Blogia
ametralladora

Memoria parcial.

Por A. U.

Para mí que se está cometiendo un grave error. El tiempo calma los odios y los enfrentamientos. El Gobierno de España ha tomado la iniciativa de desenterrar cadáveres de víctimas de la Guerra Civil. En algunas localidades han vuelto a florecer las peores rencillas. Más que la recuperación de la memoria histórica lo que se pretende es imponer la memoria parcial. Sólo hubo víctimas entre los perdedores y sólo los vencedores asesinaron. Se ha rendido un homenaje a Luis Companys, presidente de la Generalidad de Cataluña fusilado por los nacionales en el castillo de Montjuich. Pero se han olvidado de recordar a los más de mil barceloneses fusilados por los republicanos en ese mismo escenario durante la presidencia de Luis Companys. Me parece que no se está llevando este asunto con buena educación.

Además, que buscar fosas, encontrar huesos e identificarlos resulta carísimo. Yo les puedo indicar donde hay fosas comunes con restos humanos sin identificar. Entre esos restos están los de mi abuelo materno, el dramaturgo Pedro Muñoz-Seca, asesinado por el Frente Popular en Paracuellos del Jarama el 28 de noviembre de 1936. Es decir, según los legalistas, asesinado por el Gobierno legal de la República junto a ocho mil españoles más por no ser republicano. Mi madre, que vivió, educó y murió sin remover huesos ni odios, hubiese sentido alivio y consuelo localizando en una de las fosas comunes de Paracuellos los restos mortales de su padre. Lo mismo habrían sentido los familiares de los ocho mil asesinados en aquellos parajes. Y me refiero a Paracuellos por ser el escenario de la tragedia de mi abuelo, porque son muchos más los paisajes de sangre repartidos por toda España, con víctimas de un lado y del otro. O memoria histórica o silencio pactado. La memoria parcial, además de infame, es una desfachatez.

Tengo en mi poder las cuarenta y tres cartas originales que envió mi abuelo desde la cárcel a su familia. Ni una palabra de odio, ni un sentimiento esquivo en esas cuatro decenas de escritos previos a su asesinato. Sólo en las últimas, cuando se inician a primeros de noviembre las sacas de la muerte, se intuye una cierta desesperanza en sus cartas. Tampoco excesivos alardes de humor. En una de las cartas del mes de octubre, le pide a mi abuela que le envíe a la cárcel una de sus bigoteras. «Se me han derrumbado los bigotes y estoy harto de meterlos en la sopa del rancho». Mi abuela le mandó las bigoteras, y sus bigotes recuperaron su altivez hasta que se los cortaron con grosería en el rastrillo de la muerte mientras le ataban las manos con un finísimo bramante que le hizo saltar las venas.

Le quitaron uno de sus abrigos, el reloj, la cartera y la maleta con sus pertenencias. Fue ahí cuando dijo aquello de «me habéis quitado todo lo que tengo, menos el miedo». Minutos antes de caer fusilado y ser rematado por un oficial de las homenajeadas Brigadas Internacionales, cambió la frase: «Sois tan hábiles que me habéis quitado hasta el miedo». Fumó su último cigarrillo, que le ofreció un miliciano, mientras le invitaban a contemplar dos descargas de pelotones fusilando a otros compañeros de prisión y sufrimiento. En la fosa común en la que fue enterrado cupieron seiscientos cadáveres más. Los de aquella mañana. Y ahí siguen, sin que ninguno de los familiares haya removido el odio, abierto las rencillas y clamado venganza. Es más, uno de los principales responsables de aquellos asesinatos ha sido y es tratado en España, de acuerdo con las normas de la reconciliación, con todo respeto y cortesía. Me refiero a Santiago Carrillo Solares, ex secretario general del Partido Comunista de España.

Cumpliendo con las recomendaciones de mi madre, cimentadas en el perdón y la superación de aquel enfrentamiento brutal entre españoles, ofrezco mi mano a los familiares de aquellos que fueron asesinados en el otro lado de la guerra terrible que desangró a España cuando a mí me faltaban muchos años para nacer. Los muertos no entienden de injusticias. O todos o ninguno. España no se puede dividir de nuevo entre fosas de un lado y tumbas del otro. Y si el Gobierno sólo respeta a unos muertos, los familiares de los otros no lo vamos a consentir. Honremos a todos los asesinados respetando sus huesos y mirando al futuro.

9 comentarios

Juan Luis Martinez -

Se está adulterando la historia sobre lo ocurrido en la guerra Civil soezmente. La media España que luchó en el bando republicano-comunista es la "buena oficial", y la otra media, la mala, sin ahondar en las persecuciones, encarcelamientos por motivos políticos, juicios populares sin garantias procesales que casi todos acababan en pena de muerte, matanza de religiosos y quemas de iglesias que emprendió la República contra los que no se adherian a sus ideales de imposición del comunismo, la "dictadura del proletariado". La falta de los más esenciales derechos humanos de la República de Febrero de 1936 desembocó la sublevación cinco meses después, el 18 de Julio de los que no aguantaron más la saña de aquel hostigamiento. Jamás ha recibido la Iglesia Católica perdón por aquel enrome daño recibido, ni los asesinados por el republicanismo. Un gobierno que incumple los derechos humanos carece de legitimidad. Recordemos que Hitler ganó unas elecciones, ¿fue legítimo su mandato? Aún quedan también fosas sin identificar de muchos fusilados por parte del Frente Popular, denominación de la unión de toda la izquierda. Fusilamientos hubo en ambos bandos, contemos la historia imparcialmente, sin sectarismos.

Juan C. -

Quiero con esta carta decir a don A. U. que estoy completamente de acuerdo con su artículo de «La primera», publicada bajo el título de «Memoria parcial» del pasado día 19 de noviembre.
Yo soy, al contrario del señor U., nieto de abuelo paterno, don Marciano Pajares, fusilado por el régimen franquista en el conocido Puente de Almaraz (Cáceres) sobre el río Tajo como otros muchos de la comarca del Campo Arañuelo y en concreto de la localidad de Navalmoral de la Mata, brutalmente castigada por el citado bando durante la Guerra Civil como posteriormente por las represalias del bando nacional, por lo cual no tengo ni la oportunidad de poder desenterrar o abrir alguna fosas común y poder buscar los restos de mi abuelo pues descansan sobre el fondo del río, como la tiene el señor Ussía. Pero mi carta no va dirigida a decir que si existió Paracuellos del Jarama también existieron Badajoz, Zafra, Mérida y otras muchas poblaciones de Extremadura que sufrieron los horrores de la Guerra Civil y de la postguerra, tanto de un bando como del otro, sino en que hay que perdonar, olvidar y mirar hacia el futuro, ver que eso fue una guerra de otro siglo y no seguir generando esas viejas rencillas ya casi olvidadas por el paso natural de la generaciones.

Razon de ser -

Como siempre magnífico artículo Sr. U. invitando a todos a la reconciliación el perdón y el olvido viendo todos juntos hacia el futuro.
Desgraciadamente, como Vd. mismo podrá comprobar leyendo otros comentarios no todos pensamos igual. Los hay que destilan odio y resentimiento por todos los poros y babosean con lenguaje grosero y soez.
Una observación simplemente: dice Vd. que su abuelo fue asesinado "por no ser republicano". Sé que muchos murieron por ser católicos practicantes y otros muchos simplemente por ser de derechas, por no comulgar con las ideas socialistas o comunistas.
¿Por qué esa confusión todavía "republicano=izquierda. Monárquico=derecha?
¿Es que no se puede ser republicano y de derechas?
¿Es que no se puede entender que haya gente de derechas que no ve con simpatía la institución monárquica por considerarla obsoleta y no adecuada a los tiempos democráticos?
Mi saludo y mi felicitación.

Pepito -

Es Usted una hacha en el uso del borrador. Se ha fijado en lo correcto que queda cambiar a Companys por unas cuantas decenas, docenas, centenas, obra de algunos "incontrolados...?

Todos - casi todos - tenemos muertos que llorar. En ambos bandos se lloró mucho, pero eso fue hace setenta años. Hoy, los que lloraron y sus hijos y sus nietos, viven y se esfuerzan, juntos, por una España cada dia mejor, obra común de todos ellos.

Dejen de escarbar en la basura, ! carroñeros ! , y disfruten de la maravillosa España que hoy poséen.

Salud.

Guerra C. -

Todos esos que dicen que los que ganaron la guerra, sienten odio por los republicanos, no tienen ni idea de la guerra, solo saben que la perdieron.
En mi familia fueron asesinados muchos por los republicanos (eran muy jóvenes) y jamás en mi casa se habló nunca de odio ni nada.

Siempre fue como algo "triste" que ocurrió en "otros tiempos" y que nada influía en como ver al resto de españoles.

Puedo dar testimonio de que en otras familias que sufrieron auténticos horrores por parte de los republicanos ocurre igual.

Siempre nos educaron para el perdón y el olvido. Me consta que en familias de muertos por los nacionales ocurre igual.

Así que dejemos este absurdo desenterramiento de muertos que sólo es deseado por unos pocos radicales.

Tengamos la fiesta en paz.

(Zapatero debería de no hacer alarde excesivo de su abuelo. EN León se cuenta la historia de que se dedicó al tiro al blanco a las cabezas de falangistas enterrados en tierra).

Igual el Presidente ni siquiera sabía eso...

Huesca -

Sr. U., línea a línea, palabra a palabra, comparto con Vd. todo el contenido de su artículo. Todo.

Sé que no soy el único, yo tuve familiares en uno y otro bando, todos, los unos y los otros, sufrieron la brutalidad del odio y la guerra.

Ninguno de ellos eligió bando, fue una decisión que le dió hecha la geografía.

Murieron familiares de uno y otro bando. Familiares de uno y otro bando se jugaron la vida por salvar (según los avatares de la guerra) a los no favorecidos en según que momento,

La guerra no terminó con "Vencido y desarmado...", la guerra termina con el olvido y el perdón de uno y otro bando. Hay gente que aún en está en guerra, casi 70 años después.

Para mí, para mis muertos, la guerra ha terminado. He perdonado. He olvidado. Descansen todos, los de uno y otro bando, en paz. Nunca más otra salvajada igual.

A los que no estamos en guerra, por favor, déjennos en paz.

Rafael J. -

Este artículo es de un señor. Lo cierto es que vivimos una propaganda asfixiante en unos medios que nos cuentan una versión manipulada.

Zapatero, por favor, abandona esta sucia política de desenterramientos. Por favor.

Conviene hacer leer a los jóvenes estas páginas para que no se dejen engañar y saquen conclusiones propias:

revista.libertaddigital.com/articulo.php/1275326610

personal5.iddeo.es/magolmo/1936-39.htm
personal5.iddeo.es/magolmo/apostasie.htm
geocities.com/Athens/Crete/2408/
geocities.com/Athens/Crete/2408/guerra.html

geocities.com/Athens/Crete/2408/Religion.html

geocities.com/Athens/Crete/2408/monumvalenc.html
conoze.com/doc.php?doc=889
conoze.com/doc.php?doc=1315
conoze.com/doc.php?doc=1316
conoze.com/doc.php?doc=890
conoze.com/index.php?l=1&accion=contenido&doc=40
asturiasliberal.org/page/articulo/170687
libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_20944.html

mercaba.org/FICHAS/Persecucion/REPUBLICA_1931.htm

Damisela -

Chapeau una vez mas U.,chapeau.Cuanta verdad en tampoco espacio.Coincido en todo, por que hace mucho mucho tiempo he hecho tambien mía esa forma de pensar.
Pero hay gente, que al parecer, solo los muertos de una de las partes merecen el respeto y el recuerdo.Yo diria mas, si mas de uno, de los que hoy braman y vociferan de los fusilamientos de entonces,culpando solo a una parte de todos los muertos investigaran, se encontrarian que posiblemente algunos de sus familiares fueron ejecutores de los mísmos ó de los otros, que tambien son muertos.

Verdadero -

Hace tiempo venía yo rumiando escribir algo a cuento de todo esto. Le agradezco Sr. U. que lo haya escrito usted pues indudablemente yo lo habría hecho infinitamente peor.

Por otra parte parece mentira, bueno, la verdad es que si hay un gobierno y cia que promueve el odio es muy natural que haya gente como los dos comentaristas de más abajo que no es que destilen odio, es que no se enteran de nada y me temo que en este país, antes llamado España, hay demasiada gente que no se entera de las cosas. ¡Qué le vamos a hacer!
Con la esperanza que no se vuelva a repetir debemos vivir, pero con gente como esta se me ponen los pelos como escarpias.