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COMIENZA EL EFECTO DOMINÓ DEL ESTATUTO CATALÁN

COMIENZA EL EFECTO DOMINÓ DEL ESTATUTO CATALÁN

La solución de los socialistas para las desigualdades que consagra el estatuto catalán no es otra que igualar al resto de comunidades en todo lo malo que trae ese engendro federal-separatista. La primera en apuntarse en esta nueva versión del “café para todos” ha sido Andalucía. Siguiendo el modelo catalán los socialistas han impuesto su definición de Andalucía como realidad nacional, eliminando cualquier referencia a la «unidad indisoluble de la nación española».

El proyecto socialista de estatuto andaluz imita al modelo catalán, en lo que es ya una clara estrategia del PSOE para trasformar el modelo de estado de espaldas al pueblo, a través de unas reformas estatutarias que eviten el pronunciamiento soberano del pueblo sobre el nuevo estado federal que se está gestando y hurten el debate público sobre la cuestión.

En el proyecto andaluz se incluye, su propio Título de Derechos y Deberes similar al del Estatuto de Cataluña, haciendo la competencia a los derechos fundamentales recogidos en la carta magna. Insiste asimismo en la fragmentación administrativa y en la creación de auténticos espacios estancos de poder a través de competencias exclusivas blindadas en la que el estado nada tiene que decir, compartidas y ejecutivas en la línea catalana, pero no se queda ahí, ya que las enmiendas del PSOE proponen trasladar el modelo de limitar al Estado su capacidad para dictar legislación básica, que queda reducida a meros principios.

Igualmente el proyecto socava la soberanía nacional al elevar a iguales las instituciones autónomas y las estatales, estableciendo una relación de bilateralidad similar a la del estatuto catalán. La nueva Taifa tendría facultades para designar miembros del Banco de España, de la Comisión del Mercado Nacional de Valores, de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones, del Tribunal de Cuentas, del Consejo Económico y Social y demás organismos reguladores, así como del Tribunal constitucional y CGPJ (sic). El Estatuto andaluz prevé también un sistema de justicia propio, con un Consejo de Justicia y la sustitución del T.S. por el TSJ como última instancia.

Curiosamente solo en la financiación es uno de los puntos en los que se aprecian diferencias más claras respecto al estatuto catalán, aquí si se respeta el principio de la multilateralidad, y es que Andalucía no puede permitirse el lujo de escupir sobre la solidaridad del resto de regiones españolas. El problema vendrá cuando el resto de autonomías también pretendan un estatuto a su medida, en los que cada cual querrán sacar su tajada pero no contribuir a esfuerzo común, ni pensar en los principios de coordinación, eficacia e igualdad.

15 comentarios

aragon -

CHAVEZ ES MULTIMILLONARIO YA y no le importan los andaluces, pues si le importarian, pensaria en hacerles cada vez mas ricos y prosperos y solo piensa en darles el \"PER\" para tenerles callados y contentos. Mientras él está en el poder para vivir muy bien junto con sus amiguetes.
Andaluces!!! cuando vais a despertar?? y vuestros nietos?? el pedir se ha acabado, pues ya nadie da nada.

Miguel Angel -

Esto de que Andalucia es una nacion es parte de la locura delirante a la que nos estan llevando Zapatero y su partido (Chaves incluido) , poniendo el pais patas arriba y tomando decisiones disparatadas. Estamos asistiendo atonitos a la desintegracion de España y la mayoria de españoles miramos hacia otro lado, como si el tema no fuera con nosotros. Yo le pido a la gente del PSOE con sentido comun y sensatez, que son muchos, que cuanto antes jubilen a este iluminado que lleva nuestro pais al más absoluto de los desastres y todos, digo TODOS somos complices silenciosos de ello. ¿Que Andalucia somos nación?, no me hagan reir por favor. Aqui hacen falta psiquiatras, muchos psiquiatras.

