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Madrid recuerda a las víctimas del 11-M con el sonido de las campanas.

Madrid recuerda a las víctimas del 11-M con el sonido de las campanas.

El sonido de las campanas de las más de 650 iglesias de la Comunidad de Madrid han doblado a las 7,37 horas por las víctimas del mayor atentado de la historia de España y de Europa. Al tiempo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha depositado una corona de flores en la placa en recuerdo del suceso y en honor al pueblo de Madrid que se movilizó en su ayuda. A la misma hora, el alcalde Ruiz Gallardón se encontraba en la estación de Atocha para guardar un minuto de silencio. A las 12 se celebrará el acto en el bosque de los ausentes.

A las 7:37 horas de la mañana, cuando se cumplía exactamente un año del primero de los atentados que costaron la vida a 192 personas y heridas a casi 2.000, las campanas de las iglesias de Madrid han doblado al unísono durante cinco minutos para recordar a las víctimas de aquella matanza. Este ha sido el inicio de una jornada declarada de luto nacional en toda España, en la que se pretende hacer prevalecer la austeridad y en la que se celebrarán numerosos actos de homenaje, entre los que destacan concentraciones silenciosas, la inauguración del "Bosque de los Ausentes" y un funeral en la catedral de La Almudena.

Al mismo tiempo que han sonado las campanas, la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, ha depositado ante la fachada del Gobierno regional, en la Puerta del Sol, una corona de laurel. Simultáneamente, el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, ha guardado un minuto de silencio en la estación de Atocha. Estaba acompañado por la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Trinidad Jiménez, la concejala de IU, Concha Denche y concejales del equipo de Gobierno.

El resto de los concejales del consistorio madrileño se han dividido en cuatros grupos para estar presentes en silencio en cada uno de los cuatro lugares donde explosionaron las bombas el 11 de marzo de 2004: el andén número 2 de Atocha, la cercana calle de Téllez, y las estaciones de Santa Eugenia y el Pozo. Mientras se escuchaba el sonido de difuntos, numerosas personas que pasaban por las inmediaciones de las iglesias se han parado unos momentos en señal de duelo con la mirada hacia lo alto.

Horas después, a mediodía, tendrá lugar el acto central: la inauguración en el madrileño Parque del Retiro del "Bosque de los ausentes", 192 cipreses y olivos que recuerdan a cada una de las víctimas mortales, rodeados por una lámina circular de agua que simboliza la vida.

Allí, los Reyes realizarán una ofrenda floral y presidirán un acto sin discursos en el que estarán acompañados por los Príncipes de Asturias, los presidentes del Gobierno, Congreso y Senado y otras autoridades, así como por los embajadores de los 16 países que perdieron a alguno de sus ciudadanos en los trenes. También se espera en ese acto la presencia de mandatarios extranjeros como el Rey de Marruecos, Mohamed VI, y de otros jefes de Estado y de Gobierno que están en Madrid, donde asistieron a la Cumbre Internacional sobre Democracia, Terrorismo y Seguridad. El acto se cerrará con la interpretación de "El Cant dels ocells", de Pau Casals y cinco minutos de silencio.

Esa concentración silenciosa se repetirá en los municipios españoles por iniciativa de la FEMP y del Gobierno, como homenaje a las víctimas. A ese homenaje se sumarán los medios de comunicación, que interrumpirán sus programaciones habituales para ofrecer en unos casos imágenes de los actos que se desarrollen a esa hora o llenarán el silencio con la lectura de los nombres de cada una de las víctimas.

