena de producción del uranio es la más ajena a la especulación debido al alto control ejercido por los estados.
3) Los residuos contaminantes de las nucleares son hoy por hoy los únicos que se almacenan y vitrifican impidiendo su dispersión libre a la atmósfera.
4) Buena parte de los residuos de las centrales nucleares pueden tratarse para volver a actuar como combustible.
5) En la actualidad se trabaja en la posibilidad de crear futuros artefactos capaces de destruir incluso los más persistentes residuos de larga duración (transuránicos).
6) Estando Europa alejada de las zonas planetarias ricas en carbón barato, petróleo y gas natural, las nucleares suponen hoy por hoy la única oportunidad de librarse de la dependencia energética.
7) Los nuevos modelos de centrales nucleares han evolucionado tanto, que prácticamente detienen sola la reacción en cadena si se produce algún fallo en los circuitos de refrigeración.
8 ) Las subvenciones estatales para el desarrollo de centrales nucleares son prácticamente inexistentes en comparación con las renovables. De hecho en España, en virtud de la moratoria, ni siquiera se pueden construir más centrales.
9) Incluso ecologistas históricos como James Loverlock, o políticos como Felipe Gonzalez que antes impulsaron la moratoria, se plantean ahora reabrir el debate.
10) Hoy por hoy, la opción más lógica para deshacerse de todo el plutonio de uso bélico acumulado por las potencias nucleares durante los años de la proliferación, es emplearlo como combustible en centrales nucleares.
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Para concluir. Se que las centrales de fisión nuclear no son la panacea, de hecho algunos estaréis pensando que el uranio también es un recurso finito, pero incluso llegado ese momento (y mientras los físicos no den con la clavija de la fusión) existen alternativas interesantes al uranio ya en fase de estudio como el torio.
Está claro que tenemos una gran crisis energética a la vuelta de la esquina, y seguramente - llegado ese momento - muchos de los que hoy gritan consignas anti-nucleares se preguntarán qué opciones serias quedan para seguir teniendo luz en casa a precios asequibles. Mientras todos soñamos con ese gran descubrimiento que haga más eficaces las fotovoltaicas, que permita que el hidrógeno se produza de forma barata y se almacene de forma segura, y que las mareas nos “mareen” con sus altas producciones energéticas; la única alternativa seria a los combustibles fósiles con la que contamos a día de hoy son las nucleares.
En fin, esa es mi opinión personal, la cual se ha visto sumamente reforzada con la reciente lectura de este libro, NUCLEARES, ¿POR QUE NO?: COMO AFRONTAR EL FUTURO DE LA ENERGIA, ensayo con el que me identifico plenamente. ¡El debate está servido!
21 comentarios
domingo -
Ahora todavía entra dinero en el pueblo: hay muchos obreros desmantelando la central al concluirse su ciclo de vida, tras desautorizar el Gobierno actual su reforma y renovación. En los pueblos de alrededor están tan convencidos de la bondad de lo nuclear y de la riqueza que genera que dan ganas de montarse una nuclear en casa: en EE.UU. están ensayando miniplantas para grupos pequeños de viviendas.
Las actuales energías renovables como la solar, pero también la eólica, son irregulares, tienen períodos sin producción y todavía resultan más caras que el cada día más inaccesible petróleo. Y los biocombustibles agrícolas basados en grano matan de hambre a poblaciones enteras, devastan bosques, empobrecen la tierra, y usan ingente energía para su producción. Está la esperanza de las bacterias que fabrican petróleo, como la LS9, o las microalgas, el fitoplancton convertido en biopetróleo renovable: una empresa española, Bio Fuel System, creada por científicos de las universidades de Alicante y Valencia, prometía espectaculares resultados para finales de 2007. Pero más de un año después mantiene un sospechoso silencio, aunque empresas de todo el mundo investigan líneas similares.
Entre tanto, la única energía segura desde hace más de medio siglo -Chernóbil era la típica chapuza soviética-, y que genera riqueza donde se instala, es la nuclear. España necesita una decena de centrales. Almohacid pide tener, nuevamente, la primera de esa serie tan necesaria. Urgentemente.
fernanda -
naturaleza -
Antonio Ferrer. Catedrático de Física de la Universitat de València
Las centrales eléctricas en España suman una potencia eléctrica instalada de unos 85 gigawatios. Las centrales nucleares representan casi el 10% de la tarta eléctrica, mientras que las de carbón y de gas (las de ciclo combinado) suman alrededor del 50%.
