Blogia
ametralladora

Balanzas fiscales y nacionalismo carca.

Balanzas fiscales y nacionalismo carca.
  Si permitimos que se llame solidaridad a lo que es una obligación legal, se podrá llegar a exigir, como pasa ahora, por parte de las comunidades más ricas, que esa solidaridad sea ésta o la otra. 

Con los dineros del Estado, los nacionalistas cometen cuatro falacias. La primera es la más conocida, la de afirmar eso de que "España nos roba". La eterna cantinela catalanista. Esta matraca la hemos tenido que soportar durante años. Se suponía que Cataluña sólo aportaba al Estado y éste le devolvía una miseria. Mientras tanto, Madrid y el resto de España vivían a costa de los catalanes. Aunque parezca grosero, así se transmite y así se ha instalado en el inconsciente colectivo de millones de personas en Cataluña.

Tragado el sapo, ahora se disponen a explotarlo metabolizado en el dret a decidir (o sea, "derecho a decidir"). Este lema, inventado por los vascos para reivindicar la autodeterminación, ha sido adaptado por los catalanistas más independentistas con la chulería de quienes no necesitan dar razones ni cuentas a la ley. Pero con una sutil diferencia; mientras los vascos van de frente y exigen todo por el mero hecho de ser vascos, los nacionalistas catalanes lo empiezan a utilizar como señuelo para camelar el descontento social por las infraestructuras y montar manifestaciones con el "derecho a decidir". Ese será el lema de la del sábado en Barcelona. Y allí estarán todos los nacionalistas, más todos los que se crean que asistiendo a la manifestación estarán pidiendo decidir sobre las infraestructuras.

Es un error doble: el de confundir cualquier descontento provocado por una mala gestión con la forma del Estado (¿habremos de pedir la devolución de la seguridad al Estado porque la Generalitat la esté gestionando mal?) y el caer en la misma trampa de la transición. Y es que entonces, aprovechándose del rechazo generalizado al franquismo, el catalanismo abanderó las reivindicaciones nacionales como si fueran la antítesis democrática al régimen y, en una década, convirtieron las organizaciones políticas y sindicales en lacayos de una de las ideas más rancias del siglo XIX: el nacionalismo. En Cataluña no conocemos otro gobierno desde entonces.

Pues bien, con la publicación de las balanzas fiscales realizado por el BBVA, la falacia se desvanece: Madrid paga el doble que Cataluña; o sea, cada madrileño aporta 3.247 € a la caja común del Estado, frente a los 1.489 € que paga cada catalán, datos que corresponden al quinquenio económico 2001-2005.

La segunda falacia es el empeño de los nacionalistas en dar carácter de sujeto jurídico a lo que sólo es una realidad de geografía física (las regiones) o política (las comunidades autónomas) en cuestiones fiscales. Quienes pagan los impuestos son las personas físicas, y todas pagan exactamente lo mismo en cualquier lugar de España, dependiendo de su renta personal. Así, un catalán que gane 50.000 euros al año pagará exactamente igual que un madrileño, un gallego o un murciano que gane esa misma cantidad. No es, por tanto, su comunidad quien paga sus impuestos, sino cada uno de ellos, y por eso pagarán más las comunidades que tengan un mayor número de ciudadanos con rentas elevadas y afincadas muchas y grandes empresas. Es el caso de Madrid, Cataluña, Baleares y la Comunidad Valenciana, que son contribuyentes netas a la solidaridad interterritorial.

Hay en esta confusión un enorme error: España es una nación de ciudadanos concretos, libres, con iguales derechos y deberes; no un conjunto de comunidades cuyo imaginario sujeto jurídico suplanta esos derechos individuales.

La tercera falacia es que para definir la contribución de las comunidades al Estado para que éste distribuya dicha renta en función de las necesidades de cada una de ellas se ha impuesto el concepto de solidaridad. De ahí nacen todos los agravios. No es solidaridad, es justicia distributiva. No se trata de que unos se apiaden de otros, sino de que el Estado por el poder que le confieren las leyes distribuya esa riqueza recaudada de forma equitativa entre todos los españoles. De la misma manera que una empresa o un ciudadano individual no puede disponer ser solidario con el dinero que ha de aportar a Hacienda porque es una obligación legal hacerlo, no lo son las comunidades que, además, no aportan nada.