30 comentarios

Alejandro Valés -

Gregorio Peces-Barba debe dimitir porque no cumple su función de proteger a las víctimas por igual. Porque mayoritariamente no le quieren. Por oxigenar a los verdugos con afirmaciones como las de la puesta en libertad a los asesinos de ETA si se produce una tregua. Por no asistir a manifestaciones que son en contra del terrorismo y a favor de las víctimas. Por demostrar que es una persona totalmente incompetente en un tema que requiere muchísimo tacto y sensibilidad social. Lo que es realmente sorprendente por rozar la grosería y la provocación es que ante la indiferencia por algunas víctimas de ETA, ahora este señor se nos presenta él como víctima y las víctimas y su entorno como alborotadores o delincuentes.
La estrategia del PSOE vuelve a ser errónea. No existen atajos para acabar con el terrorismo. El GAL fue un error y hacer concesiones a los terroristas también. En su afán de protagonismo político, para sacar los réditos de una hipotética disolución de ETA al precio que sea, podemos encontrarnos en la situación, que se nos imponga como «alto comisionado» a un diputado de Batasuna. Los terroristas no dialogan, matan.
Todo lo trabajado hasta ahora se puede venir abajo, una vez más, por la precipitación, y la ambición desmedida de políticos de pequeñas miras. Si ETA termina será por el trabajo de todos, no sólo del político oportunista de turno.

Francisco Rey Alamillo -

¡Maldito mercader de la muerte!
Todo hombre indiferente
insensible a tanto dolor,
porque niega al Dios de la Vida,
porque niega al Dios del Amor

¡Oh recuerdos que estremecen!
¡Oh dolor que atormenta cada noche!
En esta hora cero de la memoria,
en esta hora cero de la inocencia.

Y en la memoria solidaria de los pueblos,
en el crisol del mestizaje
de tanta sangre derramada, de tantos pueblos,
que este dolor se convierta en virtud
para luchar por un mundo justo,
más repirable y frate rno.

Atocha, El Pozo y Santa Eugenia
las tres estaciones de la muerte:
Madrid está de luto.
Familias como la tuya, la mía, destrozadas.
¿Tendrán los asesinos familia?
¡Caín! ¿Qué has hecho de la sangre de tu hermano?

Dales, Señor, el descanso eterno
y brille sobre las víctimas la luz eterna. (FIN)

Francisco Rey Alamillo -

11-M: luto y poesía

Tras el diabólico estruendo
Entre amasijos de hierro quedaron atrapados,
carbonizados, esparcidos por el andén...
El niño asustado pregunta:
¿Mamá nos vamos a morir?

El olor a azufre impregna el viento
que trae la malanueva de corazones mutilados...
de cuerpos desnudos, destrozados.
¡Qué macabro espectáculo de sangre!,
¿Mamá nos vamos a morir?

Segundos eternos de ensordecedor tormento,
los que caen son pisoteados,
la gente escapa despavorida.
¿Tengo ojos?¿Tengo cara?
¿Cómo estoy?¿Qué me falta?

¡Maldito mercader de la muerte!
Todo hombre indiferente
insensible a tanto dolor
porque niega al Dios de la Vida
porque niega al Dios del Amor

Todo envuelto en humo negro,
hecha jirones la piel de la gente,
los cuerpos esparcidos, despedaza dos.
El tren vivió el infierno aquí en la tierra.
¿Y mamá?, ¿Dónde está máma?

No lo olvidaré nunca, compañero
gritaba un emigrante. ¡Sacamos a un niño
y se nos ha muerto en las manos!.
¿Por qué tanta barbarie?
¿Por qué, Señor?

Tras la infernal explosión
la manos de ángeles llegaron
Cuanta más negra era la noche
más generosa fue la entrega...
Y trabajaron a destajo
hasta caer rendidos, exhaustos. (continua....

Bertin M. -

Coincido con los que piensan, que el gobierno actual no ha hecho todos los esfuerzos que yo espero de los impuestos que pago, para que ante una matanza como la del 11-M, sus autores, complices e inductores, sean puestos ante la justicia, claro que estos del "talante" son los mismos que le pusierón una querella a Mingote, cuando gobernaban en comadita con el PNV y los funerales de los asesinados por ETA, se hacian de tapadillo, por lo que me sorprenderia mucho, que se comportasen de modo más honesto, con las últimas victimas de los terroristas, solo hay que ver la conducta del "Comisionado.

Rafael N. -

La constitución nos obliga a deja que los políticos administren nuestros impuestos. Pero no establece que administren también nuestros sentimientos. El 11-M el terrorismo atacó a nuestra comunidad, a nosotros los españoles, a todos. Se cebó en 192 personas pero el ataque fué a todos nosotros. No creo que ni la Sr. Manjón ni ningún político por el hecho de serlo tengan legitimidad para decirnos a todos los demás qué tenemos que sentir, ni cómo tenemos que manifestar nuestros sentimientos. Estamos asistiendo al enjuague del 3% de nuestros sentimientos, y se lo estamos consintiendo.

