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Aborto

"ZP actúa como presidente del PSOE, no de España"

"ZP actúa como presidente del PSOE, no de España"

Frente a la inminente aprobación del Anteproyecto de Ley de Aborto, Fundación Vida reclama al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero “una visión de Estado, que va mucho más allá de la visión de un partido”. Para el director, Manuel Cruz, “el presidente debe recordar que gobierna un país en el que más de la mitad de la población no está de acuerdo con él, y también se debe a ellos”.

“El Ejecutivo ha llevado adelante esta ley avasallando, e incluso humillando, a quienes no piensan como ellos, sin escuchar en ningún momento las razones ni las evidencias científicas que se le han ofrecido. Ni siquiera le han importado las voces que se han alzado entre los mismos socialistas condenando su iniciativa y recriminándole su engaño, porque, hay que recordarlo, no aparecía en su programa electoral. De haberlo hecho, sus 11 millones de votantes se habrían resentido notablemente”, denuncia  el directivo.

Manuel Cruz también lamentó que se haya sacado adelante el anteproyecto “desde la mentira y a base de mentiras y tergiversaciones. Tras el ocultamiento electoral, han mentido diciendo que la sociedad española lo reclamaba, o que se quería meter a las mujeres en las cárceles, o que no hay vida en  el embrión, o ignorando manifestaciones de más de 500.000 personas, para hacer exactamente lo que ellos quieren. Esto sólo puede definirse como mentiras, porque la otra posibilidad es aún más grave. Que el Gobierno no es capaz de percibir la realidad”.

Para la Fundación Vida, “nos encontramos ante un Ejecutivo al más puro estilo soviético, donde se rinde culto al presidente y se instaura una dictadura política, social y cultural, donde sólo caben quiénes piensan como el que manda. Bajo la apariencia de democracia, se obvia a la mitad de la población para satisfacer a esas minorías que pueden darle el poder, aunque para ello tenga que pisotear a más de la mitad de los ciudadanos”.

El presidente y sus ministros están obsesionados con el sexo y con la muerte.  En lugar de disfrutar la vida, se obcecan en infantilizar eidiotizar a la sociedad. En lugar de promover valores y responsabilidad, venden derechos, como si cualquier cosa fuera válida con tal de obtener satisfacción personal. Con estas premisas, nos aboca a aquello que acabó con el comunismo. Una sociedad sin alicientes, llena de funcionarios y parados, que sólo espera el final”.

Estamos frente a un Gobierno que vive del pasado, del odio y del rencor. Pretende cobrarse la revancha del franquismo convirtiéndose en un pobre imitador de aquello que aborrece. Utiliza esos métodos que denuncia en el dictador, aunque de manera chapucera y con improvisaciones impropias de un dirigente. Cuando vio que no salía adelante con la crisis, comenzó  a hacer guiños a las minorías más radicales para asegurarse su apoyo, promocionando el aborto. Del pan y toros franquista hemos pasado al más aborto y sin pan, porque el Gobierno está superado por la realidad”

«El Gobierno no puede ser juez y parte en el debate sobre el aborto»

«El Gobierno no puede ser juez y parte en el debate sobre el aborto»
En una entrevista concedida a ABC, el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino desmonta uno a uno los argumentos del Gobierno para llevar adelante su polémica reforma de la ley del aborto. Considera que los actos y manifestaciones que tendrán lugar esta semana, con motivo de la celebración hoy de la Jornada por la Vida, son una evidencia de que el debate sobre la despenalización del aborto no está aceptado y mucho menos superado como defiende el Gobierno.
-¿Cómo valoran la acogida que está recibiendo la campaña?
-Está consiguiendo en buena parte algo de lo que deseábamos y es que el protagonista del debate sobre el aborto tenga voz. No se puede silenciar, no escuchar la voz sin palabras de los que van a nacer y sobre cuya vida se decide.
-Entre las voces más críticas está la del portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, quien acusó a la Iglesia de buscar la cárcel para las mujeres que aborten...
-Con esta campaña, la Iglesia no busca la cárcel de nadie. Lo que busca es la justicia, el reconocimiento del derecho fundamental de todos a vivir. Ese derecho debe estar protegido por la ley. ¿Cómo está protegido técnicamente? y en caso de ser violado ¿Cuáles son las penas que deben estar establecidas? Son cuestiones técnicas en las que la Iglesia no entra directamente y mucho menos en el destino concreto de los implicados en cada caso. Son los jueces los que tienen que ver en cada caso qué tipo de penas corresponde a quien haya quebrantado un derecho fundamental como éste.