Si permitimos que se llame solidaridad a lo que es una obligación legal, se podrá llegar a exigir, como pasa ahora, por parte de las comunidades más ricas, que esa solidaridad sea ésta o la otra. Si hablamos de justicia distributiva, serán los responsables políticos de cada momento y las reglas legales que nos hemos otorgado entre todos los que decidan donde y en qué cantidad deben ir los dineros de todos.

Pero la cuarta falacia es la peor. Si la propaganda nacionalista hubiera tenido razón, es decir, si las balanzas fiscales concluyeran que era Cataluña la que más pagaba, no cambiaría nada. Porque de la misma manera que un rico paga más que un pobre y eso no le da derecho a exigir al Estado que sus calles estén mejor asfaltadas, las regiones económicas que más producen han de pagar, pero no por eso pueden exigir gestionar el montante total de lo que pagan. Porque si así fuera, todos los ricos querrían gestionar sus impuestos, es decir, ninguno pagaría nada, porque la gestión de lo que pagasen repercutiría de nuevo sólo en ellos. ¿Quién pagaría entonces la seguridad social de todos, el colegio público, los transportes, las carreteras, las fuerzas armadas etc.? Simplemente no habría Estado.

Si se fijan, ni las políticas más conservadoras de la derecha más rancia se atreverían hoy a defender ese egoísmo fiscal. Y sin embargo, hoy, en España, el Partido Socialista de Cataluña, ERC, CiU e ICV, defienden esa política fiscal: quieren gestionar "sus" impuestos. Quieren tener "derecho a decidir" sobre todas las rentas que son de todos los ciudadanos españoles. Lo que nadie se atrevería a exigir como persona individual, lo exigen como nación. Nunca un argumento había definido tan nítidamente lo que es un comportamiento ideológico carca.

A propósito, un día u otro habrán de desaparecer esas antiguallas medievales llamados Fueros. Con perdón.

10 comentarios

viuda -

Es una vergüenza la situación de muchos españoles, que reciben una pensión laboral o de viudedad ridículas. Han pasado su vida trabajando, cotizando y, cuando llegan a una edad de jubilación, muchos no llegan a fin de mes. Así como quienes han tenido la desgracia de perder a su cónyuge, cobran una pensión de viudedad que no da para mucho. Y con ello tienen que vivir. Yo misma me casé con un hombre que no cotizaba, ya que nunca trabajó de forma continuada, le tuve que mantener y con mis bienes familiares, sacar adelante mi casa. Yo cotizaba autónomos. Ahora, a mis 73 años, me encuentro que no cobro viudedad porque mi marido no trabajó nunca, y sólo cobro la poca pensión de mi cotización como autónoma. Vivo sola, no tengo hijos, ni cargas. Y aun así, siendo ahorradora y viviendo con poca cosa, me cuesta mucho llegar a fin de mes. No me puedo permitir un lujo por pequeño que sea. Es una injusticia social que debería intentar solucionarse, dado que en otros aspectos el dinero se derrocha a diestro y siniestro en cosas que no son en absoluto importantes..

Verdad -

“Los que hacen gala de cumplir lo que prometen, han de ser consecuentes y explicar lo que está pasando en el AVE, así como clarificar la política ferroviaria y sus fórmulas de financiación (...) no responden porque el gobierno no se atreve a decir la verdad (...) en una línea que ya debería de estar en marcha no podemos permitirnos falta de previsión, dudas de altos cargos de Fomento sobre la seguridad de la vía y ‘problemas de agenda’”. De esta manera se expresaba el actual secretario de Infraestructuras, Víctor Morlán el 28 de febrero de 2003 en un artículo publicado en El Periódico de Cataluña. El artículo está firmado junto a la diputada del PSC de Lérida Teresa Cunillera y lleva por título “Poco AVE y mucha propaganda”.
En dicho artículo, el entonces diputado socialista por Huesca acusa al Ejecutivo Aznar de “mala planificación y decepción generalizada”. Era la época de los socavones en la línea Zaragoza-Lérida y de los retrasos de Cascos en el AVE a Barcelona.