Federico L. -

A un año del atentado no sabemos quién organizó el atentado, quién lo financió, quién diseñó las bombas y las construyó, quién ejecutó el atentado... .. pero sí sabemos quién facilitó los explosivos, quién lo permitió y permitió que se les entregasen a los autores y quién obtuvo el beneficio directo del atentado. Hoy es el aniversario de uno de los días más tristes de la historia de la democracia en España.

Pablo Lordero -

Somos un país que insulta la memoria de los casi mil muertos que hemos sacrificado por la libertad, y que algunos parecen dispuestos a entregar a cambio del puñado de monedas del Poder, sentándose a negociar con los terroristas y con los amigos de los terroristas, ofreciéndole al nacionalismo la tabla de salvación de un pacto que se lleve por delante todo aquello por lo que muchos dieron sus vidas.

Hoy, doce meses después, sabemos a ciencia cierta que no fue la guerra de Iraq la que provocó la masacre, que hubiera servido igual cualquier otra excusa, aunque la propaganda oficial siga empeñada en convencernos de lo contrario, fomentando la división entre las propias víctimas. Hoy, un año más tarde, son muchos los interrogantes que siguen abiertos y el Gobierno no parece querer darles respuesta: no quiere que se sepa quién o quiénes decidieron la matanza y si en sus carnés de identidad están escritos nombres y apellidos españoles; ni quién o quiénes tuvieron la información y no hicieron nada por evitarlo, quizás porque eran conscientes de las consecuencias y aplicaron aquello del fin y los medios. Hoy tenemos un Gobierno que nos miente porque no quiere saber la verdad. Hoy, mil doscientos muertos después, hemos perdido nuestra memoria y a punto estamos de perder la dignidad.

Ramon Gonzalez -

En un día como hoy, sólo hay espacio para el recuerdo de los que no están y para mostrar nuestro cariño a sus familiares.

No envejecerán, como nosotros los que quedamos:
No les pesará la edad ni les condenaran los años.
Al ponerse el sol y por la mañana
nos acordaremos de ellos.

Ya no estarán rodeados de los alegres compañeros;
ya no se sentarán a las mesas de los suyos;
ya no tendrán parte en nuestros afanes diurnos;
duermen lejos …

Pero si nuestros deseos y esperanzas profundos
son como un manantial oculto a las miradas,
el secreto corazón de su tierra los conoce
como la noche conoce a las estrellas.

Como estrellas que seguirán brillando cuando seamos polvo,
avanzando por la llanura celestial;
como las estrellas que alumbran nuestros periodos de tinieblas,
permanecerán, permanecerán hasta el final.

En memoria de todos los caídos víctimas del terrorismo de ETA, GRAPO y radicales islámicos.

Francisco Javier Elena -

Aquel 11 de marzo los balcones de Madrid se llenaron de banderas nacionales con el crespón negro en señal de duelo. En mi barrio, en un segundo piso de la calle Donoso Cortés, todavía queda una, no sé si olvidada o a modo de homenaje permanente. Lleva allí justo un año, a merced del frío, de la lluvia, del viento, del sol. Es ya casi un andrajo tan pálido que podría confundirse con cualquier prenda puesta allí a secar. Cada vez que paso por esta calle, muy a menudo, miro hacia arriba y a esa bandera desabrigada y silenciosa de color le atribuyo –qué remedio– un difuso y melancólico simbolismo. (FIN)

Francisco Javier Elena -

Si humanitariamente el comportamiento ciudadano ante la matanza fue ejemplar, políticamente no puede afirmarse lo mismo. Cundió el miedo. Y hay que decirlo con toda claridad para no llamarse a engaño. Con casi doscientos muertos en unos trenes cualesquiera, madrugadores, cotidianos, y con una autoría de fanatismo sin matices, cundió tal miedo que muchos españoles se lanzaron a las urnas para escamotearlo. Creo firmemente que ése fue el verdadero motivo del vuelco electoral, aunque también coadyuvasen en cierta medida la labor manipuladora de los medios afines al Partido Socialista o la muy discutible «gestión de la crisis» por parte del Gobierno popular.



