Alfredo Urdaci: «Voy a seguir hablando y poniendo mi voz allí donde lo pueda hacer»
Alfredo Urdaci tiene respuesta para todo y no se arrepiente de nada. Del poder a la rebeldía. Por estos días vuelve a estar en la palestra y no hay medio que se prive de comentar su libro Días de ruido y Furia. La televisión que me ha tocado vivir (Plaza y Janes) que salió a la venta el 21 de enero y que esta tarde (Círculo de Lectores de Madrid, 19.30 horas) será presentado oficialmente. Asegura que comenzó a escribirlo el mismo 11 de marzo, cuando España se encontraba convulsionada e impactada con los atentados en la Estación de Atocha.
En poco más de 340 páginas, Urdaci hurga en su memoria dedicando extensos capítulos a quienes fueron sus principales detractores, los socialistas. Muchos personajes cuestionables, otros no tanto, según su relato. Aznar, por ejemplo, también lo presionó. ¿Para qué?, para que la cadena apostara por la serie Cuéntame.
¿Cómo está de ánimo?
Muy bien.
¿Leyó lo que publicó en El Mundo Javier Pérez de Albéniz?
No, me lo han comentado... pero no.
Cuenta que pidió estar solo para leer tamaño suicidio intelectual y que usted debería leer más y escribir menos.
Yo los consejos los admito de los amigos. Nadie me tiene que decir si he de leer o he de escribir. No he leído ese análisis, pero insisto que hay mucha gente a la que le gustaría condenar a algunos periodistas al silencio, pero yo no me voy a callar. Uno puede estar de acuerdo o no con lo que yo escriba, pero voy a seguir hablando y poniendo mi voz allí donde lo pueda hacer.
¿Por qué no denunció ante la justicia las amenazas contra su integridad física y las de sus hijos que le habría hecho Miguel Ángel Sacaluga, consejero socialista de RTVE y que ahora describe en su libro?
Porque no di crédito a lo que decían. Por una parte pensé que eran frases desafortunadas, que estaba traduciendo mal un mensaje que se me quería hacer llegar de una cierta irritación, un cierto enfado de presión para que nosotros seleccionáramos los mensajes que ellos querían que salieran en los informativos, pero yo estaba convencido de que nadie en este país podía llegar a esos extremos como decir sabemos donde estudian tus hijos. A mí me parecía una exageración muy desafortunada y de hecho nadie lo ha hecho, pero yo no le di crédito a que hubiera quien tuviera intención de hacer eso, porque la persona que me lo dice no dice yo voy a llamar a tu casa, sino: hay en mi partido gente que dice esto.
Entonces ¿por qué ahora le da importancia?
Conforme se acercan las elecciones del 2004 ese tipo de frase se van repitiendo más a menudo y a ello sí que le doy más importancia, pero en ese momento ya queda poco que hacer. Yo no vi que tuviera sentido denunciar públicamente una amenaza y una presión de ese tipo.
¿Y ahora sí, que está fuera de Televisión Española?
Durante este tiempo, reflexionando en la historia reciente de este país, me he acordado como en el año 97 se montó una tremenda cuando un gran empresario de la comunicación como Asensio dijo públicamente que el portavoz secretario de Estado de Comunicación Miguel Ángel Rodríguez, durante una conversación telefónica, le dijo os vais a enterar. Bueno, ese os vais a enterar provocó una tormenta política de una magnitud tremenda.
Usted dice que cuando se acercaron las elecciones de 2004, sí le dio importancia a esas amenazas que incluían incluso rociarle con gasolina y prenderle fuego, ¿por qué entonces no lo denunció y ahora lo hace en un libro?
Yo a eso no le doy demasiada importancia. Yo cuento en el libro cómo ni siquiera me lo tomo como una amenaza. Hay cosas que, cuando pasa el tiempo, adquieren otro significado. Cuando en mi despacho, en víspera del comienzo de las elecciones oigo la frase vamos arrastrar tu nombre por toda España y estoy viendo que en los mítines del PSOE Zapatero me nombra y dice nunca más un Urdaci, sé que eso es real.