-El Gobierno insiste en que el debate sobre la despenalización del aborto está «aceptado y superado» por la sociedad...
-No se puede ser juez y parte en un juicio. Entonces, quien puede decir si un debate social está cerrado o no es la sociedad y por lo que estamos viendo la sociedad no piensa que el debate sobre la protección adecuada para los seres humanos que van a nacer esté cerrado. Contra los hechos no hay argumentaciones que valgan.
-¿Echan en falta los obispos la ausencia de consulta por parte del Gobierno?
-El Episcopado no pretende ser un interlocutor del Gobierno para todos los asuntos posibles que afectan a la vida social. En este campo, las partes implicadas son las asociaciones de madres, de padres de familias, las organizaciones pro vida, y los especialistas en los ámbitos de la sanidad. Ellos son los que llevan este asunto y ahí es donde se debe dar el debate y donde el Gobierno debería recoger cuáles son las diversas opiniones que hay. Nosotros hemos querido contribuir a la clarificación de la conciencia de los católicos y de todos los que buscan la verdad sobre este asunto y no pretendemos suplantar a ningún otro actor social.
-Uno de los argumentos que usa el Gobierno para justificar la reforma es abordar «el conflicto de intereses» entre la madre y el no nacido, pero ¿se garantiza el derecho a ser madre?
-Lo justo en este debate no es plantear un derecho de la mujer como algo contrario al derecho del niño que va a nacer. Esta disyuntiva es falsa. Si se presentan como magnitudes en contraposición se violará el derecho a la vida del que va a nacer, pero también se violarán los derechos de la madre a ser madre. La Iglesia desea promover un ambiente amigo de la madre y de la maternidad. Esa es la manera de enfocarlo, no plantear el asunto como un conflicto de intereses. Puede haber dificultades pero tienen solución y la solución no puede ser una acción que siempre compromete moral, física y humanamente a la madre y que la convierte también en víctima. Lo justo es proteger la vida de los que van a nacer y ayudar a las madres.
-La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, ha acusado a la Iglesia de «devaluar» al lince con esta campaña...
-Nuestra campaña no pretende en modo alguno devaluar el interés por la vida de las especies en peligro de extinción. Al contrario, apoyarse en la sensibilidad que existe actualmente respecto de la protección de especies animales en extinción para suscitar la pregunta y el debate acerca de la necesidad de proteger también, más y no menos, la vida de los seres humanos que van a nacer contribuye a ennoblecer la causa de la protección de la fauna y de la flora. Lejos de deslegitimarla es un punto de apoyo que consideramos positivo para avanzar en la protección más a fondo de la vida de los seres humanos que van a nacer.
- Con la aprobación de leyes como la de reproducción asistida, biomedicina o la futura reforma de la ley del aborto, ¿la vida tiene que reunir cada vez más requisitos para ser considerada una vida digna en España?
- No hay nada que nos legitime para quitar la vida a un ser humano inocente por ninguna característica particular de salud, genotipo, fenotipo, apariencia, oportunidad o inoportunidad. Eliminar a un ser humano inocente es algo que degrada moralmente a quien comete esa violación.
-Allí está el caso del «bebé medicamento». Algunos de los embriones utilizados han sido descartados por no reunir las características para poder curar a su hermano enfermo...
-Ha habido ideologías, sobre todo en el siglo XX, que hablaban de «vidas humanas no dignas» o «indignas de la vida humana» pero eso es una contradicción en los términos. ¿Quién puede declarar a un ser humano indigno de vivir? Esto es erigirse en jueces de la vida de los demás. Esta mentalidad viene propiciada por las capacidades de la técnica que permite que el ser humano sea producido en los laboratorios. Es entonces cuando empieza también a ser valorado por sus posibles utilidades. Con esta mentalidad, que degrada al ser humano, entramos en lo de la calidad de vidas humanas y empezamos a hablar de vidas que no nos sirven o que no sirven a alguien o vidas que incluso no servirían a la propia persona que empieza a considerarse a sí misma indigna de vivir. Esto es una las caras oscuras de nuestra civilización, con lo cual no estamos dando un juicio negativo de nuestra civilización sino alertando de que las técnicas y la ciencia de nuestros días, que en sí son buenas, deben ser utilizadas a favor del ser humano.
-¿Qué le parece la idea de algunas cofradías de apoyar en esta Semana Santa la campaña ?
-Las cofradías llevan tiempo preocupadas por este asunto, por el debate público fragmentario que ha habido hasta ahora sobre el aborto y ya hace tiempo estaban pensando cuál podía ser su contribución. Por tanto, su iniciativa es coherente y digna de ser agradecida por toda la sociedad.
-¿Apoyarán los obispos con su presencia las manifestaciones convocadas por las asociaciones pro vida este fin de semana?
-Los obispos animan a contribuir con todos los medios legítimos a las asociaciones que defienden la vida, según la reciente nota de la Subcomisión para la Familia y la Vida.