La estela del terror, quizá cada vez más difuminada pero igualmente perceptible, llega hasta hoy mismo, un año después de que todo sucediera. ¿En qué sentido? Por lo pronto, los partidos políticos siguen sumidos en un proceso inculpatorio mucho más intenso de lo habitual, que remite sin duda y de forma soterrada a aquel día. Las asociaciones de víctimas se han escindido en dos bloques –bien desiguales en número, es cierto– con planteamientos discrepantes y atendidos por un Alto Comisionado que encona más que une. Y hay expertos de algunas plataformas, en fin, que se niegan a ver lo obvio y a llamar a lo evidente por su nombre. (continua....

Francisco Javier Elena -

Hoy, 11 de marzo, se cumple un año de la masacre terrorista en Madrid. Debe ser un día para el recuerdo de quienes murieron, para la condolencia y el apoyo a las víctimas y a sus familiares. Un día para sentir el dolor como entonces y para reconocer de nuevo el esfuerzo altruista de todos aquellos ciudadanos que se desvivieron por socorrer y consolar a los afectados. En el intervalo de unos segundos, aquel jueves pudimos avergonzarnos como pocas veces antes y experimentar asimismo el más alto orgullo de pertenecer a la condición humana.



El terrorismo es semejante a la hélice de un motor enloquecido que no sólo despedaza cuanto encuentra a su paso, sino que además va dejando tras de sí una larga estela: de dolor y solidaridades, en efecto, pero también de aguas removidas que son las discordias subsiguientes. Cuando creíamos superada la discusión en torno a las presuntas causas de estos actos, cuando pensábamos que pertenecía ya al pasado la atribución de responsabilidades ajenas a las de los propios asesinos, cuando parecía que íbamos atesorando coraje e inflexibilidad ante la violencia chantajista, se desvaneció por completo este esperanzador panorama. Tres días duró el espejismo. (continua....

Jose Luis Alvarez -

Hoy se cumple el primer aniversario del salvaje atentado terrorista del 11 de marzo, que trajo como consecuencia la muerte de 192 personas inocentes, causó miles de heridos y una honda secuela psíquica en la mayoría de los españoles. Sin olvidar el notorio influjo que tuvo en el resultado de las elecciones generales del 14-M. El mejor y mayor homenaje que se puede hacer a todas las víctimas es llegar al fondo del asunto, descubriendo toda la verdad, por más que a algunos les duela o les haga que se les caiga la cara de vergüenza. Se ha dicho –y estoy de acuerdo– que todos los españoles de bien íbamos en los trenes de la muerte y, por tanto, tenemos derecho a toda la verdad y así lo exigimos.
¿Dónde se han metido todos aquellos que en los días posteriores a la matanza reclamaban saber la verdad? ¿El Gobierno de ZP y sus aliados políticos y mediáticos quieren que se conozca toda la verdad? Me gustaría pensar que sí, pero desgraciadamente su modo de proceder pone de manifiesto todo lo contrario.

Jose Javier Albaro -

Hoy, 11 de marzo, al cumplirse un año del salvaje atentado de Madrid, se han organizado diversos actos conmemorativos. A la presidenta de la Asociación de Víctimas del 11-M, Pilar Manjón, no le parece bien que se toquen las campanas de las iglesias. Se comprende el dolor que siente como madre, al perder un hijo, pero no puede tomarse la potestad unilateral en decisiones de este tipo.
Son numerosos los funerales que se celebran hoy, ofreciendo sufragios por las almas de los fallecidos, a los que podremos asistir las familias y los amigos de los que perdieron la vida ese trágico día.
Lamentablemente a estas alturas todavía no sabemos quiénes se encuentran detrás de esta masacre. Por cierto, ¿qué sentido tiene la presencia del Rey de Marruecos en este aniversario?

