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SOLBES INFLA ARTIFICIALMENTE EL DÉFICIT PARA GASTAR MÁS EL PRÓXIMO AÑO Y CUMPLIR CON LAS PROMESAS DE ZP .

SOLBES INFLA ARTIFICIALMENTE EL DÉFICIT PARA GASTAR MÁS EL PRÓXIMO AÑO Y CUMPLIR CON LAS PROMESAS DE ZP


El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, demostró ayer su capacidad para aplicar la llamada ingeniería financiera al servicio de las promesas del actual Gobierno: imputar a déficit partidas que no necesariamente tendrían que incluirse en dicho déficit, lo que provocará que éste pase del 0,4% sobre el PIB previsto inicialmente para este año al -como mínimo- 1,8%. ¿El objetivo? incrementar la llamada “base de gasto” del presupuesto de este 2004.

Efectivamente, a más déficit, más “base de gasto”. De tal forma que, al calcular la cantidad máxima de la que el Gobierno podrá disponer el próximo ejercicio, los responsables de Economía cogerán como referencia una cantidad mayor a la esperada en un principio, ya que el déficit, y por ende la mencionada “base de gasto”, ha sido inflada. Esto le da al ministro de Economía y Hacienda algo más de margen para poder cumplir con algunas de las promesas de Zapatero, como la subida del Salario Mínimo Interprofesional, la de las pensiones, y otras ofertas de contenido social que se irán acumulando a medida que se acerque la fecha de llevar los Presupuestos al Congreso.

Ya lo hizo el Gobierno socialista en 1993, año en el que se imputaron a los Presupuestos elaborados por Carlos Solchaga partidas para incrementar el déficit. El final de la historia es de sobra conocido: en 1996 el déficit del Estado llegaba casi al 7% del Producto Interior Bruto.

“La deuda de RENFE se ha llevado al máximo”, señalan las fuentes de este diario, “y no era necesario teniendo en cuenta que la compañía lleva varios años registrando beneficios, y que parte de la deuda se podía haber encajado al final del ejercicio a un presupuesto holgado”. Además, también se ha incluido la deuda de RTVE, el compromiso con Andalucía, que se podía haber anualizado en cuatro años con cargo al Fondo de Contingencia, etc, etc.

Para más inri, la desaceleración de la actividad económica está haciendo que el ritmo de crecimiento de los ingresos en el último trimestre no sea el que se había registrado hasta ahora.

Los expertos no dudan en señalar que “Solbes está gastando más, es un especialista en forzar el gasto público hasta extremos insospechados”, y lo hace porque desde su perspectiva 2004 “no es su año, a pesar de que sea él quien cierre el ejercicio, y quiere que sirva de contrapeso al 2005, que sí es su ejercicio y para el que ha previsto un superávit del 0,1%”, superávit que pocos creen que se vaya a lograr a la vista de que se espera “sobre un crecimiento de la economía del 3%, que no va a lograrse”.

Todo apunta a que a la ralentización del crecimiento de los ingresos habrá que añadir una más que probable subida de los gastos del Inem y de la Incapacidad Temporal. Tres indicadores que estarían señalando, además, una cierta desaceleración de la actividad económica y, por tanto, el riesgo de que en 2005 el déficit sea aún mayor.

14 comentarios

David -

El actual secretario de Estado de Economía, David Vegara, también aparece como apoderado de la sociedad Ocejón, Sociedad de Inversión Mobiliaria de Capital Variable, en la que también participa Mercedes Cabrera Calvo Sotelo, la esposa de Arenillas. Además, Vegara también fue alto ejecutivo en el Grupo CIMD, un holding de sociedades de valores que incluye a Intermoney Gestión.



En el sector financiero se recuerda, no sin cierta malicia, lo sucedido en el pasado en los entornos de la Cruz Roja, el Boletín Oficial del Estado, RENFE, la Guardia Civil… con la “beautiful people” que rodeó en su día a Felipe González.

David -

En un puesto destacado de este entramado de “hombres fuertes” se sitúa a Carlos Arenillas. Este economista ha sido nombrado recientemente vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, en sustitución de Juan Jesús Roldán. Arenillas es el marido de Mercedes Cabrera Calvo Sotelo, que concurrió en las listas socialistas al Congreso como número dos por Madrid.



Arenillas fue fundador del intermediario financiero CIMD –grupo especializado en la inversión institucional-, donde a lo largo de más de 17 años ocupó diferentes puestos, incluyendo el de consejero delegado y presidente del grupo, cargo en el que cesó en 2001. Hasta su llegada a la CNMV, Carlos Arenillas era miembro del consejo de administración de CIMD, de la productora de cine Story Board y presidente de Ocejón Sicav.



Además, Arenillas trabajó como director de Tesorería en Siaf, Sociedad del Mercado de Dinero, desde su fundación en 1980 hasta 1983. También ha sido consejero y director de Intermoney y presidente de la Asociación de Mediadores del Mercado Interbancario y de Senaf.

David -

Es la nueva clase influyente, personalidades emergentes que se están uniendo a los Solchaga o Aranzadi, consejeros de gran ascendiente en el sector de las finanzas, surgidos al amparo del nuevo Gobierno. Según ha podido saber ECD, la clase empresarial ya sitúa en esta categoría a Carlos Arenillas y David Vegara.

Nada más subir al poder el Partido Socialista, nombres como los de Miguel Sebastián, Carlos Solchaga o Claudio Aranzadi, ex Ministro de Industria y Energía, se vieron muy pronto relacionados con los ámbitos cercanos a Moncloa, asesorando a empresas como Telefónica y Repsol YPF y con relaciones estrechas con empresas privatizadas y Latinoamérica.

Ahora, en sectores financieros se habla de otros notables que han ocupado posiciones destacadas junto al poder político y con curiosas interrelaciones en el pasado, a través de sociedades como el CIMD, Ocejón o Intermoney, que ha hecho pensar a destacados actores del mundo financiero en posibles incompatibilidades en razón de sus nuevos cargos.

Algunos de ellos estuvieron reunidos, días antes de ocupar sus cargos, con el actual secretario de Estado de Economía, David Vegara. El tema de aquella reunión estuvo relacionado con intereses de sociedades turísticas del país.

Raul -

Otrosí: Desfachatez de la cadena Ser autopremiándose con el premio Ondas por su cobertura del atentado entre el 11 y el 14 de marzo. Vergüenza, emanación de su mala conciencia, al haber utilizado técnicas clásicas de agit prop y golpismo subliminal. Un premio a su manipulación de los sentimientos en los días de infamia. Este esperpento no lo mejora ni Bono.

Raul -

El 3% previsto para 2005 no es sostenido por la Comisión Europea, que lo sitúa en el 2,6%. Porcentaje muy similar al 2,5% al que llega el Instituto de Estudios Económicos, institución prestigiosa, poco dada al alarmismo y más proclive al optimismo. La profecía de un crudo a 33,5 dólares el barril parece mezcla de ingenuidad y de brindis al sol. El Brent no hace otra cosa que crecer y ese mercado está sometido a tal alza en la demanda y a tales interrogantes geopolíticos en la oferta que toda prudencia es poca.

Sería imprescindible reducir el gasto público y proceder a devolver dinero al sector privado, mediante bajadas de impuestos, para sostener e incentivar el consumo interno, que se está retrayendo. Por el contrario, se ha hecho añicos el equilibrio presupuestario y se reparten prebendas entre los escuadristas del PSOE, como los cineastas. La depredación socialista siempre se acompaña del parasitismo de los ?nuevos clérigos?.

Todo este panorama se va a traducir en más sufrimiento en las personas, en más incertidumbre en las familias, en menos oportunidades para jóvenes y mujeres. ¡En más paro! Solbes no es excepción a la tradición socialista: destruir empleo, crear miseria. Su respetabilidad es del tipo de: sin él sería aún peor. Lo dicho, un síndrome de Estocolmo compulsivo. Se echa de menos a Rodrigo Rato.

Raul -

El síndrome de Solbes es uno de los más extendidos, al tiempo que agudos, del síndrome de Estocolmo. Parte de la sensación de que cualquier otro socialista sería peor y de que el conjunto de los ministros son unos irresponsables derrochadores.

El prestigio del vicepresidente no está avalado por los datos. Dejó a España con déficit del 6,6%, paro del 23% y desempleo juvenil del 42%, lejos de Maastricht y camino del subdesarrollo. Ahora es coartada de un gabinete que provoca cualquier cosa menos confianza. Ha sido, desde el franquismo, funcionario atildado, que ahora va de retirada hacia la jubilación.

Ha tenido el cinismo de cuestionar las cuentas del PP que él había avalado, e incluso puesto como ejemplo, como comisario europeo. Las previsiones de sus Presupuestos reciben varapalos de los especialistas y de la realidad. El mismo Solbes, sumándose a la corriente ciclotímica del Gabinete, abundante en mentidos y desmentidos, ha rebajado la previsión de crecimiento, para volver a reafirmarse.

Mercedes -

Llevamos apenas 180 días con el gobierno de ZP y no es que podamos decir que hayamos progresado mucho... perdón, quiero decir que hayamos mejorado mucho... Cacarean todo el día, nos tienen distraídos y entretenidos, eso sí, y nos proponen “alternativas” supuestamente democráticas. Lo cierto es que dentro de unos años nos lamentaremos todos de los resultados... Pero, ¿a quién le importa eso ahora?. Hay que vivir deprisa y ser modernos, las consecuencias, al fin y al cabo, probablemente no tendremos que pagarlas nosotros... Pobres nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, tendrán que asumir una herencia con una deuda bastante gravosa que probablemente les costará mucho pagar.

Juan M.L. -

El programa económico del PSOE –tal y como se expuso por el presidente del gobierno, Rodríguez Zapatero, antes de y durante la campaña electoral– estaba centrado en la productividad, el precio de las viviendas, la reforma del IRPF, –con dudas de si habría un tipo único o quizás dos–, y la mejoría de la competitividad de la economía española. Zapatero, en una intervención en la COPE, ya siendo presidente, se comprometió a que durante su mandato la economía funcionara con mayor libertad que durante los años de gobierno del PP. Por supuesto que lo primero que ha hecho ha sido una propuesta para limitar la libertad de horarios comerciales, pero eso era un compromiso personal. ¿Qué ha ocurrido con el resto de las propuestas?

Fernando -

Estos (PSOE), nos arruinarán otra vez y se iran tan tranquilos, como hizo Felipe y su cuadrilla.

camarero -

Los veteranos del PSOE almuerzan en Madrid
Asombrados se quedaron los comensales del lujoso restaurante madrileño Señorío de Alcocer, ubicado justo enfrente del Ministerio de Economía. Allí, el pasado lunes 13, conversaban animadamente dos ex ministros de Economía de Felipe González, Miguel Boyer y Carlos Solchaga, el actual secretario de Estado de Economía y Hacienda, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y otros “ex” del Felipismo.

Todos los presentes coincidieron en alg en su no muy buena opinión del vicepresidente económico Pedro Solbes. Además, Solchaga coordina la vieja guardia del PSOE, que pretende sustituir a los dirigentes de las grandes empresas privatizadas.

Rafy -

Solbes infla el déficit público un 50 por ciento y se lo endosa al anterior Gobierno

La interpretación de Arias Cañete fue bastante diferente. El ex ministro de Agricultura acusó a Solbes de haber perdido la batalla frente a la titular de Fomento, Magdalena Álvarez, y de cambiar los criterios de contabilidad sin que la Oficina de Estadísticas Europea (Eurostat) se lo haya exigido, con el objetivo de intentar desprestigiar la estabilidad presupuestaria lograda por el PP. Además recordó que la deuda histórica de Renfe, los 3.659 millones de euros, no se ha generado con el PP, sino que es anterior a 1995.