estamos -

La pregunta está mal enfocada. Yo creo que la mayoría de los andaluces, yo lo soy de adopción y convencido, nos sentimos españoles y luego de la ciudad en la que vivimos. Desde el gobierno autonómico se hacen demasiados agravios comparativos como para que nos sintamos andaluces primero que españoles. Málaga, Cádiz, Granada y Almería soportan el déficit de la Comunidad Andaluza en favor de Huelva, Jaen, Córdoba, y de forma descarada el aburguesamiento político y funcionarial de Sevilla. Es por ello por lo que es muy complicado que los andaluces nos podamos sentir nación. Ahora bien, si el sentido solidario del Estado de las Autonomias se quiebra, es evidente que Andalucía no debe de perder el tren y aprovechar el poder económico de las provincias mencionadas en primer lugar y reclamar los derechos y deberes que, por ejemplo, han logrado los catalanes. Y no valen milongas, porque la cultura Andalusí, es diez veces más antigua que la catalana o vasca.

Freset -

Andalucia es segun mi opinion, una parte de España en la cual no corre el tiempo, una region plagada de analfavetos, ignorantes, dominada por una caterba de politiquillos de tres al cuarto que se aprovechan del poco saber y del poco entender de esa gran masa social , y me esplico yo desde aqui les pregunto,seguis igual que hace 20 años que habeis prosperado, hasta cuando esperar para ver algo de progresono os dais cuenta de que los tios que nos mal gobiernan viven como dioses esos si que han prosperado, buenas casas, mejores coches, unos sueldos que ya quisiera yo para mi, y encima nos quieren meter un estatuto como el catalan, para partirse de risa por no llorar, lo que deberiamos importar de Catalunia son sus politicos y no la bazofia que tenemos, que son unos soberanos vividores ,.y por hoy creo nos los bamos a tener que tragar por bastante tiempo, que lastima de nuestra querida ANDALUCIA, EN LAS MANOS QUE ESTA.

anduz -

Ahora, Andalucía es también nación

Más que realidad nacional, sueño sin sentido. Paradójico, aquéllos que no tienen más nación que su partido político quieren quitarnos al resto de andaluces la nuestra, que es España, y pretenden hacernos creer que hemos estado viviendo dentro de un espejismo sin reconocer la verdadera identidad nacional de Andalucía. Lo que pretenden los promotores de este estatuto es que demos la espalda al resto de España, a nuestra historia y a nuestro verdadero ser. Pretenden darnos un cuchillo para que los andaluces lo afilemos y lo usemos para desgajarnos de gran parte de nuestro ser. Si los catalanes o vascos deciden por mayoría definirse como nación, lo habrán hecho basándose en unos hipotéticos derechos históricos, o por una fuerte convicción nacionalista que ha estado presente entre ellos durante muchos años. Pero si los andaluces decidimos declararnos como nación, será por algo mucho peor. Será porque hemos hecho uso del egoísmo y de la vanidad. Del egoísmo de querer lo máximo para nosotros sin pensar en los demás, y en la vanidad de no querer sentirnos menos que otros.

Esto lo saben aquéllos que no se creen ni lo que han escrito en ese proyecto de estatuto. Al ser humano le mueve más el egoísmo que cualquier ideología política.

Que nadie se llame a engaño, que no serán Chaves ni Valderas los que no separen del resto de España, ni Arenas será quien lo impida. Que por mucho que este estatuto se apruebe en el Parlamento andaluz o en las Cortes, la última palabra la tienen los andaluces. Tenemos lo que nos merecemos porque nosotros así lo decidimos, y de lo que salga de este futuro nuevo estatuto, los andaluces seremos los únicos responsables.

cordobes -

Soy cordobés y socialista desde siempre, y tengo 54 años. Está llegando a resultar insultante la manipulación ejercida por este Gobierno hacia el pueblo español y andaluz como consecuencia de la pretensión de establecer la segunda transición a toda costa. Andalucía va a la cola de las comunidades españolas en cualquier aspecto social, y trata de embarcarla en una aventura política que nos llevaría al desastre. Se está llegando a unos extremos que no interesan a nadie. Y nos los están vendiendo como algo necesario para la modernización del país.