A la hora de la verdad, son las centrales nucleares las más eficientes ya que proporcionan el 20% de la electricidad consumida. Esto es así, porque las energías renovables y la energía hidroeléctrica son más variables.El dilema es: ¿se debe continuar emitiendo toneladas de CO2 a la atmósfera, como hacen las centrales de carbón y gas, aumentando así el temido calentamiento global o se puede confiar en el control de los residuos radiactivos de larga vida media? A este dilema hay que añadir el debate sobre la independencia energética.
Una buena tarta energética debe contener una proporción estratégicamente razonable de centrales. A corto plazo, creo que abandonar las centrales de fisión nuclear sería un grave error con consecuencias negativas respecto a la salud del planeta. Hay dos soluciones para deshacerse de los residuos radiactivo. Uno, muy creíble, que es el almacenamiento geológico profundo. El otro está probado en los laboratorios y consiste en la incineración, es decir, utilizar aceleradores para transmutar los residuos. Así, de paso, se destruirían y no habría que pensar en el futuro.
A la espera de la solución final que aportará la fusión (el proyecto ITER), lo que hace falta es más investigación y más desarrollo; formación de especialistas y técnicos y utilizar los conocimientos científicos y técnicos para resolver los problemas. Menos ignorancia y menos brindis al sol. Más recursos para la ciencia.
xitero -
Aquellos que salten con Chernovil y demás, que sepan que aquello fue un conjunto muy improbables de irresponsables por parte del equipo técnico (más información en http://es.wikipedia.org/wiki/Accidente_de_Chern%C3%B3bil#El_accidente) más el recorte de gastos en infraestructuras propias de la URSS.
Además, que con las nuevas centrales, ahora es casi imposible (la probabilidad 0 no existe, que si no la usaría) que suceda ahora.
frede -
Ahora, los Estados Unidos cambian su punto de vista sobre las nucleares y planean nuevas instalaciones, mientras España compra electricidad a Francia, la cual vende a Libia desaladoras de agua con central nuclear incluida, para el voraz consumo energético de esas instalaciones. Y, hablando de los vecinos, ¿podrían decirnos cuántas centrales nucleares francesas hay a menos de 500 km. de la frontera española?
Lorenzo Gomez B. -
En otras ocasiones hemos defendido a la energía nuclear como la mejor opción para nuestro país. Primero por ser la más económica. Segundo por ser la que mejor garantiza el suministro eléctrico a largo plazo. Tercero, porque esta energía no emite CO2. Y cuarto, porque reduciría la dependencia energética del exterior, que hoy es superior al 80% de la energía primaria que consumimos.
En Gran Bretaña, el Gobierno laborista ha actuado de una forma responsable, igual que lo hizo el finlandés en su día, y ha asumido que las mejores decisiones son las que exigen un cierto coraje político. La decisión británica es la opción de responsabilidad que hemos defendido aquí, ante la evidencia de que el futuro energético será difícil, como lo demuestra el precio del barril de crudo, ya en el entorno de los 100 dólares.
Contrasta con lo que por desgracia vemos en España. El Gobierno ha eludido sistemáticamente el debate refugiándose en demagógicas soluciones, insuficientes a largo plazo. Al margen de las necesidades, apuesta decididamente por el cierre de las centrales nucleares. El futuro energético que plantea Zapatero es el de depender de Francia o esperar si, cuánto y hacia dónde sopla el viento. Lo lamentable es que la alternativa política del PP tampoco tiene ideas claras. Sin afrontar el problema energético de frente, el PP obvia la cuestión y se deja llevar por lo políticamente correcto, aspecto en el cual siempre le gana la partida Zapatero.
Por la importancia capital de la cuestión energética y por los efectos directos sobre la economía y el bienestar de los españoles es preciso que exista una planificación energética a largo plazo basada en la realidad y no en los deseos y los complejos. Lo que España necesita no es un Gobierno que hable de irrealidades vestidas de verde, sino uno con responsabilidad y valentía política para explicar las cosas tal y como son, y de tomar decisiones pensando en el largo plazo y no en los porcentajes de las encuestas.