Unos socavones que –por cierto- no afectaron nunca a la seguridad personal. “El rigor y la claridad ha dado paso a la desinformación más absoluta y a la opacidad sobre lo que está sucediendo”, añadia Morlán. Y más. “¿Cuándo se inaugurá la línea? El gobierno responde con el silencio”.

Es lo malo de las hemerotecas: permiten la ‘memoria histórica’. La historia se repite con cambio de protagonistas. Las infraestructuras en Cataluña se han convertido en un caos. El gobierno se niega ahora a fijar una fecha para la inauguración.

Pero comienza la cuenta atrás porque Chaves ya ha fijado las elecciones andaluzas –y por ende las generales- para el próximo 9 de marzo. La fecha del 21 de diciembre ha quedado muerta. El discurso ahora es que “la prioridad es la seguridad”. ‘Poco AVE y mucha propaganda’.

Zapatero da la cara, pero no dimite a su ministra. ‘Maleni’ tampoco dimite, se agarra a la confianza presidencial y dice que no es de las que sale corriendo ante los problemas. Y eso a pesar de haberse comprometido a que el AVE llegaría a la estación de Sants –y también al aeropuerto- en el 2007.

La opacidad y la desinformación campan por sus respetos. Y el caos afecta a la vida ordinaria de los ciudadanos catalanes. “Mala suerte” que diría ‘Lady Aviaco’. “Cambiaremos actitudes, formas de trabajar y comprortamientos”, decía ufano Morlán en una entrevista veraniega. ¿Cambio? “Palabra no, hecho sí”, marcaba el lema electoral de los socialistas catalanes. Paradojas del destino. Pero la culpa, como siempre, hacia atrás.

Fue el trazado del AVE de Cascos-Aznar el que está generando los problemas actuales, señalan los de la ‘propaganda’. Se olvidan de que los alcaldes socialistas brindaron con cava tras forzar el pulso al anterior Ejecutivo para modificar el trazado inicial. El mismo Ayuntamiento de Barcelona señalaba el pasad mes de enero que el trazado por la ciudad “era la mejor opción” porque permitía “descongestionar los dos túneles ferroviarios ya existentes”. Y por si fuera poco, los problemas se reproducen ahora en el AVE a Málaga. “Mala suerte”.

greta -

la filosofía del Gobierno: “el sistema fiscal progresivo, paga más el que más tiene”. Y eso se aplica para las personas, para los barrios y para las comunidades. “Eso es lo que nos permite atender a los que menos tienen y la solidaridad está funcionando: la brecha entre CCAA ricas y pobres se ha reducido en 10 puntos; así es y así debe de ser”, concluye. Fin del debate.

santi -

Las regiones de Extremadura y Andalucia son las regiones españolas mas subvencionadas.
El ratio de funcionarios es el mayor de todo el estado.En Extremadura debe de haber 1 funcionario por cada 2,1 trabajadores libres. Con semejante subvención para que estrujarse el cerebro y emprender una actividad empresarial!!!!!
Viva el socialismo!!!!!!

P. D. -

Las comunidades autónomas con más ingresos netos por hogar fueron Navarra (29.845 euros) y Madrid (27.718 euros), mientras que Extremadura (17.910 euros) y Andalucía (20.268 euros) fueron las que tuvieron menores ingresos, según los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida, difundida hoy por el INE.

La última estadística sobre este tema, que recoge datos del año 2005, refleja que Extremadura es la región con un mayor índice de pobreza (38,6%), casi el doble que la media nacional (19,9%), mientras que Navarra y País Vasco presentan porcentajes muy inferiores, del 9,8% en ambos casos.

El ingreso medio neto anual de los hogares en España ascendió a 23.442 euros anuales, lo que supuso un incremento del 4,6% respecto al año anterior, en tanto que el ingreso por persona llegó a los 8.403 euros, un 6% más que en 2004.

Tras Navarra y Madrid, los ingresos por hogar son superiores en Cataluña, con 26.461 euros, y Baleares, con 26.430. En cuanto a los ingresos por persona, también encabeza Navarra con 10.705 euros, seguida del País Vasco, con 9.995, y Baleares, con 9.913, frente a Extremadura (6.203) y Andalucía (6.859 euros). Respecto al índice de pobreza, después de Extremadura se encuentran Andalucía (29,7%), Castilla La Mancha (29,3%) y Canarias (28,3%).