Santiago Dominguez -

El Parlamento andaluz calienta motores para sacar adelante una reforma del Estatuto que nace ya de entrada sin consenso entre los dos grades partidos. La ponencia para la reforma del texto ha aprobado este lunes el dictamen, paso previo a su trámite en la Comisión parlamentaria de la Cámara autonómica.

Los planes del Ejecutivo que dirige Manuel Chaves y de su partido pasan por aprobar el nuevo Estatuto andaluz en el mes de mayo y celebrar la toma en consideración en el Congreso en junio, entrando ya en septiembre en la Comisión Constitucional de la Cámara baja, con vistas a llevarlo a referéndum en febrero de 2007, a un año justo de las elecciones autonómicas en Andalucía, que coinciden con las generales de 2008.

Pese al acuerdo previo alcanzado entre PSOE y PP para el Preámbulo y el artículo Primero del nuevo Estatuto, el dictamen ha sido aprobado con varias modificaciones, rompiendo –en opinión de los populares- el consenso inicial. El propio presidente de la Junta se comprometió personalmente con el líder del PP Andaluz, Javier Arenas, a que no modificaría ni una coma de lo acordado. Fue durante una conversación telefónica a principios de año, antes de la \"cumbre\" de partidos convocada posteriormente.

El compromiso se ha roto después de que el PSOE introdujera el término \"realidad nacional\", suprimiendo así el de \"nacionalidad histórica\", tal y como queda reflejado en el artículo 2 de la Constitución de 1978. El PP solo espera ahora una rectificación de los socialistas en una negociación que se seguirá llevando por los principales líderes, Chaves y Arenas y por otros dirigentes, por parte del PSOE Luis Pizarro, número dos del partido en Andalucía y el portavoz Manuel Gracia; y por parte del PP, el secretario general Juan Ignacio Zoido y el portavoz Antonio Sanz.

Jesus C. H. -

ANDALUCÍA no es una nación, y quienes sostienen lo contrario no saben lo que es una nación ni lo que es Andalucía. Por tanto, definirla en el nuevo Estatuto de autonomía como «realidad nacional» no sólo es una barbaridad -«una broma» según Alfonso Guerra, que quizá tenga que votar a favor de esa broma en el Congreso, como hizo con el texto catalán-, sino un pastiche conceptual y político inventado con el único propósito de arropar el disparate impuesto por el consorcio de poder de Cataluña. Pero un disparate no se arregla con otro disparate. Esta deriva demencial acabará con el reconocimiento de la «realidad nacional» murciana, balear o riojana. Tiempo al tiempo.

Como era de esperar, el Estatuto de Cataluña ha abierto una espita que nadie va a poder cerrar desde la racionalidad política. Es obvio que al reconocer a Cataluña como nación se establece un claro agravio comparativo con otras autonomías, y se ponen las bases de una España de dos velocidades que el pacto de la Transición evitó precisamente a partir de que Andalucía se rebelara contra ese designio. Lo que ahora intenta hacer el PSOE andaluz, con el concurso seguidista e irresponsable de Izquierda Unida, es extender la confusión ya sembrada a costa de la única realidad nacional que reconoce la Constitución, que es la de España.

Por ende, la ponencia estatutaria que ayer aprobó ese sobrevenido delirio -¿cuál será el hecho diferencial andaluz?- ha suprimido una mención a la «unidad indisoluble» de España, propuesta por el profesor Clavero en un intento de sujetar por algún lado el dislate. Esta omisión viene a avalar la voluntad torticera de utilizar el Estatuto de Andalucía como herramienta para dar cobertura al error catalán, de modo que no sólo no se dignifica a la autonomía andaluza, sino que se la manosea supeditándola al designio establecido por Cataluña y convirtiéndola en subrepticia moneda de legitimación de un modelo asimétrico. Porque por muy estupendos que se pongan los autores de esta salida de pata de banco, es obvio que la flamante «realidad nacional» andaluza no va a recibir el mismo trato efectivo que la catalana. Esta invención es un mero maquillaje retórico que sólo conduce a la patraña de un Estado plurinacional que devalúa el concepto sustancial de la nación española.

