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Laicidad no es laicismo.

Laicidad no es laicismo.

Pero, ¿laicidad es laicismo? nos preguntamos. Y es que hace un tiempo Gregorio Peces-Barba consideró que los Acuerdos Iglesia-Estado, en vigor desde 1979, "regulan privilegios contradictorios con el principio de laicidad del Estado". Criticó precisamente el artículo 16 que hace una mención especial a la Iglesia Católica.

Con relación a la enseñanza de la Religión es un derecho que tienen los padres y los alumnos para escogerla y los propios centros y los profesores para impartirla. No es el Estado quien decide la educación de los ciudadanos que viven en un país libre y democrático. Además de la Carta Magna, los Acuerdos Santa Sede-Estado Español también lo garantizan.

El problema radica en que el Estado Español es aconfesional y no laicista donde la Religión no queda relegada al ámbito privado. Los cristianos debemos estar presentes en la sociedad, actuar conforme a la Doctrina Social de la Iglesia y no relegar de nuestros principios.

Lo que propone Peces Barba y con él IU (Izquierda Unida) es un estado laicista, el anuncio que acaba de hacer la vicepresidenta está en la misma línea, por eso se oponen a la Constitución que él mismo elaboró va ha hacer 30 años.

Habrá que recordar que por el artículo 16.3 de la Constitución "ninguna confesión tendrá carácter estatal" en España, y "los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones".

España es por tanto un estado aconfesional donde se debe vivir una sana laicidad, cosa muy diferente al laicismo que algunos quieren imponer.

Pienso, sería bueno tengamos en cuenta que cuando la Vicepresindenta habla de laicidad está diciendo laicismo. La laicidad ya queda bien especificada en la Constitución, el laicismo es lo que nos quieren imponer en contra de la misma Constitución.

31 comentarios

jimena -

Cañizares declara que "la iglesia y los católicos" no están "a la altura de lo que debería ser la presencia cristiana en un medio de comunicación" y denuncia que la Iglesia "no necesita estar en el engranaje de tantas madejas y de tantos embrollos a veces políticos y económicos".
El arzobispo se refiere también a cuestiones como la asignatura de Educación para la Ciudadanía o la familia. Sobre el primer asunto, Cañizares solicita que se aplique "una moratoria o paralización" sobre la impartición de la materia y, respecto a la segunda cuestión, afirma "la gran revolución cultural" de la actualidad "lleva también aparejado el debilitamiento de la propia familia".

manel -

¿Por qué ese empeño desmedido de nuestro Gobierno en quitar la religión católica de un plumazo, en nuestro país, cuando todo ser humano es un ser religioso, y además en España, la mayoría de los ciudadanos profesamos esta religión? Se necesita una gran cortedad de mente, para no discernir que la religión es el corazón de toda cultura, y ya se sabe que cuando el corazón de una persona se daña, si se cortan las raíces de la cultura, ésta sucumbe. ¿Es que acaso no soy libre de ir a Misa cada día, tener un crucifijo en la escuela, del mismo modo que otra persona es libre de ir al café, fumarse un puro o poner sobre la mesa de su despacho la foto de su mujer? Y nadie se ofende. Deben respetar igualmente a los demás. Y por favor, no cambien los términos de las palabras; bien distinto, es el sentido de laicidad al de laicismo. Laicismo es quitar a Dios de en medio, de la cultura. Lo que quieren imponer es una religión de estado. Los cristianos no somos ciudadanos de segunda categoría. Del mismo modo que cumplimos con nuestros deberes, pedimos que se nos respete, a nosotros y a nuestros símbolos.

Maria Poveda -

La libertad de enseñanza se juega en Cataluña



Ernest Maragall, hermano del que fue presidente de la Generalitat Pasqual Maragall, tuvo la iniciativa de lanzar una nueva ley de enseñanza. El primer borrador que se dio a conocer despertó muchas esperanzas en el sentido que parecía apuntar algunos de los problemas graves que tienen planteados el sistema educativo y los centros escolares, sobre todo, los públicos. Hay que recordar que el fracaso escolar se ceba mucho más en estos últimos.

El recurso a la inmigración como explicación del problema no es ni de lejos satisfactorio, porque no permite justificar los malos resultados de la enseñanza pública en aquellos centros donde el número de inmigrantes es reducido, ni tampoco da cuenta del por qué los centros concertados, normalmente religiosos, con muchos inmigrantes, obtienen mejores resultados que las escuelas del Estado.

Aquella ley, que tenía aspectos, como es lógico, discutibles, pero que estaba bien enfocada, se ha visto substancialmente modificada. Han aparecido más de una veintena de artículos nuevos que, unidos a las modificaciones de los preexistentes, definen un panorama trágico.

Es trágico en primer lugar porque no enfoca el déficit educativo de los centros públicos, al renunciar a dos principios fundamentales: dotarlos de una dirección profesionalizada y de calidad que permita recuperar el principio de autoridad y orden, hoy perdido; y porqué no desarrolla la necesaria autonomía de estos centros, sin la que una enseñanza responsable y de calidad resulta muy difícil.

Asimismo, los padres continúan siendo los grandes marginados de la historia, a pesar de que hoy sabemos científicamente que el rendimiento escolar depende de ellos mucho más, como tres veces más, que de la escuela. El que la ley prevea que los padres deban firmar un papel conforme se preocuparán de la educación de sus hijos como gran solución es, y perdónese la expresión, una estupidez, un recurso propio de la política española del siglo XIX, que pensaba que la realidad se arreglaba en base al papeleo.

Implicar a los padres en la educación de sus hijos significa mejorar el capital social de las familias expresado sobre todo en capacidad de atención a los hijos y el de las escuelas, tanto en sí mismas como en relación a los padres. Ninguna estrategia dibuja la ley en este sentido.

Estos cambios a peor han sido provocados, sobre todo, para contemplar el maximalismo decimonónico de IC, y también por parte de ERC, que se desdice así de todo lo que acordó cuando el Departamento de Enseñanza estaba en sus manos.

Pero tanto o más grave, tanto o mas trágico, que el no atender al hundimiento continuado de la escuela pública –¿es necesario recordar los resultados en los informes PISA de este sector de la enseñanza?- ahora lo que se pretende es liquidar la ya de por sí limitada libertad de enseñanza que existe, desvirtuando la escuela concertada.

El derecho constitucional de los padres a elegir para sus hijos la educación moral y religiosa más acorde a sus principios requiere, obviamente, de libertad de crear centros y hacerlos funcionar, sin que ello comporte una discriminación económica, es decir sin que se tenga que pagar para ejercer la libertad que la Constitución otorga. Este es el fundamento de la existencia de la escuela concertada, cuya financiación absolutamente insuficiente no nace de un favor del Estado sino del ejercicio-imperfecto- de aquel derecho de los padres.

Ahora en Cataluña el tripartito, de la mano de Ernest Maragall, intenta simplemente estatificar la red concertada, de manera que o pasa a formar parte del sistema público perdiendo toda identidad y, por consiguiente, liquidando la libertad, o deja de recibir los dineros del convenio. Esto es un atentado a un derecho constitucional, y es grave.

La medida no se para en detalles y expulsa del concierto a aquellas escuelas que aplican la educación diferenciada, a pesar de que ésta no sólo es constitucional, cosa que ya bastaría, sino que además está reconocida por la UNESCO como un principio pedagógico absolutamente válido. En el caso español, la educación diferenciada no solo no debería ser discriminada sino que debería ser estudiada en relación a los centros públicos, porque el gran problema de nuestro fracaso escolar radica precisamente en el resultado de los chicos. Si la media de fracaso se sitúa en el 30% el doble de Europa, el de los chicos supera el 35%. Cataluña, y en esto no se diferencia nada del resto de España, no podrá reducir esta lacra si no aplica políticas específicas dirigidas a mejorar la situación de los estudiantes masculinos.

Pero nada de esto importa al Gobierno de la Generalitat. Aquí los resultados, el progreso, el bienestar, los derechos de los padres, no tienen ningún interés, lo único que cuenta es politizar la educación y conseguir que todas las escuelas dependan del gobierno de la dictadura de lo políticamente correcto.

Angel F. -

Total movilización de las escuelas concertadas contra la Ley de Educación de Cataluña

FECC, CCAEC, AEC y FCCE denuncian que la ley atenta contra la libertad de enseñanza, manipula el modelo educativo de interés público y no garantiza la gratuidad


Las cuatro grandes organizaciones que representan a la totalidad de las escuelas concertadas en Cataluña presentarán alegaciones al Anteproyecto de Ley de Educación presentado por el Departamento de Educación de la Generalitat, que imposibilita el buen funcionamiento de este tipo de centros de enseñanza.



La Fundació Escola Cristiana de Catalunya (FECC), la Confederació de Centres Autònoms d’Ensenyament de Catalunya (CCAEC), la Agrupació Escolar de Catalunya (AEC) y la Federació Catalana de Centres d’Ensenyament (FCCE) tienen como objetivo presentar un total de 200.000 alegaciones al anteproyecto, que está en fase de información pública.



FECC, CCAEC, AEC y FCCE, que representan a más de 1.300 centros concertados, denuncian que el proyecto de esta nueva ley atenta contra la libertad de enseñanza y contra el derecho de los padres a elegir el tipo de educación para sus hijos, manipula el concepto de modelo educativo de interés público, y condena a la asfixia económica a la escuela concertada, entre otras cuestiones.



El Anteproyecto de la Ley de Educación de Cataluña supone, pues, una seria amenaza para la escuela concertada y una ruptura con el camino del diálogo y de consenso que llevó al Pacto Nacional para la Educación, al vulnerar buena parte de sus principios.



Es importante destacar que pueden presentar alegaciones, no sólo las familias que llevan a sus hijos a centros concertados, sino también cualquier ciudadano que no esté de acuerdo con los planteamientos del anteproyecto de ley.



