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Por qué nos estamos suicidando. Musulmanes matan cristianos .

Por qué nos estamos suicidando. Musulmanes matan cristianos .
Supongamos que un cristiano (cualquiera que sea su denominación) se levanta el viernes 14 de marzo de 2008 y lee las noticias. De entre todo el abanico, una le va a golpear particularmente: “Hallan muerto al arzobispo caldeo secuestrado en Irak”. La difundió France Presse el 13 de marzo a las 17:29 de la tarde, y la recogen al día siguiente los diarios.
Supongamos que ese cristiano tiene acceso a un medio de comunicación y comenta de un modo u otro el hecho. Desde el católico del PSOE hasta el mormón ultra-puritano se aproximarán a ella desde puntos de vista dispares, pero les habrá conmovido. Todos condenarán el asesinato del arzobispo cristiano en Irak. Se lamentarán de la violencia. Apelarán al diálogo (o a la bajada de pantalones). Y punto.
Supongamos que al día siguiente ya no existen las noticias sobre ese crimen, que quedará impune. Igual que tampoco tuvieron mayor eco los sucesivos presbíteros y diáconos de la Iglesia caldea asesinados, las empresas de cristianos destruidas, la quema de iglesias y de Biblias, o las adolescentes cristianas que son rapadas y violadas (si no matadas) por no ir con velo.
Supongamos que no nos enteramos de nada más. Que los periodistas o los columnistas nos limitamos a una nimia influencia. Que los lectores se revuelven en sus sillas y comentan rabiosos o indignados el suceso. Que muchos “demócratas” se sentirán indiferentes o, lo peor, verán el crimen como la lógica consecuencia de una guerra injusta (sic).
Supongamos además que el lector coteja ese dato con otras informaciones aparecidas estos días: el Vaticano negocia con Turquía y apoya su entrada en la UE, el Papa recibe a una delegación musulmana, Sevilla tendrá mezquita en 2010, la población de Bruselas será mayoritariamente musulmana en 2010, construirán la primera mezquita en el Círculo Polar Ártico, los países árabes boicotean el Salón del Libro de París, los ministros de la UE aprueban la construcción de la Unión Mediterránea…
Supongamos que el columnista y el lector piensan que todo se está perdiendo, que las llamadas a la integridad europea son consideradas intolerantes, que la conciencia pagana o cristiana está en declive y nada puede frente al avasallamiento mediático de lo tercermundista, que hay pactos secretos (no con extraterrestres, sino más prosaicos: los del petróleo pagan, los partitocráticos callan) sobre los que nada se sabe ni se podría decir, que se está intentando islamizar a la fuerza a Europa, que nuestro futuro como nación es extinguirnos…
Supongamos que el ciudadano, que siempre ha vivido como le han enseñado sus antepasados, se siente violentado, maltratado, invadido. Supongamos que medita en esto en el sofá, a las tantas de la noche, cuando ha apagado el televisor o la radio, y la impotencia le impide irse mansamente a dormir.
Supongamos además que piensa qué puede hacer ante tal hecho. Que se afilia a International Christian Concern o a la Barnabas Foundation para conocer las tropelías contra cristianos cometidas por animistas, musulmanes, hindúes, budistas… Que cada vez que recibe una información se revuelve ante un café o una manzanilla. Y que intenta comentar las noticias con sus cercanos.
Supongamos que está afiliado a un partido político, y descubre que los musulmanes españoles apoyan al PSOE, que Izquierda Unida pertenece al eje rojo-islámico de camaradas unidos frente al sionismo, que el PP mete en su mítines a mujeres con velo para que vean qué majo es, que nadie dice nada porque puede perder votos.
¿Qué le queda por hacer a cualquier español cuando los de arriba han decidido que España y Europa tienen fecha de caducidad y hay que destruirlas? ¿Qué puede votar si, en el tema verdaderamente crucial de su tiempo, los partidos son pantomima de los mercados? ¿A quién puede apelar si hasta el Papa traiciona 2.000 años de historia agitando una banderita musulmana como un fan de fútbol (tal y como escribió un articulista)? ¿Dónde se puede refugiar cualquier español si los lugares de su ciudad son colonizados por lo que desde su nacimiento ha querido conquistarnos?
Quizá lo peor no es la realidad de estas suposiciones ni lo retórico de estas preguntas, sino el hecho de que se está dejando a los europeos sin bagaje y sin armas con las que defenderse. La partitocracia, de hecho, no sirve (sueños dictatoriales, tampoco; imagínense un tiranuelo europeo seducido por esclavas sexuales y oro del golfo pérsico…). Los ejércitos, tampoco, pues ¿contra qué van a luchar? La Iglesia por antonomasia, lo mismo. Y la sociedad, aborregada, olvidadiza y estupidizada, prefiere ser feliz con los céntimos del día que gozosa en la defensa de una causa.

¿Quieren que les diga qué es lo malo? Lo malo es que no podemos hacer nada, que nos tenemos que limitar a ver como ZP, Sarkozy, Merkel o quien sea permiten, en nombre del laicismo, la república o las buenas relaciones, el acoso y derribo de la idiosincrasia de nuestras ciudades y nuestros Estados. Lo malo es que no podemos hacer nada, aunque aún hay algo peor: poder y no hacerlo. Nosotros estamos en lo primero; los políticos, claramente, en lo segundo. ¿Será la solución abandonar la política a su suerte? ¿Habrá que ir pensando en formas alternativas de convivencia? ¿Se tendrá que impartir la asignatura de “Desobediencia Civil” y aplicarla a todo cuanto venga de Senado y Parlamento?