¿Tiene información de la decisión del grupo parlamentario Popular de leer su libro detenidamente para preparar una ofensiva parlamentaria en contra del PSOE?
Sí, he leído que han preparado una batería de preguntas para la Directora General, basadas en buena parte en los antecedentes que doy en el libro, por ejemplo a que la Directora General, Carmen Caffarel, ordenara la retirada de dos recursos que se habían interpuesto por parte de la casa en contra de la sentencia de la Audiencia Nacional.
¿Ha seguido atentamente todo lo que se ha publicado sobre su libro?
No, todo no.
Pues gran parte de lo publicado en todos los medios, y de todas las tendencias, se refieren a su libro como la expresión de un dolor personal, incluso de un ajuste de cuentas.
En el ajuste de cuentas y en la amenaza siempre hay una desproporción y generalmente son desproporcionados por excesos al castigo...Yo creo que en esto simplemente hay una explicación, puede que en algún momento, y tal vez sea cierto, que haya un resentimiento. Me lo han dicho y puedo compartir que hay un cierto resentimiento contra Juan Menor.
¿Por qué?
No porque siguiera siendo Director de Televisión Española, a mí eso me da exactamente igual. Yo creo que tuvo un comportamiento muy poco coherente. Él es una persona ausente en la casa y que nunca está en los momentos críticos. Él es el responsable de la programación de la película Asesinato en Febrero que nos hizo un daño atroz a la credibilidad de los informativos. Él deja que el muerto cuelgue sobre mis espaldas, sin aclarar en ningún momento que esa no era una responsabilidad mía.
Eso le dolió
Sí, sí y no me importa que se note porque yo tengo mi corazón como todo el mundo.
¿No se retracta ni un ápice de todo lo que ha escrito en el libro?
Absolutamente de nada.
En una parte del libro y describiendo lo sucedido en la Huelga General del 20-J, dice que fue un gesto de rebeldía, y por tanto un error. ¿Este libro no es un gesto de rebeldía?
Vamos a ver, quizás esa frase no está completa. Yo me refiero a que es un error, un gesto de rebeldía ante las cámaras. Este libro sí es un gesto de rebeldía.
¿Pero no es un error?
No, yo creo que no. He guardado silencio durante mucho tiempo y creo que tengo derecho a hablar, al derecho de réplica y es mi aportación a esa historia.
Para terminar con el tema del 20-J, ¿por qué al leer Comisiones Obreras, leyó ce-ce-oo-oo?
Eso fue un gesto de rebeldía. Yo vengo del mundo de la radio...
Pero un jefe de informativos de una estación estatal ¿se puede permitir tener un gesto de rebeldía, como usted dice, con un tema tan delicado como lo es una disposición de la Audiencia Nacional y frente a las cámaras?
Por eso te digo que eso fue un error. Hoy probablemente...no, seguramente, no volvería a repetirlo.
Y si hubiese tenido que pronunciar PSOE, ¿cómo lo hubiese leído?
Hubiese dicho PSOE , como decimos UGT. Eso lo cuento en el libro, es un gesto de rebeldía, es una lectura exactamente como a mí me la han planteado de algo que yo no he escrito y que me veo obligado a leer...
No he encontrado en la prensa ningún apoyo a su gestión, ni siquiera por las autoridades del anterior Gobierno.
Yo sólo recibo apoyo de mis amigos.
Se lo pregunto porque nadie de las antiguas autoridades, desde La Moncloa hasta Prado del Rey ha dicho nosotros apoyamos la gestión realizada por Urdaci.