Andalucía sólo va a salvarse con España, como parte de una comunidad de ciudadanos que jamás ha debido permitir que se la postergue en beneficio de una falsa «nación de naciones». Y somos los ciudadanos los que debemos alzar la voz para denunciar la burda maniobra con que nos quieren dar gato por liebre. Ya está bien de tonterías: ni Andalucía es una nación, ni Cataluña tampoco. Y lo que tendría que hacer el Parlamento andaluz es recurrir el Estatuto catalán al Tribunal Constitucional, en nombre de los ciudadanos andaluces que, como españoles que somos, no estamos dispuestos a que otros españoles saquen ventaja por el mero hecho de considerarse distintos.

Luis Domingo -

Una \"coartada\" para los nacionalistas

Horas antes, Javier Arenas había exigido a Chaves que retire esa enmienda que convierte a Andalucía en \"coartada\" de los nacionalistas. En un acto con cargos del partido de la provincia de Sevilla, Javier Arenas exigió al presidente de la Junta que regrese al consenso con los populares en el que acordaron calificar a la comunidad autónoma de \"nacionalidad histórica\". A juicio del presidente del PP-A, si Chaves no retira la enmienda es porque ni Zapatero ni los nacionalismos vasco y catalán se lo permiten.
Arenas rechazó que Andalucía se convierta en \"coartada\" de Maragall e Ibarretxe y los nacionalismos de ambas comunidades. Recordó que el 90 por ciento de los andaluces cree que España es la única realidad nacional. Por ello, consideró que seguir adelante con una reforma estatutaria que \"divida a los andaluces es un error político de mucha magnitud\". Y criticó la forma en que se están llevando a cabo las modificaciones del texto, con enmiendas que suponen \"un rodillo\" contra la postura de los populares. El popular afirmó que nunca podía esperar que Chaves \"hiciera tanto para que no hubiera consenso\". (FIN)

Luis Domingo -

Otros acuerdos

Otros acuerdos adoptados suponen la inclusión en el texto de una ley que regulará la participación de los ayuntamientos en los tributos de la comunidad y el reconocimiento de la renta básica. El dictamen y la proposición de ley de la reforma serán votados el próximo jueves en la Comisión de Desarrollo Estatutario, un trámite para el que, a petición del PP y PA, se abordará artículo por artículo del total de unos 250 con los que cuenta el texto.

En rueda de prensa, Manuel Gracia resumió la posición de los grupos en que hay dos (PSOE e IU) que apuestan por la reforma y otros dos (PP y PA) que \"no tienen el más mínimo\" interés en ella. Gracia destacó la estrategia \"coincidente\" de populares y andalucistas a la hora de \"parar\" la reforma y denunció las \"consignas nacionales\" del PP para abogar por la \"catástrofe\" en el debate territorial y \"poder sacar la cabeza\". En cuanto al PA, advirtió de que tendrá que explicar a los andaluces por qué \"igual que hace 26 años, no defiende\" un Estatuto de \"máximos\".

Antonio Sanz, portavoz del PP, calificó el trabajo de la Ponencia de \"decepcionante\" por la \"nula voluntad\" de consenso del PSOE y argumentó que el decálogo de asuntos propuestos por el presidente andaluz, Manuel Chaves, en la reunión de líderes de marzo ha sido un \"fraude\". \"Hay una actitud premeditada de Chaves para cargarse el consenso, producto de la imposición de los nacionalistas a Zapatero\", dijo Sanz, quien lamentó que \"nada\" de lo esencial planteado por su partido ha sido aceptado. (continua....

