España, Campeona de Europa.
La selección española de fútbol derrotó a Alemania con un solitario gol de Fernando Torres en el minuto 33 y se alzó con la segunda Eurocopa de su historia, tras la conquistada en 1964, después de un partido muy serio en el que Alemania inquietó la meta de Casillas durante la primera mitad, pero fue inferior en la reanudación, donde pudo sufrir una derrota mucho más contundente.
Los de Luis Aragonés, que se despide del banquillo nacional con 'broche de oro', vengaron la derrota sufrida en la otra final europea disputada en 1984 ante Francia, tras culminar un torneo de Austria y Suiza, prácticamente perfecto en el que contaron todos sus partidos por triunfos, salvo la victoria conquistada ante Italia desde el punto de penalti.
De este modo, la inteligencia de Fernando Torres, anticipándose al lateral alemán Lahm, tras un pase de Xavi Hernández en el minuto 33, fue suficiente para que los aficionados españoles de todo el país puedan celebrar por todo lo alto, un título de postín que se resistía tras numerosos años de sinsabores.
Sin embargo, el primer 'susto' para los intereses españoles llegó con apenas tres minutos de juego, cuando Sergio Ramos cedió hacia el centro un balón comprometido que Miroslav Klose no supo aprovechar, tras adelantarse a la zaga española, pero marrar en el control, que salió por la línea de fondo demasiado largo.
Y es que de salida, el control del balón, fiel al guión previsto, fue para España, en las botas de la calidad técnica de los Iniesta, Cesc o Xavi Hernández, pero tan sólo buscaron una y otra vez el pase largo hacia los desmarques del solitario Fernando Torres, mientras Alemania supo asumir su mayor peso y experiencia en las finales para tomar el mando poco a poco, encerrando en su campo los diez primeros minutos a los de Luis Aragonés.
La reacción de la 'Roja' llegó en el minuto 14 con una incorporación por la izquierda de Xavi, que metió un preciso pase al hueco para Iniesta, cuyo centro obligó al veterano Jens Lehmann a demostrar sus reflejos, tras pegar en la rodilla del madridista Christoph Metzelder.
Mucho más cerca de inaugurar el marcador de la final estuvo Torres en el minuto 22, cuando remató a la base del palo derecho germano un centro desde la derecha de Sergio Ramos anticipándose a Mertesacker. Y es que España logró sacudirse con el paso de los minutos la presión alemana, que buscaba el gol sustentado en apariciones, siempre por la izquierda, de su mejor jugador en esta Eurocopa: Lukas Podolski.
Torres consigue la recompensa a su lucha
Sin embargo, fue España la primera en hacer 'sangre' sobre su rival por medio de nuevo del delantero del Liverpool, que esta vez sí logró ver puerta con éxito. La jugada se gestó en el minuto 33, con un pase en corto de Marcos Senna sobre el barcelonista Xavi, que lanzó un envío sobre Torres que peleó con Phillip Lahm hasta adelantarse por velocidad y picar con suavidad sobre Lehmann para enviar el esférico mansamente a la red.
Alemania acusó el golpe e incluso estuvo noqueada en los minutos sucesivos, en los que España, liderada por un infatigable Torres que se fajó con la defensa germana, pudo poner más tierra de por medio, en un golpeo de Iniesta para Silva que, sólo en el segundo palo, se llenó de balón y envió a las nubes según le venía.
Sin embargo, el marcador no se movió antes del descanso y España se fue camino de las duchas a tan sólo 45 minutos del triunfo, de la gloria y, sobre todo, de su segunda Eurocopa, tras la conquistada en 1964. La reanudación trajo relajación para las dos escuadras, que optaron por 'guardar la ropa' recelosas de un gol en contra que trajera un escenario más adverso.