Jose A. S. -
Las reservas de uranio-235 fisionable, el "combustible" de los reactores nucleares, pueden proveer a las instalaciones sólo durante unas pocas décadas más considerando los niveles de consumo actuales.
Y también se va a encarecer: ahora es 10 veces más caro que en 2004. Según el Libro Rojo de la Agencia de la Energía Nuclear (AEN) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), las reservas conocidas y recuperables a un coste inferior a los 80 dólares y a los 130 dólares (por kilogramo de uranio) son de unos 3 y 4 millones de toneladas, respectivamente, es decir, menos de la mitad del que se entiende necesario para satisfacer las demandas de la industria nuclear.
Hay más uranio que ese en la naturaleza pero su coste de extracción sería aún más caro y, lo que es más importante, su obtención será mucho más intensiva en energía fósil, con la consiguiente generación de CO2. Esto invalidaría uno de los principales argumentos a favor de la energía nuclear. De hecho, hay estudios que indican que al extraer uranio de minas con una mena inferior a 100 partes por millón se emite más dióxido de carbono del que luego se ahorra al sustituir una generación de electricidad equivalente por medio de gas natural.
Claro está que la industria nuclear, a través de sus agencias internacionales, como el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) o la AEN/OCDE, tratan de camuflar esta información.
Así, estas agencias dicen que si tenemos en cuenta los recursos garantizados (los actualmente en uso, cuya rentabilidad está demostrada), los inferidos, los extrapolados y los especulados habría combustible de uranio para 270 años. Recursos extrapolados, inferidos y especulados son las expresiones textuales que utilizan estas entidades para describir unos inventarios de uranio meramente virtuales.
vasco -
Juan Hernandez S. -
Ahora, Patrick Moore, uno de los fundadores de Greenpeace, sale con lo mismo.
¿Es o no la energía nuclear la única alternativa al calentamiento global?
Mi opinión: sí. Desde organizaciones como Greenpeace se defienden energías alternativas a la combustión de residuos fósiles, pero a la vez se atacan las mismas por otros motivos.
El aprovechamiento de la energía solar es de limitada eficiencia (eficiencia: relación entre la energía obtenida y los recursos empleados para obtenerla) y generar la energía necesaria para el sostenimiento de una ciudad media supone sembrar de paneles solares una superficie mayor que la de la propia ciudad. ¿Desforestamos el mundo para sembrarlo de paneles solares?
La energía eólica, de igualmente baja eficiencia y menor eficacia (eficacia: cantidad de energía obtenida sin reparar en los recursos empleados), ahora se destapa como un atentado medioambiental por suponer un alto riesgo para las aves, amén del pésimo efecto estético.
La energía marina, que aun está en fase de inicio, supone un alto riesgo para especies marinas, además de que aun se evalúan los efectos del agua marina sobre las instalaciones, cuyo sostenimiento puede contribuir negativamente a la salud del mar.
Se defiende un uso racional de la energía y minimizar su consumo para atenuar los efectos que sobre el medioambiente genera. Vale...... hacemos un esfuerzo sobrehumano y conseguimos minimizar su consumo.... ahora la humanidad entera ha desterrado la palabra "derroche".....y sólo consumimos lo estrictamente necesario... ¿y de dónde sacamos esa energía estrictamente necesaria?
Dos peligros se han achacado tradicionalmente a la energía nuclear: el riesgo de escape radioactivo y la generación de residuos altamente peligrosos. Cierto, y se cuenta con ello. Pero en el terreno de la seguridad nuclear se ha avanzado notablemente en los últimos 20 años. Chernobil, y anteriormente Three Miles Island, supusieron un punto de inflexión. Hoy, hasta los riesgos más inverosímiles están evaluados y se disponen de medidas para atajar cualquier tipo de contingencia. Hace unos días un incendio forestal amenazaba la central de Vandellós y en ningún momento la seguridad nuclear estuvo en entredicho, a pesar de que los trabajadores de la central fueron evacuados. Referente a la gestión de residuos nucleares, hasta ahora la única vía es el enterramiento de los mismos. Está comprobado que dichos enterramientos no emiten energía radioactiva al exterior. Se baraja la posibilidad de enviarlos al espacio.
Lo que, desde luego, es un hecho es que, para la generación a gran escala de energía, hoy por hoy, la única alternativa que no produce CO2 y, por tanto, no colabora al calentamiento global es la energía nuclear. Y, hoy, nuestra mayor amenaza es dicho calentamiento. ¿Pan para hoy y hambre para mañana? Quizás, pero todavía nadie ha encontrado pan suficiente para todos y para hoy, y si no se encuentra pronto, no habrá pan y el hambre se habrá instalado.
agustin -
No ocurre lo mismo con el petróleo, nunca podremos evitar tener que comprarlo al extranjero y al precio que nos lo pongan Creo que las centrales nucleares son una opción de futuro y además, sostenibles. La gran pega sigue siendo la eliminación de residuos, es su punto flojo Por que por otro lado casi todo son ventajas.
Lorenzo Gomez Brado -
Las razones por la que conocidos activistas como Lomborg o Lovelock se han retractado de sus antiguas, y salvajemente demostradas, convicciones están a la vista hasta del más desinformado. Las centrales nucleares son más limpias, más eficientes y más baratas, en definitiva, son las más ecológicas si por ecologismo entendemos respeto al medio ambiente y no un modo irregular de hacer política, las más económicas y, además, y esto no es baladí, las más rentables.
Durante los primeros años de la energía atómica todo eran parabienes desde las, todavía idealistas, organizaciones de defensa del medio ambiente. La fisión del átomo constituía, en los lejanos años 50, un emblema de progreso y muchos se prometían que el fin de los combustibles fósiles, al menos para generar energía eléctrica, estaba cercano. El sueño sin embargo se frustró en 1973, casualmente el mismo año de la crisis del petróleo provocada por la OPEP. Entonces, hace más de 30 años, Ralph Nader, un joven político norteamericano, valiéndose de la buena fe y la ignorancia de sus paisanos, organizó la primera campaña antinuclear. La demagogia contra las centrales nucleares, que ya a principios de los 70 menudeaban por los Estados Unidos, le hizo muy rico y famoso. En poco tiempo no había organización ecologista que no se apuntase a la movida antinuclear explotando la neurosis atómica, tan arraigada en el subconsciente colectivo de las sociedades avanzadas.
El hecho es que por muchas pegas que los ecologistas le quieran encontrar, la energía nuclear es esencialmente limpia y muy respetuosa con el medio. Los reactores no emiten a la atmósfera dióxido de carbono ni tipo alguno de substancias nocivas, sino inofensivo vapor de agua. De hecho, si algún país decide hacerse el harakiri aplicando con todo su rigor ese disparate conocido como Protocolo de Kioto, no podrá hacerlo sin recurrir a la energía nuclear. Y todo por una simple razón que a muchos les será difícil de creer, la nuclear contamina menos.
Uno de los argumentos recurrentes de los lobbies ecologistas para invalidar de modo definitivo la alternativa nuclear es lo peligroso y nocivo de sus residuos, la escoria nuclear que permanece activa durante siglos. Sin embargo las centrales térmicas convencionales expulsan cada año a la atmósfera cantidades ingentes de sustancias letales como el arsénico, el plomo, el cadmio o el mercurio que se mantienen letales eternamente. Quizá no sean radioactivos pero son igualmente tóxicos y se quedan en el aire hasta que la lluvia los devuelve al suelo.
La otra objeción que los medioambientalistas nuclearófobos aducen es la de su presunta peligrosidad, extremo que, naturalmente, tampoco se corresponde con la realidad. Desde la instalación del primer reactor en 1955 sólo se ha registrado un accidente de relevancia, el de Chernobil, desastre ocasionado por la ineptitud de los funcionarios soviéticos a su cargo. Teniendo en cuenta que en el mundo están en funcionamiento 437 centrales nucleares en más de 30 países, se puede concluir que la nuclear no sólo es limpia sino además segura.
El punto fuerte de la energía nuclear, allí donde no tiene competencia, es en los costes. El kilovatio / hora sale en una nuclear por 0,047 euros, frente a los 0,071 euros de la eólica o los 0,512 de la solar. Energía para millonarios esta última. Frente a evidencias tan contundentes, a los profetas del desastre no les queda a veces más remedio que recurrir a la mentira y a la falsificación, como en el caso del inexistente pez mutante del Ebro, embuste inventado por unos farsantes para calentar a la opinión pública en una campaña contra la central española de Garoña.