Esas cosas son muy delicadas, porque si te ataca la oposición y el Gobierno sale en tu defensa, al final alguien puede interpretar que la oposición tiene razón...es muy delicado. Mira, yo he tenido muy malas relaciones con los enlaces o mensajeros del Partido Socialista en esa época, sin embargo he tenido unas relaciones muy cordiales, muy directas y casi muy fáciles con Izquierda Unida.
¿No se ha sentido abandonado?, ¿poco arropado por la gente que estaba en su posición?
No, no. No esperaba que públicamente dijeran nada.
¿Su libro lo presentará González Ferrari, que fue quien le nombró en mayo del 2000 Director de los Informativos de TVE?
Correcto.
No habrá nadie más presentando su libro ¿por qué? ¿se lo ha pedido a alguna otra persona?
No, no se lo he pedido a nadie más.
¿Directamente se lo pidió a Ferrari?
Se lo pedí directamente a él....vamos a ver, te voy a contar la verdad. Yo se lo pedí pero primero se ofreció él. Para mi Javier González Ferrari es una referencia profesional, lo ha sido siempre. Él ha compartido buena parte de las historias que se cuentan en el libro y yo no podría encontrar alguien que presentara mejor este libro que él. Es un amigo, es como un hermano. Hemos tenido un momento profesional paralelo. Si él estaba yo no necesitaba a nadie más.
¿En el fondo usted siente rabia por todo lo sucedido?, desde el punto de vista humano me refiero.
No, no, sí te diría que es cierto que a mí me ha tocado guiar una casa, una plaza muy difícil y en un tiempo muy complicado, pero no tengo ningún rencor.
¿Qué tirada tiene el libro?
Han sacado 20.000 de entrada y me dicen que en algunos puntos de Madrid está agotado.
¿De qué vive ahora?, ¿cuáles son sus proyectos?
Pues vivo fundamentalmente de escribir, de los libros. De este y dentro de unos meses sale otro sobre los cónclaves de los Papas.
¿Cómo cree usted que pasará a la historia cuando se hable del periodismo español en estos últimos años?
Bueno, depende de quien escriba esa historia...
Se lo pregunto porque...
Mira, para escribir la historia hace falta distancia y hace falta tiempo. Yo creo que ahora mismo no se puede escribir la historia de ese tiempo. Habrá que esperar cinco, siete, probablemente diez años, incluso más, para tener una visión un poco más fría...
Pero usted no ha esperado tiempo para escribir su libro.
Claro, es que este país tiende mucho al olvido...
¿Antes de que se enfríe?
Y a mí me apetece dejar mi voz ahí. Es que lo demás hubiese sido callar, estar en silencio cuando tantos han hecho tanto ruido y resulta que el único que no puede hablar ni decir nada, soy yo. Yo dejo mi voz, en un momento no caliente, pero quizás tibio, y cada cual que la juzgue como quiera. Yo soy actor, yo no estoy escribiendo la historia, por tanto no aspiro a escribir la historia del periodismo en esos años.
Pero tal vez el hecho de que sea actor de esta historia implica también que pueda haber una visión poco objetiva
Bueno, yo doy mi visión, no aspiro ni a la objetividad suprema ni a anularme como actor y autor.
La última pregunta: cuándo ganó el PSOE, ¿no era normal que le sacaran del cargo? ¿le dolió? ¿qué fue lo que gatillo...
A mí no me ha dolido...vamos a ver, a ver si dejamos algunas cosas claras..
Vale.
A mí no me ha dolido que me apartaran del cargo. Yo cuento en el libro cómo en junio del año 2003 yo ya he tomado la decisión de que esa es mi última temporada como presentador y como director de los informativos. Por tanto, no me puede doler que me aparten de ese cargo...primero: yo ya había tomado la decisión y segundo, cuando hay un vuelco político en este país por tradición se cambia al Director General de Radio Televisión Española, con lo cual sería una estupidez que a mí me doliera. No tengo ningún sentimiento con respeto a eso. Esa noche alguien me preguntó cómo estaba y le dije estoy muy bien, muy tranquilo y ahora empiezo a vivir, porque yo efectivamente me quito una cruz de encima. A mí eso no me duele.