Kuranyi asusta, pero no brilla
En el minuto 53, España despertó con una doble oportunidad para volver a meter presión a Alemania, que sólo supo reaccionar metiendo en el campo a otro sus clónicos 'panzer' Kevin Kuranyi, prácticamente inédito en todo la Eurocopa. Así, un remate cruzado de Xavi 'topó' con las yemas de los dedos de Lehmann que desvió agónicamente a córner, mientras que a la salida del mismo Sergio Ramos estuvo a punto de desviar en el área chica y de tacón un disparo de Silva, que no acertó a rematar según le venía.
El cambio dio más mordiente a Alemania, no por argumentos técnicos sino por empuje. Así, el minuto 59, una dejada en la medialuna del área de Bastian Schweinsteiger propició un 'latigazo' de Ballack de primeras desde fuera del área, que salió rozando el lateral derecho de la red de Casillas.
España, lejos de echarse atrás, contestó con la descarada insolencia propia de una selección más joven que la alemana. De este modo, el largo peregrinar en el desierto de la 'Roja' pudo ver más de cerca su maná con tres ocasiones prácticamente consecutivas en el minuto 66, pero el cabezazo de Ramos tras una falta botada por Xavi, el 'trallazo' de éste mismo a la salida de un saque de esquina y la incursión de Iniesta en el área chica fueron convertidas en simple 'espejismo' por un genial Lehmann.
En el minuto 78, nada más quemar Alemania su último cartucho con la entrada del 'español' Mario Gómez, Rosseti 'echó un cable' a los de Joachim Loew al pasar por alto un despeje con la mano fuera del área de Lehmann. Tres más tarde, Senna estuvo a punto de coronar su sensacional torneo con un gol que diera la puntilla, pero no llegó a rematar en boca de gol una dejada con la cabeza de Güiza, que entró en lugar del 'gladiador' Torres, tras un centro de Santi Cazorla.
De ahí al final, Alemania lo intentó apoyado en el músculo y en balones al área que una y otra vez fueron repelidos con solvencia por la zaga española, la misma que, unida al resto de los 22 integrantes de la expedición española, corrió como loca por todo el césped del Ernst Happel de Viena, nada más decretar el italiano Rosseti el final del encuentro.
Un solitario pitido que dio paso a otro sonido... el estruendo de millones de españoles y al descorchar de otras tantas botellas, todos ellos unidos por el sentir de la 'Roja', por fin, flamante campeona de Europa.
34 comentarios
MONTSERRAT BOFARULL -
No pude, sin embargo, volver a conciliar el sueño. «¡Españaaaa, Españaaaa! ¡Hemos ganadoooo!», oía ahora en medio (eso me pareció) de ráfagas de ametralladora. «¡La revolución, ya ha estallado la revolución!», me dije precipitándome al balcón, desde donde pude observar una multitud de gente y de coches que, tirando petardos y enarbolando banderas rojigualdas, bajaban por la calle Lauria.
No lo dudé un instante. Me daba igual que estuvieran celebrando (por fin comprendí) la victoria de la selección española de fútbol. La ocasión era única, excepcional, y había que aprovecharla. Sólo los puristas (como mi amigo cántabro, se me ocurrió de pronto) les hacen ascos a estas cosas. De modo que me vestí en un plis-plas, abrí el armario (nunca mejor dicho), saqué mi bandera envuelta en naftalina, y me lancé a la calle. A confraternizar «con-el-populacho-embrutecido-por-el-fútbol-y-que-no-entiende-ni-jota-de-política» o (elijan ustedes) «con-el-noble-pueblo-que-por-fin-ha-comprendido-que-los-destinos-de-Cataluña-y-España-están-indisociablemente-unidos».
Unidos lo están en todo caso en mi bandera. Permítanme que les hable un poco de ella ¡la he podido enarbolar tan poco! Incluso una vez en que cometí el craso error de ir a un mitin del PP me prohibieron entrar con ella. «No, la bandera española aquí no, de ninguna manera», me dijeron. «Pero si es también la senyera catalana», les repliqué (sin éxito) dándole la vuelta. Porque mi bandera es doble. Como debieran serlo todas en Cataluña. Como dobles engrandecidamente dobles somos los catalanes: ese pueblo que tiene la suerte (o la desgracia, dado que están minando su doble personalidad) de hablar dos lenguas, abrazar dos culturas, tener una doble identidad.
De modo que, enarbolando mi doble bandera, me lancé a la calle, dando vivas a España y a Cataluña. «¿Què fot Catalunya aquí, si no ha jugat pas?», me espetó un señor en medio de la muchedumbre que, abarrotando Canaletas, bajaba como una riada humana por las Ramblas («¡es increíble, hasta hay más gente que cuando gana el Barça!», oí también que decían). Quien me había preguntado qué pintaba ahí Cataluña no entendía nada de mi doble bandera, como por lo general nada entiende de dualidades o sutilezas la gente (o el pueblo, o el populacho; ya les dije que eligieran ustedes). Todos andan por la vida con su manía por lo único, con su afán por lo exclusivo, lo excluyente como les han enseñado quienes les mandan, dirigen y manipulan. «Sólo catalanes y nada más que catalanes. Nada que ver con España, esa cáscara, ese Estado», dicen y sienten o actúan como si lo sintieran un día sí y otro también.
Pero he aquí que, como quien ganó ayer no fue desde luego «la Selección del Estado español» («Alemania 0, Selección Estatal 1»), el viejo fondo aún no muerto de sentimiento nacional español volvió, de pronto, a aflorar en Cataluña (me dicen desde Lérida, Gerona y Tarragona que también ahí sucedió, aunque a menor escala, algo parecido). La lástima no fue sólo que semejante sentimiento brotara con ocasión de un partido de fútbol. La lástima fue que todo pasó como si la victoria (o la afirmación) de España fuera incompatible con la de Cataluña. Ni una sola senyera ondeaba y mira que la ponen hasta en la sopa en aquella marea de banderas rojigualdas. Sólo la mía.
Ramon R. -
Para el portero, la victoria supone algo más importante: «El triunfo en la Eurocopa es bueno para este país, y no sólo por el deporte, también en la política», dijo el guardameta, a punto de subir por la escalera hacia el avión que le esperaba.
Casillas reconoció que la noche había sido larga: «Lo hemos celebrado por todo lo alto toda la noche. Nos da pena marcharnos y abandonar Neustift por lo bien que nos han tratado. Siempre lo guardaremos en nuestros mejores recuerdos», señaló. Sobre el futuro de Luis, fue más tímido que horas después: «Es cosa suya».
Jose Esparza -
¿Soberbia? ¿Búsqueda de protagonismo? Es posible, pero seguramente la razón principal por la que el Gobierno ha intentado apropiarse de este éxito ha sido la de tapar la realidad de España. Inmersos en una grave crisis económica, en pleno proceso de imposición de un modelo de Estado rupturista, con un Gobierno coqueteando permanentemente con los nacionalistas, Zapatero se ha apuntado al fútbol para amortiguar la realidad de las cosas.
Como quien bebe sin parar para olvidar las penas, el presidente ha optado por alabar la gesta de la selección nacional para intentar hacernos olvidar el desastre de la realidad política y económica de España. Pero Zapatero ha sido incapaz de hablar de la Nación española, limitándose a decir que una victoria como la de Viena hace "país" y que en todo caso no va contra la diversidad. Un auténtico laberinto dialéctico de difícil explicación, imposible comprensión y nula justificación. Vamos, la costumbre.
La forma en que el presidente del Gobierno se agarra al gol de Torres es una muestra clara de la pobreza de sus políticas, de su incapacidad para gestionar eficazmente los asuntos que sí le atañen. Zapatero se niega a aceptar la realidad y evita hablar de una crisis cuya existencia resulta evidente al resto de los españoles. Su obsesión se ha convertido en ganar tiempo. No se sabe para qué, de modo que no se puede calcular hasta cuándo va a mantener esta actitud frívola y superficial, inerte e infantil, inmóvil y prepotente.
Estamos en una mera huida de la realidad. Zapatero intenta ganar tiempo, y se contenta con agarrarse al gol de Torres, pero eso no arreglará la crisis económica; simplemente prolonga la agonía, mantiene los interrogantes sobre nuestro futuro y agrava una situación que el Gobierno se niega a aceptar. La España de la Eurocopa es un éxito que Zapatero está utilizando como trinchera para escapar de la dura realidad. Y eso al final lo pagaremos todos los españoles. Al contado.
Francisco A. -
Manifestar la condición de español, y no digamos celebrarla, te hace clandestino en unos cuantos puntos de la periferia. Pero la clandestinidad se desborda cuando los que salen del armario no son treinta, cuarenta o cincuenta, sino muchos millares. Las bocinas de madrugada, las rojigualdas desbordando las ventanillas, los vivas a España, la euforia, el entusiasmo era tan masivo en Barcelona que pocas veces como el domingo, tras el triunfo de España en Viena, se le han visto más a las claras las vergüenzas a los ingenieros sociales de la antiespaña ni los hilachos de su siniestro remiendo a los urdidores de Matrix.
En realidad, todo esto era de esperar si atendemos a algunos datos conocidos e ignoramos prejuicios inducidos. Tomen los más de seiscientos mil votos catalanes del PP en las últimas generales (sólo cien mil menos que CiU), súmenles un buen pedazo (como mínimo dos tercios) del millón y medio largo de votantes del PSC, que son cinturón industrial, añádase la pequeña pero significativa aportación de los votantes de Ciudadanos y UPyD, únase la parte convergente que existe, aunque sea difícil de cuantificar a la que no le da reparo sumarse a la fiesta de la selección española, incorpórese el voto de IC que no viene del progrerío pijo nacionalista sino del votante natural del PCE en Cataluña, complétese todo ello con el segmento abstencionista que, por muy silente que permanezca, considera a España su nación, y, por fin, mejórese todo ello con la adición de inmigrantes deseosos de experimentar su pertenencia a una nueva patria cuando la ve de fiesta y de incontables niños y adolescentes que no pueden votar pero que están fascinados con el juego de España, y se pirran por vestir su camiseta.
No me hace especialmente feliz que tenga que ser el fútbol el detonante de esta explosión de españolidad en Cataluña. Preferiría un apego emocional, menos aparatoso, más relajado, a la historia compartida, qué se yo, a la literatura, a la obvia riqueza de los dos idiomas. Pero lo sucedido no es poca cosa, y estas dos tazas de caldo balompédico las tiene más que merecidas un nacionalismo que en vez de escoger la literatura catalana, que es inmensa, o sus grandes artistas, que son legión, ha optado siempre por el Barça a la hora de fer país. ¡Pero hombre, si esos hinchas que llenaban las gradas del Camp Nou guardaban una bandera española en un cajón a la espera del momento oportuno!
Goyo -
vasco -
San Sabastian -
Concretamente, el portavoz de la Comisión de Interior, Carlos Urquijo, ha registrado una pregunta dirigida a Balza para que aclare los motivos por los que una dotación de la Ertzaintza cargó con material antidisturbios contra quienes celebraban de forma pacífica el histórico triunfo de la selección.
"Decenas de jóvenes festejaban en las inmediaciones de la calle San Martín en San Sebastián el resultado del partido, cuando esta celebración pacífica se vio interrumpida pasada la medianoche por la llegada de un furgón de la Ertzaintza de cuyo interior descendieron varios agentes que, sin mediar palabra, cargaron contra quienes se encontraban en el lugar citado disfrutando de la victoria de la selección",ha comentado el diputado popular.
"Órdenes de arriba"
Carlos Urquijo ha continuado informando que, ante la desproporción de la actuación policial, "una de las personas que se encontraba en la zona, se dirigió al mando del operativo para pedir explicaciones por la actuación policial, el mando manifestó que estaba igual de contento que los congregados por el resultado pero que había recibido órdenes de arriba".
El dirigente popular considera más injustificada aún la intervención de la Policía teniendo en cuenta que "la ciudad de San Sebastián ha vivido en otros momentos, como consecuencia de los resultados de la Real Sociedad, explosiones de júbilo similares sin que ninguna fuerza policial interfiriera en la misma".