Albaro Loades -

Hoy se cumple el primer aniversario del atentado terrorista más sangriento de nuestra historia. El 11 de marzo de 2004, mucha gente salió a la calle a decir que antes de votar quería saber la verdad. A lo largo de todo este tiempo, ha habido un cambio de gobierno, provocado, aunque sea políticamente incorrecto decirlo, por esos atentados, que no sólo buscaban provocar víctimas, sino cambiar el signo del gobierno democrático español. Se ha hecho a lo largo de este tiempo una Comisión de Investigación, ya se sabe, cuando ocurre algo y no se quiere llegar a ninguna conclusión se abre una Comisión de Investigación y asunto resuelto. Esa Comisión se quiere cerrar en falso. Algunos políticos no quieren llegar a la verdad de los hechos. ¿Por qué el actual Gobierno no quiere que sepamos quién ha sido, quién está detrás de los atentados más terribles de nuestra historia, quiénes fueron los verdaderos culpables? Las víctimas, todas las víctimas, no sólo las que quiera el señor Peces-Barba, se merecen una explicación. Ha pasado un año y seguimos sin saber lo que ocurrió.

Antonio Jose Mialdea -

Hay experiencias capaces de detener el tiempo. La del 11 de marzo de 2004 es un paradigma. El tiempo pasa para quienes contemplamos horrorizados aquella tragedia, pero contemplar la experiencia no es vivirla como la vivieron quienes fueron tan duramente golpeados en su cuerpo, en su sangre, en su corazón. Casi doscientos dejaron súbitamente la existencia (el espacio y el tiempo) y otros miles no dejaron el espacio pero sí las coordenadas del tiempo, porque, justo en ese día, quedó absolutamente detenido.
Los aniversarios de cualquier barbarie humana, los aniversarios del terror, los conmemoramos sólo los que fuimos simples espectadores. Todos, con las mejores intenciones, se preparan para recordar un acontecimiento que muchos no pueden ni siquiera recordar porque ni siquiera se ha transformado en historia para ellos. El mejor recuerdo para acompañar en lo posible el dolor humano es aquel que desde el silencio acaricia a los que se han quedado para siempre sin agujas en su reloj.

Antonio Lopez Lacasa -

No sería honesto ni progresista, por parte de la sociedad española, amputarle la verdad de los hechos del 11-M a la memoria colectiva de las víctimas del terror y a la solidaridad para con familiares y amigos de ellas. Lo noble, hoy, por parte de los poderes estatales, sería reconocer que sólo conocen la punta del iceberg de lo ocurrido hace un año en Madrid. El pueblo español solidario y progresista no espera menos de sus representantes públicos, puesto que como muy bien dijo recientemente el prodigioso estadista José Blanco, «no se puede construir la convivencia entre los españoles sobre el olvido de quienes han sufrido la violencia terrorista», y negarse a investigar hasta el fondo la verdad de los hechos que acabaron con la vida de las víctimas del 11-M sería una evidente manera de olvidarse de ellas y de construir la discordia, la amoralidad pública, la crispación y el mal común, que no la convivencia.

Maria Teresa Gomez -

Vidas caídas, ajadas,/ por un fuerte volcán arrastradas./ Todo lo llena el dolor,/ el rojo, el negro, la sinrazón./ Las miradas desoladas,/ no sabían dónde estaban./ No podían ni pensar,/ la vida se les iba ya./ El aire denso que había/ roncero él se movía./ Transportaban las palabras/ de unión, cariño, compañía./ Se cogían de las manos,/ se entregaban el corazón,/ temían quedarse solos,/ invocaban al amor./ Velas muy avispadas/ posadas en derredor./ No se sentirán solos,/ ellas les dan nuestro amor./ Tristes palabras, pena, pánico, horror./ La impotencia las acompaña,/ pero las del odio, no./ ¿Indulgencias para todos?/ Prestémosles el corazón.

M. R. Gomez -

Yo no estuve en Atocha ese día, ni en Santa Eugenia o El Pozo, tampoco iba en ninguno de aquellos trenes. Sólo fui una de esas personas que se quedaron petrificadas con las noticias que nos anunciaban por megafonía. «Necesito salir a la calle», «tengo que llamar», decían algunos. Otros simplemente se quedaban parados, ausentes. Aún nadie sabía de la magnitud de la tragedia… Tras las búsquedas, los lloros, los duelos… silencio. Silencio en los vagones, andenes y estaciones, silencio en los amaneceres y en las noches… Silencio en el alma. El silencio de aquellos que nunca se despidieron. El silencio de esos que sólo lloran en silencio.

un madrileño -

La ciudadanía dio un ejemplo de entereza y solidaridad. Desde los primeros testigos que se habían lanzado a las vías para ayudar a las víctimas, a los miles que acudieron a los hospitales para donar su sangre, aquel día la ciudad se miró a sí misma en el espejo y se reconoció tal cual era en toda su grandeza.