MANIFIESTO. 'Declaración de Madrid'. Mil científicos e intelectuales firman contra la reforma de la Ley del Aborto.

MANIFIESTO.  'Declaración de Madrid'. Mil científicos e intelectuales firman contra la reforma de la Ley del Aborto.

 

Entre los que suscriben el texto, hay 200 miembros de las Reales Academias
  • Defienden el derecho a la vida del ser humano desde la fecundación
  • Dicen que el aborto es un drama con dos víctimas: 'Una muere y otra sobrevive'

Un millar de reconocidos intelectuales respaldan la denominada 'Declaración de Madrid', un manifiesto en el que los firmantes aportan "razones científicas y no ideológicas" para defender el derecho a la vida del ser humano desde el momento de la fecundación.

Científicos, biólogos, juristas, psiquiatras, pediatras, ginecólogos, filósofos, doctores, catedráticos y profesores universitarios han rubricado este documento, presentado ante la inminente aprobación por parte del Gobierno de una Ley que permitirá el aborto libre durante, al menos, las primeras 14 semanas de gestación.

Todos ellos se han posicionado en contra de las conclusiones de la subcomisión parlamentaria creada para modificar la legislación vigente así como de las propuestas del Comité de Expertos convocados por la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, en donde, aseguran, no se ha consultado a nadie de la elite científica que defienda el derecho a la vida desde el seno materno.

La doctora Mónica López Barahona, biomédica y consultora de Bioética de Naciones Unidas, ha recalcado que el embrión unicelular, en estado de cigoto, "es vida humana" y, por lo tanto, "es objeto de los mismos derechos que cualquier otro individuo de la especie".

"Por eso -ha proseguido-, entrar en una terminología de plazos no es aceptable, porque uno no pertenece más o menos a la especie humana según el número de células que tenga o según los kilos que pese".

En el manifiesto se argumenta que existe sobrada evidencia científica de que la vida empieza en el momento de la fecundación, porque los "conocimientos más actuales así lo demuestran".

En esta línea, Nicolás Jouve, catedrático de Genética de la Universidad de Alcalá de Henares, ha explicado que esta disciplina señala que la concepción es el momento en que se constituye "la identidad genética singular" de cada persona.

"La biología celular explica que los seres pluricelulares se constituyen a partir de una única célula inicial, el cigoto, en cuyo núcleo se encuentra la información genética que se conserva en todas las células y es la que determina la diferenciación celular; la embriología describe el desarrollo y revela cómo se desenvuelve sin solución de continuidad", ha relatado.