¿Qué le duele?
A mí me duelen algunos comportamientos. Desde el cariño a esa casa, en la que yo he pasado 20 años, me puede parecer lamentable que quien venga haga tabla rasa de todo lo que había antes, cambiar absolutamente todo, los decorados, las cortinas....
Pero ese es un derecho de la nueva autoridad que asume, ¿no?
Sí, y el mío de criticarlo, basándome además en los resultados de audiencia de los telediarios.
23 comentarios
Oscar -
Ramon P. -
S. D. -
S. D. -
Pero Urdaci también revela en esas páginas dedicadas a la que después fue Princesa las zancadillas tan habituales en cualquier profesión y cómo la relación de la actual presentadora del telediario, Ana Blanco, con Letizia Ortiz era más que tirante y en más de una ocasión, Blanco, trató de torpedear la carrera profesional de Letizia.
Intromisiones de Aznar en TVE: pidió que se apostase por la serie Cuéntame
Otra anécdota destacable --un secreto, dice Urdaci, que pocos conocen y revela--, la que se refiere al ex presidente del Gobierno José María Aznar y sus supuestas "intervenciones" en TVE, negadas por el ex director de informativos. "En aquella época se dio una intervención muy notable del presidente Aznar en TVE cuenta Alfredo Urdaci--. No piensen en cuestiones políticas, es algo más sorprendente. (continua....
S. D. -
Ana Blanco y las zancadillas a Letizia Ortiz
Alfredo Urdaci trata con cariño y respeto a la Princesa Doña Letizia, a quien contrató para TVE --antes de conocer al Príncipe-- y con quien compartió las presentaciones de los telediarios. Merece la pena sumergirse en un buen número de asuntos que el navarro aclara respecto a la relación de la Princesa y su trabajo en TVE.(continua....
S. D. -
Sin embargo, llama la atención que la primera gran polémica del libro salte precisamente con un periodista al que aunque se refiere Alfredo Urdaci a él en sus páginas, no le menciona con nombre y apellidos como a casi todos los demás, sea para elogiarles o criticarles. Se trata del columnista de ABC y ex director general de Antena 3, Manuel Martín Ferrand.(continua....
S. D. -
Bono quiere que le pregunten los periodistas
Entre los "favoritos" de Alfredo Urdaci, pues naturalmente están personajes políticos como José Luis Rodríguez Zapatero, José Bono, Pepiño Blanco, Alfredo Pérez Rubalcaba, Pío Cabanillas; periodísticos como Juan Menor, Ana Blanco, Fernando G. Delagado, Miguel Ángel Sacaluga, Ángela Rodicio, etc. Entre los de verdad favoritos, sin entrecomillar, Letizia Ortiz, José María Aznar, José Antonio Sánchez, Javier González Ferrari, Pedro Roncal entre otros muchos compañeros de su etapa en TVE. A todos ellos les dedica el periodista elogios y críticas desde luego nada neutros y, a veces, muy comprometidos sean para bien o para mal. (continua....
S. D. -
Muchas anécdotas curiosas salpican lo escrito por Urdaci. También algunas leyendas --casi urbanas-- que han recorrido los cafés y restaurantes de postín en los últimos años reciben explicaciones convincentes. Pero sobre todo pueden leerse denuncias de gran peso, en una etapa de "ruido y furia", que invitarían a más de una explicación por parte de los señalados directamente por el dedo del autor y que merecen una lectura sosegada de sus páginas y un análisis exhaustivo de lo que deja por escrito. Las dudas del 11-M
Por ejemplo, sobre el 11-M menciona la primera entrevista que TVE realiza al portero de Alcalá de Henares que avisó a la policía de la furgoneta de los terroristas. Dice Urdaci que en aquella primera entrevista el portero indica que vio a tres encapuchados en una furgoneta que le llamaron la atención porque no hacía frío, pero que no podía precisar la ropa que llevaban porque "eran las siete de la mañana y estábamos entre dos luces". Más aún, declara el portero unas horas después de ver a los encapuchados y cuando naturalmente los recuerdos están frescos en la memoria: "Sí bueno, era el clásico encapuchado ( ) tenía el estilo de los encapuchados que salen en la televisión, los de la ETA".