Las comunidades con menor porcentaje de pobreza son País Vasco y Navarra, ambas con el 9,8%, así como Baleares (11,5%) y Cataluña (12,1%).

Uno de cada cinco, bajo el umbral de pobreza

Dos de cada 10 residentes en España (un 19,9% de la población) estaba por debajo del umbral de pobreza relativa el año pasado, según la Encuesta de Condiciones de Vida que hoy ha publicado el Instituto Nacional de Estadística y que fija este límite en 6.860 euros al año. En el lado contrario, el estudio refleja que el 39,9% de los hogares manifesta llegar a fin de mes con algún grado de facilidad, mientras que un 68,8% consideró tener capacidad para afrontar gastos imprevistos.

A pesar del límite de 6.860 euros, el INE explica que el umbral de la pobreza, calculado según los ingresos total del hogar, depende del tamaño del hogar y de las edades de sus miembros, por lo que la cantidad que fija el umbral de la pobreza es menor si la persona es más joven y también se reduce cuando aumenta el número de personas que compone un hogar.

Así, por ejemplo, para un hogar de un adulto el umbral es de 6.860 euros, pero para uno de dos adultos es de 10.290 euros (5.145 euros por persona), para uno de dos adultos y un menor de 14 años es de 12.348 euros (4.116 euros por persona), y para uno de dos adultos y dos menores de 14 años es de 14.406 euros (3.601,5 euros por persona).

El año pasado, según el INE, el ingreso neto anual de los hogares fue de 23.442 euros, un 4,6% superior al de 2005, y cada hogar destinaba una media de 221 euros para gastos relacionados con la vivienda principal, lo que supone un aumento del 4,2% con respecto al año anterior.

El porcentaje de población que se encuentra por debajo del umbral de la pobreza varía dependiendo del sexo. Así, es mayor en el caso de las mujeres (21,2%) que en el de los hombres (18,5%).

Mayores de 65 años

Los grupos más afectados por la pobreza relativa son las personas de 65 o más años, con un porcentaje del 30,6% por debajo del umbral y los menores de 16 años, cuya tasa es del 23,8%.

También varían los porcentajes dependiendo de la actividad: el 37,6% de la población desempleada está por debajo del umbral, mientras que en el caso de los ocupados la tasa es del 9,8%. Además, el 29,9% de la población con educación primaria o inferior está por debajo del umbral de pobreza, mientras que cuando la educación es superior la tasa se reduce al 7,2%.

En cuanto a los ingresos netos, el ingreso por persona alcanzó los 8.403 euros, un 6% más que el del año anterior. En hogares formados por un solo miembro este cantidad asciende a 11.439 euros, y en el caso de los hogares compuestos por un adulto y al menos un hijo dependiente este ingreso es de 6.005 euros.

Ingresos según estudios

Como en el apartado de la pobreza, el nivel educativo tiene una importante influencia en el nivel de ingresos, de forma que el ingreso medio de los hogares cuya persona de referencia tiene educación superior es de 33.712 euros, una cifra que se reduce hasta los 17.648 euros cuando el novel de formación es igual o inferior a primaria.

Por comunidades, Navarra y Madrid son las que tienen los mayores ingresos netos por hogar, con 29.845 y 27.718 euros, mientras que las que tienen menores ingresos son Extremadura (17.910 euros) y Andalucía (20.268 euros).

Inmaculada C. -

Nuestra democracia sigue deteriorándose. Frente a la propuesta de reprobación de la ministra Álvarez, que se ha hecho famosa por su chapucera gestión y sus esperpénticas declaraciones, el Gobierno ha conseguido salvar el trámite a cambio de contraprestaciones económicas a dos comunidades autónomas, obteniendo así el respaldo del Bloque Nacionalista Gallego y del Partido Nacionalista Vasco. Todo, hasta los principios, se vende a cambio de dinero. Porque, sin esa contraprestación, ¿entonces sí hubiera sido reprobable la ministra? ¡Qué vergüenza!