Por esta razón, los científicos -entre los que figuran más de 200 miembros de las Reales Academias- hacen hincapié en que "un aborto no es sólo la interrupción voluntaria del embarazo, sino un acto simple y cruel de la interrupción de una vida humana"

"El aborto es además una tragedia para la sociedad. Una sociedad indiferente a la matanza de 120.000 bebés al año es una sociedad fracasada y enferma", agregan.

Entre las conclusiones de la Subcomisión del Congreso, condenan el otorgar a las menores de edad -mayores de 16 años- la posibilidad de poner fin a su embarazo sin consentimiento paterno.

José Andrés Gallego, del Centro de Estudios Históricos del CSIC, ha afirmado que obligar a una joven a decidir sola a tan temprana edad es una "irresponsabilidad" y una "forma clara de violencia contra la mujer".

En el 'Manifiesto de Madrid' se demanda información clara para que las mujeres puedan adoptar "libremente su decisión", tanto del procedimiento como de las consecuencias que esta intervención tendrá para ellas, sin omitir el cuadro psicopatológico conocido como "síndrome postaborto".

Los firmantes subrayan que el aborto es un drama con dos víctimas: "una muere y la otra sobrevive, y sufre a diario las consecuencias de una decisión dramática e irreparable".

También solicitan, en defensa de los médicos que se oponen a destruir vidas, "la libertad de objeción de conciencia en esta materia, puesto que no se puede obligar a nadie a actuar en contra de ella".

Los expertos, entre ellos César Nombela, catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense, creen que disminuir el número de abortos pasa por establecer nuevas medidas de apoyo a las mujeres, para que puedan continuar con su embarazo, así como por facilitar la adopción.

Rabia de los "progres" pro gubernamentales ante la campaña del lince y el bebé.

Rabia de los "progres" pro gubernamentales ante la campaña del lince y el bebé.

Los "progres" pro gubernamentales están que rabian porque la Iglesia Católica española acaba de lanzar una campaña de publicidad, clara y explícita, en la que se defiende el derecho a la vida de los que van a nacer. En la campaña aparece la imagen de un lince, una especie protegida en España, y de un bebé, 120.000 de los cuales perecen cada año en España, antes de que nazcan, víctimas de una legislación sobre el aborto que el gobierno quiere ampliar y que permitirá que una adolescente de 16 años pueda abortar sin el permiso de sus padres.

La campaña resalta el hecho real y paradójico de que el Código Penal español establece penas de cárcel para los que atentan contra la flora y la fauna protegidas, mientras que quiere proteger y despenalizar a aquellos que atenten contra la vida de los bebés que van a nacer.

El gobierno y la izquierda han movilizado a sus peones para ridiculizar la campaña y a la Iglesia, pero el tiro le ha salido por la culata a la "SER", quien ha asumido la tarea de desacreditar a la Iglesia y a su campaña.

Bochornosa la entrevista del lunes 16 de marzo en "La Ventana", de la cadena SER, al portavoz de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Martínez Camino. La conductora del programa intentó por todos los medios y en todo momento dejarlo en ridículo, pero no lo consiguió porque la inteligencia y la preparación intelectual del obispo jesuita son muy superiores a las de la locutora "progre".

Como periodista, no me siento en modo algono "colega" de los periodistas que abandonan la independencia y renuncian a la objetividad, poniendo su trabajo al servicio de un partido político. Esos periodistas que se entregan voluntariamente a la causa del poder han dejado de ser periodistas y han pasado a formar parte de la "policía del pensamiento". La labor de estos "perros del poder", es una de las principales causas de la actual decadencia y degradación de la democracia española.