S. D. -
La verdad es que el periodista, actualmente redactor en excedencia de TVE, a lo largo de 340 páginas, como suele decirse "no deja títere con cabeza". Motivos no le faltan, porque quizá salvo el anterior presidente del Gobierno, José María Aznar, nadie ha sufrido una campaña pública de acoso y derribo tan virulenta en los últimos años en España como el que fuera jefe de los servicios informativos de Torrespaña.
Incluso, el anterior jefe de la oposición, ahora presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, terminó todos sus actos durante la última campaña electoral al grito de ¡A por Urdaci!: "Os imagináis a Urdaci anunciando el 14 de marzo a las nueve de la noche la victoria socialista?" decía Zapatero en sus actos para regocijo de sus seguidores socialistas. Un heraldo de Alfredo Pérez Rubalcaba --el socialista del Consejo de RTVE, Miguel Ángel Sacaluga--, llegó a decirle al por aquel entonces jefe de los servicios informativos de TVE: "Te vamos a llenar de gasolina y te vamos a arrojar una cerilla".
Martin P. -
Pero en un par de segundos, los periodistas agrupados y unidos como lapas sobre la figura de Urdaci se movieron en masa hacia otro punto de atención. Era Ana Botella, bien risueña y bien protegida por sus guardaespaldas. ¿Qué le parece el libro?, Fue la primera pregunta. No, no le puedo decir nada porque no lo he leído, respondió la concejala del Ayuntamiento de Madrid y esposa del ex presidente José María Aznar.
Los invitados al acto esperaban entre copas de vino, cerveza y refrescos. Comentaban la actualidad política, lo dicho y lo no hecho por los socialistas, lo bueno del libro y lo mala que es la conducción de Lorenzo Milá y encima sin corbata. Todo se desarrollaba en el hall de entrada en cuyas paredes cuelgan los retratos en blanco y negro de los grandes como Antonio Saura, Octavio Paz, Valle Inclán, Rafael Alberti. (fin)
Martin P. -
Después de tantos elogios a Urdaci no le faltaron fuerzas para tomar la palabra y una vez más explicó su teoría sobre algunos comportamientos humanos, que muchas veces son proporcionales al castigo al que son sometidas algunas personas.
Yo no sé si me arrepentiré en algún momento de contar lo que he contado, pero estoy seguro que me habría arrepentido siempre si no se hubiera publicado. No sé que será de mí después de este libro. No es un libro de ajuste de cuentas. Voy a citar a Rodríguez Zapatero en un libro nunca hay violencia. La palabra escrita es diálogo y tolerancia No es una venganza contra nadie. Esta es mi versión. No me voy a callar, no por sacudirme el pasado, sino para abrazarlo. Muchas gracias Aplausos cerrados.
Treinta minutos de presentación, el mismo tiempo que ocuparon los periodistas para posteriormente asediarle con una y otra pregunta. ¿Ha recibido amenazas de muerte?, Preguntaba a viva voz un reportero. No, respondía Urdaci. ¿Ni antes, ni después?. No, insistía el periodista entrevistado. (continua....
Martin P. -
Los oyentes de Ferrari asentaban con sus cabezas en el más absoluto silencio. Ellos de cuello y corbata, ellas bien vestidas, bien maquilladas. Y el Presidente de Onda Cero continuaba con su suerte de homilía: Lo que ha hecho Alfredo, que es un hombre como Machado, en el buen sentido de la palabra bueno. Me siento orgulloso de él, por ser un hombre sin dobleces, alguien que se viste por los pies en un entorno donde la simulación es moneda de curso legal. Yo hoy quiero reivindicar alto y claro al periodista y al hombre. Alfredo enhorabuena por el libro, pero sobre todo enhorabuena por ser como eres. (continua....