Por todo ello, el portavoz parlamentario de Interior del PP pregunta a Balza "cuáles fueron las gravísimas alteraciones del orden público que justificaron una actuación tan contundente por parte de la Ertzaintza y qué mando y a instancias de quién ordenó a los agentes desplazados a la zona cargar con material antidisturbios contra quienes pacíficamente celebraban el triunfo de la Selección española".
prusadir -
fivestar -
pastor -
casas -
Lucrecio Domingo -
carlos -
Pero Sr. ZP, ser gafe no implica la suerte propia sino la mala suerte ajena y ahi es un cenizo de tras pares de webs.
¿Ve como es un tuercebotas?, hasta los niños de 1º de eso (o lo otro ..., no lo tengo muy claro) saben que un gafe es el que da mala suerte a los demas independientemente de la que tenga el mismo.
Carlos F. -
fernando -
Y los borregos de la logse encantados con él y llamando "facha" a todo el que se rebela ante semejante accidente de la historia; no se dan cuenta de que los prinicipales perjudicados des desastre zapateril son precisamente aquellos a quienes dice ayudar. Se lo merecen, por ingenuos.
soldado -
Se ha podido comprobar que algunos militares de las Fuerzas Armadas tenían un permiso especial para incorporarse a su cuartel o puesto de trabajo dos horas más tarde de lo previsto. Es decir, a las 10 de la mañana en lugar de a las 8.
Concretamente, según ha podido confirmar, esta venia se ha concedido al menos en cuatro cuarteles repartidos por diferentes puntos de la geografía española.
alberto -
Menos mal que fue el Rey y Rajoy y compensaron, que si no.................
Francisco Gonzalo -
victor -
De hecho, se ha instalado un escenario en el lateral del Paseo de la Castellana delante del teatro Fernán Gómez, en el que habrá pantallas gigantes y en el que se realizarán distintas actividades. Los nuevos campeones llegan a Barajas procedentes de Austria a las 19:30 horas donde les esperará un autobús descapotable en el que recorrerán distintas calles de Madrid hasta llegar al lugar del escenario.
Antes de llegar a la Plaza de Colón, en la que se congregarán miles de hinchas, recorrerán las calles de Avenida de América, la calle María de Molina, la glorieta de Gregorio Marañón y el Paseo de la Castellana hasta llegar al destino. De este modo, está previsto que los futbolistas lleguen al escenario entre las 20:30 y 21 horas.
Desde las 18 horas habrá actuaciones musicales que amenizarán la espera de los aficionados. Chenoa, Merche, Lorena, Pop Town, Pignoise, Tequila o Manolo Escobar son algunos de los artistas que estarán presentes en el acto de Madrid.
Además, la Patrulla Aguila dará la bienvenida a la selección en la plaza madrileña. Y es que los C-101 de este escuadrón dibujarán la bandera española en dos pasadas desde el Paseo de la Castellana hasta la Plaza de Colón a partir de las 21 horas.
Ante la gran afluencia de aficionados, las autoridades han preparado un dispositivo especial por lo que las calles aledañas quedarán cortadas al tráfico por lo que han recomendado a todo el que vaya que utilice el transporte público.
Doscientos policías municipales y agentes de movilidad realizarán labores de seguridad, movilidad y escolta de la selección. Además, el SAMUR desplegará un dispositivo con cuarenta sanitarios, ocho ambulancias y cuatro equipos a pie
Las zonas que se cerrarán al tráfico son las siguientes:
-Eje Norte-Sur: desde la plaza de Gregorio Marañón hasta Cibeles, y
-Eje Este-Oeste: desde la glorieta de Alonso Martínez hasta la calle de Serrano.
Los cortes se irán realizando en función de la afluencia del público.