Un lector, que ha escuchado la entrevista, afirma: "me he quedado admirado de la preparación intelectual tan aguda, del dominio de la dialéctica tan notable y de la excelencia en la argumentación del citado alto clérigo frente la periodista, quien por más que le hacía preguntas arietes y de muy mala leche (que por supuesto le estaban pasando otros más avispados de la Cadena Ser para que ella se las hiciera, dado que la pobre mujer no da para tanta mala uva en el preguntar) el jesuita Martínez Camino no se ha cortado ni un pelo, le ha parado intelectualmente todas las flechas recibidas, de forma brillante y dejando a la entrevistadora derrotada por pasivo, por activo, por arriba y por abajo." Y agrega: "algunos progres (del peor sentido del progresismo) no se quieren enterar, que por muy mal que nos caigan, la preparación discernidora que da una Facultad de Teología como la de Salamanca o cualquier otra de la Iglesia, es de muy elevado nivel intelectual en comparación con la preparación pésima, ideologiquilla y "batallista de barricadas" que dan en los partidos políticos u otros Medios que creen haber inventado el raciocinio."

Quien quiera escuchar la entrevista completa (merece la pena como documento periodístico deleznable), que pulse aquí

Ave Lucia. Sergio Dalma hace un canto a la vida.

La canción Ave Lucía, de Sergio Dalma, refleja el miedo y la soledad de una joven que queda embarazada de modo imprevisto. También pone de manifiesto que lo que lleva dentro es una vida que nacerá y le hará comprender que cualquier esfuerzo ha merecido la pena por salvarla: "Nacerá de tu cuerpo nacerá, cuando pueda abrir los ojos te verá, y darás por buenas las peores de tus penas ante todo, y sobre todo, vivirá", dice la letra.

La historia, no por no conocida, deja de ser impactante: pareja de novios jóvenes, ella se queda embarazada. Incertidumbre, miedo a los cambios del cuerpo y pánico a los cambios que en la vida supone tener un hijo… Todo eso lo aborda Sergio Dalma en esta canción.

Con su característica voz y su personalísmo estilo de interpretar, Dalma da la perspectiva que siempre se niega: ¿y qué pasa cuando la chica decide darle la oportunidad a ese hijo y asumir las consecuencias? Esta letra lo refleja.

Ave Lucía
Ave lucía
el predictor se pinta de rosa
en tu cuarto de baño
ave lucía
y te dice que vas a ser madre
a finales de mayo
y tu novio de noches secretas
se ha vuelto enemigo
vaya ironía
ave lucía.

Ave lucía
hay un médico tal que resuelve al final
este tipo de casos
con garantía
en un fin de semana te puede sacar
de un mal paso
pero sientes que dentro de ti
algo nuevo ha pasado
una rareza
una alegría
algo que crece
ave lucía.

Nacerá de tu cuerpo nacerá
cuando pueda abrir los ojos te verá
y darás por buenas las peores de tus penas
ante todo, y sobre todo, vivirá.
Ave lucía
has crecido diez años o más en un solo día
ave valiente
decidiendo marchar por la vida
levantando la frente
y jugándote el tipo por algo que vale la pena
yo soy tu amigo
amiga mía
cuenta conmigo
ave lucía
ave lucía

 

La ministra de Igualdad, Bibiana Aído (PSOE), presenta el aborto libre: hasta las 14 semanas, a los 16 años y sin consentimiento paterno.

La ministra de Igualdad, Bibiana Aído (PSOE), presenta el aborto libre: hasta las 14 semanas, a los 16 años y sin consentimiento paterno.

 La ministra defiende la despenalización total del aborto; el derecho de la mujer no puede prevalecer sobre el del feto, dice el Constitucional.

La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, presentó este jueves, 5 de marzo, las propuestas definitivas del Comité de Expertos de su departamento para la elaboración de una nueva ley de plazos del aborto. La propia Aído defendió en la rueda de prensa el aborto libre hasta las 14 semanas, incluso en las adolescentes a partir de los 16 años y sin permiso paterno, y la despenalización total en cualquier caso.

El siguiente paso es la presentación del informe en el Consejo de Ministros este mismo viernes por parte de la propia ministra. Está previsto que el anteproyecto de la nueva ley del aborto vea la luz antes del verano.

Así, el aborto podrá ejercerse libremente en las primeras 14 semanas del embarazo y se permitirá hasta las 22 en caso de riesgo para la vida o la salud de la madre o graves anomalías del feto. No habrá ningún límite para los casos de diagnósticos tardíos de malformaciones.