Laura C. -

Se ve que a Jordi Pujol lo de ser un jubileta ni le gusta ni le cuadra, ni le mola, ni le peta. Se ve que está hasta «les boles» de andar echándose siestas, o de pasarse las tardes haciendo punto o calceta, y hasta el mismísimo gorro -o barretina, o barreta- de no estar donde se cuecen las políticas monchetas, y en resumen, que dispuesto a no quedarse a dos velas en materia decisoria (que aquí no hablamos de pelas), ha decidido sumarse a la marcha callejera que, con la mira aparente, razonable y hasta excelsa, de exigir que destituya, Zapatero, a Magdalena, recorrerá Barcelona pidiendo la independencia.
Esta faceta activista de la nueva Converg_ncia ha de tener a don Jordi en notable efervescencia, pues nadie, cuando mandaba, lo vio jamás o recuerda pateándose las Ramblas codo a codo con Esquerra, coreando sus consignas o apuntándose a su guerra, abominando de pactos con no lejanas derechas y poniéndose las leyes y el «famous» «seny» por montera. Lo que le pasa a don Jordi es que el Oriol no le medra, no le come, no le duerme como don Jordi quisiera, y, con su gran perspicacia, ha de haberse dado cuenta de que hay que darle al chiquillo algún juguete con ruedas, qué sé yo, un coche oficial, un ministerio de Hacienda, una liga para él sólo o una Game Boy de fronteras. Por un hijo, ya se sabe, hace un padre lo que sea.
Por mi parte, les confieso, para serles muy sincera, que me llena de alborozo que don Jordi vuelva a escena. La última vez que le vi fue envuelto en una bandera -junto a Marta Ferrusola- y retozando con ella. Aunque eso fue en el teatro, y esta vez, como es de veras, quizás me ría un poco menos, de pura vergüenza ajena.

julio -

La decadencia catalana, que se palpa, no nace en Madrid; sino que germina con la narcisista contemplación del propio ombligo que, a falta de mejores proyectos, obsesiona a los partidos separatistas que tanto ha engordado José Luis Rodríguez Zapatero, otro iluminado con manías de grandeza.

sancho -

La decadencia de Cataluña es el fruto de una política de porrón, butifarra y monchetas y lo único que atenta contra su dignidad es la conducta de muchos de sus líderes.

Pere -

El ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol se lamentaba el pasado día 30 de octubre en el artículo Intoxicación. Y consistencia de la catalanofobia de España a Cataluña:

Ahora Catalunya tiene mala prensa en Madrid. Y en toda España. Nunca como ahora la opinión pública española, es decir, no sólo los políticos, sino también los medios de comunicación –prácticamente sin excepción– y la gente de a pie, se había expresado en términos tan negativos hacia Catalunya. En la época de Franco el Régimen era muy hostil hacia Catalunya, era perseguidor y opresor. Pero la gente no tenía un grado tan alto de animadversión como tiene ahora.

Y tiene razón el ex presidente de la Generalitat. Recuerdo con nostalgia la envidia sana que el resto de españoles nos tenían en los años setenta por vivir en Barcelona. Mientras Madrid arrastraba la leyenda de ciudad de funcionarios y centro de poder franquista, Barcelona aparecía como la ciudad cosmopolita y culta. Como al París de principios de siglo, allí recalaban bohemios y creadores, escritores y activistas contra el régimen, seguros todos de llegar a la ciudad de la libertad. Esa superstición recorrió todos los rincones de España; la extendíamos los inmigrantes nacidos en otras tierras de España en cada viaje de retorno de vacaciones a nuestros lugares de nacimiento. Nunca tantos españoles se hicieron seguidores del Barça. Hay toda una generación de progres que metían libertad, Barcelona y Barça en el mismo saco. Simplificaciones muy humanas en tiempos sedientos de nuevos referentes. Rodríguez Ibarra o Rodríguez Zapatero son algunos ejemplos.

Fueron esos tiempos los mejores para la lengua catalana. Nunca tuvo tanta comprensión y defensa. Tenía menos hablantes y no regía como única lengua de las instituciones catalanas, pero contaba con el amor incondicional de todos. Precisamente lo que ahora reclaman.

A la vuelta de dos décadas, el hombre que heredó ese maravilloso legado, se queja de que España ya no nos quiere, o nos quiere menos. Se debía preguntar por qué, pues en él encontraría la causa de todas la causas.