Concentración por la familia. La Iglesia en la calle.

Concentración por la familia. La Iglesia en la calle.  Nunca es tarde si la dicha llega. Al fin, la Iglesia católica, una de las instituciones más profundamente civilizadoras de Occidente y Oriente, ha salido a manifestarse en España a favor de una institución clave de las sociedades desarrolladas: la familia. Al fin, la Iglesia católica ha salido a la calle sola, sin ningún aditamento partidista, a decir que el Gobierno socialista ha robado a la institución de la familia sus derechos. La "legislación civil" sobre la familia en España, sí, la legislación recogida en el Código Civil español sobre la familia, coreada y aplaudida por cientos de medios de comunicación acéfalos, es una salvajada. Punto. Lo sucedido en Colón es muy importante. Miles de personas rezando por la familia ya es un asunto digno de respeto. Es todo un acontecimiento.

Esos miles que allí estaban defendían, más acá de su creencia en Dios, el hecho antropológico básico de la familia. Pero, aunque el valor de la familia es incalculable, las leyes españolas no reconocen esta realidad humana fundamental. Sí, el lenguaje poético, o mejor, el lenguaje de la calle, el lenguaje de la familia que hablan millones y millones de seres humanos, es negado, o peor, no está recogido en el "lenguaje jurídico". A la familia española le han robado sus derechos una legislación puesta en cuestión en el mundo entero. Contra ese robo, miles de españoles se han manifestado. Han rezado para su recuperación. Y, sobre todo, han afirmado que ese valor es inherente a la libertad de la persona. Quieren, en fin, que les sea devuelto lo que unos salvajes les han robado. Quieren que los traten civilizadamente como ellos tratan a todo ser humano, independientemente de su sexo, creencia o ideología.

¿Cuántos había en la reunión de Colón? Muchos, pero más importante que ese dato es constatar que en la parroquia de San Ginés, sita en pleno centro de Madrid, por poner un ejemplo, en la misa de una el templo estaba repleto. Más aún, entre las 10 de la mañana y las 14 horas del domingo 30, las Iglesias del centro de Madrid estaban llenas. Miles de feligreses estaban en misa. Otros miles entraban en los templos a rezar, y otros miles estaban en el acto de celebración por la familia y la vida que había organizado la diócesis de Madrid. Había cristianos por todas partes. Me di un paseo por las Iglesias del centro de Madrid y todas cobijaban a cristianos. Sí, el domingo 30, como cualquier otro domingo del año, las Iglesias de Madrid, y sospecho que otro tanto sucede en el resto de España estaban llenas de fieles.

Natural, dirá algún bienintencionado, ¿o es que acaso no estamos en España? ¿O es que este país se ha hecho de la noche a la mañana ateo o totalitario? Vale, de acuerdo, contestaremos castizamente; pero, es menester, tal y como están las cosas, constatar este hecho decisivo que niega el Gobierno de Zapatero. Millones y millones de españoles son cristianos de creencia o culturalmente. He ahí el grandioso acontecimiento, o dato básico, que el Gobierno socialista quiere matar. El Gobierno ataca a millones de ciudadanos españoles sólo por profesar la fe cristiana. Es en este preciso contexto donde debemos ubicar el acontecimiento de la plaza de Colón. Es ahí donde se pone en evidencia, una vez más, el enfrentamiento entre los defensores de la libertad y los que consideran que el hombre es un esclavo del Estado.

El conflicto entre la Conferencia Episcopal Española y el Gobierno socialista es una lucha entre la libertad y su contrario. La Iglesia, que siempre defendió su soberanía, se ha constituido como una verdadera fortaleza de libertad frente a un Estado despótico y autoritario. La diferencia entre la Conferencia Episcopal española y el Gobierno socialista no es de grado sino de fondo. Los socialistas confían en el Estado el desarrollo del individuo, o sea, el individuo tiene que someterse a sus dictados. Por el contrario, la Iglesia, y en eso coincide con otros muchos ciudadanos que no se acogen a principios sobrenaturales, desconfía y somete a crítica a quienes creen "conocer las leyes que rigen el futuro de los individuos y la humanidad".

En la Plaza de Colón, frente a lo que mantendrá el hombre-masa, el salvaje cerril, entregado a los dictados del Gobierno despótico, sólo había hombres y mujeres libres, con un objetivo común defender los valores de la libertad y la familia.

 

¿DÓNDE ESTÁN LOS MUSULMANES MODERADOS? Cosas que se dicen en las mezquitas.

¿DÓNDE ESTÁN LOS MUSULMANES MODERADOS?  Cosas que se dicen en las mezquitas.
El programa Dispatches, del Channel 4, emitió el otro día un reportaje grabado con cámara oculta en varias de las más importantes mezquitas británicas, entre ellas la de Green Lane (Birmingham). El reportero descubría que en ellas se predicaba el supremacismo islámico, el odio al judío y al cristiano y el sometimiento de la mujer.
Las mezquitas, cómo no, se han puesto en guardia. Así, y por poner un ejemplo, la de Green Lane ha colgado un comunicado en su página web en el que puede leerse:
Es extremadamente decepcionante, pero en absoluto sorprendente, que Dispatches haya decidido retratar a los musulmanes de la peor manera posible. Dispatches ha optado por el sensacionalismo y no por lo sustancial, y mostrado, así, una absoluta indiferencia por que las relaciones interconfesionales sean pacíficas. Esta supuesta investigación con cámara oculta no hace sino fomentar los prejuicios contra los musulmanes por el largamente contrastado método de seleccionar determinadas declaraciones y presentarlas de la manera más incendiaria.
Los redactores del comunicado eluden la cuestión de que es difícil, por no decir imposible, seleccionar en iglesias, sinagogas, templos budistas o hinduistas declaraciones tan incendiarias y odiosas como las grabadas por Dispatches en la mezquita de Green Lane. A continuación damos cuenta de algunas de ellas, que tienen por objetivo la mujer:
– Alá dispuso que la mujer fuera intelectualmente deficiente (incluso las que cuentan con un doctorado). Así la creó. Su mente es deficiente, está incompleta. Se le suben las hormonas a la cabeza. Se necesitan dos testimonios de mujer para compensar el testimonio de un hombre.
– Debemos obligarlas a llevar el hiyab desde que cumplen los diez años, y a golpearlas si no lo llevan.
– Los hombres mandan sobre las mujeres. Dondequiera que vaya él, ella debe seguirle; y no se la debe permitir salir de casa sin el permiso de él.
¡Qué incendiarias! ¡Qué extremistas! ¡Y qué indudablemente coránicas!
En el libro sagrado de los musulmanes se afirma que el testimonio de una mujer vale la mitad del de un hombre: "Consigue dos testigos de entre tus hombres; si no puedes, entonces toma por testigos a un hombre y a dos mujeres, para que, si una de ellas se equivoca, la otra la corrija" (Corán 2:282). Asimismo, se dice que los hombres mandan sobre las mujeres, y que las desobedientes deben ser golpeadas: "Los hombres mandan sobre las mujeres, porque Alá hizo al uno para que fuera superior a la otra, y porque ellos dedican su propiedad [al sostenimiento de las mujeres]. Así pues, las mujeres buenas son las obedientes, las que guardan el secreto que Alá guardó. Y aquellos de vosotros que temáis que se rebelen, reprendedlas y condenadlas a dormir en camas separadas, y azotadlas" (4:34).
Volvamos a las palabras grabadas en Green Lane. Las que siguen tienen que ver con el Reino Unido y el Estado islámico:
Debéis vivir como un Estado dentro del Estado hasta que os hagáis con el control [del Estado].
– Queremos que se apliquen las leyes islámicas y anular las elaboradas por el hombre.
Los musulmanes no deben conformarse con vivir en algo que no sea el Estado islámico total.
Os exhorto a estar entre ellos, a que empecéis a cultivaros para cuando llegue el momento, y llegará pronto, en que las tornas cambien y los musulmanes estemos en posición de fuerza. Cuando ese momento llegue, la gente ya no será asesinada injustamente.
– Alá dijo: Y yo dominaré. Desde luego, se trata de dominio político.
En parecidos términos se han expresado teóricos de la yihad en el siglo XX como el egipcio Sayid Qutb o el paquistaní Sayed Abul Alá Maududi.
Palabra de Qutb:
La función del islam no consiste en asumir los conceptos de la yahiliya [la sociedad de los infieles], tan en boga en el mundo, o compartir territorios con un sistema yahili (…) El islam no puede mezclarse con la yahiliyah. O prevalece el islam o prevalece la yahiliya, no hay solución intermedia. El mando es de Alá o de la yahiliyah, no hay solución intermedia. O impera la sharia de Alá o imperan los deseos de la gente (...) El más urgente deber del islam es deponer la yahiliyah, controlada por el hombre.
Palabra de Maududi:
[Los no musulmanes] no tienen absolutamente ningún derecho a manejar las riendas del poder en parte alguna de la tierra de Dios, ni a ocuparse de las cuestiones que atañen a los seres humanos de acuerdo con sus erradas doctrinas. [Si lo hacen,] los creyentes estaríamos obligados a hacer todo lo posible para desalojarlos del poder y obligarlos a vivir sometidos al estilo de vida islámico.
Pero ni Qutb y Maududi se inventaron nada. Sus palabras no son sino extrapolaciones de pasajes coránicos como el 9:29, donde se dice que los musulmanes ejercerán el poder del Estado sobre judíos y cristianos, a quienes obligarán a pagar "con total sumisión" un tributo especial (la jizya). No hay ningún concepto en el Corán, la tradición y el derecho islámicos que sancione la convivencia en igualdad de musulmanes y no musulmanes bajo un Estado islámico: los musulmanes tienen que estar por encima. De hecho, Mahoma dijo:
Lucha en el nombre de Alá y a la manera de Alá. Lucha contra aquellos que no creen en Alá (...) Cuando te encuentres con tus enemigos politeístas, invítalos a seguir uno de estos tres caminos. Si optan por cualquiera de ellos, acéptalo y abstente de infligirles daño alguno. Invítalos [a convertirse] al islam; si aceptan, acéptalos y desiste de combatirlos (...) Si rechazan el islam, exígeles la jizya. Si lo aceptan, acéptalo y guarda tus manos; si lo rechazan, invoca la ayuda de Alá y combátelos (Sahih Muslim, 4294).
Evidentemente, hay muchas maneras de interpretar éstos y otros pasajes. Pero el hecho de que las opiniones vertidas por los musulmanes que aparecen en Dispatches puedan encontrarse sin gran esfuerzo en las escrituras islámicas sugiere que el problema es mucho mayor que el que pudiera representar la existencia de unas cuantas mezquitas que parecían moderadas pero resultaron ser extremistas. Se trata de un problema que hunde sus raíces en el islam tradicional, y hay que tenerlo muy en cuenta.
Los musulmanes británicos que rechacen sinceramente el supremacismo islámico, la instauración de la sharia en el Reino Unido, el sometimiento de las mujeres y los infieles, y que acepten la idea de que musulmanes y no musulmanes deben vivir siempre como iguales, esos musulmanes no deberían denunciar el reportaje de Dispatches. Todo lo contrario, deberían celebrar la oportunidad que les brinda para expulsar de sus filas a los "extremistas" y hacer explícito su rechazo a la interpretación literal de la Sunna y del Corán.
Por el momento, no han hecho nada parecido. En vez de ello, el Consejo Musulmán del Reino Unido, el Comité Musulmán de Asuntos Públicos del Reino Unido, la Federación de Sociedades Islámicas Estudiantiles y la Misión Islámica del Reino Unido han denunciado el reportaje por "islamófobo". Ninguna de estas entidades ha tomado medida alguna contra la expansión de la interpretación del islam que se refleja en el programa, o para combatir los elementos del islam que incitan a la violencia e inculcan el supremacismo. Y esto, claro, es bien revelador.