Los derechos son del feto

Sin embargo, los argumentos a favor del aborto libre y en defensa de los derechos de la mujer a decidir, esgrimidos por la ministra y por el resto del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, se estrellan contra la sentencia del Tribunal Constitucional de 1985.

Esta sentencia hace imposible una ley de plazos como la que propone el Comité de Expertos y que pretende aprobar el Gobierno; una ley que dice que durante un tiempo el feto tiene derechos y durante otro tiempo no.

La sentencia establece que el derecho de la mujer no puede prevalecer sobre el derecho del feto, y considera a éste un ser vivo con derecho a desarrollarse, excepto en los tres supuestos que contempla la ley para poder abortar.

El derecho de la mujer no puede tener primacía absoluta sobre la vida del nasciturus, dado que esta prevalencia significaría la desaparición de un bien que encarna un valor central en el ordenamiento constitucional”, dice la sentencia.

El texto constitucional habla textualmente de “una vida humana... que comienza con la gestación” y también de que “la gestación ha generado un tertium existencialmente distinto a la madre…”, añadiendo que “el nasciturus está protegido por el Art. 15 de la Constitución [...] Es un bien jurídicamente protegido”.

La protección del feto la concreta asimismo el Tribunal Constitucional en su sentencia en estos términos: “el nasciturus implica para el Estado, con carácter general, dos obligaciones, la de abstenerse de interrumpir o de obstaculizar el proceso natural de gestación, y la de establecer un sistema legal para la defensa de la vida que suponga una protección definitiva de la misma”.

Todas estas cuestiones sobre la sentencia del Tribunal Constitucional fueron expuestas el pasado 19 de diciembre por el presidente de E-Cristians, Josep Miró i Ardèvol, en su intervención ante la Subcomisión del Congreso.

Despenalización total: España, una excepción

La ministra Aído, en consonancia con su Comité, hizo en la rueda de prensa una vehemente defensa de que a las mujeres que aborten en ningún caso se les sancione a través del Derecho Penal. “Ninguna mujer que se someta a un aborto podrá ser penada con cárcel”, subrayó.

Y es que con la nueva ley la despenalización de la mujer que aborte está asegurada; en cualquier caso, haga lo que haga, no es delito. Pero, de aprobarse, como ha sucedido en otras ocasiones con el Gobierno socialista, España sería de nuevo una excepción en el contexto europeo.

En todos los países de Europa el aborto está penalizado y considerado un delito cuando se traspasan los límites. Incluso en Holanda, el país más permisivo en temas de aborto, cuando éste se produce fuera de los límites es considerado un homicidio.

Sin embargo, una mujer que aborte en España con seis o siete meses de embarazo no estará penalizada, al mantener la futura ley la libertad del aborto en razón de la salud psíquica de la mujer en cualquier momento del embarazo, hasta el nacimiento.

En ese sentido, es una puerta abierta a que la mujer interrumpa su embarazo en ‘paraísos’ del aborto, como por ejemplo en un barco plantado ante las costas españolas en aguas internacionales.

Permiso para un ‘piercing’; para eliminar vida, no

Una de las cuestiones que ha levantado más ampollas de esta propuesta de reformar la ley del aborto, por lo que supone de recorte para los derechos de la patria potestad de los padres, es la de permitir que las adolescentes a partir de los 16 años puedan abortar sin necesidad de contar con el consentimiento paterno.

Bibiana Aído se sacó de la manga en la rueda de prensa que, a su juicio, es una contradicción que a una menor de esa edad se le suponga madurez suficiente para “casarse o tener relaciones sexuales”, pero no para abortar.

Sin embargo, habría que recordarle a la ministra lo absurdo que es que esa misma menor no pueda votar para decidir quién será el alcalde de su pueblo, no pueda hacerse un ‘piercing’ sin autorización paterna, pero pueda eliminar una vida humana que late en su vientre sin el consentimiento de los padres.

Aborto. Del derecho a la vida.

Aborto. Del derecho a la vida.