Ramon -

Por ahí van, por desgracia, los tiros que hasta ahora se han oído sobre los PGE para el 2005: aumento del 7,3% en Educación, del 33% en Vivienda, del 25% en I+D, del 6,2% en seguridad ciudadana, del 6,5% en las pensiones mínimas, y así sucesivamente. Lo cual estaría muy bien si la economía no estuviera enviando preocupantes mensajes reclamando prudencia.

Que las pensiones mínimas se merecen un aumento mucho mayor que ese magro 6,5% nadie lo duda, pero que así no se resuelven, en términos de política macroeconómica, los problemas de los más desfavorecidos. Muy al contrario, cuando el crecimiento empieza a dar síntomas de fatiga, cuando la inflación crece más que el PIB, cuando la construcción y el consumo se ralentizan, cuando el precio del petróleo aprieta, cuando, en suma, comienza a sonar el gong de una cierta crisis, los Gobiernos responsables no se dedican a hacer obras de caridad, sino a ajustar: ajustar el gasto social y apretarse el cinturón con energía.

Esa es la política correcta. Porque lo demás, el gastar en época de penuria, el tirar la casa por la ventana en tiempo de incertidumbre, es apostar no por el bienestar de unos pocos sino por el malestar de muchos, de casi todos. En ello está, parece estar, el Gobierno ZP: en lugar de hablar de ajuste, de reducir el gasto público y enviar un mensaje de sensatez a los mercados, parece decidido a dedicarse a gastar. Lo siento, pero esto no pinta bien.

Ramon -

El PP aseguró ayer que nos hallamos ante una “estrategia encaminada a que los ciudadanos se vayan acostumbrando a los números rojos en los próximos años”, cosa que a uno le parece una exageración, porque ningún Gobierno puede querer nada malo para su gente. Más bien creo que nos encontramos ante una trampa, en el corto plazo, y un craso error de política económica, en el medio y largo.

La trampa tiene que ver con el deseo de procurarse un buen colchón de déficit en el que colar sapos, culebras y otros reptiles a los que el Gobierno ZP debe dar acogida, en cumplimiento de promesas electorales, mediante el gasto social. Trampa, porque los 5.459 millones de Renfe (un 0,69% del PIB) estaban pactados con Bruselas, es decir, con el propio Solbes, ya que se supone que RENFE empezará pronto a dar beneficios con las líneas de AVE; trampa, porque los 2.500 millones de la deuda andaluza (un 0,32%) no tenían por qué haber sido asumidos en un único ejercicio. Y así sucesivamente.

Y error de política económica porque, a mi entender, no se advierte en este Gobierno la voluntad, la vocación, la determinación de mantener el equilibrio presupuestario. Antes bien, todo apunta a la praxis, perversa en términos macroeconómicos, de un cierto socialismo a la antigua usanza dispuesto a resolver las carencias de muchos colectivos a base del palo y tente tieso del gasto social, una política que en mi pueblo palentino resumían como de “pan para hoy y hambre para mañana”.

Ramon -

Soy uno de los convencidos de que llegará el día en que Pedro Solbes dé a los españoles una alegría, de verdad, así lo creo, porque no es posible que este hombre, otrora respetado comisario europeo, ahora atrincherado en la calle Alcalá, se haya travestido de repente en inoportuno aguafiestas, especialista en dar malas noticias a los ciudadanos.

La de ayer fue de aúpa. En el Congreso de los Diputados, el señor ministro anunció que el Estado cerrará las cuentas del 2004 con un déficit público del 1,81% del PIB. Teniendo en cuenta que hace unos meses lo cifró en el 0,8%, que hace tan sólo una semana, en comunicación a Bruselas, lo elevó al 1,1%, y que ahora ya está hablando del 1,81%, la cosa es como para echarse a temblar.

Porque, a este ritmo, podemos acabar como el rosario de la aurora, es decir, cerca del 7% de déficit con que, en 1996, concluyó el señor ministro su anterior paso por Economía, lo cual, dicho con todos los respetos, supondría un auténtico desastre para el bienestar colectivo, que de eso estamos hablando, del bienestar futuro de los españoles.