Martin P. -
Tras el cara a cara con las cámaras, Alfredo Urdaci caminó con dificultad entre los periodistas por un pequeño y estrecho pasillo hacia el auditorio que se repletó de gente deseosa de cazar un buen lugar para escuchar atentamente la presentación de Días de ruido y furia. En minutos algunos sentados, otros de pie, pero todos atentos esperando las palabras de Urdaci.
El encargado de la presentación fue su mentor profesional, el presidente de Onda Cero, Javier González Ferrari que se instaló a la diestra de Urdaci, ambos escoltados por grandes afiches de la portada de libro que refleja su imagen, tal cual se ha visto en los últimos lustros a través de las pantallas de la cadena estatal de televisión.
Primero habló Ferrari. No ahondó en el contenido del libro que se presentaba, una tarea que prefirió dejar al juicio de los lectores. Sus palabras estuvieron centradas en un sin fin de elogios a su autor. (continua....
Martin P. -
Alfredo, Alfredo, gritaban los cámaras para que el ex Director de Informativos de Televisión española clavara la mirada en los objetivos con su libro en las manos. Y lo hacía perfectamente. A la derecha, a la izquierda, al centro y otra vez, a la derecha. Vestido con su clásico traje azul, y tal vez con algunos kilos demás, Urdaci no ahorraba esfuerzos para atender a la prensa y a la vez saludar a sus leales con una sonrisa de oreja a oreja.
El aforo estaba completo y compuesto por personajes como Carlos Dávila, Víctor Arribas, Carmen Tomás, y otros pocos rostros conocidos, aunque minutos más tarde llegaría la máxima atracción femenina del evento, Ana Botella. (continua....
Hellcat -
Pero lo que es innegable es que con la marcha de Urdaci se cierra el periodo más infame de manipulación informativa que ha vivido este pais desde la dictadura.
Olabarria -
Los socialistas lo que querian es que Urdaci pusiera en el telediario las imagenes de los mitines que ellos quisieran y Urdaci ante eso no doblo la rodilla.
Javier Martinez -
C. Morodo -
En cuanto a Juan Menor no te hagas mala sangre. Es como aquellos muñecos de Forges que se untaban pegamento en el trasero para pegarselo a la poltrona, pero a todo gochín le llega su sanmartín...
Toledo M. -
Vitoria -
Lo que cuenta en el libro es clarificador. Los resultados de audiencia de sus telediarios y los que han venido después, también son muy expresivos.
Cuando pase la manipulación sin principios actual, Urdaci será rehabilitado. Lo que se le ha hecho no tiene nombre.
Maite P. -
Gabriel A. -
Sebastian -
Días de ruido y furia es el relato de esos seis años, de los grandes acontecimientos que le tocó vivir, desde los atentados etarras hasta la huelga del 20-J, el Prestige o el impacto del 11-M; también es testimonio de las batallas políticas por el control de la televisión y de la vida interna de la redacción, así como un retrato de las personas que intervinieron en unas y otra.
Para su autor este libro representa algo más: el ejercicio del derecho de réplica de un periodista al que Rodríguez Zapatero citaba en todos sus mítines de la campaña para las generales de 2004.
Libro de memorias, pues, pero también rendición de cuentas de una carrera controvertida, cuya neutralidad él reivindica, trufada de sinsabores pero también de momentos felices, como cuando supo que su subordinada Letizia Ortiz iba a convertirse en princesa de Asturias. La obra, en fin, de un periodista consciente de que la verdad no está completa si no se tienen todas las versiones, y que muchas veces éstas no son posibles sin destapar aquello que sigue oculto.