Las alternativas recomendadas al tráfico son: calles de Serrano, Alfonso XII, Velázquez, Príncipe de Vergara, las Rondas y Calle 30.
zaragoza -
Cristina -
Carlos F. -
En España, todos los diarios dedican exclusivamente su portada a la victoria española ante Alemania en la final. El diario Marca titula con un gran "¡Somos Campeones!". "Ya no es un sueño, es una realidad", sentencia el principal deportivo español. Por su parte, el AS abre con también con un "Somos Campeones" y sigue con "la selección del tiqui-taca tumba a Alemanía y conquista Europa". En ambos rotativos la gran foto está dedicada a la recogida del trofeo por parte de Casillas.
Por su parte, la prensa deportiva catalana destaca igualmente esta gran victoria. El Sport abre con un "Sois los mejores" y añade que "la selección española conquistó la Eurocopa desplegando un fútbol espectacular". El Mundo Deportivo titula con el típico "Campeones" y en el antetítulo aparece un "España conquista Europa".
La prensa generalista española también abre alabando a la selección de Luis Aragonés. Así, el diario El Mundo abre con "La gloria española" y dice que "Torres, el Niño de Oro, marcó un gol para la historia y lideró un triunfo que pudo acabar en goleada". El País titula con "España conquista Europa" mientras que La Razón dice "Campeones". La Vanguardia, con una foto de Fábregas con la Copa, asegura que son los "Amos de Europa. Y el Periódico de Cataluña titula con un "Grandes de Europa".
La prensa internacional destaca el gran juego de España
Además, en toda la prensa internacional el triunfo español ha tenido un eco importante. El mítico diario británico The Times lleva en la portada una foto de Torres celebrando el ya histórico gol y titula que "España reina: Torres es el rey de la Eurocopa 2008". Por su parte, The Independent lleva esta noticia como principal en su portada. Así dice que "Los héroes de España coronados reyes de Europa".
En Italia, destacan de forma destacable la victoria española. La Gazzetta dello Sport dice: "España, campeona de Europa" y dice además que "Torres golpea a Alemania". El Corriere della Sera abre con un "La furia roja a la cabeza de Europa". Mientras, en La Stampa, aparece en la portada que "España es reina de Europa".
navegante -
Pero con toda la grandeza que supone este título para el presente, y lo que tiene de desquite con el pasado, a uno le gustaría pensar en el futuro. Y ése pasa por creer en lo que somos, con nuestras miserias y virtudes, que no son pocas, como ha demostrado este campeonato. España no ha ganado sólo un torneo continental, ha ganado, y espero que definitivamente, su propia e intransferible identidad.
ciudadano -
La mesura de Luis contrastaba con la locura de los futbolistas. «El secreto ha sido que somos un grupo», analizó Marchena. Esa unión hace que todos sean uno: la selección. «Cuando lleguemos a Madrid lo veremos. No ha ganado el Madrid, o el Barcelona, ha ganado un país», aseguró Cesc Fábregas. El jugador del Arsenal reconoció que el triunfo había sido «un sueño hecho realidad». Senna lució orgulloso la bandera de España. Ayer fue más español que brasileño. «He pasado muchos momentos buenos en mi vida pero éste es el mejor. Con esta victoria, nos hemos quitado un peso de encima», opinó Senna.
Algo parecido sentía Capdevila, que también tuvo palabras para Luis: «Esto es lo máximo que he vivido. España merecía una victoria así. El míster ha sabido hacer un buen grupo. Los que estamos aquí lo hemos merecido. Hemos pasado por momentos muy difíciles y muy duros y, al final, se ha demostrado que el míster tenía razón». El capitán, Iker Casillas, apenas se lo creía: «El fútbol español se lo merece y lo necesitaba demostrar en Europa. Hasta que no pasen un par de días no nos vamos a dar cuenta de lo que hemos hecho».
huesca -
koreka -
jimena -
fernando -
DESTER -
de sort -
laura -
Fue una final épica porque los alemanes, que finalmente pudieron contar con su estrella y capitán Michael Ballack, dieron el primer susto a Casillas cuando sólo se llevaban tres minutos. Sergio Ramos cedió hacia el centro un balón comprometido que Miroslav Klose no supo aprovechar tras adelantarse a la zaga española, pero falló en el control y el balón salió por la línea de fondo. El encuentro comenzó siendo fiel al guión previsto. El balón fue para España. Tocaba la 'Roja' con Iniesta, Cesc y Xavi Hernández mandando, pero tan sólo buscaron una y otra vez el pase largo hacia los desmarques del solitario Fernando Torres. Mientras, la 'Mannschaft' supo asumir su mayor peso y experiencia en las finales para tomar el mando poco a poco, encerrando en su campo durante los diez primeros minutos a los de Luis Aragonés.