El absurdo criminal dejó 192 muertos y cientos de heridos. Dolor, rabia y congoja. Sentimientos encontrados por tanta muerte sin sentido, por 192 personas con nombre y apellidos cuyo único delito era ser ciudadanos, ciudadanos de una nación libre, orgullosamente libre. Los asesinos habían atacado, habían desafiado ese espíritu en el corazón mismo de la nación, en su capital. Cargados de odio y sin dar la cara, como los cobardes.

Al día siguiente amaneció nublado. La ciudad, taciturna y abatida, se echó a la calle por cientos, por miles, por millones. Rompió a llover, un océano de paraguas y de silencio en recuerdo de los que habían dejado su vida entre el amasijo informe de hierros en el que habían quedado los trenes. La ciudad lloraba la pérdida y hacía frente al terror con decisión y valentía. Las estaciones se cubrieron de flores, de velas y de carteles que iban dejando espontáneos. El mundo entero se volcaba con la tragedia y la nación se cogía de la mano. Unidad frente al zarpazo terrorista y memoria para los ausentes.

Esa ciudad se llama Madrid y aquella mañana fue la del 11 de marzo de 2004. Siempre en el recuerdo. (FIN)

un madrileño -

Era un jueves cualquiera a primera hora de la mañana. El sol salía tímidamente mientras la ciudad se desperezaba de una larga noche de invierno. Empezaban a llenarse sus calles y los más madrugadores tomaban el metro, el autobús o el tren para dirigirse a su puesto de trabajo. Los edificios de oficinas iban llenando sus ascensores, las fábricas encendiendo su maquinaria, las escuelas abriendo sus puertas. Era una mañana como cualquier otra en una ciudad que siempre tendremos en el recuerdo. Siete minutos después de la siete y media se desató la tragedia. Varios trenes de cercanías que se dirigían hacia el centro reventaron por la mitad. Los convoyes quedaron detenidos en mitad de la vía entre el humo, la confusión, la angustia y los gritos de los supervivientes. Las sirenas irrumpieron en un frenético llanto, la ciudad despertó de golpe. Se había perpetrado el crimen y daba comienzo el peor y más largo día de cuántos España recuerda desde la Guerra Civil.

La ciudad resistió el envite. Los servicios de emergencia funcionaron a la perfección. Un dispositivo como no se había visto antes prestó socorro a las víctimas y atendió a los afectados con una celeridad y una profesionalidad encomiables. No hubo colapso, no hubo pánico. Sanitarios, bomberos y policías dieron lo mejor por esa ciudad a la que servían. (continua....

Madrid -

Desde las siete de la mañana, numerosos vecinos, víctimas y familiares de éstas depositaban visiblemente emocionados ramos de flores y velas en el muro que separa las vías del tren y la calle de Téllez "en recuerdo a los que ya no están". Durante el homenaje, hubo varias personas que no pudieron contener las lágrimas y rompieron a llorar. También era masiva la presencia de vecinos en las ventanas y balcones de los edificios cercanos.

La ministra de Sanidad, Elena Salgado, que se sumó a la celebración a última hora ante la sorpresa de las autoridades locales, declinó la oferta de los representantes del Ayuntamiento para unirse a la presidencia del acto argumentando que prefería estar "en el lado de los vecinos", donde se mantuvo durante los cinco minutos de silencio.

Todos ellos, tras los minutos de silencio, saludaron y reiteraron el pésame a numerosas víctimas y familiares que sufrieron la terrible tragedia y que acudieron a la zona para rendir un emotivo homenaje a todas las personas que aquel fatídico día de hace un año perdieron la vida o sufrieron graves daños debido a las explosiones en los trenes. (FIN)

Madrid -

Viajeros y vecinos de la calle Téllez recordaron en torno a las 7,38 de la mañana a las víctimas que perdieron la vida en los atentados. A esa hora, por las vías por las que circulaban los trenes aguardaban en silencio Ana Botella, concejala de empleo y servicios al ciudadano y otros ediles de la corporación municipal, un equipo de bomberos y varios agentes de la policía local y nacional. Alejada de los representantes políticos, la ministra de Sanidad, Elena Salgado, también se sumó a la concentración.