Todo aquel que esté interesado en participar de la campaña puede hacerlo a través de e-cristians.net, teniendo en cuenta que la fecha límite para presentar alegaciones es el 28 de mayo.



40% de las familias



En la campaña de presentación de alegaciones lanzada por las cuatro ‘patronales’ de la escuela concertada en Cataluña participa tanto la escuela concertada no confesional como la confesional.



Asimismo, los 1.300 centros a los que representan vienen a ser el 40% de las familias catalanas, o sea el equivalente a las plazas que ofrece la escuela concertada.



De hecho, el número de padres que enviaría a sus hijos a un centro concertado es superior al actual, pero les resulta imposible hacerlo porque la Generalitat se niega a ampliar nuevas líneas.



En cualquier caso, si el Gobierno de la Generalitat ignorase un número tan elevado de alegaciones y siguiera adelante con la Ley, no sólo lo haría sin el consenso necesario sino que la norma iría contra ese 40% del total de familias en Cataluña.



Por otra parte, hay que recordar que diversas asociaciones de padres ya han anunciado movilizaciones contra este anteproyecto de ley, entre ellas la Plataforma Dret a Escollir y la Federació d’Associacions de Mares i Pares de l’Escola Lliure de Catalunya (FAPEL).



Las alegaciones


Este es el contenido de las alegaciones al Anteproyecto de Ley de Educación de Cataluña:



1. El Anteproyecto no respeta el mandato del Estatuto de autonomía de Cataluña (artículo 21.1) de construir un modelo educativo de interés público y al hablar sólo de servicio público de educación (artículos 25-28) menosprecia la libertad de enseñanza, menosprecia el carácter propio de los centros privados y deja la escuela concertada en manos de la arbitrariedad de la administración (artículo 181).



2. El Anteproyecto no respeta el pluralismo ni la autonomía de los centros al poner controles adicionales a los proyectos educativos e, incluso, condicionar el futuro del concierto (artículos 26, 67-76). Es necesario asegurar que la diversidad de caracteres propios pueda desarrollarse en proyectos educativos diferenciados. La libertad ideológica –en la que se basa la libertad de enseñanza- y el pluralismo son elementos constitutivos de nuestro Estado de Derecho.



3. El Anteproyecto da pasos hacia atrás en la regulación de la admisión de alumnos en relación al vigente Decreto 75/2007, de 27 de marzo, y restringe los derechos de los padres en la elección de la escuela (artículo 32). Otorga atribuciones impropias a las Oficinas Municipales de Escolarización (artículos 29, 139, 141 y 148). Niega la posibilidad de establecer criterios complementarios y aboca a la arbitrariedad de un sorteo las frecuentes situaciones de empate a la hora de valorar las solicitudes.



4. El Anteproyecto consagra la discriminación del alumnado de la escuela concertada al no asegurar la gratuidad en los mismos niveles que en la pública. No se garantiza la gratuidad de la 6ª hora en la concertada ni de la educación post-obligatoria (artículos 27, 174, 175 y 181). Tampoco garantiza que el módulo económico del concierto sea suficiente para el mantenimiento de la escuela concertada, lo cual comporta o la asfixia económica de la escuela o el sobrecoste a sufragar por parte de los padres.

Hugo -

La Plataforma por la Laicidad exige la abolición de la Semana Santa.

Con motivo de la llegada de la Semana Santa, la plataforma defensora de la laicidad ha emitido un comunicado en el que exigen que “la Iglesia deje de apropiarse de las calles de toda España para realizar sus desfiles ya que son espacios públicos y, por tanto, se debe hacer un uso laico de ellos”. Además, esta plataforma propone la creación de una Semana Laica “en la que se den voz a los colectivos desfavorecidos de la sociedad y que son crucificados día a día por el capitalismo y el neoliberalismo imperantes en la sociedad actual”.

Además, esta Plataforma pide también al Gobierno “que adecúe el calendario laboral a la realidad laica, de tal forma que el jueves y viernes santo dejen de ser festivos o que en la enseñanza no se de esa semana de vacaciones puesto que el origen de esos días de vacaciones es religioso y, por tanto, incompatible con un estado laico”.

¡¡¡HAY TONTOS PARA TO!!!

Emili Avilés -

Por mis hijos, ¡viva la libertad!: por qué la ley catalana de educación es opresiva.

Un padre de familia repasa las razones por las que la nueva ley catalana ha puesto en pie de guerra a padres y escuelas.


De todos es conocida la difícil situación del sistema educativo español, que desde muchos medios se denuncia, aunque los poderes públicos sigan, erre que erre, tirando balones fuera.

Pues bien, la Generalitat de Catalunya quiere añadir más afrentas y sinrazones. Y es que la libertad de enseñanza vuelve a ser seriamente amenazada. Se puede ver, negro sobre blanco, en el Anteproyecto de Ley de Educación, presentado por el Departamento de Educación que dirige el Sr. Ernest Maragall (www.gencat.net/educacio/llei_educacio/pdf/Llei_edu_04_08.pdf ).

El caso es que este texto vulnera de manera flagrante los artículos 10 y 27 de la Constitución, y diferentes normas internacionales sobre protección de los derechos humanos, puesto que:

1) no respeta el ideario o carácter propio de los centros educativos,
2) no permite que los padres puedan educar a sus hijos de acuerdo con sus convicciones morales o religiosas,
3) ni tampoco que puedan escoger libremente la escuela para ellos.

También se opone a su artículo 16, que establece que España es un Estado no confesional, pero que ha de tener en cuenta las creencias de la sociedad española, ya que el anteproyecto afirma que la enseñanza ha de ser laica.

Este anteproyecto también contradice al artículo 21 del nuevo Estatut de Catalunya, que habla de garantizar el derecho a la educación mediante un modelo educativo de interés público, y no un “servicio público”.

El anteproyecto utiliza esta última expresión, para englobar no sólo a los colegios públicos, sino también a los concertados, con lo cual muestra a las claras su mentalidad intervencionista.

Pero, y ya es el colmo de la sinrazón, incluso incumple varios artículos de la reciente LOE, ya que impone la escolarización obligatoria a partir de los 3 años, pese a que sólo lo es a partir de los 6 años de edad. Igualmente porque niega la posibilidad de concertar los centros que hayan optado por la educación diferenciada, ya que exige que sean mixtos.

Esto se opone al artículo 116 de dicha Ley, que prevé que los centros privados que ofrezcan enseñanzas declaradas gratuitas y satisfagan necesidades de escolarización, podrán acogerse al régimen de conciertos, sin ninguna distinción ni discriminación, y en su Disposición Adicional Vigésimoquinta de la LOE establece simplemente que "los centros que desarrollen el principio de coeducación en todas las etapas educativas, serán objeto de atención preferente y prioritaria”, de manera que el hecho de que un centro educativo no sea mixto no es en ningún caso motivo para denegar la concesión del concierto correspondiente.


Los educadores son los padres; el Estado sólo ha de ayudar



No les quiero cansar, pero como padre de familia y ciudadano de un país libre, considero que es preciso defenderse, pacífica pero enérgicamente, ante la injusticia y la intolerancia con las que algunos parece que nos quieren “regalar”.

Todo por el simple hecho de verse seguros en el poder político y así pretenden hacer de su capa un sayo. Pero la verdad es que no se respetan a ellos mismos, pues no respetan a muchos ciudadanos que son insistentemente discriminados.

Reivindicar el derecho de los padres a educar a sus hijos de acuerdo con sus convicciones, así como la posibilidad de elegir el modelo educativo de escuela diferenciada, con el correspondiente derecho de estos centros educativos a recibir financiación pública mediante el concierto correspondiente, es defender la libertad y la calidad en nuestro sistema educativo. O, lo que es lo mismo, preparar un mejor futuro para nuestros hijos y para la sociedad entera.

asensio -

Celestino Corbacho dio 170.000 euros de la Diputación de Barcelona a un lobby laicista en el 2007

La Fundación Ferrer i Guardia recibió más que Manos Unidas, Intermon, Banco de Alimentos o Arrels, todas juntas.


Un repaso meticuloso al Diario Oficial de la Diputación de Barcelona puede darnos las cifras: 170.000 euros (28,3 millones de pesetas) entregó en 2007 la Diputación de Barcelona al lobby laicista radical "Fundació Ferrer i Guardia", una entidad barcelonesa que promueve campañas de apostasía, formación de líderes "laicos y progresistas", y está especialmente implicada en el apoyo al escultismo "laico y progresista" y el tiempo libre con menores (esplais).

Para entender la magnitud de esta cifra vale la pena comparar las cantidades que la Diputación, entonces dirigida por el actual Ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, otorgó a entidades solidarias de prestigio como las que reseñamos a continuación.

-Manos Unidas (www.mansunides.org), ONG de ayuda a países en vías de desarrollo: 27.200 euros
-Intermon (www.intermonoxfam.org), ONG de ayuda a países en vías de desarrollo: 21.650 euros
-Fundación Banco de los Alimentos de Barcelona (www.bancdelsaliments.org) , lucha contra el hambre en las bolsas de pobreza de la ciudad: 6.000 euros
-Fundación Arrels (www.arrelsfundacio.org), para personas sin hogar: 15.000 euros
-SETEM (www.setem.org), federación de ONGs de solidaridad internacional: 38.500 euros

Es decir, este lobby laicista recibió él solo casi el doble que estas cinco entidades solidarias juntas.

Diez millones de pesetas para "coordinar entidades laicas y progresistas"

De esos 170.000 euros, hay una asignación a dedo de 60.000 euros de la Diputación que se adjudicó (resolución con fecha del 9 de junio de 2006) para financiar el "Plan de apoyo y coordinación de entidades laicas y progresistas", descrito como "dos estrategias de trabajo intergeneracional, promoción y participación social".