Luis Domingo -

El PSOE ha impuesto un Estatuto en Andalucía que sigue el modelo catalán tras aprobar la Ponencia para la reforma el dictamen del texto que define a esta comunidad como \"realidad nacional\", contra la denominación de \"nacionalidad histórica\" acordada con el PP. De esta manera se cumple lo vaticinado por Zapatero en la entrevista de El Mundo: \"Andalucía es una nacionalidad que evoca una realidad nacional, una identidad nacional\". El Estatuto andaluz contempla el blindaje de competencias, la relación bilateral entre autonomía y Estado o el Poder Judicial.

Los grupos parlamentarios intentaron en la última reunión de la Ponencia alcanzar un acuerdo sobre la denominación de Andalucía en el futuro texto, intento que no resultó ya que en estos dos aspectos cada uno mantuvo su posición, con lo que se han incorporado la fórmulas propuesta por el PSOE. Según el PP, \"PSOE e IU imponen en Andalucía una Reforma del Estatuto que no responde en absoluto a los intereses de los andaluces\".

El preámbulo de la reforma define a Andalucía como una \"realidad nacional\", mientras el artículo 1 mantiene la denominación de \"nacionalidad histórica\", si bien el presidente de la Comisión de Desarrollo Estatutario y portavoz socialista, Manuel Gracia, insistió en que su grupo está abierto a estudiar nuevas posibilidades que supongan el consenso de los cuatro partidos.

Frente esta posición, el PP insiste en exigir al PSOE que \"no se salga del acuerdo alcanzado\" en la primera fase de la Ponencia que recoge la definición de \"nacionalidad histórica\" y con la mención expresa a la \"unidad indisoluble\" de España, que los socialistas modificaron por la apelación al artículo 2 de la Constitución que establece el mismo principio. IU llevará hasta el Congreso su apuesta por que Andalucía sea denominada nación en el preámbulo y el artículo 1, al igual que el PA, que considera esta cuestión \"innegociable\" y tilda el resto de propuestas de \"traición\" a la comunidad. (continua....

R. P. Z. -

La debilidad del Estado

Antes me refería a dos causas. Entiendo que la segunda no es otra que la debilidad actual de nuestro Estado. Un factor que no hace sino potenciar por pasividad o permisividad las tendencias a las antes acabo de referirme. Debemos ser el país con la legislación más abundante del mundo, pero en que menos se atiende a su cumplimiento. Alguien definió escaracterística como \"una gran profusión de leyes sólo atenuada por su generalizado incumplimiento\". La Constitución consagra la existencia de unos símbolos nacionales y de una lengua común, pero a nadie parece haber preocupado corregir las numerosas y notorias violaciones de la Norma suprema. O de mantener vivo el sentimiento de solidaridad entre las distintas comunidades autónomas y el sentido de pertenencia a una patria común; el orgullo de ser español. Muy al contrario, se ha consentido la descentralización de la Educación y la mutilación de nuestra Historia

En su juicio sobre el Estado de las autonomías, Juan Pablo Fussi, un intelectual vasco de hoy, tras afirmar entre otras razones que «respondía a una visión real de España y de sus fundamentos territoriales» reconocía, citando al historiador Miguel Artola, que la Constitución no había construido «una forma estable de Estado». Y añade Fussi «España se había, en parte, desnacionalizado desde 1975 (...) a veces, la voz España parecía una palabra vergonzante, preterida a la de Estado español» . Quien tendría que haber hecho buena la Norma es la clase política y más en concreto los sucesivos gobiernos que ostentaron el poder dentro del Estado. Pero, unas veces por su propia incapacidad, otras por simple cobardía o absudos complejos, no supieron hacer cumplir esa Constitución que, al menos en teoría, había recibido el respaldo mayoritario de los españoles.

En la situación actual, hay una Institución, precisamente en el vértice del Estado cuya intervención directa y clara no hay más remedio que echar de menos hoy. Es la Corona, a la que aquella suprema Norma legal le concede un poder moderador y de arbitraje que sí utilizó en otros momentos delicados de la vida nacional. Nunca sería tan oportuna y necesaria como ahora una voz del Rey cuando se está dando lugar a medio plazo a una secesión más o menos encubierta. Una situación que además irá dando lugar, con más o menos rodeos o premuras, a nuevos casos de nacionalismo aldeano. El Estado no es la Nación, es su fórmula organizativa para lograr la convivencia dentro de ella. Un Estado que sólo actúa por la presión de resentimientos de hombres de partido y que no hace respetar las leyes no es válido como tal. Se convierte en una organización vacía de contenido. No quiera Dios que políticos incapaces, sólo preocupados de perpetuarse en el poder, nos rompan España. Y a eso vamos. (FIN)

R. P. Z. -

Una historia de enfrentamientos

España, cuyos orígenes son los de una provincia de Roma y que aún antes ya tenía una personalidad propia, se constituye por integración de una serie de reinos casi siempre enfrentados entre si, muy a pesar de sus luchas contra enemigos comunes –el Islam el principal de ellos– y de la política de enlaces matrimoniales. Unos reinos que sólo se unen cuando lo logra la mano fuerte de los Reyes Católicos, esos grandes reyes a los que con tanto desdén suele referirse el ministro Bono, sólo él sabrá por qué.

Pudo ser la diversidad de razas que se mezclan en la Península Ibérica la que ocasionaba esos enfrentamientos. O bien el juego de ambiciones personales a caballo de peculiaridades regionales, junto a la acusada tendencia al individualismo feroz que nos caracteriza. Lo cierto es que un historiador griego cuyo nombre siento no poder recordar definió a los pueblos de Iberia con estos o parecidos términos: un pueblo belicoso, cuyas tribus, cuando no tienen un enemigo común, luchan entre ellas... Pero parece lícito preguntarse si en los comienzos del siglo XXI, cuando todo tiende a la unión en unidades supranacionales, resulta racional la partición de las naciones, esa fórmula de convivencia colectiva que aún sigue siendo la más normal y eficaz. (continua....

R. P. Z. -

Ante los recientes acontecimientos de la política nacional que afectan de modo muy directo a todo el pueblo español, aunque en apariencia se circunscriban todavía hoy a dos de sus comunidades, me siento personalmente impulsado, más que a la lamentación estéril o a la legítima manifestación de dolor y rabia, a una reflexión del porqué de las fuerzas centrífugas que amenazan la unidad de la patria común. Ello, aunque sólo sea a título de aproximación a un tema cuyo calado le hace merecedor de estudio más profundo del que cabe en estas líneas.

El planteamiento puede hacerse en forma de una simple pregunta. ¿Por qué es España la casi única nación de nuestro entorno –ese que en tiempos se conoció como la Cristiandad, hoy Comunidad Europea– en que no pocos de sus habitantes rechazan el hecho de ser españoles?

El sentimiento de identidad nacional

Son dos, en mi criterio las causas de ese fenómeno. La primera, por su importancia, la debilidad del sentimiento de identidad nacional en nuestra patria. Es un hecho que llama poderosamente la atención en un pueblo con una historia de epopeya; que alumbró la existencia de todo un continente; que dio a luz nada menos que a veinte nuevas naciones que heredaron nuestra cultura sin renunciar a la suya propia en un mestizaje casi único en la historia; que creó un imperio \"en el que no se ponía el sol\"; y que, por si poco fuera, ejerció un predominio en la misma Europa, en la que tiene el origen más antiguo, naciendo como tal nación nada menos que en 1492. Todo ello con las luces y sombras que se quiera.

No hace mucho, un amigo de profunda formación intelectual, situaba los orígenes de esa crisis de identidad en las guerras carlistas, que frenaron la consolidación de nuestra identidad en tanto progresaba en los países de nuestro entorno. Otros, se refieren a la ausencia de España en las últimas conflagraciones de alcance mundial. Con mi respeto para todos, creo que las causas son anteriores y siguen tan vivas como hace siglos. (continua....

raquel -

no tienes ni idea de lo que hablas, pero... alla cada cual!