Los allí congregados guardaron cinco minutos de riguroso y emotivo silencio en la calle de Téllez en recuerdo de las víctimas de los atentados terroristas del 11 de marzo del año pasado.

El acto tuvo lugar al borde de la vía donde hace exactamente un año un tren de la línea C-7 procedente de Alcalá de Henares y con destino a Chamartín sufrió cuatro explosiones ocasionadas por otras tantas bombas colocadas por los terroristas. De los aproximadamente 1.000 viajeros que abarrotaban el convoy, 59 perdieron la vida y 250 resultaron heridos de diversa consideración.

El silencio en la zona sólo fue interrumpido por el continuo trasiego de los trenes que entraban y salían de la Estación de Atocha sin cesar y con las frecuencias habituales de paso. Muchos de los pasajeros giraban la vista desde el interior de los vagones para ver la concentración de personalidades, medios de comunicación y ciudadanos presentes en la calle. (continua....

pueblo -

Hasta la estación de El Pozo, en la que comenzaba a amanecer, se acercaron algunas personas que con su presencia quisieron homenajear a los familiares y amigos que perdieron la vida en los atentados.

El pasillo de entrada a El Pozo también fue el escenario de otros homenajes anónimos, ya que desde primera hora de la mañana numerosos vecinos del barrio, en el que doblaban las campanas de la Iglesia del Buen Pastor, comenzaron a dejar velas y ramos de flores. Un pequeño cartel, situado junto a cinco cirios ilustrados con las letras del nombre Óscar, recogía el sentir de este escenario de la masacre: "Nunca os olvidaremos". (FIN)

pueblo -

Un centenar de madrileños se congregó en la estación de Cercanías de El Pozo del Tío Raimundo, en el distrito madrileño de Puente de Vallecas, para recordar en absoluto silencio a las 67 personas que perdieron la vida el 11 de marzo de 2004, cuando, a las 7.37 horas, el tren procedente del Corredor del Henares con destino a Atocha registró dos fuertes explosiones en su interior.

La concentración, que se desarrolló en el andén en el que se produjo la masacre, estuvo encabezada por el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, al que acompañaron la responsable municipal de Urbanismo, Pilar Martínez; la edil del distrito, Eva Durán; la portavoz de Izquierda Unida en la Casa de la Villa, Inés Sabanés; los concejales del PP José Manuel Berzal, Paloma García-Romero y Tomás Serrano; y los socialistas Rafael Merino, Manuel García-Hierro, Félix Arias y Pedro Sánchez, así como su compañero de partido y diputado en la Asamblea Francisco Garrido.

El momento en el que se cumplió el primer aniversario del atentado en la estación de El Pozo, el que más víctimas provocó de los cuatro que sufrió la capital aquel día, estuvo dominado por un largo silencio y el cruce de miradas entre el centenar de personas que se congregaba en el andén y los viajeros del tren de dos pisos que en ese instante hizo su entrada en la estación, idéntico al que hace un año registró las explosiones. (continua....

agente -

Los ciudadanos presentes también guardaron los cinco minutos de silencio, y sólo al final varios de ellos expresaron su malestar por la concentración.

A las ocho de la mañana, cuando políticos y periodistas habían abandonado Atocha, la estación recobró la normalidad, con el tradicional trasiego de trenes y viajeros en sus respectivas direcciones. Sin embargo, en un punto del citado andén tres velas, varias flores y unos carteles recordaban a las 192 víctimas mortales y a los 1.500 heridos por las bombas del 11-M, mientras que en el otro extremo de la vía un ramo de claveles blancos, colocado a media altura en un poste informativo, tenía idéntico significado. (FIN)

agente -

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y la portavoz del grupo municipal socialista, Trinidad Jiménez, ambos vestidos de luto riguroso y muy emocionados, encabezaron en el andén 2 de la Estación de Cercanías de Atocha los cinco minutos de silencio guardados en recuerdo de las víctimas de los atentados terroristas del 11-M de 2004.