Un repaso a la web de la Fundación Ferrer i Guardia (www.laic.org) nos explica en qué tipo de actividades se gastan estos 10 millones de pesetas del contribuyente. El "Plan de coordinación de entidades laicas y progresistas" (una de sus variantes explicada aquí: http://www.laic.org/participa/suport.html ) describe sus distintos objetivos.

Puesto que cada vez es más complicado conseguir jóvenes que se comprometan en voluntariados -los jóvenes son un público prioritario al que quiere llegar la Fundación laicista- es necesario inyectar grandes cantidades de dinero para poder financiar responsables y líderes y mantener los proyectos del lobby, incluyendo la coordinación con sus trabajos en esplais y el escultismo laicista. Ejemplos que aparecen en la web de la Fundación:

- Dar acceso a los monitores de los esplais afines a las nuevas tecnologías
- Fomentar el "esplai laico y progresista en toda Cataluña"
- Incorporar jóvenes a los equipos de monitores de los esplais (se ve que sin dinero cuesta mucho)
- Potenciar el escultismo marino laico y progresista
- Liberar de tareas administrativas a los jefes scouts (es decir, pagar administrativos que lleven el papeleo)
- Ampliar los terrenos de acampada de los scouts progresistas
- Desarrollar proyectos en casales de jóvenes del cinturón industrial
- Desplegar programas de "creación cultural juvenil"
- Formar educadores "laicos y progresistas" (Plan de Formación de la Escola Lliure El Sol)
- Financiar investigaciones sobre "laicidad"
- Realizar publicaciones laicas y progresistas (en su editorial MLP Edicions)
- "Crear lugares de trabajo de la economía social" (es decir, contratar gente que trabaje para el lobby con dinero público)
- "Ampliar el patrimonio laico y progresista"
.
Este último concepto ("ampliar el patrimonio") puede asombrar cuando recordamos que la Fundación es dueña de todo un edificio de 4 plantas del s.XVII en pleno centro de Barcelona (con fachadas del s.XVIII y XIX), donde tienen su sede seis de sus entidades (Acció Escolta, Esplais Catalans, Cooperativa Entorn, Fundació Terra, Associació de Casals, Escola Lliure El Sol y la Fundación misma).

RAZONES -

El papa Benedicto XVI dice a los jóvenes que nunca envejecerán “si descubren los valores verdaderos y grandes” y practican la bondad. Además, les ha pedido: “Sed jóvenes, pero no a la moda: las modas se queman, como un relámpago, en un impulso frenético e irreflexivo. La juventud, aquella de la bondad, permanece para siempre”.

El Pontífice ha hecho esta observación durante un encuentro con la juventud, dentro de la gira que comenzó ayer en Savona y termina hoy en Génova, ambas ciudades en la región de Liguria, en el norte de Italia.

“Os digo, sed siempre jóvenes. Pero os recuerdo que la juventud, la verdadera, no es una cuestión de años, vigor físico, forma radiante, eficacia. Parece que la juventud debe ser sinónimo de alegría, pero no es así”, ha dicho.

Según el papa Ratzinger, “hay lamentablemente, quien es joven en años, pero viejo por dentro.”

“El Evangelio cuenta de aquel joven que encontró a Cristo y al que no faltaba nada; tenía salud, bienes y oportunidades. Sin embargo, aquel muchacho sentía que le faltaba algo; intuía que le faltaba la cosa más importante; aquella ‘cosa’ era ciertamente llenar el alma”, ha señalado el Papa.

Benedicto XVI ha afirmado que “si un joven descubre los valores verdaderos y grandes, entonces nunca envejece, incluso si el cuerpo sigue sus leyes. Permanece joven siempre en el corazón e irradia juventud; es decir, bondad”.

“Sí, porque la bondad escapa al tiempo. Por ese motivo se puede decir que solamente quien es bueno y generoso es ciertamente joven“, ha explicado.

dester -

El secretario general de la Conferencia Episcopal Española y obispo auxiliar de Madrid, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, ha manifestado que “no nos salva” la ciencia, sino “la presencia de un Dios que compadece los males de la historia”. “Sin Dios no hay esperanza humana”, sentenció.

El prelado jesuita hizo estas declaraciones durante la conferencia “¿Alguien nos ha prometido algo? Entonces, ¿por qué esperamos? A propósito de la Spe Salvi” celebrada en la Facultad de Teología de San Dámaso de Madrid, y que contó también con la participación del escritor Jon Juaristi.

Para Martínez Camino, que analizó durante la exposición la última encíclica de Benedicto XVI, la esperanza “viene de un Dios vivo y verdadero y no de cualquier Dios”. En este sentido, apuntó que el materialismo es “el problema de la modernidad.

Asimismo, apuntó que “el hombre está hecho para la eternidad y busca el amor incondicional”, porque sino “la vida sería una pasión inútil”, añadió.

Por su parte, el escritor Jon Juaristi, que profesa un judaísmo reformado, manifestó que “no es difícil estar en sintonía” con la encíclica ‘Spe Salvi’ de Benedicto XVI y que consideró “extremadamente cercana”. Dijo también que el texto “tiene una dimensión ecuménica” y es “una apelación a los judíos”. “No debemos ser indiferentes a esta voz que nos llega de la Iglesia“, agregó.

victorino -

Los derechos humanos ya fueron ampliamente definidos en la Declaración Universal de 1948 y no son infinitos: no se puede conceder a un terrorista el "derecho" a matar para conseguir fines políticos, como ningún ladrón tiene "derecho" a robar, ni un canalla a maltratar a su mujer, ni un político a mentir... aunque esto último sea ya algo tan corriente como el "derecho" de los piquetes de huelga a boicotear a sus empresas con daño al conjunto de la sociedad...

Digo esto a raíz de la frase del Sr. Rodríguez Zapatero de hace unos meses: "La fe y la moral no se legislan".

Cierto que todavía quedan otros derechos que el Gobierno ha descuidado, como el de dar soluciones reales al problema de la vivienda, al paro, a la violencia callejera, a la natalidad... Otro derecho que debiera cumplir en nombre de los ciudadanos, es el de exigir responsabilidades a sus propios ministros que no saben cumplir con sus obligaciones, algo que también está en el ADN de la democracia, lo mismo que el respeto a la oposición y a las instituciones cívicas que muestran públicamente sus discrepancias.

En estos momentos, en Cataluña, estamos a punto de sufrir una gran privación de un derecho, el que tienen los padres a escoger la educación que consideren, según sus convicciones, más adecuada para sus hijos, anteproyecto de ley presentado por el partido del Sr. Zapatero.

Pero, en fin, volviendo a lo esencial: estamos de acuerdo con que la fe y la moral no se legislan, pero tampoco se atacan, señor Zapatero.

bertiomeu -

En una entrevista Lola Abelló, presidenta de la CAPA, dijo que el derecho de los padres a escoger el colegio de sus hijos no es constitucional y que sobre el mismo prevalece el derecho a la educación de los niños consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Discrepo por varias razones.

Primero porque la Constitución Española en su artículo 27, apartado 3, dice: "Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres de que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones".

Y segundo, porque la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 26, epígrafe 3º, afirma: "Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que deberá darse a sus hijos".

Ambas cosas sólo se sustancia pudiendo los padres elegir el centro que imparta la formación que ellos prefieran.

berta -

“se ha producido y pretendido consolidar una verdadera revolución que se asienta en una manera de entender al hombre y al mundo, así como su realización y desarrollo, en la que Dios no cuenta. El olvido de Dios o el relegarlo a la esfera de lo privado es, a mi juicio, el acontecimiento fundamental de estos tiempos”.

“Esto es lo que está detrás del laicismo esencial y excluyente que se pretende imponer a nuestra sociedad; no se trata de la legítima laicidad donde se afirma la autonomía del Estado y de la Iglesia o de las confesiones religiosas. Se trata de edificar la ciudad secular, construir la ciudadanía, crear una sociedad en la que Dios no cuente para ello, enraizando, por eso, en todo y en todos una visión dominante del mundo”

Rafael Gonzalez -

Las nuevas medidas legislativas que quiere llevar a cabo el Gobierno en relación a la libertad religiosa suponen un nuevo intento de mermar la presencia de la Iglesia católica en la vida pública. Finalizado el proceso electoral y con una legislatura por delante, el Ejecutivo de Zapatero se siente fuerte para llevar a cabo sus pretensiones, olvidando que la inmensa mayoría de la sociedad española se siente católica. Algunos medios de comunicación y muchos tertulianos y creadores de opinión transmiten el mensaje de que vivimos en un Estado laico y que el apartar a la Iglesia de la vida pública debe entenderse como una consecuencia lógica de éste. Pero esto no es así y es preciso decir las cosas como son. No vivimos en un Estado laico, sino en uno no confesional que según la Constitución debe tener en cuenta las creencias religiosas de la sociedad y mantener relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones. Por lo tanto el Estado no puede arrinconar a una religión y basarse en una falsa laicidad para justificar su actuación. Si se condena al ostracismo a la religión católica se estará incumpliendo lo dispuesto por nuestra Carta Magna, lo cual debe ser puesto de relieve sin ningún tipo de ambages. Las cosas claras.

zaragoza -

Una sociedad sin Dios es inhumana El derecho al ejercicio de la libertad religiosa está contemplado por la Constitución en términos que garantizan su presencia en el espacio y la vida pública. Sin embargo, crece la pretensión de reducir el hecho religioso a un asunto privado, íntimo, algo que queda estrictamente recluido en la interioridad de cada persona y no puede manifestarse públicamente. Varias personalidades creen inhumana una sociedad sin Dios.