Nada más acceder a la presidencia de la Generalitat puso en marcha el sueño nacionalista que acabaría siendo la pesadilla de quienes no lo compartíamos. Si a una persona negra no le reconoces su color de piel como atributo inseparable de su persona, es posible que tal ciudadano se sienta menospreciado en parte de sus derechos; si a un homosexual no le reconoces y respetas su opción sexual, es posible que acabe por adquirir mecanismos de defensa contra las instituciones o la sociedad que lo avergüenzan; si a un castellanohablante le excluyes su lengua en instituciones, escuela y medios públicos de comunicación, puede que acabe por sentirse excluido de derechos y menospreciado. Como el negro, como el homosexual. Sin ir más lejos, como usted se sintió menospreciado cuando en otros tiempos excluyeron la lengua de su madre. Lo terrible es que haya que explicar tal obviedad.

Nada más llegar a la presidencia de la Generalitat, ordenó una limpieza lingüística en el callejero municipal, subvencionó el cambio de idioma en letreros comerciales, obligó a cambiar de lengua a miles de maestros (14.000 se fueron de 1983 a 1985), fundó TV3 y Cataluña Radio sólo en catalán y, sobre todo, nos contagió a todos de un victimismo enfermizo respecto a Madrid que ha acabado por convertirse en un mecanismo de defensa ante cualquier responsabilidad política que habríamos de asumir y no hacemos.

Tiene también razón Pujol en su artículo al recordar que Cercanías y Red Eléctrica son responsabilidad del Gobierno de España:

¿Cómo se puede afirmar que el mal funcionamiento y la falta de planificación y de inversión son culpa de la Generalitat y, por lo tanto, de Catalunya?

Repito. Decir esto es faltar gravemente a la justicia, a la verdad, al respecto de la gente y al respeto a Catalunya. Y cuando, prácticamente, todas las fuerzas políticas españolas, y cuando, prácticamente, todos los medios de comunicación españoles participan de esta maniobra o no la contradicen y dejan que el rechazo, el desprecio, el resentimiento o, a veces, el odio se desperdiguen, hace falta decir que en España hay un fallo.

¡Cuánta razón tiene Pujol! Lástima que esa proyección para descargar en otros las culpas o inventar agravios sea la obra mejor acabada de su práctica política. Durante años la ha practicado con nocturnidad y alevosía. Él la inventó. Recuerdo durante cuántos años logró engañar al pueblo de Cataluña afirmando que la educación y la sanidad no funcionaban porque Madrid no traspasaba las competencias, cuando ya las tenía todas. Todavía hay gentes en Cataluña que creen que la culpa de todo la tiene Madrid porque Cataluña es una colonia de España. Recuerden las balanzas fiscales o los peajes que sus gobiernos renovaron. Nadie mejor que él ha practicado esa política de "resentimiento" y "odio". Él es el arquitecto. Aplíquese, por tanto, su propia acusación a sí mismo.

A menudo me pregunto qué tendrán los culturgenes de la cultura nacionalcatalanista para dejar fuera de su comprensión de la realidad el principio de no contradicción. ¿Cómo no ven que la pluralidad, comprensión, tolerancia, etc. que exigen a España no la practican ellos en Cataluña? Hace unas semanas tenían la oportunidad de ejercerla en la Feria del Libro de Frankfurt, pero prefirieron excluir a todos los escritores catalanes en lengua castellana. ¿Qué autoridad moral pueden tener discursos que boicotean productos españoles por el mero hecho de ser españoles (esta estupidez la iniciaron web nacionalistas y fueron contestadas por otras estupideces desde el otro lado del espejo)? ¿Qué autoridad moral pueden tener quienes se mofan de símbolos españoles por el mero hecho de ser españoles? ¿Qué autoridad moral pueden tener quienes apuestan contra la candidatura a los Juegos Olímpicos de Madrid, cuando toda España apoyó con entusiasmo la de Barcelona?

Estas y otras muchas paradojas y contradicciones no son obra directa del ex presidente de la Generalitat, pero todas han nacido de su doctrina victimista. 23 años de nacionalismo moderado nos han legado una generación de radicales con los que tenemos que lidiar todos los días. Él es el máximo responsable.

Tiene usted razón, señor Pujol, hoy nos quieren menos. Pero escuche la estrofa del uruguayo Jorge Drexler:

Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma.