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Rajoy asegura a aquellos que tienen dudas e incertidumbres que no les va a fallar.

Rajoy asegura a aquellos que tienen dudas e incertidumbres que no les va a fallar.
El líder del PP, Mariano Rajoy, aseguró que es "consciente" de que el Partido Popular ahora vive "momentos de incertidumbre" pero garantizó a todos aquellos que tienen "dudas" e "incertidumbres" de que no les "va a fallar". Además, recalcó que se presentará al Congreso Nacional de junio porque "se lo ha pedido la mayoría" del partido y tiene claras "las ideas, principios y convicciones" del PP.

  Así lo aseguró en el Club Siglo XXI, en la presentación de la conferencia de la presidenta del PP de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, a la que acompañaron numerosos dirigentes ’populares’ como el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón; los dos portavoces parlamentarios, Soraya Sáenz de Santamaría y Pío García-Escudero; y distintos parlamentarios como Jorge Moragas, Miguel Arias Cañete, Juan Carlos Vera, o Agustín Conde.

  Antes de que comenzara el acto, una nube de periodistas abordó a Rajoy para preguntarle por la decisión de María San Gil de abandonar su cargo al frente del PP vasco, pero el líder de la oposición rehusó hacer declaraciones al respecto.

 UN PARTIDO "UNIDO Y QUE INTEGRE"

 El presidente de los ’populares’ defendió un partido "unido, que integre y que actúe responsablemente". Es más, dijo estar "absolutamente convencido" de que España "necesita un partido moderado, de centro reformista y preocupado por la gente, sus problemas, la economía y cercano a los ciudadanos". "Creo que esto es lo que necesita España y para eso trabajo yo", espetó.

 A continuación, aseguró ser "consciente" de que el partido atraviesa "momentos de incertidumbre" y de que "hay personas que pueden tener dudas" ante esta situación, pero quiso lanzar un mensaje de tranquilidad garantizando que el PP saldrá "adelante".

 "Yo a todas esas personas que están en situación de incertidumbre o que tienen dudas les digo que algunos no hemos cambiado, que algunos tenemos claras las ideas y los principios, que algunos queremos construir y que, como hemos demostrado en otras ocasiones, saldremos adelante --enfatizó--. El PP no le va a fallar a quienes le votaron y yo desde luego de ninguna de las maneras".

 "ME LO HA PEDIDO LA MAYORÍA DE MI PARTIDO"

 Como ya ha venido manifestando estos últimos días, Rajoy recalcó que presentará su candidatura al Congreso Nacional de Valencia porque así se lo han reclamado. "Me lo ha pedido la mayoría de mi partido y me lo sigue pidiendo y yo a la mayoría de mi partido no le voy a fallar, porque llevo en este partido más de media vida, porque en este partido he pasado momentos malos, buenos, felices y momentos que no lo fueron tanto", agregó.

 Asimismo, resaltó que se presentará porque está convencido de que en las próximas elecciones "muchos más votantes" respaldarán al PP y le darán la victoria y porque tiene "claras" las "ideas, convicciones y principios" del PP, que se aprobaron en el Congreso de 1989.

 El presidente de los ’populares’ quiso dejar claro que defiende esos mismos principios que se aprobaron entonces, en contra de la "negociación" con la banda terrorista ETA y del texto del Estatuto catalán que apoyó el gabinete socialista.

 Sin embargo, añadió que si en esta legislatura el Gobierno "rectifica" y "se da cuenta de que se ha equivocado", él lo apoyará. "No puedo decirle que no le apoyo cuando creo que lo hace mal y luego decirle que tampoco le apoyo cuando creo que lo hace bien. Eso es convivencia", exclamó.

 LA CONVIVENCIA EXIGE RESPETO Y DIÁLOGO

 Rajoy aprovechó el título de la conferencia de María Dolores de Cospedal --’España, un modelo de convivencia’-- para recalcar que la convivencia exige "respeto al adversario", algo que, a su juicio, es "compatible con defender los principios en los cuáles uno cree".

 "La convivencia exige diálogo, que no siempre supone acuerdo, la convivencia exige moderación, que no impide cuando las circunstancias así lo exigen pronunciarse con contundencia, la convivencia no excluye la crítica, cuando la critica es precisa pero también la convivencia supone el apoyo que hay que darle al otro cuando el otro lo hace bien", aseveró.

 A continuación, Rajoy acusó al Gobierno socialista de haberse dedicado en la pasada legislatura a "dividir a los españoles" y "aislar a la oposición" y confió en que no se repita en los próximos cuatro años.

 "Esta legislatura precisa de una rectificación por parte del Gobierno", dijo, para recordar que había ofrecido a José Luis Rodríguez Zapatero alcanzar acuerdos en temas fundamentales como la política antiterrorista, el modelo territorial, la política exterior, la Justicia y la modernización del sistema de protección social.

 Esta línea, prosiguió, es la que debe seguir el Partido Popular en el futuro. "Y la que me gustaría que siguiera también el PSOE, que hoy tiene más responsabilidad porque es el que está al frente del Gobierno de la nación", subrayó.

 DE COSPEDAL "ENORME FUTURO POLÍTICO POR DELANTE"

 El presidente de los ’populares’ tuvo muchas palabras de elogio para De Cospedal, a la que definió como una mujer "preparada, capaz, independiente", "con personalidad y con criterio". "Estoy convencido de que tiene un enorme futuro político por delante y eso será muy bueno para el PP y para toda España", proclamó.

 Además, destacó que tras asumir la presidencia del PP en Castilla-La Mancha "fue capaz en muy pocos meses de reducir a la mitad la diferencia con el PSOE". Y añadió que "su esfuerzo y sus cualidades" fueron "decisivas" en los resultados del partido en las elecciones del pasado 9 de marzo.

38 comentarios

ricardo -

Gonzalo dos y dos
Estupendo análisis y gran artículo.
Ojalá que pueda difundirse lo suficiente para que de una vez por todas se enteren los simpatizantes y votantes en general del PP, que no es que Rajoy haya cambiado de ideología es que ahora está con las manos libres para dirigir a el PP y llevarlo por la senda del triunfo.
Siempre he confiado en Rajoy y siempre he pensado que tenías las ideas claras sobre la unidad de los españoles, de una España fuerte, cohesionada y con valores.
Confío en que este artículo tan bien analizado sirva para reafirmarnos en nuestra idea los que defendemos a Rajoy y para que abran los ojos, los que están todos los días en todos los foros, despotricando contra el Líder del Partido Popular.

Gonzalo dos y dos -

EN RESUMEN



El día 1 de septiembre de 2003 Aznar nombró a Rajoy candidato a La Moncloa. El día 3 de septiembre de 2003 Rajoy abandonó todos sus cargos en el Parlamento y en el Gobierno para ocuparse de preparar su candidatura a La Moncloa. Rajoy perdió las elecciones generales de 2004. Aznar siguió siendo Presidente del PP hasta el 3 de octubre de 2004.



Las líneas fundamentales del partido se cambian en el congreso. Las que ha tenido el PP desde octubre de 2004 (XV congreso) vienen marcadas por la doctrina fijada entonces. No nos vamos a pronunciar aquí sobre su contenido ni sobre si habrá cambios de doctrina en el próximo congreso de junio de 2008 (XVI congreso), que tiempo habrá para ello cuando pase; tampoco pretendemos defender a nadie, sino narrar unos hechos a la luz de nuestra opinión, pero nada más lejos de nuestro interés el defender a un "líder", con posibilidades de llegar a Líder (primera oportunidad), que -como tal- debe saber defenderse solo, y con cuyo partido (el PP) no nos une ni siquiera la simpatía incondicional, como no nos une a ningún otro, sino que nuestra política se basa en la defensa de la verdad, de la justicia, de la libertad, de la democracia y de la paz. En ese sentido escribimos estas líneas... y que cada palo aguante su vela. Pero vamos concluyendo...



El último congreso del PP fue el XV congreso, celebrado los días 1, 2 y 3 de octubre de 2004; fue presidido por Esperanza Aguirre, siendo presidente del PP José María Aznar. Tras fijar las líneas del PP para la siguiente etapa (hasta el próximo congreso de junio de 2008), con Aguirre como presidenta del congreso y Aznar como presidente del PP, el día 3 de octubre de 2004 fue clausurado el XV congreso, que terminó con el nombramiento de Rajoy como presidente del Partido Popular y de Aznar como presidente honorífico.



Rajoy, fuera del gobierno desde septiembre de 2003, iniciando la presidencia del partido en octubre de 2004, con unas normas y unos personajes impuestos por Aznar, tiene ahora la primera oportunidad de demostrar si es un verdadero Líder que defiende las ideas de libertad, justicia, paz, democracia y unidad de España.



Rajoy, habiendo dejado atrás muchas de las ataduras de Aznar (incluyendo su abandono de FAES), tendrá la oportunidad de demostrar si es verdadero Líder, si los enemigos de dentro, y los que atacan al PP por la derecha y por la izquierda, jaleados y liderados por sus medios de comunicación “afines al Aznar amigo del imperio federalista” no lo impiden, contando una historia a todas luces falsa, para conseguir que se presente un candidato del tipo de Juan Costa, que, con un más que turbio asunto en su pasado reciente, sería carne de cañón para –una vez nombrado candidato a La Moncloa- acabar con el PP desde sus propios medios afines, apoyados por los marxista-leninistas y por los extremistas antidemócratas de derechas, concluyendo entonces con una guerra civil o con la consecución del objetivo común de los dos primeros grupos: la España federal o “Los Estados Unidos de Iberia”, anunciados en una ya famosa fresa que se publicó el mismo 11-M, todo ello antes de que un partido sustituto del PP tuviera tiempo a reaccionar para salvar a España.

Gonzalo dos y dos -

EL CAMBIO



Rajoy tiene la primera oportunidad de convertirse en Líder del PP



Rajoy, hasta ahora, ha seguido la doctrina del PP fijada en el XV congreso de octubre de 2004, antes de ocupar Rajoy la presidencia del PP.

Sin opciones para cambiar las imposiciones ni los condicionantes y personajes impuestos por Aznar, que fueron impuestos en el último congreso del PP que se celebró, con el consiguiente bloqueo de información por parte de los líderes de grupos y peones correspondientes a la imposición de Aznar, negándole a Rajoy información de interés, incluso desde su propia sede central; tras ganar el PP las elecciones locales y autonómicas, llegaron las elecciones generales de 2008 y Rajoy ganó en las urnas. Fue el candidato más votado y consiguió quitar votos al PSOE. Otra cosa es que el Rey propusiera como Presidente a Zapatero, habiendo obtenido muchos menos votos que Rajoy (en Madrid, que es en donde se presentaba Rajoy frente a Zapatero) y habiendo conseguido el PP más votos que el PSOE (sin la trampa del PSC), amén del recuento del que habría mucho que decir...



En ese momento, Rajoy tenía dos opciones: irse o quedarse. Si se quedaba, con cuatro años por delante antes de otras elecciones generales, debería dejar atrás el “líder” impuesto (y con imposiciones y torpedos) para convertirse en un verdadero Líder que “hiciera su equipo”, dejando atrás el equipo impuesto por Aznar, que arrastraba además la lacra de una masacre, sin que Rajoy estuviera “manchado” por los atentados del 11-M/Leganés, ni en errores previos, ni durante los atentados ni en la gestión que se hizo de ellos, por estar fuera del gobierno desde septiembre de 2003, y fuera de la presidencia del PP hasta octubre de 2004. En eso debía consistir el CAMBIO de Rajoy. Y así lo hizo.



Pero como todo Líder que crea en lo que pretende conseguir, debe deshacerse de los elementos discordantes de la manera más silenciosa posible y transmitiendo la información estrictamente necesaria, procurando que sean ellos los que se vayan, y a la vez que debe situar a estos elementos fuera –si es posible- o dentro con cargos como decíamos al principio de este escrito, debe conseguir que queden conformes con su nueva situación, en unos casos, o propiciar un enfrentamiento abierto en otros, pero sin que el verdadero Líder se ponga a discutir con aquellos de los que quiere desprenderse. Él debe permanecer en su línea, con sus objetivos claros y dejar que sean los incompetentes los que vayan viendo que no tienen cabida en el grupo legal y que se acabaron los tejemanejes y las manipulaciones de unos ideales compartidos por la mayoría del grupo que lidera. En eso está Rajoy. Ése es el cambio, la defensa de los ideales que dice defender el PP y la no defensa de lo indefendible.

Gonzalo dos y dos -

Rajoy, “líder” (con comillas)



A partir de aquí, y por no alargar las expresiones, utilizaré los términos “sabía”/“no sabía” en el sentido de que no hay datos objetivos que permitan afirmar que, por cargo, tuviera la obligación de saber (o no saber). Aviso también de las repeticiones que leerán en este escrito; son intencionadas.



A poco que se conozca de la historia reciente del PP, y como decíamos muchas veces en Paz Digital, recordará el lector que en enero de 2002, durante el XIV congreso del PP, gobernando con mayoría absoluta, Aznar ratificó que se iba, que dejaría la presidencia del PP y que no se presentaría a las siguientes elecciones. Como dijimos varias veces en Paz Digital, desde principios de 2003, se podría entender el hecho de dar paso a otros como candidatos a La Moncloa, pero no nos encajaba que dejara la Presidencia del PP en su “edad de oro”, si no era porque pensaba en algo más jugoso y posiblemente en algunas acciones poco éticas.



Desde enero de 2002 el tiempo pasaba y Aznar no resolvía su sucesión, algo que, de no tener nada que ocultar, por lógica debería haber hecho en el XIV congreso del PP con la aprobación de los demás miembros. Pero no, Aznar espero al límite. Fue el día 1 de septiembre de 2003 cuando Aznar, siendo presidente del PP y del Gobierno (¡con mayoría absoluta!) propuso a Rajoy como candidato a la Moncloa.



La Dirección Nacional del PP aprobó la candidatura y el día 3 de septiembre de 2003 Rajoy fue retirado del puesto de Observador Inconveniente, despojado de poder (observar), sin ser líder del PP ni de ningún grupo (Aznar seguiría siendo presidente del PP hasta octubre de 2004), Mariano Rajoy se convirtió en candidato a La Moncloa, a sabiendas –tal vez- de que no llegaría a ella, de lo que se encargarían Aznar, Acebes, Zaplana, Aguirre, etc. No hay más que recordar la campaña que hicieron antes de las elecciones de 2004, apoyados por los medios que decían estar en la cuerda del PP, pero que estaban en la cuerda de Aznar (y de caminar camuflados hacia el federalismo de los Estados Unidos… ¿de Iberia?); es decir, los supuestos medios afines estaban en línea de alejar a Rajoy de un puesto desde el que pudiera ver lo que no querían que viera; y llegó la masacre del 11-M.



Pero, puntualicemos. Rajoy, como buen elemento del Grupo, que creía en su ideología y en la defensa de España, pero conocía y respetaba las normas, en 2003 respetó a su Líder y cumplió con la disciplina del grupo sin rechistar. Pasó a ser un “líder” (con comillas) puesto que lideraba –en apariencias- a un grupo de perdedores y tenía como cabeceras de los grupos correspondientes a los mismos líderes nombrados por el Líder Aznar, que vigilarían y torpedearían a Rajoy con la ayuda mediática incondicional de sus supuestos afines, pero en realidad defensores de lo que fuera que propiciara la desmembración de España al estilo del fiel servidor del imperio federal.



De que Rajoy era un “líder” a dedo, y de que entonces no tenía cualidades de líder no creo que dude nadie. En Paz Digital lo dijimos muchas veces y añadíamos, entonces, y mantenemos ahora que Rajoy había sido nombrado para desmembrar al PP y así, mientras se reconstruye otro partido, dar paso a la desmembración de España. Sin embargo, Rajoy ha cambiado, no en ideología sino en su calidad de líder, pasando de “líder” a Líder. Después lo veremos.



Tras la propuesta de Aznar (el 1 de septiembre de 2003) y la aprobación de la Dirección Nacional del PP, el día 3 de septiembre de 2003, Rajoy abandonó todos sus cargos en el Parlamento y en el Gobierno para ocuparse de preparar su candidatura a La Moncloa.



Así es como Rajoy fue alejado por Aznar de todo aquello que se gestara desde el poder del Gobierno de España antes, durante y después de las elecciones generales de 2004 hasta que tomó el poder el PSOE, que había ganado las elecciones. Fue así como Rajoy, al perder las elecciones, no tenía poder en el Gobierno del 11-M, ni sabía nada de acciones, ni de borrado de pruebas, ni de cómplices…; Rajoy había sido alejado en septiembre de 2003, había perdido las elecciones, y seguía alejado de la primera línea de Aznar, y de la primera línea de poder en el PP.



Rajoy, desde fuera del gobierno, había sido candidato a La Moncloa, pero no sabía nada de las acciones del gobierno Aznar ni antes, ni durante ni después del 11-M; como tampoco sabía Rajoy de lo que quisieran ocultarle en el PP, ya que como presidente del PP siguió Aznar hasta octubre de 2004.



Los días 1, 2 y 3 de octubre de 2004 se celebró el XV congreso del PP, que fue presidido por Esperanza Aguirre, siendo presidente del PP José María Aznar.



Tras fijar las líneas para la siguiente etapa del Partido Popular (hasta ahora, junio de 2008), con Aguirre como presidenta del congreso y Aznar como presidente del PP, el día 3 de octubre de 2004 fue clausurado el congreso, que terminó con el nombramiento de Rajoy como presidente del Partido Popular y de Aznar como presidente honorífico.



Durante el XV congreso, antes de ser nombrado Rajoy como Presidente del PP, se encargaron Aznar y la presidenta del congreso, Aguirre, de que los fieles colaboradores de Aznar se quedaran en el partido pegados a Rajoy, controlando sus actos, bien directamente o mediante fieles “peones”; así seguirían, entre otros, Elorriaga, Acebes, Zaplana, Rato, Juan Costa, Mayor Oreja, etc., entre cuyos peones, por su relevancia mediática destaca María San Gil, y de Aznar vendría el seguimiento de sus “medios afines al imperio federal” para hacer ver que Rajoy decía lo que no decía o apoyaba lo que no apoyaba. Rajoy, como “líder” quedaría atado de pies y manos a los últimos actos del gobierno PP, a la gestión que Aznar y sus próximos hicieron del 11-M y a las actividades de toda la legislatura 2004-2008, pero teniendo que soportar el peso de dar fuerza a los españoles masacrados, aterrorizados y con pocas esperanzas.



Entre septiembre de 2003 y octubre de 2004 Aznar tuvo apartado a Rajoy de los “puntos calientes” del PP.



Rajoy fue nombrado “líder” del PP, pero estuvo fuera de los entresijos y los tejemanejes del 11-M y de los asesinatos de Leganés, así como de la desaparición de pruebas, por no pertenecer ni poder observar al gobierno desde septiembre de 2003, durante ese período previo y posterior a los atentados, y por no poder controlar el aparato del partido por tener por encima al presidente del Partido Popular, José María Aznar, hasta octubre de 2004.



De que Rajoy cargó sobre él con una España masacrada, aterrorizada, deshecha y sin esperanzas no cabe duda. De que no lo hizo por dinero (objetivo de muchos líderes), tampoco hay duda. Del sentido de la ética, del respeto a la disciplina de grupo y al Líder de entonces (Aznar), del cumplimiento de las normas por parte de Rajoy, etc., solo hemos podido observar el silencio, que es lo que observamos en cualquiera que, siendo “líder” de un grupo, pretende unos ideales (para España, en este caso) que solo encuentra en el grupo al que pertenece, el PP. Es la única manera de mantenerse firme dentro de las posibilidades, el no hablar de las imposiciones ni de lo imposible. Eso hace un verdadero líder que quiera transmitir seguridad, y luchar por sus ideales.



Todo responsable de un grupo debe tragarse los conflictos que no tenga capacidad para resolver, y debe esperar pacientemente, y en silencio, a que se den las circunstancias para que los ideales del grupo puedan convertirse en objetivos concretos no impuestos ni deformados por su anterior Líder; es el momento de la transformación y del cambio, no de cambio de ideales ni de ideología, sino todo lo contrario, de marcar los objetivos que puedan plasmar en la realidad los ideales que pretende el grupo; es el momento de cambiar las “lacras” por un caminar hacia adelante, sin olvidar el pasado, de aprovechar lo bueno y aprender de lo malo; es el momento en el que el “líder” puede convertirse en Líder.

Gonzalo dos y dos -

Se aproxima el XVI congreso del Partido Popular y la lucha por el poder político-mediático pone en escena, como asunto prioritario, los conflictos internos (o así deberían ser, internos) del principal partido de la oposición; el airear los problemas del PP está nublando la percepción de los verdaderos problemas que está sufriendo España, permitiendo que el Gobierno haga o deje de hacer cualquier cosa, sin ningún control frente al PSOE.



Se pretende destruir al PP con el intento de desgaste del Líder del PP, al que los enemigos de España y los enemigos de la democracia pretenden desbancar, unos por unas causas y otros por otras, pero con el mismo objetivo: echar a Rajoy para que no quede un líder fuerte que defienda, al mismo tiempo, la unidad de España y la democracia. Los anti-España alaban a Rajoy, a sabiendas de que así, los anti-demócratas saltarán como una jauría sobre Rajoy por ser defendido por los de izquierdas; los afines a la anti-democracia, herederos o creadores de una ideología dictatorial, utilizan la pelota que les pasa la izquierda para lanzarla hacia Rajoy. De esta manera se alimenta la confrontación; los de izquierdas creen que ganan terreno en su camino hacia la destrucción de España y los extremistas más o menos confesos de derechas creen avanzar hacia la dominación y el poder de un Partido que no les corresponde, para lo que ya tienen otros partidos preparados para absorber a los disidentes, de manera que los disconformes del PP se vayan a ellos, con la esperanza de hacer un trasvase casi total. Lo que hicieron con UCD. Y si la cosa no se resuelve por las buenas, ¡para eso están las armas y los golpes de Estado! Y en ello estamos; por la derecha y por la izquierda presionando, desde dentro traicionando, y mientras la mayoría de los españoles no llegan a fin de mes, pero esos ULTRAalgo no se encuentran entre la media de los españoles y poco les importa que se hunda el templo con todos los filisteos dentro.



Los informativos de la televisión –que es lo que cuenta- abren y cierran con problemas internos del PP; son noticia “por su lengua” los periodistas, noticias nutridas por agencias que las extraen de medios digitales y de papel por el morbo del enfrentamiento político-mediático llenan la hipnotizadora pantalla.



“Todos contra el PP; Caminar separados, golpear juntos”, desde dentro y desde fuera, por la derecha y por la izquierda y desde el centro.



Voy a hacer un inciso para aclarar algunos conceptos relacionados con ciertos términos que se utilizan para denominar a los responsables de grupos sociales, no en sentido estricto y oficioso (que ni los sociólogos se ponen de acuerdo), sino en el sentido que utilizaré más abajo las expresiones: Observador, “líder”, líder y Líder.



A los efectos que nos ocupan en este escrito, llamaremos Líder al jefe del Grupo, cuya responsabilidad y cumplimiento de las normas recae sobre él en términos absolutos; es decir, ante desavenencias, y previas consultas (o no) es su opinión y su autoridad la que se impone. El Líder, entre otras cosas, debe imponer lo que se conoce como disciplina y su autoridad en cualquier Grupo; así funciona la familia, la escuela… y cualquier grupo social que funcione correctamente. Sin la autoridad de un Líder que imponga una disciplina no hay grupo cohesionado que funcione. El verdadero Líder sabrá hacer grupos dentro del grupo y pondrá un líder a liderar cada uno de esos grupos más pequeños. Cada uno de estos líderes debe respetar la disciplina del grupo y del Grupo, debe ser respetado por los componentes de su grupo, y debe respetar a su Líder.



Pero en todo grupo social –léase familia, aula educativa, partido político…- hay elementos discordantes, por incompetentes, traidores o rebeldes o cualquier otra razón. El Líder debe expulsar del Grupo a los insalvables, bien mediante una orden o bien haciendo que se vayan por su propia voluntad, pero no debe echar a los que resulten útiles al Grupo o que de su expulsión se pudieran derivar desavenencias en el Grupo, que suelen ser los más rebeldes o los que viven de la compasión de los demás. A éstos inexpulsables pero discordantes, el verdadero Líder les da una ocupación que les mantenga ocupados; a ser posible, ocupación relacionada con cierta responsabilidad sobre aquello de lo que protestaban; es lo que hace un buen padre o profesor con un joven que tira los papeles al suelo; lo coloca como responsable de orden y limpieza, le hace que sea él el que deba imponer esta disciplina a los demás miembros del grupo. Es lo que hizo Aznar con ciertos personajes del PP vasco, allí en donde están relacionándose a diario y de buen rollito con sus amigos y familiares batasunos, nacionalistas y separatistas; el entonces Líder del PP dio cargos importantes a los que eran íntimos amigos de los socialistas del PSE en el País Vasco (sus escarceos y sus cenas a espaldas de guardaespaldas son más que conocidos por aquellas tierras), les puso como responsables del PP vasco o de Interior y los convirtió en defensores de la integridad de España en vez de defender “violencia no, pero hombre, comprendo que…”. Los ejemplos más representativos son Mayor Oreja y María San Gil, amigos de ciertos individuos de sectores no poco separatistas, dándoles el protagonismo que pretendían dar al terrorismo vasco en una España en la que ni ellos representan a todas las víctimas de ETA, ni mucho menos son representantes de la mayoría de los problemas que tenemos los españoles.



Sin embargo, si para un Líder es relativamente fácil anular o camuflar la discordia, situando como líder del grupo conflictivo al elemento discordante, cuando pretende preparar planes y acciones poco éticas y/o prevé que no las evitará, no es tan fácil deshacerse de lo que llamaremos Observador Indeseable, un elemento que pertenece al grupo de elementos serviciales, respetuosos y exigentes cumplidores de las normas y de la disciplina, y que, además de sus cualidades como elemento del grupo, observa, es inteligente y tiene conocimientos y firmes criterios éticos (estrictos) sobre el asunto que ocupa al grupo: el mejor gobierno de España, para el caso que nos ocupa.



Si el Líder pretende emprender y/o no evitará acciones que no están de acuerdo con los criterios éticos fijados por (y para) el Grupo, mantendrá cerca de él a los líderes de grupos que son de confianza a la hora de “tapar” acciones y de “borrar” pruebas, pero alejará de su entorno al Observador Indeseable, que, por sus características (de inteligencia y sentido ético y de la disciplina), no será expulsado, sino que será destinado a un puesto de alta responsabilidad, se convertirá en “líder” (con comillas), nombrado a dedo por su propio Líder, de manera que el nombramiento como “líder” le obligue a estar alejado de la primera línea de acción del Líder hasta que las acciones sean efectuadas y las huellas, borradas. Es el caso de lo que hizo Aznar con Rajoy.

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Rato se alía con Cascos para expulsar a Rajoy.

Para convertirse en el aspirante del PP a La Moncloa, Rodrigo Rato deberá romper con dos amistades peligrosas: Emilio Botín y Francisco González. Mientras la TV escenificaba el previsto desencuentro Aguirre-Rajoy, los ex vicepresidentes se conjuraban contra Rajoy en un restaurante madrileño. No quieren saber nada de Aznar, pero los tres coinciden en algo: Rajoy debe ganar el Congreso de junio para luego dimitir. El candidato a sucederle como líder de la derecha es Rato, pero antes debe solucionar sus problemas judiciales, en concreto, Aguas de Fuensanta. Tanto Rato como Cascos y Aznar siguen jugando al goteo de dimisiones: el próximo en dar la espantada podría ser Astarloa. Mientras, ZP y Solbes practican su deporte favorito ante la crisis: no hacer nada
La conmemoración de la victoria popular en las municipales y autonómicas de mayo de 2007 era un guión previsto, con todas las cámaras pendientes del choque Rajoy-Aguirre. Al mismo tiempo, en un restaurante de la selecta zona madrileña de La Moraleja, se producía otra reunión del mayor interés informativo: la que mantenían los dos vicepresidentes de Aznarismo (sin incluir a Rajoy). Francisco Álvarez Cascos y Rodrigo Rato. Ambos se consideran maltratados por Aznar y por Rajoy. El primero se ha mostrado displicente con Cascos y traicionó a Rato al nombrar sucesor a Mariano. Éste, pensó en incorporar a Cascos a las filas del Partido, al tiempo que no quería ver a Rato ni en pintura. Ahora ha llegado del momento de la venganza.

Y ojo, porque la conspiración de vicepresidentes, o conspiración de los asturianos, si se prefiere, no tiene nada que ver con Aznar pero coincide con el ex presidente en un punto: los tres consideran que Mariano Rajoy debe llegar al Congreso de junio como presidente y salir como presidente. Luego, ya llegará el momento de que él mismo, carente de apoyos, presente la dimisión. De hecho, no sería buena noticia que el gallego arroja la toalla antes de tiempo. Mientras tanto, que se quemen candidatos menores, como Juan Costa. Bueno, eso, y que prosiga el rosario de deserciones. Todos saben que Rajoy nunca ha sabido crear equipos. El próximo “traidor” podría ser Ignacio Astarloa. Y ojo, porque queda el premio gordo: Jaime Mayor Oreja.

El candidato para sucederle es Rodrigo Rato, que ya le explicó esta teoría a Esperanza Aguirre cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid le propuso presentarse en tándem (y la Presidencia de Caja Madrid en el caso de que perdieran el Congreso).

Ahora bien, Rato tiene un problema: aún debe solucionar sus problemas judiciales, en concreto el caso Aguas de Fuensanta y alejarse de Emilio Botín, que no está bien visto para un aspirante a La Moncloa tan peligrosas amistades. Lo que no deja de tener gracia, dado que la amistad más peligrosa de Rodrigo Rato como banquero no es Emilio Botín -además, esa misma acusación se puede dirigir al PSOE- sino su competidor, el presidente del BBVA, Francisco González, quien le debe su carrera, precisamente, a don Rodrigo.

En el entretanto, ZP ni se preocupa de gobernar. Ante la crisis económica más dura de los últimos 25 años, los periódicos están muy entretenidos en la vivisección del PP, el equipo económico del Gobierno practica su deporte favorito: no hacer nada.

Pablo Fernández -

Rajoy no ve «ningún adversario político dentro del PP» y apela a la unidad del partido.

En un momento en que está en el ojo del huracán, Mariano Rajoy ha protagonizado en Madrid un encuentro con las Nuevas Generaciones del PP en el que ha hablado, entre otras cosas, sobre la 'crisis' que sacude a su partido y ha apelado a la unidad, aspecto que considera clave para ganar unas elecciones.

El presidente popular, que insiste en que "hay mucha gente que me ha dado su respaldo y apoyo", ha mostrado su "plena y absoluta confianza" en que "el Congreso va a salir bien" y se ha arriesgado a asegurar que "en las próximas elecciones podemos tener 12 ó 13 millones de votos".

Mariano Rajoy afirma que en el PP "caben personas de diferentes sensibilidades", ya que se trata de un "partido sólido y unido que se adapta a la realidad y en el que se debate", pero se ha mostrado tajante a la hora de asegurar que "no se puede hablar mal de un compañero de partido". "Los adversarios políticos del PP están fuera. No veo ningún rival dentro", ha recalcado.

Según ha explicado, ya que el "el gran éxito de la historia" del partido consiste en que sus militantes han sido "capaces" de "convivir", el principal objetivo ahora, y el de los próximos cuatro años, debe ser el de "integrar a las distintas formas de pensar que hay" en el PP.

"Hay quien cree que lo que piensa, lo piensa todo el mundo, y no es así, por eso hay partidos políticos", ha afirmado el líder del PP para acto seguido reclamar la apertura de la formación "sin renunciar a ningún principio".

Por una organización más dinámica y más sólida

Para Rajoy, el medio para lograr más votantes y ganar las elecciones -ésa es la vocación del PP y no otra, ha dicho-, tiene que ser la apertura, "estar cerca de la gente". "El objetivo es seguir sumando, no hay otro, una suma en la que cada vez más españoles confíen en el Partido Popular", ha puntualizado.

La sociedad cambia, "la gente cambia de criterios", y el PP no puede permanecer al margen de esa evolución, sino que debe adaptarse, lo cual lleva a ser "flexible", pero nunca a moldear los principios políticos, ha insistido.

La convergencia de varias corrientes en el PP, asimismo, no debe romper la unidad de la formación, sino al contrario, ha de fortalecerla, ya que la "unidad", para Rajoy , es "capital" si el fin no es otro que el de ganar las próximas elecciones.

Bajo la prioridad de que el Partido Popular ha de ser una organización "más dinámica" y "más sólida", siempre con la mirada puesta en una "realidad cambiante", Rajoy ha apostado por un "proceso de aprendizaje continuo" y por reivindicar valores como el "mérito" o el "orgullo del trabajo bien hecho". Por ello ha dicho: "Soy consciente de que me equivoco muchas veces y soy consciente de que hay que aprender siempre".

Francisco Gonzalo -

Las razones de Rajoy.

MUCHO más explícito que en cualquier otra ocasión desde que iniciara el proceso de renovación del PP, Mariano Rajoy desgrana en una entrevista que hoy publica ABC sus planteamientos sobre los asuntos principales que afectan a su partido. Se echaba de menos en Rajoy la determinación de una postura clara sobre temas que estaban siendo polemizados por otros dirigentes populares, partidarios y detractores de unas intenciones que el presidente del PP aún no había manifestado. El mensaje central de Rajoy es su compromiso para mantener los principios ideológicos del PP como partido de centro reformista, que es su definición estatutaria. Más allá de esta declaración obvia, Rajoy es consciente de que se ha querido desgastar su imagen con el reproche de que no inspira confianza, y frente a esta acusación insiste en que no ha cambiado de criterio ante responsabilidades esenciales de la tarea de oposición, como la política antiterrorista, la relación con minorías nacionalistas o la crítica al Gobierno. El cambio de enfoque no vendría de alterar la estrategia del PP en estos asuntos, sino de dar prioridad a temas como la economía, la inmigración, la familia o la educación. El problema que sufre el mensaje de Rajoy es que no se ha planteado con suficiente claridad a los militantes y a la opinión pública que la necesidad electoral del PP debe resolverse ampliando -no sustituyendo- el abanico de temas de oposición al Gobierno. El error podrían cometerlo quienes creyeran que la victoria del PP exige cambiar de electorado -el actual por otro progresista-. Si fuera así, el fracaso de la renovación está cantado. La principal garantía para el candidato del PP en 2012 seguirá siendo la fidelidad de voto que tiene este partido. Introducir confusión o incertidumbre en este electorado supondría perder la única plataforma que permitirá a Rajoy disputar con expectativas la presidencia de Gobierno al PSOE.

Con la crisis del PP vasco como telón de fondo, Rajoy asume un discurso inequívoco: declara que es imposible pactar con el actual PNV soberanista y rechaza modificar el estatuto de Guernica, como pretenden nacionalistas y socialistas. Doble mensaje que debería calmar la inquietud de quien temiera un giro -que, de existir, sería absolutamente reprochable- hacia políticas de pacto con los nacionalismos. La desconfianza que subsista sobre Rajoy deberá motivarse en otras cuestiones, pero no en la vasca, ni en la relación con los nacionalismos. Que se muestre partidario de dialogar con los nacionalistas no justifica que le lancen un anatema, no sólo porque ese diálogo permitió al PP gobernar en 1996, sino también porque el PP debe manejar con mayor astucia los recursos que mejoren su imagen ante sectores sociales anclados aún en estereotipos caducados sobre la derecha democrática.

Rajoy se muestra convencido de sus posibilidades y ratifica que se presentará al congreso de junio, de donde saldrá un secretario general que tendrá ocupación a «tiempo completo», dato que permite un cierto descarte previo y reduce el número de candidatos. Para hacer su equipo tiene tiempo, pero lo urgente para Rajoy era dar el paso que da hoy en las páginas de ABC de asumir por sí mismo su representación y su discurso, sin intermediarios, como cuando afirma que desea que se presente en el congreso de junio todo aquel que lo desee. Rajoy sabe que las condiciones estatutarias -número de avales necesarios- no facilitan esta libertad de concurrencia. Por esta razón, Rajoy contribuiría decisivamente a reforzar la legitimación de su candidatura, legitimada ya en virtud de las actuales reglas de juego, y a la reconducción de la crisis si anunciara una reforma interna que suprima la exigencia de avales para el congreso de junio. No se trata de instaurar un sucedáneo del sistema de primarias, sino de cualificar la representatividad democrática del sistema de compromisarios. Los sectores críticos con Rajoy -dispersos y heterogéneos- utilizan el argumento de los avales como un gravamen del aparato del partido que les impide dar el paso de presentar una candidatura. La supresión de avales pondría a todos ante la realidad de sus discursos y del grado de apoyo que serían capaces de recabar, y así Rajoy dejaría de enfrentarse a espectadores que están en la grada mientras espera a que alguien salga a disputarle la presidencia.

entrevista a Dn. Mariano Rajoy -

—¿Le gustaría repetir en este despacho la foto de Aznar con Arzalluz o el Pacto del Majestic?
—Fue un momento muy importante de la historia de nuestro partido, nos permitió formar un Gobierno que hoy nadie duda que fue bueno para España.
—Fue aquí la foto con Arzalluz, ¿no?
—Sí. Y después de hacerlo ganamos las elecciones con mayoría absoluta. Yo soy partidario de dialogar con todo el mundo, lo cual no significa abdicar de ningún principio; pero creo que el diálogo de por sí es bueno. Luego, los resultados ya se verán. Soy partidario de dialogar sin abdicar de principios, que fue lo que se hizo en la legislatura 1996-2000. Ahora, si el objetivo político, por ejemplo, del Partido Nacionalista Vasco es hacer un referéndum o la autodeterminación del País Vasco, es evidente que no es posible llegar a acuerdos. En este momento, la deriva que ha tomado el Partido Nacionalista Vasco hace imposible llegar a ningún entendimiento. Ahora, ¿diálogo manteniendo los principios? Yo creo que eso es posible. Eso es la política.
—¿Con un PNV en otras tesituras, como usted acaba de recordar, se puede llegar a acuerdos?
—Hoy no lo veo. En el año 96 sí fue posible, pero la situación hoy del PNV es una huida hacia ninguna parte.
—¿El perfil del secretario general ha de ser alguien que se dedique «full time» al cargo? ¿Cuáles deben ser sus características?
—Tiene que ser una persona que se dedique «full time» al partido. Es una actividad que requiere mucho tiempo y mucha entrega. No se puede ser secretario general si uno no se dedica a ello, no hay precedente en este partido de que eso no haya sido así. A la vez ha de ser una persona que tenga el respeto y el respaldo mayoritario en el partido.
—¿Qué supone la marcha de María San Gil o de Ortega Lara? ¿Un fracaso personal de Mariano Rajoy? ¿Es el inevitable precio del cambio de estrategia que usted está diseñando para el PP?
—Para mí son acontecimientos muy dolorosos, y para mucha gente del Partido Popular también. En fin, si usted me pregunta si es como consecuencia de un cambio de estrategia, sólo puedo decirle que yo no he cambiado. Mi posición en relación con la lucha contra el terrorismo es la misma, no he cambiado ni una coma. Mi posición sobre la unidad de la Nación española es exactamente la misma. Mi posición sobre las reformas estatutarias es exactamente la misma, o mi posición sobre las pretensiones de Ibarretxe...
—Da la sensación de que María San Gil dice cosas sobre el PNV que usted modula...
—Le pido que lea el debate sobre el plan Ibarretxe que yo hice en las Cortes en el año 2005, le pido que lo lea. Esa era mi posición entonces y hoy, mi posición es exactamente la misma, no la he cambiado
—María San Gil, Ortega Lara, Regina Otaola... Se queda usted sin símbolos muy notables. Ante la opinión pública, ¿su marcha debilita la imagen del PP?
—Sería absurdo, injusto y mezquino negar la importancia de estas personas. Son referentes de unos valores que nos unen a todos y un ejemplo de coraje cívico. Lo único que espero es que pronto disipen sus dudas. Haré todo lo que esté en mi mano para que así sea.
—Los tres coinciden en que desconfían de usted y de una nueva estrategia del partido. ¿No teme que su figura esté quemada?
—Siento que la mayoría de militantes de Partido Popular en el País Vasco y en el resto de España me apoyan, y eso me reconforta y me da fuerzas para el futuro. Lo más importante ahora es que el Congreso se cierre bien y que la atención se traslade a nuestra labor de oposición y a las soluciones que podemos plantear a los problemas de los españoles.
—¿Qué efectos puede tener entre el electorado del PP vasco que San Gil abandone el escaño?
—María es un enorme activo. Por fortuna, en el Partido Popular del País Vasco también hay mucha gente que lleva mucho tiempo, que ha defendido sus mismas posiciones y que lo ha hecho muy bien… Yo tengo confianza en ellos y creo que podemos tener un buen resultado en las próximas elecciones al Parlamento vasco.
—No obstante, el clima en el PP vasco no parece el más adecuado para afrontar unas elecciones...
—Ahora mismo tenemos convocados un congreso a nivel nacional y otro en el País Vasco. Estoy convencido de que una vez que hayan pasado estaremos en mejores condiciones que ahora para presentarnos ante los ciudadanos como el partido unido y fuerte que siempre hemos sido. El PP ha sabido sobreponerse a más circunstancias difíciles y complicadas. Y esta vez también lo hará. Estoy convencido.
—En el País Vasco dicen que usted apuesta por Alfonso Alonso.
—No, yo no apuesto por nadie. Por fortuna hay personas muy brillantes en el Partido Popular del País Vasco, y serán ellas los que tengan que hacer una reflexión y decidir en el Congreso quién es su candidato.
—El 9-M su partido perdió por 17 diputados de diferencia en Cataluña y por 6 en el País Vasco. Si descontáramos estas dos comunidades, sería presidente del Gobierno. Usted mantiene que hay que hacer algo, ¿en concreto, qué?
—Desde luego, lo primero es mantener las posiciones, los principios y aquello en lo que crees. A partir de ahí, hemos demostrado que somos capaces en muchas comunidades de mejorar muy claramente los resultados, y lo hemos hecho fundamentalmente a costa del Partido Socialista. Claro que tenemos que mejorar; tenemos que reforzarnos, tenemos que trabajar más, explicarnos mejor, romper algunos estereotipos falsos que nos han aplicado nuestros adversarios, etcétera. Es evidente que la solución no es no hacer nada, y desde luego la solución tampoco es cambiar de principios.
—¿Ustedes van a variar la política de confrontación para hacer más políticas de acuerdos en comunidades como el País Vasco?
—Si se repiten las circunstancias como las que han sucedido en esta legislatura, es inevitable la confrontación. Si el Gobierno pretende negociar con ETA o si el señor Ibarretxe pretende hacer un referéndum de autodeterminación saltándose la Constitución, es evidente que vamos a defender que se cumpla la ley, la España constitucional, y que no se negocie con ETA. Si, por el contrario, la lucha contra el terrorismo se hace como se decía en el Pacto Antiterrorista, estaremos apoyando al Gobierno. En este momento la prioridad en el País Vasco es la recuperación de la libertad, y eso pasa por la derrota de la banda terrorista.
—El otro día dijo usted que el PP debe ser un partido de centro reformista. ¿Qué diferencia hay entre el centro reformista, el liberalconservadurismo, el centro-derecha o el reformismo liberal?
—Nosotros celebramos el congreso de la refundación del partido en 1989. Ahí se creó el Partido Popular. El PP era una operación para hacer el partido que tenemos en este momento. Ahí se incorporaron el Partido Demócrata Cristiano, los liberales, Alianza Popular como el grueso y otras fuerzas. A partir de ahí se tomaron otras decisiones, como pasarnos al Grupo Popular Europeo, donde estamos con Angela Merkel y con Nicolás Sarkozy. El nuestro es un partido de centro y reformista, donde defendemos la libertad como fundamento de la dignidad de la persona, la igualdad de derechos y oportunidades, un estado de bienestar, la solidaridad, la atención a los más débiles, la unidad nacional y la lucha contra el terrorismo. Ser reformista es ser capaz de adaptarse a los cambios que se producen en el mundo, en la sociedad, e incluso a las circunstancias. En este partido tienen que sentirse cómodos todos los que nos han votado, y más porque el partido tiene que intentar representar a todos.
—Partamos de la base de que gana el Congreso de junio. ¿Usted se la juega de verdad en las elecciones europeas y, más en concreto, en las gallegas?
—Esa misma pregunta me la hicieron en 2004. También había elecciones vascas, elecciones gallegas, teníamos el Gobierno, dejamos de tenerlo, y había elecciones europeas. Yo, si gano el Congreso, lo que habré conseguido es la confianza de mi partido, y mientras mi partido me mantenga la confianza yo, lógicamente, seguiré siendo el presidente. En cuanto deje de producirse, no lo seré. Trabajaremos para que las cosas vayan de la mejor manera posible, pero yo no puedo plantearme otro horizonte distinto del de hacer las cosas bien pensando en las elecciones de 2012.
—¿Entendió, señor Rajoy, las palabras de Aznar en su reciente intervención como un reproche hacia su gestión de la actual situación?
—No, creo que el comportamiento de Aznar está siendo impecable. Aznar vivió algo parecido a lo que estoy viviendo yo, en 1993. Yo estaba aquí, era el vicesecretario general de Organización y lo vi muy de cerca.
—¿Qué pasó entonces? Refrésqueme la memoria, por favor.
—Le invito a que repase las hemerotecas.

entrevista a Dn. Mariano Rajoy -

«Soy partidario de dialogar sin abdicar de nuestros principios, como en 1996 con los nacionalistas»

Cuando se relaja, su discurso repica con un ligero acento gallego. Y Mariano Rajoy Brey (Santiago de Compostela, 1955), pese a la borrasca que le está calando hasta los huesos, parece sorprendentemente cómodo en su despacho de la séptima planta de Génova, el mismo despacho donde José María Aznar y Xabier Arzalluz, en 1996, sellaron su pacto con un apretón de manos. Eran aquellos días en los que el viejo líder nacionalista proclamaba a los cuatro vientos que lo hecho por Aznar en favor del autogobierno vasco «no lo hizo nadie en veinte años». Los tiempos han cambiado una barbaridad, y Rajoy —repite él con toda la intención— quiere que el PP «se adapte a la realidad». Para acabar de redondear la frase dice que, sin perder anclajes y principios, «no podemos ser estatuas de sal».
En plena convulsión, recibe el presidente del Partido Popular con un puro en la mano y traje gris sobre camisa blanca y corbata franjirroja. En las paredes cuelgan fotos familiares, un «maillot» oro firmado de la Vuelta a España y, enmarcada, una portada de ABC que recoge la derrota de Nadal en Wimbledon, la victoria de Italia en el Mundial de fútbol y una gran foto de la familia Rajoy al completo con Benedicto XVI durante la visita del Papa a Valencia en 2007. En las casi dos horas que dura la entrevista concedida a ABC y al resto de periódicos de Vocento, el líder popular fuerza o rebaja el tono de voz según salga el toro.
—Hay mucha gente en España, tanto votante del PP como no, que se pregunta si usted resistirá...
—¡Ni una duda tenga usted!
El mismo ímpetu le sale al asegurar que ahora menos que nunca está dispuesto a tirar la toalla, a renunciar a su reelección en el Congreso de Valencia, y que tiene posibilidades de ser presidente dentro de cuatro años. «Estoy absolutamente convencido de ello», replica muy tajante.
Sobre el espinoso asunto San Gil, «acontecimiento doloroso» lo llama él, responde, con palabras esforzadamente neutras, que no acierta a comprender lo ocurrido y que sus postulados sobre la nación española son inamovibles. Suena a forzado carpetazo a un desencuentro irremediable. Al preguntarle, una y otra vez, por su nuevo equipo y por qué ha licenciado al antiguo, Rajoy se escurre en los golosos detalles, pero recalca que pondrá en liza dirigentes que hagan política conciliando principios con —enfatiza otra vez— «adaptación a la realidad». ¿Y los reproches de Aznar? «La actitud del ex presidente es impecable», placa como un rayo.
Al terminar la sesión de fotos para la entrevista en un parque cercano a la sede del partido, el presidente nacional del PP se cruza con una joven madre que lleva de la mano a un niño pequeño. «Me ha dicho: “Mucho ánimo, señor Rajoy. Muy bien, muy bien...”». No todos los minutos de Mariano Rajoy son horribles.
—¿Aguantará usted hasta el mes de junio? ¿Se presentará al congreso?
—Yo presentaré mi candidatura en el congreso del 20, 21 y 22 de junio. No tenga usted la más mínima duda. Y la voy a presentar por varias razones: en primer lugar, porque me lo ha pedido una mayoría muy representativa de mi partido y yo a esa petición no voy a hacer oídos sordos. Llevo muchos años en este partido, lo conozco y lo quiero, sé cómo es por dentro y, por tanto, sé que atiendo a la petición de muchísima gente. En segundo lugar, porque me avalan unos buenos resultados electorales; es cierto que no hemos ganado, pero hemos tenido 154 diputados, el segundo mejor resultado de nuestra historia, nos hemos quedado a sólo 30.000 votos del año 2000. Y en tercer lugar, y esto es lo más importante, porque me siento capaz, preparado, con ganas y con ilusión para ganar las próximas elecciones generales. Voy a presentarme porque tengo un proyecto de partido y un proyecto para España, y fuerza para trabajar por ambos.
—¿Cuántas veces, desde el 9 de marzo, ha pensado tirar la toalla?
—Desde que les di mi palabra a los compañeros del partido que me lo pidieron, no he tenido ninguna duda.
—¿No ha llegado a pensarlo ni a meditarlo en ningún momento?
—No, ninguna duda. Dicho esto, insisto en que cualquier militante que desee presentarse lo puede hacer. Hasta el momento nadie ha anunciado su candidatura, pero cualquiera tiene derecho a hacerlo.
—Ha enfatizado que no va a tirar la toalla. De alguna manera, ¿esa expresión refleja que se siente acosado y asediado?
—No. Me siento muy apoyado por mi partido. Es cierto que estos días hemos presenciado algunos episodios que a mi juicio superan con creces la crítica legítima por dura que ésta pueda ser, pero yo ya he visto y vivido muchas cosas en los años que llevo en la política. Lo que más me duele es que este tipo de ataques no se dirijan contra mí, sino contra compañeros más indefensos cuyo único pecado es haberme apoyado.
—Las concentraciones del viernes en la calle Génova ofrecen una imagen de su partido un tanto extravagante. ¿Quién mueve los hilos?
—Lo ocurrido el pasado viernes fue un episodio muy triste para todos, especialmente para unos alcaldes que cuentan con el apoyo de sus vecinos, que llevan mucho tiempo defendiendo las posiciones del Partido Popular y que no se merecían el trato que se les dio. No hago juicios de intenciones, sólo que espero que esta situación se supere rápidamente. Insisto, no me cabe duda de que tras el Congreso de Valencia el PP saldrá unido y reforzado.
—Sinceramente, ¿cree que el PP con usted puede ganar en el año 2012, a la tercera?
—Sinceramente, sí lo creo, porque en una legislatura tan difícil como la pasada hemos logrado mantener al partido unido y recoger una parte muy importante del voto de la moderación española. Hemos arrebatado muchos miles de votantes al PSOE; ha ocurrido en Andalucía, en Castilla-La Mancha, Madrid, Valencia... Si eso fue posible ahora ¿por qué no va a ser posible mejorar esos resultados en el año 2012? Estoy absolutamente convencido de ello.
—¿El período precongresual se está convirtiendo en una pesadilla?
—No. Los debates precongresuales nunca son fáciles. Es normal que se produzcan tensiones, aunque también es verdad que la intensidad de este debate está siendo mucho mayor que la deseable; pero lo que quiero decir a todo el mundo, a mis compañeros de partido y a la opinión pública, a quienes hayan confiado en el PP y e incluso a quienes no lo hayan hecho, es que este partido saldrá reforzado del Congreso, que mi objetivo es integrar a todo el mundo que quiera trabajar lealmente y que me siento capacitado para conseguirlo.
—Dentro de esa integración, ¿formará parte de la dirección del partido Esperanza Aguirre?
—Como he dicho, pretendo integrar a todo el mundo, y por supuesto siempre intentaré contar con las personas más representativas de mi partido. A nosotros nos han votado diez millones y medio de españoles, es decir, gente de muy diversa condición, y yo quiero que todos ellos se puedan sentir representados en mi equipo. Todos nuestros votantes, y no sólo una parte de ellos, han de verse representados en el Partido Popular.
—¿Y eso cómo se hace?
—El partido tiene, en estos momentos, que adaptarse a la realidad sin perder sus anclajes o sus principios, y se puede hacer porque eso es lo que siempre ha hecho el PP: adaptarse a la realidad sin perder los principios ni los anclajes. Adaptarse a la realidad es imprescindible, lo contrario sería el inmovilismo, y así no estaríamos respondiendo a los intereses de los españoles… Hay problemas nuevos que antes no existían, como la inmigración o la conciliación de la vida laboral y la familiar. Vivimos en un mundo distinto donde la competencia es mayor, donde casi no hay fronteras. No podemos ser estatuas de sal. Debemos tener voluntad de representar a muchos millones de españoles que nos han votado y a muchos otros que aún no lo han hecho, para que lo hagan en el futuro.
—La pregunta era si junto con Gallardón, González Pons o Soraya Sáenz de Santamaría usted quería también contar con otras personas, como Esperanza Aguirre.
—Sí, quiero contar con todos. En el partido hay personas que defienden una posición y otros que pueden tener otra forma diferente de ver las cosas, pero lo importante son los principios que nos unen a todos, en los que todos estamos de acuerdo. Esos principios son la libertad, la igualdad, la solidaridad, la unidad de la Nación española y la lucha contra el terrorismo. Hay personas que ponen más énfasis en unos, y otras en otros, pero yo quiero contar con todos.
—Hay quien resta legitimidad al resultado previsible del Congreso de Valencia...
—El Congreso se celebrará de acuerdo con las normas que ha aprobado el partido y nadie cuestionó nunca hasta ahora. A partir de ahí, pido respeto para los tres mil compromisarios que han sido elegidos por los militantes y que van a representar su voluntad libre y responsablemente. Lo que no me parece serio es que desde fuera del partido se intente imponer unas normas distintas de las que todos hemos aprobado.
—¿Está la renovación de cargos mostrando su insatisfacción con el anterior equipo?
—En absoluto. Yo estoy muy agradecido a las personas que me han acompañado en estos cuatro años, que han sido difíciles y duros. En política, como en la vida misma, se trabaja al servicio de un proyecto desde distintas responsabilidades, y cambiar de responsabilidad no significa cambiar de proyecto. Yo, desde luego, no quiero prescindir de nadie y les estoy muy agradecido a todos.
—Como aficionado al fútbol, permítame un símil: ¿está buscando una alineación más para tocar, un poco jugones, diferentes a la antigua alineación, o más física y de patadón?
—En un equipo se necesita a todos; cada uno desempeña una función, pero lo importante es el trabajo colectivo y el proyecto común. Para mí todos los compañeros del partido son iguales, pero —por seguir con su símil futbolístico— la alineación siempre es discutible, la anterior y la nueva.
—¿Son los mejores, como reclama Aznar?
—Yo intentaré que sean los mejores, claro.

gregorio -

La ofensiva de los críticos del PP contra el liderazgo de Mariano Rajoy fue respondida ayer con una réplica de los barones populares, la mayoría de los alcaldes de las principales capitales y los presidentes de diputaciones, que salieron en tromba a respaldar al presidente popular. Este apoyo vino acompañado de una petición a estos sectores críticos para que sean valientes y presenten una candidatura alternativa. Si la respuesta de los barones territoriales llegó de forma espontánea desde sus diferentes comunidades autónomas, la de los alcaldes y presidentes de diputaciones se sustanció en la reunión que mantuvieron en la sede de Madrid, con el mismísimo Rajoy como testigo, en la que se abordaron también temas relacionados con la financiación local.
Desde Galicia, el presidente de los populares gallegos, Alberto Núñez Feijóo, que ya había expresado públicamente su apoyo a Rajoy el pasado lunes en un acto en Madrid, reclamó a los críticos que «asuman el riesgo», como ha hecho Rajoy, de someterse a la votación de los compromisarios en el Congreso de junio. Además, recordó que, si hubiese otras listas alternativas, no estaría sucediendo este «episodio difícil» en el partido. Por ello, les pidió «responsabilidad».
«Solucionar los problemas»
Uno de los barones con más poder en el PP, el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, apeló a «solucionar los problemas del PP dentro de casa» y reiteró que «la mayoría» del Partido Popular se mantiene en el «entorno liderado» por Rajoy. Otro de los presidentes autonómicos, el de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, afirmó que «hay mucha gente que anda enredando; sin embargo, el único que hasta ahora se ha ofrecido para seguir sirviendo a los intereses de esta formación es Rajoy».
Desde Cataluña, el máximo responsable de la formación conservadora, Daniel Sirera, aseguró que «quién no esté de acuerdo, lo que ha de hacer es presentar una candidatura alternativa». Igualmente, la presidenta regional de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, rechazó los «ataques personales» a Rajoy y consideró que el líder «saldrá reforzado» tras el Congreso. En esto coincide con el presidente del PP de Cantabria, Ignacio Diego, quien afirma que las críticas a Rajoy tienen «plazo fijo».
Junto a los apoyos autonómicos, surgidos de forma espontánea, el acto principal de respaldo a Rajoy se celebró ayer en la sede de la calle Génova en Madrid, donde se reunieron unos cincuenta alcaldes y presidentes de diputaciones. El consenso fue generalizado a la hora de reconocer «el trabajo realizado por Mariano Rajoy, que ha estado en los municipios, en la calle», comentaron a ABC fuentes solventes. Igualmente, en sus intervenciones, los dirigentes populares consideraron a Mariano Rajoy como el mejor «representante del espacio de centro».
La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, afirmó que «a mí no me preguntan por el debate en el PP porque todo el mundo sabe que estoy con Rajoy». El alcalde de Alicante, Luis Díaz, aseguró que «somos muchos los que estamos con Rajoy y no hacemos tanto ruido». Finalmente, del sector crítico sólo se escuchó ayer al ex ministro Francisco Álvarez Cascos, al afirmar que tras la salida de San Gil y Ortega Lara «el siguiente paso del PP es llamar sumas a las restas».

Jose M. A. -

Ya lo ha dicho Mariano Rajoy. El Partido Popular va a seguir trabajando por las cosas que importan a la gente, porque así nos lo han pedido más de diez millones de personas que el domingo nos otorgaron su confianza. No podemos fallarles y no pensamos hacerlo.

Hemos obtenido el segundo mejor resultado desde que existe el Partido Popular. Hemos crecido en número de votos, en escaños y en porcetajes. Hemos ilusionado a las personas del centro derecha español y a muchos socialistas que no están de acuerdo con la política que ha desarrollado su partido durante los últimos años.

Vamos a trabajar todavía más para sumar a este proyecto a más y más gente, para llegar allí donde no hemos llegado. Estamos dispuestos a dejarnos la piel en ello, con ilusión, ganas, esfuerzo y espíritu de superación.

Vamos a seguir defendiendo las cosas que defendíamos hace una semana, como no podía ser de otra manera. No hay que olvidar que seguimos teniendo los mismos problemas que teníamos. El paro continúa aumentando, la cesta de la compra cada vez es más cara, igual que la hipoteca.

Nos sigue preocupando la educación de nuestros niños, la igualdad de oportunidades, y las políticas sociales.

Defendemos la unidad de España, los principios y valores. Creemos en un Estado viable para todos por igual.

Y lo vamos a lograr con Mariano Rajoy a la cabeza de este gran proyecto popular.

Quiero agradeceros a todos vuestro cariño y confianza.
Un abrazo.

Ana Pastor

Paloma C. -

Rajoy proclama que no «tirará la toalla» y reta a los críticos a que den un «paso adelante»

Mariano Rajoy sacó ayer pecho en la crisis del Partido Popular. Después de una semana dramática con las deserciones de María San Gil y José Antonio Ortega Lara, el líder de los populares plantó cara a los críticos y les advirtió que «no voy a tirar la toalla». Pero no se quedó ahí, sino que los animó a «dar un paso adelante», a retratarse en esta ofensiva en la que cada día se escribe un nuevo capítulo.
Este nuevo mensaje a los que tratan de minar su liderazgo lo lanzó rodeado de los alcaldes de los municipios de más de cincuenta mil habitantes en los que gobierna el Partido Popular, y que respaldaron con contundencia la candidatura de Mariano Rajoy a la presidencia de esta formación política. Una demostración de fuerza en la que el líder popular fue claro y explícito en sus intenciones: «Voy a presentar mi candidatura y, como pretenden algunos desde fuera, no voy a tirar la toalla».
Partido unido
De la misma forma que él expuso sus intenciones, también pidió que lo hicieran los demás: «Si alguien quiere presentarse, está en su derecho, faltaría más. Sería muy importante que diera un paso adelante, y que lo dijera». A su juicio, a día de hoy, «no estoy enfrentándome a ningún candidato. Lo que hay es una serie de personas que están intentando que no me presente y eso no se va a producir».
Previamente a esta declaración de intenciones y de aviso a navegantes a aquellos que recrudecen su ofensiva a medida que se acerca la celebración del Congreso Nacional, Rajoy se refirió al futuro que quiere para esta formación política, tanto en lo que afecta al perfil de la gente que formará la nueva dirección, como a la estrategia política. Respecto a la dirección, se mostró dispuesto a «luchar por un partido unido para que nos voten más de diez millones de personas, como en las anteriores elecciones generales, y con aspiraciones de que nos apoyen más»; y por conseguir la «integración de formas distintas de ver la vida y las cosas. Tengo intención de integrar a todos y de hacer un equipo representativo».

Estrategia política
De la estrategia política, puesta en duda por dirigentes como María San Gil, Rajoy reafirmó que en el PP «no hay ningún problema de ideas, ni de principios», pero sí dijo claramente que, «si el Gobierno rectifica, no vuelve a negociar con ETA y es contundente en la lucha contra el terrorismo, es absurdo que el PP no apoye al Gobierno». Los principios del PP, a juicio de su presidente, están «muy claros y los hemos ratificado en muchísimas ocasiones». Unos principios que se concretan en la «lucha contra el terrorismo y la defensa de la España constitucional», apuntó Rajoy, quien, para tranquilizar a los escépticos, afirmó también que «todo lo que he dicho a lo largo de estos cuatro años está vigente. No cambiaría ni una coma».
Este movimiento del PP en su estrategia futura lo enmarcó en el cambio que se podría producir en el Gobierno socialista: «Hemos sido un partido que hemos hablado con todos y no podemos decir que no hablamos con nadie. Una cosa es hablar con todos y otra cosa que renunciemos a nuestros principios, cosa que no vamos a hacer». En esta línea, ofreció acuerdos de Estado con el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero siempre y cuando no siga «la deriva radical y absurda» de la pasada legislatura, aunque «comprendo que haya gente que piense que no hay que llegar a acuerdos».
«Momentos dolorosos»
Consciente de que «pasamos por momentos de mucha incertidumbre, difíciles y muy dolorosos, pero lo vamos a superar», Rajoy se mostró confiado en la fortaleza del PP y, sobre todo, en su independencia. «Tenemos que mantener la independencia porque si no vamos por mal camino». El presidente popular definió a esta formación política como «reformista», pero que se tiene que «adaptar a la realidad. El mundo cambia, la sociedad española cambia y hay que cambiar algunas formas de pensar».
Finalmente, en esta política de cambios para adaptarse a la realidad, Rajoy hizo alusión expresa al País Vasco: «Hay lugares, que están en la mente de todos, donde el Partido Popular tiene que conseguir mayores apoyos y hacer un esfuerzo suplementario, manteniendo las mismas posiciones, pero actuando con inteligencia».

victor -

Claro que Rajoy tiene razón, siempre ha tenido razón. Rajoy es hoy por hoy, el mejor lider posible del PP.
Siempre ha estado en la misma linéa, son otros los que no lo ven, o no lo quieren ver.

Carlos Fernandez -

Rajoy ha evolucionado, pero no ha cambiado ni un ápice en lo fundamental.

Todo lo que ahora defiende Rajoy se pactó con el PSOE estando el PP en el gobierno y lo firmó Aznar.

Los estatutos, las lenguas, los diálogos y aceptación de votos de los nacionalistas, los divorcios, los abortos, la educación en valores, TODO es del PP de antes también. Le guste o no le guste al votante o al propio Rajoy es eso lo que hay, eran cosas del PP que no han cambiado. He comprobado fecha por fecha de las que cita en el vídeo, en las que se pactó y se aprobó todo ello.

¿Cómo no lo va a defender Rajoy si la mayoría lo propuso el PP y lo aceptó el PSOE y lo firmó Aznar?

Cambios no hay, evolución y adaptación a los nuevos tiempos sí hay, como tiene que ser.

Curioso que los que defienden irse al partido de Rosa Diez no tengan en cuenta lo que ella defiende: aborto libre, matrimonios de cualquier manera incluyendo trios, eutanasia, fuera la religión, y un largo etcétera de cosas que no dicen y que van más allá de lo que los traidores reprochamos a Rajoy. Me incluyo porque me siento así. Fue Rosa Diez la misma que hizo que se aprobara la defensa de Batasuna ETA en la UE, se abtuvo y asi salía que ganara la opción del sí.

Algo no me encajaba con lo que nos cuentan los medios de comunicación. He defendido irnos del PP y echar a Rajoy. No aprendemos nunca ni que nos pongan alfileres sujetando los párpados para que abramos los ojos. Por eso buscaba aclararme y quería escuchar a la otra parte, a Rajoy. Se explica perfectamente en este video

Ahora lo tengo claro, Rajoy tiene razón, aunque nos duela por los de dentro del PP que la están liando por haberse hipotecado con algunos medios de comunicación... Y no digo más, pero lo sé de buena tinta... Un saludo a todos.

Entrar a ver el video completo:
http://www.paz-digital.es/videos/Rajoy_Foro_Di_PP.wmv

ciudadano -

Mariano Rajoy no da su brazo a torcer y sigue mostrándose fuerte ante los suyos. En un mitin, que dió ayer en Almería ante un público que le mostró un apoyo entusiasta el presidente popular ha apostado por “”integrar, ampliar y tener 12 millones de votos. Lo que no quiero es un partido de dos millones de votos”.

El líder popular reconoce los malos momentos pero tiene claro que “es momento de actuar con serenidad, tranquilidad y responsabilidad. Hay que trabajar para integrar, para que seamos un partido unido, que integre a todos. A todos los que quieran trabajar en defensa de nuestros principios”, ha concluído.

Rajoy clausuró con su intervención un mitin del partido en Almería, en el que también han intervenido el alcalde de la capital andaluza, Luis R. Rodríguez-Comendador; el presidente del PP de Almería, Gabriel Amat, y el presidente del PP de Andalucía, Javier Arenas.

Carmen G. -

Rajoy: “Si nos dejamos dirigir por otros seremos otra cosa”

Después de que terminase la manifestación de ayer frente a la sede central del PP en apoyo de María San Gil y en contra de Rajoy y Gallardón, el líder del PP no tardó en dar la cara para explicar cómo ve él la situación actual del partido.

Rajoy afirmó tajantemente ante la prensa que “ahora mismo hay unas personas que están intentando que no me presente, pero eso no va a ocurrir. Si alguien se quiere presentar, está en su derecho, hasta ahí podíamos llegar, y yo le voy a tratar de la misma manera que si no se presentara. Lo que haré es intentar ganarle en las elecciones.”


Acompañado de Soraya Sanz de Santamaría y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, Rajoy continuó: “Si alguien se quiere presentar sería importante que diera un paso adelante. Ahora mismo no hay nadie. Quiero un partido independiente. Si nos dejamos dirigir por otros seremos otra cosa’, ha afirmado el líder popular, referiéndose posiblemente a la actitud desde las elecciones de periodistas como Jiménez Losantos y Pedro J. Ramírez


Rajoy insistió en defender que “el PP es un partido de centro reformista, y tenemos que seguir siéndolo, y eso significa que tenemos que adaptarnos a la realidad, porque las circunstancias cambian”, dijo el líder popular.

“Claro que tenemos que defender y fijar como prioridad básica la lucha contra el terorrismo” puntualizó el presidente del PP, “claro que debemos defender la España constitucional, pero también tenemos que hablar de la economía de las familias, tenemos que decir que hemos crecido un 0,3 mientras Francia ha crecido el doble, que por primera vez se está destruyendo empleo. Tenemos que hablar de política de inmigración y de otras muchas cosas que le importan a la gente”, afirmó Rajoy.

vasco -

Barreda: “Confiamos en Rajoy”

El portavoz del PP vasco en la Cámara de Vitoria, Leopoldo Barreda, asegura que “la mayoría” de los integrantes de su formación no han entendido “las razones” de María San Gil “en los términos en que ella los expresa” para abandonar la presidencia del partido, porque “no hemos entendido que haya ningún motivo de desconfianza” en Mariano Rajoy. “Ciertamente, la mayoría tenemos confianza en Rajoy”, ha sentenciado

Barreda ha reconocido que el partido en el País Vasco vive una circunstancia que ningún miembro del PP esperaba, ni podía prever, “ni barruntar, ni por supuesto desear” hace dos semanas.

NINGÚN MOTIVO DE DESCONFIANZA EN RAJOY

En este sentido, ha reiterado que “la decisión personal” de San Gil no es entendida por “la mayoría” de los militantes, quienes no encuentran “ningún motivo de desconfianza, ni en el PP ni en su trayectoria de futuro, ni en Mariano Rajoy, ni en sus actitudes políticas”.

Esta incomprensión de la decisión de San Gil también se encuentra, ha precisado, “en los órganos de partido” que se han reunido estas dos semanas, “en la inmensa mayor parte de la militancia, de cargos públicos y en los órganos de dirección del partido, que son órganos muy amplios”.

“Ciertamente, la mayoría tenemos confianza en Mariano Rajoy, comenzando por el medio centenar de representantes que van a acudir al congreso de Valencia que, evidentemente, mucho más del 90 por ciento, van a apoyar a Mariano Rajoy, antes y después del anuncio de María San Gil”, ha añadido.

Sobre quién podría sustituir a María San Gil en la presidencia del PP vasco, ha dicho que es una cuestión sobre la que “se hablará en los próximos días”, ya que, “a día de hoy, no hay ninguna decisión tomada”.

CONCENTRACIÓN EN LA CALLE GÉNOVA

En cuanto a la concentración de alrededor de un centenar de personas contrarias a Mariano Rajoy, llevada a cabo ayer ante la sede del PP en la calle Génova de Madrid, ha criticado que se pudo comprobar “una imagen cutre, la expresión de la impotencia de algunas personas, fundamentalmente de fuera del PP” porque, ha destacado, le cuesta “creer que quienes allí estaban fueran militantes” populares.

“Desde luego, ver a personas que se dicen del PP insultando a gente como Alberto Ruiz Gallardón, con su categoría, su trayectoria y su capacidad, sinceramente, a mí no me parece de recibo”, ha explicado.

Además, ha señalado que esa concentración “sí es indicativa de cuánto ruido y qué pocas nueces hay en este tema”, después de que su convocatoria fuera realizada “con amplísima publicidad” y sólo lograra congregar a un número “simbólico” de personas.

Conforme a esta situación, asegura que ha quedado comprobado que la militancia del PP “no está por semejante tipo de algaradas” y que, en el proceso congresual, hay, por un lado, un único candidato presentado y, por otro, “determinadas personas individuales, en una pugna de poder probablemente”. “Pero lo que queda claro conforme pasan los días es que no hay ni diferencias ideológicas ni división en el PP“, ha concluído.

carlota -

Rajoy, está siguiendo el camino acertado. Esta renovación deberia haberla hecho antes, pero no se atrevió. Si el núcleo duro del PP sale vencedor en este pulso, tardará muchos años en ganar unas elecciones. Desde la prespectiva que dan los años y su respetable inteligéncia, Fraga ya lo ha advertido. Rajoy debe aguantar con firmeza. Electoralmente, Madrid no es el ombligo del mundo. En Cataluña, personajes como Aguirre, Zaplana, Acebes,Aznar,San Gil, etc. tienen muy poco recorrido. Si, en cambio, Gallardón y Saez. Respecto a los medios, Aunque Losantos y Ramirez tengan cierta audiéncia, en el momento de la verdad muy pocos seguirian sus adoctrinamientos.

Ramón Esparza -

Vamos a hacer numeros friamente, Rajoy y Cospedal, en las elecciones sumaron votos no perdieron, Maria San Gil ( que es muy valiente, eso sin dudarlo,), bajo en votos, se le escaparon los votos... y aqui de lo que se trata es de ganar o perder, Maria perdio votos, las cosas son asi de claras y frias, pues los numeros siempre son frios.

Quieren hundir al PP, es clarisimo. Copiar de los del Psoe, esos los cuchillos afilados los sacan en casa.

Gonzalo Alonso -

Es insolito y falso que nos quieran hacer creer que RAJOY Y EL PP esten cambiando sus principios. Solo basta oir lo dicho ayer por Rajoy. Todo parte de esos dos indeseables de cope, el mundo y el baboso de zp, que mas falso no puede ser. No hacen mas que insultar. Incomprensible es que algunos dentro del PP se presten y unan a estos personajes. Lo de Aristegui es de traca , de medio en medio soltando su soflama, cuando lo tuvieron que colocar en la lista de Zamora, y aqui nadie voto al PP por el, y lo sabe muy bien. Votamos al PP, por el PP de Zamora, por Herrera, y por Rajoy, que le quede bien claro. Si hubiera primarias, no seria diputado. Ya esta bien que se callen de una vez, o que presenten su candidatura.

Francisco C. -

En todo partido hay gente que no está totalmente de acuerdo con aspectos que se están siguiendo. Cuando Aznar apoyó la guerra de Irak, muchos votantes del PP no estaban de acuerdo, yo apoyé a Aznar, pero eso no significa que se tengan uno que dar de baja; en el PSOE hay gente que no está de acuerdo en algunas cosas de Zp, pero no se dan de baja. En las primarias USA, unos apoyan a Obama y otro a Hilary, ganará uno, pero los otros no se darán de baja. Por ese camino los partidos no existirían. Ortega Lara puede criticar a Rajoy, apoyar a San Gil, bueno, pero me doy de baja, y mañana de alta si viene otro, y ahora serán otros lo que se den de baja, falta de coherencia.

Elena R. -

Rajoy está renovando algunas caras, era necesario, nadie quita méritos a Acebes, Zaplana etc, pero la política exige renovarse. Las ideas básicas siguen ahí, por intereses bastardos se ha pretendido decir que se ha cambiado, nadie en el PP ha dicho eso.
Ánimo Rajoy un partido moderado, alejado de prebostes y vividores como esos periodistas que solo buscan incrementar su C/C.

Sanchez Gracia -

Se palpa el momento difícil por el que atraviesa el PP. Ante una expectación desmedida, María Dolores de Cospedal, la que podría ser la número dos del partido, ha dado una charla en Madrid. Rajoy: "Es de las personas más capaces del Partido Popular". Y le ha augurado un "enorme futuro político". Ella ha asegurado que con el PP no va a pasar lo mismo que con la UCD.

"Me siento especialmente honrado de poder presentar a todos ustedes a María Dolores de Cospedal". El propio Mariano Rajoy ha presentado a la que podría ser su número dos en la candidatura que él presentará en el Congreso de Valencia, en junio. En primera fila, Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón.

"No sólo es persona preparada, capaz e independiente, tema no menor, además, es muy valiente. De las más capaces del Partido Popular".

"Estoy convencido de que tiene un enorme futuro político por delante".

Rajoy, se ha tomado quince minutos para la presentación, para hablar del "momento difícil que atraviesa el PP", aprovechando la coyuntura de la "convivencia".

"La última legislatura, que ha habido en nuestro país, no fue ciertamente un periodo del que nos podamos sentir orgullosos. Necesitamos la actuación de un Gobierno más ocupado en aislar a la oposición en lugar de propiciar el diálogo".

"Este partido tiene pronto un Congreso. Yo he anunciado que me voy a presentar a ese Congreso. Lo haré porque me lo ha pedido la mayoría de mi partido, y me lo sigue pidiendo. Y yo a mi partido no le voy a fallar, porque he dado más de media vida a este partido".

"Lo voy a hacer desde la absoluta convicción de que en estas elecciones muchos votantes socialistas nos han votado, muchos más nos van a votar en el futuro. Lo hago desde la convicción de que podemos ganar en las próximas elecciones".

Ha hecho memoria de otros momentos difíciles del partido:

"El PP es un partido que en el 89 que aglutinó a muchas personas. Y es porque coincidíamos en lo básico: coincidíamos en la defensa de la liberdad, en la igualdad de los ciudadanos, en que España necesitaba disponer de un buen sistema de prestaciones básicas, en que con el terrorismo no se negociaba políticamente, en la España constitucional, en una nación de ciudadanos libres e iguales y en la España de las autonomías".

Y cuando el chaparrón que le está cayendo arrecia, ha dicho:

"Yo he defendido esos principios y los voy a seguir haciendo".

"Si el Gobierno vuelve a negociar con ETA, a hacer un Estatut, yo no rectificaré ni una coma de lo que dije en el Parlamento. Si tuviera que hacerlo tenga ustedes la seguridad de que lo haría".

Pero, eso sí, "si el Gobierno se da cuenta de que se ha equivocado yo apoyaré al Gobierno".

Y ha aprovechado para decir:

"Quiero un partido independiente de cualquiera que no sea los militantes".

"Quiero un partido que no puede estar a los que otros, sean lo importantes que sean, digan desde fuera".

Ha concluído: "Algunos no hemos cambiado, algunos tenemos clara las ideas y los principios".

"El PP no les va a fallar a quienes nos votaron, eso desde luego".

María Dolores de Cospedal ha tomado después la palabra en el Club Siglo XXI para dar su conferencia sobre "la convivencia". Eso sí, ha dicho a Rajoy:

"Gracias por estar en los momentos duros y en los momentos, muchas veces, incomprendidos".

Y ha dicho en su alucución: "Yo no quiero un traje nuevo para España, pero sí creo que es un traje que hay que adaptarlo. Sin necesidad de alterar el modelo, de ninguna manera".

"Porque una revisión puntual de la Constitución no tiene que darnos miedo".

María Dolores de Cospedal ha hecho un inciso significativo:

"Somos la herencia de la Alianza Popular de la Transición, y también de la UCD. Pero déjenme que les diga una cosa. Somos la herencia de la UCD, pero no la repetición de la historia de la UCD, aunque algunos parece que quieren esto".

Santiago Martin -

En la Comunidad Valenciana, el PP ha fagocitado literalmente al nacionalismo que alli existia, lo que les ha dado mayorias absolutas sucesivas. A esto unen la mala imagen de los socalistas en esa comunidad, especialmente por la desunión que mantienen de forma crónica.

Por esta razón, malo lo tiene el PP. En este momento se manifiesta el ala más dura en contra de los postulados del partido, pero que coinciden con los particulares de quienes los promueven. Podemos estar asistiendo a una segunda reedición de la desmembración de la derecha española, como ocurrió con la UCD y esto puede ser catastrófico para la democracia de nuestro pais. Y si no recordemos el 23 de Febrero, que fué la consecuencia del fracaso al intentar formarse una derecha civilizada.

Puedo equivocarme y ójala se así, pero la historia es tozuda y tiende a repetirse, al ser la condición humana el de trapezar innumerables veces en las mismas piedras.

narceo -

En la lesgislatura pasada, el PP estuvo dominado por el ala más dura, casi en la extrema derecha, la que salió de su mayoria absoluta de la segunda legistura de Aznar, que se apoyaba en sectores ultramontanos especialmente de la iglesia, y contando además con la abstención en gran parte del electorado socialista. Al perder el PP pòr segunda vez unas elecciones alcanzando lo que pueda ser su techo electoral, dentro del partido hay personas que se dan cuenta de que si quieren ganar en un futuro, tienen que abrirse a sectores que en el pasado demonizaban, pero claro estos hipotéticos sectores son incompatibles con los que dominan el PP y como digo, abrirse a otros ectores de la sociedad española.
Así lo han entendido en Adalucia y Valencia. El PP andaluz lo ha entendido perfectamente y ha asumido en esa comunidad el discurso de los nacionalistas, especialmente en su confrontación con el poder central. Esa es la razón de desaparición de los nacionalistas y su transvase de votos al PP...

alejandro -

Este es el juego de la democracia y el que no lo entienda así, pues sencillamente, o es de izquierda sectaria y totalitaria o sigue siendo franquista. Es lógico que los políticos "hagan política", los periodistas "hagan crítica" y los votantes elijan con sus votos a sus representantes. Por lo tanto no hay porque ponerse nerviosos. Me parece que los más nerviosos son los socialistas y sus "periodistas de cámara". Tranquilos todos que Rajoy sigue y si se presenta otra alternativa o varias, ESO ES LA DEMOCRACIA. ¿Es que unos y otros no os habéis enterado?.

Francisco S. -

En la sufrida Andalucia encadenada a la camorra de Chaves,se han apoderado de 35 escaños por medio del engaño. Es sabido que entre trabajadores delcampo subvencionados y empleados burocratas de las administraciones sobran mas de un millon de personas. Salarios del miedo miseros subvencionados con cerca de 10.000 millones de euros cada año,que naturalmente desembolsa la comunidad locomotora de "derechas" csistiana y solidaria de Madrid,que aporta desinteresadamente 12.300 millones de euros cada año,que basicamente se emplean en pagar a los engañados,estafados,votantes andaluces del PSOE.Que encima dice que los subvenciona. Eso si con el dinero que se genera en la facha Comunidad de Madrid. La solucion Andalucia,sera la Solucion para España con una una agricultura y ganaderia ecologicas y empleos eficientes en la administracion.
Andalucia en proporcion habitantes/funcionarios con relacion a Alemania Federal cuenta con siete veces de funcionarios:500.000 en vez de 70.000.

Arenas, está haciendo poco a poco una buena labor en Andalucia y en la proximas elecciones, de Andalucia habrá un buen numero de votos para el PP.

Sanchez Hernandez -

Mariano Rajoy se ha reunido con los presidentes de diputaciones del PP y otros líderes locales y regionales. Rajoy ha insistido en que va a volver a presentarse y ha hecho un canto a "la independencia que el partido debe tener respecto a los de fuera", en clara referencia a la COPE y a El Mundo. El líder del PP ya ha avisado a Pedrojota y a Losantos que ellos hagan lo que les parezca, "que yo me voy a presentar". Eso sí, ha animado a "otras personas" a que se presenten.

Con tono tranquilo y firme, aunque reconociendo "que el partido atraviesa por un momento difícil", Mariano Rajoy ha dicho, ante la atenta mirada de Gallardón:

"Este partido tiene que mantener su independencia. Y si no lo hacemos este partido va por mal camino, y tenemos el cuajo para hacerlo".

"Tenemos que ser un partido independiente. Si nos dejamos dirigir por otros de fuera seremos otra cosa".

En varias ocasiones en su discurso ha repetido la misma idea, de la necesidad de no depender de nadie de fuera, porque "el Partido Popular es una de las organizaciones más importantes que hay en España, y mucha gente está pendiente de lo que nosotros hacemos o decimos para ver cómo actúa. Tenemos que ser independientes".

"Yo voy a presentar mi candidatura. Y no voy, que es lo que pretenden algunos, desde fuera, a tirar la toalla. Tengo la fortaleza para hacerlo. Me siento apoyado por una mayoría del partido. No creo que sea prudente hacer una batalla en los medios".

Eso sí, Mariano Rajoy ha animado a otra gente del partido a que presenten su candidatura:

"Lo que hay es una serie de personas que están intentando que yo no me presente a la presidencia del partido, y eso no se va a producir".

"Si alguien se presenta le voy a tratar de la misma manera que si no se presentara desde el punto de vista político".

Mariano Rajoy, además, insistiendo en su línea de que "no podemos permanecer sin hacer nada", ha dicho también:

"Lo que nosotros no podemos es decir que no podemos hablar con nadie".

Rajoy ha reconocido que se viven "momentos de mucha incertidumbre".

"Esto lo vamos a superar. Yo haré cuanto esté en mis manos para hacerlo".

"Voy a luchar por un partido unido, y por la integración de todos dentro del partido".

Jose M. Perez -

El PP está en crisis. Lo está porque toda su ideología es el pragmatismo, y por eso se han perdido las últimas elecciones.

No se han dado cuenta aún de que el PSOE cuenta con una ideología feminista radical que destruye la familia, la vida y todo lo que dificulte sus objetivos. Por eso legislan contra la naturaleza humana, los derechos humanos y la Iglesia.

Vamos, que el PSOE lo tiene muy claro y el PP está a por uvas.

carlota -

Jose E., Inútiles? depende. Depende del día la hora y el momento. ¿Fué inútil la manifestación que se convocó en la C/ Génova en plena jornada de reflexión cuando ocurrieron los atentados del 11-M?. La gente debería de salir más a la calle, con lo que está pasando debería de haber manifestaciones todos los días, entonces veríamos si surten efecto, sobre todo las convocadas en vísperas de elecciones. Eso sí hay que salir en la tele porque sino no se entera nadie. Eso pasó con las manifestaciónes que hicieron los funcionarios de Justicia en plena campña electoral. De ellos nada se supo hasta pasadas las elecciones. ¿Boicotearon los socialistas las mismas?.

Jose E. -

Parece que los políticos no hacen caso a la ciudadanía que se hecha a la calle. Lo hizo Zapatero y le han imitado Rajoy y Gallardón. Las convocatorias ciudadanas no sirven para nada.
Un buen número de ciudadanos se congregaba ayer en la calle Génova para mostrar su apoyo a María San Gil. Al mismo tiempo, otros simpatizantes ‘populares’ se agolpaban bajo el balcón de la sede de su partido para transmitir a Rajoy que no está solo. Nuestros políticos hacen oídos sordos a las convocatorias espontáneas de los ciudadanos: ni Zapatero ha modificado la ley que permite la unión de personas del mismo sexo, ni Rajoy parece que vaya a arrojar la toalla a pesar de que muchos se lo han pedido, ni Gallardón parece ceder ni un ápice a pesar de que los trabajadores del Servicio del Estacionamiento Regulado tienen colapsado medio Madrid. Otros se manifiestan en las calles pidiendo una vivienda digna, solicitando más derechos laborales o en contra de unas leyes, a su modo de ver, injustas. Da igual el color político: ninguno tiene en cuenta las sentadas populares.

Victor G. L. -

El PP ofrece a Zapatero un pacto de financiación para los ayuntamientos
El Grupo Popular centra en la economía la próxima sesión de control al Gobierno

Sáenz de Santamaría mantendrá su ofensiva contra De la Vega en defensa de la solidaridad entre comunidades.

Mariano Rajoy aprovechó ayer una reunión con alcaldes y presidentes de Diputación Provincial del PP para proponer al PSOE un pacto de Estado sobre la modernización de las Corporaciones Locales, que incluya un nuevo modelo de financiación.
Los objetivos fundamentales de su partido en materia municipal son: impulsar ese nuevo modelo de financiación, que debe ir ligado a la negociación sobre las cuentas autonómicas; reformar el régimen local básico; resolver los problemas competenciales; y reforzar el papel de los ayuntamientos, de manera que tengan voz en órganos de decisión como el Consejo de Política Fiscal y Financiera. El PP también trabajará por su compromiso electoral de que gobierne la lista más votada.
Al término de la reunión de trabajo, todos los asistentes se desplazaron a la sede del Ayuntamiento de Madrid, donde el alcalde Alberto Ruiz Gallardón hizo de anfitrión en un distendido almuerzo.
Por otra parte, el PP va a centrar en la situación económica la próxima sesión de control al Gobierno, con preguntas al presidente, a la vicepresidenta y al ministro de Trabajo. Rajoy interrogará a Rodríguez Zapatero sobre si mantiene que la economía «va a seguir creciendo por encima de la media de la UE, como dijo antes de las elecciones». El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, valorará la tasa de paro y las medidas que el Gobierno piensa adoptar para hacer frente al hecho de que el paro juvenil sea el más alto de la Unión Europea.
Por su parte, la portavoz en la Cámara Baja, Soraya Sáenz de Santamaría, volverá a centrar su duelo con la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, en la financiación autonómica. En concreto, le pedirá que explique cómo el Ejecutivo va a reforzar la solidaridad en el futuro modelo pendiente de negociación.
Además, el PP ha registrado una interpelación urgente al Gobierno, que también se debatirá en el próximo Pleno, sobre la «repercusión presupuestaria» del incremento del número de altos cargos en la nueva Administración.
Una estructura de gestión que, según el PP, no es la «más adecuada para un momento de crisis económica como el que vive» España. Por ese motivo, los populares defenderán un «adecuado control del gasto público» y pedirán al Ejecutivo que informe a la Cámara sobre el criterio que ha seguido para aumentar estos cargos de responsabilidad. Nada más constituirse el nuevo Gobierno de Rodríguez Zapatero, este periódico ya denunció el aumento de altos cargos con respecto a anteriores Legislaturas.

Carmen G. -

Un congreso dentro de un partido es algo similar a unas elecciones, ya que sirve para castigar o para premiar a quienes se presentan a la elección. Actuar para desbancar al líder entre congresos parece inadecuado, incluso para quienes consideran no democrático el funcionamiento interno de la formación política.
Falta un mes para que el voto secreto de los 3.000 compromisarios que asistan al cónclave de Valencia cambien las normas estatutarias, si se presentan propuestas en este sentido, y premien o castiguen a Mariano Rajoy. Si el mensaje de quienes critican al actual líder de los «populares» cala, el político gallego obtendrá un pésimo resultado.
Es evidente que hay personas interesadas en que el presidente del PP tire la toalla y no llegue a la cita de junio, cuando lo lógico sería que estas personas presentaran una candidatura alternativa y que ambas pelearan en el Congreso.
Resulta poco edificante que militantes del Partido Popular convoquen por SMS una manifestación en Génova 13; como las realizadas por el PSOE en ese mismo lugar, en diversas ocasiones.
Cualquiera entiende que Rajoy no gusta a muchas personas, que hay quien deteste su manera de actuar en política, incluso que sospecha de su posible «aggiornamiento» frente a nacionalistas y socialistas, pero nadie puede dudar de que defiende un partido independiente, que se niega a que lo dirijan intereses ajenos al mismo. Pero, en cualquier caso, la pelea, en Valencia.