El terrorismo generalmente queda impune. Repárese, por ejemplo, en el 11-M. También el crimen político rara vez lleva aparejado un castigo. No ha habido castigo capaz de compensar el crimen comunista y nazi. La historia de la humanidad muestra que, salvo raras excepciones, nunca existe un castigo capaz de compensar humanamente el crimen cometido.

Es menester, pues, estudiar la impunidad del crimen político, porque pudiera reproducirse fácilmente en democracias de baja calidad, o sea, basadas únicamente en unas meras votaciones como es el caso de la española, donde las diferencias con las dictaduras de un régimen de derechos más o menos amplios son mínimas. Además, porque el criminal político se resiste siempre a reconocer su culpa, difícilmente el hipotético e imaginario castigo que pudiera aplicársele tendría algún efecto de reparación moral sobre la víctima, y menos aún serviría para rehabilitar al asesino.

Cuando entre el crimen y el castigo no hay nada que haga relación a la culpa, o mejor, a un sentimiento de culpa del criminal, podemos decir que estamos en sociedades totalitarias. El sentimiento de culpa es civilizador o no es. La eliminación de ese sentimiento por parte del poder implica la desaparición del individuo. Es obvio que no hablo de las manifestaciones anormales de ese sentimiento, que tan bien ha atajado la terapia psicoanalítica, sino de aquellas otras que brotan de la naturaleza del ser humano que se debate constantemente entre una cosa y su contraria, entre el bien y el mal, en fin, hablo del sentimiento de culpabilidad como un mecanismo de defensa contra un mal, que pudiera haber surgido del derecho íntimo que tiene todo ser humano a la libertad.

Ese sentimiento de culpabilidad es el que parece haber desaparecido de una "clase política", la española, ante el hecho terrible de que más 100.000 fetos al año son abortados antes de su nacimiento. Que a la casta política española no le produzca ningún desasosiego moral, ningún sentimiento de culpa, que la ley actual del aborto produzca tal salvajada, es peor que lamentable. Es un ejemplo de que el crimen político no tiene castigo. Es impune. Los socialistas y el resto de los políticos utilizan el asunto en términos electorales. Terrible. La vida y la muerte han quedado reducidas a un puñado de votos. Miserables. Nadie utiliza argumentos morales y políticos de calado. Nadie de la clase política es capaz de sentir bochorno público e indignación moral ante las propuestas de los aborteros socialistas. Todos parecen imitar el argumento de Eichmann, el criminal nazi, que jamás sintió culpa, cuando fue acusado de crímenes políticos contra la humanidad, porque había aplicado las leyes positivas del Estado legalmente vigente, el nazi. Sí, sí, porque Eichmann obedecía las leyes vigentes no tenía sentimiento alguno de culpa de haber hecho el mal; al contrario, era un ciudadano ejemplar. Es lo mismo que dicen algunos: la actual ley es magnífica, aunque impida el nacimiento de más de 100.000 niños al año; el PSOE va un poco más lejos en el salvajismo: según esta gente, es menester otra ley que despenalice el aborto, toda vez que nunca se ha castigado a nadie por abortar; es menester convertir el delito en un derecho.

Si ha desaparecido el desasosiego moral en nuestros políticos ante el aborto, si nadie parece tener remordimientos de conciencia o sentimientos de culpabilidad por el indecente asunto de convertir en derecho un delito, en fin, si apenas hay voces políticas que digan algo contra los aparatos de los partidos políticos respecto al aborto, ¿quién nos asegura que no estamos a las puertas de todo vale contra la vida humana? Porque ésta no vale nada para la casta política si desatiende a sus consignas. El derecho a la vida es, en verdad, el que está radicalmente puesto en cuestión.

El derecho es sustituido por la fuerza del más fuerte. La famosa mayoría aritmética. Prevalece la ley del más fuerte que, parapetado en la aplicación torticera de unas leyes discutibles, renuncia "racionalmente" a cualquier sentimiento de culpabilidad. Este civilizador sentimiento ha sido sustituido, como ya hiciera en el pasado Eichmann, por la fe en el partido. Por este camino, el derecho a la vida, el único derecho absoluto junto al de la libertad, pronto será sustituido por el catecismo socialista. La fe en el partido propuesta por Zapatero en la campaña electoral está triunfando. Es el regreso del individuo desarrollado a la caverna salvaje.