Jose Restán -

Desde su llegada al poder, el discurso de Zapatero ha procurado impugnar dicho enfoque y ha conseguido vaciarlo de contenido práctico. En su concepción, el hecho religioso debe quedar ceñido al ámbito privado y no está llamado a aportar su sabiduría y experiencia humanas a la configuración de la base de valores compartidos por la sociedad. Por eso hay que desalojar a los sacerdotes de los comités de ética de los hospitales bajo el pretexto de que su presencia es lesiva para los derechos de quienes no son católicos; y por eso se diseña una moral pública en el círculo del poder, ciega y sorda a la aportación histórica de la tradición cristiana que ha vertebrado el pensar y el sentir de generaciones enteras de españoles.

Si Zapatero escuchara algo más a Merkel o a Sarkozy, pero también a sus colegas de la izquierda como Blair o el propio Veltroni, comprendería que no se puede profundizar en la laicidad relegando a las religiones al cuarto de estar de cada casa y menos aún hostigando a la tradición mayoritaria de una sociedad. Comprendería también que la política no puede ofrecer la salvación, el sentido y la felicidad que necesita la vida de cada persona, y que por tanto debe acoger y valorar aquellas instancias que son portadoras de razón y de esperanza.

En todo caso el envite está sobre la mesa. Es cierto que el Gobierno (como le ha señalado certeramente el diario El País) prefiere operar sobre una Ley que afecta principalmente al resto de confesiones, ya que las relaciones con la Iglesia Católica están regidas por los Acuerdos entre la Santa Sede y el Reino de España. De momento, Zapatero prefiere no abrir ese dossier, aunque no por falta de ganas. Se limita a enviar un mensaje simbólico y a condicionar por vía indirecta el desenvolvimiento de la actividad pública de la Iglesia, ya veremos en qué términos.

Por el momento, la Conferencia Episcopal prefiere no entrar al trapo: la prudencia aconseja evitar polémicas estériles, pero también demanda construir un discurso público potente sobre la sana laicidad que Benedicto XVI viene patrocinando. Es algo que debería empapar la predicación habitual, la catequesis y la formación de adultos. Debería ser también un eje de la actividad y de la presencia de las asociaciones y movimientos católicos, y para eso no basta repetir eslóganes fáciles, hace falta trabajar, profundizar y crear. Esta es una tarea de largo alcance para toda una generación de católicos españoles.

Es posible que en el medio plazo, quién sabe si en el corto, el paraguas jurídico que ampara positivamente al ejercicio de la libertad religiosa resulte malparado e incluso que la ceguera ideológica del Gobierno le conduzca a plantear el órdago que de momento se reserva. En ese caso, los católicos habremos de derrochar inteligencia, creatividad y coraje para alumbrar un nuevo esquema.

Pero lo más importante no es eso. Lo decisivo es que nuestra fe no está encadenada y que, por tanto, en cualquier escenario político-jurídico que venga, la caridad y la misión pueden desenvolverse y alcanzar la razón y el corazón de los hombres, sea cual sea su circunstancia. La única condición es que esa fe exista, que sea vivida personal y eclesialmente, que no tema exponerse a la intemperie para dar razón de sí misma, que construya cada día una compañía de hombres libres. Esa es la presencia que ningún laicismo puede borrar.

Jose Restán -

REFORMA DE LA LEY DE LIBERTAD RELIGIOSA.
Zapatero, laicidad y misión.

De hecho, la contestada Educación para la Ciudadanía ha quedado fuera de las ofertas de pactos de Estado lanzadas a la oposición, se ha abierto una senda parlamentaria para la ampliación del aborto y se anuncia la reforma de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa. Según el Gobierno se trata de avanzar en la laicidad, pero por este camino progresamos rápidamente hacia la fractura social y el confesionalismo laicista.

Para justificar su anuncio estrella, la vicepresidenta De la Vega ha invocado la necesidad de tutelar la libertad religiosa de todos, mientras Pepe Blanco esgrimía el creciente pluralismo de la sociedad española. Lo cierto es que la vigente ley, aprobada en 1980 con tan sólo cinco abstenciones, garantiza plenamente los derechos de todas las comunidades religiosas.

Si algo falta es el desarrollo pleno de los preceptos contenidos en la ley, pero eso depende fundamentalmente de la voluntad política de los gobiernos de turno y no de una supuesta inadecuación de la norma legal a los nuevos tiempos. Los portavoces de las confesiones religiosas con notorio arraigo han explicado que su aspiración es que se cumpla la ley en materias como financiación, educación y asistencia hospitalaria, pero no que se apruebe una nueva ley, por lo demás incierta. Y es que conociendo el enfoque del Ejecutivo en cuanto a la libertad religiosa, cualquier cambio implicará una restricción del significado y alcance de dicha libertad.

En el fondo, lo que pretende el Gobierno es operar un cambio constitucional de facto, sin cambiar una coma de la Carta Magna. Es lo mismo que ha pretendido (y parece que logrado) en materias como la configuración nacional, el matrimonio o la definición de derechos fundamentales. A los socialistas nunca les agradó el artículo 16 por su enfoque decididamente positivo del hecho religioso, por su comprensión de la aportación de las confesiones religiosas al bien común (y por tanto de su presencia en la esfera pública) y naturalmente por su reconocimiento del papel relevante de la Iglesia Católica en la historia y la sociedad españolas.

De hecho la nuestra es una Constitución verdaderamente moderna en esta materia, porque resuelve perfectamente la recíproca autonomía entre la esfera política y la religiosa, pero sin abrir un foso absurdo de ignorancia u hostilidad. Por el contrario, señala a los poderes públicos la senda de la cooperación, con el presupuesto auténticamente laico de que las identidades religiosas forman parte del patrimonio de valores que articulan y enriquecen la sociedad.

Demetrio Fernandez -

Nuestras autoridades estatales han anunciado en los días pasados una reforma de la ley de libertad religiosa (ley orgánica 7/1980 de 5 de julio) para un inmediato futuro. La actual legislación, que brota de la Constitución de 1978 (art. 16), va a ser reformada. Ya veremos cómo. Lo primero que los cristianos hemos de hacer es orar por nuestros gobernantes, como nos recuerda san Pablo (cf 1Tm 2,2), para que podamos llevar una vida en paz.

No nos preocupa que otras religiones con implantación en España adquieran el reconocimiento de todos sus derechos civiles. Antes que el gobierno español lo anuncie, lo ha proclamado hace más de 40 años a todos los vientos el Concilio Vaticano II, y esperamos que todos los ciudadanos en todos los países de la tierra adquieran estos derechos. Hay muchos lugares donde todavía los cristianos son perseguidos, en aras de un ateísmo feroz y desfasado o en aras de un fundamentalismo que no admite más religión que la suya.

El Concilio Vaticano II (DH 2) enseña que nadie está obligado a abrazar una creencia a la fuerza. Precisamente porque defendemos la libertad de conciencia, a nadie se le puede imponer contra su voluntad un credo, sea un credo confesional o sea un credo ateo. La conciencia es un recinto sagrado (GS 16), un verdadero santuario donde se elaboran las grandes decisiones del hombre y merece todo el respeto por parte de todos. La conciencia tiene que tener en cuenta siempre el respeto a la ley natural y al bien común. Toda persona tiene derecho a vivir según su religión, a educar a sus hijos en tales convicciones y a expresar esa fe públicamente. Los gobernantes han de encontrar la forma de llevar a la práctica la tutela de estos derechos.

Al Estado le corresponde la sana laicidad, esto es, la autonomía para legislar para todos de acuerdo con el bien común. El Estado es aconfesional para apoyar a todas las religiones no para ir en contra de ninguna. Cuando se quiere suprimir a Dios de la esfera pública hemos pasado de la aconfesionalidad a la confesionalidad atea, donde todo lo religioso estorba. Juan Pablo II proclamaba en La Habana: “El Estado, lejos de todo fanatismo o secularismo extremo, debe promover un sereno clima social y una legislación adecuada que permita a cada persona y a cada confesión religiosa vivir libremente su fe, expresarla en los ámbitos de la vida pública y contar con los medios y espacios suficientes para aportar a la vida nacional sus riquezas espirituales, morales y cívicas” (25.01.1998).

Por eso, nos preocupa que esta nueva ley recoja posturas expresadas en recientes ocasiones, en las que se quiere eliminar del ámbito público cualquier manifestación religiosa. Hay un laicismo, de cuño europeo, que ataca lo religioso y quiere eliminar a Dios del ámbito público, sea como sea. Y existe una sana laicidad, de estilo más norteamericano, “donde la dimensión religiosa, en la diversidad de sus expresiones, no sólo es tolerada, sino valorada como "alma" de la nación y garantía fundamental de los derechos y de los deberes del ser humano” (Benedicto XVI, 30 abril 2008).

Si la reforma de la ley de libertad religiosa va por el camino de esta sana laicidad, no hay nada que temer. Es legítimo adecuar las leyes a las nuevas situaciones, y más concretamente en España donde crece la multiculturalidad. Pero si la reforma se orientara por los caminos del laicismo radical, el que mira a lo religioso como sospechoso o como algo nocivo para la sociedad, tememos que la mayoría parlamentaria sirva para atropellar derechos fundamentales que nuestra Constitución reconoce, y se produzca una regresión en el campo de las libertades.

Domingo Garcia -

En los EE.UU. se calcula que unos 200.000 conversos entran a la Iglesia cada año. Al principio me parecía una cifra exagerada (no lo es) pero pronto al ver como los conversos son recibidos cada Sábado Santo me fui dando cuenta. Ahora que trabajo diariamente con personas en vías de conversión, me doy cuenta del trabajo que Dios está haciendo en la Iglesia.

¿A qué otro lugar podemos ir? Solamente aquí en la Iglesia Católica tenemos la plenitud de Cristo.