Daniel V. -

La campaña contra el líder del PP sólo reúne a dos centenares de personas.
Si desde las últimas elecciones las aguas bajan encrespadas en el PP, ayer, la sede del partido, en la calle Génova, se convirtió en un rompeolas en el que unas doscientas personas de los más de diez millones de votos que obtuvo el partido en los últimos comicios se concentraron para corear su críticas contra Rajoy y mostrar su apoyo a María San Gil.
«Rajoy dimisión», «nos está engañando más que Zapatero», «Mariano, danos explicaciones», coreaban, entre otros gritos mucho más fieros de varios exaltados bajo una lluvia tan persistente como sus reproches contra el líder de los populares. El hecho de que Rajoy estuviera en la sede inaugurando un acto hizo que los que allí se concentraban pidieran al líder del PP que saliera al balcón o le tildaran de cobarde por no «dar la cara». El chaparrón de acusaciones no cesaba e incluso no dudaron en tacharle de «traidor». Algunos portaban banderas de España y fotografías de María San Gil mientras aseguraban que si «ella no confía, nosotros tampoco» y reivindicaban unas primarias. También Ruiz-Gallardón y Sáenz de Santamaría se llevaron parte de los insultos: «¡Que se vayan, que se vayan!», gritaban. Una mujer que trató de defender al regidor madrileño fue contestada con gritos de «¡socialista, socialista!». Los que apoyaban a Rajoy, prefirieron guardar silencio.

Francisco S. -

Estrategia de respuesta.
La dirección del PP ha pasado a la ofensiva tras la dura última semana. Ayer se celebró una especie de «tormenta de ideas», para organizar la estrategia y la movilización en defensa de la candidatura de Rajoy, en el despacho que el diputado José María Lasalle tiene en la planta noble de Génova. Por allí pasaron, entre otros, Federico Trillo, Francisco Villar, Juan Manuel Moreno, Jorge Moragas y hasta la propia portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría. La movilización en apoyo de Rajoy se sustenta en tres patas. En el ámbito territorial, mediante la implicación de los principales «barones», que ayer salieron en cascada con muestras de solidaridad hacia el «número uno». Por otro, la articulación de un grupo de respaldo en el Congreso de los Diputados. Y, en tercer lugar, los jóvenes, a quienes se les ha pedido que realicen un acto «pro» Rajoy. Se celebrará mañana en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Lucrecio Domingo -

Rajoy no «tirará la toalla» y reta a sus críticos a que presenten una alternativa.
Dice que, sin renunciar a los principios, el PP debe «integrar formas distintas de ver la vida» Decenas de alcaldes salen en tromba en defensa del líder del partido en un acto encabezado por Ruiz-Gallardón.

Mariano Rajoy contraatacó ayer. Como ya ocurrió tras las elecciones generales, en este punto de inflexión en la carrera hacia el congreso de nuevo el fantasma de la injerencia externa ha vuelto a ser decisivo para reavivar el frente en apoyo de su candidatura y para movilizar también a toda la estructura territorial del partido.

Después de una semana que queda marcada por las bajas de la presidenta del PP vasco, María San Gil, y por la del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, el líder de los populares dio un paso adelante frente a quienes desde fuera de su formación, a los que citó, y desde dentro, a quienes no se refirió expresamente, «están intentando» que no se presente. A ellos les advirtió de que «no tirará la toalla» y a ellos también les retó a que formalicen una lista alternativa.

Una reunión con alcaldes y presidentes de Diputación del PP, encabezada por Alberto Ruiz-Gallardón, fue el marco para un discurso de especial relevancia, por producirse en el contexto congresual en el que tiene lugar.

Los asistentes al foro «Diálogo con las ciudades» se solidarizaron con Rajoy a puerta cerrada con dos comunes denominadores: el reconocimiento a su trabajo en el partido y su ubicación en el «centro político». Destacan pronunciamientos sin micrófono delante como el de Carlos Fabra, presidente de la Diputación Provincial de Castellón. Según fuentes de Génova, Fabra, a quien se presuponía entre los distantes al «número uno», subrayó que en su circunscripción sólo había un compromisario que no le había dado su aval, en alusión a Juan Costa. De éste también dijo que no tenía apoyos porque no se había ganado «amigos». Y tachó de «portazo absurdo» la salida de San Gil.

Rajoy, por su parte, hizo girar su discurso sobre dos ejes. Por un lado, la denuncia de las maniobras para derribarle: «En este momento no estoy enfrentándome a ningún candidato. Lo que hay es una serie de personas que están intentando que no me presente y eso no se va a producir». Por otro, la negación de que estén en peligro los principios populares. Esto no implica un repliegue en la decisión, respaldada por los «barones» que le están sirviendo de báculo, de «mover» al PP para reforzar su imagen de centro. El esfuerzo será mayor en Cataluña y País Vasco. «No hay problemas de principios ni de ideas», pero el PP también tiene que «integrar a formas distintas de ver la vida». «Se han producido cambios y algunos más tendremos que hacer en el próximo congreso, los cambios en la vida son inevitables», explicó.

Rajoy abogó por un partido independiente, reformista, que intente pactar los asuntos de Estado con el PSOE si éste no sigue la deriva radical y absurda de la pasada Legislatura. Un PP que haga oposición, pero que -subrayó- no criticará a los socialistas si defienden lo que él defiende. Y un PP que esté dispuesto a hablar con todos y a llegar a acuerdos, pero sin renunciar a sus principios.
Prometió que «luchará por integrar, unir y tener doce millones de votos, y no dos».

Gonzalo Alonso -

Rajoy: "Hay una serie de personas que están intentando que no me presente y eso no se va a producir"

Mientras centenares de personas se manifestaban este mediodía a las puertas de la sede del PP contra Mariano Rajoy, éste lanzaba en su interior un contundente mensaje en clave interna. "Hay una serie de personas que están intentando que no me presente y eso no se va a producir", sentenció Rajoy tras retar a quien "se quiera presentar" para disputarle la Presidencia del PP a dar "un paso adelante".

Además, advirtió a los suyos que en el partido "se han producido cambios y algunos más tendremos que hacer en el Congreso" porque "hay que adaptarse a la realidad", por ejemplo, en la oposición al Ejecutivo, porque "si el Gobierno rectifica" y "no vuelve a negociar con ETA" o tumba la pretensiones soberanistas del lehendakari, Juan José Ibarretxe, sería "absurdo" que el PP no le apoyara.

La reunión que Rajoy mantenía hoy con medio centenar de alcaldes y presidentes de Diputación del PP y que concluyó con una propuesta de pacto de Estado para la modernización de los ayuntamientos de España se vio completamente eclipsada por las palabras del presidente del PP. Fue un contundente pero calculado mensaje de consumo interno con el que el líder de los populares volvió a plantar cara al sector crítico del partido, después de que la presidenta del PP vasco, María San Gil, y José Antonio Ortega Lara, anunciaran, con pocas horas de diferencia, su abandono de la formación.

Rajoy reservó para el final de su intervención la estocada larga al sector crítico de su partido, ratificándose en su intención de presentar su candidatura para presidir el PP en el próximo Congreso Nacional de junio. "Voy a presentar mi candidatura y no voy, como pretenden algunos desde fuera, a tirar la toalla", proclamó el líder del PP, que dijo sentirse apoyado por "la mayoría del partido", y confesó que a muchos de sus afines les ha aconsejado "ser prudentes" y "actuar con responsabilidad", porque "no es positivo hacer batalla en los medios y contestar a todas las cosas que se están diciendo".

"Si alguien quiere presentarse a las elecciones está en su derecho, hasta ahí podíamos llegar, y yo le voy a tratar de la misma manera que si no se presentara. Simplemente, intentaré ganarle en estas lecciones", señaló Rajoy, que remachó: "Pero si alguien se quiere presentar, sería muy importante que diera un paso adelante y lo dijera, porque yo en este momento no me estoy enfrentando a ningún candidato. En este momento, lo que hay es una serie de personas que están intentado que no me presente a la Presidencia del partido y eso, tengo que decirlo, no se va a producir".

No es un problema de ideas

Antes, Rajoy reiteró "las tres razones" que le han llevado a presentar su candidatura al Congreso de Valencia. "La primera, porque me lo han pedido muchísimos compañeros" y "no voy a dejar en la estacada a esas personas que públicamente me brindaron su apoyo", expuso, para añadir, en segundo lugar, que "los resultados aún no siendo los deseados, han sido unos resultados muy dignos". "Si los resultados hubieran sido peores que los de 2004 no hubiera presentado mi candidatura", garantizó para, en tercer lugar, mostrarse "absolutamente convencido" de poder ganar las elecciones de 2012".

"Es verdad que en algunos lugares de España que están en la mente de todos -en referencia a Euskadi y Cataluña- tendremos que hacer un esfuerzo suplementario manteniendo las mismas posiciones pero actuando con la inteligencia debida", afirmó Rajoy que, a continuación, desmintió a los críticos: "No hay un problema de principios o ideas en este partido". En este sentido, recordó el Congreso de 1989 en el que, a su juicio, "hicimos una apuesta que la historia demostró que era lo que había que hacer", entre otras cosas, integrarse en el PP Europeo, "el partido de Merkel y Sarkozy".

"Los principios del partido están claros y los hemos ratificado: defendemos la libertad, la justicia, la igualdad y la solidaridad", proclamó el presidente del PP, que añadió que hay dos temas que ha defendido durante "muchos años" y que seguirá defendiendo, la lucha contra ETA y la España constitucional. Sobre el terrorismo, Rajoy aseguró que "todo lo que he dicho a lo largo de cuatro años está vigente, no tengo que cambiar ni una coma de lo que he dicho y si se produjese una situación de esas características, tengo que decir que mantendría mi discurso".

Pero, "si el Gobierno rectifica, si no vuelve a negociar con ETA y es contundente en la lucha contra el terrorismo", expuso Rajoy, "es absurdo que el PP no apoye al Gobierno", es "absurdo decir 'no te apoyo porque en el pasado hiciste cosas mal". De la España constitucional dijo lo mismo: "Defendí una posición contraria al Estatuto de Cataluña porque creía que no era bueno para España y si se vuelve a producir una situación de estas características no tengo que cambiar ni una coma", pero "si el Gobierno rectifica y cambia de criterio y le dice a Ibarretxe que no aprobará su plan, no puedo decirle que no estoy de acuerdo porque es lo mismo que he defendido".

Un partido independiente

Aunque no mencionó explícitamente a San Gil u Ortega Lara, Rajoy reconoció que el PP pasa "por momentos de mucha incertidumbre, que son difíciles para el partido y que en muchas ocasiones son muy dolorosos", pero "estoy absolutamente convencido que esto lo vamos a superar y yo haré cuanto esté en mis manos para hacerlo". Para ello, el líder del PP dijo que luchará "por un partido unido" e integrado, anque advirtió que "somos un partido de 10 millones de personas, pero como aspiramos a que nos apoyen más, no vamos a cambiar los principios, pero hay que integrar a los que tienen formas distintas de ver las cosas".

"Los cambios en la vida son determinantes, no podemos estar sin modificar absolutamente nada", dijo Rajoy, que advirtió que en el PP "se han producido cambios" y "algunos más tendremos que hacer en el Congreso", aunque se comprometió a formar un equipo "representativo" de todas las sensibilidades del PP". En esta línea, el líder del PP defendió la necesidad de que el partido ofrezca acuerdos de Estado al PSOE, como "en el resto de países europeos", en temas como el terrorismo, las pensiones, la política exterior o la Justicia. "Comprendo que haya gente que crea que no el PP no debe hacerlo, pero no es mi opinión", dijo en un claro giro hacia el pactismo.

Además, consideró que el PP debe hacer un esfuerzo "por estar en los problemas de la gente". "Claro que tenemos que defender y fijar como prioridad básica la lucha contra el terrorismo, claro que debemos defender la España constitucional, pero tenemos que hablar de la economía de las familias, tenemos que hablar de política de inmigración y de otras muchas cosas que le importan a la gente", aseveró Rajoy, que también se mostró partidario de "hablar con todos" porque "eso no significa renunciar a principios y convicciones", como ya se demostró cuando el PP estuvo "coaligado" con otras formaciones.

Eso sí, el PP debe ser "un partido independiente". "Lo que sea el PP lo tiene que decir el PP, si nos dejamos dirigir por otros seremos otra cosa. Si este partido no mantiene la independencia, vamos por mal camino", remachó Rajoy, que reiteró que el PP es "un partido reformista, de centro reformista, y tenemos que seguir siéndolo, y eso significa que tenemos que adaptarnos a la realidad, porque las circunstancias cambian". Entre esas circunstancias mencionó asuntos "que hace años no existían" como la inmigración o la conciliación familiar y que ahora el partido debe asumir.