Al cumplirse el primer aniversario de aquella tragedia, entre las 7.35 y las 7.40 horas, se guardaron cinco minutos de silencio en Atocha, acto que también contó con la presencia del presidente del Senado, Javier Rojo; el presidente de Renfe, José Salgueiro; el jefe de la Policía, José Luis Morcillo; y el responsable del Samur-Protección Civil, Ervigio Corral. Además, acudieron a esta cita, en uno de los escenarios trágicos hace ahora un año, una representación del Cuerpo de Bomberos de la capital así como otra del Samur-Protección Civil y de la Policía Local. servicios de emergencias que ese día tuvieron un papel destacado en el auxilio a las víctimas.

A esa hora sólo coincidió en el interior de la estación un tren de Cercanías en la vía 3, que prolongó su estancia allí unos minutos, mientras que numerosos usuarios se encontraban en los andenes restantes a la espera de que llegaran sus trenes correspondientes.

La presencia de políticos y periodistas en el andén era observada con atención por muchas personas que a esa hora utilizaban el servicio de Cercanías para sus desplazamientos. (continua....

L. D. -

Además, entre las filas de invitados también se encontraban el ex alcalde de Madrid José María Álvarez del Manzano; el defensor del Menor, Pedro Núñez Morgades; el decano del Colegio de Abogados de Madrid, Luis Martí Mingarro; el presidente de la FMM, Luis Partida, así como embajadores de países que tuvieron alguna víctima en el atentado, además de alcaldes de los municipios madrileños que se vieron directamente afectados como el de Alcalá de Henares, Bartolomé González. (FIN)

L. D. -

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Francisco José Alcaraz, y la presidenta de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, María Ángeles Domínguez, depositaron una corona de laurel en la placa colocada en la fachada de la Real Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid, que recuerda a las personas que trabajaron de forma desinteresada y solidaria tras el mayor atentado terrorista sufrido en España.

La colocación de la corona, que fue portada por dos alumnos de la Academia de Policía de la Comunidad de Madrid, tuvo lugar a las 7.38 horas de la mañana, al mismo tiempo que las más de 650 iglesias de la región doblaron sus campanas durante cinco minutos en memoria de las 192 personas que murieron en el atentado terrorista. A esa hora, en la Puerta del Sol se podían observar en una pantalla gigante las campanas de la Catedral de la Almudena, próxima a la Real Casa de Correos.

La presidenta, vestida con un traje de chaqueta de color oscuro, y gesto contenido, depositó la corona en la placa que se colocó el pasado año como reconocimiento a todas las personas que colaboraron desinteresadamente en las horas y días posteriores a la masacre y en la que se puede leer "Madrid agradecida". (continua....

L. D. -

A continuación, los acordes del "Réquiem" de Mozart inundaron todos los rincones de la Puerta del Sol mientras en la pantalla gigante se proyectaban imágenes en directo de otras zonas afectadas por los atentados como la estación de Atocha.

La Real Casa de Correos estaba engalanada con tapices y las banderas de la Comunidad de Madrid, España y la Unión Europea ondeaban del balcón principal de la sede de la Presidencia regional. Además, junto a la placa conmemorativa se situaron seis banderas de España, tres a cada lado, cada una de ellas con un lazo negro, en un día que se ha decretado de luto nacional.

Entre los presentes se encontraban miembros de la Fundación Víctimas del Terrorismo y de otras asociaciones de víctimas como la de Miguel Ángel Blanco o la de Voces en Silencio. Asimismo, miembros de la Policía Local y del Servicio de Limpieza Urgente también estuvieron presentes en el homenaje a las víctimas al que también asistió el delegado del Gobierno, Constantino Méndez, y la presidenta de la Asamblea de Madrid, Concepción Dancausa, así como los portavoces de los tres grupos parlamentarios, además de diputados, muchos de los cuales vestían corbata negra. Todos los miembros del Consejo de Gobierno también rindieron homenaje a las víctimas del 11-M. (continua....

Rondeño -

En este día triste como el de hace un año, "una cieberoración" de todos los foreros por los que ya no estan.
Y mañana hablaremos de tribulaciones y enfrentamientos políticos...