Cretinos sin fronteras.

Cretinos sin fronteras.

La expresión es de Carlos Herrera, que en su programa matinal de Onda cero ha acuñado algunas de las frases más notables del año que ahora acaba.

Dice así:

"Estamos rodeados de cretinos. Hay cretinos hasta en la sopa. Y, en fin, no se tomen esto por la tremenda, pero es que hay veces que a uno se le llevan los demonios ante tanta estupidez como a la que estamos asistiendo. Dice el diccionario de la RAE que cretino es un “estúpido, necio”, y que necio es aquel “ignorante y que no sabe lo que podía o debía saber”, así que a lo mejor entre tanta cretinez lo que realmente reina es una supina ignorancia, porque no creo que tanto cretino junto actúe de mala fe como si se hubieran puesto de acuerdo todos.

Lo que ocurre, es que se está creando el caldo de cultivo apropiado para la proliferación del cretino, que es una especie cuasi mohosa de parásito que se alimenta de la indiferencia general y la ausencia de principios, y se extiende por la amplia capa de la apatía social como si de un ser extraterrestre se tratara. Y lo malo es que el cretino consigue reproducirse de manera casi instantánea, de tal modo que cuando aparece un cretino suelen ser unos cuantos los que se acaban convirtiendo, casi como por generación espontánea, en nuevos cretinos, que a su vez inyectan su cretinez recién adquirida en todos aquellos que se le acercan sin las correspondientes defensas, que no son otras que la inteligencia y los valores.

Les explico, aunque ya se imaginan por donde voy, que ustedes, queridos lectores, si que son inteligentes, ¡y mucho! Ustedes, insisto, serán de los de abeto en ristre, corona de Adviento y Belén adecuado a la vena artística de cada uno, que los hay que convierten su casa en motivo de visita obligada por Navidad aún a riesgo de encontrarse con Herodes ocupado en el baño de invitados, y los que ponen un San José, una Virgen María, un Niño Jesús y una mula y un buey de toda la vida que parecen sacados de un recortable de Mortadelo y Filemón.

Pero es un Belén, que es de lo que se trata, y de la significación que cada uno le da al hecho de adornar su casa con motivos más o menos próximos a nuestra tradición cristiana y la razón última de esta fiesta, que no es la celebración del solsticio de invierno, porque ya me dirán ustedes a cuento de qué, o porqué no nos tomamos vacaciones cada tres meses coincidiendo con el cambio de estación, sino el nacimiento de Cristo. Un asunto que, les guste o no a los cretinos, ha tenido algo así como un poco que ver –un poquito sólo, ¿eh?- en lo que hoy somos, en nuestra cultura, en nuestras costumbres, en nuestra historia, en nuestra vivencia humana durante siglos, en la política, en la religión -¡claro!-, en... No tengo espacio para seguir.

Pero cretino no es el incrédulo, o el agnóstico, o el ateo... Cretino es aquel que subido al carro de una moda política pasajera –espero- ha decidido hacer de la laicidad una nueva profesión de fe, una religión excluyente y monoteísta que ha encontrado en Zapatero a su particular ser supremo, y que pretende acabar con todo aquello que se signifique como cristiano o próximo a la religión católica, aunque eso implique acabar con siglos de tradiciones y costumbres.

El cretino es el que decide prohibir la puesta de un belén en un colegio para no molestar... ¿A quién? ¿A quién puede molestar un belén? ¿A los mismos que prohíben el consumo de hamburguesas o a los musulmanes? ¿A los budistas, a los judíos, a las tribus del África subsahariana...? ¿Acaso les decimos nosotros que nos molesta que cumplan con el mes del Ramadán, o que canten hare krisna por la calle vestidos de túnicas naranjas, o que lleven barba larga y vistan de negro, o que entonen cánticos tribales a la luz de la luna en la Casa de Campo si es que lo hacen, que no lo sé? No. Pero, fíjense, nada de todo eso tiene que ver con nuestra cultura ni nuestro modo de convivencia, pero el nacimiento de Cristo sí, y por eso lo recordamos, aunque luego en nuestro fuero interno cada uno crea en lo que quiera creer o dejar de creer.

Y es que, ¿cabe imaginarse una Navidad sin Belén? Ni siquiera sin caganet, en el que cabría representar a toda esta panda de cretinos sin fronteras, porque cretinos de esta calaña, por desgracia, hay en todas partes, aunque aquí ahora proliferan por doquier. Dentro de unos años, los niños tendrán las vacaciones del solsticio, comerán turrón de soja bajo en calorías y sin azúcar y polvorones light de ciruelas, cantarán motivos dedicados a la nieve y el frío compuestos por Rosa León y las Supremas de Móstoles, les traerán regalos Solsti Zapa, que habrá sustituido a Papá Noel la noche del día 24 y que en lugar de llegar en trineo tirado por renos lo hará en un último modelo de Mercedes clase C acompañado de Pepe Blanco por eso de la nieve y el apellido, y la Tres Gracias de Rubens después de una dieta rigurosa baja en calorías impuesta por Elena Salgado, y que no son otras que la propia Salgado, De la Vega y Espinosa (cosas de la paridad)... Y, ¡ah!, me olvidaba: para entonces ya estará prohibido comer carne de cerdo y de ternera, no sea que se molesten musulmanes e hindúes, y como también se habrá retirado la carne de cordero por su alto poder calórico, la cena de la antigua Nochebuena, que pasará a llamarse Nochelarga, será sustituida por hamburguesas vegetales, porque el pavo, por eso de la inflación, estará por las nubes.

¡No, hombre, no! Miren, si a mí me da igual que se pongan en plan petardo con esto del laicismo... ¡Si con eso son más felices! Pero la Navidad no, por favor. Permítannos seguir creyendo que hace dos mil años el Niño Dios nació en un pobre portal de Belén (Judea, Palestina, por si no lo saben), y que un ángel les dio la buena nueva a los pastores, y que una estrella apareció en el cielo para que la vieran unos magos de Oriente que llegaron en camellos y le ofrecieron al Niño oro, incienso y mirra.

Sé que es difícil, pero la Fe no tiene explicación alguna. Sólo es posible comprenderla cuando se tiene delante la mirada de un niño en el momento en el que el Rey Melchor pasa delante suyo en la Cabalgata del 5 de enero por las calles de su ciudad. Esos ojos se llenan de tanta vida y tanta ilusión en un instante, que si fuera medible en términos de cantidad daría para regalar vida e ilusión a cientos de miles de niños en todo el mundo. Y eso sólo puede hacerlo la Fe, nunca la razón. La Navidad es mucho más que ir de compras o llenar nuestras despensas, aunque también forma parte de la alegría que nos embarga porque hace dos mil años pasó lo que pasó en un pobre portal en Belén. ¿No creen que es de cretinos pretender acabar con algo que ha sobrevivido tanto tiempo, incluso a enemigos más poderosos que Zapatero? Yo sí. Feliz Navidad".

Manifiesto del PSOE. La basura laicista.

Manifiesto del PSOE. La basura laicista.

Por desgracia, hay una derecha "laicista" que no sabe lo que nos jugamos en el ataque del PSOE a la aconfesionalidad del Estado. Si fuera consciente del problema, ya habría convocado cien reuniones para contestar el documento del PSOE sobre la "laicidad" de la Constitución española. Puede que la derecha viva feliz engañándose con falsos agnosticismos y peores religiones privatistas, pero recuerde que no ha habido proyecto totalitario en el siglo XX que no haya tenido como primer objetivo terminar con la libertad religiosa. El comunismo y el fascismo son paradigmáticos de este ataque a la religión. Las formas derivadas de esos totalitarismos tampoco han renunciado a ese ataque a la libertad religiosa, que proceden de tiempos de la revolución francesa. Tampoco los diferentes intentos por implantar una república socialista en España, durante los años treinta, renunciaron a eliminar la libertad religiosa. Por el contrario, fue la pieza maestra para implantar el terror revolucionario y, posteriormente, la llegada de la guerra civil.

El ataque a la religión, bajo el pretexto de una aparente secularización, es una constante de todos los procesos revolucionarios; por fortuna, la filosofía política más avanzada de nuestra época nos ha mostrado los complejos mecanismos que llevan a los hombres a sustituir las genuinas formas religiosas por una "religión de la razón". Confiscar, sí, la libertad religiosa para revestirse con sus poderes es el principal objetivo de todos los totalitarismos del pasado siglo y del nuevo. Muchas corrientes de la derecha liberal, indirectamente, han contribuido a profundizar en esta patología, porque han creído que se terminaba con el problema reduciendo la religión al ámbito privado. Falso.

En este contexto de falsa secularización, privatismo religioso y mala asunción de una tradición católica española, que mejor que peor ha vertebrado culturalmente España y la ha hecho inteligible, tenemos que analizar el manifiesto del PSOE: "Constitución, Laicidad y Educación". Nadie lo tome a broma. La cosa es seria. Ese documento quiere arrinconar, definitivamente, lo que es la más importante tradición española, el catolicismo. Arremeter contra ella es, pues, una manera de cuestionar la democracia, porque la tradición católica está recogida en nuestra Constitución. El documento del PSOE es, definitivamente, antidemocrático, porque no está dispuesto a aceptar la Constitución, o sea, la laicidaddel Estado o lo que otros llaman la aconfesionalidad del Estado.

El verdadero núcleo del problema es que el PSOE quiere imponer una religión de Estado sin respetar confesiones y libertades religiosas. Por supuesto, los analfabetos "intelectuales" españoles, que han oído campanas sobre la necesidad de secularización de una sociedad para llevar a cabo un proyecto democrático, no prestarán demasiada atención al documento del PSOE, o peor, apoyarán con su silencio el ataque del PSOE a la libertad religiosa. A la libertad. Por este camino, la cosa está fea. Y, una vez más, habrá que confiar en la inteligencia de la Iglesia católica para defender las libertades. A falta de mayores reflexiones en los ámbitos de la derecha democrática, escéptica y retraída en este asunto hasta límites bochornosos, confiemos en que la Iglesia católica estudie y conteste con rigor democrático el documento publicado por el PSOE sobre la vinculación entre el laicismo y Constitución. Estoy convencido de que la calidad de la democracia española dependerá, en buena medida, de la respuesta que ofrezca la Iglesia católica a ese documento.

El viaje de Benedicto XVI descubre el anticlericalismo de Zapatero.

El viaje de Benedicto XVI descubre el anticlericalismo de Zapatero.
Seis meses atrás un importantísimo banquero español era recibido por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en Moncloa. Como otros tantos prohombres el financiero no se sentía molesto pero sí intrigado por la obsesión anticlerical de Rodríguez Zapatero, así que le preguntó el porqué de tan curiosa actitud. La respuesta le resultó tan sorprendente como asombrosa. Según Zapatero el arzobispo de Santiago, precisamente el de Santiago, a la sazón Monseñor Julián Barrio, le había humillado recordándole, durante un acto religioso, celebrado en la capital política gallega, la historia cristiana de España y claro, eso no puede ser. Ante tan consistente argumento nuestro banquero decidió cambiar de tema.

Y así estamos desde entonces, Zapatero es un obseso anticlerical capaz de entenderse con cualquiera menos con la Iglesia. A partir de ahí lo que vivimos es un cúmulo de mentiras y una hipocresía de muchos quilates por parte del gobierno español que habla de diálogo y cordialidad mientras continúa pegando patadas en las espinillas a los cristianos por los bajos de la mesa.

Y la cosa tiene trazas de continuar, ya he repetido muchas veces las tres condiciones que adornan al presidente del Gobierno español: ignorante, insensato y muy, muy rencoroso. Zapatero no va a perdonar los abucheos que las familias le dedicaron en el aeropuerto de Valencia y a la entrada y a la salida del palacio arzobispal. Dicen los felipistas que su antecesor, Felipe González, pasó su peor momento político cuando fue abucheado por los estudiantes en una universidad madrileña. Un abucheo juvenil era algo que González no podía esperar y nunca pudo superar. Lo mismo le ocurrirá a Zapatero, convencido de que el pueblo está con él y que sólo la derecha carca y cavernícola puede estar en desacuerdo con su política de diálogo y talante.

La primera gran hipocresía de Zapatero respecto al Encuentro Mundial de las Familias, tiene por protagonista, ¡como no!, a la vicepresidenta primera del Gobierno. Desde el pasado viernes, tras la rueda de prensa del Consejo de Ministros, el negociado “goebbeliano” que dirige el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, señaló que el Papa habría mostrado un especial interés en recibir a Teresa Fernández de la Vega. Una opción que han mantenido sin rubor alguno la televisión controlada por el PSOE: la pública y las cadenas Cuatro y Sexta (Telecinco no está controlada pero casi). A ver, muchacho, el archiv con su habitual modestia la señora vicepresidenta intentó, en noviembre del pasado año, en vísperas de la manifestación contra la Ley de Educación, que Su Santidad le recibiera en el Vaticano, se trataba de desautorizar a los obispos españoles. El Vaticano sólo aceptó que la recibiera el secretario de Estado, Angelo Sodano. Llegó como el caballo de Atila y se presentó como la vicepresidenta que regirá España durante los próximos veinticinco años. A lo que el cardenal Sodano le respondió: “Pues yo lo veré desde el cielo porque no pienso estar aquí tanto tiempo”. A la prepotencia de esta feminista radical sólo se puede responder con la ironía.

Pero la carrera de nuestra Dorian  Grey particular no acaba aquí, quince días atrás de la Vega insiste en que la reciba el Papa. Desde el Vaticano se le vuelve a responder negativamente e, incluso, esta vez hartos de las filtraciones interesadas de Doña Teresa se le asegura que no le recibirá nadie. Esto es lo que Don Fernando Moraleda, traduce como que el Papa está deseando recibir en audiencia a la vicepresidenta del Gobierno.

Y la gran hipocresía continúa, Valencia, 18:40 horas del Sábado 8 de Julio. Los medios afines al PSOE llevan días machacando y calumniando es decir, ensuciando, la figura de Papa: David Cantero el nuevo ídolo de la televisión socialista, más conocido como David Sincero (y palabra que es de coña) lidera un equipo de profesionales que repite la siguiente consigna, el papa Ratzinger presidió el Santo Oficio, es decir, la antigua Inquisición; militó en las juventudes hitlerianas; viene a España  defender su sentido de la familia; la Iglesia local que más dinero aporta al Vaticano es la norteamericana, a pesar de sus escándalos de pederastia; grupos civiles acusan a la Iglesia de homofobia y otras lindezas.

Todo esto es lo que Fernández de la Vega, que alterna las figuras de elfo y orco, traduce ante el papa como “la búsqueda de puntos de encuentro”. Benedicto XVI respondió, cuando la vicepresidenta se lo permitió “Estamos en buenas manos”. Descubrimos así, la faceta más olvidada de Joseph Ratzinger, la ironía.

Pero la audiencia papal tiene otros muchos detalles de enjundia, como diría Cervantes “corrido por el abucheo popular”, Zapatero se mostró especialmente nervioso en la audiencia. Naturalmente, ni él, ni su esposa Sonsoles Espinosa, ni Fernández de la Vega realizaron la protocolaria inclinación ante el pontífice. Zapatero sacudió la mano del pontífice como si estuviera accionando una bomba de agua mientras le regalaba un cuadro del equipo “Crónica”, un presente muy apropiado para Su Santidad, todo un experto en arte moderno.
En ese momento entra en escena la señora vicepresidenta, un momento muy esperado por el pontífice, sin que nadie se lo pida toma la directa y le explica al Papa que el empeño de Zapatero es el de buscar puntos de encuentro. Suponemos que se refería a los insultos en los medios al Papa, al afán de ridiculización de toda creencia cristiana en esos mismos medios y  a las leyes del divorcio-express, matrimonio gay, educación y quizá la más grave de todas: la nueva ley de fecundación in vitro que convierte a los embriones humanos en cobayas de laboratorio.

Pero al guiso le faltaba un hervor. Aprovechando que la seguridad del Vaticano no es que sea mala es que no existe y que el protocolo vaticano es de lo más flexible, Doña Teresa presenta al papa a dos de sus colaboradores a quienes no tiene ni la delicadeza de presentar, un hombre y una mujer. Por decirlo en términos protocolarios, esta mujer desconocida, de mediana edad es presentada a un Jefe de Estado, tras el Presidente, la esposa del Presidente y la propia vicepresidenta y antes que el Secretario de Estado de Comunicación o el embajador español ante la Santa Sede, y más: inmediatamente después del trágala, con aire de complicidad (en el caso de Doña Teresa sería difícil de hablar de sonrisa cómplice), Doña Teresa se dirige a la desconocida y le pregunta:
-¿Ya le has saludado?
-Si ya le he saludado- responde el interpelado y anónimo personaje.
El asunto no acabaría ahí, porque otro ejemplar de la transmutación elfo-orco, el maestro manipulador es Don Fernando Moraleda, daría el cante una vez más.

La cosa fue así: el portavoz vaticano, Joaquín Navarro-Valls, resaltó su extrañeza por el hecho de que ni Zapatero ni de la Vega, acudirían a la Eucaristía del Domingo, punto central de la visita papal. Navarro-Valls recordó que el líder sandinista Daniel Ortega, el General Polaco Jaruzelski –y en pleno golpe de Estado comunista- así como el mismísimo Fidel Castro acudieron a eucaristías celebradas por el anterior pontífice durante sus viajes apostólicos.

Otra hipocresía del Gobierno, que ni George Bush ni Jacques Chirac acudieron a celebraciones litúrgicas. Mentira, tanto el presidente norteamericano como el francés acudieron a la Eucaristía funeral de Juan Pablo II y bien que se hicieron notar, y tres presidentes norteamericanos George Bush padre, George Bush hijo y el abortista Bill Clinton acudieron a rezar ante el cadáver del papa Wojtyla. Lo que ocurre es que Zapatero por nada del mundo acudiría a un acto multitudinario donde corre el serio peligro de ser abucheado, aún con más ganas.

Y sí que hay una diferencia crucial entre Fidel Castro, Jaruzelski, Daniel Ortega y la pareja Zapatero-De la Vega. Los primeros eran comunistas, creían en algo y estaban dispuestos a perseguir a la Iglesia en nombre de esos principios. Pero Zapatero, y su mano derecha, sólo son progresistas, algo que no se sabe lo que es y que lo único claro que tienen es que su adversario es todo aquel que esté convencido de algo, que crea en algo. Más que un credo el progresismo es un anticredo, especialmente un anticristianismo.

El viaje del Papa ha servido para mucho pero también para desenmascarar la hipocresía elfo-orco del Gobierno Zapatero.

Una Iglesia Católica que, en su generosidad, ofrece un 5.580 por ciento más de lo que recibe.

Una Iglesia Católica que, en su generosidad, ofrece un 5.580 por ciento más de lo que recibe.
  Este gobierno acomplejado y destructor pretende que los católicos pidamos perdón por serlo ... ( 10/11/2004)
y, encima, le demos las gracias por la cacareada financiación de la Iglesia. Se aprovechan de que la Iglesia es tan generosa que se deja la piel en su labor asistencial y social, pero lo hace en voz baja. Bueno pues ya está bien. Alguien tiene que bajarle los humos a los gallitos de este gobierno que pasará a la historia por haber destruido más valores sociales y morales en menos tiempo.

Los católicos, que somos mayoría aplastante en España, no estamos dispuestos a callarnos ante la demagogia destructiva y catastrófica del gobierno. Como hay demasiado tarugo perdido entre poltronas de altos vuelos, hoy hacemos lo que deberíamos haber hecho hace mucho tiempo: cuantificar algunos servicios que presta la Iglesia Católica en España. Sabemos que la Iglesia gestiona 107 hospitales en los que se atiende a 387.356 pacientes cada año. Según datos del Ministerio de Sanidad, el tiempo medio de hospitalización es de 10 días. Como en Sanidad no saben cuanto cuesta una cama por día en los hospitales públicos, tomamos como referencia a la baja el Hospital Valle Hebrón que en su memoria de 1.992 dice que cada cama costaba 600 euros por día. Total 2.324.136.000 euros de servicios prestados desde hospitales gestionados por la Iglesia. Por los 128 ambulatorios de la Iglesia pasan cada año 849.728 pacientes. Según el Fondo de Investigación Sanitaria cada paciente sale por unos 50 Euros. Total 45.035.584 millones más. 57.680 mayores y discapacitados son atendidos en sus centros. Según datos de expertos en gestión de residencias el coste de cada persona por día es de 53 euros. Total 1.115.819.600 de euros. 1.500 enfermos de SIDA a 30.189 euros por año, hacen un total de 45.284.890 euros. En el 2.002 Educación gastó 21.867.536.000 euros. Teniendo en cuenta que el 19,8% de los alumnos acuden a colegios católicos, usando las cifras del propio ministerio, tendrían un coste de 4.329.772.128 euros. 300.000 sin techo y 114.000 inmigrantes atendidos a 18 euros por persona y día según Cáritas hacen un total de 7.452.000 de euros.

Estos son algunos de los servicios, que no todos, que presta la Iglesia y que si los tuviera que pagar el Estado le costarían un total de 7.867.500.202 euros al año, el 1 por ciento del PIB. Ese es el coste, cuantificado a la baja, de algunos servicios de la Iglesia Católica en España. Si este Gobierno cerril quiere hablar de dinero que lo haga. Pero para empezar, que pague los casi ocho mil millones de pesetas que costarían esos servicios de la Iglesia y que se quede con los 141 millones de euros que, según los Presupuestos Generales de 2005 le va a dar, la mayoría de ellos correspondientes a nuestro IRPF, porque con ellos este Gobierno no pagaría ni siquiera las jeringuillas que se utilizan en los hospitales gestionados por la Iglesia. Una Iglesia que, en su generosidad, ofrece un 5.580 por ciento más de lo que recibe. Así que menos cuentos... y más respeto

De la Vega visita "de puntillas" el Vaticano. La Santa Sede le recuerda quién debería ser su interlocutor.

De la Vega visita "de puntillas" el Vaticano. La Santa Sede le recuerda quién debería ser su interlocutor. Al Gobierno no le conviene enemistarse con la Iglesia y en su último intento por apaciguar las aguas el Ejecutivo español ha dado una buena tanda de "palos de ciego". A dos días de la manifestación -apoyada por la Iglesia- contra la reforma educativa que propone el PSOE, a la vicepresidenta, Mª Teresa Fernández de la Vega, no se le ha ocurrido otra cosa que presentarse en el Vaticano, casi a hurtadillas, para proponerle "diálogo" a la Santa Sede. Sólo que ésta le ha dicho que muy bien, pero que con quien tiene que dialogar es con su representación en España, que es la Conferencia Episcopal.

Este sábado el Madrid más afín de esta Iglesia se echará a la calle en protesta por la reforma de la educación que propone el Gobierno, que afecta a los intereses católicos. Y a Mª Teresa Fernández de la Vega no se le ha ocurrido otra cosa que presentarse en el Vaticano dos días antes, puenteando, además, a los obispos españoles.

Dicen que el encuentro entre la vicepresidenta española y el cardenal Angelo Sodano, que hace las veces de primer ministro en el Vaticano, ha sido frío. Pero es que, claro, también dicen que la manifestación del sábado en Madrid contra las reformas propuestas por el Gobierno en materia de educación ha estado promovida directamente desde el Vaticano.

 La prensa se queja del secretismo ya que al parecer el Gobierno no pensaba ni dar cuenta de este viaje 

Poco segura estaría de esta visita la vicepresidenta, que para ahorrarse valoraciones previas en prensa o desde la oposición, la mantuvo

 en secreto hasta que hubo acabado. Que lluevan ahora las críticas. Y la prensa no ha esperado para ponerse a ello: en lo que respecta a la dificultad para informar de este encuentro, se queja del secretismo ya que al parecer el Gobierno no pensaba ni dar cuenta de este viaje, del que se vio obligado a informar una vez que el Vaticano lo hubo hecho; pero lo más airado viene a la hora de valorar el gesto de De la Vega.

Lo más sorprendente es que el Gobierno pretendiera apaciguar los ánimos con la Iglesia de esta forma ya que, como bien titula La Razón, lo que ha hecho la vicepresidenta ha sido "ignorar a los obispos" españoles, puenteándoles al ir directamente al Vaticano, en lugar de reunirse con ellos. Gesto que no hace más que enfriar las ya gélidas relaciones entre la jerarquía católica en España y el Gobierno socialista.

Camino reconoció que el Gobierno "está en su perfecto derecho", por los acuerdos firmados con la Santa Sede, "de mantener un diálogo directo y esta relación directa". Ahora bien, precisó el portavoz, la Santa Sede "delega habitualmente" sus facultades de conversar y de negociar con los gobiernos a las Conferencias Episcopales respectivas.

Por lo tanto, dentro del derecho que le asiste al Gobierno español "esto no se pone en cuestión", pero lo que ha sucedido ahora en concreto, indicó Camino, "es que la Santa Sede le ha dicho a la vicepresidenta que el diálogo al que el Gobierno se muestra dispuesto se debe llevar a cabo con la Conferencia Episcopal".