El Gobierno de Zapatero, ultima el decreto que no considera restos humanos a los fetos abortados de hasta 7 meses.

El Gobierno de Zapatero, ultima el decreto que no considera restos humanos a los fetos abortados de hasta 7 meses.

El Gobierno ultima un decreto para regular la sanidad mortuoria que exime de enterrarlos o incinerarlos ? La norma beneficia a las clínicas abortistas que se deshacían de los «residuos» de manera irregular.

Hasta las 28 semanas de gestación (sietemesinos), los fetos fallecidos no recibirán el tratamiento de cualquier cadáver humano.

 Un feto de siete meses de gestación, en la mayoría de los casos, consigue sobrevivir a un parto prematuro. No son infrecuentes los casos en los que fetos de seis, e incluso de cinco meses y medio han logrado salir adelante. Sin embargo, si ese mismo feto fallece como consecuencia de un aborto -natural o provocado- nunca será considerado como una persona, y ni tan siquiera como un «resto humano». Así será, al menos, cuando se apruebe el Real Decreto que ultima el Ministerio de Sanidad sobre sanidad mortuoria.

El borrador de la norma, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, especifica lo que puede considerarse como «restos humanos de entidad suficiente». En esta categoría incluye las «partes del cuerpo humano procedentes de abortos de más de 28 semanas [casi siete meses]». Los fetos más inmaduros, aunque estén totalmente formados, no serán considerados restos humanos. Sí lo serán, en cambio, las partes del cuerpo que procedan de «amputaciones e intervenciones quirúrgicas, autopsias clínicas o judiciales de docencia o investigación, de relevancia anatómica o legal que exija un tratamiento específico».

Diferencias
A parte de la denominación, las diferencias entre los restos catalogados como «humanos de entidad suficiente» y los que no entran en esta categoría son notables. En primer lugar, los restos humanos «deberán ir acompañados por un certificado médico que acredite la causa y/o la procedencia de los mismos». Por tanto, los fetos fallecidos antes del tercer trimestre de embarazo no precisarán de este certificado.

Tampoco será necesario que sean enterrados o incinerados. El borrador del Real Decreto señala que el destino final de todo «cadáver, resto cadavérico o resto humano» debe ser el «enterramiento en lugar autorizado», la «cremación en una instalación autorizada» o bien su «utilización para fines científicos y de enseñanza», después de la cual deberá procederse al enterramiento o cremación. Al no entrar en ninguna de las categorías señaladas, los fetos procedentes de abortos en los dos primeros trimestres de gestación no tendrán que recibir el tratamiento de un cadáver.
¿Cómo serán eliminados estos restos? El borrador no lo especifica, puesto que se trata del proyecto de una norma para regular las «condiciones técnico-sanitarias básicas en materia de sanidad mortuoria», y no entra en el tratamiento de otros residuos. Previsiblemente, las clínicas podrían deshacerse de los fetos como un residuo biosanitario, es decir, como los restos de una intervención quirúrgica.

El proyecto, que ya ha sido remitido a todas las comunidades autónomas y será aprobado, con toda probabilidad, en las próximas semanas, modificará el Decreto 2263/1974 de 20 de julio, por el que se sacó adelante el Reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria. Se trata de la norma que ha regido hasta ahora el tratamiento de los restos mortales. Desde la fecha en la que fue redactado, dice el borrador de la nueva norma, «han tenido lugar numerosos cambios sociales en los usos y costumbres en torno a la muerte».

En el reglamento no se especificaba cuántas semanas tenía que tener un feto muerto para ser considerado como un cadáver humano, simplemente decía que los restos «identificables» tendrían que ser enterrados. Este punto es, precisamente, el que ha hecho que se investiguen numerosas clínicas abortistas, acusadas de no deshacerse correctamente de los restos de las intervenciones.