Antonio Fernandez J. -

La conversión: un encuentro personal motivado por el testimonio y acrisolado por la razón

En la encíclica “Deus Caritas est”, Benedicto XVI recordó que “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida”. Toda conversión implica, entonces, un encuentro entre la persona del convertido y la del que motiva a la conversión: Dios. La conversión, en gran medida, es la respuesta del corazón, de la inteligencia y de la voluntad a la persona que redimensiona el propio ser; no es sólo la decisión de un día, sino una actitud de fondo que debe realizarse diariamente.

Pero los pasos para ese encuentro con la realidad-personalidad invisible de Dios están muchas veces motivados por el ejemplo visible de la vida de los que no sólo dicen creer sino que viven como creyentes. Ya lo decía el entonces cardenal Ratzinger a un conocido periodista italiano: “No hay argumento apologético más eficaz que la santidad y el arte: la belleza de las almas y la belleza de las cosas que la fe ha plasmado, sin interrupciones, desde hace ya veinte siglos. Ahí está, créamelo, la fuerza misteriosa del resucitado”.

Y en la reciente nota doctrinal sobre algunos aspectos de la evangelización nos dice al respecto la Congregación para la Doctrina de la Fe: “Al corazón del hombre, en efecto, no se accede sin gratuidad, caridad y diálogo, de modo que la palabra anunciada no sea solamente proferida sino adecuadamente testimoniada en el corazón de sus destinatarios” (cfr. No. 8).

Es verdad que en todo este proceso, y más en los tiempos actuales, juega un papel preponderante el discurso intelectual. Se ha visto en los tres casos citados y es muy común en muchos otros (por ejemplo Edith Stein, García Morente, Eugenio Zolli, etc.). Y es que nada como “la búsqueda del bien y la verdad pone en juego la libertad humana, reclamándole una adhesión tal que implica los aspectos más fundamentales de la vida” (cfr. No. 4, Nota doctrinal acerca de algunos aspectos de la evangelización).

Nuestra respuesta

La experiencia común de los conversos al catolicismo es de una sensible indiferencia por parte de la mayor parte de los católicos. A inicios del siglo pasado, Robert Hugh Benson, hijo del primado anglicano, se convirtió al catolicismo. A diario recibía dos voluminosas entregas de correo. Los católicos, lejos de exhibir un sentimiento de triunfo ante lo que podía considerarse un golpe monumental a la Iglesia, ofrecieron su indiferencia como única respuesta. Los anglicanos, por su parte “… o bien me consideraban un traidor premeditado (estos eran los menos), o bien un fanático chiflado, intolerante, obstinado y desagradecido” (Confessions of a Convert pp. 100-101, Robert Benson).

El cardenal Newman, aunque con un paz más profunda pues había hecho, ante todo, la experiencia de su fe, confesó en su diario: “¡Cuán triste y desolado ha sido el curso de mi vida desde que me hice católico! Aquí está el contraste: cuando era protestante, me aburría mi religión, pero no mi vida; ahora que soy católico, es mi vida la que me aburre, pero no mi religión”.

Tal parece que esa común actitud hacia los neo-conversos debe “convertirse” en otra también. El que entra a la fe católica es una persona que llega de repente a tener 2000 años y merece ser bien acogido; saberse y sentirse en la familia auténtica a la que ha llegado a formar parte, en la que culmina su itinerario terreno.

Posiblemente, con datos fiables y certeros, el catolicismo no es la religión que más crece. Pero al menos queda la convicción de que las conversiones en ella no están motivadas por remuneraciones económicas, mentiras y engaños o amenazas mortales.

Hay muchas otras historias-testimonio que siguen naciendo, desarrollándose y llegando a término feliz. ¿Por qué en la Iglesia católica? Quizá porque es la única que ha probado no ser una invención de su tiempo sino la obra de su Creador; obra que sigue siendo capaz de vivir lo mismo en su vejez que en su primera juventud.

Antonio Fernandez J. -

Al echar una mirada al panorama de la fe católica en el mundo actual, podríamos dejarnos llevar por la quimérica impresión mediática de que más bien está a la baja. A veintiún siglos de distancia cabe la pregunta: ¿aún hay quien se convierte? Y la respuesta es clara y tajante: sí. Aún hay quien se convierte en pleno siglo XXI, a pesar de esa extendida mala imagen que muchos tienen o dan del catolicismo.

Según el diario Le Monde (cfr. 2 de abril de 2008) entre 150-200 musulmanes se convierten cada año al catolicismo en Francia mientras que el Reino Unido, confesionalmente anglicano, ha llegado a contar con una población de religión católica que ya llega al 16%. O ahí está el caso de Cuba donde de 1990 para acá los católicos han ascendido en un 45% a pesar de ser un Estado ateo. El anuario Pontificio 2008 reportó un crecimiento relativo de católicos de 1,4% del 2005 al 2006 (de 1115 a 1131 millones de creyentes).

Ciertamente los datos son oscuros y no dicen mucho acerca del itinerario personal, las más de las veces costoso, que sigue un ser humano que decide cambiar de religión o abrazar por vez primera una. Cada experiencia es única y valiosa pero, por su impacto, vamos a repasar tres ejemplos recientes de resonancia mundial.

Tres conversos conocidos: un británico, una española y un egipcio

Generalmente se usa el término “conversión” en referencia a la exigencia de conducir a los no creyentes a la Iglesia de Cristo. No obstante, la conversión (metanoia) tiene también el significado cristiano de cambio de mentalidad y actuación, como expresión de la nueva vida en Cristo proclamada por la fe: es una reforma continua del pensar y obrar orientada a una identificación con Cristo cada vez más intensa a la cual están llamados todos los bautizados. Por lo tanto, antes de entrar en los casos, es importante tener presente que la incorporación de nuevos miembros en la Iglesia no es la extensión de un grupo de poder, sino la entrada en la amistad con Cristo, que une el cielo y la tierra, continentes y épocas distintas.

El británico

“Sabes que no puedes tener una fe religiosa y que ésta sea algo insignificante, porque se trata de algo profundo y tiene que ver con tu misma condición de ser humano”. Educado como anglicano, aunque de padre agnóstico-conservador y de madre neoirlandesa protestante, el ex primer ministro británico, Tony Blair, anunció oficialmente su conversión al catolicismo en diciembre de 2007. Fue el mismísimo cardenal de Westminster quien le recibió en la Iglesia católica en una ceremonia íntima en su residencia privada.

Blair comenzó una seria reflexión sobre el cristianismo al entrar en contacto con la obra del filósofo MacMurray y de Emmanuel Mounier, especialmente en temas como el papel social de la fe, desde sus años como universitario. Sin embargo, el testimonio de vida de su esposa Cherie, católica convencida, y el de sus cuatro hijos bautizados en esa misma fe, así como su participación en la misa, su sensibilidad espiritual y el acompañamiento pastoral, alcanzaron el desenlace final que ahora conocemos.

El Reino Unido es prolífico en ejemplos de anglicanos que “retornaron a Roma”. Son ampliamente conocidos los casos de Newman, Chesterton, Wilde o Benson, entre muchos otros. Muy recientemente el duque de Kent ha sido vetado en la línea de sucesión inglesa a la corona por motivos de su conversión al catolicismo. Y es que, como escribió la editora del semanal católico The Tablet, Catherine Pepinster, en el Sunday Telegraph, “Cuando un primer ministro se convierte al catolicismo, debe ser una señal de que el catolicismo realmente está resucitando en este país”.

Como reportó The Independent el pasado 4 de abril, Blair declaró su plan de trabajo tras su conversión al catolicismo en un discurso pronunciado recientemente en la catedral de Westminster: “Deseo despertar la conciencia del mundo”. El ex primer ministro laborista también presentó el proyecto “Tony Blair Faith Foundation” cuya tarea será promover el encuentro entre los jóvenes de las más grandes religiones mundiales.

La española

“Mi actual compromiso cristiano me ha llevado a discrepar con determinadas leyes del gobierno que chocan frontalmente con la ética cristiana, como la regulación dada a la unión homosexual o la investigación con embriones, y que en conciencia no he podido apoyar. En consecuencia se imponía la decisión que he tomado”. La decisión era radical: dejaba su escaño como senadora. El gesto significaba mucho. Era la consecuencia lógica, y no por ello fácil, de su trayectoria espiritual.

Cofundadora del partido socialista de Cataluña, vinculada a la Liga Comunista Revolucionaria, divorciada, 21 años de trabajo político en el parlamento… y, sin embargo, esta mujer de calado calibre intelectual hacia pública su conversión “para subrayar la convicción de que la Iglesia Católica, de que el cristianismo, tienen mucho que decir a los hombres y mujeres de nuestro tiempo, porque hay algo más que la razón y la ciencia. A través de la fe cristiana se alcanza a comprender plenamente la propia identidad como ser humano y el sentido de la vida”, como recogió Europa Press.

En el caso de Mercedes Aroz, la senadora más votada en toda la historia de España, el testimonio de vida cristiana de su propia familia le ayudó a irse acercando poco a poco a un encuentro personal con el dador de la fe hasta decantar en ese compromiso pleno que revolucionó su existencia.

El egipcio

“Bautizarme ha sido como renacer” (Extracto de una respuesta a una entrevista concedida al diario El Mundo, 29 de marzo de 2008). “Mi conversión al catolicismo es el punto de llegada de una gradual y profunda reflexión interior, a la que no pude sustraerme […] El milagro de la Resurrección de Cristo se ha reflejado en mi alma, liberándola de las tinieblas de una predicación donde el odio y la intolerancia hacia el “diferente”, condenado acríticamente como “enemigo”, priman sobre el amor y el respeto al prójimo, que es siempre y en cualquier caso persona” (“¿Por qué me convierto del islam al catolicismos?”, artículo en Il Corriere de la Sera).

Subdirector del famoso periódico italiano Il Corriere de la Sera, Magdi Cristiano Allam fue bautizado por Benedicto XVI en la vigilia pascual del Sábado Santo de este año.

