"ZP actúa como presidente del PSOE, no de España"
Frente a la inminente aprobación del Anteproyecto de Ley de Aborto, Fundación Vida reclama al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero “una visión de Estado, que va mucho más allá de la visión de un partido”. Para el director, Manuel Cruz, “el presidente debe recordar que gobierna un país en el que más de la mitad de la población no está de acuerdo con él, y también se debe a ellos”.
“El Ejecutivo ha llevado adelante esta ley avasallando, e incluso humillando, a quienes no piensan como ellos, sin escuchar en ningún momento las razones ni las evidencias científicas que se le han ofrecido. Ni siquiera le han importado las voces que se han alzado entre los mismos socialistas condenando su iniciativa y recriminándole su engaño, porque, hay que recordarlo, no aparecía en su programa electoral. De haberlo hecho, sus 11 millones de votantes se habrían resentido notablemente”, denuncia el directivo.
Manuel Cruz también lamentó que se haya sacado adelante el anteproyecto “desde la mentira y a base de mentiras y tergiversaciones. Tras el ocultamiento electoral, han mentido diciendo que la sociedad española lo reclamaba, o que se quería meter a las mujeres en las cárceles, o que no hay vida en el embrión, o ignorando manifestaciones de más de 500.000 personas, para hacer exactamente lo que ellos quieren. Esto sólo puede definirse como mentiras, porque la otra posibilidad es aún más grave. Que el Gobierno no es capaz de percibir la realidad”.
Para la Fundación Vida, “nos encontramos ante un Ejecutivo al más puro estilo soviético, donde se rinde culto al presidente y se instaura una dictadura política, social y cultural, donde sólo caben quiénes piensan como el que manda. Bajo la apariencia de democracia, se obvia a la mitad de la población para satisfacer a esas minorías que pueden darle el poder, aunque para ello tenga que pisotear a más de la mitad de los ciudadanos”.
“El presidente y sus ministros están obsesionados con el sexo y con la muerte. En lugar de disfrutar la vida, se obcecan en infantilizar eidiotizar a la sociedad. En lugar de promover valores y responsabilidad, venden derechos, como si cualquier cosa fuera válida con tal de obtener satisfacción personal. Con estas premisas, nos aboca a aquello que acabó con el comunismo. Una sociedad sin alicientes, llena de funcionarios y parados, que sólo espera el final”.
“Estamos frente a un Gobierno que vive del pasado, del odio y del rencor. Pretende cobrarse la revancha del franquismo convirtiéndose en un pobre imitador de aquello que aborrece. Utiliza esos métodos que denuncia en el dictador, aunque de manera chapucera y con improvisaciones impropias de un dirigente. Cuando vio que no salía adelante con la crisis, comenzó a hacer guiños a las minorías más radicales para asegurarse su apoyo, promocionando el aborto. Del pan y toros franquista hemos pasado al más aborto y sin pan, porque el Gobierno está superado por la realidad”