La energía nuclear, en suma, no pertenece al pasado, ni se trata del experimento de unos desaprensivos enemistados con la naturaleza y el género humano. Está cargada de futuro muy a pesar de lo que algunos quieren hacer creer. En el año 2003 se encontraban en construcción un total de 33 reactores, especialmente en el Tercer Mundo, que es donde más falta hace una energía barata y que posibilite el desarrollo y el bienestar de sus habitantes. Los que pertenecen al pasado quizá sea la miríada de organizaciones que dicen defender a la naturaleza pero que sólo se defienden a sí mismas.
jacinto -
Se dice que si se construyeran donde ya hay centrales, se reduciria bastante ese tiempo. Por cierto en las centrales que se van a construir en el Reino Unido una de las condiciones establecidas es que las compañias se hagan cargo del coste de los residuos y aun asi empresas como Iberdrola estan como locas por hincarles el diente. Hay que tener en cuenta que esas centrales tendrian licencia de explotacion por 60 años y en ese periodo se amortizan la construccion, explotacion, desmantelamiento y residuos y ademas ganan dinero.
domingo -
Montar una central nuclear que tendría una inercia tan alta en el tiempo desde que se proyecta hasta que produce el primer watio, ¿no es demasiado arriesgado como inversión? No es más rentable invertir en energías como la termoelectrica y terminar de poner en marcha las represas, y otras instalaciones como las presas de altitud para almacenar la energía eléctrica y producir en momentos valle.
No crees que diferir el problema eléctrico hasta el 2019 es perder el tiempo. De acuerdo que es demagógico plantear una producción eólica al 100%, pero es demagógico el siguiente mix. 20% eolico, 20 termoelectrico, 10% hidraulico, 20 gas, 10% carbon, el resto nuclear y otras.
fernando -
Por otro lado en la vida de una central de Gas, (Construccion, explotacion y desmantelamiento) el Gas representa un 70% del coste total. mientras que en una nuclear, el Uranio no llega al 10% del coste total.
Es decir el 70% del dinero invertido en las centrales de gas se va para Argelia y otros, mientras que la mayor parte del dinero invertido en construir y explotar una central nuclear se queda aqui.
gallego -
coherencia -
El precio de construir un aerogenerador está siempre naturalmente relacionado con su potencia máxima. Un aerogenerador de 3 MW se instala como si realmente fuera a proporcionar 3 MW. Cuando esa turbina una vez instalada en el sitio, a lo largo del año, en realidad no producirá de media más que entre el 18% o en raras ocasiones el 30% de esa potencia. Lo que esto significa realmente es que uno paga por una máquina que se supone produce 3 MW pero que solo genera una cantidad de electricidad del 18 al 30% de esa potencia, que estará disponible con flujos impredecibles. ¡Echad otro vistazo a los gráficos!. Esto significa que entre el 70% y el 82% del dinero que se ha invertido se desperdicia. (Imagina una turbina de vapor de 600 MW de potencia máxima que no produjera más de 150 MW simplemente porque lo que ocurre es que hay demasiado poco viento). Los aerogeneradores son unos " Liquidadores de Capital" muy eficientes.
Es obvio que los kilovatios-hora que se proporcionan de una forma tan impredecible valen mucho menos que los kWh con los que puedes contar seguro cada minuto del año. Es fácil entender que de una forma u otra, las cuantiosas subvenciones juegan un papel clave en la explotación de los eólicos. Subvenciones que deben ser pagadas por los ciudadanos holandeses para obtener a cambio ¡un producto extremadamente inestable!.
Es obvio que los kilovatios-hora que se proporcionan de una forma tan impredecible valen mucho menos que los kWh con los que puedes contar seguro cada minuto del año. Es fácil entender que de una forma u otra, las cuantiosas subvenciones juegan un papel clave en la explotación de los eólicos. Subvenciones que deben ser pagadas por los ciudadanos holandeses para obtener a cambio ¡un producto extremadamente inestable!.
Este también es el motivo por el cual carece de sentido comparar los precios entre los kWh producidos de forma fiable por las centrales convencionales y el precio de los kWh producidos por los eólicos, de una forma muy precaria e inestable, no permitiendo un compromiso respecto a su suministro en el mercado de la energía. Los "kWh normales" y los "kWh eólicos" no tienen el mismo valor monetario. Insistir en ello es como comparar manzanas medio podridas con manzanas de gran calidad.