Licenciado en sociología por la universidad de La Sapienza y de origen egipcio, aunque radicado desde hace ya bastantes años en Italia, Magdi fue experimentando su sintonía con su nueva fe gracias a tres factores: su desilusión ante el islam, el testimonio de vida de varios cristianos y su encuentro personal con Cristo: “…mi mente se ha liberado del oscurantismo de una ideología que legitima la sumisión y la tiranía, permitiéndome adherirme a la auténtica religión de la Verdad, de la Vida y de la Libertad […] He descubierto por primera vez el auténtico y único Dios, que es el Dios de la fe y de la razón”. Y también ha señalado: “La Providencia me ha ido poniendo en el camino a personas católicas practicantes de buena voluntad que, en virtud de su testimonio y de su amistad, se convirtieron, poco a poco para mí, en un punto de referencia en el plano de las certezas de la verdad y de la solidez de valores” (fragmentos del artículo “¿Por qué me convierto del islam al catolicismos?” en Il Corriere de la Sera).

Lucrecio Domingo -

A unos meses de implantarse la asignatura en todas las comunidades autónomas españolas, el Presidente de Profesionales por la Etica, Jaime Urcelay, explica que "observamos que la demanda de información de los padres se está incrementando". En ese sentido, Urcelay explica que los padres se están organizando en nuevas plataformas que surgen por toda España en defensa de la libertad de educación; a fecha de hoy las asociaciones y entidades que se han sumado al movimiento objetor frente a Educación para la Ciudadanía ascienden a 83. Desde el 23 de abril hasta hoy, se han creado las siguientes agrupaciones cívicas de padres objetores a Educación para la Ciudadanía: Toledo Educa en Libertad; Córdoba Educa en Libertad, Burgos Educa en Libertad, Plataforma de Padres Objetores isleños, Jaén educa en Libertad, Rivas en contra de la asignatura EPC, Segovia por una Educación en Libertad, Asturias Educación y Familia, Libertad para objetar sierra Noroeste de Madrid, Educa en Libertad Madrid, Guadalajara Educa en Libertad, Palencia Educa en Libertad.

Fernández de la Vega quiere extender Educación para la Ciudadanía a toda la sociedad

Por otra parte, Urcelay ha indicado que el plan de reformas anunciado por la vicepresidenta Fernández de la Vega en el Congreso el pasado 7 de mayo ofrece un sorprendente paralelismo con el curriculum de Educación para la Ciudadanía. A título de ejemplo, señala que cuando Fernández de la Vega anuncia una laicidad impuesta desde el Gobierno en realidad está diciendo "laicismo", es decir exclusión del hecho religioso, concretamente del cristianismo y del catolicismo, de la vida pública. "No olvidemos", afirma, "que en el diseño inicial de Educación para la Ciudadanía planteado por la Fundación Cives y la Universidad Carlos III se afirmaba que Dios era un término sin significado alguno para la mayoría de los españoles." Respecto al Plan de Derechos Humanos anunciado por la vicepresidenta, Urcelay recuerda que la concepción de derechos humanos del Gobierno está presente en el contenido de Educación para la Ciudadanía cuando se afirma que los derechos humanos son una conquista histórica inacabada. "No se trata de aplicar la Declaración de Derechos Humanos de 1948" sino de "inventar nuevos derechos (como el aborto) suprimiendo otros (como el derecho a la vida del no nacido)". Por último, Urcelay ha lamentado que Fernández de la Vega hable de modificar la Ley de Libertad Religiosa para proteger derechos y proteger la libertad de conciencia cuando en comunidades autónomas gobernadas por el PSOE, como el Principado de Asturias o Andalucía se sigue amenazando y reprimiendo a los padres objetores a Educación para la Ciudadanía.

Carlos -

La UIC, Universidad Internacional de Cataluña, que cumple 10 años, congrega desde hoy y hasta el día 17, a medio centenar de expertos procedentes de diversos países, en un Congreso Internacional sobre Familia y Sociedad que analizará cuestiones tales como las políticas familiares existentes; la situación de la familia hoy, si goza de de buena salud, cuáles son sus fortalezas y debilidades... Según datos de Eurostat y del Instituto Nacional de Estadística, España es el país de la UniónEuropea que menos recursos destina a la familia, situándose a la cola con un 0'7 % del Producto Interior Bruto. Además, “la familia española es cada vez más pequeña, con menos hijos, empieza a formarse más tarde y se le dedica menos tiempo, no sólo de cara a los hijos sino entre la pareja”, según Raúl Sánchez, director del Congreso Internacional de la Familia.El prelado del Opus Dei, monseñor Javier Echevarría, clausurará éste Congreso, que será inaugurado ésta tarde a las 16’00 h. por el vicepresidente del intergrupo de familia e infancia del Parlamento Europeo, José Ribeiro Castro. Intervendrán además expertos como el Presidente del Howard Center for Family, Religión and Society, Dr. Allan C. Carlson; el sociólogo Javier Elzo; el catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Roma, Francesco d’Agostino; el presidente de e-Cristians, Joseph Miró y Ardévoly la directora del Internacional Center of Work and Family, Nuria Chinchilla.

El Congreso trata de aportar soluciones y respuestas, desde el estudio científico y el debate universitario, que contribuyan a una mayor comprensión del presente y a la construcción de un futuro mejor y más humano y abordará cuestiones como los derechos de los padres ante el Estado, el redescubrimiento de la función del padre y la relación entre la familia, la población y el crecimiento sostenible.

Instituto de Estudios superiores de la Familia El Instituto de Estudios Superiores de la Familia (IESF) de la Universidad Internacional de Cataluña tiene como principal objetivo impulsar actividades de docencia, investigación y difusión en todos los ámbitos relacionados con la familia. Ahora, cuando se celebran diez años de la puesta en marcha de la Universidad, propone un debate abierto con expertos de reconocido prestigio sobre cuestiones de gran actualidad e interés público. Son evidentes las transformaciones que hemos contemplado en pocos años en todos los ámbitos de la sociedad, cambios que tienen a las familias, sus proyectos y su desarrollo vital en el centro del debate. Muchos hablan de crisis de valores, otros de nuevas realidades en los modos de relacionarse y convivir, una gran mayoría coincide en señalar los obstáculos y dificultades para desarrollar en libertad proyectos familiares y personales, en un mundo de vertiginosas novedades tecnológicas, económicas o laborales, por citar algunas. Es en la familia donde el ser humano encuentra su verdad más profunda, que acaso solo desde la Universidad se puede abarcar en toda su riqueza y variedad multidisciplinar. Son pocos los que, además de analizar y diagnosticar problemas, propongan soluciones y alternativas que ayuden a conciliar el natural afán de la persona como "ser familiar" con los nuevos entornos en los que debe desarrollarse también como "ser social".

La transversalidad y diversidad de materias en las sesiones programadas hacen de este Congreso Internacional sobre Familia y Sociedad, en el X aniversario de la Universitat Internacional de Catalunya, una magnífica oportunidad para aportar soluciones y respuestas desde el estudio científico y el debate universitario, que contribuyan a una mayor comprensión del presente y a la construcción de un futuro mejor y más humano.

koreka -

ZP descartaba en campaña reformar el aborto; ahora el PSOE acepta los trámites para ampliarlo

El Congreso aprueba debatir sobre el aborto en la Comisión de Igualdad; el PP se opone y dice que en todo caso se trate en la Comisión de Justicia


Dos meses después de ganar las elecciones, el PSOE acepta abrir en el Congreso los trámites para ampliar la ley del aborto, a pesar de que Zapatero descartó en su campaña electoral impulsar una reforma de la actual normativa.



A propuesta del grupo formado por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Izquierda Unida (IU) e ICV, la Mesa del Congreso estudió y admitió a trámite este martes, 6 de mayo, la creación de una subcomisión, en el seno de la Comisión Mixta para la igualdad de mujeres y hombres, sobre la ‘interrupción voluntaria del embarazo’, para analizar y debatir la posible ampliación de los casos del aborto.



Tal como plantea la información publicada este miércoles por el diario ABC, la aprobación tiene una salvedad: al no existir una comisión mixta de igualdad de mujeres y hombres, la subcomisión se integrará en la nueva Comisión de Igualdad.



Cabe recordar que la Comisión de Igualdad fue creada en el Parlamento a imagen y semejanza del Ministerio del mismo nombre que, diseñado por Zapatero, tiene a Bibiana Aido como titular.



El PP se opone



A las propuestas de ERC, IU e ICV, que pretenden liberalizar aún más el aborto, sólo se opusieron los representantes del Partido Popular (PP), quienes añadieron que, en todo caso, el asunto se quede en la Comisión de Justicia.



El vicepresidente tercero de la Mesa del Congreso, Jorge Fernández Díaz, del PP, se opuso a la iniciativa en cuanto se planteó, puesto que en la ley actual ya se habla de “despenalización” del aborto en determinados casos, y el debate quedaría circunscrito a términos jurídicos.



Ante la falta de un acuerdo unánime, se impuso la voluntad de la mayoría para traspasar todo el debate del aborto a Igualdad, que es el terreno que los grupos de la izquierda prefieren para poder hablar de “derechos de la mujer sobre su propio cuerpo” y poder avanzar así con más comodidad en este debate. La decisión de la Mesa se publicará en el Boletín Oficial de las Cortes Generales.



Reabrir el debate



Todo queda así despejado para que empiecen a surgir propuestas de ampliación del aborto dentro de la Comisión de Igualdad, pese a que Rodríguez Zapatero descartó cualquier reforma de la actual ley, aunque no se opuso a abrir “una reflexión” y un debate social.



Para conseguir este objetivo, nada mejor que relacionar este controvertible tema con una de las banderas de la política de Zapatero, como es la “igualdad”. Los socialistas consiguen así reabrir ese debate en los términos que a ellos les interesa.



Las primeras iniciativas que se han presentado en el Congreso tienen puesto el objetivo en el aborto libre. Apenas una semana después de abrirse la legislatura, Joan Herrera (ICV) y Gaspar Llamazares (IU) presentaron una proposición de ley orgánica.



El artículo 1 es rotundo: “El Estado garantiza el derecho de procreación consciente y responsable, así como reconoce el valor social de la maternidad. Igualmente garantiza a todas las mujeres en edad fértil el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, con independencia de su edad, estado civil y nacionalidad”. En el artículo tres ponen como requisito que el aborto se produzca en las 14 primeras semanas de gestación, ampliables a 22 si el futuro bebé tiene alguna malformación.



En la misma línea está redactada otra proposición de ley orgánica del Grupo Mixto (con la firma de los dos diputados del Bloque Gallego y la representante de Nafarroa Bai), y que fue admitida a trámite por la Mesa el pasado 22 de abril.



En el artículo 1 de la proposición se establece que “no constituirá delito la interrupción del embarazo practicada por un médico debidamente autorizado en centro sanitario acreditado, cuando concurra libre y voluntariamente el consentimiento expreso de la interesada”.



Con este requisito: “Que la interrupción voluntaria se practique dentro de las 16 primeras semanas de gestación”. Además, si es “presumible” que el feto nazca con malformaciones, el plazo sería hasta las 22 semanas de gestación.

Jose Dominguez H. -

'Europa y la Fe', de Hilaire Belloc

Hace casi un siglo Belloc ya avanzaba la polémica de las raíces cristianas de Europa... lo que la hace europea.

Todas las grandes guerras requieren una cierta inversión en armamento. Y no hay duda que los cristianos de nuestro tiempo estamos en guerra.

Una guerra justa sin duda, porque es una guerra que cumple las condiciones de tal: es defensiva –sólo hace falta ver cómo está el mundo– es proporcionada a la agresión –de momento la persecución es de baja intensidad aunque de profundo alcance– y, sobretodo, es posible ganarla –de hecho, la ganamos seguro, aunque no por nuestro mérito.

La justicia de la empresa y su naturaleza nos exigen, por lo tanto, invertir en municiones y la munición que le es propia al cristiano es la verdad. Y no sólo la Verdad en mayúsculas, claro, sino toda verdad.

Más concretamente las “verdades” puntuales que, en cada uno de los distintos ámbitos de conocimiento nos escatima constantemente nuestro adversario, que tiene monopolizado el mundo de la cultura, al menos en el ámbito divulgativo.

Antes de rescatarnos como creyentes –y para conseguir tal cosa– debemos rescatarnos como ciudadanos de Occidente; de ese Occidente que usa su libertad, esa libertad que sólo se ha dado en su seno, para negarla y para negarse. No lo dudemos, la gran batalla es la cultural, y debemos prepararnos para ello.

En este sentido debemos congratularnos del esfuerzo que está realizando la editorial Ciudadela para suministrar a los cristianos de a pie argumentos que nos permitan, por ejemplo, tomar café con los compañeros de trabajo...

Aunque probablemente nuestra época adolezca de una cierta falta de auténticos apologetas, también lo es que el debate actual, que se produce en los niveles medios de la sociedad, ya se había dado entre las elites intelectuales –sobretodo en el mundo anglosajón– lo cual nos permite acudir a autores de principios del siglo XX.

Lejos de parecer obsoletos sorprende la rabiosa actualidad de muchos de sus argumentos. Nihil novum sub sole... Grandes intelectuales como C.S. Lewis, J. R. R.Tolkien, Chesterton y en el ámbito de la Historia Hilaire Belloc.

Auténtico erudito, pensador original y en ocasiones realmente audaz, su vida es un esfuerzo por reconocer, analizar y recuperar la mirada católica sobre la Historia de Europa y su natural comprensión sólo posible desde la Fe.

Ciudadela pone ahora al alcance del lector hispano uno de sus textos fundamentales, “Europa y la Fe”, de rediviva actualidad puesto que sitúa en el centro de su reflexión, con prácticamente los mismos problemas fundamentales, la misma Europa que debate sobre la referencia a sus raíces cristianas en su Constitución.

Gran literato, la lectura de Belloc es un autentico placer intelectual, incluso en la discrepancia, y sus reflexiones una fuente inagotable para la reflexión histórica actual. Más aún si tenemos en cuenta que es en el ámbito de la Historia donde más descaradamente se combate a la verdad en general.

Un reciente artículo calificaba a Belloc como el pionero del catolicismo intelectual. No es el primero, claro, llevamos dos mil años con el tema, pero sin duda es el modelo de pensamiento intelectual que debemos practicar los católicos actuales. En resumen, no se lo pierdan.

alex -

¿Laicidad para España? ¿O quieren decir laicismo?

Después de Francia, España ya es el estado más laico de nuestro entorno europeo.


María Teresa Fernández de la Vega anunció el pasado miércoles que el Gobierno pretende revisar la Ley Orgánica de Libertad Religiosa y, así, avanzar más en la laicidad. Al margen de lo críptico de sus palabras y la escasa concreción de este anuncio, creo que se confunden dos aspectos que son bien distintos: una cosa es el derecho de libertad religiosa, cuya regulación no tiene nada que ver con la laicidad; y otra, la laicidad misma.

La libertad religiosa –no de conciencia– precisa de una regulación ordenada que contemple todos los factores en juego, desde las demandas confesionales, a la inscripción registral y los instrumentos de colaboración entre el Estado y las confesiones.

Estamos, en cualquier caso, hablando de derechos derivados de una libertad pública fundamental, cuya ley se aprobó en 1980 y no versó –por su propia naturaleza– sobre cuestiones dogmáticas ni axiológicas.

En cambio, la laicidad va referida siempre al Estado. No son laicas las confesiones, sino las Administraciones públicas. La laicidad es lo mismo que la aconfesionalidad, tal como ha iterado el Tribunal Constitucional. Quedó bien definida en el art. 16.3 de la Constitución. Aunque su lugar adecuado debiera haber sido el art. 1.1, que define España como un Estado social y democrático de Derecho.

De este modo se desvinculaba la laicidad de la religión, y el Estado asumía su papel neutral, es decir, su “neutralidad ética” frente a ideologías religiosas o, como podría suceder ahora con Educación para la Ciudadanía, frente a la ideocracia de género.

Y es que la laicidad es neutralidad.

Es la garantía que tienen los ciudadanos de que sus libertades intelectuales –la ideológica y la religiosa– no serán manipuladas por el Poder.

Con la laicidad el Estado se desconfesionaliza y se desideologiza, mientras que las iglesias y los grupos humanistas seculares se desestatalizan.

Rectamente entendida, la laicidad es una manera de configuración político-jurídica de los Estados, cuyo objetivo es garantizar el ejercicio de las libertades intelectuales de los ciudadanos, incluyendo la primera de todas: la de religión.

Pero, ¿por qué el Gobierno insiste ahora en este tema? ¿Acaso para desviar la atención de la crisis económica que se cierne sobre los españoles?

No es ocioso recordar que, después de Francia, España es el Estado más laico de todo nuestro entorno europeo.

Miremos los países protestantes: la mayoría son formalmente confesionales (Suecia, Noruega, Inglaterra, Dinamarca, etc.). Miremos los ortodoxos: en Grecia la Iglesia Ortodoxa es la dominante por imperativo constitucional, y en Rusia Vladimir Putin se sirve de ella para cohesionar el país. Miremos en cambio los países católicos: éstos son los más laicos, empezando por Francia y siguiendo por Italia, Portugal, Bélgica, Austria y Alemania.

En todos ellos se respeta la libertad religiosa de los ciudadanos y de las minorías, al tiempo que se coopera con las confesiones socialmente relevantes.

Ningún país de mayoría católica exige que su Constitución sea confesional-católica. Ahí es patente el influjo positivo del Concilio Vaticano II.

Esperemos que el Gobierno tenga en cuenta datos objetivos y dé un vistazo a la realidad europea.

Y, si finalmente reforma la Ley Orgánica de Libertad Religiosa, cabe pensar que lo hará para favorecer el ejercicio de este derecho humano, y no para –so capa del mismo– acabar cercenándolo. Eso no sería “avanzar en la laicidad”, sino avanzar en la estatolatría laicista que queda extramuros de nuestra Carta Magna.

editor -

¿Qué quieren decir con un estado más laico?

María Teresa Fernández, vicepresidenta del gobierno, ya ha informado de uno de los grandes propósitos de esta legislatura: avanzar en la laicidad del Estado.

No deja de ser sorprendente que con la cantidad de cuestiones graves e irresueltas que tiene este país, uno de los ejes que nos anuncian sea precisamente éste.

No hablemos ya de la grave crisis económica. Pero recordemos al menos

- la quiebra anunciada del sistema público de pensiones,
- la infrafinanciación de la sanidad pública,
- el desastre escolar enquistado en un 30% de fracaso, el colapso judicial,
- el incumplimiento escandaloso de la Ley de Dependencia,
- la práctica desaparición de nuestra presencia en el ámbito internacional, al menos en consonancia con el peso de nuestra economía,

por citar solo unas cuantas cuestiones nada menores.

Porque lo más interesante del caso es que España constitucional y legalmente no tiene un estatus excepcional desde el punto de vista de la aconfesionalidad del Estado.

Su Constitución y sus leyes corresponden a lo que es común en Europa, digamos la media, y aún, en la banda baja.

Por ejemplo a diferencia de otros países perfectamente demócratas, caso alemán, no hay ninguna referencia a Dios en la Constitución.

Tampoco existe una iglesia de estado como en los países nórdicos y Reino Unido, ni se da impedimentos para que una persona no pueda casarse con alguien de la realeza en razón de la religión, como en el caso británico.

Evidentemente hace muchos años que dejamos de ser un país confesional como continúan siéndolo Dinamarca y Grecia, que por cierto no funcionan nada mal especialmente el primero.

En toda Europa, la clase de religión en la escuela es una práctica habitual. Sólo un país, Francia, tiene una herencia de laicismo acusado pero que se remonta a una ley de 1905, que el actual presidente ya valoró muy críticamente.

Pero incluso en la muy laica República francesa el Parlamento cuenta con capellán y capilla, cosa difícil de encontrar en el Congreso y el Senado de España.

También resulta cuanto menos sorprendente que uno de los argumentos que utilice la vicepresidenta Fernández, seguramente por inspiración del presidente Rodríguez, sea la de establecimiento de garantías para la libertad de conciencia.

La sorpresa nace por el comportamiento tan irrespetuoso con la libertad de conciencia que tiene el gobierno cuando los padres en plenitud de su derecho se dedican a objetar porque no quieren que el Estado les eduque moralmente a sus hijos, como pretende con la asignatura de EpC.

Quizás ahora la Sra. Fernández y el Sr. Rodríguez, aprovecharán la ley para replantear el tema y validar esta objeción, porque de lo contrario no se entiende bien qué quieren hacer con ello.

Quizás les ha pasado por la cabeza inventariar a los médicos que objeten en materia de aborto en los hospitales públicos, más que nada por aquello de “me he quedado con tu cara y sé donde vives”.

Todo esto tiene un cierto tufillo a táctica de vuelo gallináceo. Como la crisis va a repartir más palos que a una estera en la cara del vicepresidente Solbes y la espalda del presidente Rodríguez, consideran que moviendo el muñequito religioso nos van a distraer la atención y van a conseguir hacer pasar como de izquierdas las brutales medidas que están preparando para apalancar a la banca y a los grandes grupos inmobiliarios, que por eso ha ido de presidente de su lobby David Taguas, el hasta ahora, consejero áulico en materia de economía del presidente del gobierno.

Hay que estar atentos a esta legislación sobre la laicidad, obvio es, pero sería un error que siguiéramos sólo esta pista, que puede ser falsa, y nos olvidáramos como cristianos de situar en el primer plano de nuestra atención la responsabilidades de esta crisis económica, el engaño que con la información sobre la misma se ha practicado y se somete a los ciudadanos, por lo que se refiere a su alcance, prestando una especial atención a las medidas que, en parte por encima y en parte por debajo de la mesa, se querrán arbitrar para proteger a los de siempre, es decir quienes han sabido aplicar aquello que decía el presidente de uno de los grandes bancos españoles: “durante estos años quien no se ha hecho rico es que es tonto”.

Nuestra respuesta ha de nacer desde la justicia social, por una parte, de la libertad contra la tentación totalitaria del estado, por otra; al tiempo que se muestra lo mucho y bueno que la Iglesia aporta a esta sociedad.

Ramon R. -

Duran advierte al Gobierno: no se puede sustituir laicidad por “laicismo beligerante y excluyente”

“Si lo que se persigue es fomentar un laicismo que ni practica ni comparte la izquierda europea, nos enfrentaremos”, añade el líder de UDC


El líder de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), Josep Antoni Duran i Lleida, ha advertido de que se opondrá a que el Gobierno “sustituya la laicidad del Estado por un laicismo que promueva reducir el factor religioso al ámbito privado, negándole todo espacio y toda expresión pública”.



En su carta semanal a la militancia de UDC, Duran añade que “si lo que se persigue es fomentar un laicismo que ni practica ni comparte la izquierda europea, nos enfrentaremos”.



El también secretario general de Convergència i Unió (CiU) da respuesta así a la propuesta realizada el pasado 7 de abril por la vicepresidenta Maria Teresa Fernández de la Vega, en relación a la reforma de la Ley de Libertad Religiosa.



“El anuncio de la vicepresidenta de una reforma de la ley de libertad religiosa ha hecho que algunos medios de comunicación, como el diario El País, lo hayan titulado Un viaje a la laicidad”, recuerda Duran i Lleida.



“No sé que dará de sí la pretendida reforma legislativa del gobierno socialista”, pero, en cualquier caso, “el Gobierno no tiene mayoría para aprobar las leyes en el Congreso, y todavía menos en el Senado” continúa en su carta semanal.



“Aconfesionalidad no es neutralidad”


“El Estado es laico y está bien que sea así, y si la laicidad que promueve el Gobierno se deriva de esta premisa constitucional se convierte por si misma en un valor propio de los países pluralistas y democráticos de nuestro entorno y del mundo occidental en general”, agrega.



Duran i Lleida señala que, como dejó escrito en su libro Entre una España y la otra, “teniendo en cuenta la necesidad de no perder los valores religiosos y de normalizar la pluralidad, se debería profundizar en la garantía y tutela de la libertad religiosa, pero a partir de una reformulación valiente del respeto al hecho religioso”.



“Que el Estado sea aconfesional no significa otra cosa que, como tal, no adopta una confesión religiosa. Pero aconfesionalidad no es neutralidad. El Estado no puede ser neutro frente al hecho religioso. La mayoría de las personas tienen (tenemos) necesidad del hecho religioso. La religión es importante para el equilibrio de la sociedad como transmisora de valores y garantía del refuerzo de las raíces culturales”, puntualiza.



“El laicismo es beligerante y excluyente”


El líder de UDC asegura que “si lo que el Gobierno quiere fomentar es esto, nos tendrá a su lado [...] Pero si lo que se persigue es fomentar un laicismo que ni practica ni comparte la izquierda europea, nos enfrentaremos. El laicismo es beligerante y excluyente con las opiniones y las creencias de los demás”.



“Por el contrario, la laicidad, es decir, la que respeta y fomenta vivir libremente la creencia o no creencia religiosa sin imposiciones políticas de ningún tipo, y siempre desde el respeto, llega a ser un valor propio necesario de los países democráticos”, aclara.



Duran i Lleida concluye en su carta semanal que “para el Gobierno resulta más urgente la reforma de la Ley de Libertad Religiosa que la reforma laboral o del sector energético”, en referencia a la comparecencia de la vicepresidenta en la que anunció las reformas de la libertad religiosa, la del sistema electoral, la de la Constitución o la de la ley del aborto.

vanesa -

Gana el PSOE enredando con los católicos? Por qué tiene que enfrentar a los católicos con los agnósticos? Qué ventajas obtiene? Ellos no hacen nada si no sacan provecho. Desde luego lo que quieren es implantar su religión socialista como en Rusia lo hizo Estalin. Vaya manera de cuidar a los ciudadanos libres! Perpetuarse en el poder! Al precio que sea! Eso es lo que buscan. La sociedad les importa un rábano.

Gonzalo Alonso -

El Gobierno va a modificar la Ley de Libertad Religiosa y algunos se han puesto nerviosos. La Iglesia católica no. Ha acogido con un prudente silencio la noticia, hasta ver cómo será la nueva ley. Es verdad que los antecedentes -promoción del laicismo radical- de este Gobierno hacen temer lo peor, pero conviene esperar, no sea que lo que busque el Gobierno sea provocar una algarada católica que, de momento, sirva para distraer la atención de la crisis económica y, por último, para presentarnos como exaltados si la nueva ley no es tan mala.

Una modificación de la citada ley que sirviera para dar aún más garantías a los creyentes -no sólo a los católicos, pero también a estos- sería un buen gesto por parte del Gobierno que repercutiría a su favor en la intención de voto.

Tienen una oportunidad y es responsabilidad de ellos aprovecharla para cerrar heridas o, por el contrario, usarla para abrirlas aún más.
La Iglesia no está en contra de la libertad religiosa. Basta con leer el discurso del Papa en la ONU del pasado 18 de abril. La cuestión está en definir de qué libertad religiosa estamos hablando.

Nosotros nos referimos a la que el Papa defendió en Nueva York con estas palabras: «Es inconcebible que los creyentes tengan que suprimir una parte de sí mismos -su fe- para ser ciudadanos activos. Nunca debería ser necesario renegar de Dios para poder gozar de los propios derechos. Los derechos asociados con la religión necesitan protección sobre todo si se los considera en conflicto con la ideología secular predominante o con posiciones de una mayoría religiosa de naturaleza exclusiva. No se puede limitar la plena garantía de la libertad religiosa al libre ejercicio del culto, sino que se ha de tener en la debida consideración la dimensión pública de la religión».

Los católicos no tenemos miedo a la libertad. Lo que tememos es que usen esa palabra como camuflaje de la dictadura. Y, en eso, algunos son expertos.

frede -

Familia Gross Fernández, objetores: ni un paso atrás en Educación para la Ciudadanía
Los tribunales les han dado la razón. Cuando el matrimonio malagueño Gross Fernández objetó ante la asignatura, la Consejería de Educación les contestó que "se inadmitía su solicitud de objeción". Ahora, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía les ha dado la razón. Los padres objetaron por sus cinco hijos: Borja, Alfonso, Eugenia, Jacobo y Lucía."Como complementaria a la anterior sentencia del mismo tribunal (a favor de una familia de Bollullos, Huelva), la nuestra tiene la peculiaridad de que a ninguno de nuestros hijos le corresponde este año la asignatura".

domingo -

La justicia andaluza reconoce el carácter adoctrinador e ideológico de EpC
Se ha ganado una batalla en la guerra contra Educación para la Ciudadanía. La Justicia andaluza ha dado la razón a cinco padres que recurrieron la materia, al considerar que violenta la libertad ideológica y religiosa. Las asociaciones que promueven la objeción reciben esta decisión judicial con satisfacción y se muestran dispuestas a luchar contra las sentencias desfavorables, como la de Navarra, que ha rechazado suspender de manera cautelar la obligación de asistir a clase.