La reacción de España llegó al cuarto de hora con una incorporación por la izquierda de Xavi, que metió un preciso pase al hueco para Iniesta. El centro del manchego obligó al veterano Jens Lehmann a demostrar sus reflejos tras pegar el balón en la rodilla del madridista Metzelder, que a punto estuvo del gol en propia meta. Mucho más cerca de inaugurar el marcador estuvo Torres en el minuto 22 cuando, anticipándose a Mertesacker, remató de cabeza al palo un centro desde la derecha de Sergio Ramos. España logró sacudirse con el paso de los minutos la presión alemana, que buscaba el gol sustentado en apariciones, siempre por la izquierda, de su mejor jugador en esta Eurocopa: Lukas Podolski.
Y Torres consiguió la recompensa a su lucha rebasada la primera media hora (m.32). Esta vez sí logró ver puerta el delantero del Liverpool. La jugada del 0-1, a la postre definitivo, nació con un pase en corto de Marcos Senna para Xavi Hernández, que le metió el balón al 'Niño'. Peleó el madrileño con Phillip Lahm hasta adelantarse por velocidad y picar con suavidad sobre Lehmann para enviar el esférico mansamente a la red. Alemania acusó el golpe e incluso estuvo noqueada hasta el descanso, momento en el que España, liderada por un infatigable Torres que se fajó con la defensa germana, pudo poner más tierra de por medio en un golpeo de Iniesta para Silva que, sólo en el segundo palo, se llenó de balón y envió a las nubes según le venía. El marcador no se movió antes del intermedio y España se fue camino de las duchas a tan sólo 45 minutos del triunfo, de la gloria y, sobre todo, de su segunda Eurocopa.
La respuesta de Joachim Löw tras el paso por vestuarios fue dar aún más centímetros a la defensa con la entrada de Marcell Jansen por Lahm, pero España siguió sumando ocasiones, con disparos de Xavi y David Silva, por lo que decidió cambiar de esquema. Con Kevin Kuranyi como segunda punta, Alemania recuperó la iniciativa y la selección española pasó sus peores momentos. Cedió al juego sucio alemán e incluso Silva pudo haberse ganado la expulsión por un cabezazo a Podolski. En el minuto 59, una dejada en la frontal del área de Bastian Schweinsteiger propició un 'latigazo' de Ballack de primeras desde fuera del área, que salió rozando el lateral derecho de la red de Casillas.
Lejos de echarse atrás, España contestó con la descarada insolencia propia de una selección más joven que la alemana. De este modo, el largo peregrinar por el desierto de la 'Roja' pudo ver más de cerca su oasis con tres ocasiones prácticamente consecutivas en el minuto 66, pero el cabezazo de Sergio Ramos tras una falta botada por Xavi, el 'trallazo' del azulgrana a la salida de un saque de esquina y la incursión de Iniesta en el área pequeña fueron convertidas en simple 'espejismo' por Lehmann, en esta ocasión más acertado que en los partidos precedentes.