Además de todo esto, si la energía eólica se extiende de una forma significativa, todas las costosas pero necesarias instalaciones técnicas encaminadas a garantizar la estabilidad en el suministro de la red, hacen que el precio final sea varias veces superior al coste de la instalación y la explotación de los aerogeneradores.
Recordemos lo que ya se ha explicado y demostrado sobre el hecho de que no se debe contar con más del 10% o menos de generación de electricidad mediante aerogeneradores, para garantizar la estabilidad de la red nacional. Este es uno de los aspectos relegados al silencio por los promotores de la energía eólica. Para conocer la verdad sobre estas limitaciones técnicas podemos volver al informe alemán "Informe Eólico 2005" de E.ON., en el que estos inevitables costes colaterales se estiman para Alemania en varios billones de Euros.
Es una tarea técnica extremadamente complicada comparar, sobre una base real, los costes actuales de la electricidad producida por aerogeneradores con los costes de la electricidad producida de forma convencional, pero el resultado de esa comparación será extremadamente dependiente de los políticos. Los "políticos", de forma ingenua, hacen creer que lo único que se necesita es instalar los aerogeneradores y, por decirlo así, simplemente enchufarlos a la red nacional de alto voltaje. Y eso está muy lejos de la realidad.
coherencia -
Un análisis comprensivo de la Energía Eólica.
Es muy fácil formarse una opinión imparcial sobre la energía eólica.
Es muy sencillo cuando se usa el sentido común.
Comparemos los aerogeneradores con una "idea brillante", que sea posible hacer funcionar trenes eléctricos cuyas líneas eléctricas en unos momentos tengan voltaje y en otros no, dependiendo totalmente de la fuerza del viento predominante. O recomendar coches y camiones muy caros con un carburante que fluya en los motores dependiendo de la velocidad del viento.
Alguien que se mantenga firme en esa idea debe haber perdido la chaveta. Nuestro gobierno entero, incluyendo a todos sus ministros, considerarían demencial una propuesta para ese tipo de trenes y vehículos. No estarían de acuerdo en subvencionar la construcción de esos monstruos técnicos y ciertamente no subvencionarían cada kilómetro que esas cosas recorrieran.
Pero, ¿por qué es esto diferente a recomendar los aerogeneradores para la producción de electricidad, si tiene las mismas desventajas?. ¿Acaso no lo tiene una fuente de energía totalmente dependiente de la aleatoria e impredecible fuerza del viento? y ¿no constituye un riesgo por la posible interrupción de una función que es de vital importancia para nuestra sociedad, como lo es el suministro eléctrico?. Pero en el caso de estas máquinas, que no cumplen para nada con su cometido, ellos subvencionan su construcción y además subvencionan el suministro inestable de un producto de una calidad particularmente mala.
¿Qué es lo que hace que la opinión que merecen esos absurdos artefactos sea diferente de la opinión que merece la energía eólica? La diferencia consiste en el hecho de que esos estúpidos trenes y vehículos no son juzgados en primer lugar por los "políticos", ni personas pre-seleccionadas o instituciones que tengan tendencia a sesgar sus juicios debido a los intereses personales. Justamente es lo contrario a lo que ocurre con la energía eólica.
En la historia de los eólicos hay mucho dinero en juego y una cierta imagen que ganar denominada "persona con visión". La condición es que uno debe ser capaz de vender la historia sin escrúpulos y llevarla de forma inteligente a escena, cautivando a la parte más crédula del público. De cualquier forma una persona con buen juicio será capaz de formarse una opinión imparcial sobre el comportamiento y la utilidad de los eólicos, y por tanto entenderá que al público en general, tanto los promotores de la energía eólica como el gobierno, le están echando polvo en los ojos.
Sandra -
Nosotros se la compramos, y así quedamos muy bien, porque supuestamente ellos contaminan y nosotros no. Que hipocresía. Si hubiera un accidente nuclear en Francia, por el viento, podríamos estar mucho más afectados nosotros que los franceses.
Así que: dejemos de meter miedo.
ejemplo -
Bastará con que cuatro comunicadores, en otros tantos medios de difusión social, los mismos que hasta ahora han venido diciendo lo contrario, hablen de lo buena que es la energía nuclear, para que la opinión pública de la vuelta como una tortilla ¡lo veremos pronto! porque no hay alternativa.
barcelona -
huesca -