Nada más quemar Alemania su último cartucho con la entrada de Mario Gómez (m.78), el árbitro italiano Roberto Rosetti 'echó un cable' a los de Joachim Löw al pasar por alto un despeje con la mano fuera del área de Lehmann. Tres minutos más tarde, Senna estuvo a punto de coronar su sensacional torneo con un gol que diera la puntilla, pero no llegó a rematar en boca de gol una dejada con la cabeza de Dani Güiza, que entró en lugar del 'gladiador' Torres, tras un centro de Santi Cazorla. De ahí al final, Alemania lo intentó apoyado en el músculo y en balones al área que una y otra vez fueron repelidos con solvencia por la zaga española. El equipo corrió como loco por todo el césped del Ernst-Happel nada más decretar Roberto Rosseti el final del encuentro. Estalló la alegría en Viena y también en toda España. La selección, por fin, es campeona de algo grande. Ya iba siendo hora.
catalán -
canario -
En el momento de acabar el partido se produjo una explosión de júbilo. Entonces, el Paseo de la Castellana, cortada al tráfico rodado, se vio pleno de una marea de personas, muchas de ellas con intención de darse un baño en La Cibeles, lo que no pudieron hacer al encontrarse la fuente vallada y rodeada de policías.
Las Ramblas de Barcelona y su fuente de Canaletas, puntos habituales de concentración de los aficionados blaugrana, se llenaron esta noche de banderas españolas para celebrar la victoria de España. Nada más terminar el encuentro, poco después de las once de la noche, miles de personas desplazaron hasta el centro de la ciudad coreando "¡España, España!" y saltando de alegría. Por toda la ciudad se han oído petardos para celebrar el gol de la selección española que ha le ha dado la victoria, y muchos barceloneses han salido al balcón para gritar el tanto.
En Andalucía, las pantallas gigantes instaladas en varias capitales y otras localidades, junto con bares y peñas, fueron importantes puntos de concentración de los andaluces, que durante el partido dejaron desiertas las calles y que posteriormente, tras el final, fueron saliendo poco a poco a celebrar la victoria agitando enseñas nacionales y haciendo sonar las bocinas de sus coches.
En la Comunidad Valenciana miles de aficionados salieron a las calles para festejar vitorear el triunfo español con una "marea roja" que hizo sonar el claxon de los vehículos y que disparó tracas para expresar su euforia. Como suele suceder cuando el Valencia logra un título, el punto de reunión para festejar el éxito en Valencia fue la plaza del Ayuntamiento donde conforme pasaban los minutos iban sumándose a la fiesta una multitud de seguidores vestidos con camisetas rojas de la selección y con banderas de España.
Cánticos como "Yo soy español", "Campeones, campeones", "Illa, illa, illa...Villa maravilla" fueron los que más sonaron en la céntrica plaza de la capital sólo interrumpidos por los petardos, cuyas explosiones eran jaleadas por los presentes, entre los que se veían pancartas que rezaban: "Gracias Dios por ser español" o "España, campeona".
Por su parte, los alemanes que se encuentran de vacaciones en Palma de Mallorca cambiaron esta noche la alegría por silencio, suspiros y lágrimas de rabia solapadas por el eco de la victoria española que se celebraba por todo lo alto a escasos metros de ellos. Apostados en sus locales delante de los televisores y con sus indispensables cervezas en la mano, germanos resistieron todo el partido a pesar de que a medida que avanzaban los minutos la fiesta se iba tornando en un funeral.
En toda Castilla y León hubo posibilidad de ver el partido al aire libre, con la posterior fiesta cuando el arbitro italiano Roberto Rosetti pitó el final del encuentro. Así, la Plaza de Zorrilla fue el centro neurálgico de la alegría en Valladolid. Provistos de banderas y camisetas de la selección española, muchos vallisoletanos se dejaron llevar por la alegría y dejaron sonar también el "claxon" de sus coches o motocicletas hasta el punto de "atascar" buena parte del Paseo de Zorrilla.
En Palencia se habilitó una pantalla gigante en la Plaza de Toros; el Ayuntamiento de Ávila instaló otra en la Cubierta Multiusos y algunos pueblos de la provincia también disfrutaron en la calle de la posibilidad de ver el partido. En Burgos hubo hasta tres pantallas gigantes, también en Segovia, León o Ponferrada, y en Salamanca, el marco elegido para ver el partido al aire libre fue su emblemática Plaza Mayor.
También en Bilbao, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria o en Santander, Murcia y Toledo los aficionados salieron a las calles para festejar, entre cánticos y bocinas de coches la segunda victoria española en la Eurocopa
calera -